Explícito de Pokémon - Esperanza Omega

Tema en 'Fanfics de Pokémon' iniciado por Gigavehl, 12 Junio 2019.

Cargando...
  1.  
    Gigavehl

    Gigavehl Equipo administrativo

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2019
    Mensajes:
    4,089
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Esperanza Omega
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    4189
    La megaevolución… Un poder tan grande, que debe ser manejado como si literalmente, de un arma sagrada se tratase…

    Es una condición que tanto Humanos como Pokémon pueden concebir, ya que el poder es tan descomunal, que se requiere de ambos para poder controlarlo a voluntad propia…

    Dos mentes, dos perspectivas… Dos corazones, dos almas… Ambos por sí solo conforman una vitalidad y energías comparables a la mismísima Megaevolución. Y por eso, se deben unificar, enlazarlos, unificarlos para convertirlo en una fuerza capaz de soportar toda la energía y salvajismo de la Mega…

    Por eso es importante que tanto Humano como Pokémon se comprendan en lo absoluto, sepan lo que siente, lo que piensa… Lo que hace.

    Es un complicado proceso cuanto menos, uno. Que realmente no cualquiera puede llevar a cabo. Es algo que realmente debe ser utilizado con suma sabiduría y cuidado. Por mucho que aparente ser un juego o sea algo fácil de manejar. Es una ilusión… Realmente el Pokémon pasa por toda una serie de eventos y emociones de los cuales, jamás podrían ser capaces de explicar. Y esa… Es la razón por la que se debe manejar con cuidado.

    Pues por mucha experiencia o entrenamiento que tengan ambos, en realidad…. Este poder se les puede escapar de las manos, y acontecer. Un terrible final…

    Eso, fue lo que mi abuelo me enseñó… Lamentablemente por las malas. Pero tú… Tú cambiaste por completo, el rumbo de las cosas.


    Siempre hay una forma de liberarse...
    Siempre hay una forma de limpiar un nombre, un pasado… Un trauma
    Siempre hay que tener fe, porque la determinación es poderosa
    Siempre… Siempre hay una salida.
    Sé… Que lo puedo remediar… Lo sé...

    Prólogo



    El Pueblo...
    Erase una vez… En un pacífico pueblo, al que llamaban el Pueblo Almendra.

    Sus apenas cincuenta habitantes residían en total paz y armonía… Pero como era de esperarse, no estaban solos. Pues los Pokémon también los acompañaban…

    Habían bastantes especies habitando con ellos, siempre llegando con un inexistente pero presente tratado de paz, en donde nadie destacaba más que otros. En el aspecto de que alguien o algo debe ser más importante, ahí. Todos eran una familia, eran amigos, hermanos, compañeros. El Pueblo Almendra, son todos ellos…
    Sin embargo, sin que nadie lo esperase, este pueblo pronto sería azotado por una gran tragedia… Provocado por un humano, por su egoísmo… Para posteriormente, por un Pokémon…

    Y aunque lo pareciese, aquél evento aún no acontecerá, al menos no por ahora. Pero de todas formas… El inicio de esta historia, comienza aquí.

    Hace un día espléndido sobre Pueblo Almendra, tanto, que las familias que residen allí deciden entre todos tomarse un día de descanso de los labores y salir en familia para disfrutar del día. Hace bastante sol, pero no molesta si no que hasta al contrario, alegra, el aire refresca el ambiente y la gran pradera que da frente al pueblo es el sitio perfecto para este día. Los Pokémon no tardan en salir junto con los adultos, los ancianos y los niños. Apenas pueden y corren a toda velocidad para jugar, siendo la mayoría de ellos en su fase primaria. Los niños no tardan en seguirles el juego y pronto los adultos comienzan a armar los picnics y algunos que hasta preparándose para nadar un poco, pues tienen un lago cerca. Un par de montañas se pueden divisar a lo lejos, y pronto, del laboratorio del humilde pueblo. Salen una Fennekin junto con varios otros Pokémon, quienes parecen salir hace no mucho de sus huevos. Sin embargo, esta se espera un momento pues pareciese esperar a alguien. Y hasta el último, pero relativamente pronto. Sale un Riolu… Quién se le ve un poco desconfiado de la situación, se lleva un brazo a los ojos por la luz del sol y esta Fennekin se ríe, el cual le termina diciendo:

    Los cuatro...
    —¡Jejejeje! ¡Vamos, Riolu! ¿En serio tan desconfiado estas?—. Pregunta Fennekin con lo que Riolu se gira a observarla y le dice:

    —¿Qué..? N-No… ¡No es eso! ¡Solamente que el sol lástima! ¡Ay!

    —Vamos, Riolu. Es porque estábamos ahí dentro… ¡Ven, que parece que todo mundo ya se está comenzando a divertir! ¡Ya te dije que no seas tan terco y vengas! ¡Jeje!—. Decía emocionada Fennekin mientras se alejaba prácticamente que a saltos de Riolu. Este se queda pasmado un momento y al ver la escena… Siente el impulso por querer ir con ellos. Así que alegrándose al fin, decide correr con todo mundo para conocerse y jugar…

    Pronto, un sujeto ya viejo, sale con su bastón en su mano derecha y observa a sus Pokémon retirarse al fin, libres. Aunque teniendo cierta atención hacia aquella Fennekin y hacia el Riolu. Pronto, lo que parece ser su asistente, alguien que es de tez blanca, se tiñe el cabello de color púrpura y lleva encima la clásica vestimenta de un científico. Le dice:

    —Bueno, señor. Como podemos ver, están sanos y salvos… Y usted decía que Fennekin y Riolu presentaban anomalías

    —Ya sé que no somos un criadero, señorita Mary. Pero no puedo evitar preocuparme por ellos…

    —¿Pero porqué señor? Mírelos, están como cualquier otro de su especie

    —Esta claro que superficialmente se ven sanos, pero no garantizo nada en su interior. Fennekin por ejemplo, mostró una gran fuerza. Sin embargo… Riolu…

    —Ya no se agobie tanto, aunque tal vez se haya mostrado débil. Seguro que con un buen entrenador se arreglan esas dificultades.—la dichosa señorita Mary quien acompaña al anciano le dedica sus palabras de comprensión y calma para relajar al viejo. Este no evita mirarla por un momento y asentir para regresar su mirada esta vez a todo mundo…

    —Tal vez tenga razón, señorita Mary. Vamos, que parece que han empezado sin nosotros

    —¡Así se habla! ¡Vamos, jefazo!—. Exclamaba emocionada Mary con lo que el viejo se rió y ambos abandonaban al fin la instalación.

    Los minutos transcurrieron, y todo era felicidad pura…

    Sin embargo, dos niños parecían un tanto atónitos e indiferentes a lo que pasaba frente a sus ojos, miraban a los niños y a los Pokémon jugar, como si la vida se les fuese en ello. Entre ellos se hallaban Riolu y Fennekin, y aunque pareciese que son parlantes, en realidad se comunican por medio de gruñidos. Ya que ambos gritan de felicidad, dando comentarios. Pero en vista de los Humanos solamente ven que gruñen y demás.

    —Niños… ¿En serio no quieren disfrutar de este día? ¡Hace un sol maravilloso! ¡Miren! ¡Hasta los Pokémon que estaban en aquellos huevos con dificultades han salido! ¿Seguro que no quieren jugar?

    —Y-Yo… No estoy seguro, primo—. Respondía uno de los chicos, el que se veía más grande de los dos de hecho, aunque el segundo, siendo más joven y por consiguiente, más pequeño. Exclama:

    —¡Yo sí quisiera ir! Pero… No quiero irme si mi manito no quiere… Vamos, Oden… ¡No seas tan negativo hermano!

    —Tú no entiendes, Ter… Siempre haces y dices las cosas como si nada malo ocurriese. ¡Cuántas veces tengo que decirte que no quiero!

    —Oigan, oigan… Basta. ¿Porqué se llevan así huh?

    —Mi hermano sólo me ha dicho que tuvo una pelea, pero nunca me dice qué sucede y—Como siempre, tienes que estar hablando de más…

    —Esta bien, chicos, basta. ¿Porqué no se hacen una tregua por hoy, eh? Despejense por hoy. Jueguen… Hace un día maravilloso y no permitan que sea lo que sea los agobie por hoy—. Dice el primo con lo que Oden se queda pensando. Suspira pesadamente y tan sólo suelta un seco y forzado

    —Esta bien…

    —¡¡Sí!! ¡Vamos, manito! ¡Que hay un Pokémon en particular con el que quiero jugar! ¡Vamos, vamos!—. Decía muy emocionado Ter y prácticamente que jalaba a la fuerza a Oden pero por la emoción. El maduro Primo se levantaba feliz, aunque un poco preocupado por el tema de Oden. Desde hace semanas que lleva escuchando que ese par de inocentes niños han tenido muchos problemas con sus padrastros. Su esposa, el verlo un poco preocupado, le dice:

    —Querido, no te preocupes tanto por ellos. Sé que es un tema difícil, pero al menos por hoy deja que sean ellos… Hay que agradecer que tuvieron que viajar sus padrastros para que no estuvieran aquí presentes

    —Lo sé… Querida, es sólo que me da mucha pena. Pero… —suspira—. Está bien, dejaré que todo fluya como si nada, ¿de acuerdo?—el joven miraba a su esposa con lo que este asiente sonriendole amablemente.
    Ter apenas entraba en el radio y se soltó de Oden para comenzar a jugar, llegando a perseguir a un Mudkip, mientras un Treecko observaba a Oden, curioso. Este se percata y lo mira, pero Treecko, al ver que no hace nada, se le monta encima haciendo que Oden se exalte, lo derriba y se baja para reírse y gruñe para hablarles al resto. Pronto, el resto de Pokémon se arroja encima de Oden quienes le hacen bola y el chico termina quejándose para que lo dejen en paz, aunque más que sea algo que lo irrite, le termina haciendo gracia a todos. Tanto, que de hecho hasta el mismo Oden lo admite y se deja llevar.

    Riolu no evita reírse de la situación cuando la misma Fennekin se le acerca y le dice:

    —¡Oye! ¿Porqué no vas con ellos? No seas tan tímido, Riolu… ¡Todo va a estar bien!

    —Jeje, bueno, es que… Yo…

    —Vamos, amigo. ¡Todo saldrá bien!—. Decía Fennekin saltándole a su costado para pronto correr hacia Oden y saltarle encima también, mucho más que los otros de hecho. Vaya, parece que le agradó la chica.

    Riolu sin en cambio, no puede evitar rascarse el codo derecho más por pena que otra cosa, mirando a un lado… Pero Ter se da cuenta de este Pokémon y se dirige a él. Quien lo saluda amablemente, Riolu se exalta un poco… Pero no evita reírse un poco ante la situación y escucha que el chico le dice:

    —Oye, te veo extraño… ¿Estas bien? ¿Te lastimaste?

    —¿Qué..? No, no estoy bien solamente… Ugh, tengo contratiempos eso es todo…

    —¿Huh? ¿Qué dices, Riolu? ¡No entiendo nada! Solamente escucho que gimes y gruñes...—. Respondía confundido Ter con lo que Riolu se impresiona y pronto recordaba lo que el anciano le decía. Así que se tenía que limitar a dar mensajes por medio del vocabulario corporal. ¿Cómo? Dándose la vuelta para darle la espalda…

    —¿Ah? Oye, ¿estás molesto porqué te dije que no podía entenderte?—pero Riolu simplemente se limitó a negar con la cabeza.

    —¿Entonces porqué te pones así? Oye… Me agradas, Riolu. Y no me gustaría verte así de triste… ¡Vamos, sé que te puedo animar!—. Decía el chico enérgicamente, pero Riolu simplemente se limitaba a quedarse ahí parado.

    —Hum… ¿En serio te sientes bien? Oye, vamos. Si hay una manera de que puedas animarte un poco, tampoco quiero ser una molestia. ¡Sé que puedes hacerlo, Riolu!—el chico, con algo de cuidado, le tomaba el hombro izquierdo con lo que el Riolu se exaltó un poco, pero al ver las buenas intenciones del chico, decide girarse al fin para mirarlo de un lado. Al ver su gesto alegre e inocente hizo que Riolu se alegrara bastante y al fin tomara un poco de confianza, le llegaba a recordar a como Fennekin se le acercó por primera vez.

    Así que Riolu asintió y Ter se emocionó, corrió lejos mientras el chiquillo exclamaba:

    —¡Vamos, Riolu! ¡Seguro no me alcanzas!

    —Ohhh… No me retes, niño.—. Respondía ahora emocionado Riolu y corre tras el chico. Fennekin, eufórica con Oden, se distrajo tanto con el sujeto que ni se percató que ya todos los Pokémon se habían alejado y le seguía saltando encima a Oden…

    —¡Oden! ¡Oden! ¡Oden! ¡¡Adoro el nombre!! ¡ME ENCANTA!—. Gritaba a todo pulmón Fennekin cuando al fin decide abrir los ojos y nota como todo mundo ya se alejó… De a poco se queda atónita y deja de saltar, viendo cómo Oden quedaba aturdido por tanto salto encima. Mira al joven quien estaba entre furioso y asustado… Recordó el detalle del lenguaje Pokémon y como Riolu, se limitó a hacer gestos.

    Puso una cara apenada bajando sus orejas, gimiendo prácticamente un lo siento… Y volvió a mirar al chico, este, al ver su reacción no evitó sonreír. Pues al fin y al cabo, estaba emocionada por el evento…

    —Oye, ya esta bien… Te perdono, solamente… N-No vuelvas a hacer eso… ¿Quieres?—. Decía un poco apenado Oden con lo que Fennekin al ver la respuesta, se alegra y asiente. Los demás Pokémon, al ver que al fin queda todo atrás. Siguen jugando cada quien en su mundo…

    Pronto Fennekin se daba cuenta que ya había encontrado a un chiquillo con quién jugar, cuando Oden le dice:

    —Oye, no conozco mucho a los Fennekin. Pero creo que no son así de activas como tú...—. Exclama Oden con lo que este se voltea a mirarlo y se apena un poco.

    —Jeje, no te preocupes, soy Oden. Un gusto… Dime, ¿te agradé...No es así?—Fennekin no evitó reír con cierto tono de pena, con lo que Oden le hace segunda y ahora Riolu se da cuenta que Fennekin ya encontró con quién pasar el tiempo, bueno. Desde hace mucho, realmente…

    Así que no le dio más vueltas y siguió jugando con Ter…

    Sin dudas; un día cuanto menos maravilloso… Nadie sabía que esa simple reunión, cambiarían tantas cosas. Sin embargo… Lo hecho… Hecho estaba.

    El daño, era irremediable… Y aunque no quieran, Fennekin y Riolu. Se veían en medio del fuego…

    15 años más tarde…


    La final.
    No solamente aquellos hermanos ya habían crecido… Si no que además. Riolu y Fennekin, también.

    Ter, siendo ahora un chico de 21 años de edad, junto con ahora Lucario, lucha con su siempre fiel y reñido rival… Nadamas ni nadamenos que Oden de 27 años de edad, junto con su Delphox.

    —¡Vamos hermano, que sé puedes dar algo mucho mejor que eso!

    —¡JA! ¡No te hagas ilusiones! ¡Que sabes llevamos una buena racha de victorias! ¡Con que te distraigas un momento y al fin nos llevamos la Liga hoy mismo!—. Respondía emocionado Oden hacia Ter mientras Lucario y Delphox, exhaustos, pero aún en pie. Se miran como los buenos rivales que son…

    —No sabes cuanto extrañaba regresar a esto… Mi buen, “Zerav”

    —Vaya, y sigues con eso Lucario… No te cansas de siempre “decirlo” en ese tono… ¿Verdad?

    —Sé que te irrita y así peleas mejor…

    —¡Jajajaja! ¡Lucario! ¡Siempre yendo por los extremos!

    —¡Vamos, Zerav! ¡Déjame darte el golpe final y nos llevamos el campeonato!

    —¡JA! Como si en verdad les dejara la oportunidad...—. Respondía un tanto sarcástica Zerav, como Oden le puso a Delphox, mientras Lucario al fin se reincorpora adecuadamente y con mucho esfuerzo, se coloca en pie de guerra de nuevo…

    Zerav hace lo mismo y antes de arrojarse de nuevo… Exclama:

    —¿De casualidad no te molesta que te llamen por tu especie? A veces es bonito que te llamen por un mote…

    —Nah, Lucario me parece un nombre lo suficientemente único como para que me llamen de otra manera—. Responde Lucario con lo que Zerav se ríe un poco, negando con la cabeza y pronto. Oden exclama:

    —¡Zerav, ahora! ¡Psicocarga!—. Exclama Oden con lo que Zerav comienza a cargar el ataque pero Ter responde:

    —¡Lucario! ¡Esquivalo con tu Aura, vamos!—Lucario no tardó ni dos segundos en concentrarse haciendo brillar sus ojos y elevando sus sensores…

    Zerav pronto carga una enorme onda de fuego y lo dispara contra Lucario a alta velocidad, pero no lo suficiente como para saltar enormemente y Ter gritara:

    —¡Ahora, Lucario! ¡Puño incremento!—este no tarda en reaccionar y eleva su puño derecho con lo que Oden se tensa y exclama:

    —¡Zerav, esquivalo!—. Gritó Oden con lo que esta cancela el ataque y a duras penas se hace para atrás cuando Lucario entierra su puño en el suelo pero Ter añade:

    —¡Muy bien, Lucario! ¡Ahora Eco metálico, vamos!—Lucario hace un giro a medio-aire y azota los dos picos de sus patas para hacer un tremendo eco ensordeciendo a Zerav… Oden, desesperado, trata de hablarle pero es inútil…

    —¡Muy bien, Ataque Rápido!—Lucario apenas toca suelo, y se reincorpora dirigiéndose estrepitosamente hacia Zerav tacleandola y dejándola ahí atrás…

    —¡Zerav! ¡Oh, no! ¡¿Puedes levantarte?! ¡Yo sé que sí, chica! ¡Vamos!—increíblemente, Zerav se levanta poco a poco cuando Oden le añade:—¡Esa es mi niña, vamos! ¡Nitrocarga!—. Grita un poco agobiado Oden pues la batalla ya está por concluir cuando la Delphox carga y se lanza sobre Lucario, este apenas lo ve venir y termina por dejarse tirar en el suelo para evadir el ataque. Zerav toca suelo cuando Oden le dice:

    —¡Ahora, Ascuas! ¡¡Acabalo!!—. Grita Oden y Zerav no tarda en girarse y con todo y vara, escupe de su boca una gran brasa de fuego hacia Lucario quien no logra evadir puesto que estaba en el suelo… El daño es brutal, más siendo de tipo Acero. Pero Ter confía en él y le dice:

    —¡Vamos, Lucario! ¡Aún tienes fuerzas, lo sé!—. Exclama Ter con lo que a pesar de que pareciese que Lucario ya no puede más, se levanta apenas como puede cosa que impacta al dúo.

    —V-Vamos… Zerav… No me digas que tú también ya te cansaste. ¡Si tengo todas las de perder!

    —¡Agh, eres un impertinente! ¡No es justo!—. Respondía molesta Zerav con lo que Oden no se rinde y exclama:

    —¡Acabemos con esto ya! ¡Zerav, Psiquirayo! ¡De esta no se escapa!—. Exclama Oden con lo que Zerav se concentra pero Ter exclama:

    —¡Vamos, Lucario! ¡Lo que hemos estado practicando! ¡Esquiva con tu Aura y remata con Esfera Aural! ¡¡Tú puedes!!—. Grita con cierto tono esperanzador Ter y Lucario se gira un momento para verlo con una sonrisa, transmitiendo confianza. Mira a Zerav, haciendo elevar sus sensores y esta al fín dispara, nuevamente su Aura logra predecirlo aún inclusive Lucario esté agotado y apenas se rueda en el suelo, se pone arrodillado, con una pierna abajo y la otra arriba, cargando la esfera y tan pronto termina. Dispara...

    Zerav no logra terminar del todo el ataque cuando se percata, y a pesar de que escucha a Oden que lo evada, no da tiempo y resulta impactada… El daño no es mucho, pero el tremendo daño por esos diez minutos de batalla marcaba el fin. Delphox fue derrotada…

    Ter, Oden, Zerav y Lucario (No acompaña el relato final...)
    —¡JAJA! ¡Sí! ¡¡Te dije que lo lograríamos Lucario!!—este por su parte le gruñe de vuelta y como puede, se levanta y corre torpemente hacia Ter abrazándolo de alegría. Pronto escuchan al anunciador marcar el fin del combate, coronando a Ter como el campeón absoluto de la Liga…

    Oden no evita arrodillarse, para pronto casi dejarse caer al suelo con las manos en el piso debido al tremendo resultado final… Zerav como puede reacciona y mira a su decepcionado entrenador. Mueve como puede su vara, captando su atención y sonriendole ampliamente, denotando que hicieron lo mejor. Oden hizo lo mismo y dijo:

    —No es nuestra culpa, Mi querida Delphox… Creo que ya era hora de que mi hermano tuviera algo de gusto...—miró a su hermano realmente emocionado, escuchando como el público se exaltaba…

    —¡Tenemos al nuevo campeón! ¡Una dura batalla entre la Delphox, Steelix y Swampert de Oden contra el Lucario, Dragonite y Drapion de Ter! ¡¡Felicidades muchachos!! ¡Sin dudas fue un combate fenomenal!—. Gritaba a todo pulmón el anunciador mientras Lucario y Ter se abrazaban como nunca en su vida… Ter tan sólo le dice a su Lucario:

    —Lucario… No sabes cómo me alegro de que lo hayamos conseguido. Quince, ése ha sido el número de años juntos… Y sin dudas, ha valido cada maldito segundo… A pesar de tener nuestros tropiezos... ¿Ves como sin Megaevolución podemos conseguirlo?

    —¡Gracias! ¡Gracias! ¡¡Gracias!! ¡Tienes razón! Aunque confieso que eso, es un tema que en cierta medida temo… Pero sabes lo que dices. Estos quince años, han sido de los más felices de mi vida… Mi querido Ter…

    —¡Ya decía yo! ¡Y me alegra que hayas podido comunicarte telepáticamente con todos antes de venir aquí! Sin dudas, algo que ya querías desde que tenemos memorias jeje—. Responde Ter a la telepatía de su Lucario, telepatía que puede ser escuchado por todos realmente…

    —¡Bueno! ¡Celebremos mi amigo! ¡¡Que esto apenas comienza!!

    —¡Sin dudas Ter! ¡¡Vamos!!—. Responde Lucario emocionado, rompiendo el abrazo y corriendo hacia Zerav y Oden para ayudarlos a levantarse…

    —¡Zerav! ¿Estás bien? Siento el tremendo trato que recibieron de parte nuestra…

    —Jejeje… Qué más da, Ter… Teníamos que luchar hasta el final, y eso es lo importante… ¿No?—. Responde Zerav a Ter de forma telepática también mientras que Lucario se iba con Ogen, levantándolo un poco a la fuerza pues no podía aceptar su derrota.

    —Anímate, Oden. Sé que por tercera vez consecutiva estuvieron tan cerca, pero te aseguro que en la próxima lo conseguirás

    —Jeje, supongo que tienes razón Lucario. Qué más da, al menos agradezco que ustedes dos se esforzaran por no andar escuchando sus comentarios… Llegaba a resultar un tanto molesto

    —Sí… Jeje, no hay problema, Oden—. Decía un poco tenso Lucario pues realmente sí que estuvieron discutiendo. Terminando de levantarlo y dándose la mano… Pronto se paró frente a Zerav diciendo:

    —Tipo Fuego… Y Tipo Psíquico. Ni así pudiste ganarme a pesar de ser Tipo Acero y Lucha… Me decepcionas, Delphox

    —¡Cállate tú presumido! ¿No te digo? Apenas me superas en algo y ya andas presumiendo…

    —¡Jejeje! ¡Exactamente! ¡Si ya me conoces porque te molestas!

    —Jeje… Lucario, nunca cambias. Y eso me alegra, en serio.—Zerav le sonríe, dándole la mano igualmente, y apenas esta termina. Lucario se arroja encima para darle un abrazo.

    —Gracias, Zerav, sin ti. Sin dudas mi vida habría sido tan distinto… Así como Ter y Oden son hermanos… Tú prácticamente eres mi hermana

    —Awns, no me digas eso Lucario. Me pones sensible...—. Dice Zerav sonrojándose un poco y abrazando a Lucario igualmente.

    Por parte de Ter y Oden, no se dicen nada y se dan la mano, aunque Ter no lo soporta:

    —Te seré honesto. No mentía cuando te dije que no creí llegar a semifinales siquiera… Y ahora, ganar la Liga directamente. Jojo... Pero más allá de eso, estoy realmente feliz de por fin haberte vencido, hermano. Siempre has tenido ventaja de tipos sobre mí. Creo que merece mérito…

    —Jeje, te lo dije. La determinación es algo poderoso, Ter. Si de verdad quieres, lo conseguirás. ¡Ven aquí, pequeño malcriado! ¡¡Felicidades!!—. Exclama emocionado Oden cargando a su hermano y dándole unas cuantas vueltas como si todavía de un niño se tratase…

    Ambos ríen mientras Zerav y Lucario los miran igualmente riéndose. Oden baja a su hermano y ambos miran a sus Pokémon.

    —Bueno, ya es hora, ¿no lo creen? ¿Pandilla?

    —No comiences con tus facetas de líder, Zerav. Déjalos disfrutar…

    —No, no, esta bien Lucario. Ter y yo ya terminamos por ahora

    —Jeje, lo que tu digas, Oden—. Responde Ter con lo que Zerav exclama:

    —¡Vámonos entonces! ¡Celebremos a los nuevos campeones! Aunque claro, denme algo, digo. Tremenda paliza que da Lucario no es algo sencillo de lidiar jeje.

    —¡Oh, cierto! Mis disculpas amigos. Tengo una Restauración Completa aquí, dos de hecho. Seguro con esto se recuperan, tan pronto podamos pasemos al Centro Pokémon. Nuestros chicos deben estar igual de agotados...—. Decía Oden sacando las pociones y con ambas manos, rociaba a los Pokémon regenerándolos.

    —¡Ya está! ¡¡El último en llegar le toca servirnos!! ¡Woojoo!

    —¡¿Qué?! ¡Oye eso es trampa Ter!

    —Me parece que Oden nos sirve… ¡¡Corre Zerav!! ¡Jaja!

    —¡¿Qué?! ¿De que estas..? ¡Wooa!—. Preguntaba confundida Zerav cuando Lucario lo toma de un brazo y prácticamente que la jala para adelantarse con Ter

    —¡Ah! ¡Eso es trampa! ¡Mendigos ya me los pagarán!

    —¿Perdiste y lo vamos a pagar? ¡No lo creo! ¡Jaja!

    —¡Lucario!—. Gritaba Oden con lo que inclusive Zerav se reía y hasta que traicionaba a su entrenador para dejarlo atrás también…

    Sí… Fueron grandes tiempos… Como llegarían a decir algunos. La vida realmente es un espectáculo, con sus respectivos comerciales, comerciales de felicidad de hecho… Porque el verdadero contenido de la vida. Está repleto de desgracias…

    Ahora este soy yo… Repudiado y odiado por todo mundo. Creyendo que hizo lo correcto… Pero su gran idiotez y profundos deseos de Venganza. Me llevaron a esto…

    Ahora no solamente estoy dañado mentalmente… Si no este cuerpo, este poder. Ahora son parte de mí… Por siempre...
     
