--Eco!--grité al ver el amplio lugar--Wow... este lugar es asombroso. Pase por donde se filtraba la luz, eran agujeros un tanto raros, más no había nada interesante. --Y Campeón, por que no me hablas de la aventura que nos espera?
Solté un suspiro. --Vale; nosotros nos dirigimos hacía la Gran Catarata, lugar donde se dice que habita la legendaria Sirena de Venus, una de las Leyendas Pokémon --lo miré un segundo y continué--. Seguro te preguntarás que es una "Leyenda Pokémon" ¿No es así? Bien, En Galeia, hay ocho pokémon especiales que destacan entre los de su especie por su fuerza excepcional, su rareza y sus habilidades únicas. Son ocho pokémon que han adquirido el rango de leyenda, puesto que pocos los han visto. Atraparlos es el sueño de muchos, pues son capaces de realizar movimientos que ningún otro pokémon puede hacer; sin embargo, ser leyenda también implica que su captura será todo menos sencillo --lo miré de reojo y agregué--. Según mi investigación, la sirena es una Milotic, por lo que tu Bulbasaur y Elekid me serán muy útiles. --Y en resumen, eso es todo lo que necesitas saber, pero por si acaso, toma esto. --dije pasándole un papel arrugado y algo viejo. (Este es el link de las ocho leyendas https://fanficslandia.com/index.php?threads/informes-de-galeia.40984/)
Caminé sin mirar, mientras leía lo que me había entregado-- Ya entiendo... y supongo que, mi presencia inocente y mi apariencia de de niño tambien ¿Verdad? --Dije en tono de broma. Sería espectacular ver a tremendo pokemon, y aun más combatirlo mano a mano con el campeón, me sentía con bastante suerte.--Y... ¿Capturaras a la Sirena esa...?
--Ese es el plan --le contesté mientras avanzaba por la caverna--, pero como ya te dije, no será sencillo, sobre todo porque no estaremos solos. Y en cuanto a lo de tu imagen de niño..... no serviría a menos que usaras pañal y mameluco. --le dije mientras soltaba una risa que se amplificó por el eco del lugar.
Mi risa tambien se oyó por todo el lugar--Y... ¿No estaremos solos? ¿Acaso alguien más quiere ir por su captura? Sentía una clase de envidia por que él atrape el pokemon, pero era razonable, el campeón de seguro se merecía un pokemon tan raro y hábil como ese.
--¡Obviamente chaval! Es una leyenda, lo lógico sería que muchos anden en su búsqueda; te lo digo yo que ya tengo experiencia, no hace mucho me enfrenté al temido Caballero Rojo, y habían por lo menos 4 personas más enfrentándolo al mismo tiempo; le arrojé una pokebola pero se escapó y otro chaval con más suerte lo capturó. Ya te digo, no seremos los únicos en el lugar, así que hay que tener cuidado; incluso un novato podría volverse un rival de temer si tuviera un pokémon como ese. --le terminé de explicar, justo mientras salía de la caverna.
Sentí ese último comentario como una indirecta para mí, ahora la aventura se había tornado diferente, una joya de pokemon como esa era de veras difícil de conseguir, y yo tenia confianza. Sin embargo, en ese momento mi lealtad y admiro hacia el campeón eran mas grandes que mis ansias por capturar cualquier pokemon.--Es asombroso, podré ver a muchos buenos entrenadores entonces...--dije eso para resaltar que era sólo un novato, era confiado, pero viendo la realidad, sería un caterpie entre muchos charizards.
La Caverna Espejismo volvió a aparecer, generándose un vórtice que conectaba ambas realidades en la Caverna Témpera. Ahora, sus rarísimos pokémon volvían a estar al alcance de todos... esta vez de forma definitiva.
Mimi Honda Pasé a través del portal. Cualquiera podría pensar que no había gran diferencia entre esta realidad y la otra. Entre la Caverna Témpera y su espejismo. El espacio que me recibió era una caverna amplia y oscura, exactamente igual que la otra. ¿Realmente estaba en otra realidad? —Dex; Linterna. Mi pokédex-holomisor iluminó con su luz las paredes rocosas. ¿Dónde podía estar Tyrunt? Empecé a buscar.
Mimi Honda El silencio era creciente. Sin embargo, podía escuchar un insistente goteo en las profundidades de la cueva... quizás fuese una estalactita derritiéndose o agua que se filtraba desde el techo. ... Pero nada apareció. Con todo, parecía un espacio más reducido que la propia Caverna Témpera.
Mimi Honda Decidí sacar a Raiden de su pokéball para que me hiciese compañía y me ayudase a buscar. Ya que sus ojos podían ver en la oscuridad y a través de objetos, quizás viese algo que yo no podía.
Mimi Honda —¿Realmente hay pokémon en este lugar?— cuestioné un voz alta. Tras unos extensos minutos de búsqueda y a pesar de la luz de Dex y la ayuda de Raiden, no pude encontrar nada. Ni a ese escurridizo Tyrunt ni... nada en realidad. Un cero absoluto. Decidí acercarme a inspeccionar tras las rocas. Si era un pokémon mitad tipo dragón, mitad roca, tal vez le gustase estar ahí.
