Esperanza de un corazón ciego (GaaMatsu y mucho más)

Hola!!!! A todos!!! Gracias por sus comentarios! Por cierto lamento tardar siglos con esta conti! U_u

Ahora si me puse a trabajar con esta conti! Aviso que en su mayoría va a tener más relación familiar que GaaMatsu! Aunque voy a intentar equilibrar esas dos partes! n_n

Hanasu: ¡Fiu! ¡Al fin la conti! *se sienta en un sillón y saca una pizza familiar hawaiana*

Yo: *mira la pizza y le brillan los ojos* Ejem... Hanasu-chan, ¿te comerás eso tu sola? *pone ojitos de perrito*

Hanasu: ¬¬ *se come un trozo* ¡Ñam! la verdad lo pensaré..., ¡no sé si compartirla!

Yo: *sarcasmo* ¿A poco tu piensas Hanasu? *le quita una rebanada de pizza*

Hanasu: ¡Oye! ... de acuerdo seré compartida por ésta vez pff! *suspira*

Yo: Está bien Hanasu! ^_^ *se dirige al público y se come la pizza*

De acuerdo no los entretengo más con mi inner jeje XDDD disfruten de ésta conti y ¡¡¡Espero les guste!!! ¡Saludos!

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Capítulo 3: “Regalos y Recuerdos”

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Matsuri’s POV...

¡Qué hermoso por parte de todos! ¡Jamás me había sentido tan feliz! ¡Una fiesta sorpresa! ¡Nunca me lo esperé! Siento muchas ganas de llorar de felicidad. Bueno... me encontraba charlando con Tenten, cuando en ese momento una voz me gritó, cuya casi no recuerdo.

— ¡Matsuri-chan!—, gritó la misma voz, como unas tres veces la escuché. Finalmente reconocí de quien era la melodiosa voz femenina que gritaba con mucho escándalo.

—Temari... Hola—saludé, mostrando una tímida sonrisa, ¡si! ¡No me equivoco! ¡Es Temari! Recuerdo según su descripción, es una rubia de ojos verdes, fue el punto de vista que Itachi me dijo. Cuando caí en la ceguera, me imaginaba a Temari como una hermosa Barbie.

— ¡Matsuri que bueno que haz regresado!, mira... ¿Quiero presentarte a mi hermano? —, dijo entonces Temari, ¿un hermano?... que yo sepa nada más conozco a Kankuro, jamás pensé que tuviese un tercer hermano... ¡Quién sabe! Tal vez nunca lo ubiqué, en ese instante me quité los lentes.

—Es un placer conocerte...me llamo Matsuri...Uchiha Matsuri—, me presenté cordialmente y estirando la mano derecha para dar un apretón de manos.

—Gaara...Sabaku No Gaara—. El se mencionó de manera fría y distante, bastante monótona a mi parecer... ¡Un momento! ¡¡¡Esa voz!!! Se parece a la del hombre que apareció en mi sueño ¿Acaso es...? ¡No! No lo creo, tal vez sólo sea mi imaginación.

—Gomen por la pregunta ¿Cómo eres?—, pregunté para aclarar mis dudas; deshicimos el apretón, aunque yo lo hice de forma torpe ya que al tocar su piel... sentí una corriente eléctrica en mi espina dorsal cuando lo toqué, fue una sensación rara pero también muy cálida ¡Vaya! ¡Estoy hablando de más!...

— ¿Qué clase de pregunta es esa? Es obvio que me estás viendo—. Me espetó con indiferencia y sequedad en su aterciopelada voz... ¡Qué chico tan duro! No fue una tonta pregunta... para mi fue algo de lo más inocente—La pregunta es algo patética ¿No crees?—. Aquel chico nombrado como “Gaara” es un grosero... Ahhhh entiendo, tal vez no me expliqué.

—Ahhh veo que no lo sabes...—hablé divertidamente y un poco molesta por el tono de su voz tan antipático—Te platicaré que me fui a Francia a estudiar braille...—aclaré sin dejar de usar el tono molesto.

Un corto silencio se hizo presente, tal vez si lo trato amistosamente, podamos conocernos mejor.

—Si Gaara... por si no te has dado cuenta soy ciega desde que tengo uso de razón—hablé mostrando una brillante y tímida sonrisa, aunque claro... sigo pensando que Gaara es un antipático y grosero—. Que tono tan grosero el tuyo—lo acusé mostrando un poco de ofensión—. Me molesta, ¿sabes?—agregué sacando a relucir un tono de voz enojado—Más bien parece que no soy la única ciega—me burlé en tono bromista.

—Hmp—espetó un monosílabo “Tipo Sasuke” y mejor decidí negar con la cabeza.

—En fin no importa... arigato por venir, es muy importante para mí en serio, se te agradece tu presencia—dije y sonreí con honestidad, la verdad este chico me pareció algo misterioso, ya sabré después como es, aunque su voz es lo que me tiene confundida—. ¿Y Temari?—pregunté con preocupación.

—Se acaba de ir—exclamó el con cierta pena y al mismo tiempo con sequedad.

—Oh... bueno, ¿me acompañas con los demás por favor?—le pedí en forma de súplica. Sentí que él vaciló por unos instantes, pero finalmente aceptó. Tomé su brazo apoyándome en él y con el bastón me pude guiar bien.

No es por nada pero sentí una fragancia masculina emanar de su ropa, la esencia era verdaderamente penetrante, tanto, que se me quedó guardada hasta la memoria, justificando que mis otros sentidos son más desarrollados. Instantáneamente sentí un extraño ardor en mis mejillas ¡¿Qué esta pasando?!

— ¡Matsuri-chan!—gritó una escandalosa voz masculina–supe quien era en ese momento–y por mi parte sonreí con alegría—. ¡¿Naruto?!— Adiviné, en ese momento me solté del brazo de Gaara y me dirigí con Naruto—. ¡Matsuri-chan! ¿No vas a abrir tus obsequios? ¡Me muero por ver como reaccionas cuando veas el mío!—soltó el Namikaze, recuerdo bien que cuando éramos niños antes de quedar invidente, era de tez morena, rubio y de ojos azules.

—Es verdad ¡Porqué no los abres!—agregó otra voz reconocida por mí, si no me equivocaba era la voz de Kiba Inuzuka. No contesté, simplemente asentí con la cabeza sonriendo y con la ayuda de Itachi me quedé con los demás recibiendo sus presentes.

— ¡Aquí tienes hija mía!—reconocí la voz de mi madre, dulce y maternal. En ese momento recibí un ramo... por el aroma natural deduje que eran rosas y dentro de un papel celofán que pude sentir. Mi flor favorita es la rosa...

—Arigato gosai masu oka-chan—agradecí con sentimentalismo.

—Hija... este es mi regalo, recién es lo más original que pude crear para ti—. Escuché claramente la voz de mi padre quien hablaba con cierta vergüenza ya que no podía demostrar sus emociones tan fácilmente, me entregó una caja. Tuve curiosidad por eso—Es un celular... especial para ti con los símbolos y letras en idioma braille—me explicó.

Quedé asombrada, al igual que algunos otros. Sonreí de felicidad por eso, sin embargo también me molesté... ¿Cómo podría sacar provecho de mi estado? ¿Será que sacará a la venta un celular como éste y conseguir ganancia por eso?

—Hija, éste teléfono es único y sólo para ti, no planeo venderlo... eso es lo que haría tu tío Madara—se justificó molesto, claramente descubriendo mi expresión, pero lo pude entender. Alguien puso su mano en mi hombro y me voltee para toparme con...

—Nee-chan... ¡Éste es el regalo que comparamos Sasuke y yo!, te servirá cuando planees un paseo o algo por el estilo, costó demasiado conseguirlo pero finalmente lo encontramos—esa era la voz de Itachi quien se expresaba con satisfacción en todo lo que decía.

—Adelante—asentí con la cabeza. En ese momento me acercaron a algo... no tenía idea de que era. Sentí una clara respiración cerca de la mano cuando me acerqué. Quité la mano bruscamente pero después tomé valor. Era peludo, como a la mitad de mi estatura, y de orejas largas... trae un collar ¡¿Acaso es un...?!

—Su nombre es Yuki, es una perrita lazarillo que te guiará, recién de Canadá y para ser más preciso es una cazadora retriever—se explicó Itachi. Es ¡Un perro! Me asombré más de lo que esperaba... tendré una mascota ¡Qué genial!

— ¡Oh, Yuki!—musité cariñosamente— ¡Eres una buena chica! ¿Me ayudarás?—la adulé mientras tomaba la confianza para acariciarla. La perrita ladró de gusto y me lamió un poquito la mano.

—Me alegro que te guste Matsuri—murmuró la voz ronca de Sasuke, se notaba su voz un poco incómoda, pero con un toque de satisfacción.

Sakura, creo es una chica de cabello rosa me dio un pastel de chocolate ¡Mi favorito! Tenten, me parece que es castaña me regaló un arbolito bonsái (bonzâi) con un chico, seguro es el famoso primo de Hinata, esos dos se habían cooperado para comprármelo.

Ino, la rubia de los ojos azules, me regaló un karaoke con sus discos, aunque ella sabía que no las podría leer, me dijo que no era necesario que las viera porque ya sabía estas canciones jaja.

Temari me dio un shampoo, crema y un perfume de olor como las fresas, un aroma muy inocente e infantil para mí pero lo acepté. Azumi–a quien casi nunca he tratado–me dio una cajita musical, su sonido era tranquilo.

—¡¡¡Matsuri-chan!!!—, gritoneó la voz de Naruto, sentí su presencia como un rayo y me entregó una especie de papel, con letras en relieve— ¡Naruto! ¡Esto es un...!—me sorprendí con clara expresión desencajada, dándome cuenta de lo que decían aquellas letras en relieve.

— ¡Es un pase para que puedas comer todo el ramen que quieras sin tener que pagar! ¡De veras!—Me reí como nunca... escuché algunas quejas de los invitados.

— ¡Dobe!, tú sólo piensas en ramen, ¡ramen!, y ¡RAMEN!, y... ¡Oh! ¡Mas ramen!—escuché la voz de Sasuke más sarcástico y frío que nunca, deduje que Naruto no se quedaría de brazos cruzados hasta que...