  2. Threadmarks: Capítulo 1 - Megaevolución
     
    Gigavehl

    Gigavehl Equipo administrativo

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2019
    Mensajes:
    4,089
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Esperanza Omega
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    11269
    —Entooonces… ¿Eso es todo? ¿Así es como uno ingresa al Salón de la Fama?

    —¡Correcto, Lucario! ¡Y deberías sentirte realmente honrado! No es muy fácil como ves ganar la Liga Pokémon. Eres realmente de envidiar como para que inclusive, hayas sido capaz de ganarle a una Delphox… Jeje, del poco tiempo que llevamos viéndonos olvidaba aquél detalle que te puedes comunicar telepáticamente con todo mundo

    Un gran día (puede acompañar la siguiente secuencia)
    —Jeje, sí. De hecho, llevo apenas un par de semanas ya con esto, no deberías sorprenderte si no lo recuerdas. Pero, ¡hey! No olvides que Ter fue mi fiel entrenador desde hace tanto…

    —¡Sin duda alguna! ¡La batalla fue espectacular! Los felicito, chicos, en serio. Son todos unos profesionales…

    —¡Gracias, doctor Dereman! Ya era hora de hecho… Quince, quince años practicando… Ya era justo. ¿No?

    —Sin duda alguna Ter. Después de tanto, era justo que vencieras a tu hermano, y en mejor momento no pudieron haberse visto las caras de nuevo… ¡Espero verlos en el próximo! Lo que son Oden, Dante y tu. Son de los más destacados sin duda alguna… ¡Vamos, muchachos! ¡Celebren! Al fin, tantos años entrenando han rendido sus frutos…

    —¡Sin duda alguna, doctor! ¡Vamos, Lucario! ¡Que seguro Oden y Zerav nos están esperando!

    —¡Adelante!

    —¡Ah, chicos! ¡¡Esperen!! Casi lo olvido—. Exclamó Dereman frenando a Ter y a Lucario, con lo que estos se giran confundidos e impresionados y el doctor les añade:

    —He estado realizando una serie de experimentos… En el cual, queremos alcanzar una meta secreta. Una, del cual sin dudas, estoy seguro salvará muchas vidas…

    —¿Ah, muchas vidas, de qué está hablando?—. Pregunta confundido Ter con lo que el otro añade:

    —Me parece que ustedes dos andan un poco temerosos sobre el tema de la Megaevolución. ¿No es así?

    —Ugh, la Mega… S-Sí, mire, seré sincero Dereman. Quisiera experimentarlo, de verdad que sí. Quisiera saber lo que es ser un Mega-Lucario pero… No sé, tengo miedo de alguna manera. Siento como si la clase de poder que explotara en mí fuera a hacerme perder el control…

    —Comprendo, en serio, Lucario. Sé que tienes miedo y no te equivocas al decir que puedes perder el control… Pero escuchen, si bien han visto como algunos entrenadores han megaevolucionado a sus Pokémon. Realmente, no es como que hallan dominado ese arte de la noche a la mañana. Comprendo totalmente que Lucario tema por eso, pues puede ver el Aura y no dudo que haya visto un par de cosas que lo hayan dejado reflexionando…

    —Pero, no lo entiendo. ¿Para qué nos dice esto si está consciente de que no podemos controlar a Lucario?

    —Yo nunca dije que no lo lograran controlar. Dije que el riesgo es real, pero escuchen. Mi verdadera intención es descubrir de una buena vez por todas el porqué sucede… Muchos han dicho que es por falta de coordinación, otros, que son por simples rasgos y características de distintas especies. La verdad, es que de los muchos casos que conozco, muchos han logrado controlarse por mera casualidad o porque de alguna “manera” lo consiguieron y muchas veces ni los mismos entrenadores se explican.—Dereman mira serio al dúo mientras estos se miran los rostros un momento, pues no logran captar del todo la idea.

    —No deben temer, chicos. Ya he estado haciendo, literalmente, demasiadas pruebas con este tema. Les puedo asegurar que todo irá bien… De hecho, me propuse hacer lo mejor posible ya que quería darle de regalo al campeón precisamente esto. La Megaevolución, pero con un añadido...—Ter y Lucario no evitaron mostrar sumo interés ante las palabras del doctor, con lo que ambos se miran impresionados… ¿Qué clase de añadido especial podría ser la Megaevolución en sí? Eso sin dudas deja pensando a la pareja con lo que Dereman, al ver su interés, dice:

    —Jeje, sabía que les interesaría. Hagan lo que gusten chicos, una vez que terminen, pasense a mi laboratorio, ahí les explicaré a detalle todo lo que deben saber acerca de la Mega, sus usos y lo que en parte quiero conseguir. Ah, pero eso sí, quiero que aquí me escuchen muy bien. En especial tú; Lucario...—. Dice Dereman, dando un par de pasos hacia Lucario y el doctor pone sus manos sobre sus hombros, con lo que este sujeto, de casi dos metros de altura, se hinca hacia Lucario y añade:

    —Si no quieren seguir adelante, no lo hagan. Si sienten que no podrán seguir, si sienten que no serán capaces de llevar a cabo la Mega… Si sienten… Que todo puede terminar mal. Desistan… No sigan adelante, ya que es completamente crucial que tanto Entrenador como Pokémon estén al cien confiados y seguros de sí mismos. La Megaevolución es un tema mucho más complejo de lo que aparenta; y si no se maneja como debe. Las cosas pueden terminar muy mal… ¿De acuerdo? No me decepcionarán, no me enojaré. Es algo que inclusive, hasta yo le tengo cierto grima—. Exclama Dereman dejando impresionado a ambos, Lucario solo hace la vista a un lado, un poco apenado, pero dice:

    —Com… Com-prendo… Lo entiendo Dereman. Lo tendremos en cuenta

    —Así se habla, igual, si no quieren llevar a cabo mi experimento, avisenme chicos. Y con gusto buscaré a quién más puede interesarse… Felicidades y… ¡Lo mejor para ustedes!—. Responde alegre Dereman levantándose, cambiando un poco el ambiente con lo que ambos lo agradecen y se retiran…

    Ambos no tardan mucho en salir al fin del edificio con lo que escuchan como Zerav les habla de lejos y el dúo se gira para verla aproximarse corriendo, emocionada.

    Lucario no tarda en hacer lo mismo y pronto se dan otro abrazo, Zerav felicita nuevamente a la pareja cuando Oden se aproxima, chocando los puños con su hermano y al ver el acto, Oden exclama:

    —Y bueno, muchachos. ¿Al fin están en el Salón de la Fama?

    —¡Sin dudas! Oficialmente somos todos unos campeones. ¿Verdad, Lucario?

    —¡Claro que sí! Sin dudas estamos orgullosos, y creo que llega la hora de celebrar como es debido… ¿No lo creen?

    —¡Claro! Ya tenemos preparado el sitio de hecho, ¡agradezcanselo a Oden, quien lo puso todo!

    —Después de que mi propio Pokémon me traicionara, como no voy a tenerlo que preparar...—pronto, todos se ríen y Lucario exclama:

    —¡Vamos entonces! ¡Estoy hambriento!

    —Tranquilo Luc. Ser precipitado nunca es bueno jeje—. Exclama Ter hacia su Pokémon y pronto todos comienzan a desplazarse…

    Increíble o no, la Liga Pokémon se halla apenas cerca del Pueblo Almendra, donde residen los hermanos. Por lo que sólo deben cruzar una ruta y estarán en casa…

    —Bueno, ¿qué tienen pensado hacer?

    —Hum, esa es una buena pregunta. No estamos seguros Zerav…

    —¡¿Es en serio?! ¿Campeones y no saben cómo celebrarlo Ter?

    —No estábamos bromeando cuando decíamos que no pasabamos de semifinales. En realidad, no creímos que en serio pudiéramos ganar algo—. Dice un poco apenado Lucario con lo que apenan igualmente un poco a Zerav y a Oden. Pronto, esa apena se les transmite a Ter y su Lucario con lo que se miran un poco apenados, Zerav, al darse cuenta exclama:

    —Bueno, bueno. ¡¿Qué más da?! ¡Campeones o no esta es su realidad! ¡¡Ganaron!! ¡Y vamos a hacer en grande esto!

    —Tienes razón Zerav, planes o no hay que celebrar.

    —¡Así se habla Ter! Y son afortunados… Ya que preparé algo de pasta, con un enorme filete y algo de helado con unos buenos bombones de chocolate para disfrutar de la celebración… Vamos, ¡que hasta tenemos vino!

    —Parece que mejor vamos a estar comiendo que haciendo algo para celebrar, ¿verdad Lucario?

    —Jejeje, que mas da, a la próxima nos preparamos por si se repite Ter.

    —No quiero ser impertinente pero… ¿Podemos apresurar el paso? ¡Me muero de ganas por empezar!

    —¡Adelante, gente!—. Exclama Oden en respuesta a Zerav y los cuatro corren una vez más hacia el Pueblo Almendra.

    Pasaron no bien unos cuantos minutos cuando al fin, los hermanos llegaron a su hogar, subiendo hasta el tercer piso que era su terraza, dejando al resto de sus Pokémon jugando cerca del río, pues su casa daba hacia este y además de que estaba prácticamente en las orillas del pueblo que desde esos quince años, ya había crecido bastante.

    Lucario y Zerav subieron con las charolas lleno de comida y dos botellas de vino para al fin celebrar. Pronto, los cuatro al fin se colocan en una mesa redonda y lo colocan todo, parece que es de mañana, ya casi entrando la tarde. Y por la posición les permite ver que sus Pokémon están bien. El cuarteto se sienta y antes de comenzar, Oden abre la botella de vino y sirve en las copas para dárselo a cada uno. Se levanta, y dice:

    —Antes de comenzar a servir la pasta, mis buenos amigos. Quiero decir unas palabras… Y es que, al final de todo, y aún teniendo que afrontar unos padrastros insoportables… Estoy realmente orgulloso por lo que nuestro primo hizo por nosotros, ya que sin él, no habríamos podido terminar aquí. Y seguro se preguntarán… ¿Porqué dices esto, Oden? Simple, porque la gran celebración y victoria de mi querido hermano, no habría sido posible llevarlo a cabo sin él. Pero este momento no se lo dedico exclusivamente a nuestro primo. Si no a Ter, que a pesar de ser el hermano menor… Al fin, ha podido alcanzar esa meta que muchas veces, parecía inalcanzable… Ser un Campeón...—. Dice Oden haciendo que Ter no evite conmoverse.

    Familia
    —Sé que tuvimos serios problemas en un comienzo; en especial cuando adoptamos a los que en ese entonces, fueron Riolu y Fennekin. Los dos Pokémon que se nos acercaron, nos aceptaron y ahora somos toda una familia. Los que sin dudas abrieron nuestros corazones, y nos hicieron ver que por muy malo que parezca algo, siempre hay forma de llevarlo adelante… Zerav, mi Delphox. Nos demostraste que no necesariamente hay que ser atrevido ni fuerte para afrontar los problemas de la vida; con tener la determinación y el valor de confrontar el problema. Basta… Lucario… Tú nos demostraste que siempre tener esperanza y tener una fe casi infinita para sobreponerse a los problemas, inclusive a los más fuertes. Bastará para poder salir adelante... —. Dice Oden haciendo que los Pokémon se miren un momento y suelten una lágrima sin querer.

    —Claro que Ter y yo hicimos lo nuestro, pero sin duda alguna. Desde que ustedes llegaron a nuestras vidas, lo torcieron todo para bien… Y este preciso momento, es la muestra fehaciente de ello. Ter y Lucario son campeones, teniendo sin duda alguna una rivalidad sana, disfrutando como una familia, saliendo adelante con lo que esté a nuestro alcance. Sin dudas, sean o no Pokémon que nacieron peculiarmente, no impide que los tratemos como fenómenos, muy por el contrario. Son fenomenos que trataron con otros igual de fenómenos que ustedes...—. Dice Oden haciendo reír a los presentes.

    —Como sea, Ter y yo, sin dudas. Estamos más que felices que estén con nosotros. Ustedes, son prácticamente, parte de nosotros… Quisieramos darles más, quisiéramos demostrar más. Pero… Supongo, que no necesitamos hacer más...—. Exclama Oden llegando a quebrarse un poco al final, pues las lágrimas le ganan, Ter le golpea un par de veces con la palma en la espalda para tranquilizarlo, los Pokémon no evitan llorar un poco, y Zerav es el que termina diciendo:

    —Oye, no necesitan poner toda una odisea de celebración para que demuestren su cariño y afecto hacia nosotros. Ustedes lo saben; el estar juntos… Es más que suficiente...—. Dice entre lágrimas Zerav con lo que Lucario asiente, se levanta, tomando la copa y Zerav no tarda en hacer lo mismo para que Ter los siga.

    —Yo también, estoy tan feliz y orgulloso de tener a gente como ustedes en mi vida… Vamos, que sea un Lucario es prueba de ello… ¡Porque sigamos así, por muchos, muchos años más! ¡Familia!—. Exclama Lucario poniendo la copa en medio y pronto todos la chocan para al fin darle un sorbo, se dedican unos aplausos y Oden al fin comienza a servir…

    Los cuatro se ponen a platicar un rato sobre sus memorias, sus experiencias y siempre el memorable y peculiar primer encuentro entre ellos…

    Pasando un par de horas, Ter recuerda el tema del Laboratorio, por lo que le hace gestos a Lucario, haciendo que lo recuerde y este pronto se pone serio, pensando. ¿Ahora? Se miran un momento cuando Zerav se percata y les dice:

    —¿Qué pasa? ¿Pareja? ¿Todo bien?

    —Ah, sí, sí. Lo que pasa es que antes de venir con ustedes, Dereman nos dió un peculiar aviso...—. Dice Ter con lo que sorprende a Oden y a Zerav.

    —Sí, verán. Según él quiere lograr un rasgo extra con las aclamadas Megaevoluciones. Y nos dijo que ya lleva rato preparándolo, por lo que nosotros fuimos los elegidos pero por haber ganado la Liga. Y al parecer, esta interesado en mí…

    —¿Convertirte en Mega-Lucario? ¿Pero que no es algo al que le temes?

    —Lo sé, lo sé, Oden. De hecho, me he quedado pensando desde que veníamos hacia acá. Y… Creo, creo que al final sería interesante.

    —¿Estás realmente seguro? Digo, no es como que yo pueda Megaevolucionar pero, no me da muy buena espina ese tema.

    —Sé cómo te sientes, Zerav. Pero si otros entrenadores han podido hacerlo… ¿Porqué yo no? Igual, contaré con la ayuda de Ter. Vamos, ganamos la Liga. ¡Estamos en racha! Y… Seré franco, me gustaría saber qué es lo que se siente megaevolucionar—. Dice bastante interesado Lucario haciendo que tanto Zerav como Oden se miren un poco preocupados…

    —No se preocupen, Dereman nos ha dicho que ya ha probado bastante, seguro ya sabe lo que puede salir bien y mal. Además, jamás había visto a Lucario así de emocionado, y más con este tema… Yo creo que podemos conseguirlo.

    —Je, esta bien… Conozco a este mendigo de Lucario, y si él al final se siente a gusto y de verdad quiere intentarlo… ¿Porqué no? Al final, si Dereman en serio ya ha hecho prueba y error. Seguramente quiere cerrar con broche de oro, y ese broche. Son ustedes… Los apoyo chicos, si están decididos. ¡Adelante!

    —Supongo que Zerav tiene razón. Si de verdad ya nada puede salir mal… Intentelo, creo que sin dudas. Después de tantos años que el mismo Lucario se ha negado a la Megaevolución, ahora quiera intentarlo no estaría mal… Te lo mereces muchacho.

    —No saben que tan feliz me hace el que los escuche de esa manera...—. Dice Lucario un tanto conmovido con lo que Oden y Zerav se ríen un poco y asienten, en señal de aprobación. Ter le toca un par de veces el hombro con la palma, enorgulleciendose por su actitud con lo que Zerav pregunta:

    —Eh, pero una duda… ¿Ya se van? ¿Tiene que ser ahora?

    —¡Oh, no, no! Dereman nos dijo que podíamos tomarnos un tiempo, aunque además de mí, veo que Lucario está ansioso…

    —Ya veo, bueno, ustedes saben Ter

    —Quédense al menos un rato más, quiero seguir escuchando esa tremenda aventura que tuvieron en el Gran Cañón

    —Jo, ¿en serio quieres que sigamos ese relato, Oden? Digo, está bien que nos hayamos perdido… Pero vaya que fue toda una experiencia el estar con Zerav que en ese entonces era una Braixen y yo seguía siendo un Riolu.

    —¡Sigue, Lucario! Por mucha pena, te hago segunda, vamos…

    —Jejejeje esta bien, esta bien. Mas te vale que no me dejes solo, ¿eh? Y sin exageraciones Zerav…

    —Claaro, cuenta conmigo.

    —Ja, ese tono no me gusta Zerav, pero qué más da… Bueno, como iba diciendo...—Lucario continuaba su curioso relato, dejando que el tiempo pase y ya dando prácticamente las cuatro de la tarde. SIn embargo, la razón por la que los chicos decidieron parar, es porque el ambiente comenzaba a tornarse oscuro, ya que las nubes tapaban el sol, y pronto todo el cielo era cubierto por estas mismas nubes, amenazaba encima con una lluvia.

    —Sí… Desde ese entonces me dí cuenta que poseía una forma de ser un tanto preocupante, aunque Zerav siempre era la que me hacía regresar a la realidad…

    —¿A bola de cachetadas? Cómo no jajaja—. Respondía sarcástica Zerav con lo que se ríen pero un trueno es el que los saca de su momento. Pronto comienza a chispear y tanto Ter como Lucario se miran un momento.

    —Vaya… Y eso que el día era espléndido…

    —Ugh, bueno, ni hablar. Menos mal que nos dimos un gran espacio para hacer esto… ¡Voy a reventar! Esos malvaviscos sí que eran todo un reto, ¿eh?

    —Espera… ¡¿Tu fuiste el que se comió tantos Zerav?!

    —Ups, como siempre, hablo de más jajaja—. Responde un poco apenada y culposa Zerav a Oden con lo que el otro dúo se ríe y escuchan otro trueno.

    —Uf, bueno, mejor será meternos, y a nuestros Pokémon también, se viene fuerte por lo que parece.

    —Uhm… ¿Ter?

    —¿Sí, Lucario?

    —Uhm, no sé… ¿Podemos..?

    —Vaya, pero si de verdad que quieres Megaevolucionar, ¿eh?

    —Jeje, me intriga de verdad...—. Responde apenado Lucario a Ter con lo que los otros se ríen un poco y Oden dice:

    —Vayan, si no le son un estorbo ahora a Dereman, empiecen. Ya nos dicen el tremendo poder y forma que nos traerán de vuelta, con algo de suerte, y hasta echamos un duelo…

    —¡Oye, oye no tan rápido! ¡Acabamos de comer hasta atiborrarnos y quieres pelea! Deberías ponerte en mi lugar, ya verás un día voy a hacerte eso…

    —¡Jejeje ya, tranquila! Está claro que solamente se van a sentir mal después, mañana será supongo. ¿Qué dicen?

    —¡Claro! ¡Sería interesante!

    —Vaya, Lucario… Das envidia... —. Responde un poco frustrada Zerav a Lucario con lo que Oden añade

    —Tranquila, su suerte se acabará cuando descubran que controlan la Megaevolución, verás como hasta les ganamos fácilmente

    —Jaja, ya veremos...—. Responde un poco burlón Ter con lo que se echan unas risas y pronto el agua aprieta un poco…

    —Ah, vaya… Ya hasta nos están apurando…

    —No hay problema, igual, nosotros también tenemos cosas que hacer… ¿Verdad, Zerav?

    —¡Diablos es cierto! ¡Pues apresuremonos, Oden! ¡La lluvia se nos viene encima!

    —¿Huh? ¿Pues que tienen que hacer? Yo ni por enterado…

    —Ehm, digamos que tenemos que ir a ver a un conocido, Ter. Pero no te preocupes… ¡Vayan por esa Megaevolución! Seguro nosotros ya estaremos de vuelta cuando terminen…

    —Ya veo, bueno. Creo que tienen razón, Ter. Será mejor apresurarnos

    —Sí, está bien Lucario. Bueno, de verdad, muchas gracias por ese discurso, Oden, y nuevamente. Agradezco la gran familia que tengo… Vamos, Lucario. Que tenemos que regresar al resto de la pandilla

    —¡Oh, no se preocupen por eso! Nosotros nos encargamos, danos las pokeballs y los regresaremos a todos por tí, mejor será que se adelanten. Nosotros bien o mal podemos llegar un poco tarde

    —¿Segura, Zerav?

    —¡Claro! ¡Ustedes merecen tener la mayor ventaja posible! ¡Hoy es su día! ¡Vayan por ese Mega que yo también ya quiero ver qué es lo que se siente luchar contra uno!

    —Pero si ya lo has hecho antes… ¿Porqué te emociona este en particular?

    —¡¿No es obvio Lucario?! ¡Porque eres mi maldito rival! ¡Y por mucho que te transformes quiero ver que tan lejos podemos llegar! ¿No lo crees bobo?

    —Jejeje, ya, ya comprendo. Bueno… Vamos, Ter. Estoy ansioso por comenzar.

    —¡Adelante mi fiel Lucario!—. Responde igual de emocionado Ter hacia su Lucario con lo que ambos se despiden y pronto corren escaleras abajo para salir de la vivienda. Tanto Oden como Zerav los ven alejarse hacia el Laboratorio que no queda tan lejos, pero en las expresiones de ambos, se les nota un poco preocupados…

    —No te gusta ésto, ¿Verdad?

    —No es tanto que no me guste, Oden. Al contrario, me encanta, me enorgullece, inclusive, siento que más que Ter. Es al pobre de Lucario el que merece esto, tanto que ha pasado el pobre desde que lo conozco. Sin duda alguna merece ser un Mega-Lucario, no miento cuando digo que quiero verlo transformado y luchar contra él.

    —Pero entonces… ¿Porqué te preocupas?

    —Ya sabes porqué lo hago…

    —Hum, ese tono de voz. La conozco… Tú hablas… De…

    —Así es, ¿pero qué quieres? Si de verdad perderá el control ni hablar, jamás podrá Megaevolucionar como debe. Pero aún lo consiga, nada garantiza que todo termine bien…

    —Hablas por su forma de ser, ¿no es así?

    —Más que por eso, es por su sólo estado de salud… Prácticamente nacimos juntos, Oden, prácticamente somos hermanos. Lo conozco aunque Lucario me lo niegue. Hay muchos factores en él. Pero… Mientras él no se devaste, en especial Ter. Lucario estará bien, de eso estoy segura… Tan sólo… Espero que lo logren...—. Dice un tanto preocupada y alertada Zerav con lo que Oden asiente y añade como último:

    —Pero, entonces… ¿Qué hay de… aquello?

    —Ahhh, no lo sé. Me temo que si no logra contenerse al final, no nos quedará de otra mas que quitarle su preciado Lucarionita… Aún así se controle al final...—. Añade como último Zerav, retirándose al fin y exclamando:

    —Vamos, Oden. Déjalos por ahora, Dereman debe estar consciente ya. Metamos a los chicos, ya veremos qué pasa cuando los encaremos...—. Dice seria Zerav bajando las escaleras sin antes tomar un par de charolas y colocarlas en la cocina…

    —Ah, Lucario… Por favor, no cometas ninguna estupidez—. Dice preocupada Zerav recargándose en el lavaplatos y mirándose en el reflejo de un espejo…

    Minutos más tarde…

    Ter y Lucario al fin llegan hasta el Laboratorio, y justo a tiempo pues la lluvia ya comenzaba a apretar bastante, al menos apenas si ambos se mojaron cuando el mismo Dereman les da la bienvenida…

    —¡Hey, hey! ¡Pero miren a quienes tenemos aquí! ¡A los campeones! ¿Cómo se sienten muchachos?

    —¡Dereman! Nos sentimos genial, bueno excepto por la lluvia, pero nada que no podamos manejar…

    —Me alegra escuchar eso de tu parte, Ter. ¿Y qué hay de tí Lucario?

    —Seré sincero… ¡Estoy realmente emocionado doctor! Ya quisiera ver lo que es todo esto de la Megaevolución

    —¡Vaya, vaya! Al principio te veías desconfiado, y ya hasta megaevolucionar quieres, jeje es normal. Me encanta ver a nuevos candidatos para esto, y más si están emocionados. Pero me temo que deberás esperar, Lucario. Hay una serie de pruebas que deberás pasar para siquiera intentar una vez llevar a cabo la Mega…

    —¿Tan complicado es?—. Dice un poco preocupado e impresionado Lucario con lo que Dereman suspira y se da la media vuelta diciendo:

    —Siganme muchachos, parece que deben conocer unos breves datos antes de comenzar, vengan—Dereman avanza dejando confundidos al dúo, se miran un momento y pronto avanzan…

    Apenas recorren un par de pasillos en el laboratorio que ya parece más hospital que otra cosa cuando Dereman se detiene y abre una puerta, al ingresar. Los tres terminan en un peculiar cuarto pero para Pokémon, uno que tiene tres enormes cubículos con lo que parece estar hecho de un vidrio y metal sumamente resistente. Pues ahí mismo están estudiando a un Blaziken inconsciente, o mejor dicho… Mega-Blaziken.

    Lucario no evita fruncir el ceño cuando escuchan que Federman les dice:

    —Bueno muchachos, ignoren a ese Mega-Blaziken y los sujetos que la estudian, es parte de lo que quiero conseguir—. Dice Dereman sentándose en una peculiar cama, encarando al dúo. Mira un momento por la ventana, el cual ve que la lluvia aprieta otro poco, y pronto añade:

    —Diganme muchachos… ¿Qué saben acerca de la Megaevolución?—. Exclama un tanto serio Dereman sin mirar a la pareja, con lo que estos se miran y Ter exclama:

    —Bueno, según lo que tenemos entendido, la Megaevolución es un proceso por el cual, un Entrenador y un Pokémon se someten a voluntad propia para obtener un poder mucho mayor al que en sí mismo posee… Sin embargo, pueden haber ciertas complicaciones

    —Muy bien. ¿Y saben cuales son esas complicaciones?

