Microrrelato Esté donde esté [Drabble]

Hola... ehm... no sé de donde salió ésto, es una mezla de aburrimiento, ganas de escribir con ganas de terminar XD! Espero que les guste.

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Esté donde esté.​

La miraste fijamente, recorriendo su cara y recordando cada detalle, cada lunar, cada poro. Acariciaste su mejilla con delicadeza, como si fuera de cristal. Oh, lo era. Ella de pronto abrió los ojos, pesadamente, era más que obvio que no quería hacerlo, pero posiblemente ver el brillo en tus ojos al verla, era más importante.

—Perdón, ¿te desperté?

—No, ya estaba despierta —te respondió con una pequeña sonrisa.

Logró llenarte de alegría tan solo verla ahí, un día más. El amor de tu vida, claro está, que por ella darías todo. Apreciabas cada segundo, cada minuto con ella, porque nunca podías saber cuando la ibas a perder. Sabes perfectamente que no vas a poder enfrentar cuando la pierdas, y que quizás alejarte de ella desde ya sería lo mejor, pero a la vez no.

—Hoy te toca ir al médico —le dijiste con un tono serio, corriendo la mirada hacia el vacío.

—No empieces. Ya te dije, ¿para qué gastarme en ir?

—Porque quizás encuentren a...

—No van a encontrar a nadie, Gabriel. No sé por qué te gastas.

Esas palabras << No van a encontrar a nadie >> Se clavaban como un puñal en tu pecho, ella ya estaba resignada; y lo que más te dolía, es que podría llegar a tener razón. Moría, lentamente, en cualquier momento su corazón podría dejar de latir, una mañana podrías despertarte y darte cuenta de aquello que intentabas ignorar a cada segundo que recordabas. Eso era lo peor, saber que su muerte se aproximaba y no poder hacer nada al respecto. Lo único a tu alcance es esperar a que aparezca un donante. Y la impotencia te mataba lentamente.

—Tú puedes perder las esperanzas —la tomaste del mentón, con delicadeza y ternura—, Pero yo no.

Te sonrió ampliamente, aunque dándote a entender que no le importaba. Siempre había sido así, ponía a los demás adelante, y luego, quizás podría ir ella, con mucha suerte. La besaste en los labios, le clavaste la mirada y te sorprendiste de lo mucho que la amabas. La amabas cuando se ponía histérica, en esos días que nada le salía bien, cuando se arreglaba, cuando recién se levantaba, distraída, enojada... era Angie, quizás si no fuera ciclotímica, o complicada, no la amarías de la manera en que lo haces.

Posiblemente se trataba de aquello, disfrutar cada instante, sin pensar en nada más que en su sonrisa, o en su compañía. Sabías que si no encontraban a alguien, su final estaba pronto, pero, así sean seis meses, cinco, o cuatro, le harías pasar los mejores meses de su vida. Porque querías que ella sea feliz a tu lado, y porque sabías que ella esté donde esté, la amarías de igual forma.