— ¡Cállate teme! ¡No me digas dobe! ¡Es un regalo muy especial para tu hermana! ¡Baka!—insultó el rubio aún estando en presencia de mi familia y amigos— ¡Además no es lo único que le daré! ¡Gran idiota!—me quedé de a seis con lo que dijo ¿Qué será? Aunque la verdad el ramen era más que suficiente.

—Naruto... arigato por el pase, pero otra cosa más, en verdad no te hubieras molestado—le exclamé en tono avergonzado, me sentí así por tantas preocupaciones y demasiados presentes.

— ¡Pero si no es molestia! ¡Dattebayo! Al contrario..., ¡Esto te encantará!—insistió el escandaloso rubio mientras me entregaba una especie de cajas, cinco de hecho, de tamaño mediano como las cajas de las películas.

— ¡Oh por dios!—grité con alegría mientras descifraba las letras en relieve, ¡esto es increíble!— ¡No lo puedo creer! ¡Son las películas que veíamos cuando éramos niños!—, así es... aquellas películas se titulan “Shippûden” ó “Las crónicas del huracán”.

Exactamente son cinco:

*La muerte
*Lazos
*Los herederos de la voluntad de fuego
*La torre perdida
*La prisión de sangre

Cuando tenía siete años, solía ver éstas películas con Naruto, Sasuke y Sakura. Éramos unas ternuras en ese entonces, del género romántico y de acción a la vez. Aunque estas cintas cinematográficas eran de la época de nuestros ancestros, a nosotros nos encantaba verlas, cuando Sasuke o Naruto organizaban una pijamada.

— ¡Sasuke-teme! ¡Quiero ver una película de acción! ¡¡¡Odio las de terror!!!—.Se quejó un pequeño rubio con expresión molesta— ¡Acción!, ¡acción!, ¡acción!—repetía insistente el de ojitos azules como el mar muy enojado. Naruto siempre fue seguidor de las películas de acción mientras que Sasuke se iba más con las de terror.

— ¡Cállate dobe! ¡Ésta es mi casa y vemos lo que yo diga!—exclamó mi hermano Sasuke con el mismo tono, aunque frío a pesar de la diminuta edad por supuesto.

— ¡Así se habla Sasuke-kun! ¡Eres tan grandioso! ¡Kyyaaaaaa!—gritaba obsesionada una niña de cabello rosa y expresivos ojos jade con las mejillas sonrojadas. En ese entonces recuerdo que Sakura siempre iba tras de mi hermano.

Yo era una chica muy callada y tímida, era muy rara la vez que solía ser escandalosa, además de ser sencilla y algo torpe para ciertas cosas.

— ¡Quiero ver películas de acción!—exigió el rubio replicando.

— ¡No! ¡Baka! ¡Películas de terror!—contradijo mi hermanito con el mismo tono.

— ¡Eres un dobe!—insultó Naruto.

— ¡Y tú eres un...! ¡Teme!—se defendió Sasuke.

— ¡Dobe!

— ¡Teme!

— ¡Dobe!

— ¡Teme!

— ¡Silencio! ¡No me dejan dormir con tantos gritos!—se quejó otra voz masculina mejor conocida como la aterciopelada y adormilada voz de Itachi, mi hermano mayor.

— ¡Es que el tem... e-es decir Sasuke!, quiere ver películas de terror y no me gustan—justificó Naruto, poniéndose blanco como si hubiera visto un fantasma. Sasuke fulminó con la mirada al rubio, haciendo un desprecio.

— ¡Cálmense niños!—suspiró Itachi con resignación, poniendo sus dedos índice y pulgar en el tabique de su nariz— ¡Vean éstas! ¡Se llama Shippûden! ¡La recomiendo!—Itachi nos pasó exactamente tres películas. En ese entonces habían sacado primero la trilogía y un año después las otras dos— ¡Ahora si me disculpan! ¡Iré a dormir!—mi hermano mayor bostezó y luego se dirigió a su cuarto.

Ninguno de nosotros se opuso y desde ese momento los cuatro fuimos fanáticos de esa película.

— ¿Matsuri te ocurre algo?—el rubio me sacó del trance. Sacudí la cabeza muy confusa y retomé la atención en el Namikaze.

—Nada Naruto jeje—sonreí agradecida simulando la vergüenza. Le di un efusivo abrazo a Naruto y me quedé con esas películas. Escuché voces, como si trataran de animar a alguien pero mejor dejé de tomar importancia.

-

—Ma... Matsuri-chan, etto yo... también preparé algo especialmente para ti... hummm espero te agrade—, esa voz la reconocí de inmediato, supe que era la tímida voz de Hinata Hyûga, la cual intentaba sonar lo mejor determinada posible.

—Claro adelante—asentí con voz educada mientras esperaba con agrado la dichosa sorpresa o algún indicio del presente. Inmediatamente sentí como alguien me arrastraba hacia las sillas. Esperé ansiosa el regalo, aunque más bien las voces de todos me dieron a entender que se formaban en público.

—Esta canción se la dedico a Matsu-chan... etto ¡bienvenida! Y hummm... espero te guste—. Hinata presentó todo de manera cordial aunque algo titubeante.

Después de ese lapso de tiempo, escuché como las teclas de un piano resonaron en el ambiente. Si mal no recuerdo... Hinata siempre quiso estudiar percusión desde que éramos chicas.

Toma mi mano​

Ya todo estará bien​

No debes llorar.​

Sé que es difícil

Pero yo estaré aquí​

No te sientas sola.

— ¡Oh por dios!—pensé con sorpresa. La increíble y melodiosa voz de Hinata, me dejó perpleja, la verdad nadie me había cantado algo tan lindo. Esa voz tan dulce y cantarina daba unos agudos sorprendente mientras que el sonido instrumental era tan perfecto, que sentí un nudo en mi menuda garganta.

Si todo está mal​

Y no puedes más​

Puedes buscarme.​

Sé que tú en mi lugar​

Lo harías también​

Sin pensarlo.​

Sé que duele caer​

Y hoy estoy aquí​

Para ti​

Como ayer, como hoy​

Sabes que puedes buscarme...​

—Es tan perfecta... ¡dattebayo!—resonó la voz de cierto rubio que me hizo reír, tal vez Naruto estaba igual o más embelesado que yo.

Sé lo que sientes​

Y aunque parezca así​

No es el final.​

Esto no es fácil​

Pero yo estaré aquí​

No te sientas sola.​

Sé que tú en mi lugar​

Lo harías también​

Sin pensarlo.​

Sé que duele caer​

Yo ya estoy aquí​

Para ti.​

Como ayer​

Como hoy​

Sabes que​

Puedes buscarme...​

Las lágrimas traicioneras salieron de mis ojos, el ambiente se puso tenso, todos guardaron silencio por varios segundos. De forma instantánea unos aplausos resonaron en todo el lugar, incluyendo los míos, para ser honesta nadie me había dedicado una canción.

Me sentí identificada con esa canción, ella sabe como me siento ya que soy invidente y es capaz de ponerse en mi lugar ¡Qué lindo!

— ¡Hinata-chan! ¡Eso fue espectacular! ¡Inesperado! ¡Arigato gosai masu!—exclamé con alegría y efusividad, conteniendo un poco las lágrimas pero aún así me sentí de lo más feliz. Abracé a Hinata en ese momento.

—Etto... douttoshimashitte Matsu-chan—habló la Hyûga correspondiendo mi abrazo.

En fin para no alargarnos tanto recibí todavía más regalos. Harumi la hermana gemela de Naruto, si no mal recuerdo jugaba con ella cuando estaba más chica y desde luego volvió a mi memoria su apariencia: un cabello largo y rojo contratando unos ojos azules brillantes. Ella me regaló un oso de peluche, pero no era cualquier muñeco de felpa. Ese muñeco era muy grande o casi de mi estatura.

— ¡Yo soy la que más te quiere! ¡Así que compré un oso de tu tamaño!—espetó la Namikaze con cierta arrogancia hacia los demás.

Sai Takeshi, me dio un libro en braille, repleto de cuentos y poemas, era lo mejor de todo ya que mi hobby es la lectura en especial. Una tal Shikamaru, a quien nunca traté me regaló un bote con muchos dulces mmmmmm ¡Delicioso!

Shino Aburame me entregó un mp3, ¡genial! Aunque me sorprende, ya que Shino es alguien que nunca traté o ubiqué Jajaja.

—Matsuri-chan ¡Abre mi regalo onegai!—soltó de repente una voz terriblemente escandalosa y masculina. La reconocí... Rock Lee, el novio y futuro esposo de Aiko. Abrí el regalo... ¡Caray! Es... ¡¿Un balón de rugby?!

—Mmmmmm ¡Oye Lee! Está presentable el regalo—intenté sonar con la voz más amable que pude, aunque más bien aquel regalo es como un humilde trofeo. Descubrí que traía una especie de puntos grabados en una tira metálica...

“La llama de la juventud siempre arderá en tu corazón Matsuri-chan ¡Nunca lo olvides! Te quiere y te desea la bienvenida amistosamente... Rock Lee...”​

Por supuesto que esto es braille y para sorpresa mía, ¡me encantó ese balón! Simplemente lo que importa es la intención ¿No?, en fin eso no fue todo ya que más gente comenzó a acercarse para darme más de lo que esperaba.

—Matsuri...—Esta vez quien habló fue Shikamaru, es novio de la rubia Sabaku No, no fue difícil darse cuenta de esa relación jajaja, me entregó una especie de bote, la curiosidad se apoderó de mí ya que quería averiguar el famoso contenido de esto— Verás... esto es muy problemático y me costó pensar en un regalo para ti, pero aún así te deseo una bienvenida nada problemática de mi parte—esto lo dijo con más gracia en lugar de usar su todo perezoso—Nada más pude traerte este bote de dulces...

—No te preocupes Shikamaru, se te agradece el regalo—agradecí de todas maneras con una sincera y pulcra sonrisa, cualquier regalo es bienvenido y recibido.

—Bueno..., ¡supongo que ahora va tu loca amiga!—esa voz tan efusiva era de Aiko, quien me entregó otra clase de caja, más grande de lo esperado...