    —Me parece que solamente es la pérdida de control… Se arriesga tanto a Pokémon como a Humanos a sufrir severos daños debido a esto—. Dice un poco preocupado Lucario con lo que Dereman los observa y asiente, se acomoda viendolos y exclama:

    —¿Y de casualidad conocen de dónde han salido estas Megapiedras?—. Dice Dereman con lo que impresiona a la pareja, el doctor suelta una sincera sonrisa, suspira. Y añade:
    —Según relatos, se supone que hace tres mil años… Se suscitó una terrible guerra, uno del que Humanos y Pokémon se vieron involucrados, uno del que sin dudas, parecía que jamás acabaría. Sin embargo, hubo una persona, uno que al perder a su Pokémon más querido de todos ellos, se devastó. Tuvo secuelas irremediables e hizo todo a su alcance para revivir a su querido Poke. Así que, desesperado, con conocimientos sobre armamento y demás. Buscó a los Legendarios Yveltal y a Xerneas, quienes poseían un poderoso rayo capaz de hacer vibrar la vida y la muerte mismas, pues estos son representación de ello… Al conseguirlo, el sujeto armó un arma, uno que sería llamado el “Arma Definitiva AZ” con el cual, este pondría fin a la guerra y encima, el mismo poder de este resucitaría a su Pokémon, cosa que resultó. Todo resultó muy bien… Sin embargo, el tremendo caos que se suscitó fue catastrófico—. Dijo serio Dereman rascándose un momento el cuello y procediendo:

    —Pues no es que solamente el sujeto haya reunido el poder de los rayos de Yveltal y Xerneas, si no que además. Había utilizado la energía vital de muchos seres vivos, tal fue la energía utilizada. Que algunas piedras, aquellas que hacen evolucionar a otras especies Pokémon. Mutaron… Hasta tal punto de volverse algo completamente ajeno a lo que fueron, sin embargo. No perdían su principal función, ¿cual? Hacer evolucionar a los Pokémon… Sin embargo, ahora la mutación y poder que estos tenían, llegaban hasta tal punto que la evolución que suscitaba en sus Poke era tal, que llegaba más allá de lo que esperaban. Y fue así como se les comenzó a llamar la “Megaevolución”. Sin embargo, tal vez y por la cantidad de vidas que se llevó para crear tremendo ataque. Fue que algunas piedras mutaron para Pokémon en específico, ya que por ejemplo, un Delphox no puede Megaevolucionar porque no existe su piedra… Cuando experimentaron con las piedras, fue como se utilizó al primer Pokémon para probar.—Dereman veía ahora fijo a Lucario, con lo que Ter se percata e impresionado dice:

    —¿E-En… En serio? ¿Un..?

    —Sí, sí. Así es, un Lucario fue el primer Megaevolucionado, sin embargo, se desconocen los resultados de aquellos momentos. Al ser un experimento y la clase de especie, dudo que las cosas hayan terminado bien. Ya que desde entonces, no se investigó por completo acerca de la Megaevolución desde entonces… Hasta ahora...—. Dice Dereman impactando a Lucario y apenandolo un poco…

    —Oye, no te sientas mal Lucario, eso fue hace tres milenios y claro estamos en una época muy distinta desde entonces… Tú no vas a perder el control, te lo aseguro…

    —B-Bueno… Y entonces, ¿qué sucedió con aquel humano y su pokémon?

    —El Humano simplemente desapareció, dicen que por despertar al fin de su tremendo trance por haber perdido a su Pokémon, hizo que se apenara y simplemente decidiera desaparecer, dejando inclusive a su Pokémon, al no sentir que le pertenecía, no después de lo que hizo.

    —¿De… De verdad? ¿Luchó tanto para dejarlo ir al final?

    —Puede que se escuche algo extraño, Lucario. Pero, a veces. El querer recuperar algo con ese nivel de obsesión, muchas veces no dejan cosas buenas…

    —Y-Ya… Comprendo—. Decía Lucario aunque con dudas, como si no le terminara de convencer del todo lo que escuchaba, Ter al haberse dado cuenta, le da una palmada al hombro y le dice:

    —Oye, tranquilo, eso fue en el pasado. No tienes porqué pensar mucho en ello… ¿No lo crees?

    —Jeje, sí. Creo que tienes razón—. Responde Lucario con lo que Dereman frunce el ceño de interés al ver la innecesaria preocupación de Lucario por el asunto, al final se sacude ligeramente la cabeza, como despejando aquella escena de su mente y pronto se levanta.

    El joven hombre se aproxima a un mueble con varios cajones, el cual abre uno en específico con una llave cuando escucha uno de los cubículos azotarse, todos voltean estrepitosamente y ven como Blaziken despierta, furioso pues parece no estar del todo bajo control en esa forma, aunque pronto el dúo de trabajadores reaccionan para contenerlo.

    Lucario, al ver la escena siente sus ganas de megaevolucionar irse cuando ve que Dereman se acerca…

    —Tranquilo, todo irá bien, sostén esto.—Dereman le extiende una peculiar esfera, una piedra. El cual posee los colores amarillo, con un curioso símbolo en medio destacando el rojo y el azul oscuro…

    —Vaya, ¿qué, qué es esto? Es enorme, es del tamaño de mi cabeza…

    —Eso, mi querido Lucario, es tu piedra… Con la que megaevolucionarás, la llamamos, la “Lucarionita”

    —¿La… Lucarionita?—. Responde torpemente Lucario, perdido en el curioso movimiento y forma de la piedra.

    —Así es, esa, como dije, es tu piedra. Y solamente los que sean de la especie de Lucario podrán megaevolucionar con eso, sin embargo, no podrás hacerlo por mucho que quieras intentarlo, ya que requieres de… Esto...—. Dice Dereman sacando de uno de sus bolsillos una especie de brazalete, con dos curiosos orificios en él.

    —¿Qué es eso?

    —Esto, mi querido Ter. Es el Brazalete con el que podrás Megaevolucionar a tu Lucario. Necesitas de esta otra piedra...—pronto, Dereman saca otra piedra mucho más pequeña aunque con el mismo símbolo de la Lucarionita, colocándoselo en el orificio grande y pronto añade:—. Con esto, podrás megaevolucionar a cuanto pokémon gustes, no tiene que ser necesariamente a tu Lucario, pero esta otra piedra se le llama “Piedra Catalizadora” el cual, es esencial para, digamos, mantener cierto orden y un “ancla” entre tú y tu Pokémon para que precisamente, no pierda el control. Cuando estas decidido a megaevolucionar a tu Poke, colocas tu palma y se liberará una energía, el cual se dirigirá a la piedra de tu Pokémon, y la Megaevolución se desencadenará. Cuando eso sucede, la pedra transmite tus emociones al Poke, por lo que se vuelve crucial mantener la calma y orden para que tu Pokémon no pierda los estribos tan rápido. Así es como funciona...—. Dice Dereman con lo que ambos se quedan impresionados, sin embargo, hay un, literalmente, pequeño detalle a Ter que le llama la atención y pregunta:

    —¿Y ese otro orificio? ¿Qué es?

    —¿Orificio? ¡Ah! ¡Este! Este otro para que veas es un añadido que yo mismo hice, ya que es parte de mi experimento.

    —Vaya… ¿Y en qué consiste?

    —Me gustaría que esperaran a que lo vean, muchachos, estoy seguro que con este otro detalle extra. Seré capaz de ver muchas vidas salvadas...—. Dice fascinado Dereman con lo que provoca en ambos un interés muy grande, se miran un momento y pronto Dereman recuerda un detalle más.

    —Por cierto, Lucario, dime. ¿Qué sientes ahora que sostienes la Lucarionita?

    —¿Ah? ¿Esto? ¿Porqué la pregunta?

    —Tú dime, es importante...—Dereman mira peculiar a Lucario con lo que este se extraña un poco, y pronto se percata que afuera comienza a llover un poco más fuerte, seguido de un trueno. Lucario suspira y simplemente dice:

    —Peculiar, siento un ligero cosquilleo en las palmas de mis manos, siento como si quisiera absorber algo en él y siento que puedo hacer algo por él. Pero a la vez siento temor, como si no fuera del todo adecuado hacer… No lo sé, algo

    —Interesante… Está bien, no te preocupes, será mejor que se vayan preparando, chicos, en especial tú, Ter.

    —¿Ah? ¿Porqué?

    —Van a tener digamos una breve entrevista antes de comenzar con las pruebas, tranquilos, todo esto es por la seguridad tanto de tí como de Lucario... —. Dije Dereman levantándose, dejando el Brazalete a un lado y acercándose a Lucario extendiendole la mano en señal de requerir la Lucarionita, este se percata un poco tarde y la devuelve…

    —Gracias, tomense un tiempo si gustan. Yo debo prepararme un café y comenzamos… ¡Los veo pronto!—. Exclama alegre Dereman llevándose consigo la Lucarionita cuando escuchan otro azote de Blaziken, estando atontado por lo que sea que le hayan hecho…

    Pronto, ambos se quedan pensando, y Ter le dice:

    —Tranquilo Lucario, si tanto se está poniendo estricto es porque seguro tiene sus arreglos. ¡Verás como todo saldrá bien y al fin tendremos esa Megaevolución!—. Dice Ter tratando de alegrar a Lucario, con lo que este un poco desconfiado, asiente.

    —Ya tranquilo… Todo estará bien, ya verás

    —Hm, no es tanto eso… Ter…

    —¿Qué pasa entonces?

    —Tu sabes… El… Bueno… Eso…

    —No te agobies, si lo haces, ocurrirá. Ya no pienses mucho en eso, Lucario. Solamente te haces daño, además. Estamos juntos en esto… ¿No? No te agobies, verás que todo saldrá bien… ¡Te quiero Lucario! Confío en tí...—. Dice Ter animando a Lucario con lo que se ríe un poco y pronto, Ter se comienza a retirar, no sin antes decir:

    —Ya verás como todo saldrá bien; confía en tí y en tus instintos Lucario… Siempre ten en mente eso...—. Exclama Ter abandonando el cuarto al fin, Lucario se queda pensando cuando la lluvia de afuera se incrementa, soltando un tremendo trueno, este se queda viendo un momento. Con cierto temor, como si algo lo incomodase…

    Pronto voltea a ver hacia el Brazalete, con lo que Lucario se acerca, y salta un poco para tomarlo ya que es alguien bastante bajo, mira el brazalete un momento, confundido y curioso, con la Piedra Catalizadora ahí. Además de un curioso orificio extra, en forma de rombo, pero uno muy delgado, como si el fragmento de un cristal debiera ser colocado ahí. ¿Para qué?

    Lucario voltea a ver a Blaziken, quien lo ve de pie, serio, cosa que asusta un poco al Pokémon, se le queda mirando fijo, como si tuviera algo encima. No le quita la mirada, una que Lucario siente pesado y penetrante, la lluvia aprieta un poco más cuando mira el brazalete un momento más, notando de hecho, como es uno bastante pequeño. Mira un momento más a Blaziken y pronto vuelve a botar el Brazalete a su lugar para posteriormente, abandonar el sitio también…

    Una hora más tarde…

    Ahora Lucario se hallaba en una habitación un tanto oscura, la tormenta de afuera seguía azotando el sitio. Se veía sentado, frente a una mesa, en el cual, al otro lado se halla una chica quien tiene unas hojas, en el cual están escritos unas preguntas un tanto personales hacia Lucario, aprovechando que se puede comunicar telepáticamente con el resto. Lucario se hallaba serio, con los brazos cruzados, mirando fijo a la mujer…

    —Muy bien Lucario. Ya estamos por terminar, tan sólo quiero que me contestes unas últimas preguntas. Y podrás reunirte con Ter de nuevo… ¿De acuerdo?

    —Sí… Comprendo—. Responde un poco harto y frustrado Lucario mientras escucha atento.

    ¿Qué harías..?
    —Bueno, veamos… Lucario… Te ves atrapado, sin salida, en completa oscuridad, sin guías, sin sonidos… Sin nada que te guíe a través del extraño, oscuro y gigantesco sitio, que parece tener forma de laberinto pues chocas constantemente con paredes… De alguna manera sabes y sientes que puedes salir en cualquier momento, más no tienes en claro cómo hacerlo… ¿Qué te hace sentir todo esto? ¿Qué solución le darías tú?

    —Uh, una pregunta muy… Extraña… ¿Cómo es que cambió esto sin más?

    —Responde, Lucario. Es esencial, créeme. Tal vez se escuchen muy extraño, pero tienen su fin. Responde como hasta ahora, con sinceridad...—. Dice la mujer con lo que Lucario se queda pensando, sabe que Ter está del otro lado de la puerta y el vidrio pues siente su Aura presente… El Pokémon se queda pensando un momento, suspira, y responde:

    —Y-Yo… No lo sé, supongo que siendo franco, me desesperaría y terminaría por golpear cuanto se me cruzara al frente, con la intención de crear mi propia ruta y al menos, según yo, salir más rápido si no puedo ver nada… Si hay una ficticia solución, tal vez y concentrar grandes cantidades de aura, ya sea del sitio, y si eso no existe, del mío propio para arrojarlo al suelo y de ahí crear un portal, si es que de alguna forma el sitio tiene una salida poco común por así decir...—. Responde un poco tenso con lo que la mujer asiente, anota algo en la hoja y prosigue:

    —Eres atrapado por una severa corriente de agua, te ves incapacitado de poder salir con facilidad, para colmo, ves a gente que te puede ayudar pero se ven igual de incapacitados con el temor de ahogarse… Y para rematar; llegas hasta el final del camino, en donde no puedes ni avanzar ni retroceder, el agua comienza a asfixiarte pero de alguna manera logras mantenerte a flote… Según bajo tu criterio… ¿Qué intentarías hacer?

    —… Uhm, veamos. Vaya, no hay muchos detalles a decir verdad, supongo… Que aún me esté ahogando, el estar a flote no sirve de nada, el tiempo se agota y debo actuar, seguramente estaría profundamente desesperado y angustiado. Por lo que puede que al final, termine haciendo algo alocado y sería hundirme en el agua, haber si de alguna forma puedo hacer algo, aunque yo mismo lo dudo… Probablemente y terminaría muerto, siendo que aquella corriente parece implacable—la mujer continúa anotando y añade:

    —Eres perseguido por una fuerza completamente desconocida, corres con todas tus fuerzas, saltas, evades, huyes como puedes. Pero esa cosa de alguna forma siempre te está pisando los talones. Es de noche, la temperatura es helada y estas en medio de un bosque que parece no tener fin… De alguna forma sabes que esa cosa te alcanzará tarde o temprano y no habrá forma de salvarse, para colmo, conforme le haces perder el tiempo, sientes como se “multiplica” y se vuelven dos, después tres, ahora son cuatro. Al final, entre más huyes más empeora, sientes que menos probabilidades de escapar tienes, y por mucho que te esfuerces. Sientes tu cuerpo pesar cada vez más y más, al punto de inclusive, llegar a querer sucumbir ante estas cosas… ¿Crees que haya esperanza de escapar?—Lucario no evita sentirse mal ante las preguntas tan extrañas, suda en frío y se lleva su mano derecha a la cara ante los extraños escenarios… Vuelve a suspirar, y exclama:

    —Bueno… Si aún escapando no me dejan de perseguir y que para colmo no dejan de estar por alcanzarme… C-Creo… Creo que no habría esperanza entonces, y tal vez terminaría sucumbiendo al final, aunque, no sé. Tal vez y aún no se pueda, los encararía de una buena vez, intentando atacarlos para ver si hay posibilidad de en lugar huir, pelear... Por mucho que una situación parezca desalentadora o que no tiene fin… Creo que, siempre hay una forma de salir...—. Dice Lucario perdiéndose un poco en su respuesta, la mujer sigue anotando y dice:

    —Estás solo… Todo aquí es normal, sin amenazas ni nada que esté fuera de lugar, sin embargo, de alguna manera sientes que quieres implosionar, pasa de ser una liviana sensación a ser algo extremo y preocupante… No te explicas el porqué, no sabes cómo. Solamente sientes que quieres explotar y quieres dejarlo salir… Sin embargo, presientes que no es la manera adecuada, aunque apenas tratas de pensar qué hacer, te das cuenta que ya estabas haciendo otra cosa y no te diste cuenta… Eso delata que tienes muy poco tiempo… ¿Qué vas a hacer?

    —Dios… Ok, bueno. Estoy sólo, por lo que nadie puede ayudarme, todo esta bien, el único defecto aquí soy yo… Ah... —. Dice Lucario aunque comienza a sentirse mal por tratar de imaginarse de manera realista los eventos…

    —Entonces, comienzo a actuar errático incluso. Por lo que, si es eso… No me esta quedando de otra más que hacer algo, claro, conciso y preciso… Ugh, no lo sé… Tal vez, si siento que no debo dejarlo salir, sería mejor tal vez suicidarme antes de… Hacer algo que no debo. Sin embargo, muchas cosas a veces no son lo que aparentan, por lo que...Creo que es mejor… Dejarlo salir directamente, tal vez si lo contengo, algo aún peor acontezca...—Lucario comienza a temblar un poco ante la incomodidad y nota como la lluvia aprieta un poco más después de que ya se había calmado…

    —Humano o Pokémon… ¿Qué prefieres?—Lucario no evita extrañarse ante el cambio brusco de la pregunta y responde:

    —Humano

    —Un Humano amenaza severamente la vida de tu entrenador, en especial la tuya… ¿Qué haces?

    —Uh, pues, le hago un ataque lo suficientemente potente para evitar que haga algo estúpido…

    —Este Humano resulta ser peculiar y no lo puedes noquear de ninguna manera… Logras hacerlo retroceder,
    lo dañas, pero no cae noqueado—. Responde inmediatamente después la mujer con lo que Lucario hace lo mismo.

    —Entonces lo desarmo, o sea lo que sea que intente hacernos…

    —Lo consigues, pero inmediatamente recupera su arma, ahora más que nunca está determinado a asesinarlos

    —Lo arremeto contra la pared

    —Se te safa poco después

    —Le rompo el brazo entonces…

    —Se recupera tronándoselo, nada parece servir

    —¡Lo asesino entonces!—. Responde ahora molesto Lucario, azotando sus dos manos contra la mesa y levantándose de golpe…

    La mujer ni se inmuta, asiente un par de veces y sigue anotando, Lucario pronto cambia su gesto molesto a uno impresionado, dándose cuenta de su precipitada acción, va a sentarse nuevamente y a disculparse cuando la mujer lo interrumpe:

    —No, no, esta bien. Es la última pregunta de hecho…

    —Ah, yo no quería-

    —No importa ya, Lucario. De hecho esa era la penúltima, no te preocupes...—. Responde como si nada hubiese sucedido y Lucario termina por escuchar lo último de la señorita…

    —Ha llegado la hora… Vas a Megaevolucionar, quedan cinco segundos para que te transformes auténticamente en Mega-Lucario… ¿Perderás el control?—. Pregunta en seco, seria y levantándose de a poco la mujer con lo que Lucario se queda mudo… Nota cómo la lluvia aprieta otro poco mientras un par de truenos caen al fondo. Lucario no evita pestañear varias veces ante el acto, no sabe qué responder cuando al final… Traga saliva y al fin responde… En seco…

    —No...—la señorita anota unas cuantas cosas y suspira, viendo la hoja…

    —Eso es todo Lucario, al menos por ahora… Muchas gracias, mañana seguiremos con el resto de las pruebas, no te preocupes, los cuestionarios ya se acabaron…

    —E-Espere, señorita Mary… ¿En serio eso es todo?

    —Claro, ya entenderás después de que va todo esto… Descansen, es importante que estén siempre enteros...—. Responde el que todo este tiempo ha sido Mary, abre la puerta al fin y sale, mira a Ter y a Dereman con gestos serios, y aún Lucario la escuche, dice:

    —Se terminó… Ya estudiaremos esto, ¿verdad, Dereman? Vamos… Diles cómo van…

    —Bueno, con lo que igual Ter me respondió. Parece que todo va de maravilla… Ya veremos cómo se comportan mañana

    —Seguro… ¡Nos vemos mañana muchachos!—. Exclama Mary, despidiéndose amablemente de los tres y pronto se retira…

    Lucario no evita frotarse la frente otro poco y comienza a sentirse fatal… Siente que de alguna forma ha fallado y al salir, Ter se percata. Mira un momento a Dereman y Ter se aproxima a su Pokémon diciéndole:

    —Oye, tranquilo, resultará, ya verás…

    —No me gustó cómo reaccione casi sin pensarlo cuando dije que mataría a aquél Humano, Ter

    —Sé cómo te sientes… Ya te dije que no pienses mucho en eso, lo sabes

    —¡Pero..!

    —Si te sirve de algo, Lucario. No necesariamente hay que actuar completamente tranquilos ni benevolentes a la hora de estar Megaevolucionado… Puede que el factor de Perder el Control sea algo complejo, pero hay distintas maneras de poder sobrellevarlo. Necesitamos que confíes en tí, Lucario. Vas por buen camino… Te lo aseguro…

    —Es… Esta bien…

    —Descansen, por como esta la tormenta creo que es mejor esperar, si gustan pasen a mi oficina, tengo sillones que se vuelven camas. No se preocupen, todo estará bien… Nos vemos después, chicos.—Dereman pronto se retira y Ter tan sólo se coloca detras de Lucario, dándole un masaje en sus hombros, mientras el Pokémon ve al doctor irse…

    —Lo estas haciendo bien, Lucario… Lo sé...—. Dice Ter tratando de animarlo, pero Lucario no deja de ver angustiado a Dereman mientras poco a poco, se va retirando…

    A la mañana siguiente…

    La mañana se levanta una vez más, de alguna forma, la lluvia no ha parado desde ayer, aunque ahora esta más disipado… De todas formas, salir hará que se empape bastante uno. Dereman, Ter y Lucario no tardan en salir de la oficina del doctor, cuando Mary los alcanza y les dice a los chicos que es hora de comenzar con las siguientes pruebas de Lucario…

    Estos avanzan, aunque Lucario no deja de estar algo desconfiado, pronto. Ve que son llevados a un nivel inferior, donde hay una enorme arena, bastante amplio, aunque no se dejan de notar bastantes cámaras y sensores por doquier… Los cuatro se detienen casi apenas entrando al sitio y Mary les dice:

    —Bueno, muchachos, estamos aquí para ahora ponerlos a prueba bajo distintos tipos de situaciones, nada de que preocuparse, todo es ficticio y está bajo control. Debemos estudiar con detenimiento sus acciones, pensamientos e incluso que reacciones de sus cuerpos… ¿Me explico?

    —Comprendo…

    —Oigan, si no quieren seguir díganoslo, ya saben lo que sucede...—. Exclama Dereman a Ter que fue el que habló con lo que este mira a Lucario quien pronto desvía la mirada al suelo, cierra los ojos un momento, suspira, y dice:

    —Hagámoslo…

    —¡Excelente!—. Exclama ahora alegrada y emocionada Mary mientras los guía al centro de la arena…

    —Aquí lucharán y actuarán dependiendo de lo distintos eventos y condiciones que se les presente enfrente… Estudiaremos detenidamente las reacciones que presenten ambos, este será la última prueba que presentarán antes de determinar si una Megaevolución será adecuado... —. Exclama Mary mientras le coloca curiosos sensores circulares en la cabeza y partes estratégicos en el cuerpo de ambos.

    —No se preocupen, no sucederá nada si fracasan, tan solo quiero que tengan muy bien en mente chicos. Sea lo que sea que pase, una mente fría y centrada hará que las probabilidades de un mal final se reduzcan considerablemente… Siempre estén centrados, sin importar lo que pase… ¿De acuerdo?

    —Entendido—. Responden ambos y pronto Mary termina de colocar los sensores…

    —Están listos

    —Excelente, ¡que pasen los de la primera prueba! Ya verán que aprobarán...—. Dice Dereman guiñándoles el ojo a ambos cuando ven cómo llega otro empleado con un Ariados a su lado, Lucario comienza a sentirse tenso y cuando Ter se da cuenta, le toca el hombro y le dice:

    —Ya… Tranquilo, estoy contigo, recuerda. Pase lo que pase, ya sabemos que juntos, siempre logramos salir adelante… No por nada somos campeones… ¿Verdad, Lucario?—. Exclama Ter con lo que el Pokémon lo mira, sonríe un poco ante sus palabras y simplemente asiente, los cuatro se colocan mientras Mary y Dereman suben de nivel de altura para ver mejor la acción…

    Ter y compañía se posicionan con lo que de unos altavoces, escuchan a Dereman decir:

    —Muy bien chicos, con esto se da oficialmente comienzo con la primera prueba… ¿En qué consiste? Simple, en batallar de forma normal, Ter, Lucario. Venzan a Ariados como si nada de esto estuviese ocurriendo y pasaremos a la siguiente prueba… Pueden comenzar—. Dice Dereman con lo que Ter exclama:

    —Fácil… ¿Estás listo Lucario?—. Exclama Ter con lo que el Pokémon sin responder, se coloca en pie de guerra, el empleado hace lo mismo y pronto, Ter añade:

    —¡Vamos, Lucario! ¡Puño incremento!—. Grita Ter con lo que el Pokémon responde y se abalanza sobre Ariados, este esquiva y la batalla da comienzo, mientras que Mary y Dereman miran atentos… El doctor, intrigado, le pregunta a Mary:

    —Y bueno… ¿Cómo viste las respuestas de Lucario el día de ayer?

    —Uf, qué le digo ya doc. No está muy bien el chico, si bien tiene fuertes convicciones, si bien es capaz de poder sortear obstáculos, cuando se halla en un serio aprieto…

    —Es cuando se desmorona, ¿verdad? Ugh, bueno. Siempre es eso, escenarios ficticios, nunca conoces a alguien al cien hasta que no se ven verdaderamente involucrados en un escenario así.

    —¿Y al joven? ¿Cómo lo evalúa?

    —Con Ter por el momento las cosas van bien, pero no garantizo nada… De momentos parece que sabe lo que hace, aunque de momentos parece perderse. Sin embargo, evaluando las respuestas de Lucario con Ter… Uf, llega a existir una cierta diferencia… Uh, espera.—Dereman activa nuevamente los altavoces, diciendo:

    —¡Buen trabajo! Ahora su segunda prueba consistirá en la evaluación de la defensa… Tres Gallade, solo limítense a evadir y defenderse… ¿De acuerdo?—. Dice Dereman con lo que observa al puñado de empleados analizar detenidamente las reacciones del dúo.

    —Como iba diciendo; la diferencia que llega a haber por parte de los dos es…

    —¿Qué uno es un tanto psicópata mientras que el otro no?

    —Más bien diría que es más de responder agresivamente que de responder de una manera neutral, como lo haría Ter…

    —Ya veo… Y así por el momento… ¿Qué probabilidades le da?

    —Uf, difícil pregunta, pues solamente tomando en cuenta el cuestionario, hay un sesenta u ochenta de que resulte… Pero la prueba de fuego se halla aquí, ya que una cosa es decir las cosas… Pero otra… Hacerlas… Veamos cómo se desarrollan por ahora—Dereman y Mary miran atentos, pidiendo las copias de las reacciones del dúo mientras Mary los estudia y Dereman mira atento, haciendo zoom con las tantas cámaras de la sala.

    Prueba tras prueba, completando la resistencia, la agilidad, la comunicación, la confianza… La predicción e inclusive que hasta el riesgo. Fueron las pruebas que poco a poco fueron superando, sin embargo, conforme más avanzaban, Lucario se sentía cada vez más desconfiado, pero las palabras de ánimo de Ter, eran las que a pesar de tener a Lucario acabado, hacían que diera un esfuerzo extra, no quería defraudar a Ter, bajo ninguna circunstancia quería darse por vencido, no después de llevar una buena racha… No… Estando tan cerca de la aclamada Megaevolución.

    Dereman y Mary estudiaban con detenimiento, en muchas ocasiones se veían un tanto decepcionados o frustrados, pero en otras. Realmente se mostraban impresionados y hasta que esperanzados… Parece que el caso de ambos es complicado, pero después de varias pruebas, al fin, se había dado por concluída la fase…

    Haxorus fue el que cayó rendido al final después de la prueba de concentración y ataque para que al final, Dereman anunciara:

    —Con todo esto basta, caballeros. Oficialmente se da por concluído el estudio… Mañana mismo sabrán los resultados finales, el cual, lo sabrán pisando este sitio una vez mas… Les deseo mucha suerte, la hora de la verdad, está cerca. Lucario, Ter. Pueden pasar a mi oficina y descansar… Es suficiente por hoy, muchas gracias—Ter no evitó emocionarse al ver el gran trabajo que Lucario hizo en todo momento, aunque este no sintiera que lo hiciera del todo bien cuando Ter exclama:

    —¡Verás como mañana estrenamos nueva forma mi amado Lucario! ¡Lo hicimos bien! ¡Lo sé!—La emoción por el día de mañana era tal en Ter que no le permitía ver que Lucario no se sentía del todo confiado… Mira por un momento hacia el vidrio donde Dereman y Mary se hallan, y tratando de no romper el ambiente, Lucario dice:

    —¡Vamos, Ter! ¿Podemos salir un momento? Creo que tomar un respiro no me hará daño…

    —¡Por supuesto! ¡Te mereces eso y mucho mas!—. Exclama emocionado Ter y pronto ambos comienzan a retirarse…

    Dereman, al ver el acto, cierra la puerta donde da con ellos para que no escuchen en caso de que se aproximen y con otro vistazo a los datos, exclama:

    —Y bueno… ¿Cómo ves la situación Mary?

