Este destino y sus caminos. ¡Más locos que divertidos!

Bueno comprendan que hace mucho no escribía, esto esta basado en algunos problemas que tuve, más que nada los personajes... Están basados en personas que conozco. Espero que les guste.

Este destino y sus caminos. ¡Más locos que divertidos!

Capitulo 1: Primer día de clases… ¿O primer desastre? El reencuentro.

Apurada acomodando unas cosas, se podía divisar a una chica, desorganizada, estaba metiendo unas cosas en su mochila. Llevaba una pollera gris, apenas tres dedos arriba de la rodilla, una camisa celeste, metida dentro de la misma falda y una corbata azulada, unas medias azul oscuro que llegaban hasta la rodilla y unos zapatos negros.

Su cabello negro azulado, estaba mal atado en un rodete alto, se notaba que tenía unas mechitas rojas por el cabello. Estaba con el cabello mojado dando a entender que se había bañado hace unos pocos minutos. Después de guardar su última carpeta. Tomo las llaves y el celular, salió de la casa apurada. Casi corriendo.

Corrió una cuadra y media, luego se canso y comenzó a caminar con paso ligero, al llegar al instituto, vio a muchos chicos vestidos igual a ella, los chicos todos con pantalones largos y grises, las mujeres todas con el mismo uniforme que ella. Suspiro cansada y se fue hacía una pared, se recostó un poco contra ella aliviada.

Una chica alta, de pelo largo, se podía ver que también un poco apurada, venía caminando a paso ligero con la mochila colgada de un hombro, su cabello suelto pero para el costado. De su otro hombro tenía colgado la bufanda parecida a la de una guitarra.

Al estar a unos pocos metros de la anterior chica, ambas se miraron, sonrieron y chocaron sus manos en señal de amistad, después de un abrazo ligero, ambas chicas comenzaron su charla. Mientras ellas hablaban, el timbre sonó, y todos entraron al instituto.

—Al fin, loco, ultimo año. —Exclamo la última chica, de cabello largo. De nombre Sarah.

—Sí, mal, que bien que este es el final, de esta locura que perduraba desde hace ya cuatro años. ¿No, Sarah? —Hablo la chica desarreglada con una típica sonrisa de vaga, mientras apoyaba su mochila en un rincón y se colocaba contra la pared.

—Obvio, somos los más grandes del instituto. —Agrego Sarah, con una sonrisa, mientras dejaba la mochila sobre el mismo rincón.

Mientras ellas comentaban sobre su nuevo y último año de secundaría, no vieron llegar a un chico, de pelo un poco largo, un flequillo que le tapaba la frente y uno de sus ojos, venía caminando, sonriendo al ver a ambas chicas. Al llegar saluda primero a Yuu, la primera chica que apareció, y luego a Sarah, su amiga.

—Hola, mis locas, ¿Qué harían ustedes un año sin mi? —Dijo en un tonó de victoria. El cual fue aplastado por el sarcasmo de Yuu.

—Ser felices, —Ese comentario hizo una carcajada en Sarah y un gesto de fastidio en Mizaki.

Ambos chicos charlaban, entre sarcasmos, risas, chistes y disputas tontas. No notaron que un chico de segundo año los observaba. Tenía el pelo un poco alborotado, estaba sentado sobre el escenario del patio, los miraba a ambos. Un pequeño sonrojo estaba en sus mejillas que le daba un tono tierno.

—Hola Takada-chan, —Dijo un chico, mientras le estiraba la mano para que la chocasen. Esté ultimo, Takada, respondió tarde el saludo. — ¿A quién miras? —Le presento curiosidad.

—A nadie, totalmente a nadie, Airon. —Sonríe un poco apenado y lo mira. — ¿Qué tal tus vacaciones?

La conversación se prolongo, y se extendió hasta cuando formaron para saludar a su bandera, al entrar a las aulas, cada cual a la suya.

Una mujer, medio joven, se sentó frente al aula, de alrededor quince o veinte alumnos.

—Voy a tomar lista, —Un bullicio pequeño se escucha en el aula. — ¿Hatake?

—Violeta, ¿Cuál de los dos Hatakes? —Preguntó, Yuu con una sonrisa arrogante.

—Los dos, Hatake Airon y Hatake Yuu. —Ambos hermanos gemelos, dijeron al unisonó que se encontraban presentes.

—Sarah Power. —Espero unos minutos a ser contestada por la misma con un “Presente” y prosiguió hasta finalizar, después de acabar de nombrar a todos, se retiro del aula, lo que hizo mucha charla en los alumnos.

Al entrar el de Matemática, todos quedaron en silencio, y prestaron atención a la primera clase, del año y del día. Al finalizar esa hora, se retiraron hacía el patio de la misma secundaría. Quedaron allí charlando de las cosas de la vida.

Yuu, tenía las manos metidas en los bolsillos, con el celular en un bolsillo y los auriculares en los oídos. Sarah, estaba escribiendo mensajes en su celular, mientras charlaba. Mizaki, estaba recostado contra la pared, charlando con ellas y con Airon, sobre todo lo que habían hecho en vacaciones.

—Ahí están… —Susurro, Takada, observándolos a todos, al verla a Yuu no pudo evitar sonreír, pero al ver que estaba con él hermano y sus amigos, se apeno. —Mejor no la saludo.

Takada era un chico de apenas unos catorce años, que gustaba o estaba enamorado desde hace unos años, de Yuu, que actualmente tenía 17. Él, nunca pudo confesarse, pero logro hacerse amigo de ella y su hermano.

—Hey, a la salida, ¿Vamos al cyber a jugar un rato al juego en línea? —Preguntó, la muchachita de 17 años, mientras se quitaba los auriculares de los oídos.

—Que buena idea. —Dijo su hermano gemelo, con una sonrisa.
—Me parece bien, ¿Venís Sarah, no? —Lo qué ella solo asintió.

El chico de catorce años, que se encontraba apenas a unos metros, disimulando, logro oír eso, lo que consiguió que las ganas de ir al cyber, se incrementaran. Ese día iría para verla al menos, quizás poder saludarla.

El resto de las clases transcurrieron tranquilas y calmadas, ya a la salida, se encontraron el grupo completo y se fueron hacía el cyber, al llegar, la primera en hablar fue la desprolija.

—Hola, Ikuto. —Sonrío de manera infantil. — ¿Tienes unas cuatro maquinas con el juego del Counter, para jugar un rato?

—Hola niña, ¿Cómo has estado? Pues sí, pasen a la 16, 17, 19 y 13. —Dijo sonriendo. Al finalizar eso, cada cual tomo su asiento.

Sarah se sentó en la 19, donde un chico se encontraba a su lado, parecía muy concentrado y distraído, a ella le pareció un poco lindo, pero prefirió entrar a una red social. En la 16 se sentó Mizaki y en la 17 se sentó Airon, los cuales eran mejores amigos. En la última, la 13, se sentó Yuu, quedando por unos momentos sola, al cabo de unos minutos un chico se sentó a su lado.

Era lindo, no pudo evitar sonrojarse un poco, al notar lo lindo que era, tenía un flequillo largo, casi tapándole los ojos, estaba acomodando una funda de guitarra, contra la pared, el chico al voltear y ver que está lo miraba se ruborizo un poco.

—Hola… —Sonrío un poco, ese muchacho. — Me llamo Ryuzaki, ¿Tú cómo te llamas? —Pregunto un poco imprudente.

—Me llamo Yuu Hatake, —Respondió la sonrisa de él, con otra. — ¿Te puedo hacer una pregunta?