—Oye baka ¡Era mi turno!—la otra voz contradictoria era de Shion quien también se acercó con otra caja del mismo tamaño que la de Aiko.

Con algo de ayuda, logré destapar las misteriosas cajas, venían envueltas en papel, sentí el material y me di cuenta de que el dichoso papel era de crepé, y dentro del papel, había una especie de tela—satín de hecho—y no pude identificar con el tacto la prenda.

—Es un vestido mi pequeña Matsuri—habló la voz femenina y dulce de Aiko..., ¡qué! ¡Es un...! ¡Vestido!—Es de color rosa...

— ¡Oh por dios!—me sorprendí instantáneamente... ¡Es un vestido francés!

— ¡Un momento! ¡¿Dijiste “vestido” Aiko-baka?!—habló Shion con una voz colérica, oh oh ¡Eso no es bueno cuando Shion se enoja!

Fin Matsuri’s POV.

Autor’s POV...

— ¡Si! ¡Le compré un vestido a Matsu-chan!—contraatacó la del cabello rojizo teñido, mientras una venita se le marcaba la sien. Shion tomó una pose arrogante y miró a su gemela. La del cabello plateado sacó de la caja un vestido, completamente igual al de Aiko pero en lugar de color rosa, este era azul cielo.

— ¡Yo también le compré un vestido a Matsu-chan!—La Hatake del cabello plata frunció el ceño. Todos los invitados–incluyendo Matsuri–se sorprendieron y algunos estallaron en risas.

— ¡Hmp! ¡Apuesto a que este vestido le queda mejor a Matsuri!—Espetó Aiko con la voz más enojada que pudo—. El rosa es femenino y le queda mejor, no el color azul como el tuyo—exclamó la chica teñida.

— ¡Claro que no! ¡El azul cielo es más bonito que el rosa!, no necesariamente tiene que ser femenino, el azul es un color extrovertido como su personalidad—aclaró Shion mientras defendía la prenda de vestir.

— ¡El azul es un color muy tonto para tu información! Sólo a ti se te ocurre un color así—soltó la Hatake del cabello rojizo. Ino, Harumi y Naruto se ofendieron–debido a que el color de sus ojos es azul–y los tres torcieron sus expresiones— ¡Sin ofender a los presentes!—agregó Aiko con expresión asustadiza e inocente.

— ¡AZUL!—gritó Shion...

— ¡ROSA!—exclamó Aiko...

— ¡AZUL!

— ¡ROSA!

— ¡AZUL!

— ¡ROSA!

— ¡AZUL ES MEJOR!...—propuso Shion de una vez, intentando poner un punto final a la exagerada conversación, ya que todos los presentes se reían.

— ¡EL ROSA ES MEJOR POR MIL!—exageró Aiko mostrando la lengua y sacando de quicio a su gemela.

— ¡Bruja teñida!—insultó la plateada dejándose llevar por el enojo.

— ¡Cara de muñeca-zombie viviente!—se defendió Aiko de lo más infantil e imprudente que pude escuchar.

— ¿Puedo opinar?—preguntó Naruto intentando controlar la situación.

—¡¡¡NO!!!—ambas gemelas callaron al pobre rubio, que de inmediato cerró la boca al instante. Las dos siguieron insultándose a más no poder, la castaña de ojos negros e invidente propuso...

— ¡Haber chicas! ¡Cálmense! ¡Contrólense!... miren chicas, no sé como sean los vestidos obviamente porque ya saben que no veo, pienso que el color rosa es bonito y es femenino...—aclaró Matsuri siendo razonable.

— ¡¿Vez?!—espetó Aiko hacia su hermana...

—Pero el azul es un color que también me encanta ... así que me quedo con los dos vestidos y dejamos la pelea para otro día ¿Vale?—dijo la castaña con una hermosa sonrisa mientras las gemelas asentían con la cabeza, vaya que son imprudentes cuando se lo proponen.

En fin, el siguiente regalo fue un “ángel de porcelana”, un obsequio de Kiba Inuzuka, el castaño de ojos afilado y su perro blanco “Akamaru”. Y por último otra castaña pero más oscura de ojos color gris, se acercó a la castaña invidente.

—¡¡¡Amiga mía!!!—gritó la enigmática castaña oscura con efusividad, se trataba de Sari Mikoshi, la mejor amiga de la infancia de Matsuri. La castaña de entregó una pulsera con un grabado braille: “Por siempre amigas”

—Sari-chan, domo arigato, no se que decir, tienes como amiga a una ciega como yo—expresó Matsuri tratando de contener las lágrimas. Sari abrazó a la castaña, quien correspondió con mucho aprecio.

—Tonta no digas eso, tu sigues siendo mi mejor amiga en las buenas y en las malas—Sari consoló a Matsuri, quien no quiso deshacer el abrazo.

Fin Autor’s POV.

Gaara’s POV...

Luego de que la castaña se soltara de mí, decidí seguirla hasta que aparecimos frente a los presentes, saludé con desánimo a varios y me quedé sentado en una silla, sin que nadie tuviese que notar mi presencia. Vi como le daban regalos y presentes a Matsuri, ella recibía todo con gratitud y una sonrisa, que por alguna razón... ese acto me conmovió viniendo de ella.

Después de la absurda pelea de vestidos con las gemelas, decidí ver a esa sonriente castaña, era muy curioso verla y a la vez tan molesto ya que una extraña sensación surcó mí pecho, la verdad no sé porqué.

— ¿Por qué miras a Matsuri-chan con tanta curiosidad?—me preguntó Kankuro quien me miraba con picardía, fruncí el ceño con molestia y le dirigí al baka de mi hermano una mirada asesina.

—No estoy mirando a nadie, idiota—espeté ariscamente mientras me cruzaba de brazos y miraba hacia otro lado. No sé, pero esa respuesta que salió de mí, sonó demasiado contradictoria.

— ¡Si como no!... el idiota será otro y mira nada más como traes esa cara de bobo, es obvio que la mirabas con esos indiscretos ojos— atacó el burlón de Kankuro fastidiándome.

—Mira baka, no empieces a fastidiarme, estoy mirando a todos de forma normal...—aclaré con rabia mientras mis expresiones adquirían más indiferencia, o al menos eso dieron a entender mis gestos. Kankuro no estaba convencido de mi excusa, pero... de acuerdo la verdad si miré a Matsuri un poco, no tiene nada de malo ¿O si?

—No te creo nada, lo vi todo aunque no me creas ¿Matsuri es muy linda no crees?—por alguna razón, me molestó que la llamara “linda”, más con ese tono tan burlón y provocante, la verdad esto ya me estaba sacando de quicio y sentí unas ganas de golpear a ese impertinente.

—Ya cállate Kankuro y déjate de tonterías—exclamé frío y furioso para que cerrara su maldita boca de una vez.

—De acuerdo, no te empieces a cabrear... tienes suerte de que Matsuri no se de cuenta de tus miradas, tranquilo no se lo diré jajaja— ¡Otra vez con eso! ¡Ahora si lo voy a golpear!... de acuerdo es mejor que no lo haga, no me conviene hacer el maldito ridículo en frente de todos.

—Hmp...—atiné a soltar un monosílabo y Kankuro me miró escéptico. Justo en ese instante, se acercó hacia nosotros, la castaña de ojos negros, sosteniendo su bastón y los dos vestidos azul y rosa, no traía puestos los lentes y portaba su brillante sonrisa... ¡Kuso! La verdad ese gesto tan carismático de ella me conmueve...

Lo admito...​

—Chicos ¿Ocurre algo? No es que sea una entrometida, pero puedo escuchar sus extrañas discusiones, ¿pasa algo?—preguntó la castaña muy confundida y en tono inocente. Su aparición me desconcertó y a la vez me avergonzó, ¡Maldito Kankuro me las pagará!...

—Hola Matsuri-chan, no está ocurriendo nada, es el tonto de mi hermano que me anda haciendo la plática—se excusó Kankuro con mucho sarcasmo bien disimulado para Matsuri, pero no para mí, de mi parte simplemente bufé con fastidio—En fin Matsuri, invitaré a Sari a bailar, nos vemos—dicho esto, el castaño de mi inútil hermano, se fue rápidamente, dejándome solo con Matsuri, ¡hmp! ¡Primero Temari y luego Kankuro también!

—Noto que Kankuro es un poco raro, pero es bastante amable—dijo la castaña con su brillante sonrisa de nuevo, creo que no me molestaría del todo quedarme con Matsuri a solas... ¿Qué estoy pensando? ¡No debería pensar así!

—Matsuri no me siento cómodo aquí, será mejor que me vaya—dicho esto de forma seria y un poco cortante, me di la vuelta dándole la espalda para ya regresar.

—Espera no te vayas, tu presencia es agradable para mí, diviértete un poco o socializa con los chicos, pero no te vayas—me suplicó la castaña, ahora con un gesto muy triste y bajando la cabeza, su expresión no me gustó para nada en lo absoluto.

—Matsuri...—musité quedamente—De acuerdo no me voy—cedí automáticamente de forma muy suave–raro en mi–y ésta vez Matsuri recobró su sonrisa, la cual ensanchó más, que graciosa se ve... de nuevo esa conmoción... hmp estoy pensando de más.

Fin Gaara’s POV.

Autor’s POV...

Por otro lado, fuera de la mansión Uchiha, se estacionó un auto de la marca Audi R8 color rojo brillante. Al abrirse las puertas de ese automóvil, salió un chico de tez blanca, cabello pelirrojo en tonos color ladrillo o carmesí, ojos marrones muy expresivos que podrían cautivar a cualquiera del sexo femenino, sonrisa cálida y un tanto arrogante.

Sostenía en sus manos una flor de matices rojos—todo combinaba a decir verdad—y se veía dispuesto a regalar aquella flor a cierta castaña, dueña de ojos negros como la obsidiana y de belleza encantadora. Para agregar algo más, está muy interesado en aquella castaña invidente... “demasiado” interesado en ella sin llegar a una obsesión, más bien ese interés era algo más que simple atracción.

Fin Autor’s POV.

¿Continuará?

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Mientras tanto en la computadora...

Hanasu: — *llorando a mares* ¿Porqué tardaste para la conti y aparte me abandonaste en tu nuevo proyecto? *dramatizando* ¿Acaso no importo en tu vida también?