    —Uhm, seré franca; tienen una buena posibilidad de que a la primera resulte, y hasta inclusive que tu aclamado experimento resulte doc… Pero tomando ciertos rasgos en el cuestionario y ahora en los combates… Ugh, no sé, están en la cuerda floja

    —¿Cuarenta tal vez?—. Exclama Dereman refiriéndose a porcentajes con lo que Mary se queda callada, y al final exclama:

    —Creo que sí, no estaría tan segura…

    —Si no baja de más, estamos bien… Los otros Lucario han presentado peores resultados, no superando el veinte por ciento. Y… Efectivamente, han perdido el control. Si bien los Lucario son muy difíciles de dominar… Al menos, esta pareja en particular han logrado resultados cuanto menos esperanzadores… Ahh, si no resulta, no sé que voy a hacer en verdad

    —Pues mañana será la respuesta al fin, ¿no? Si ese es el caso… ¿Lo haremos?

    —No lo sé… No deja de ser una moneda al aire, lamentablemente de una cara dando más a un resultado negativo que uno positivo… Pero de un cuarenta a un veinte…

    —Como usted ordene doc, si lo aprueba… Mañana mismo preparamos todo...—. Exclama Mary, expectante ante la respuesta de Dereman con lo que este se queda pensando seriamente…

    Mientras tanto… En el patio del Laboratorio.

    Ter y Lucario se hallaban sentados, viendo la tenue llovizna que aún caía en los alrededores, ya estaba anocheciendo, pues parece que todo el día no ha parado de llover… Ter ya anda más relajado aunque Lucario no puede dejar de estar tenso, tanto, que no puede evitar expulsar una lágrima, tiene miedo de que no solo no aprueben, si no que de alguna forma, se vea necesitado a Megaevolucionar, y que al hacerlo. Nada ni nadie pueda detenerlo… Ter pone su palma en su pierna izquierda con lo que saca de trance a Lucario, mirándolo, este le sonríe un poco y le dice:

    —Oye, aún estás tenso… ¿Verdad?

    Incertidumbre
    —Es temor, no sé si en verdad las cosas vayan a terminar como me gustaría… Sabes, es que en serio quiero Megaevolucionar pero… El tan sólo ponerme a ver qué podría salir mal… Es lo que me pone tan tenso

    —Ya te lo he repetido, Lucario. Dereman sabe lo que hace, no creo que nos esté dejando tan a la deriva… Hay que confiar en nosotros, hay que confiar en nuestras capacidades, sé que no puedo ponerme en tu lugar al ser prácticamente tú el que será mutado… Pero yo si quiero verte transformado, e inclusive tú también

    —Lo sé, p-pero… Tampoco quiero forzarme, aunque también no quiero verte decepcionado de mí, Ter. No despúes de una gran racha...—. Exclama Lucario bastante preocupado con lo que Ter se impresiona, se ríe un poco y dice:

    —Oye… ¿En serio ese es tu temor? No me vas a decepcionar, Lucario. En serio… Si no se pudo. ¡Pues ni hablar! Seguiremos como si todo esto nunca hubiese ocurrido. Ahora, ya lo has visto… Ganamos la Liga sin usar la Megaevolución… ¿Porque no seguimos así, huh?—. Exclama tranquilo Ter denotando confianza, pues le quiere demostrar que aún sin resultar, Ter no se sentirá ofendido ni mucho menos decepcionado.

    Lucario al ver esto… Se impresiona y pronto se conmueve, aparta un poco la mirada con lo que Ter se ríe ante la escena y coloca su palma en su hombro derecho para añadir:

    —Oye, sabes que aún podemos echarnos para atrás, solo basta con decir que no seguiremos adelante. Al fin y al cabo, el que debe sentirse plenamente confiado… Eres tú, Lucario. Has sido mi Pokémon desde que tengo memorias, tú viniste a mí, ¿recuerdas? Nunca me sentiré decepcionado porque literalmente eres mi hermano… Te quiero Lucario, y el que no obtengamos la Mega al final, no hará que no te aprecie tanto como ahora… ¿Comprendes?

    —Je… Sí, creo que sí—. Responde conmovido Lucario, riendose de pena y añadiendo:—. Tienes razón, Si de verdad no me siento a gusto o si en verdad no quiero hacerlo. Debo echarme para atrás pero… En serio quiero ver tu gesto, la de Zerav, la de Oden, inclusive la de muchos otros oponentes… ¡Quiero saber lo que es ser un Mega-Lucario! ¡Lo que es tener bastante poder! Quiero inclusive, ver en lo que puedo convertirme…

    —¿Ves cómo expresarse y pensar bien las cosas siempre sirve Luc? ¡Ven pequeño monstruo! ¡Jeje! ¡Sabía que al final tú mismo darías el paso que hacía falta!—. Dice ahora emocionado Ter, abrazando a Lucario y pronto, ambos se comienzan a reír. Se quedan ahí un rato más cuando Ter se levanta y comienza a retirarse, no sin antes decirle que irá al baño y posteriormente a la oficina, pues se hallaba exhausto… Lucario le respondió que se quedaría un poco más antes de alcanzarlo… Y así fue.

    Este deja que la llovizna lo golpee un poco, reflexionando, y pronto. Como si de un último detalle, que ni aún con todos los ánimos de Ter pueden disipar… Lucario se exclama en su mente:

    «Sin dudas… Eres un gran hermano, Ter. Pero aún con esas, pareces ignorar el detalle más importante para mí… El detalle, de lo que puedo ser. El, detalle… De en lo que podría convertirme, y definitivamente no quiero ser…» Piensa Lucario, suspirando pesadamente y al final, retirándose al fin del sitio…

    Más tarde, Lucario llegaría, seguido de Dereman, quien les pregunta a los chicos como se sienten, a pesar de lo ocurrido, Lucario se siente de maravilla, y eso hace que Ter se sienta igual. Dereman, se impresiona por el gran entusiasmo de ambos. Por lo que sin duda alguna se alegra, los felicita y aún así, los deja con la duda de si mañana será el día o no… Así que los deja descansar.

    Al día siguiente…

    El dúo se levanta una vez más, viendo cómo el sol al fin sale, dando una verdadera mañana, con un sol agradable y fresco producto de la lluvia, ambos pronto se sienten como cuando eran chicos, es el mismo ambiente de aquella vez, el cual toman como un gran presagio… Se intercambian unas palabras, se dan un abrazo y pronto abandonan la oficina, el cual son recibidos por Dereman y Mary otra vez, el doctor felicita al dúo, pues al final… Han aprobado, ya ahora se viene la tercera y última fase… La mismísima Megaevolución.. Ter y Lucario no pueden evitar demostrar su euforia, chocan las manos y casi que arrastrando al dúo de investigadores, llegan a la misma sala de antes...

    Megaevolución
    Sin embargo, es bastante distinto: pues en las orillas del mismo, parece haber sido reforzado con un curioso metal morado, el cual a simple vista se ve mucho más resistente, sin decir que hay curiosos puntos por toda la arena… Detalle que hace desconfiar un poco en ambos, pero que pronto aceptan, pues seguro son medidas de seguridad…

    Más temprano que tarde, el dúo llega hasta el centro de la arena, seguidos de los investigadores… Estos felicitan una vez más a la pareja… Y pronto, Mery les dice:

    —Y bueno, chicos. Este… Prácticamente es el final de su viaje, de su odisea con nosotros… Su ciclo como luchadores normales llega a su fin, para dar comienzo a uno nuevo, ahora con la Megaevolución a su lado… ¿Dereman?

    —Con gusto mi lady...—. Responde modesto Dereman haciendo reír un poco a los presentes, Dereman saca una caja bastante enorme de madera, al abrirlo, Mary saca el brazalete, el mismo de la vez pasada… El cual se aproxima a Ter, otorgandoselo y colocandoselo…

    —Con esto, Ter. Podrás al fin hacer Megaevolucionar a Lucario y a cuanto Pokémon sea posible… Pero como obviamente sabemos a quién usas en principal, te daremos nuestro regalo de aprobación. Por favor… Ter, usa sabiamente este brazalete… Es un gran poder el que se te otorga, y esperamos lo uses estratégicamente para salir indemne de todos y cada uno de tus combates…

    —Con mucho gusto, señorita Mary. Y claro… ¡Juro que usaré como es debido esta cosa!—. Dice animado Ter con lo que Mary se ríe un poco, regresa con Dereman y ahora, saca de la caja la Lucarionita, el cual se lo acerca a Lucario, diciéndole:

    —Y tú… Lucario… Después de tanto tiempo luchando por el bien de Ter y por haberte mostrado valeroso ante tantos, y tantos, y tantos eventos… Te han hecho merecedor de la Lucarionita. La piedra que te hará Megaevolucionar, muchas felicidades. Oficialmente, se convierten en luchadores extraordinarios con esto—. Exclama Mary mientras se lo entrega a Lucario quien lo recibe bastante conmovido y emocionado… Lucario contempla su recompensa realmente feliz, pues jamás creyó que recibiera de una manera tan peculiar la piedra.Pronto, Dereman cierra la caja y exclama:

    —Y bueno chicos… Supongo que ya no se aguantan las ganas por empezar… ¿Porqué no estrenan sus piedras, eh?

    —¡Para eso venimos! ¿No es así?

    —¡Claro que sí, Ter!

    —¡Jeje! ¡Excelente chicos! Déjenos tomar posiciones y les daremos aviso… ¿Esta bien?—. Exclama Mary en respuesta de Lucario, mira a Dereman y le asiente para irse. Ter aprovecha para dirigirse del lado contrario a Lucario, encarandolo con cierta distancia… Ambos se miran realmente emocionados y orgullosos, pronto, los altavoces se encienden.

    —Muy bien, Ter, Lucario. Es hora… Recuerdalo Ter, relájate, reflexiona y cuando estes decidido. Activa la piedra, y el resto se desencadenará… Lucario, por tu parte también vete anticipando, si gustan no hagan nada hasta que estén completamente decididos. Por tu parte Lucario, al ser el que Megaevolucionará, experimentarás muchas cosas, pero siempre recuérdalo, ten una mente fría y centrada, y te prometo que lograrás estar consciente todo lo que dure la Mega… ¿Estamos de acuerdo?

    —Lo entiendo—. Responde tranquilo Lucario con lo que ambos se miran un momento… Ter comienza a despejarse mientras Lucario mira un momento su Lucarionita… La tensión regresa, pero pronto suspira y niega con la cabeza… Esas sombras del pasado, no lo van a arruinar ahora… Así que Lucario se relaja cuando escucha que Ter le dice:

    —¿Listo, mi fiel amigo?

    —Uff, vaya, qué nervios jeje… Adelante mi buen Ter… Veamos… Qué es lo que se siente ser, alguien Megaevolucionado…

    —Hagámoslo entonces...—. Exclama Ter a Lucario con lo que ambos se miran un momento más, Ter eleva el brazo derecho que es a donde tiene el brazalete, colocando su puño a lado de su rostro, suspira una vez más, y al fin listo. Exclama:

    —¡Lucario, mi fiel amigo! ¡Megaevoluciona!—Ter al fin choca su palma contra la Piedra Catalizadora liberando rayos y energía de esta, con lo que Ter, procurando no alterarse, ve cómo esta energía se arroja hacia la Lucarionita del mismo y choca comenzandose a cargar...

    Lucario comienza a sentir que su corazón palpita a mil por hora debido a los nervios cuando comienza a sentir un curioso cosquilleo en su interior, recorriendo poco a poco su cuerpo… No aparta la vista de la Lucarionita cuando ahora siente un tremendo golpe en su interior, parpadea varias veces y siente cómo todo a su alrededor se mueve y tambalea… No evita gemir de la impresión y aún queriendo soltar la piedra, le resulta imposible… Cuando se da cuenta, la esfera comienza derretirse y este mismo fluído se comienza a desplazar hacia su cuerpo cubriéndolo poco a poco, sintiendo una energía hasta tal punto que no puede describir, siente cómo el Aura de su alrededor comienza a dirigirse estrepitosamente hacia Lucario quién lo comienza a absorber todo, el poder de la Mega y el Aura en sí hacen que este se queje bastante y termine por cerrar los ojos producto del sentimiento.

    Cuando menos se da cuenta, Lucario es cubierto por los rayos de la Lucarionita, el líquido lo cubre y pronto, su cuerpo comienza a mutar… Se vuelve un poco más alto, su pecho así como cola se agrandan producto del pelaje, picos salen de sus hombros, así como un par de la parte trasera de sus manos y ahora salen cuatro de sus pies, sus sensores se agrandan y alargan mientras siente cómo el Aura, ahora concentrado a un nivel indescriptible, queman su cuerpo, formandose gruesas y negras líneas agresivas por su cuerpo… Lucario siente una tremenda ola de poder irse encima de él, pero aún a pesar de todo, logra recordar las palabras de Dereman y de Ter. Con lo que al final, a pesar de gritar inconscientemente producto del cambio tan brusco… La transformación… Es completada…

    Todos los presentes se quedan atónitos… Expectantes, Ter es el que en especial está tenso pues está sólo en el sitio, sin embargo, deja salir un escalofrío y se relaja, pues tiene en cuenta el tema de las emociones… Ve cómo Lucario cierra los ojos y cae arrodillado, aunque con una pierna abajo y la otra arriba, elevando su brazo izquierdo para sostenerse con el derecho del suelo… Escuchando cómo jadea, producto de la adrenalina.
    Ter, un poco confundido… Tan sólo dice…

    —Uhm, Lu… ¿Lucario? ¿E-Estas bien, amigo?—. Pregunta un tanto tenso Ter, pero el Pokémon se queda arrodillado, con la mirada baja, pronto, ve que tiembla un poco y ahora lentamente se va levantando, sin dejar caer sus sensores, moviéndolas como si fueran unas serpientes… Al final Lucario se levanta al fin, aunque aún con la mirada baja y sin abrir los ojos. Deja de jadear, ahora viendo cómo respira pesadamente… Se puede sentir el Aura emerger de Lucario…

    Cuando Dereman pide datos sobre Lucario, resulta imposible. Parece que los sensores se deshicieron debido al choque de poder, y no por nada, pues si hasta el vidrio en donde están se quebró un poco…
    Pasan unos segundos, pero Ter no pierde la fe cuando al fin ve que Lucario eleva la mirada y abre los ojos, haciéndolos brillar mientras sus sensores al fin los deja caer… Ter se exalta, y va a decir algo cuando el mismo Lucario le dice:

    —Vaya… Creí que en serio estabas confiado, Ter. Pero no te culpo… Hasta yo… Me siento tan cambiado… No sabría cómo describirte esto

    —¡Ah! ¡Lucario! ¡Ahh! ¡Sabía que lo conseguirías!

    —Te equivocas… Ter… Nosotros… Lo conseguimos… Oye, tú mismo lo dijiste. ¿No? Estamos juntos en esto...—. Responde realmente tranquilo Lucario, una serenidad que resulta asombroso, Ter no se lo puede creer, estando realmente emocionado. Ni siquiera Dereman ni Mary se lo pueden creer, al final. Ter sigue diciendo:

    —No sabes lo tan orgulloso que me estas haciendo sentir ahora mismo, Luc

    —Jeje ya no me halagues tanto… Sin dudas, ni yo me lo puedo creer. ¡Ya no espero ver los gestos de Oden y de Zerav!

    —¿Y patearlos más fácilmente? ¿Eso ya no dejaría de ser competitivo?

    —No si fingimos demencia mi amigo…

    —¡Jajaja! ¡Sin dudas!

    —Gracias, Ter, de verdad… No sabes lo feliz que me hace esto—. Exclama conmovido Lucario, que aún Megaevolucionado, no evita soltar una lágrima. Con lo que Dereman activa los altavoces y exclama:

    —Lo confieso muchachos, no creímos que resultara en verdad, han sido muchos los Lucario que han pasado encima nuestro. Y ninguno logró controlarse… Estoy realmente orgulloso de ustedes muchachos. Y gracias a este tremendo logro… Me complace decir que acerca de mi expe-

    Pero de pronto… Todo fue negro…
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  3.  
    Kuroneko

    Kuroneko Iniciado

    Cáncer
    Miembro desde:
    28 Julio 2019
    Mensajes:
    11
    Pluma de
    Escritora
    Muy interesante
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4. Threadmarks: Capítulo 2 - Alteración
     
    Gigavehl

    Gigavehl Equipo administrativo

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2019
    Mensajes:
    4,089
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Esperanza Omega
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    9342
    Quiero decir que por cuestiones personales y algo de feedback externa. He decidido hacer los capítulos más "cortos" pero eso no quiere decir que la serie lo sea, es decir. Por mucho que un cap tenga 3k palabras o menos, no quiere decir que la duración de la serie en general vaya a disminuir, todo lo contrario, seguirá su flujo normal solo que con partes más divididas, esto, según yo. Con la intención de hacer más liviana la lectura... Sin más, pueden seguir.

    Riolu… ¡Riolu! ¿Donde estás? … ¡Ah! ¡Te encontré! Oh, oye… Tranquilo, no tengas miedo. Sé que no he sido la mejor contigo… Pero hablo en serio cuando te pido me des una oportunidad.

    Sé que no he sido la mejor para tí, sé que las cosas han sido duras, pero, debes creerme, Riolu… Estoy de tu lado…

    ¡Vamos, anímate! ¡Dejame darte el cariño que mi entrenador no me ha podido dar a mí! No tienes porqué temer, tal vez me vea amenazante, tal vez sea preocupante. Pero no es nada a lo que debas ponerte tan ansioso… Todo estará bien, te lo prometo…

    … Comprendo, así que es por todo este tema de los padrastros… ¿No es así? Oye, ya basta, si seguimos así no vamos a poder hacer mucho. Sé cómo son, en especial él. Pero si yo lo he podido soportar… ¿Porqué tu no?

    … ¿Huh? ¿De que estas hablando pequeño diablo?

    … Ya… Así que tienes miedo que vayan a los extremos, ¿verdad? Oye, te vuelvo a reite-

    … ¿Entonces qué pasa? … Así que es eso… Tienes miedo sobre que literalmente, nada ni nadie nos pueda detener. Y eso les provoque, tal vez, algo peor que la muerte. ¿Verdad? Ya entiendo tu temor…

    Escucha, pequeño. Tal vez y al final de todo, no tenga muy bien presente el concepto de “Entrenador” pero quiero que me escuches muy bien. Aquí… Nadie te va a hacer daño… Mientras esté aquí… ¿Comprendes? Me importa un bledo que seas un Pokémon anormal, peculiar, lo que quieras llamarlo. Yo estoy contigo… ¿Y sabes qué? Con gusto… Yo puedo entrenarte, además. ¡Podemos entrenar! Juntos… Verás como no miento cuando hay un gran y poderoso talento en tí, ya lo verás. Gozas de un poder descomunal, Riolu… Y yo te ayudaré a explotarlo… ¿De acuerdo?


    Hola… “Lucario”

    Me recuerdas… ¿No es así?

    Vamos… Yo sé que sí…

    ¿Acaso no fue… Esa vez..? ¿La mejor experiencia de tu vida..? ¿De nuestras vidas?

    Siendo sincera… Jamás creí que nos revivieran, no después de lo acontecido… Y sin dudas se lo debemos a cierta persona…

    Sin ella… Nosotros no seriamos nada, no seriamos nadie… Sin ella… Nuestras vidas carecerían de sentido… ¿No es así? ¿Lucario?

    No comprendo ni el cómo ni el porqué, pero me alegro tanto que nos vuelvamos a ver… Amor…

    No sabes… Desde cuando… He querido regresar a la acción…

    ¿Huh? ¿Niegas lo que ocurre? ¿En serio? Aw, ya veo. Ya entiendo… Esta bien, esta bien. No te presiono Luc…

    Dejemos entonces… Que los recuerdos regresen… Dejemos entonces… Que la bestia se encargue…

    Y al final… Se hizo la luz…

    Lucario abrió poco a poco los ojos, mirando el techo, aturdido, perdido, sin saber realmente qué pasó… No, no es el techo de la sala anterior, es uno distinto, esta en un cuarto más pequeño, lo nota por la altitud del sitio. Lucario quiere levantarse pero siente su cuerpo completamente agotado, tanto que de hecho pareciera sedado, cosa que alarma al Pokémon.

    Lucario se gira, y mira un tanto rápido pero a la vez lento a sus alrededores, trata de ver si hay algo pero… No hay nada, nada que realmente sea de utilidad ahora mismo, pronto lo recuerda y se revisa como puede el cuerpo, o más bien su mano derecha. Como puede, quita la sábana para sacar su adormilada mano que siente pesa toneladas y al fin la saca…

    No… Tiene el pelaje azul con una pata negra y un sólo pico, no esta megaevolucionado. Eso hace que sin dudas se relaje, pero esa angustia regresa nuevamente. ¿Dónde esta Ter? ¿El doctor Dereman, también la doctora Mary? ¿Qué pasó? ¿Acaso pasó? ¿Perdió el control al final?

    Lucario no tiene ninguna herida encima, pero eso lejos de aliviarlo, lo agobia igual a que si estuviese dañado. Llegó a escuchar que los Mega-Lucario hacen polvo tódo lo que atacan… ¿Y si no tuvieron oportunidad de defenderse y por eso esta sedado aún? ¡¿Qué pasó?!

    El Pokémon se desespera en serio cuando una puerta es abierta, es la de enfrente, en donde esta el joven Dereman, impresionado ante la escena. Lucario lo ve como puede, viendo cómo se aproxima, con un gesto preocupado en el rostro de Dereman, diciendo:

    —L-Lucario… ¿Cómo es que despertaste tan pronto? El gas debió ser suficiente como para que no despertaras hasta un par de horas más—. Exclama realmente sorprendido el doctor Dereman con lo que Lucario, como puede pues no puede dejar de estar aturdido, responde:

    —-Y-Yo… No lo sé, Dereman. Solamente tuve un sueño peculiar y eso es todo, ugh.—Lucario se queja con lo que Dereman se extraña y pronto recuerda lo del sedante, así que cambia un par de comandos en una máquina conectada a él y de alguna forma, el Pokémon se siente más liberado.

    —Disculpa eso, como sea… Así que simplemente te despertaste de alguna forma. ¿Hm? Qué curioso… Es realmente difícil que uno despierte, pero bueno, eso ya no importa. Dime Lucario… ¿Recuerdas qué pasó?

    —Ah, no… No recuerdo qué fue lo que sucedió

    —¿Nada de nada? ¿Ni siquiera cuando entraste a la sala o similar?

    —Oh, no espera todo eso sí, recuerdo inclusive perfectamente la sensación de la Megaevolución pero. No recuerdo más allá… Estoy consciente de que al transformarme me arrodillé, me sentía abrumado, mareado. Al momento de estarse transformando, una ola de poder y Aura se acumulaban en mí hasta tal punto que no sabría cómo deescribirlo realmente, tal vez, decir que me sentía como un tanque de agua completamente lleno, a punto de explotar pero a la vez no. Sería lo más próximo—. Decía Lucario, dudoso y reflexionando…

    —Después, al transformarme. Sentí cómo liberé una cantidad de energía tal que hasta en un momento creí que me desvanecería en cualquier momento por tremendo desahogo, pero apenas me libraba de energía y nuevas cantidades la reemplazaban, como si fuese un ciclo… Grité, porque sé que lo hice. Porque me dolía, en cierta medida, sufría a la hora de ser mutado. Aunque una extraña sensación de consuelo y reconfortación me invadían, me gustaba… Al final en serio me gustaba el dolor, eran tantas emociones que no sabría explicar muy bien. Al finalizar con la fase de transformación, sentí un gran alivio, como si me hubieran soltado una tonelada de peso encima, y casi que de forma inconsciente, me arrodillé.—Lucario se perdía un poco en su relato, pero proseguía:

    —Al estar ahí era confuso, demasiados pensamientos pasaban por mi cabeza, como si quisiera hacer muchas cosas pero a la vez no, no quería hacerlo porque sentía que haría algo indebido, algo que no dejaría nada bueno, me sentía observado, acosado. Me sentía abrumado, consolado pero a la vez forzándome a hacer algo producto del poder. Y me dí cuenta que no dejaba de estar tenso, así que recordé sus palaras, y mantuve la calma. Poco a poco, me centré en que era yo y nadamás yo, nadie más estaba conmigo, nadie me haría daño y nadie me diría qué hacer… Hasta que de alguna forma, poco a poco esas cosas fueron desapareciendo, aunque sin darme cuenta, ya me había levantado...—. Dice Lucario dejando impresionado en cierta medida a Dereman

    —Me asusté un poco, pero pronto difuminé esa sensación, y no quedó mas que oscuridad en mí. Creo haber escuchado a Ter, pero no estoy seguro. Aunque, poco a poco comencé a sentir mi cuerpo de vuelta, uno que no era mío, pero me dí cuenta que eso era producto de la transformación. Así que poco a poco me fui adaptando, descubriendo… Qué tenía, qué cambió… Qué mutó. Así hasta que poco a poco fui elevando mi mirada, viendo al frente por primera vez y abriendo mis ojos, viendo borroso por un instante para acto seguido, ver al fin el rostro impactado de Ter… En ese momento lo supe y me dí cuenta, lo había logrado, no me quería mirar porque no sabría lo que miraría, me sentía tan extraño, tan ajeno a mí. Pero era yo...—Lucario comienza a hacer gestos, como si ya le costara trabajo recordar…

    —D-Después de eso… Intercambié palabras con Ter, palabras sinceras, animadas. Cuando escuché tu voz, Dereman. Y a media discusión… Todo fue negro… De un momento a otro, me apagaron las luces, dejé de escuchar, y así fue, hasta ahora...—. Dice Lucario mirando al fin directamente a Dereman quien lo ve atónito. Este parpadea un par de veces y se lleva su mano a su cabello, reflexivo. Da un pesado suspiro, mira a un lado y asiente.

    —Peculiar sin duda alguna… No te pedí que me deescribieras como te sentiste, a-al menos en parte. Pero sin dudas es digno de ser analizado…

    —P-Pero, Dereman, dígame… ¡¿Qué pasó?! ¡¿Porqué no recuerdo más?! ¡¿Acaso..?! ¿Acaso..?

    —Oh, oye, oye, tranquilo Luc. No, no, esta bien. Esta bien, relájate… Ter esta a salvo

    —Ahhh, dios… Menos mal—. Decía Lucario mientras soltaba un tremendo suspiro y al fin se deja recostar al cien—. Comenzaba a agobiarme, pero… ¿Qué pasó? ¿Acaso en serio perdí el control?

    —Ugh, bueno Lucario. Digamos que sí lo perdiste...—. Responde un tanto frustrado Dereman devastando a Lucario

    —¡No, no! ¡Pero oye, espera! ¡Que no lo perdiste como tú lo piensas!