Mimi Honda Pero detrás de las rocas, entre las sombras, solo había una especie de pequeña criatura gelatinosa. —¿Qué demonios es... eso?— inquirí con cierto desagrado, iluminando su figura con la linterna de Dex. Como si hubiese pedido información Dex se activó. "Goomy, el pokémon molusco y forma prevolucionada de Sliggoo y Goodra. Es el Pokémon de tipo Dragón más débil. Habita en zonas oscuras y húmedas para evitar que su viscoso cuerpo se seque" —Iugh. Mi extraña experiencia con Ditto me hizo darme cuenta de que no era buena idea andar cerca de pegajosas babas rosas.
Mimi Honda Me alejé pronto de allí. ¿Cuanto tiempo más duraría la búsqueda? ¡No tenía todo el tiempo del mundo, tenía muchas cosas que hacer y era necesario que mantuviese la mente ocupada! Era el objetivo de participar en el torneo lo que me mantenía con ánimos, la idea de poder ganar. La idea de derrotar a Alpha en su propio terreno. Si no me centraba en objetivos, si no mantenía mi mente ocupada, esta empezaba a recordarme lo malditamente miserable que realmente me sentía. Y no necesita eso.
Mimi Honda Raiden se alejó para buscar en la oscuridad. Yo mientras tanto caminaba tras él, usando la luz de Dex para no tropezarme con las rocas, más que para buscar nada. El silencio era apabullante. A veces vislumbraba ojos temerosos y sombras que se dislizaban y desaparecían antes de que pudiera iluminarlas en su totalidad. Me preguntaba si alguna de ellas sería Tyrunt.
Mimi Honda Tal parecía que no. Tyrunt se negaba a aparecer de la misma forma que yo me negaba a rendirme. Pero era muy evidente que la frustración me estaba ganando. —Oh vamos— bufé—, no tengo toda la noche...
Mimi Honda Repentinamente escuché un ruido tras unas rocas, como si alguien estuviese rascando sus garras sobre ellas o las golpease con una cabeza muy dura. Crujían. Curiosa, llevé la luz de la linterna hasta allí. Mi sorpresa fue significativa cuando me topé con una pequeña criatura sauria, de color marrón. Estaba despedazando rocas con sus poderosas mandíbulas, haciéndolas pedazos tal vez para entrenarse a sí mismo. Cuando la luz lo iluminó dejó de hacerlo y se volvió para mirarme. Yo lo miré. Él me miró. Y entonces me di cuenta. —¡Ah!— exclamé. Era Tyrunt, era justo el pokémon que andaba buscando. Pero mi exclamación debió asustarle porque se dio la vuelta y corrió hasta perderse en la oscuridad. Chasqueé la lengua con frustración. >>¡Raiden, no dejes que escape!— comandé—¡Atrápalo! Mi Luxray se lanzó como un rayo tras él, usando como impulso la fuerza de sus poderosas patas. *** Al final de aquella pequeña y breve persecución, Tyrunt estaba debilitado en el suelo, con los ojos en espiral. —Después de lo que me ha costado encontrarte no creas que te dejaría escapar tan fácil— le dije atrapándolo en una pokéball vacía—. Bienvenido al equipo, Takeo. Podría decirse que había completado el primer objetivo con éxito. Ahora tenía un dragón en mi equipo, tipo elemental que me hacía falta. Y cuando lo evolucionase sería un openente a temer en batalla. Miré a Raiden y le sonreí con confianza. Quizás porque le alegraba verme animada o porque habíamos logrado uno de nuestros objetivos, el siempre serio e impasible Raiden me devolvió la sonrisa. Y de esa forma, abandonamos la caverna espejismo.
Nikolah Cruz — ¡AHHHHHH!— grité, mientras caía por el portal. Obviamente, en realidad no caí más que un par de segundos, pero me la pasé gritando al menos un minuto entero, con los ojos cerrados. Mimo me estaba imitando, y también soltaba un grito mucho más agudo, y hasta tierno, aunque también te ponía los pelos de punta, de cierta manera. Luego de aquél minuto de caos, me incorporé y revisé el lugar. Parecía una cueva, pero era una cueva enorme, y tenía una sola habitación. Lancé un silbido de admiración mientras mi vista se elevaba del suelo al techo, siendo también imitado por Mimo, que seguía agarrado por mi mochila. Suspirando, me senté en el suelo, y me puse a tocar la armónica, a esperar a que Devan cruzara el portal. Si es que lo hacía. Contenido oculto Morde
— ¡Nikolah! —grité mientras intentaba sujetarle. Sin embargo, lo único que conseguí fue caerme yo también hacia el otro lado. El lugar en el que estaba ahora era extraño. Parecía una galería más de la Caverna Témpera, pero al mismo tiempo tenía la sensación de que era otro sitio distinto. Frogadier salió de su Pokéball y se puso a escudriñar el lugar. Decidí explorar yo también; algo debía encontrar...