Yo: — ¡Hanasu no digas eso! ¡Lo siento! Y claro que importas u_u ¡No seas dramática! n_nU

Hanasu: — ¡¡¡Yo no soy dramática!!! *se tapa los ojos y llora* Yo que te regalé un trozo de pizza y me pagas con eso *estalla a mares y se pone a echar rabietas*

Yo: — (Si lo es n_nU) Hanasu prometo compensarte con algo, te daré lo que sea para que me perdones ¿Vale? ¡Lo que quieras!

Hanasu: —*deja de llorar automáticamente y sonríe* Mmmmm ¿De cuánto estamos hablando? $_$ <----*pone cara de interés económico*

Yo: — ¡No voy a darte dinero! ¬¬U *saca una foto de Gaara en torso descubierto y en alta definición* ¿Te conformas con eso Hanasu?

Hanasu: —*Abre los ojos por la sorpresa* ¡Por supuesto que sí Fer-chan! ¡Estás perdonada! *le arrebata la foto y se echa a correr*

Yo: — u_uU Me arrepentí de haberle entregado esa foto TT_TT ¡Era lo más preciado que tenía!... ¡Bu! ¡Bu! ¡Bu! XD *aura negra* (mmmm *sonrisa macabra* ya veré como quitársela sin que se de cuenta la muy condenada muajajaja)

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Jajajaja en fin, dejando a un lado lo que pasó con mi inner, espero que les haya gustado este capi, esta vez pondré más GaaMatsu a todo lo que da mi inspiración XD ¡Jurado y perjurado!;) Intento no tardarme demasiado, el internet brilla en ausencia XD aparte el colegio y falta de tanques de inspiración u.u

Hanasu:—Por cierto la pelea de las gemelas Hatake se parece a una película llamada "La Bella Durmiente" se pelean por un vestido... ¿Rosa o Azul? XD

Próximo capítulo: “Poesía eres tú”

Adelantos...

— ¡Matsuri!—gritó una conocida voz masculina, seria y preocupada. Me encontraba en estado de shock, no podía quitarme ni siquiera por reflejo e impulsivamente cerré mis ojos.

De pronto unos fuertes brazos me cobijaron rápidamente en un posesivo y protector abrazo, aunque no a intención de asfixiarme. Todo pasó muy rápido, aquella acción sostenía desde mi cintura hasta por encima de mis brazos, de inmediato esa persona me quitó de aquella carretera peligrosa, tuve la sensación de que el auto pasó y nos rosó. Ese automóvil estuvo a punto de atropellarme, por suerte no fue así...ambos quedamos a un costado del asfalto... completamente abrazados el uno al otro...

(Espérenlo ;)).

¿Qué te pareció la conti?

¿Tuviste alguna parte favorita?

De los tantos regalos que recibió Matsu-chan ¿cuál o cuales te gustaron más y porqué?

¿Gaara es muy contradictorio?

¿No es lindo ver conmoción en Gaara por la sonrisa de Matsu =3?

¿Quién será el chico que acaba de aparecer? (Es obvio XD) ¿Para ti qué traerá su llegada y su interés en Matsu?

¿Alguna recomendación, consejo, ayuda y/o corrección para ésta escritora?

¡Gracias por leerlo! ¡Espero que le haya gustado y también agradezco sus valiosos comentarios! ¡Saludos! ^^

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V​

 

¡¡¡Hola a todos y todas!!!! He aquí la conti... ¡Si! Bueno primero que nada, efectivamente el personaje que aparecerá es Sasori, nada más voy a decir que por el momento no será persona mala–por ahora–y que será un buen rival para nuestro pelirrojo favorito, quien comienza a confundirse juju.

Hanasu: ¡Pff! ¡Mejor cierra la boca y leamos la conti! *se come unas fresas con crema*

Yo: ¿Y ese milagro que no comes comida chatarra? :confused:

Hanasu: ¡Cállate! ¡Extraño comer mis preciadas frituras! ¬¬ además no quiero darte nada...

Yo: ¡No me des! ¡Al cabo que ni quería! *saca un bolsa de papas* ¡Mira...! ¡Tengo una bolsa de papas y no te doy! (excepto para los que me pidan XD)

Hanasu: *mira las papas con recelo* ¡No me importa! ¬¬ (Pensamientos de Hanasu: ¡Kya! ¡Quiero esas papas! u_u)

Bueno sin más entretenimiento por el momento, espero disfruten de la conti jeje...

Oh por cierto no mencioné el título de la canción del capi anterior. La canción que cantó Hinata-chan se llama: Toma mi mano de Belanova, ¿es hermosa no?...

Aquí les dejo el link de la canción con letra...

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Por otro lado edité una imagen que puede ilustrar el fic como portada, espero se vea!...

Contenido oculto

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Capítulo 4: “Poesía eres tú”

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Gaara’s POV...

Después de un silencio un tanto incómodo decidí romperlo para no acumular la maldita tensión. Un inexplicable calor se juntó en mis mejillas debido a la conmoción de su sonrisa, me siento como un estúpido frente a ella estando tan callado, pero yo soy reservado debería acostumbrarse.

—Matsuri..., iré por algo de tomar, supongo debes estar sedienta ¿Gustas algo?—. La castaña se mostró pensativa pero asintió con la cabeza.

— ¿No es molestia que me traigas un poco de agua de sabor? Tanto ajetreo me dio sed en verdad, muchas gracias...—, explicó Matsuri poniéndose una mano en la frente, debido al claro cansancio que tenía.

—Bien...—. Dije con sequedad mientras me daba la vuelta para dirigirme a la mesa de bebidas, aunque sentí que más bien lo de la bebida era un claro pretexto para evitar otra conmoción de mi parte, ya saben... esa sonrisa de la castaña.

—Espera Gaara... no te vayas a ir—, exclamó Matsuri desconfiando un poco, ¿tan obvio es que lo de las bebidas es un pretexto para alejarme?

—Matsuri, no me iré, sólo voy por unas simples bebidas... y regresaré—. Argumenté siendo claro y convincente, la castaña... sonrió de nuevo... y se quedó esperando, en el momento en que sonrió no pude evitar desviar incómodamente la mirada... ¿No sé porqué la evito? ¿Así de tanto es la conmoción o qué?...

Llegué a la mesa y serví el agua que era de sabor jamaica y un refresco sabor coca para mí, en cuanto terminé de servir vislumbré un auto muy reconocido para mí..., ¡aguarden!... el carro es rojo y de marca Audi R8, de ahí sale un tipo pelirrojo vivo, despreciables ojos marrones, sonrisa estúpida con toque déspota y una tonta flor en la mano. Lo reconocí al instante y una mueca de desagrado se formuló en mi rostro, es increíble que ese desgraciado de Sasori Akasuna No esté aquí.

Ese pelirrojo me vio y también soltó un bufido desagradable al verme, el muy petulante se acercó y con una mirada que para mí no es nada intimidante dijo:

—Sabaku No—, ese tipo insoportable mencionó mi apellido de forma seca y sin expresión alguna que no me sorprendió.

—Akasuna No—. Respondí de la misma forma y más indiferente de lo usual. Nos quedamos mirando unos segundos, no puede ser que ese maldito se presente aquí y esté viendo su arrogante rostro, el odio entre nosotros es más que visible y todo por... ¡Maldita sea! ¡Odio tener que recordar eso!...

— ¿Qué carajos haces aquí?—, me atreví a cuestionarle. Sasori únicamente soltó una risa irónica y me miró de nuevo con ese desdén.

—Quisiera preguntar lo mismo baka, no puedo creer que tenga que ver tu estúpido rostro, y lo que tenga que hacer aquí no es de tu incumbencia...—, exclamó el desgraciado con suma frialdad.

—A mi no me interesa saber que haces y que no...—, contraataqué de la misma manera sin dejarme intimidar por sus palabras.

—Mejor dejo de perder mí tiempo contigo, debo saludar a alguien que si tiene importancia...—. Y dicho esto se marchó rápidamente en dirección hacia cierta castaña de ojos negros que esperaba paciente la bebida, que se supone debía traerle. Al notar ésto sentí la sangre hervir de puro coraje, al ver como ese bastardo se acercaba de lo más gustoso con Matsuri, susurrarle cosas, aparte guiarla hacia otra mesa con bebidas sosteniendo su cintura y para acabarla el muy orgulloso recibe “esa sonrisa que me conmueve” de Matsuri.

No lo soporté más, apreté los vasos de plástico con furia–los cuales se rompieron–, los aventé hacia un lado del césped valiéndome completamente si estaba en casa ajena... No sé porque tengo éstas extrañas reacciones, pero el hecho de ver a Matsuri con ese de Sasori simplemente es algo que no puedo aguantar.

— ¡Mejor me largo de aquí! ¡Maldito desgraciado de Sasori! ¡LO ODIO!... ¡Me voy a un bar a divertirme! ¡Si, eso haré y no me importa!—, descargando mi furia incontenible en mis pensamientos corrí hasta mi casa, abrí el garaje coléricamente y entré en mi camioneta último modelo original. A toda velocidad me dirigí hacia el bar más cercano.

Fin Gaara’s POV...

Matsuri’s POV...

Esperé pacientemente a que Gaara me trajera un poco de beber puesto que estaba muy cansada con todo el ajetreo, mmmmm Gaara a pesar de que sea déspota y con tantas características que se deriven de “frío y egocéntrico”, para mí es muy amable y que puede tener su lado cálido... ¡Oh! Es verdad, olvidé preguntar sobre su físico... ¿Me pregunto cómo será Gaara?..., ¿será de cabello negro? ¿Rubio? ¿Tendrá ojos azules? ¿Será moreno o de tez blanca?... Mmmmm no sé, podría ser pelirrojo..., no lo sé cuando regrese le volveré a preguntar...

— ¿Matsuri? ¿Acaso esa chica tan linda y risueña es Matsuri?—, exclamó una voz masculina y muy divertida, levanté una ceja con notable confusión y después de varios segundos logré reconocerla bien y todo... ¡Oh–no–puede–ser!