    —¿Huh?

    —Digamos que… Sí, perdiste el control. Pero seguramente, no de la manera como te lo estas imaginando...—. Dice Dereman dejando impresionado a Lucario

    —¿Cómo..?

    —Dices recordar cuando megaevolucionaste y encima cuando todavía hablaste con Ter, ¿verdad? Sin embargo… Pierdes el rastro cuando comencé a hablar. Bueno, Lucario. Cuando estaba dando mi breve felicitación, a medio de este comenzaste a pestañear bastante, cambiaste tu expresión alegre a uno confundido, aturdido. Comenzaste a girar tu cabeza, mirando a otros lados, sin poder dejar de pestañear, mirabas y mirabas, a estas alturas era obvio que algo no andaba bien, Ter te habló, pero no le hiciste caso...—. Decía Dereman comenzando a preocupar al Pokémon

    —De un momento a otro retrocediste un par de pasos, no dejabas de voltear confundido, sin poder dejar de pestañear, de pronto, comenzaste a elevar nuevamente tus extensos sensores, cosa que nos alertó, incluyendo a Ter, frenó su avance hacia tí, pero a pesar de eso, no hacías nada, te limitabas a seguir observando, pero te detuviste, dejaste de pestañear y te quedaste mirando al suelo, fijo, como si algo realmente importante hubiese allí… Te quedaste así un momento cuando ordené al grupo de contención a estar sumamente alerta, y por mi parte preparé el botón del sedante… Aquellos orificios del suelo era eso, un gas que dormiría a ambos—Lucario no dejaba de escuchar y mirar atento, a la par que atónito a Dereman, pronto iba cambiando a una expresión triste…

    —Ter te hablaba, te llamaba por tu nombre, pero nada resultaba, de un momento a otro… Hiciste brillar tus ojos intensamente y elevaste lentamente la mirada hacia Ter, a pesar del brillo, no dejabas de mirarlo vacíamente, como si carecieras de alma, avanzaste un par de pasos hacia Ter, este te llamaba algo desesperado pero tú no respondías Lucario… No fue que dijiste algo inperceptible para nosotros, y de pronto saltaste internamente como si una clase de punzada emergiera dentro de tí. exaltandote y pronto sujetaste con tus manos tu cabeza, como si te fuera a explotar, gritaste, agobiado. Te agitabas, avanzabas, retrocedias, te desplazabas ligeramente a los lados, sin embargo, por mucho que lo pareciese… El Aura no se podía percibir...—. Dice Dereman dejando atónito a Lucario, poniendose cada ves más tenso conforme avanzaba…

    —Los sensores no detectaban energía alguna en tí, o mejor dicho, sí, pero era completamente lo contrario a lo que esperábamos, era como si a donde debería haber energía, había vacío… De momento expulsabas mucho poder pero de momentos lo extinguías, te quedaste así por unos momentos más cuando terminaste soltando tu cabeza, soltaste un último alarido de… Dolor tal vez… Brillaste, y de pronto volviste a ser un Lucario normalmente, la piedra apareció a lado de tí y se azotó en el suelo, caíste de rodillas, viste sin vida a Ter y pronto te dejaste caer boca abajo sin más, como un costal… Ter no evitó auxiliarte y el resto de nosotros también, sin embargo, no podíamos hacer nada, estabas vivo, claro está, tus energías vitales estaban intactos, inclusive durante la Mega… Pero… Simplemente, no respondías… Así que sin más, te trasladamos aquí, donde pudiéramos estudiarte y restaurarte

    —N… N-N… N-No… No lo entiendo. ¿En serio hice todo eso y no recuerdo nada..? ¿C-Cómo?—. Se dice Lucario realmente devastado, confundido

    —Pero… Si no siento nada, no recuerdo nada… ¿Cómo pude hacer eso?

    —Eso mismo quisiera saber yo, Lucario. Eres el primer Pokémon en toda mi carrera que actúa así frente a la Mega. Sin embargo, no puedo intuir si fue esto mismo, o si habrá sido la misma presión que seguramente te ejerciste, si habrán sido las emociones de Ter… O algo más… Pero no fue para nada normal tu reacción. ¿Ahora entiendes porque te digo que no perdiste el control de la manera que seguro pensabas?—. Dice Dereman dejando a Lucario sin habla… Mira a un lado, apenado. Estaba en lo correcto, no es como lo esperaba.

    Él se imaginaba que literalmente perdía el control, que se arrojaba sin mas contra Ter, con la intención de asesinarlo a sangre fría… No, esto. Como si algo dentro de él rechazara la transformación y reaccionara de esa manera, pero. ¿Porque no recuerda nada? Esa duda era lo que le carcomía, ni siquiera un vago recuerdo, si Dereman no le dice todo esto… No se lo creería.

    —No lo entiendo doctor, si en serio hice todo eso… ¿Porqué no recuerdo nada?

    —Esa es otra interrogante muy grande, yo también quisiera comprenderlo, pero me temo que no hay manera, al menos de momento.—Lucario miró por un momento al sujeto y volvió a desviar la mirada, esperaba de todo, menos esto.

    Dereman hizo un curioso gesto de interés y añade:—Vaya… ¿Zerav te visito acaso? Yo ni en cuenta

    —¿Huh?—Lucario no evitó responder confundido, viendo la expresión de Dereman quien tenía los ojos clavados a un costado suyo, el Pokémon se giró para ver una curiosa rama gruesa de madera…

    —Uh, s-supongo. Pero seguramente seguía inconsciente, no recuerdo eso tampoco

    —Bueno, es normal. ¿Hasta apenas te das cuenta de eso?

    —Sí, no me había percatado de su prescencia si no me lo dice...

    —Bueno, realmente no es relevante que te visite...—. Dice engruesando un poco la voz Dereman mientras se levanta, soltando un suspiro y se da la media vuelta para comenzar a retirarse

    —Eh, doctor

    —¿Sí?

    —… Fallé, ¿no es verdad?—. Preguntó con tono decepcionado y preocupado Lucario, cosa que puso serio al sujeto y simplemente se limitó a cerrar los ojos, compadeciendose de él y añadiendo:

    —Siendo tu reacción, más que dañes a alguien… Parece que te terminaremos haciendo daño, Lucario… Lo siento…

    —En…tiendo—. Responde decepcionado y ve como Dereman abandona al fin el cuarto.

    Por consiguiente, Lucario se queda sólo… Se deja recostar un poco más, cuando decide probar de nuevo y mueve su brazo, esta vez fue más sencillo, pronto parpadea un par de veces y se levanta lentamente, sin problemas… Así que pronto se sienta en la cama, mira alrededor una vez más sin ver nada interesante y pronto se gira sobre su propio eje en la cama para dejar caer sus piernas en la orilla del mismo, patalea ligeramente por unos momentos y pronto se deja caer, aterrizando sin problemas, no fue hasta ese momento que se percató tenía unos cables y tubos conectados, pero nada de qué preocuparse, así que los desconecta sin más y suelta otro suspiro.

    Mirá y se gira hacia la rama, se queda pensando un momento… Pasmado, pronto recuerda el… ¿Sueño? No… Ese no era un sueño… Tampoco como algunos llamarían un mensaje de su subconsciente, fue… Un recuerdo, pero uno a medias… La voz, esa voz femenina… ¿Era la misma entre una y otra? Un momento… ¿Qué había soñado después de aquella primera extraña discusión? Lucario trataba de recordar qué era esa segunda. ¿Platica tal vez? Pero fue inútil.

    Chasqueó la lengua, frustrado. Aunque se centró en el primero, esa voz. ¿De donde la escuchó? Si bien recordaba, era la de Zerav… Pero por alguna razón la recordaba distinta, por como hablaba era un Riolu entonces, y a pesar de tener gratos recuerdos, no puede recordar más que una pantalla negra en esos momentos, y difusas memorias acerca de eso. De alguna forma, le costaba demasiado recordar al cien quién era el que le hablaba en aquellos instantes, de alguna forma sentía que era alguien cercano… Demasiado, tal vez exageradamente demasiado… Pero… ¿Porqué no lo recordaba?

    —Así que todo fue un fracaso… Cariño...—. Lucario saltó y tembló al mismo tiempo mientras era arrancado de su pensamiento, se había hundido tanto que ni escuchó a la prescencia aproximarse, cuando se giró a contemplarlo mejor, se da cuenta que se trata de Zerav…

    —Ah, uf, vaya susto me diste

    —Ni lo digas jaja, saltaste como nunca en tu vida del susto… Aunque, me intriga un poco el porque te pusiste así… ¿Es por esto mismo, verdad?

    —Vaya, no salgo del edificio y ya te has enterado...—. Responde un poco molesto y decepcionado Lucario, añadiendo:—. Pero, no. No del todo…

    —¿Huh? ¿No? Eso sin duda alguna es extraño—. Respondía Zerav mientras observaba a Lucario regresar a la cama y de un pequeño salto de espaldas para volverse a sentar al filo del mismo, esta aprovechó el camino libre para tomar su vara que había olvidado y se sentó a su lado…

    —¿Qué sucede Luc? Cuando te pones así es porque algo muy malo sucedió

    —Es cierto, pero prefiero no volverlo a imaginar ahora, tal vez Ter es el que mejor te lo puede contar ahora...—eso no evitó que Zerav pusiera una mueca extrañada, al parecer no se ha enterado del todo

    —Perdiste el control entonces…

    —Digamos que sí, pero no de la manera como todos se suponen… Digamos que no soporté estar en aquella forma, eso es todo—Lucario se sostuvo en sus brazos a los lados, mientras bajaba la mirada y cerraba los ojos.

    Zerav la observaba, silenciosa, no evitó sentirse apenado por Lucario, pues él más que nadie merecía eso… Merecía tener la Megaevolución, después de tanto, tanto, tanto por lo que pasó… La Delphox no evitó soltar un pesado suspiro mientras volteaba hacia la puerta, se volvió hacia Lucario y le dijo:

    —Tranquilo, con algo de suerte y descubren el fallo y hasta tal vez tengas una segunda oportunidad—. Le dijo mientras le sonreía amablemente, notando cómo Lucario la observaba también, expresando cierta esperanza e ilusión, expresión que pronto fue opacada por inseguridad y trsteza…

    —¿Crees? Si antes estaba algo desconfiado, ahora me da terror hacerlo...—. Dice Lucario apenado haciendo que Zerav se percatase de algo, como si esas palabras hubiesen delatado algo en ella…

    —Luc, dime… ¿Te… Te gustó?

    —¿Megaevolucionar?—. Respondió al poco rato, aunque quedandose callado al final, pues por su tono de voz delataba que iba a seguir, cosa que no hizo

    —Sé sincero… No va a pasar nada, al menos conmigo, pero dime Luc. ¿Te hizo sentir bien? ¿Quisieras hacerlo de nuevo? ¿Quisieras volver a experimentar sea lo que sea ahí… Con tal de gozar de ese poder..?—sin embargo, Lucario guardó silencio, aunque al final. Notó cómo este elevaba la mirada, mirando al frente, sin verla, diciendo:

    —Y-Yo… Sí… Sí quisiera… No… QUIERO hacerlo de nuevo, p-pero, no sé...—una gran incertidumbre invadió a Lucario, como si al final de todo, algo no anduviera nada bien, pese a tener la idea y esperanza de que podría ir mejor en una segunda oportunidad…

    —Ya, comprendo. Tranquilo Lucario, verás como todo estará bien. ¿Sí? De alguna forma, tengo fe en que lo conseguiras

    —Hazme la buena...—. Responde un tanto seco pero esperanzado Lucario con lo que Zerav le sonríe a este aunque no lo mirara, le da un par de palmadas en la espalda y pronto se levanta, dándole la espalda pues comienza a abandonar el sitio. Lucario se gira para verla, diciendo:

    —¿Porqué la pregunta, Zerav?

    —No, no… Por nada, yo no puedo hacer eso lo que tú sí. Simple curiosidad… Eso es todo—. Responde un poco seca y en cierta medida vacía Zerav, extrañando bastante a Lucario y al fin la ve marcharse, este no puede evitar sentirse confundido, aunque a pesar de la extrañesa del breve momento, decide dejarlo pasar, patalea un poco más, suspira una vez más y se deja caer de nuevo para dirigirse a la salida y abandonar al fin el sitio…

    No pasa mucho tiempo cuando Lucario llega hasta la salida, la misma por donde habían entrado la primera vez cuando sorpesivamente ve a Zerav y a Oden ahí mismo…

    —¿Zerav? ¿Oden? No esperaba verlos aquí—. Dijo Lucario cuando ambos se giran y Oden responde:

    —¡Hey Lucario! Uhm, bueno, sé que no es el mejor momento… Pero estamos esperando algo importante por parte de Dereman

    —¿Huh? ¿Pues qué es?

    —A Oden y a mí nos llamaron para hacer un experiemento supongo que igual de arriesgado como tú, Luc

    —Sí, nos dijo algo sobre un Mega-Charizard… Creo, hey. ¿Dónde esta Ter?

    —No lo sé, creí que me lo encontraría aquí, no sé nada de él ahora…

    —Oh, cierto, ya viene hacia aquí también, me había dicho que Mary lo necesitaba para algo pero ni yo comprendí qué…

    —¿En serio?—. Respondió extrañado Lucario a Zerav cuando Ter mismo va llegando

    —Y hablando del rey de roma…

    —¡Familia! ¡Hola! ¿Cómo están? Oh, Lucario… ¿Cómo te sientes amigo?

    —Uf, qué te digo, el doctor Dereman ya me dijo como estuvieron las cosas

    —Sí, admito que me diste miedo, en serio. Pero oye, ya no te agobies… Hemos logrado mucho juntos, podemos seguir así, ¿verdad?

    —Sí...—. Responde Lucario aunque más que apenado, decepcionado, cosa que se percata Ter, frunce el ceño, pues es una actitud atípica en él, jamás lo había visto así, por lo que una duda le entra, una intriga, cosa que lo comienza a carcomer y dice:

    —Luc… ¿Acaso estas así por no haberlo conseguido?

    —No es eso…

    —… Mary me dijo algo curioso, también Dereman. Y para no andarme con rodeos pues probablemente te dijo lo mismo… ¿Acaso quisieras volver a intentarlo?—. Lucario no pudo evitar pestañear para abrir un poco más los ojos de la impresión, así como de elevar un poco la mirada. Sin embargo, esta vez el Pokémon no responde

    —Ya veo, entiendo—. Añade Ter. Oden y Zerav se dan cuenta de las respuestas de Lucario cuando Mary llega por el mismo sitio del primero diciendo:

    —¡Oh, hola muchachos! Lucario, Ter. Vaya, como siento lo que sucedió

    —No pasa nada, no todos estamos hechos para esto… s-supongo—. Responde Lucario con lo que Mary le sonríe como diciendo “no te preocupes” y mira al otro dúo.

    —Oden, Zerav… ¿Estan listos?

    —Seguro—. Responden ambos al unísono con lo que Ter y su Pokémon se quedan extrañados, Mary los mira y les dice:

    —Pueden venir si gustan… Esto no tiene porqué ser aislado

    —¿En serio?

    —¡Claro Ter! Vengan, de hecho, entre más, mejor—. Dice alegrada Mary haciendo ceña a Oden y a Zerav para que vayan, estos asienten y en lo que se dirigen, Ter y Lucario los miran un momento, ambos se observan y comienzan a seguirlos.

    Los cinco no tardan en arribar al sitio indicado, otra sala grande pero no tanto como el de la prueba de la Mega. Uno más pequeño, simple, pero no menos protegido…

    —¿Qué van a hacer, señorita Mary?

    —Esperen y verán—. Responde Mary a Ter mientras saca un maletín, de él saca un guante con la piedra, la Charizardita X y… Otro cristal… Pero un fragmento, uno al cual tanto a Zerav como a Lucario les llama bastante la atención, no logran apreciarla bien cuando este fragmento es insertada en el orificio extra, le hace entrega de ambos objetos y Oden se los coloca…

    —Tranquilos, será otra prueba sí, pero la verdad queremos evaluar la situación, Zerav, Lucario, por favor estén atentos… Si algo sale muy mal queremos que lo contengan en caso de que el gas fracase…

    —Uhm, seguro—. Responde un poco forzada e insegura Zerav mientras Lucario se extraña un poco, se coloca a lado de Zerav mientras ve a Oden alejarse, Ter termina por dirigirse al fondo mientras Mary hacía lo mismo. Los cuatro ven cómo Oden se coloca detrás de un vidrio expuesto, donde dejan pasar al Charizard a Megaevolucionar, sin embargo, el Pokémon se halla dentro de la sala, ellos cinco están detrás del vidrio y por lo tanto, fuera de la sala…

    —Muy bien Oden, prepárate, si pusiste atención a las palabras del doctor, seguro lo haces bien…

    —¿Y este cristal de más?

    —Déjate llevar...—. Responde inmediatamente después Mary haciendo que todos se extrañen, ¿porqué tanto empeño en una sorpresa si puede salir mal? Oden se regresa hacia el Charizard un tanto preocupado, parpadea un par de veces y pronto comienza a prepararse…

    —O-Oye, Zerav… No recuerdo que Oden tuviera un Charizard

    —Es que es uno prestado…

    —¡¿Qué?! ¡¿Y así quieren megaevolucionarlo?!

    —No sé que quieran lograr Luc, pero mejor vete preparando, esto no va a terminar bien...—. Responde un tanto tensa y preocupada Zerav, ambos miran a Oden un momento más, este al fin esta listo e igual, exclama:

    —¡Charizard! ¡Megaevoluciona!—Oden coloca la palma y pronto libera los mismos rayos de antes, a pesar de que Lucario esta relativamente lejos y no es a él dirigido la Mega… De alguna forma siente que sí lo es, pero más que hacerlo sentir cómodo, es completamente lo contrario, los recuerdos y lo que se imaginó comienzan a agobiarlo, sin embargo, de alguna forma… Rogaba que esa energía, lo invadiera de nuevo...

    Por supuesto no fue así, la energía se propulsó hacia la Charizardita X que Oden previamente había colocado en un pequeño cubículo quedando a lado del Pokémon, comenzando a rodear al sujeto. Lo mismo… El líquido, la energía, el Pokémon se quejaba y más temprano que tarde, la transformación fue hecha… Lucario comenzaba sudar en frío al igual que Zerav, el experimento era arriesgado, como no. Charizard comenzó a reaciconar, Oden mantuvo la calma pero aun así retrocedió un poco del vidrio, la abertura fue sellada y asegurada por medio de un sistema automático. Los cinco vieron las reacciones del Pokémon, atentos, expectantes…

    Pero… No sucedía nada, el Pokémon se quedaba sin más, viéndolos, como si inclusive él esperara algo… Pasaron así los segundos sin nada… Mary, no creyendosela, se levanta y de su tablet comienza a teclear unas cosas:

    —Se ve increíblemente estable… Sereno, centrado y más importante aún, cuerdo...—. Dice con lo último mirando a Lucario, provocando que este se apene de nuevo…

    —Sus energías vitales están bien, sus energías psíquicas, también, el vidrio seguro por la forma en como está construida les impiden poder escucharlo expresarse, inclusive no nos puede escuchar a nosotros… ¿O me equivoco, Pokémon?

    —No… Trato de hablar con él pero efectivamente, el vidro lo impone—. Responde Zerav con lo que Mary asiente y se dirige hacia Oden, observando el guante y revisando la tablet.

    —Misma historia con el guante, la energía es estable, Oden esta tranquilo y seguro aún se angustie… Con aquél cristal las cosas cambian bastante…

    —No lo entiendo, ¿ese es su propósito? ¿Fungir como una especie de estabilizador extra?

    —Bingo... —. Responde Mary ante la duda de Ter

    —Pero… ¿Porqué no hicieron lo mismo conmigo? ¿Porqué Dereman decía que aquél cristal era parte de nuestro experimento? ¿Si al final no lo utilizó?

    —Porque quería matar a dos pájaros de un tiro...—. Responde de manera ambigua Mary dejando a ambos bastante confundidos, Mary va a seguir hablando cuando por los altavoces se escucha lo siguiente:

    —Señorita Mary, se requiere su prescencia en la oficina del señor Dereman, favor de terminar con la prueba y pasar cuanto antes—. Era una joven la que hablaba por estos, Mary bufó un poco y revisando unos últimos detalles, asiente al aire y dice:

    —Bueno, para el tiempo que llevamos aquí, cualquier error ya se hubiese manifestado, iré a darle las nuevas buenas a Dereman. Puedes revertir la Mega, Oden, y dejarnos el guante junto con el cristal de favor, aún resulte no deja de estar en fase de prueba. ¿Ya ves porqué te dije que todo estaría bien, Lucario? Por esto mismo queríamos cuanto antes tener resultados...—. Exclama Mary dejando atónito al mismo, pero este pronto se extraña y dice:

    —Pero, sigo sin entenderlo… ¿Porque con nosotros dejarnos sin cristal si dicen que querían matar a dos pájaros de un tiro?

    —Verás-

    —Señorita Mary, se requiere su presencia lo más pronto posible...—repitió la misma mujer irirtando un poco a Mary

    —Ugh, como sea… Mejor otro día les platico, por ahora pueden regresar a casa chicos, tranquilos, tan pronto esto resulte al fin y tendrán la preciada Megaevolución a su favor… ¡Nos vemos!—. Añadió Mary y se dió la media vuelta para retirarse… Los cuatro no evitan sentirse algo confundidos, bueno, al menos ya saben para qué diantres quieren que el cristal de más funcione…

    —Bueno, sé que no es normal de mi parte pero no me siento a gusto ahora… Quiero ir a casa y tumbarme un par de… Días tal vez, necesito olvidar este asunto por ahora

    —Agh, vamos Lucario… No te me desanimes así amigo

    —Tranquilo, no te culpo, Ter. Agradezco en serio tus animos pero… En serio, necesito este descanso

    —Entiendo, supongo que yo también, tanto experimento me agotó de igual manera—Lucario le sonríe a su entrenador ante la respuesta y poco a poco va abandonando el sitio

    —Bueno… Supongo que será mejor acompañarlo, nos vemos en la casa amigos

    —Seguro—. Responde Oden a su hermano mientras lo ven agitar el brazo para despedirse y abandonar el sitio…

    No bien pasan unos minutos en lo que poco a poco el dúo abandona el edificio al fin cuando Oden, pero en especial Zerav les da alcance hablándole a los chicos.

    —¡Hey, esperen!—por consiguiente, ambos se sorpenden y miran a Zerav llegar, hasta después es como miran a Oden

    —¿Huh? ¿Zerav? ¿Qué pasa?—. Dice Ter extrañado.

    —Pensé un par de cosas con Oden y…

    —¿Y..?—. Preguntó un tanto intrigado Lucario con lo que Zerav añade:

    —Quiero tener una batalla Pokémon…

    —¿Huh? ¿Es en serio? No me vengas con esto, Zerav, no estoy de ánimos

    —Nunca dije que fuese contra el equipo entero—. Responde en seco Zerav impresionando a Lucario y a Ter, pronto se extrañan, pero antes de que siquiera Ter formulara algo Lucario exclama:

    —No, no… No llevaremos a cabo otro duelo, no ahora Zerav

    —No busco humillar más tu situación Lucario, quiero… comprobar algo—. Dice Zerav pero con lo último hablandole exclusivamente a Lucario…

    —¿Huh, qué?—. Pregunta extrañado Ter al no poder percibir lo último y Zerav le añade:

    —Ter, ¿no hay problema si nos das un momento?

    —Uh, bueno, seguro…

    —Gracias cariño—. Responde amablemente Zerav mirando a Lucario y fortaleciendo el lazo de la comunicación en ambos…

    —¿Cómo que quieres comprobar algo? No me gusta el tono que usas…

    —Tú dijiste que no te molestaría intentarlo de nuevo, ¿no?

    —¿Megaevolucionar?

    —No, fugarnos y traicionar a nuestros entrenadores… ¡Claro que sí tonto!

    —Uhm, bueno como sea… Sí, dije que me gustaría intentarlo de nuevo… ¿Pero porqué esa actitud?

    —No me quieras ver la cara Luc, ví cómo reaccionaste en aquella sala, la manera en como miraste la piedra de Oden

    —Oye, oye no. No querrás pensar que me esta generando algún tipo de adicción o algo…

    —Yo nunca dije que te generara alguna adicción, pero si insistes… ¿Es eso?—. Responde Zerav dejando mudo a Lucario

    —No te culpo, amor, en serio. Pero estas jugando con fuego, un fuego capaz de esparcirse y arrasar con todo a una velocidad realmente preocupante…—la manera en como dijo aquellas palabras Zerav, no evitó que Lucario recordara los sueños una vez más...

    —No me digas, dime algo que no sepa aún, Zerav…

    —Sé que te irrita, pero escúchame Lucario… El Megaveolucionar no solamente te hace más poderoso… ¿Sabías que hay secuelas?

    —No, y no digo que no lo sepa, digo que no existen…

    —¿Estas seguro? Tú sabes, mejor dicho, sabemos, lo que somos Lucario…

    —Eso no tiene nada que ver, ¿crees que por simplemente haber nacido con dificultades sea señal de algo?

    —Nunca sabes…

    —Patético…

    —Lucario, en serio. Debes tomar muy en cuenta estos detalles

    —¡Y lo hago! ¡Pero no le veo el propósito de lo que me dices acerca de secuelas!—. Responde Lucario un tanto harto pero Zerav guarda silencio, manteniendo una expresión seria… El sujeto se extraña y pronto Zerav añade:

    —Ya veo… Así que no comprendes mi punto… Ya verás de qué hablo entonces…

    —Noooo… Conozco ese tono, para nada Zerav, olvídalo

    —¿No quieres que luche en serio? Qué lástima, te enviaré al Centro Pokémon entonces…

    —¡Zerav!

    —Sabes cómo me pongo cuando lucho en serio… Muy en serio—. Responde en frío Zerav mientras retrocede poco a poco de espaldas, Oden y Ter no comprenden nada y el primero es el que al fin exclama:

    —Uh… ¿Todo bien chicos?

    —Oden, maestro… Dígame… ¿Hay algún problema que luchemos libremente ahora mismo?

    —¿En serio? ¿Ahora? P-Pero… Lucario… ¿No..?

    —Hagamoslo entonces...—. Responde entre molesto y seco Lucario retrocediendo un poco también

    —Libre entonces, e-esta bien, solo no hagan muchos estragos por favor.

    —No te preocupes, Ter. No soy un MEGA-LUCARIO como para estropearlo todo...—. Responde irritado el Pokémon, elevando y dando un toque sarcástico a las dos palabras con lo que Zerav mantiene su pose seria y responde:

    —No necesitas ser un Mega-Lucario para hacer eso y lo sabes… Nuestro poder excede los límites normales… Además… ¿Quién dijo que no lo eres Luc?

    —¿Huh?—. Exclama atónito Lucario al igual que los hermanos, pero Zerav suelta sin más

    —¡Ya no importa! ¡Arráncate, Lucario!

    —Como usted desee… “Zerav”—. Responde con aquel tono que irrita a la Delphox, se miran un momento más y Lucario arranca con Hueso veloz, agitando sus brazos, uniendo sus manos y separándolos creando el susodicho hueso arrojándose sobre Zerav mientras esta salta a un lado para evadirlo.