— ¿Sa-Sasori?—, pregunté con sorpresa. Recuerdo que Sasori es uno de los amigos de Itachi, solía visitar la mansión con frecuencia junto con más amigos cuando estaba chiquita y recuerdo muy bien que era él único que se apegaba a mí y me trataba con cariño, como si fuéramos hermanos. Si no me equivoco es pelirrojo y de destellantes ojos marrones.

— ¡Claro pequeña! ¡Adivinaste!—, me felicitó Sasori dándome un efusivo abrazo—. Te extrañé demasiado y no sabes cuanto...—me susurró al oído sacándome un leve sonrojo.

—Sasori, también te extrañé bastante—le sonreí con la mejor sonrisa que pude, al deshacer el abrazo sentí como unos labios se presionaban sobre mi frente, volví a sonrojarme si más no era mi costumbre.

—Matsuri te veo sedienta ¿Porqué no vamos por una bebida rápida y nos ponemos a charlar un rato?...—. Sugirió la voz amable de Sasori, aunque es cierto... Gaara no ha regresado con la bebida que le pedí, mmmmm que raro...

—Espera, es que mi nuevo amigo Gaara se ofreció a traerme un poco de tomar, pero no ha regresado—, hablé cabizbaja. Sasori me puso una mano en el hombro y dijo...

—Ah, Gaara ya no vendrá, ya que lo vi marcharse hace rato—, Sasori me habló en tono extrañamente seco cuando mencionó a Gaara.

—Se fue...—, gimoteé con tristeza puesto que nunca pensé que Gaara me dejara colgada pidiéndole un simple favor.

—No te preocupes, vámonos por esa bebida que tanto te gusta... el jugo de jamaica...—. Sasori me tomó de la cintura y nos dirigimos a una mesa para tomar la bebida. Me sentí mal debido a que Gaara se fuera y sin despedirse siquiera.

—Gaara se fue...—pensé con tristeza, bueno... supongo que tuvo algo que hacer y no le dio tiempo, tal vez fue eso no debo molestarme entonces. Además me quedé con las ganas de volver a preguntarle como era.

Fin Matsuri’s POV.

Autor’s POV...

—Maldito Sasori...—masculló el pelirrojo de ojos aguamarina con mucho desdén en su aterciopelada voz. Gaara llegó al “Bar Ichiraku”–que también es un restaurante–, estaba tan enojado que deseaba descargar su ira con unos cuantos tragos de alcohol, a leguas se notaba que lo odiaba— Tsk... No sé porqué diablos actué así cuando vi a ese de Sasori con Matsuri...—. Pensó el Sabaku No muy confundido, ¿cómo era posible que pudiese reaccionar así, si apenas la conocía y le hablaba? Aquella respuesta a sus estímulos fue muy extraña.

—Gaara... ya tiene mucho tiempo que no pasabas por aquí, ¿qué te ofrezco?—habló una gruesa voz, proveniente de un hombre alto y de tez morena.

—Baki...—musitó el pelirrojo reconociendo de inmediato la voz—Sírveme algo que sea fuerte, me importa un bledo lo que sea—espetó Gaara desinteresado, a sus dieciocho años ya tomaba el muy condenado, puesto que ya no es un adolescente, ahora es un adulto medianamente “maduro”.

—En seguida...—acotó el susodicho sirviendo un whisky.

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Mientras tanto en la mansión Uchiha, se encontraban varias parejas bailando la melodía acústica, para empezar Naruto invitó a Hinata–la cual se puso roja–Sakura a Sasuke, Sai a Ino, Temari a Shikamaru–aunque prácticamente lo obligó–, y así sucesivamente.

—Matsu-chan ¿Te gustaría bailar conmigo?—, ofreció gustoso el pelirrojo de ojos marrones a la castaña invidente, quien de inmediato se negó rotundamente.

—Sasori-kun el baile no es lo mío...—, se excusó la invidente muy nerviosa—. En mi vida he bailado, podría pisarte o chocar así que prefiero no hacerlo, tu sabes perfectamente porqué no puedo al menos danzar—, continuó la castaña de manera apenada y triste, ella jamás había bailado debido a su defecto visual y por ende no podría seguir los pasos.

—Por eso no te preocupes, ya haré que bailes—se burló amistosamente el pelirrojo, la castaña frunció el ceño divertida puesto que se sentiría como un títere siendo manejado por el marionetista.

—Vale, tu ganas—, se resignó la castaña en un profundo suspiro. Sasori la sostuvo de la cintura, después la ayudó a poner sus brazos alrededor de su cuello y por último comenzó a guiarla ya estando en la pista colorida.

—Toma esto es para ti..., bienvenida a casa...—, murmuró el pelirrojo sin dejar de bailar. Le entregó a Matsuri un clavel rojizo, aquella “tonta flor” según Gaara.

—Oh Sasori-kun, en verdad domo-arigato, que dulce eres...—, exclamó la castaña con suma alegría.

—Pude entregarte algo mejor pero... es “una flor para otra flor”—, exclamó alegre el pelirrojo y un tanto poético.

—Ah, nuevamente gracias Sasori—, Matsuri mostró su gratitud dejando relucir sus sencillas mejillas coloradas debido a la vergüenza que un ser tan puro como ella podía despedir.

—Bien... sigamos bailando...—, continuó Sasori a lo que Matsuri asentía con la cabeza muy feliz, aunque por otro lado sentía un poco de tristeza y curiosidad respecto a Gaara... ¿Qué habrá pasado con él?

Sasori se sentía muy bien estando con esa dulce castaña, en verdad estaba muy enamorado de ella desde el primer momento en que la vio, aunque apenas era muy jóvenes y la pequeña en ese entonces sólo tenía la simple edad de siete años, así es, un año antes de que padeciera la ceguera, pero eso a él no le importaba estuviese invidente o no, él iba a amarla y a protegerla aunque sonara posesivo.

—Si supieras lo que siento por ti...—pensó el Akasuna No con mucha tristeza, puesto que era más que claro que Matsuri nunca se daría cuanta de sus sentimientos “obsesivos”—. Voy a conquistarte... no importa lo que haga...—, se animó a si mismo.

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Al siguiente día...

Le dolía la cabeza como nunca antes, el cuerpo estaba lleno de pesadez y su apariencia no estaba del todo favorable. Cierto pelirrojo se encontraba despertando con una jaqueca luego de una incontrolable noche de borrachera. Los rayos del astro rey lo habían despertado y eso le molestaba. A final de cuentas se levantó y se dio una ducha fría para despertar de inmediato. Al recordar la razón por la cual se había embriagado le provocaba aún mayor el dolor de cabeza; Gaara golpeó la pared de su baño ya que no podía contener esa extraña reacción por la que se sentía realmente confundido.

—Debo dejar de pensar en eso y en ella, ¡maldito Sasori!—, volvió a maldecir internamente, ya que otra vez volvió a recordar a la invidente castaña junto con su “transparente enemigo”.

Salió de la ducha con una toalla enredada sobre su cintura, por ende dejando al descubierto su torso bien formado y sin una sola imperfección en esa blanca musculatura. Miró por la ventana algún entretenimiento pero sólo logró vislumbrar la otra casa colindante, la cual era la mansión Uchiha. Chasqueó la lengua y después comenzó a vestirse.

Después de vestirse salió de su cuarto con leves punzadas en la cabeza debido al dolor de éste. Llegó a la cocina despreocupadamente para encontrar algunas pastillas y calmar el condenado dolor. Cuando tomó unas cuantas y aparte sorber el vaso de agua cristalina; al darse la vuelta para regresar, le sorprendió ver a cierta rubia de ojos verde oscuro muy enojada.

Era Temari, usando un kimono corto para dormir de color negro, cruzada de brazos, con el ceño muy fruncido y torciendo la boca, lucía como una salvaje fiera. Gaara soltó un bufido cargado de fastidio, sabía perfectamente lo que su “querida hermana” le iría a sermonear.

— ¿A dónde te largaste?—exigió saber la rubia realmente enfadada y al mismo tiempo preocupada— ¿Me vas a decir o no?—cuestionó a su vez, Gaara le miró sin una pizca de pena y completamente callado.

—Hmp...— soltó el pelirrojo el típico monosílabo—Temari ya no soy un niño al que le debas preguntar y lo que haya hecho no es de tu incumbencia...—, se defendió Gaara con su fría actitud.

—No lo digo por eso, ya sé perfectamente que has crecido y que haces lo que tu gana se te dé...—, la Sabaku No mayor calló por unos segundos mostrándose consternada—. Lo digo por Matsuri-chan—agregó Temari poniendo las manos en su cintura.

— ¿Y qué con ella?—preguntó ariscamente el pelirrojo levantando la ceja, aunque muy en el fondo le perturbó una especie de “preocupación”..., ¡sí! Así como lo estoy escribiendo...

—Me sorprende que te lo tomes así..., te fuiste a quién sabe dónde—pausó un poco— y cuando anocheció, después de que ella bailó con un tal Sasori... se la pasó preguntando por ti...—, confesó la rubia en forma de exclamación. Repentinamente el pelirrojo quitó su “cara de delincuente “al escuchar lo que dijo Temari.

— ¿Así que ella preguntó por mí?—, pensó el de ojos aguamarina un tanto arrogante y sinceramente satisfactorio a la vez.

—Bueno haz lo que quieras... me voy a arreglar porque saldré con Shikamaru a pasear un rato ¡Kya!—exclamó la rubia con felicidad y dicho esto salió corriendo a su habitación. Cuando la rubia se retiró, el pelirrojo se quedó muy pensativo y a la vez se sentía muy extraño...

—Matsuri preguntó por mí...—, susurró el pelirrojo y bajó la cabeza apenadamente, de pronto apareció esa conmoción...