    Zerav ahora responde con Ascuas, escupiendo las llamas de su boca con lo que Lucario aprovecha la misma inercia del lanzamiento, con lo que clava el hueso al suelo y lo utiliza como soporte para terminar de impulsarse y esquivar el ataque aterrizando con normalidad, ambos se miran serios y tensos, mientras que Lucario permanece realmente molesto…

    —Yo no sé para qué quieres hacer esto, dijimos que lucharíamos cuando consiguiera la Mega… ¡¿Es que acaso quieres burlarte?!

    —Yo no busco burlarme de ti, Luc. ¡Busco que caviles un poco la situación!

    —¡¿Pero porqué?! ¡Estoy bien! ¡No tiene sentido!

    —¿Te estas escuchando Lucario? Mírate, no te estas comportando normal...—pero Zerav apenas termina lo suyo cuando Lucario azota los picos de sus manos haciendo el Eco metálico, ensordeciendo a los presentes, Lucario aprovecha y corre hacia Zerav tumbandola con Velocidad Extrema, dejándola en el suelo recibiendo tremendo impacto mientras Lucario se da la media vuelta y exclama:

    —Levantate… Vamos, eso no fue nada… ¡Levántate!—Zerav se levanta con ciertas dificultades y ahora utiliza Nitrocarga, envolviendose en llamas y lanzándose sobre su oponente quien da un salto lo suficientemente alto como para esquivarlo, Zerav aterriza y su rival por su parte, apenas toca tierra y repite Hueso veloz dando un ataque al aire mientras se gira impactandole en la espalda a Zerav, esta no resulta tan dañada por su tipo pero de todas formas nota cómo Lucario le da una serie de ataques tratando de desequilibrarla

    —¿Ya dije que hay secuelas por Megaevolucionar Lucario? ¿Lo sientes? ¿Te puedes dar cuenta? ¡¿En serio no puedes verlo?!

    —¡Argh! ¡Deja de hablar y pelea!—. Responde molesto Lucario arrojando el hueso, pero Zerav se hace a un lado y pronto usa Psíquico, haciendo brillar sus ojos y arroja una onda hacia su oponente quien por la proximidad no logra evadirlo esta vez y resulta impactado, llevándose las manos a la cabeza afectandole de más… Este grita pero increíblemente logra soportar la presión, Zerav se sorprende y por esto mismo baja sin querer la intensidad, con lo que Lucario aprovecha y utiliza Palmeo a medias logrando empujar nuevamente a Zerav sin dañarla tanto.

    Cargando bastante negatividad, Lucario grita de coraje y ahora libera un Pulso umbrío quien Zerav trata de protegerse pero es inútil y resulta impactada, dañándose de sobremanera, se harta y se reincorpora rápidamente ahora comenzándose a concentrar bastante y cargando fuego en su boca, expulsa una gran cantidad con lo que Lucario reconoce que es Fuego Místico, su movimiento característico. Este se preocupa pero la velocidad del mismo impide evadirlo siendo brutalmente empujado hacia un árbol el cual Lucario se azota, haciéndolo inclusive soltar un quejido sin permiso y cae al suelo muy dañado, sin embargo, aún así insiste y comienza a levantarse.

    —¿Ahora te estás dando cuenta..?

    —Estás luchando en serio, eso es todo…

    —¡Eres un idiota! ¡No es solamente eso!

    —Zerav, ¿no crees que estás siendo muy brusca?—. Exclama algo preocupado Oden con lo que Lucario comienza a darse cuenta, pero pronto desecha el evento, se levanta pese a sentirse más débil… Extiende sus brazos y convierte sus picos en unas garras…

    —Vamos, mándame al Centro Pokémon… ¡Si es que puedes!—Lucario se arroja hacia Zerav de nuevo pero esta utiliza Premonición y evita con éxito sus ataques, su rival aún así insiste y cuando ve la oportunidad, cancela el ataque saltando enormemente hacia atrás para comenzar a cargar Esfera Aural, la Delphox ve que es un movimiento obvio por parte de Lucario y carga nuevamente Fuego Místico, con lo que su oponente, aún sin poder cargar por completo su ataque, lo arroja con lo que Zerav fácilmente lo penetra con su llamarada, pero Lucario, al tocar tierra se hace a un lado y vuelve a usar Hueso veloz corriendo hacia Zerav quien no logra prever del todo el ataque y resulta severamente golpeada por el hueso, cancelando y aturdiendo por un momento al Pokémon mientras su oponente deshace el hueso, se gira sobre su eje y le da una patada empujando a Zerav lejos.

    Lucario, furioso por sentir que no da un buen rendimiento, agudiza los ojos y utiliza Puño incremento, arrojándose sin dejar respirar a Zerav mientras esta responde con Llamarada impactándole de lleno a Lucario, a pesar de que este se queja bastante, soporta el ataque y Zerav, algo desesperada utiliza Psíquico nuevamente suprimiendo a Lucario, pero este de manera más anticipada, cancela su puño para repetir lo mismo con Palmeo el cual resulta, acto seguido, Zerav trata de reincorporarse mientras al mismo tiempo retrocede algo alarmada cuando ve que Lucario repite Puño incremento, Zerav gime de la presión cuando recibe el golpe en el pecho y acto seguido en el brazo, sacando volando la rama, Lucario deja el ataque, se toma un momento haciendo brillar sus ojos, utilizando Aguzar y apenas termina, saca nuevamente Hueso veloz.

    Zerav se pone nerviosa cuando ve que Lucario suelta un último grito de guerra y corre hacia la Delphox quien a duras penas se hace a un lado notando como este tiene la intención de clavarla, Lucario, apenas percatandose, se regresa y repite el proceso pero Zerav de plano sostiene como puede el ataque sintiendo como una fuerza anormal en él se presenta…
    La batalla se tuerce tanto que hace que tanto Ter como Oden se preocupen, e inclusive con la misma historia de algunos que otros presentes que ni siquiera los hermanos se habían dado cuenta.

    —¿Lo ves..? A esto es lo que me refiero, cariño…

    —¡¿Qué más da?! ¡¿Querías enviarme al centro Pokémon, no?! ¡¿”Zerav”?!—. Responde rabioso Lucario cuando da un leve empujón, haciendo perder el equilibrio a esta y Lucario vuelve a deshacer el hueso para repetir Puño incremento y se vuelve a lanzar con todo y grito cuando una tremenda tacleada por parte del mismo Charizard de antes lo quita de en medio… Azotando salvajemente a Lucario en el suelo, este se queja bastante por el daño, al igual que Zerav, pero Lucario insiste en levantarse de a poco cuando escucha que Charizard le dice:

    —Así que mantienes el nombre de tu especie ¿huh? Esta bien, ¡ya basta enano! ¡Creo que ya hicieron lo sufici-pero antes de que Charizard pudiera terminar de hablar, Lucario ruge de rabia y lanza de pronto un hueso clavándolo a un costado del Pokémon, haciéndolo sangrar por la penetración… El mismo no tarda en quejarse bastante por esto y Lucario exclama:

    —No… ¡No! ¡NO! ¡Esto aún no ha acabado! ¡¡Aún no ha acabado!!

    —¡Argh! ¡Bastardo! ¡¡Te reduciré a polvo!!

    —¡Ya basta!—. Grita Zerav quien al fin logra reincorporarse—. Ya hicieron suficiente… No era necesario que intervinieras, así somos cuando combatimos en serio

    —¡Me… Me estarás jodiendo! ¡¿Así de brutales son?!

    —¡¿De qué están hablando?!—. Exclama entre sorprendido y molesto Lucario—. ¡Si estoy luchando como toda la vida! Qué use todas mis fuerzas no altera nada…

    —Ahí es cuando te equivocas, Luc.—Zerav mira en serio a su rival quién se queda paralizado...—. ¿En serio no puedes darte cuenta? Mírate, siempre logras mantener la calma, y si no lo haces por lo menos llegas a pensar un poco las cosas, esta vez de momentos no lo hacías Lucario

    —Eso es mentira…

    —¿Crees que miento? ¿No puedes ver lo poco que ha durado esto Luc? ¡Mírame! ¡Estas heridas son de una batalla intensa y duradera! ¡Y ahora mírate! ¡No me digas que no hay diferencia!—. Exclama algo molesta y agobiada Zerav cuando Lucario se mira a sí mismo, si bien está chamuscado, no ve tantas heridas como con su rival, quien sí se ve más acabada, e inclusive el hueso en Charizard, jamás había logrado penetrar tan pronto a alguien de esa forma.

    —Lucario… Estas subestimando tu poder…

    —¡No! ¡No quieras inculparme! ¡Yo no he hecho nada! ¡¡Yo te dije que no me hallaba en condiciones para pelear y tú me forzaste!!—. Decía Lucario mientras señalaba a Zerav y se reincorporaba.

    —Es cierto, no querías pelear. Pero creo ya comprendes el porqué…

    —Solamente te estás burlando de mí…

    —¡Maldita sea Lucario! ¡No es eso entiéndelo!

    —¡¿Entonces porqué me haces esto?!

    —¡La jodida Lucarionita! ¡Eso! ¿No puedes verlo? ¡Una vez que un Pokémon Megaevoluciona, inconscientemente absorbe parte de ese poder! ¡Y aún no quiera! ¡Se vuelve aún más poderoso de lo que era antes porque su cuerpo ya se estaba adaptando a su nueva forma! No necesitas ser un Mega-Lucario para causar el mismo impacto, el simple hecho que lo hayas hecho una vez, basta

    —Ah, pero. Si hasta yo me sentiría más fuerte… ¡¿Porqué entonces no pasa eso?!

    —La Megaevolución es muy compleja Luc, realmente no tienes porqué sorprenderte si no lo entiendes. —Lucario no evita sentirse algo abrumado, comienza a jadear pesadamente, mirando a los presentes, Oden está confundido mientras Ter está preocupado, en ese momento no está seguro si la comunicación era local o global con todos los presentes. Al final, Lucario se molesta nuevamente y gruñe de nuevo, dándose la vuelta y dirigiéndose lejos del sitio sin antes añadir:

    —Sabes que esta batalla está inconclusa, Zerav. Hasta que ninguno de los dos caiga definitivamente inconsciente, no hay victoria...—. Dice molesto y al fin se retira, de vuelta a casa, Zerav no evita sentirse mal y se gira confundida hacia Charizard quién le pregunta:

    —¿Y tú de donde saliste?

    —Por si no lo sabías, soy Pokémon de Mary, y estoy para proteger las instalaciones

    —Entonces seguro ya de por sí tienes experiencia en esto de las Megas…

    —No...—. Responde el Charizard impresionando a Zerav

    —Así como Lucario era mi primera vez, así que el riesgo era real. En fin, ugh, iré a que me quiten esto. Yo no sé cómo soportas sus ataques

    —Simple práctica… Supongo—Charizard simplemente se levanta sin tantos problemas y regresa de a poco al laboratorio, con su garra tapando la herida, Oden se aparta y se dirige hacia su Pokémon para revisarla.

    —Creo… Que al final no era necesario combatir, ¿sabes?

    —A veces dices cosas muy extrañas, Oden. Me parece que tú tampoco comprendes mi intención

    —Sí, lo comprendo. Querías demostrarle que su poder se incrementó solo por Megaevolucionar

    —¿Entonces porqué dices que fue inútil?

    —Interesante… Parece que los papeles se invierten, Zer—. Responde Oden extrañando a esta y Ter simplemente se dirige a ambos y exclama:

    —Bueno, esto de ser el campeón y dar explicaciones por el contraste con la Liga resulta molesto, uff, en fin. Iré a alcanzarlo y a curarlo. Me parece que estamos muy lejos de dominar la Mega

    —Tranquilo, ya entenderá, es solo cuestión de que se vaya adaptando, si se acostumbra a su nuevo poder, se acostumbrara más fácilmente a la Megaevolución

    —¿Y qué va a suceder si no, Zerav?

    —Es tu Lucario, ¿acaso no confías en él?

    —Claro que confío en él… De no ser por aquello...—. Responde en seco Ter enmudeciendo al dúo—. Ugh, como sea. Los veo en casa chicos, los esperamos.—Ter sin más, avanzó hacia la casa de ambos para descansar, el final tanto Zerav como Oden se miran preocupados…

    Pasaron los minutos, y Lucario ya llevaba algo de rato de haber arribado a casa, esperando a Ter.

    El Pokémon daba vueltas por la sala mientras reflexionaba sobre lo acontecido. Se le veía abrumado con las palabras de Zerav y el repentino comportamiento de Charizard… ¿En serio se estaba excediendo? ¿En serio había ganado más poder solo por haber Megaevolucionado una vez? ¿En serio se estaba enviciando de alguna manera a la Mega? Esas dudas lo carcomían en vida, cuando se detuvo frente a una gran ventana que daba al río, en ese momento, escucha una voz familiar...

    —Así que estás en la etapa de la confusión, ¿eh? La etapa en donde no sabes lo que es real y lo que no

    —¿Huh?—. Exclama sorprendido Lucario girándose y viendo a uno de sus mayores amigos y aliados, un Pokémon que si bien se les unió por medio de la traición a su entrenador original. Lo hizo porque compartía muchas similitudes con el mismo Lucario… Un Gallade

    —Sí, toda la “confrontación” con uno mismo sobre si en verdad algo en tí mismo está cambiando, o más bien es producto de nuestra mente—. Decía Gallade mientras se aproximaba a lado de Lucario, mirando hacia el río junto con él.

    —Yo sé que tu otro entrenador tuvo en su poder el Mega Aro, pero hasta donde yo sepa, con los Gallade no hay tantos problemas con este tema de por medio

    —Y es cierto, pero es una lástima que no a todos los Pokémon en general se les da Megaevolucionar, amigo mío

    —¿A qué te refieres?

    —Me refiero a que, pese a ser un Gallade, yo también perdía el control, aún inclusive mi, uf, querida Gardevoir se encontraba allí

    —¿Estas diciendo que literalmente, hay que estar hechos para la Mega?

    —No necesariamente, si no, no podría seguir Megaevolucionando en su caso . Hablo que si ahora mismo me transformara, no tendría problemas Luc

    —¿Entonces..? ¿Literalmente, debo entrenar?

    —No...—. Responde Gallade confundiendo al otro—. Digamos que no es necesariamente “entrenar” ya que, no es algo físico, sino mental. Sin embargo, no se le puede llamar entrenamiento ya que, es como decir, una excursión, sí, debes explorarte a tí mismo y descubrir las fallas… El porqué estar perdiendo el control

    —Pero… Si yo solamente caí inconsciente pasados los segundos, no me puse loco ni ataque a cuanto se moviera. Solamente, caí inconsciente

    —Interesante...—Gallade miraba con sumo interés a Lucario mientras añade—. Así que perdiste el control sin más, ¿eh? Caíste inconsciente y fin de la historia… Dime, ¿recuerdas todo ese descontrol?

    —Uh… N-No… ¿Debería?

    —Sí, yo por ejemplo recuerdo perfectamente todo mi descontrol, recuerdo claramente cómo de un momento a otro, un odio y una rabia incontenibles emergieron de mí, controlandome por completo, cegandome y guiando mi cuerpo hasta tal punto que… Yo mismo creí que era yo el que hacía las cosas, cuando no era así. ¿Sabes en qué pensaba, Lucario?

    —No…

    —Pensaba claramente...—. Responde sin más Gallade, sonriendole, con total calma, como si fuese una historia pasajera, sorprendiendo bastante al Pokémon

    —¿Pensabas claramente?

    —Sí, sí, en serio que lo hice… Pensaba mis movimientos, pensaba mis actos, escuchaba mis instintos, todo, como si peleara de forma normal, pese a estar consciente de que ahora era un Mega-Gallade

    —Pero… ¿Y entonces cómo es que dices que estabas descontrolado?

    —Porque de la nada tres Pokémon se arrojaron a detenerme, porque al destransformarme, resultaba que estaba mucho más dañado de lo que pensaba, porque como si de una neblina invisible se tratase, los Pokémon contra los que luché estaban en un estado mucho peor de lo que creía yo los había dañado... —. Dice Gallade acercándose con total calma hacia Lucario, estando cara a cara sin dejar de mostrar un gesto sereno… Añadiendo:—. Porque ya no sabía lo que era real… Y lo que no...—. Añade como último Gallade dejando impactado a su amigo. Haciendo que este pestañee un par de veces, pensativo.

    —En cortas palabras, no sabrás si lo que estás haciendo, esta bien o esta mal. Hasta que literalmente es tarde…

    —P-Pero y entonces… ¿Cómo sabes que lo dominas?

    —Porque todo lo que haces, lo que piensas, y, más importante… Lo que sientes, se sienten mucho más real de lo normal…

    —¿Más… Real?

    —No hay palabras para ello Luc. Debes experimentarlo por cuenta propia—. Dice Gallade retrocediendo al fin, dejando al Pokémon pensando, pronto Gallade se acerca nuevamente, poniendo su palma derecha en su hombro izquierdo, en señal de comprensión.

    —Oye, tranquilo. Es complicado, pero no es necesario que estés Megaevolucionado para comprender, el que ahora mismo estés meditando esto, ya es un avance, créeme… Te entiendo Lucario, comprendo tu frustración y desesperación por entender, pero la Mega es algo que no puedes forzar, estoy contigo y lo sabes, siempre te ayudaré en lo que necesites...—. Dice Gallade sin dejar de mostrar un gesto comprensivo hacia Lucario quien se alegra y soltando una pequeña lágrima, asiente y responde:

    —Comprendo, Gallade. Gracias amigo, no sabría qué hacer sin tí…

    —Jeje, seré tu guía a lo largo de tu viaje con la Megaevolución si es preciso, es injusto que solamente tú y Zerav quieran estrenar tu nueva forma, yo también quiero jugar a ello aunque seamos parte del mismo entrenador. Trataré de pedirle a Ter que me consiga la Galladita… Un duelo de Megas sería interesante, ¿no lo crees?

    —Jeje, sin duda alguna, además de Zerav, tú también sabes dar competencia, creo que sería lo justo...—. Responde igualmente emocionado Lucario cuando este se percata de algo y añade:—. Uhm, oye, ¿de casualidad Ter no ha tardado mucho en llegar?

    —Ah, uh, es cierto. —mientras Gallade le respondía, este miraba alrededor, esperando que ya estuviese dentro sin que ambos se percatasen pero, parece inútil.

    —Es extraño que no haya llegado, esperaba verlos entrar al mismo tiempo

    —Es que tuve algunas dificultades con Zerav como siempre, a propósito, ella dijo que los guardaría a todos… ¿Y tú qué haces aquí?

    —Vaya, parece que ya no me quieres aquí afuera—. Responde un poco apenado Gallade

    —¡No, no! ¡Nada de eso! Es solo que es extraño, no esperaba verte realmente

    —Oh, sobre eso, bueno. Antes de que Oden y Zerav acudieran al llamado del doctor Dereman, decidieron sacarme a mí de mi Pokeball para vigilar la casa en su ausencia, y obviamente en la de Ter y tuyo también

    —Ah, eso explica muchas cosas pero… Me preocupa que Ter no llegue

    —Tranquilo, si dices venir de Dereman seguro que ha de seguir por ahí. ¿Porqué no intentas llamarlo?

    —Buena idea—. Responde Lucario mientras se dirige a una de las paredes y descuelga un teléfono, toma un palo pues sus dedos son demasiado gruesos y teclea el número del doctor, espera unos momentos cuando el mismo responde.

    —¿Hola? ¿Doctor Dereman? ¿Es usted?

    —¡Sí, Lucario! ¡Soy yo! Vaya, ¿ya hasta por medio de teléfono puedes comunicarte? Sin dudas me debes explicaciones muchacho

    —Ehm, digamos que tiene su lado científico pero bueno. ¿De casualidad se halla Ter con usted?

    —¿Ter? ¡Oh, sí! Pero… Lo ví porque decía que había algo que debía contarme. Después dijo que se encaminaba a casa y eso es todo…

    —¿En serio? Pero… Si desde hace una hora que llegué a casa, ¿esta realmente seguro que no sigue ahí?

    —No Lucario, siempre tengo registros de los que entran y salen de mi-pero antes de que Dereman terminase de hablar, se oye otra voz de fondo, voz que Lucario, a pesar de no entender nada… Viejos traumas regresan a su mente… Apenas va a decir el nombre cuando este mismo sujeto toma el teléfono y exclama:

    —Hola, Lucario… Seguro me recuerdas, he sido muy malo con ustedes, no lo niego, sé perfectamente que me recuerdas con total claridad. ¿No es así?—. El sujeto, con voz grave hablaba un poco sarcástico pero a la vez sincero, sin embargo, eso no evitó que Lucario se tensara, apretando el teléfono…

    —Tú… Zakan… Creíamos que habíamos acordado derrocarte de esta región cuando dimos aquella… Batalla…

    —Lo sé, lo sé. Lo recuerdo, pero solo quiero pedir disculpas, solamente quiero su perdón, y juro que me iré nuevamente… Inclusive ya hasta hable con Oden y con Zerav—Lucario fugazmente recuerda la última discusión de los cuatro, apenas terminando la celebración que se habían montado antes de dirigirse al Laboratorio para las pruebas, ambos, habían dicho que irían a ver a alguien…

    —Ah, s-sí, habían dicho algo similar. ¿Pero que te hace pensar que recibiras nuestro perdón? ¡¿En especial la nuestra?!

    —Sé que no lo merezco, Luc. Pero en serio lo necesito…

    —Tú solamente buscas explotarnos, es lo único que te interesa…

    —Juro que no—. Responde tranquilamente el susodicho Zakan mientras Lucario se tensa aún más, al parecer Dereman se percata de la tensión en ambos ya que lo escucha hablar y se escucha que se intercambian el objeto, siendo el que habla nuevamente el doctor.

    —Lucario, sé de su situación. Pero ya desde hace semanas que quería anticipar su llegada, por favor, no seas rudo con él, no lo será más conmigo ni con ustedes…

    —¿Qué está diciendo Dereman..? Usted vió lo que nos hizo… ¡En especial cuando recién nos conocimos! ¡Era un simple Riolu, recién llegando a este mundo y… Y..!

    —Lucario, por favor...—. Responde Dereman con tono piadoso, cosa que molesta bastante al Pokémon, notando la preocupación de Gallade, pues parece saber del tema cuando Lucario añade:

    —Tan sólo dígame… ¿Ter está bien?

    —Ugh, en serio que quisiera… ¡Oh, espera Lucario! ¡Esta regresando ahora mismo! Pero… ¿Y ahora porqué?

    —¡¿Qué?! ¡¿Ter regresó?!

    —¡Sí! Aunque, se le ve tenso. Creo…

    —Iré para allá—. Responde en seco Lucario, quitándose el teléfono del oído cuando Dereman le pide que espere pero para este momento, el Pokémon ya había colgado…

    —Parece que viejos traumas regresan…

    —Ugh, ni lo digas Gallade, tú y yo sabemos más que nadie el bastardo que es ese sujeto…

    —Comprendo, comprendo. ¿Gustas que te acompañe?

    —¿Pero y la casa?

    —Vamos, Lucario, no me digas que te estas convirtiendo en Zerav, no ha habido crimen alguno desde… ¿Siempre? Es lo bueno de ser una región pequeña

    —Uhm, bueno tienes razón, gracias Gallade, no habría esperado menos de tí

    —Me da igual, gozo de nuestra compañía—Lucario se ríe y se da la vuelta para dirigirse a la entrada, Gallade lo alcanza, le asiente y ambos regresan trotando hacia el Laboratorio…
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  5. Threadmarks: Capítulo 3 - Bestia
     
    Gigavehl

    Gigavehl Equipo administrativo

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2019
    Mensajes:
    4,089
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Esperanza Omega
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    4834
    No pasan ni dos minutos cuando el dúo llega y… Ven todo muy distinto… Distinto en el aspecto de la entrada, pues hay demasiada gente reunida, el dúo no evita mirarse extrañados, y pronto Lucario toma la delantera para investigar mientras Gallade sigue sus pasos.

    No tardan mucho en llegar con la gente, y al ver que no pueden ingresar, terminan por pedir permiso, algunas personas de alguna manera reconocen a los Pokémon y les ceden el paso, con algunas dificultades pero al fin, logran ingresar, ven una extraña cúpula de vidrio sumamente gruesa cubriendo toda la entrada, cosa que impacta a Lucario, pues si desde hace una hora y media que no estaba así, esto le da mala espina al Pokémon y rodea el sitio, viendo una puerta de cristal también y la abre para ingresar. Pronto, ambos cierran la puerta y corren hacia la entrada al Laboratorio, apenas ingresan cuando Zakan es el que los recibe, poniéndolos tensos…

    —Ah, Lucario, Gallade. En especial a tí, no esperaba verte. Bueno… ¿Cómo les va chicos?

    —¿Desde cuando te preocupas tanto por nosotros?—. Responde un tanto seco Gallade, pero a diferencia de Zerav, o de Lucario, o inclusive de los mismos Gallade, este sí que usa sus cuerdas vocales para hablar con la gente…

    —Wow, oigan, sé que tuvimos nuestros problemas, pero no es justo que después de haber dejado por diez años esto, tengamos que seguir así...

    —Hiciste esto mismo el año pasado, y tampoco fue muy grata la visita—. Responde también Gallade impresionando y confundiendo a Lucario, como si no recordase aquello

    —Uf, sé que también no fue lo mejor, pero escuchen, en serio las cosas serán distintas ahora mismo…

    —¡Como sea! ¡¿Porqué estás aquí?! Analizo tu Aura y es igual de repugnante como siempre lo he recordado… No tienes que ver con esta extraña cúpula de aquí afuera… ¿Verdad?

    —No, esta vez no fui yo, fue la tal Mary, su asistente, ustedes saben.

    —¿Pues entonces que van a hacer?

    —No lo sé, solamente escuché que es algo importante e innovador, eso es todo…

    —Agh, esto no me gusta.—Lucario no evita sentirse confundido ante lo que contempla cuando Mary llega con el trío y exclama:

    —¡Ah! ¡Aquí están! ¡Vaya, Gallade! ¡Cuanto tiempo!

    —Uh, sí, hola señorita Mary

    —Bueno, en fin. ¿Qué va a hacer?

    —La paciencia es una virtud, Lucario. Tranquilo… Zakan simplemente es coincidencia aquí, sin embargo, justo íbamos a llamarte de vuelta cuando Dereman nos dijo que de todas formas vendrías

    —¿Y dónde está el doctor?

    —Dijo que un imprevisto aconteció con sus otras oficinas de la Liga, así que tuvo que ir hasta allá a revisar

    —Hum, esta bien...—. Responde un tanto inseguro Lucario y al final añade:—Y bueno… ¿Para qué me quieres?

    —Tanto tú como Zerav queremos que repitamos el mismo proceso con Charizard

    —¿En serio? ¿Pero..? ¿Con tanta gente? ¡¿Porqué?!

    —Tranquilo, Lucario. Debe haber alguna explicación

    —Así es Gallade, gracias. Hemos hecho prueba y error por años con esto, hay un Blaziken en especial que no se soporta ni él mismo, y por consiguiente, al Megaevolucionarlo las cosas terminan mal. Sin embargo, parece que los Iristales comienzan a surtirle efecto…

    —¿Iristales?—. Exclama sorprendido Gallade, elevando la ceja sorprendido, con lo que Mary hace gesto de “uy, dije de más” y sin más, prosigue:

    —Sí bueno, es la innovación de la Megaevolución, ¿no es algo obvio? ¿Lucario? ¿Charizard? ¿Blaziken?—. Decía emocionada Mary con lo que hasta Zakan se queda confundido… Gallade niega con la cabeza y Mary simplemente añade:—. Bueno, entonces esperen y vean, de todas formas, nos gustaría que estén atentos, sin dudas, tu presencia aquí con nosotros Gallade, también es de agradecer

    —Uhm, sí, seguro... —. Responde forzado Gallade con lo que mira extrañado a Lucario y este hace lo mismo…

    —Tranquilo, Zerav ya ha de aparecerse pronto, creo que no necesito decir la clase de poder y habilidad que ustedes dos poseen...—. Dice Gallade aunque por medio de telepatía para que solamente Lucario lo escuche, con lo que este hace lo mismo.