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<< Ella estaba en el mismo lugar que había soñado cuando estaba en Francia, ese lugar blanco y brillante que le brindaba paz y serenidad. Cierta castaña de ojos negros sonrió con amabilidad, estaba segura de que volvería a encontrarse con ese misterioso ser tan apuesto, admirar ese cabello rojo, ver esos ojos aguamarina, esa nariz y esa boca que se atrevió a besar la suya con tanto candor.​

​

—Quien quiera que seas, anhelo verte otra vez...—musitó la castaña con una frágil sonrisa. Ella en verdad quería verlo, lo “anhelaba” demasiado ya que le provocaba una especie de sensación cálida cada que lo veía–en su sueño nada más lamentablemente–, eso no le importaba aunque fuese alguien imposible.​

​

—Matsuri...—, alguien susurró su nombre con tanta ternura y pasión...​

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—Sé que eres tú... déjame verte por favor—suplicó la castaña dulcemente...​

​

En ese momento “alguien” la rodeó por detrás y suspiró a su oído, al sentir eso tan real, le provocaba miles de sensaciones que no creyó ser capaz de sentir. La castaña se volteó, vio esos orbes tan penetrantes de color aguamarina y la chica se emocionó al pensar que sólo la miraban a ella... de una forma tan pura y especial.​

​

— ¿Porqué no me dejas saber tu nombre?—, se quejó la castaña y al observar bien a ese pelirrojo de ojos turquesas, pudo vislumbrar que en su espalda estaban las alas de un ángel y que se encontraba vestido de blanco... como el lugar... como ella pero con un sublime vestido. La de ojos negros se sorprendió al ver un ser tan atractivo... todo un “ángel”.​

​

—Mi Matsuri...—, murmuró suavemente el pelirrojo misterioso mientras acariciaba la mejilla de la castaña con divina delicadeza—. No necesitas saber mi nombre..., tú misma lo descubrirás, ya que “estoy más cerca de lo que tú crees”...—, exclamó el “ángel” tiernamente y en tono muy sabio.​

​

—No te entiendo...—, gimoteó la castaña con tristeza—. ¿Cómo he de saber que estás más cerca si no puedo ver? ¡Soy una ciega! ¡Soy una...!—, la chica estuvo a punto de insultarse a si misma cuando de repente unos labios dulces se apoderaron posesivamente de los suyos. Matsuri abrió los ojos sorprendida ante ese acto tan repentino, aquel hermoso ángel de cabellos rojos la estaba besando aunque de forma más intensa y apasionada que la vez anterior.​

​

Matsuri se dejó llevar por esos deliciosos labios, cerró los ojos y tomó al ángel del cuello para acercarlo más hacia ella mientras que él la tomaba de su cintura con suavidad. Sin embargo el oxígeno se apoderó de ambos por lo que se separaron y el pelirrojo miró fijamente a la castaña.​

​

—Mi Matsuri... no digas eso, pronto sabrás mi identidad más quiero que estés consciente sobre la pista que te he dado... por otro lado... tu sonrisa es la que más me gusta y me “conmueve”—, exclamó el pelirrojo tiernamente y la castaña se sonrojó cuando volvió a escuchar que era “Su Matsuri” en señal de clara posesión y que su sonrisa le conmovía.​

​

—De acuerdo...—se resignó Matsuri— ¿Volveré a verte otra vez?—. Preguntó la castaña con curiosidad...​

​

—Por supuesto... cuando pienses en mí y te duermas, ahí estaré para ti—, exclamó el pelirrojo cariñosamente tomando las manos apiñonadas de la castaña—. Créeme que eso me encantaría...—agregó el de ojos aguamarina, sacando una sonrisa de satisfacción en “Su Matsuri”.​

En ese instante el “ángel de cabellos rojos y ojos turquesas” comenzó a difuminarse y el escenario blanco empezó a desaparecer...​

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— ¡Ahhhh!—, despertó la castaña en un suspiro dándose cuenta que era un sueño y se alegró de que podía ver a ese “ángel” cuando ella quisiera, siempre y cuando pensara en él— ¡Cielos!... ¿Porqué no me dejas saber tu nombre?...—pensó la invidente con tristeza.

Nuevamente sus ojos distinguieron todo borroso y monótono como siempre, Matsuri se sentó sobre su cama, se tocó la frente al recordar aquel sueño... ese ser misterioso la había besado y ella se sintió tan bien, como estar en un “paraíso”, pero... ¿Qué es realmente “estar en el paraíso”?..., ¿placer? ¿Comodidad?..., o tal vez...

​

Enamoramiento...​

​

— ¡Ja! ¡Si como no!—se reganó internamente la castaña... por favor ¿Cómo enamorase de un ser que no existe? Que sólo ha aparecido en sus sueños y que no lo vería jamás...—Es sólo una fantasía de mi mente, es algo que jamás sucederá, pero que siempre recordaré...—, se emocionó la castaña sonriendo.

Toc, toc...

Tocaron dos veces la puerta.

—Pase—, indicó la castaña con voz cantarina e inocente, escuchó la puerta abrirse y de ella entró...

—Hola Matsuri, ¡ya despertaste!... ¡Buenos días!—, saludó animadamente un joven azabache.

— ¿Itachi?—, trató de reconocer la castaña aquella voz masculina y tan entusiasta proveniente de su pariente, mantuvo su mirada hacia otro lado–por lo de la ceguera–y sonrió ampliamente cuando escuchó esa voz que efectivamente era del Uchiha mayor mejor nombrado como Itachi.

— ¡¿Qué tal Matsuri?! ¿Cómo te la pasaste ayer?—preguntó Itachi a su hermana menor quien suspiró de forma satisfactoria.

—Fue lo mejor que he podido disfrutar, no me esperé algo como eso, muchas gra..., bueno ya he agradecido suficiente—aclaró la castaña que comenzó a levantarse–con ayuda de Itachi– y se estiró levemente.

— ¡Ja! Me alegro mucho por ti—aseguró el mayor con una cara de lo más feliz y agradecido de volver a ver a su hermanita, luego de un año entero sin verla—. Por cierto Matsu, ¿cómo fue tu estancia en París?—cuestionó el azabache con duda.

—Itachi, realmente me fue muy bien... nada de que quejarse, aprendí muy rápido el braille y el francés, aunque el segundo me costó más trabajo—, comentó la castaña un tanto apenada.

— ¡Bueno no se diga más! Traeré a Yuki para que te ayude en lo que necesites y bajas a desayunar ¿Vale?—, dijo Itachi hacia su hermana.

— ¡Sí señor!—, acató la castaña en forma militar y sacando una leve risa en el mayor.

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Mientras tanto el pelirrojo de ojos turquesas se encontraba sentado en el sillón de su elegante sala, viendo la televisión algunas películas de acción. Bufó un poco aburrido y amargado, se puso a ver un documental sobre los animales–cosa que no fue de su agrado–y devoró en sólo tres minutos una manzana golden de color verde. En ese instante su celular vibró y sonó, alguien estaba llamando por supuesto, al ver el número, Gaara rodó los ojos con fastidio:

Era una de sus tantas conquistas... Kazumi, no sólo eso... también es su insoportable “novia”...​

​

—Kazumi ¿Qué quieres?—cuestionó el pelirrojo fríamente y sin saludar.

— ¡Ash! Y la molestia con mala actitud soy yo—exclamó la otra línea con una voz aguda y femenina, era la tal Kazumi. El pelirrojo frunció el ceño levemente ante tal comentario y prosiguió con la llamada.

—Hmp... Ya dime que quieres y de una vez acostúmbrate a mi carácter—espetó Gaara en tono muy arrogante y autoritario.

—Me cuesta trabajo, ¿sabes? Pero aún así me gustas y no sabes como me muero por estar contigo en todos los sentidos...—dijo la tal Kazumi con una voz muy insinuante y pervertida. Gaara levantó la ceja captando todo y no le desagradó del todo la idea arrogante, ya que si había pasado entre ellos el placer “un par de veces”.

—Kazumi...—espetó duramente el pelirrojo a pesar de la propuesta. Ahora no estaba dispuesto a eso otra vez.

— ¡Ya sé Gaara! ¡Salgamos! ¡Te parece!—exclamó muy divertida y escandalosamente la tal Kazumi, Gaara no parecía muy convencido puesto que incluso se aburría estando a su lado, pensó muchas veces en cortarla pero tal parece que Kazumi lo esquivaba cuando intentaba “tronarla”.

—Vale Kazumi, saldré contigo—aseguró Gaara muy ofuscado, aunque realmente lo que quería era salir y ya.

— ¡Kya! Está bien Gaara-kun... te espero en el parque en unas dos horas ¿Te parece?—, exclamó la voz infantil y caprichosa de Kazumi.

—Lo que sea...—, masculló secamente a su vez el pelirrojo—. Y no me digas Gaara-kun, no te he dado esa confianza—. Espetó nuevamente con el mismo tono.

— ¡Ay que grosero!—, se rió la novia del pelirrojo muy divertida—Te espero mi pelirrojo sexy...—musitó con perversión la tal Kazumi, cosa que fastidió más al pelirrojo, quien colgó de inmediato sin siquiera despedirse.

—Hmp..., ya que me queda...—Gaara masculló molesto mientras miró de soslayo la ventana de marco color verde de la sala.

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Con ayuda del azabache mayor, la castaña bajó sigilosamente las escaleras junto con la perrita retriever Yuki, la de ojos negros usaba ropa cómoda y se sintió dispuesta desayunar. En la cocina se encontraba su madre quien preparaba unos deliciosos hot cakes, el azabache menor se sentó en la mesa y el padre leía el periódico con mucho detenimiento.

— ¡Buenos días Matsuri! ¿Cómo amaneciste?— preguntó la señora Mikoto con una reluciente sonrisa, en cuanto dejaba los hot cakes en un plato grande. Matsuri se sentó en una de las sillas con cierta ayuda de Itachi.

—Estoy bien oka-chan, dormí muy cómoda y todo—aclaró la castaña invidente mientras comía los hot cakes gustosamente. Mikoto no siguió diciendo nada más luego de ver la cálida sonrisa de su querida retoña. Sasuke y Fugaku no dijeron nada aparte, aunque si estaban complacidos por el simple hecho de ver la castaña feliz—Oigan todos... hay algo que quiero hacer éste día.

— ¿Qué quieres hacer Matsuri?...—. Esta vez quien habló fue Sasuke.

—Me gustaría salir de la mansión, a despejarme un poco nada más, me guiaré con ayuda de Yuki—. Itachi quedó boquiabierto, Sasuke abrió desmesuradamente los ojos, Mikoto dejó de cocinar y Fugaku soltó el periódico luego de aquella petición de la castaña.

—Hija, ¿estás segura que quieres salir? Es muy peligroso que estés tú sola...—, aclaró la señora Mikoto con preocupación—A menos que uno de tus hermanos te acompañe...—, aseguró la madre siendo razonable.

—Gomenasai oka-san, debo salir con Deidara, voy a ayudarle con varios productos que su familia anda encargando con nuestra empresa...—, dijo el morocho mayor bajando la cabeza.

—Yo no puedo, Naruto me pidió que le ayudara a estudiar...—bufó molesto el morocho menor y a la vez un tanto perturbado.

—No será necesario que me acompañen, con Yuki será suficiente, además no iré lejos, sólo será en el parque y regresaré lo prometo...—, aseguró la castaña sinceramente con una sonrisa confiada, al mismo tiempo que la perrita ladraba de gusto—Por cierto oí que los perros retriever necesitan salir debes en cuando...—agregó Matsuri.

—Supongo que no habrá problema, si sólo es en el parque será razonable, pero... si te tardas más de lo debido dudo mucho que vuelvas a salir, a menos que avises... trae tu nuevo celular contigo siempre—dijo Fugaku bastante convencido, ya que no habría problema que salir a despejarse luego de un viaje tan largo y aparte la fiesta.

—Claro oto-sama... todo estaré bien no se preocupen—aseguró la castaña con una sincera sonrisa, Yuki la perrita ladró contenta, la castaña tomó un bolso con sus cosas y salió de la mansión satisfecha al terminar de desayunar. La perrita retriever y Matsuri estaban muy contentas de poder salir a gusto.

Fin Autor’s POV.

Gaara’s POV...

Sin avisar de nada, decidí salir de la casa una media hora antes de verme con Kazumi, quise despejarme un rato de la rutina monótona y hundirme en mis pensamientos solitarios. Noté como unas niñas de menor edad que la mía–al parecer unos quince años–susurraban algo sobre mi persona y más destacaba el atractivo.

—Vez a ese pelirrojo que está por ahí...—, susurró una deslumbrada de cabello negro.

—Oh si... está bien guapo...—masculló descaradamente su amiga que acompañaba a la pelinegra. No pude evitar sonreír cuando escuché esos halagos sobre mi persona, saludé de manera arrogante mientras que al hacerlo las niñas gritaban si disimular al menos.

—Niñas inmaduras...—, me dije a mi mismo mientras seguía mi camino sin prestar mayor atención a esas niñas de nuevo. Aparecí en el parque en una breve y cerrar de ojos, decidí esperar a mi insoportable novia y me senté en uno de los bancos. Miré aburrido el paisaje de la calle y nada más me limité a esperar.

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Pasó alrededor de media hora mientras seguía sentado sin moverme y esperando ¡Pff! ¡Kazumi ya se tardó! Si no aparece me levanto de éste aburrido banco y me regreso a mi casa...

En ese instante vislumbré a una chica sencilla, de cabello castaño y con un perro acompañándola, deduje que era Matsuri, de lejos logré notar su “brillante sonrisa” y su buen porte. De pronto me di cuenta que la miraba más de lo debido y de inmediato desvié la mirada hacia otro lado; sin embargo no pude evitarlo y volví a mirarla, aunque sea de soslayo, reconozco que es... bonita...

Dirigí la mirada hacia la carretera donde un imprudente se desviaba con su carro y a toda velocidad; absorto por lo que podría pasar caminé rápido por el sendero del parque. No me equivocaba en lo absoluto, vi como la castaña tropezaba sobre sus propios pies–aunque no logró caerse– nada más quedó en medio de la carretera...

— ¡No! ¡Ella!...

El desgraciado que no sabe manejar su auto iba atropellarla, dejé los pasos rápidos y corrí hasta donde estaba la castaña, evité los obstáculos ágilmente y brinqué los bancos para llegar, noté como Matsuri quedó en shock y no se movió a pesar de los jaloneos de su perro.

— ¡Matsuri!—grité verdaderamente preocupado mientras me acercaba a la carretera para quitarla de allí... pero... no estaba seguro de llegar...

Fin Gaara’s POV.

Matsuri’s POV...

Podía identificar los olores fétidos y dulces de la calle, lograba escuchar las voces de las personas hablar e incluso oír las risas animadas de los niños al jugar, mientras yo era guiada por mi perrita lazarillo. Me sentí mal por el hecho de no poder ver, me habría encantado observar el paisaje de la calle, bueno... en fin simplemente caminé en línea recta por la banqueta de la carretera.

En ese momento escuché el chirrido de las llantas de un automóvil, derrapándose casi por la dirección en donde yo me encontraba, por esa distracción me tropecé con mis propios pies torpemente y no sé... pero me quité de la banqueta y estoy segura que me quedé en la carretera.

Éste era mi fin... ni siquiera los jaloneos de Yuki lograban moverme, el pánico me dejó sumida en el trance y por ello apreté con fiereza la correa de mi perrita.

— ¡Matsuri!—gritó una conocida voz masculina, seria y preocupada. Me encontraba en estado de shock, no podía quitarme ni siquiera por acto de reflejo e impulsivamente cerré mis ojos.

De pronto unos fuertes brazos me cobijaron rápidamente en un posesivo y protector abrazo, aunque no a intención de asfixiarme. Todo pasó muy rápido, aquella acción sostenía desde mi cintura hasta por encima de mis brazos, de inmediato esa persona me quitó de aquella carretera peligrosa, tuve la sensación de que el auto pasó y nos rosó. Ese automóvil estuvo a punto de atropellarme, por suerte no fue así...ambos quedamos a un costado del asfalto... completamente abrazados el uno al otro...

Instantáneamente sentí una sensación de alivio y protección cuando el desconocido abrazo me dejó rodeada. Esa sensación fue tan extraña, era como estar con el “ángel” de mis sueños, no deshicimos el abrazo, las respiraciones eran agitadas y estaban demasiado cerca... nos quedamos así por un buen rato...

—E-espera, oye... ya puedes soltarme... quien quiera que seas...—, forcejé un poco con el desconocido que me salvó, su aroma... su olor era tan penetrante, colonia masculina que me pareció conocida..., un momento ¿Acaso es...?

—Matsuri el carro estaba a punto de atropellarte, al menos dame las...—, reconocí aquella aterciopelada y sarcástica voz grave que era de...

— ¡Gaara-kun eres tú! ¡No puedo creerlo! ¡Muchas gracias!—, nuevamente lo abracé otra vez con mucho y extraño afecto, como si no quisiera separarme de él para sentirme protegida, Gaara no lo correspondió, pero en unos segundos de quedarse así ya tenía sus cálidas manos sobre mi espalda.

Fin Matsuri’s POV.

Gaara’s POV...

De inmediato ya me encontraba frente a la castaña, la protegí con mis brazos y con un movimiento rápido nos alejamos de la carretera, todavía el carro pasó junto a nosotros, el conductor nos dijo algo y la verdad no lo entendí ni me interesó. Después de evitar el accidente, la castaña y yo nos quedamos abrazados por un buen rato... se sentía tan frágil y débil en frente de mi presencia...

De un momento a otro la miré un poco, tenía su mirada desconcertada y en ese momento sentí una corriente eléctrica al verla así, las respiraciones se hicieron agitadas por el susto y nuestros labios quedaron cerca... verdaderamente cerca...

—E-espera, oye... ya puedes soltarme... quien quiera que seas...—, la castaña trató de liberarse de mi agarre y tomó una bocanada de aire del ambiente.

—Matsuri el carro estaba a punto de atropellarte, al menos dame las...—, repliqué sarcásticamente y tratando de ser razonable con la aludida.

— ¡Gaara-kun eres tú! ¡No puedo creerlo! ¡Muchas gracias!—, no me dejó hablar y me abrazó de nuevo con mucho afecto, no lo correspondí puesto que no me gustan los acercamientos tan cariñosos, pero pues... aún así ceñí los brazos a su espalda para cubrirla y sin querer aspirar un poco... aunque sea un poco de su aroma tan dulce y sofocante.

¡Un momento! ¡Me llamó Gaara-kun!... pero si ni siquiera le he dado esa confianza para decirme así, con nadie absolutamente, todavía que usen el “san” lo paso, pero el “kun”... bueno... no suena tan mal cuando ella lo dice...

—Matsuri... ¿Qué haces aquí sola?—. Todavía con mi tono serio la regañé ¿Cómo se le ocurre andar sola por éstos rumbos?, es obvio que le podría pasar algo si no la vigilan... ¿Y desde cuando me he vuelto tan protector?... ¡Pff!

—Bueno...—, la aludida se separó de mi un tanto apenada y comenzó a balbucear—. Es que quería salir a pasear con... ¡Espera! ¡¿Dónde está Yuki?!—gritó preocupada la castaña, mencionando a la perrita de color blanco.

—No te alteres... aquí está—, le dije serenamente mientras jalaba la correa de la mascota hacia su dueña, quien asustadamente la abrazó y dio mimos cariñosamente.

—Yuki... pensé que te pasaría algo y yo tan despistada...—, continuó la castaña dirigiéndose a la perrita, quien simplemente gruñó perturbada por lo que pasó momentos antes.

Fin Gaara’s POV.

Autor’s POV...

—Gaara-kun simplemente quise distraerme con Yuki y así liberarme de la rutina—, aclaró la castaña con el ceño fruncido. El pelirrojo levantó la ceja incrédulo y finalmente decidió resignarse puesto que la castaña era muy obstinada al hablar.

—Mira ya no importa, si no hubiera estado ahí, ese auto pudo haberte...

—Si, pero no fue así...—, la castaña interrumpió al pelirrojo mientras se cruzaba de brazos y se sonrojaba por el enojo. Gaara al verla así le pareció tan graciosa que no pudo evitar reírse de manera arrogante. —No sé a que le ves la gracia—, replicó la castaña sonrojándose más, el de ojos aguamarina simplemente se contuvo y sonrió de lado.

—Bueno... ya no te enojes Matsuri, supongo que me tengo que ir ya que...— el pelirrojo se despidió de forma cortés pero fue abruptamente interrumpido por la castaña.