    —Sí… Pero mi miedo no es Blaziken o Zerav o lo que sea que vaya a suceder, Gallade. Es Zakan... —. Exclama preocupado Lucario con lo que Gallade se queda pensando, Mary nota los gestos y exclama

    —Tranquilos muchachos, pronto se han de aparecer Oden y Ter también, para que nos ayuden en caso de que algo salga mal, hasta que inclusive mi Charizard estará presente también. Tranquilos, que no por nada el vidrio está aquí...—. Exclama Mary dejando pensando a Lucario, pues lo que le parece extraño, es que de manera tan precipitada, siempre, o tal vez siempre, estén experimentando, que más que empleados los usen a ellos… ¿Es que acaso sus asistentes son más inútiles que ellos dos, Oden y Ter? Probablemente… Aún así, ¿mostrar tan pronto la Megaevolución con algo tan extraño como un Iristal al público? Ok, hay seguridad. Pero ni él siente que las cosas vayan a terminar bien, lo sabe, de alguna manera lo sabe, y no le gusta para nada, pese a sentir que de alguna forma. Esto lo ha vivido antes…

    Gallade, al notar los gestos de Lucario, decide jalarlo un par de veces del brazo, con lo que Lucario asiente y lo sigue afuera, ven que en el vidrio hay marcados un curioso símbolo, nada especial, pues se nota a leguas que es a donde se tienen que colocar.


    El experimento final

    —Bueno, lo admito, es extraño…

    —Ya que más da… Tengo un muy mal presentimiento Gallade… No me gusta esto

    —Sé cómo te sientes, hasta yo lo presiento, pero tranquilo, somos muchos, es realmente imposible que algo malo ocurra—. Exclama Gallade igual de calmado como siempre, tratando de relajar a Lucario con lo que este asiente y mira al frente de nuevo.

    Largos y tortuosos minutos pasan cuando al fin Ter, Oden y Zerav salen, saludando al dúo, impresionandose como todos de la presencia de Gallade, en especial Zerav

    —¡¿Y tú qué haces aquí?!

    —Tranquilos… Dragonite se está encargando

    —Aja, seguro...—. Responde molesta Zerav cuando escuchan que Mary junto con su Charizard sale, además de Blaziken… Mary toma un micrófono y anuncia:

    —¡Damas y caballeros! ¡Nos complace anunciar que estamos a un sólo paso de conseguir que la Megaevolución sea dominada a otro nivel! ¡Así es! ¡Gracias a los poderes otorgados por el mismísimo Zygarde, podremos decir que estamos apenas a centímetros de darle un nuevo poder no solamente a los Entrenadores, si no a los mismísimos Pokémon!—. Exclama Mary con lo que impresiona a todos los presentes, todos excepto Lucario, quien en verdad está demasiado tenso…

    —¡Y seguramente se están preguntado el porqué! Bueno, esperen y verán... —Mary deja el micrófono de lado, uno de sus asistentes llega y lo toma para retirarse, mientras que Mary se coloca cerca pero no junto del quinteto, espera pacientemente mientras que a Blaziken, por medio de control remoto, se le es retirada las esposas y hasta que un collar, esposas que Lucario no recordaba que portara cuando estaba con Ter para las pruebas. Pero de pronto, algo le llama poderosamente la atención, no porque ya ande algo mal en él, si no porque reconoce la forma, forma incrustada en un brazalete en su brazo derecho… Es, una Mega piedra. Por intuición, piensa que es la Blazikenita… Sin embargo, no ve por ningún lado a un entrenador o entrenadora para la acción, pero, Blaziken clava su mirada en Lucario quien lo reconoce… No dice nada, se concentra, y pronto, hace brillar su piedra junto… Con otra cosa… Pues el quinteto se percata que dos cosas brillan y pronto, Blaziken se queja, se retuerce y pronto ruge, haciendo los mismos gestos y movimientos como Lucario, mientras este se llega a sentir bastante extraño al Megaevolucionar. Pronto, los rayos emergen y la piedra se derrite, esta se fusiona con el cuerpo de Blaziken y pronto la cubre, notando el cambio de apariencia para que, en tiempo récord, la transformación sea concluída… ¿Será por tantas veces o por tanto tiempo que ha estado Megaevolucionado que ya ni se tarda tanto? Blaziken suelta un último rugido y al fin se muestra por completo… Esta hecho.

    La gente se pone eufórica, nadie, ni siquiera los de dentro se creen lo que contemplan… ¿Es que acaso Megaevolucionó por su cuenta? Mary aplaude emocionada y le exclama a los chicos:

    —Ahora, sería mejor que se preparen, se supone, que después de tanto tratamiento con él, después de tanto experimento, y basándonos en los resultados de Lucario y de Charizard que han sido nuestros sujetos más peculiares… Debió ser suficiente para dar los últimos ajustes, y pues, hacer que se controle él mismo…

    —¡Ah! ¡¿Es eso posible?!

    —Bienvenido a la meta del doctor, Gallade. Sin embargo… Por cómo cierto Pokémon aquí presente se comportó, parece que no es el único que hace eso...—. Exclama Mary impactando al quinteto, pues no deja de mirarlos, como si aquél Poke se hallara en ellos, y Gallade, se supone a sí mismo que no es él… Dejando solamente a uno…

    —Wow, oye, no… Esto es una mentira, ustedes mismos dijeron que no lo conseguí… ¿Como-

    —Nunca dijimos que a la primera lo conseguirías Lucario, pero tampoco dijimos que no hicieras algo innovador a la hora de Megaevolucionar—. Dice Mary con lo que deja a todos impactados y pronto vuelven a centrar su atención a Blaziken, quién notan que mira fijamente a alguien… A Lucario…

    Este no evita ladear la cabeza, extrañado, con el ceño fruncido… ¿Porqué lo observa tanto? Sin embargo, a pesar de quedarse así unos momentos, Blaziken pestañea varias veces, y pronto comienza a mirar todos lados, confundido… Oh no, esto ya lo ha escuchado antes

    —¡Ah! ¡Esperen, detengan esto! ¡Está haciendo los mismos gestos que yo hice!

    —¡Lucario, no espera!—. Exclama Mary despegándose de la pared y observando, ven cómo Blaziken se arrodilla, producto de su confusión y miran que jadea pesadamente, sin dejar de pestañear pero… De pronto parece irse calmando, deja de pestañear y se levanta lentamente, generando una tensión magistral tanto de elegidos como del público. Cuando Blaziken se reincorpora, mira a los siete presentes, y cuando lo hace, comienza a reírse de manera agobiante cuando… Se calla por completo, suelta un grito de guerra y utiliza Patada de salto alto contra ellos, Lucario reacciona y salta hacia Ter tacleando a Gallade de paso, lo mismo hace Zerav arrastrando a Oden y a Mary mientras Charizard se pone a la ofensiva. El ataque falla, pero realmente eso fue lo de menos…

    Pese haberse dañado, no parece importarle mucho, pues se reincorpora sin problemas cuando vuelve a fijar su mirada en Lucario… ¿Porqué tanto interés? Este se levanta también, advirtiendo que se alejen de Lucario pues parece estar obsesionado de alguna manera… Oden y Mary no tardan en dirigirse al otro lado mientras Gallade, Charizard y Zerav rodean a Blaziken junto con Lucario…

    —Oye… Tranquilo, sé que me escuchas, no tienes porqué hacer esto... —. Dice Lucario con la intención de que Blaziken entrara en razón pero… Lo único que recibe como respuesta es un Gancho alto que agarra desprevenido al Pokémon, dando una Patada ígnea a medio aire azotandolo en el techo del vidrio y pronto, Mega-Blaziken remata con Envite ígneo bajando bruscamente hacia donde Lucario apenas rebotaba siendo brutalmente impactado haciéndolo gritar del dolor… Y pese al tremendo daño que Blaziken recibe, nuevamente, no parece importarle mucho, sacando prácticamente de combate a Lucario, y encarando al resto de forma hostil…


    Fracaso

    —Ay… Maldita sea, pobre Lucario, su tipo no lo ayudó en lo absoluto

    —Eso ya no importa Gallade, lo que importa es este maldito loco

    —Ah, maravilloso, ya le decía yo a Mary que no podía terminar bien—. Exclama Charizard en respuesta a Zerav cuando Blaziken gruñe y se lanza sobre Gallade utilizando Nitrocarga el cual acierta, sacando volando hasta la entrada y hasta que inclusive metiendolo por tremendo impacto… Le gente se alarma, y al fondo se escucha a Oden decir:

    —¡Zerav! ¡Utiliza Psíquico, ahora!—Zerav no tarda en reaccionar y va a atacar cuando recibe una brutal patada por parte de Blaziken, esta apenas va a reaccionar cuando el ave utiliza Cuchillada, acertando de lleno, Blaziken la sujeta de la cabeza y lo arroja levemente para usar Doble patada y rematar con Patada ígnea, que pese al poco daño del último, no evita sentir un brutal daño encima suyo… Sacando volando a Zerav hasta los pies de Mary quien está atónita…

    —¡Maldita sea! ¡¿Pero cómo es que ganó tanta fuerza?! ¡Charizard, megaevoluciona!—. Gritaba Mary, alarmada, cuando activa su piedra y saca los rayos hacia la Charizardita X del mismo y pronto se transformaba en un ser dragónico color negro... Flotando en el aire…

    Blaziken va a precipitarse sobre Charizard cuando presiente algo y se hunde en la tierra utilizando Excavar, cuando Gallade se teleportaba y al mismo tiempo utilizaba Psicocorte, arrojando varias ondas hacia donde se encontraba Blaziken pero fracasa… Mary se percata y exclama:

    —¡Charizard, Terremoto!—. Grita Mary pero apenas Charizard va a accionar cuando Blaziken emerge de la tierra frente a la misma, esta se queda en shock al igual que Charizard y Blaziken termina por usar Hiperrayo justo cuando Gallade se teleporta, impulsandose con la pared empujando a Mary y a Zerav en el proceso pero es brutalmente impactado por el rayo de Blaziken, haciéndolo gritar desgarradoramente y termina por clavarlo en la pared, incapaz de hacer algo más…

    Charizard se queda atónito, y al ver que Mary no reacciona, se enfurece y pese al poco espacio, aún así utiliza Vuelo y cae sobre Blaziken quien logra impactarle, dañandolo severamente, sin embargo, Charizard no logra aterrizar bien, así que termina estampándose al suelo, pero se recupera rápido cuando Blaziken utiliza Tóxico, envenenando severamente a Charizard y Blaziken utiliza Puño certero impactando de lleno al Dragón azotándolo brutalmente en el suelo, pero este no se rinde y Utiliza Aguante, soportando la Cuchillada de Blaziken, este no puede hacer nada cuando el oponente usa Golpe Aéreo dando un curioso garrazo desde más alto de lo normal, afectando en serio al Pokémon, al final va a rematarlo con Hiperrayo también cuando Blaziken se recupera a una velocidad vertiginosa y utiliza Doble patada para aturdir al Dragón, y pronto remata con Demolición acerctándole de lleno a la cabeza, usando su brazo derecho y azotándolo nuevamente… Provocando así, su posterior destransformacion…

    La brutalidad de Blaziken no hizo más que sacar de combate a sus cuatro oponentes en tiempo récord, fijando su atención ahora en Ter, quien está en shock pero reacciona al verlo ahí, amenazando con acabar su vida… Pese a la paliza, Lucario y Zerav reaccionan, pero por mucho que lo intentan, no resulta… Sin embargo, sorpresivamente, Oden es el que sale del Laboratorio, parece que en algún momento entró cuando arroja el Brazalete a Ter y… Una piedra a Lucario el cual rebota hasta quedar prácticamente enfrente suyo… Ter a duras penas se percata y toma el brazalete mientras que Lucario reconoce la piedra… Es la Lucarionita…

    —O-Oden… ¡¿Qué estás haciendo?!—. Responde como puede Lucario cuando Oden arroja un ladrillo a Blaziken para que ahora captara su atención

    —¡Ah! ¡Oden! ¡¿Qué haces?!

    —¡¿Tú que crees hermano?! ¡Trato de salvar nuestras vidas!

    —¡Pero… No lo entiendes! ¡Fracasamos en mantener cuerdo a Lucario! ¡¿Qué te hace pensar que ahora resultará?!

    —¡¿Tienes una mejor idea entonces, genio?!—. Responde igual de presionado Oden cuando ve que Blaziken comienza a caminar lentamente, cosa que agobia a Lucario y a Zerav, siendo esta última la que quiere reaccionar pero recibe una Llamarada por parte de Blaziken quién ni se molestó en verla, pese a ser de tipo fuego, no evita experimentar el daño que definitivamente le impediría hacer algo más.

    —¡Maldita sea! ¡¿Y dónde están los guardias?!

    —¡No lo sé! ¡Por alguna razón la instalación está desierta!

    —¡¿QUÉ?!—. Respondía realmente impactada Mary cuando Blaziken gruñe y corre hacia Oden con Patada ígnea quién solo se limita a arrojarse a un lado, cosa que consigue a duras penas, pero apenas falla y Blaziken vuelve a mirarlo, comenzando a reírse de él…

    —¡Maldición! ¡Pero no va a resultar..! ¡¡Puede ser peor!!

    —¡HAZLO, TER! ¡¡TIENES QUE HACERLO!!—Increíblemente, no fue Oden el que gritó, si no Lucario mismo… Tomando apenas con su mano izquierda la Lucarionita, dejando en shock a Ter…

    —¡No! ¡Lucario! ¡¡Solamente perderás el control y será aún peor!! ¡¿Es que acaso no recuerdas nada?!

    —¡NO! ¡No recuerdo nada! ¡¡Pero Ter!! ¡Aún con este daño! ¡Sabes que los Mega-Lucario lo destruyen todo! ¡¡HAZLO!!

    —L-Lucario…

    —¡HAZLO! Confía en mí… Ter...—. Exclama de último Lucario, prácticamente que rogando, con lo que Ter suelta un alarido desesperado y sin decir nada, se coloca rápidamente el brazalete y azota su palma en la piedra… Activandola…

    El modus oprandi no tarda en surtir efecto, y prono, Lucario vuelve a experimentar lo mismo de antes, aunque, por alguna razón hay una extraña diferencia, y es que… De alguna forma, se siente más “identificado” con la Mega… Como si ahora, recibiera el abrazo de un ser querido, una sensación que ni él comprende, aun así, sus gritos no se hicieron esperar, y esta vez no pudo dejar de pensar en Ter y el resto, debía detener a Blaziken, o podría hacer algo peor… Esta vez no perdería el control… No debía hacerlo.

    Con esos pensamientos, Lucario comenzó a mutar y cuando menos se da cuenta, la misma adrenalina le da el empujón que necesita, y aún a medio transformar, se levanta y corre hacia Blaziken quien utiliza Ascuas para hacer arder en vida a Oden cuando un Hueso logra separar las llamas de una manera segura mientras se rompía el líquido de la transformación… Revelando a un Mega-Lucario…

    Blaziken cancela al fin su ataque, sin comprender realmente el porqué de su tirón de energía cuando escucha que Lucario le dice:

    —Yo te dije que nos calmaramos… Yo te pedí las cosas de manera amable, con la intención de no terminar así, pero no quisiste escuchar...—. Exclama Lucario, con la mirada baja, quitando poco a poco su hueso, sin percatarse que quebró los vidrios de alrededor por el tirón de poder.

    —Me dañaste así porque sí, le hiciste serias heridas a mis amigos… Y ahora...—. Exclama Lucario haciendo elevar sus sensores, moviéndolas como serpientes, aunque esta vez tensando bastante su pelaje tanto azul como amarillo, mostrando unas pupilas sumamente agudizadas, penetrantes y… Asesinas

    ¡TE HARE PAGAR POR ESO!—. Grita Lucario utilizando Puño incremento, moviéndose a tal velocidad que prácticamente se teleporta detrás de Blaziken dándole tremendo golpe y sacándolo volando brutalmente hasta el otro extremo, azotándolo y cayendo sin más al suelo, realmente adolorido

    —¡LEVÁNTATE! ¡¡Y PELEA!!—. Grita en auténtica cólera Lucario invocando casi que instantáneamente sus Garra metal, pese a ser un movimiento débil frente a Blaziken, este se levanta sin más, poniéndose en pie de guerra y serio, aunque, no dejaba de mostrarse algo tenso…


    No fallaré... (No acompaña su desenlace)

    Apenas Blaziken va a hacer algo cuando de pronto, Lucario se arroja sobre este clavando sus garras en la piel de su contrincante, haciéndolo quejarse y logra apartarlo con un rodillazo y pronto utiliza Patada ígnea, que pese a acertar, Lucario retrocede pero pronto se detiene, con la mirada baja y volviendo a utilizar aquella velocidad, se teleporta tras Blaziken y utiliza Palmeo, cargándolo a una velocidad enorme, impactando de lleno a Blaziken, este apenas soporta el ataque, pues ataca con una fuerza anormal pese a la forma que tiene, este no se rinde y se da la media vuelta para utilizar Puño certero, el cual le impacta de lleno a Lucario, clavándolo en la pared, este se queja pero aún así, se aguanta el tremendo daño y vuelve a sacar sus garras pero ahora convirtiéndolos en algo siniestro, golpeando el rostro de su oponente dañándolo severamente, haciendo que al fin lo suelte y Lucario caiga, este apenas aterriza y se arroja sin piedad alguna contra Blaziken, dando una serie de ataques mientras su oponente apenas si puede mantener el brutal ritmo con el que Lucario ataca, pues es sumamente veloz.

    Al final, opta por cambiar de táctica y en un momento dado, usa Ascuas para aturdirlo, sigue con Doble patada y remata con Puño fuego, pero en este último, Lucario apenas logra frenar el ataque con su mano derecha, no suelta ese gesto de asesino, Blaziken nota cómo su oponente se para de forma erguida, casi que pareciese estar muerto en vida, pero aún así siente latir en él un Aura sumamente potente y fluido en todo su ser. Lucario, al ver que no hace nada, utiliza Puño drenaje, acertando un par de golpes robandole su vitalidad, repite el proceso con Zerav y se gira sobre su eje para darle una patada y empujarlo.

    Se pueden escuchar los tremendos golpes secos que Lucario le propina a su oponente, este, comienza a toser sangre por la tremenda brutalidad que ejerce, pero aún sin decir nada, se reincorpora y repite Demolición con el cual logra darle en la espalda, Lucario por consecuencia se queja en verdad, quedando arrodillado, con las manos al suelo, tosiendo también sangre, pero aún como si no le importara aquél ataque, se gira en el suelo y repite Palmeo logrando empujarlo, Lucario se reincorpora y repite Garra umbría, corriendo hacia Blaziken, este comienza gemir de la desesperación y no logra evitar el primer garrazo, sin embargo, como puede frena el resto, aunque ahora Lucario, en verdad que desesperado, aprieta tanto la fuerza como la velocidad, llegandose a escuchar severamente los golpes hasta que agota a Blaziken, Lucario termina por hacer un ataque en diagonal, de abajo hacia arriba hacia la izquierda, haciendo que se levante, cruza los brazos para abrirlos de golpe y hacerle un severo daño en el pecho, haciendo retroceder a Blaziken y pronto, Lucario grita de rabia bajando los puños y elevandolos mientras los cruza haciendo un ataque en “X” sacando volando a Blaziken hasta los hermanos, el Pokémon terminar por salir rodando y gime ya no de dolor, si no de agonía. Con lo que Lucario, al darse cuenta que al fin esta por acabar con la vida de su contrincante, comienza a reír sarcásticamente, acercándose a duras penas hacia él, pues pese a no demostrar dolor, en realidad Lucario también está agonizando…

    —¡¿QUÉ TE PARECE?! ¡No eres tan rudo como pensaba! ¡¿Eh?! ¡¿YA VISTE LO QUE ES METERSE CON ALGUIEN DE TU TAMAÑO?! ¡¿¿MALDITO ENFERMO??!—. Gritaba Lucario, en el que si no fuera por telepatía, se desgarraría la garganta, poco a poco va llegando y al fin, al tenerlo al frente. Comienza a cancelar el ataque para pasar a Puño incremento…

    —Aún a pesar de tus ataques, no me hiciste sentir casi nada. Es una lástima… Que las cosas deban terminar ASÍ—. Grita nuevamente Lucario, gozando del momento y a punto de ejecutar a Blaziken cuando recibe otra Llamarada, haciendo gritar del dolor al Pokémon pues no esperaba un ataque, por lo que al girarse, se da cuenta que es Zerav

    —¡No… Lucario, espera! ¡¡No tienes porqué matarlo!!—. Exclamaba desesperada Zerav, gastando lo último de sus energías, pero Lucario no responde, tan sólo lo mira extremadamente furioso, sintiéndose traicionado, vuelve a erguirse hacia ella, mirándolo con esos ojos asesinos, por lo que se comienza a acercar a una velocidad preocupante, sin soltar su Puño incremento, Zerav comienza a agobiarse cuando de pronto, Charizard se arroja encima de Lucario para frenarlo. Este grita desesperado, pero logra tomarlo del hombro y se gira sobre sí mismo con ciertas complicaciones, arrojándolo hasta la pared

    —¡¿QUE ESTÁN HACIENDO?! ¡¿AHORA QUIEREN QUE YO SEA EL VILLANO?! OOHH, ESTAN MUY EQUIVOCADOS ¡¡NADIE… ABSOLUTAMENTE NADIE SE METE CON TER!! ¡¡¡EL ES MI VIDA!!! ¡Y TODO AQUÉL QUE LO DAÑE SUFRIRÁ LAS CONSECUENCIAS!—Lucario gritaba completamente fuera de sus cabales, sin duda alguna, fuera de control… Apenas el Pokémon terminaba de hablar y Gallade se teleportaba sujetando a Lucario por detrás también, el Pokémon de acero gritaba rabioso, liberándose como puede del agarre, pero el agotamiento comenzaba a invadirlo, sin embargo, esa idea tan arraigada de no detenerse hasta ver a Blaziken muerto, hizo que poco a poco se fuera zafando. Sin embargo, Lucario comenzaba a ver borroso y oscuro, estaba por desmayarse y eso no quería permitirlo de ninguna manera… Así que Lucario suelta otro grito cuando Gallade exclama:

    —¡¡Blaziken!! ¡¡¡BLAZIKEN!!! ¡Detenlo! ¡Yo sé que puedes!—y en ese momento, Lucario al fín pudo escuchar la voz de Blaziken, aunque… Una extrañamente entera y familiar…

    —¡¿Qué?! ¡No, no puedo!

    —¡Tienes que hacerlo! ¡¡Como no lo hagas no habrá forma de detenerlo!! ¡¡¡HAZLO!!!

    —¡Pero no garantizará que se destransforme! ¡¡Empeorará teniéndome cerca!!

    —¡Hazlo..! ¡No voy a soportar mucho así! … ¡¡¡HAZLO, BLAZIKEN!!!—. Gritaba realmente agobiado Gallade mientras veía como de la nada, Blaziken, extrañamente más entero de lo normal, se comenzaba a hallar frente a Lucario… Este por consecuencia, se altera de verdad pero increíblemente Gallade soporta el agarre, sin darse cuenta, El Pokémon de acero dejaba de dar tanta batalla…

    —¡NO! ¡¡NO!! ¡¡¡NOO!!! ¡NO PUEDEN MATARME! ¡¡NO PUEDEN HACER ESTO!! ¡NO DESPUÉS DE HABERLES SALVADO LA VIDA! ¡¿PORQUÉ?! ¡¡¡NOO!!!—. Gritaba Lucario realmente desesperado, escuchó que Gallade le dijo algo pero su desesperación impidió escucharlo con claridad, solamente veía cómo Blaziken poco a poco se acercaba, tocando su antebrazo derecho, Lucario en verdad se desespera y al verlo casi cara a cara, grita una última vez, dando con ello un último jalón de energía que necesitaba, zafando su brazo derecho, con lo que Lucario retrocede bruscamente la cabeza golpeando al acto a Gallade, con lo que lo termina tumbando por lo que lo suelta, haciendo que Lucario quedara libre.

    Blaziken se petrifica y Lucario solamente se levanta, cargando instantáneamente su Puño incremento, tan sólo escucha de último:

    —¡LUCARIO, NO, ESPERA! ¡¡DETENTE!!—. Gritó Blaziken cuando sin rechistar y a sangre fría, Lucario clava su puño en el pecho… Con tal fuerza y brusquedad que lo penetra hasta el otro lado… La sangre no se hizo esperar, saliendo a chorros, provocando los gritos agobiados de la gente, gritos que Lucario era incapaz de escuchar… Este, aún se percata que Blaziken quiere hablar, pero sin permitírselo, gira el puño hasta donde da para acabarlo internamente con sus picos.

    —Sufre… Sufre maldito bastardo… SUFRE… NADIE SE METE CONMIGO… YO… MATARÉ AL QUE SE CRUCE DE FRENTE… ESCORIA...—. Le exclamó de último a Blaziken, sacando al fin el puño, y tan sólo siente, como una mano de Blaziken toca brevemente su oído derecho, nadamas para sentir el último aliento del Pokémon y este comenzara a caer ya sin vida, enfrente suyo…

    Lucario miró con sumo placer y dolo el cadáver, mofándose, burlándose cuanto podía en su mente de su miseria. Por haberse metido con sus amigos, por haberse metido con él… Por haberse metido con Ter… Rió, rió con suma burla y sarcasmo, no necesitaba decir nadamás para dar a entender que estaba gozando de sobremanera su recién asesinato, llegando a llevar aquella mano a su rostro, manchándose de sangre medio rostro con él, sin mirar a ningún otro lado más que el cadáver del ave, cumpliendo su objetivo… Cuando de pronto, se comienza a sentir cansado, sus energías se drenaban a una velocidad preocupante, comenzó a pestañear varias veces, y soltó una última sonrisa… Al final, después de todo… Salvó a su gente… Una sonrisa victoriosa pero sincera, se dibujó en su expresión, alzando la mirada y entregándose al agotamiento. Con lo que efectivamente, sintió como su poder se desvanecía y todo volvía a ser negro de nuevo…

    No sintió el azote en el suelo, pero realmente no lo necesitaba, sabía que seguiría con vida, sabía que el daño que tenía encima no era suficiente para morir… Esperaba realmente feliz, aunque tal vez no tan convencidos o amables por parte de todos, una gran y enorme felicitación, por haber perdido el control. Pero por lo menos, haber privado de la vida al potencial asesino de su gente…

    Aw… “Lucario”... No sabes que taan orgullosa estoy de tí…

    No habría esperado nada menos mejor de tí, de mi auténtico Pokémon siniestro, con un alma todavía más negra que la noche misma, más negra que el tipo en sí… Más negra que inclusive, mi propia alma…

    ¿Qué puedo decir que no te haya dicho en su momento ya? Eres… Simplemente, perfecto.