—No espera Gaara-kun—, la castaña detuvo al pelirrojo, quien se paró cuando escuchó de nuevo su nombre con el “kun”. —Bueno yo, ¿porqué no salimos?—, propuso la castaña muy sonriente. Gaara meditó por unos instantes y levantó la ceja sorprendido... Ninguna chica lo invitaba... sólo él era quien lo proponía.

— ¿Que dices Gaara-kun? Te parece si vamos a comer o a divertirnos...—, agregó la castaña muy animada junto con Yuki quien se emocionó al instante.

—No sé si pueda... tengo un compromiso con...—, en cuanto volteó, vislumbró a lo lejos a su insoportable novia plástica, cerca de los bancos del parque y esperando impaciente a que él apareciera. Miró a Matsuri quien se entristeció...

—Oh bueno... ya me debes dos, me dejaste con la mano estirada ayer esperando una bebida, te desapareces y ahora no me dejas agradecerte por haberme salvado...—, explicó la castaña bajando la mirada invidente. Gaara se sorprendió todavía más y la verdad Matsuri era muy razonable con lo que decía, el pelirrojo no sabía si replicar o pedir una disculpa, pero lo segundo no era tan fácil de dar debido a su actitud.

El pelirrojo miró de soslayo a su tal novia lejana en el parque, y después se dirigió a la castaña.

—Vámonos Matsuri, mi compromiso no es importante—, dijo Gaara de forma indiferente. Matsuri recobró la sonrisa... esa sonrisa que lo conmueve... y con ayuda de Yuki regresaron a la casa del pelirrojo, se subieron a la camioneta de él y salieron a...

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Mientras tanto en el parque se encontraba una chica de cabello largo y rubio brillante, ojos verdes más fuertes, mirada pesada y cuerpo exuberantemente plástico. Su nombre completo es Kazumi Kitsune y esperaba impaciente a su novio–mejor conocido como Gaara–pero éste no aparecía. La rubia bufó malcriadamente y miró el reloj unas... cien veces para ser exactos, el pelirrojo ni sus luces y eso la enloquecía de rabia.

— ¡Maldita sea Gaara! ¿Dónde estás?—, maldijo internamente mientras la rabia se hacía más potente. Sacó su celular lastimosamente caro y marcó con rapidez el número del pelirrojo–el cual no contestó–, marcó otra vez...–y no contestó—. La rubia casi se arrancaba los cabellos de puro coraje y decidió esperar para su mala suerte.

—Me dejó plantada ¡Cómo pudo hacerme eso!—masculló con fiereza la tal rubia plástica. Pasó una hora más y simplemente no apareció.

Kazumi no lo soportó más, se levantó del banco, brincó de forma infantil y por ende hizo eco con sus tacones negros de aguja, se acomodó el cabello de manera arrogante y ofendida, y dando unas fuertes zancadas se fue del parque.

—Esto no se va a quedar así Sabaku No Gaara... a mi nadie me deja plantada—pensó dignamente la tal Kazumi sin detenerse.

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Mientras tanto en la camioneta color negro del pelirrojo, se dirigían la castaña y él–sin olvidar a Yuki— fueron a...

— ¿Porqué no vamos a Ichiraku?... será buen momento de estrenar el cupón que me dio Naruto-kun y comer ramen de por vida...—, mencionó con gracia la castaña, Gaara también se rió pero no le apetecía ir a ese restaurante favorito de su amigo rubio de ojos azules.

—Nada de eso—, replicó el pelirrojo duramente— Déjame escoger a mi el lugar...—, propuso a su vez mientras se desviaban a otra dirección. Matsuri acató puesto que con eso estarían a mano de todas maneras.

—Cambiando de tema Gaara..., ¿seguro que no era importante el compromiso que tienes?—, preguntó la aludida con curiosidad.

—No tengo... “tenía un compromiso”... ¡bah! La verdad no era importante, es más no quiero lidiar con ello...—, exclamó fríamente el pelirrojo. En ese momento sonó su celular, miró el número, pero al saber de quién se trataba no atendió la llamada.

— ¿Porqué no contestaste? Es de muy mala educación, que tal si era una emergencia o algo importante—. Dijo la castaña de manera inocente y Gaara a su vez sonrió negativamente.

—Créeme Matsuri, no era una emergencia y mucho menos era algo importante—, explicó el pelirrojo muy indiferente. La que llamaba tanto era la tal Kazumi quien exigía una clara explicación por dejarla plantada. Matsuri simplemente se encogió de hombros y después sacó de su bolso un libro—el que Sai le regaló— y se puso a tocar los puntitos plateados del braille, estudiando el título del primer poema.

— ¿Gaara-kun te gusta la poesía o los poemas?—, cuestionó la castaña. Gaara no la miraba puesto que estaba concentrado en el camino.

—Para serte honesto no me llama la atención—, espetó el pelirrojo fríamente aún sin mirarla.

—Pues muy mal amigo mío..., deberías leer aunque sea uno por día, te ayuda a reflexionar y a identificarse con el ambiente...—, argumentó Matsuri mientras terminaba de tocar el braille. —Te voy a recitar un poco aunque no quieras, acabo de leer con braille y me encantó—. Terminó de decir la castaña, el pelirrojo iba a negarse pero no tuvo tiempo de replicar...

<< La castaña movió los dedos sobre los puntos plateados del braille y comenzó a recitar el poema así... >>

Definiendo el amor.​

​

Es hielo abrasador, es fuego helado​

es herida que duele y no se siente​

es un soñado bien, un mal presente,​

es un breve descanso muy cansado.​

​

El pelirrojo quedó sorprendido e hipnotizado por tanta elocuencia que despedía Matsuri al recitar, quedó atrapado en su cantarina voz y no dudó en quedarse escuchando lo que seguía del poema...

​

Es un descuido que nos da cuidado,​

un cobarde con nombre de valiente​

un andar solitario entre la gente​

un amar solamente al ser amando.​

​

​

Él no sabía lo que significa el amor y no sentía ganas de saberlo, en cambio con todo ese significado del poema se daba mas o menos una idea, en algún momento de su vida lo experimentó, pero después de lo que pasó... no volvió a confiar en el amor ni a creer en él.

​

Es una libertad encarcelada,​

que dura hasta el postrero parasismo​

enfermedad que crece si es curada.​

​

Éste es el niño Amor, éste es su abismo,​

¡mirad cuál amistad tendrá con nada​

el que en todo es contrario de si mismo!​

​

Por alguna razón se sintió identificado con el poema, sólo una vez en su vida logró sentir amor, pero después no volvió a sentirlo... simplemente se reprimió, nunca se enfrentó a las relaciones serias y sólo por si mismo aunque sonara egocéntrico. La castaña terminó de recitar el poema... ella no sabía lo que estaba causando en el pelirrojo, lo distrajo...

En ese instante un carro que pasó muy cerca de ellos, Yuki ladró muy fuerte y Gaara viró el volante para evitar chocar, aquella distracción se esfumó por completo y volvió a concentrarse en el camino. Matsuri era muy inocente ya que no tenía idea de las reacciones de Gaara y claro... no las veía.

— ¿Pasa algo?—. Preguntó la aludida muy confundida.

—No, nada...—, refutó Gaara mientras continuaban el camino hasta ese misterioso lugar.

—La poesía no es mala si te acostumbras a leerla, éste poema me gustó, Sai tiene muy buenos gustos de libros... ¿Te gustó a ti lo que recité?—, dijo Matsuri con una gran sonrisa. Gaara apretó el volante y tomó una bocanada de aire...

—Ya llegamos...—, exclamó cortante el pelirrojo sin contestar a la pregunta de la castaña–cosa que le extrañó mucho a ella– pero no siguió preguntando, comprendía que Gaara no gustaba de la poesía... ¿O si le gustó aunque no lo demostrara?...

Finalmente llegaron al enigmático lugar, era muy grande y lujoso, con árboles frondosos que adornaban el lugar artificialmente y la gente de la alta pasaba... el lugar era un...

Fin Autor’s POV.

¿Continuará?...

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¡Jujuuuuu! ¡Éste capi ha sido mi favorito! Jeje Matsu-chan no se da cuenta de lo que provocó en Gaara con el poema ¿No fue lindo de su parte?... además esto es sólo el principio *_*

Hanasu: ¡Pff! ¡Yo quiero una hamburguesa si no te importa! *se compra una*

Yo: Tú sólo comes y comes ¡no tienes llenadera tú de veras! ¬¬

Bueno... esto ha sido todo por ahora, sin embargo dejo los datos del poema...

Título: Definiendo el amor.

Autor: Francisco de Quevedo

Significados de palabras inentendibles:

Abrasador: Que da tanto calor que quema.

Da cuidado: Que da preocupación, recelo o temor por algo que puede ocurrir.

Postrero: Es una serie, último o final.

Parasismo: Antigua forma de “paroxismo”, exaltación o intensificación extrema de las pasiones o de los sentimientos.

Dejo las preguntas...

¿Qué te pareció el capítulo?
¿Crees que algo le faltó?
¿Tuviste alguna parte favorita? (de ser así menciona el cuál y porqué)
¿Cuáles son las “notorias diferencias” del “ángel” y Gaara?
¿Matsuri se dará cuenta de la identidad del ángel y al mismo tiempo descubrir el físico de Gaara? (considerando que es confuso ya que los dos son él mismo)

¿Qué te imaginas que haya pasado entre Sasori y Gaara como para que se odien tanto?

¿Qué hará Kazumi?
¿A qué lugar llegaron Gaara y Matsuri?
¿Qué opinas de la poesía? ( <---- pregunta opcional)

¿Dejaré de hacer tantas preguntas? XD ok no! No me la contesten jajaja XD...

Adelantos...

— ¡Gaara-kun no puedes hacerme esto! Después de todo lo que pasamos juntos, ¿así piensas dejar las cosas...?—, gritó la chica del cabello negro y ojos azules con lágrimas de dolor y sorpresa.

—Ariasu, lo nuestro terminó, mira lo que yo...—. Dijo el pelirrojo sin una pizca de arrepentimiento y fue interrumpido por la chica de nombre Ariasu, quien lo miraba con odio.

Próximo capítulo: “La rosa que posee el mismo aroma”

¡Gracias por leerlo! ¡Espero que le haya gustado y también agradezco sus valiosos comentarios! ¡Saludos! ^^

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