    Eres frío y preciso, tal cual, como un auténtico Mega-Lucario debe hacer su trabajo…

    Te enseñé bien, sin dudas que lo hice. Y como no, mereces este descanso…

    Duerme mi pequeño, duerme mi pequeño demonio… Mañana, seguramente pasaremos un día todavía el doble de entretenido…

    ¿Ya te había dicho que no mereces ser feliz?
     
    Última edición: 24 Agosto 2019
  6. Threadmarks: Capítulo 4 - Tragedia
     
    Gigavehl

    Gigavehl Equipo administrativo

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Abril 2019
    Mensajes:
    4,089
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Título:
    Esperanza Omega
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    4155

    Tragedia



    —¿C-C… Cuánto tiempo, ha pasado?

    —Lo suficiente, Riolu… Lo suficiente como para que al fin, podamos hacer algo al respecto

    —P-Pero… ¿Tiene que ser así? ¿De verdad..? ¿De verdad no existe otra manera?

    —Riolu, yo sé que tienes miedo, en serio. Pero tienes que ser fuerte, por Oden, por Ter… Por tí

    —No me gusta cómo se está desarrollando esto

    —La vida no es justa, Riolu. Pero tan sólo dime… ¿Es que en serio quieres que Yari o Zakan arruinen todo esto? Tú mismo lo dijiste, Riolu. Lo dijiste cuando te acercaste a mí, por primera vez… Pese haberte rechazado, pese haberte tratado mal, me hiciste ver… Lo que eran realmente esas personas

    —¡Lo sé, lo sé..! Es… Solo que, no sé. Presiento que de todas formas las cosas no terminarán nada bien

    —No ha terminado bien, Riolu

    —… Lo siento, es solo que… Tengo miedo, eso es todo

    —Ya verás que todo será muy distinto a partir de ahora, mi pequeño demonio. Todo irá para mejor, todo mejorará exponencialmente, pero te necesito, de verdad. Si no me ayudas como hemos planeado, nada resultará…

    —Lo sé, me halagas con que digas cosas como de que soy fuerte y demás pero, a veces tengo miedo

    —Riolu, he visto en lo más profundo de tí, y sé que eres toda una bestia en combate, tan solo necesitas una, una chispa que te haga liberarlo… Y ya verás, no te detendrás hasta acabar con la amenaza…

    —Sé que los de tu especie son así pero, a veces tengo mis dudas

    —No temas pequeño. Estas conmigo, recuérdalo. Yo, te protegeré, yo te guiaré… Te regresaré todo el enorme favor que me hiciste al rescatarme de mi abismo. Te convertiré en lo que a mí me han convertido… Pero tú, tú serás distinto, tú cambiarás todo. Porque aún sigas mis pasos. Sé que conseguirás cambiar a la gente, para bien. ¿Entiendes?

    —Com… Comprendo

    Nuevamente, la lluvia era presente en las afueras del Laboratorio… Los truenos caían y Lucario apenas podía reconciliar la conciencia… Abrió poco a poco los ojos, siendo recibido por la visión de un techo, uno oscuro, como si toda luz ahí hubiera sido drenada, la única y tenue luz que entraba era del mismo ambiente junto con los destellos de los truenos.

    El Pokémon apenas cavilaba, miraba a un lado suyo, viendo la lluvia. Era de noche, y parecía ya haber pasado tiempo desde que había tenido aquella confrontación. Se quedó mirando un momento cuando pestañea un par de veces de manera lenta y agotada, tratando de levantarse cuando, se da cuenta, que esta amarrado…

    Brazos y piernas… Es lo que tiene ahora mismo sujeto. Lucario no se lo puede creer, de verdad que no, pronto jala el brazo, trata de patalear, lo que fuera con tal de liberarse pero... Nada funciona... No tarda en alterarse de verdad cuando una puerta enfrente suyo es abierta, viéndose la clara silueta de Ter. El Pokémon no evita alegrarse ante la visión, alegría que pronto se borraría poco a poco al escuchar a su entrenador:

    —Lucario... Sé, que intentaste hacer lo correcto... Sé que quisiste dar el mejor resultado posible. Sé que me pediste que te transformara para evitar un resultado mucho peor de lo que pudo haber sucedido, y lo comprendo, en serio. Sin embargo, me temo que de todas formas dió lo mismo... Le hiciste un daño no solamente mortal a Blaziken, si no que además, atacaste a tus propios aliados, te deshacías de Charizard, hasta que inclusive casi matas a Zerav… Y… Por mucho que quiera hacerlo Luc, no… No puedo…

    —E-Espera, Ter… ¡¿De qué estás hablando?! ¡¿Porqué hablas tan extraño?!

    —Lo siento, mi buen amigo… Pero me temo... Que por mucho que lo intente, ya no puedo hacer nada por tí

    —¡¿Qué?! ¡No! ¡Espera! ¡¿Porqué?! ¡¿Cómo que ya no puedes hacer nada por mí?!—. Responde realmente alterado Lucario, mientras trata de liberarse, siendo en vano sus intentos. Pronto se percata que Ter se le acerca poco a poco, pero, de extraña manera, no se le puede ver nada, como si literalmente solo una sombra pudiera notarse pese a la iluminación.

    —Mi fiel Lucario, por favor. No me olvides… ¿Sí? Ya no hagas más, has hecho lo suficiente, hiciste todo lo que debías hacer… Y estoy orgulloso de tí… No dejes, que aquel regrese… Por favor…

    —… ¿Qué..? ¿C-Como..? ¿Cómo que aquél no regrese..?

    —Me tengo que ir, Lucario. Cuídate, por favor. Tengo fe en que harás lo correcto, siempre…

    —N-No, no lo entiendo, ¿a dónde vas? ¿Ter? ¡¿Ter?!—. Responde Lucario mientras veía cómo su entrenador abandonaba la sala, el Pokémon, si bien ya no intenta liberarse, no impide tensarse por completo hacia él.

    —¡¡Ter!! ¡¿Qué estás haciendo?!

    —Tranquilo chacal… Todo estará bien, sé que lo estarás. Y… Sí aún así te conviertes en otra cosa por la Mega, no te culpes. ¿Entendido? Tú… Solamente estás siguiendo un ideal… Eso es todo…

    —N-No entiendo nada de lo que dices…

    —Adiós Lucario

    —¡¿Qué?! ¡No! ¡Ter! ¡Ter! ¡¡TER!!—. Grita Lucario realmente agobiado, viendo cómo su entrenador se retiraba de una manera hasta que mecánica y extraña, el Pokémon no logra entender nada y al ver que ya no hay nadie, se deja caer y pronto comienza a llorar… ¿Porqué sentía que perdía algo demasiado importante? ¿Porqué sentía que de verdad ya no había vuelta atrás con algo? No lo entendía, solamente, necesitaba llorar.

    Pasó el tiempo, cuando en la puerta aparece otra figura familiar… Gallade…

    Lo mismo, sólo se pueden ver la silueta, sin embargo. Lucario puede ver el detalle de su cuerpo, sus colores y demás, no como con Ter. Aún así, no puede dejar de sentir una extraña aura en él, provocándole un escalofrío con lo que al final exclama tenso:

    —G-Gallade, ¿qué..? ¿Qué sucede?

    —Nada, Luc. Es solo que las cosas no han marchado bien después de todo…

    —… E-Escucha… Sé que no me comporté de la mejor manera, sé que no hice lo correcto después de todo pero, no tienes que odiarme. ¿Comprendes? Y-Yo… Ah, ¡sabes que hice todo lo que pude por evitar que nos asesinaran!

    —¡¿Y crees que no lo sé?! Mira, yo sé que lo hiciste con la mejor de las intenciones… Pero… Ver, cómo intentaste aniquilarnos de todas maneras, ver cómo sin piedad alguna ibas a destruirnos. Es algo del que simplemente me cuesta asimilar… Se supone que estabas consciente, estabas listo, no ibas a perder el control… Y, aún así, fallaste…

    —No, Gallade, mira, yo sé lo que hice, ¿sí? Sé que perdí el control, sé que les hice daño pero debes entenderme… Ter estaba agobiado ¡Yo también! ¡Y no era la mejor manera para poder llevar a cabo la Mega! ¡¿Pero qué más teníamos?! ¡Era el único que podía frenar esto!—las palabras de Lucario hicieron que el Pokémon se quedara mudo, sin saber qué decir, limitándose a solamente verlo tenso.

    —Por favor, no me hagan nada, no le hagan nada a Ter. Yo hice todo a mi alcance para mejorar la situación, sé que estuve por asesinar a Zerav… ¡Lo sé maldita sea! ¡Ni yo me puedo explicar cómo lo hice! P-Pero… Confieso… Confieso que de alguna manera, me habría gustado hacerla pedazos, n-no lo sé. No por nada no me estaba deteniendo...—. Confiesa Lucario dejando mudo pero serio a Gallade, este otro no sabe qué hacer, está realmente tenso, agobiado, no sabe qué decir para demostrar que era consciente, que inclusive estaba haciendo daño sabiendo lo que hacía, pero todo por un bien, al menos dentro de lo que él pensaba...

    —Lucario, ¿sabes lo que estás diciendo?

    —La verdad es que… No...—es lo único que responde cuando ve que otra figura entra, siendo esta vez Zerav, misma historia con la silueta...

    —Vaya, así que te dejaste controlar por el Aura y la Mega, ¿huh? Curiosa forma de expresarse...—. Dice la Delphox haciendo que Lucario se limite a cerrar los ojos, desesperado.

    —¿Porqué..? ¿Porque si aún estabas consciente quisiste matarme? No lo entiendo Luc… Se supone que somos una familia… ¿Cómo-

    —No lo sé, Tal vez y al final de todo en verdad algo se transforma dentro de mí que me hace actuar de esa manera… ¡De verdad que trato de hallarle una explicación! ¡Pero no puedo! La sola idea de verte muerta, por mi culpa, me incitaba hasta tal punto que resultaba placentero… Simplemente, no sé cómo explicarlo...—. Exclama, mirando a un lado, incapaz de poder dirigirle la mirada cuando nota como tanto Gallade así como Zerav se colocan a sus costados. Lucario no evita ponerse tenso y escucha que Zerav le dice:

    —¿Sabes? Tal vez y de alguna manera, tienes razón. No todos estamos hechos para esto… No por nada, Viria quería hacer tanto contigo… No por nada, quería verte como un Mega-Lucario, si hasta Dereman quería experimentar con ambos hace tanto tiempo… Pero si aún por segunda ocasión hacemos esto, no ha resultado… No podemos arriesgarnos a una tercera

    —Tal vez y es lo mejor—. Añade devastado y apenado Gallade, diciendo:—Tal vez y lo mejor después de todo, es de una vez deshacernos de tí, Lucario. Borrarte del mapa, si bien no creemos que puedas Megaevolucionar de nuevo, eso no nos garantiza que las cosas mejoren… Y más si Dereman está dejando cabos sueltos

    —¡¿Qué?! Esperen, no. ¡¿Cómo que borrarme del mapa?! No estarán hablando en serio…

    —Me temo que ya eres una amenaza Luc, y ya hemos visto suficiente. Ni siquiera Ter pudo hacer mucho por tí, intentamos ser razonables, pero ya se ha hecho suficiente… Será mejor hacer esto, es la mejor manera de dar cierre a todo esto…

    —No… Esperen… No… No pueden hacer esto…

    —Admirabas a Viria, Lucario. Míralo de este modo… Irás con ella…

    —¡NO! ¡BASTA! ¡POR FAVOR!—. Grita desesperado el Pokémon cuando ve que Zerav se coloca enfrente suyo, sacando su vara y apuntándole, listo para ejecutarlo con lo vulnerable que está…

    —Sin remordimientos… Es lo mejor que podemos hacer…

    —Zerav… ¿Porqué?—fue lo único que alcanzó decir Lucario cuando la llamarada es disparada y este mismo grita realmente desesperado, levantándose de golpe y notando como esta en un sitio completamente distinto…

    Un trueno cae, notando como las luces son encendidas, y el Pokémon pronto se da cuenta que está en una sala similar a la de antes en donde igualmente, despertó apenas saliendo de la Mega, pues también, está en su forma normal. Aunque a diferencia de antes, no se encuentra amarrado, pero sí vigilado…

    Nota cámaras en cada rincón de la sala, además de haber más cosas, como cubiertos, una cocina, una pequeña sala con un televisor, y demás cosas… Como si fuese una especie de, pequeño hogar. El Poke no tarda en deducir lo que sucede, al ver que efectivamente, es de noche. Pero hasta las ventanas mismas se ven reforzadas…

    Está encerrado…

    El Pokémon no evita sentirse devastado ante lo que contempla, sabe que perdió el control nuevamente. Pero aún con eso, parece que esta vez en verdad ha preocupado tanto como para ser retenido.

    Lucario vuelve a girarse sobre la cama el cual se halla hasta el extremo izquierdo de la sala, baja, y comienza a pasearse un poco por el sitio cuando por detrás se abre otra puerta, saliendo de ella Zerav, provocando que ambos se impresionen y se miren directamente por unos momentos en silencio.

    —… Zerav… Cómo lo siento, en verdad. Yo… Tampoco quería hacer eso de, querer asesinarte—fue lo único que pudo decir Lucario antes de desviar su mirada a un lado con la mirada gacha en lo último.

    —E-Esta, está bien. Supongo que, todos tenemos un descontrol después de todo

    —Oye, de verdad. ¿Me convertí en alguien irreconocible?—. Exclama preocupado Lucario, volviendo a mirarla con lo que la Delphox asiente lentamente, devastando al canino.

    —Veo que recuerdas lo que sucedió…

    —Absolutamente, lo recuerdo a detalle. Y… Lo peor es que siento que todo lo que hice fue a conciencia propia, no sentí que en algún momento perdiera el control pero, parece, que de alguna forma las cosas terminaron de la misma manera

    —Me recuerdas, a algo similar que Gallade me había contado hace ya algo de tiempo…

    —¿Sobre las ilusiones de la Megaevolución? Sí, me lo contó poco antes de llegar aquí… Por cierto… ¿Cómo está Ter?—. Pregunta Lucario dejando muda a Zerav, impidiendo que se le escapase una expresión de shock, haciendo que el otro se preocupe…

    —E-Espera, ¿porque te tensas?

    —¿Disculpa?—. Responde confundida la Delphox con lo que Lucario repite:

    —¿Porqué te asustas?

    —… No es tanto que me asuste, es más bien, que me confunde...

    —¿De qué estás hablando?

    —Luc, dime. ¿Estás seguro que lo recuerdas todo de principio a fin..?

    —¡Ah! ¡¿Qué acaso hice algo más justo después de que asesine a Blaziken?!—. Grita preocupado Lucario haciendo que Zerav se quede muda.

    —No… No, no me digas… Que-

    —¡No, e-espera!—. Grita Zerav como saliendo de un trance y añadiendo:—. No… No hiciste nada malo, fue un mal momento, eso es todo. Pero… Dime, ¿acaso después de que asesinaste a Blaziken..? ¿Ya no recuerdas más?

    —No… Porque sé que caí rendido ya, fue algo que yo mismo quise que sucediera. ¿Acaso eso no fue todo?

    —Antes… ¿Recuerdas cómo mataste a Blaziken?

    —Eh, sí. Con mis propios picos de las manos… Desde mi transformación hasta que caí inconsciente lo recuerdo bien

    —Ya...—. Responde sumamente tensa Zerav quedandose impactada, como si algo no encajase…

    —Oye, Zerav, sé que no es el mejor momento pero dime… ¿Le sucedió algo a Ter..?

    —Lucario… Yo… Ah, aún pese al daño que nos provocaste, después de todo es comprensible tu acto por ayudarnos, sin embargo. Pese a los esfuerzos, la brutalidad y el poco cuidado hizo que no solamente Oden también saliera bastante lastimado si no que además… T-Ter… Ter sufrió sin querer graves heridas por culpa de una llamarada al querer proteger a Oden, y tal fue el impacto que aún pese a seguir con vida… Murió… Poco después de que lo atendieran y tú asesinaras a Blaziken.—Zerav no impide soltar unas lágrimas ante prácticamente lo forzado que le pareció decir todo eso, pues ni para ella era fácil de cavilar…

    Ocurrió justo lo que más temía, que por mucho que se hiciera. No pudiera evitar daños a terceros. Lucario no puede evitar sentirse mal, realmente mal. Siente que le aplastan el pecho, cómo todo a su alrededor se nubla, se oscurece, mientras comienza a sudar en frío. Una tristeza comienza a apoderarse de él, tristeza que poco a poco se va convirtiendo en odio…

    —Lucario, espera. Sabes que-

    —¡¡¡NOOO!!! ¡¿PORQUÉ?! ¡¿PORQUÉ?! ¡¿¿PORQUÉ??!—. Grita realmente furioso y devastado Lucario arrojando una Esfera Aural contra una mesa haciéndola estallar, y pronto, arroja otra hacia la pared el cual se repite el proceso, pero ni aún así logra tumbarla, aunque se sigue a otro mueble haciéndola volar en pedazos, pronto ve una silla y la toma con la mano derecha el cual eleva como si fuese de papel y lo arroja contra la pared haciéndolo pedazos también. Lucario tan sólo se toca con sus manos la cabeza, gritando como si por dentro lo desgarraran en vida, incapaz de razonar claramente...

    Zerav no evita asustarse en verdad mientras ve al Pokémon que lo acompañó desde su infancia retorcerse en su propio dolor e impotencia… Ve cómo se arrodilla, y acto seguido comienza a golpear el suelo, con tal brusquedad y fuerza que de a poco lo va agrietando, pero aún con su arranque de furia, se detiene poco a poco, aunque, de pronto, gira su mirada hacia Zerav, mirándolo con un odio tan profundo que simplemente es indescriptible… Esta no puede evitar asustarse en serio, haciéndola retroceder lentamente mientras ve como este otro se levanta poco a poco.

    —Lucario, espera, no cometas otra estupidez… ¡Detente!—. Exclama ahora amenazando con arrojarle otra llamarada, pero pese a eso. Ve cómo se levanta por completo, aunque ahora el chacal comienza a soltar en lágrimas, ya más que furioso, devastado. Sin poderse creer en serio lo que sucede… Pronto vuelve a dejarse caer, aunque esta vez sobre sus rodillas, llevandose sus manos a su rostro para tapar sus ojos, sin poder dejar de gemir y gritar en momentos producto de su cólera y frustración. Zerav, a pesar de no ser lo mejor, se acerca a Lucario, quien pronto lo abraza sintiendo como su cuerpo está exageradamente tenso, pero pese a eso no la ataca, y al contrario, aprieta un poco más su llanto al sentir el gesto…

    —¡¿Porqué?! ¡¿Porqué, Zerav?! ¡¿Porqué si aún comprometiendome a hacer bien las cosas?! ¡¿A hacer lo posible por salvarlos a todos?! ¡¡¿Tengo que fallar?!! ¡¿Porqué..?!—Lucario se deja rendir, hecho un mar de lágrimas, mientras que Zerav misma siente cómo toda esa depresión y agobio se le pegan, al tenerlo encima suyo y todavía más que sea del tipo Psíquico… Sintiendo su dolor, pero mas que nada, preocupándose de sobre manera con él, ya que… Los Lucario evolucionan gracias a la felicidad, y aún no tengan el tipo Psíquico ahí, sabe perfectamente que no están tan alejados de eso después de todo…

    —Hiciste todo a lo que estaba en tu alcance, Lucario… Simplemente, la ejecución falló, eso es todo…

    —Ter… Ter… ¡¿Porqué él..?!

    —Te entiendo, pero debes comprender, Lucario. ¡Hiciste todo lo que tenías que hacer! Y no puedes seguirte culpando por eso…

    —Yo… Yo solamente quería demostrarle que, aún pese haber fracasado la primera vez, podía conseguirlo en la segunda ocasión, y demostrarle que esta vez lo lograría, que esta vez me controlaría. Que… Esta vez, podríamos tener la Megaevolución de nuestro lado… ¡Y ahora no solamente no será posible! ¡¡Si no que el que me lo permitiría ahora está muerto!! ¡Ah! ¡¡No!!—. Exclama entre-cortandose y a duras penas el Pokémon, sin poder contenerse con las lágrimas, y sin saber qué hacer, simplemente, no puede creerse que las cosas ya hayan terminado, que ya nunca más podrá verlo… Que, ya no podrá hacer nada por poder cambiar las cosas.

    —No sabes como lo siento Lucario, no sabes cómo me pesa a mí también… Ter también era un hermano para mí… Y, ahora ya nada podrá hacerlo regresar...—. Exclama Zerav soltándose en lágrimas también, aunque de una manera mucho más contenida y calmada que con Lucario, quien es más que obvio y respetable el que se ponga así.

    —Te quedaste todo un día inconsciente, mañana podrás despedirte de él aún. Pues mañana mismo es el entierro… Lucario, no te quiebres ahora, aún no. Él, aún te necesita verte fuerte… ¿Comprendes?—. Exclama Zerav, pero sin prácticamente recibir respuesta del canino, haciendo que la Delphox simplemente apriete un poco más el abrazo, tratando de consolarlo…

    —N-No… ¡No..! ¡Ter!—es lo único que alcanza a decir Lucario, antes de dejarse consolar por Zerav y con ello. El tiempo pase...

    Llega el amanecer. y con ello el desbloqueo de la sala, haciendo que tanto Zerav como Lucario puedan salir al fin. Esta prácticamente que se lleva rastras al Pokémon mientras salen del Laboratorio, y no muy lejos de la zona llegan hasta un hogar, donde estaban varias personas, incluidos Pokémon ahí mismo, dando su pésame a Ter, el recién campeón de la región…


    Desolación

    Lucario, apenas entrando no tardó en cubrirse el rostro, como si con ello fuese irreconocible, corriendo hacia la tumba de su maestro, viéndolo, relativamente bien, aunque notándose las tremendas heridas en su cuerpo, o lo poco que se ve, pues al parecer la llamarada se concentró gravemente en su pecho. El Pokémon sigue llorando, incapaz de poder asimilar la situación, cuando Oden llega, susurrandole un “ya es hora” y junto con otros va a cargar el ataúd, cerrándolo al fin cuando aparta a los presentes y es Lucario quién carga el ataúd en su hombro izquierdo, como puede, comenzándose a adelantar. El resto no tarda en seguirlos, cuando pronto llega Gallade a ayudarlo desde el otro extremo, notando también un aura deprimente emanando de él. Y así es como ambos comienzan a abandonar el sitio…

    Más temprano que tarde, todos llegan hasta el cementerio, uno bastante alejado del pueblo, donde poco a poco, el dúo llega hasta el sitio correspondiente, dejando con sumo cuidado el ataúd sobre un mecanismo el cual lo hará bajar lentamente… Y una vez finalizado, se apartan, tanto Oden como Zerav se colocan frente a la tumba, aunque dejando espacio a dos de sus Pokémon más importantes de su equipo… Por supuesto, a Gallade y a su Lucario. Quién desde la infancia lo acompañó, y si bien no fue en aquél entonces Riolu el que lo eligiera. Aún así, prácticamente toda su vida lo estuvo acompañando…

    Ambos no tardaron en comenzar a recordar muchas cosas, tanto buenas como malas de su maestro, ignorando por completo las palabras del que estaba despidiendo al fallecido, el chacal más que nadie, era el que de a poco recordaba su inicio, toda esa tortura de Zakan y su esposa recién adoptados, la, de alguna forma, liberación que tuvieron contra ellos. La dura vida y adversidades que afrontaron desde entonces, pero que de alguna forma lograron seguir adelante, recordandolo todo poco a poco a una velocidad pero a la vez, presición tan increíbles que es difícil de explicar, hasta llegar a la actualidad, haciendo un tiempo perfecto, para ver cómo el ataúd bajaba poco a poco… Dando así, el último adiós.

    Tanto Lucario como Gallade se quedaron ahí, parados, sin saber qué hacer realmente mientras Oden y Zerav se ofrecieron a enterrar poco a poco el ataúd al fin. Dejaron el tiempo pasar, mientras la gente y algunos conocidos se disipaban, quedando solamente el ahora… Cuarteto… Sitio que le pertenecía a Ter y ahora ya no será así. Miraban y miraban la tierra recién colocada en su sitio, como si esperaran que algo sucediese… Sin decir nada, tanto Oden como Zerav deciden dejar a los chicos solos… Así que alejándose, pero sin dejar de observarlos, se quedan ahí.

    —¿Y… Ahora? Todo lo que consiguió, lo que logró… Lo que… Nosotros fuimos, ya no existe, ya no vale. Ya no tiene sentido

    —Supongo que, así es esto. Por mucho que nos duela, se acabó. No más Ter, no más entrenamiento... No más, nada… Ni siquiera pasó la semana cuando se proclamó el campeón

    —Gracias a mí...—. Responde a secas Lucario interrumpiendo a Gallade, aunque soltando una especie de carcajada devastada mientras lloraba otro poco. El otro no puede evitar hacer lo mismo pero en silencio, sin saber qué hacer realmente…

    —Supongo que… Este es el fin… No solamente para Ter, si no para, nosotros…

    —¿Y ya? ¿Esto es todo? ¿Tantos años para que esto se termine ya sin más? ¿De qué sirvió tanto entrenamiento, tanto esfuerzo, tanta dedicación si al final las cosas termina así? ¡No lo entiendo! ¡No puedo creerlo! Simplemente… No puedo...—Lucario es el que más que nadie se niega ante su partida, volviéndose a dejarse caer en sus rodillas, sin poder hacer nada por cambiar las cosas, y ambos se vuelven a quedar ahí, en silencio…

    Aunque parezca increíble, Gallade es el que mejor comienza a recuperarse un poco, y viendo que Lucario no puede evitar en mantener una mirada gacha y acabada, clavada en el suelo, decide dejarlo ahí, pues igual, puede ver como trabajadores del Laboratorio lo esperan, denotando que respetan su espacio, pero eso no quiere decir que sea liberado, cosa que molesta y ve sumamente injusto en ellos, pues si bien en un momento trató de asesinarlos, tampoco ve justo que ahora sea tratado como una bestia, y menos si acaba de perder a su guía… Le dedica un ademán al aire en señal de buena suerte, y abandona el sitio…

    No solamente pasan los minutos, si no las horas, mientras Lucario de momentos veía la lápida, otras veces la tierra, y otras el suelo, mirándose las manos en el proceso, sintiéndose tan ajeno a su realidad, sintiendo además, la brisa del viento golpear todo su cuerpo, incapaz de moverse o razonar, mantiene su mente en blanco casi todo el tiempo, pues los momentos en que no lo tiene, es recordando apenas una secuencia en su mente, como si de una vieja película se tratase y después… Nada... Vacío nuevamente.El Pokémon sigue ahí, sin poder hacer nada cuando deja pasar el tiempo y al fin se digna a levantarse, lenta, dolorosa y pesadamente mientras mirá una vez más a la lápida… Con una expresión más bien reflexiva, haciendo brillar sus ojos, como si una extraña idea se le hubiera empezado a formar en su cabeza… Se queda ahí unos instantes más, cuando al fin se da la media vuelta y regresa poco a poco sobre sus pasos, siendo recibidos por los trabajadores, quienes guían a Lucario hacia una camioneta, y este responde sin más, sin rechistar ni nada similar. Arrancando y abandonando el sitio…
     
    • Me gusta Me gusta x 1
Cargando...
Cargando...
Similar Threads - Esperanza
  1. Danny Ketchum
    Respuestas:
    3
    Vistas:
    579

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso