Escuelas de un beso ~ Me llamo Kagome

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

bueno aki les dejo la conti, el cap.10 spro ke les guste
y de nuevo muxas gracias x su apoyo
bsks pa tod@s!!!Agur



Los ojos ambarinos del joven se clavaron el los de la chica. Tenían un brillo profundo, en el que se reflejaba la figura de Kagome. A ella le encantaba verse reflejada en los ojos de su amigo, y no pudo evitar recordar el momento en el que se conocieron.
Inuyasha estaba sentado bajo la sombra de un árbol, dormía plácidamente, con un libro entre sus manos. Una niña de cabellos azabaches, y ojos cafés, se fijó en el tierno rostro del niño, que parecía tener un bello sueño. El libro que tenía entre sus manos, se le resbaló, y la niña corrió hacia allí para volver a colocárselo, pero inevitablemente se cayó, auque a pesar de ello consiguió rescatar el libro. El niño no pudo evitar despertarse, y para su asombro, una linda niña, de cabellos azabaches, que emitían destello cuando el sol se reflejaba en ellos, le estaba dedicando una hermosa sonrisa, con su libro entre las manos. Inuyasha frunció el ceño y agarró su libro.


Inuyasha: si pretendías quitármelo mientras dormía, te salió mal la jugada.


Kagome siguió sonriéndolo, aquel niño que dormía plácidamente hace unos minutos despertó en la niña un sentimiento de curiosidad, y solamente dijo:


Kagome: me llamo Kagome, ¿y tú?


Inuyasha se sorprendió, pero con otra sonrisa le dijo:


Inuyasha: Inuyasha, ¿quieres jugar?


La azabache asintió con una sonrisa, dándole al niño en el hombro y canturreando:


Kagome: tú la llevas.


Sí así, conoció a Inuyasha, eran tan pequeños, y era tan fácil hacer amigos, se preguntaba que hubiera ocurrido si no se le hubiera ocurrido acercarse al niño. ¿Hubiera sido bueno?, no, con Inuyasha vivió momentos precioso, tanto en su infancia como en su adolescencia, sí un niño de cabellos negros y mirada ambarina, se convirtió en, ¿su amigo?, no en su mejor amigo. Fue en ese momento cuando Kagome comprendió la falta que este le hacía, ¿qué haría ella sin Inuyasha?, sí no lo volviera a ver, a escuchar, a pelear con él, ¿qué haría?
No pudo evitar recordar otro momento de su infancia.
Era una tarde de verano, especialmente calurosa, una niña con el pelo color azabache, caminaba con un vestidito blanco que le llegaba por encima de la rodillas, Era ceñido a la cintura, con un apretado lazo por detrás, y falda al vuelo. Ese fue el día que lo estrenó, estaba ansiosa en ponérselo, apenas su madre lo había terminado de coser hoy y ya lo llevaba puesto. Quería que su amigo Inuyasha la viera con el, así que no se lo pensó fue a buscarlo a su casa. Inuyasha salió de su casa corriendo con una gran sonrisa, le encantaba estar con Kagome, al verla tan linda, tan femenina, no pudo evitar sonrojarse.


Kagome: mira Inuyasha este vestido me lo hizo mi madre, ¿te gusta? /dijo la niña mientras daba una vuelta con una radiante sonrisa en los labios/


Inuyasha estaba rojo, pero sonriéndole cálidamente a la azabache le dijo:


Inuyasha: claro esta bien.


Kagome junto los labios e inflo sus mofletes.


Kagome: solo bien… bueno pues la próxima vez me quedo en casa y no te lo enseño.


Inuyasha tenía un brillo en los ojos, sabía que su amiga estaba muy guapa pero decidió darle un coscorrón en la cabeza y salir corriendo mientras decía:


Inuyasha: Kagome no seas tan creída e intenta pillarme.


La niña frunció el ceño, y salió disparada.


Kagome: veras cuando te pille Inuyasha.


Ya, al atardecer, los dos niños estaban rendidos, estaban tirados en la hierva, en una colina cerca de un parque que estaba por la casa de Kagome.
Miraban las nubes. Inuyasha tomó la mano de la niña.
Kagome lo miró sorprendida.


Kagome: ¿qué haces inuyasha?


Inuyasha: kagome, hagamos una promesa.


La niña lo miraba fijamente.


Inuyasha: prometamos que siempre seremos amigos, pase lo que pase, que nunca nos separan.


Kagome sonrió, se lanzó a su amigo abrazándolo fuertemente.


Kagome: te lo prometo, siempre estaremos juntos.


Kagome se preguntó, si Inuyasha recordaría aquello.
Una lágrima calló hasta su mejilla, y allí se extinguió, a esta le siguieron unas cuantas, hasta que no podía parar. Kagome se tapó la cara con sus manos, intentado secarse las lágrimas aunque de poco servía sin no dejaba de llorar.
Inuyasha la miró confuso, ¿habría vuelto a herir sus sentimientos?, ya ni lo sabía, pero una cosa era cierta, y no le gustaba nada ver a su amiga llorar.


Inuyasha: Kagome…


Kagome no le dejó acabar y se lanzó a sus brazos.
Inuyasha se sorprendió, pero esto no evitó que la rodeara con sus brazos, undiendo a Kagome contra su pecho.


Kagome: perdóname Inuyasha, aún soy…una niña tonta que se enfada por tonterías, que no sabe diferenciar entre lo importante y…


Inuyasha: kagome, no me pidas perdón, era yo el que tenía que disculparse, soy yo el único culpable, soy yo el que tuvo la culpa.


Kagome seguía llorando, ¿cómo podía soportarla?, aún era un misterio, ¿cómo puso dudar de la amistad de su amigo?, sí decididamente era tonta, a más no poder, pero se sentía feliz entre los brazos de Inuyasha, se sentía a salvo, sí por fin todo había acabado.


Inuyasha le susurro al oído:


Inuyasha: gracias…


Ya era domingo, y Kagome andaba haciendo sus tareas en el templo, llevaba puesto un traje de sacerdotisa, como odiaba ponérselo, luego siempre le picaba todo.
Estaba ayudando a su abuelo con los amuletos, ese día tenían mucha clientela, podría ser por que se acercaban las fiestas.
Desde la casa se oía a un niño pegar voces.


Niño: ¡KAGOME! ¡KA-GO-ME!


La joven azabache reaccionó a pesar del barullo.


Kagome: abuelo, ¿puedes disculparme un momento?


El abuelo de Kagome asintió.


Abuelo: pero no tardes mucho.


La chica salio de allí con un poco de dificultada pero pudo llegar a la casa.


Kagome: ¿qué pasa Souta?


Souta: al teléfono.


Kagome fue hacia el teléfono un poco sorprendida, no esperaba ninguna llamada.


Kagome: diga.


Una voz de niña sonó al otro lado del aparato.


Niña: ho-hola Kagome soy Paula.


Kagome: Paula, que alegría, ¿como estas?


Paula: pues yo muy bien, te llamaba por….


Kagome se excitó de repente.


Kagome: Paula, que te parece si te vienes al templo a merendar, Souta también estará, así que no sientas vergüenza, te espero aquí sobre las seis, asta la tarde.


Ni siquiera dejo acabar a la niña.


Paula se quedó un rato mirando el teléfono, pero se alegró de que la invitara.
Fue corriendo a la habitación de su hermano.


Paula: oye hermano, ¿me das permiso para salir esta tarde?


Su hermano la miró algo molesto, parecía que había interrumpido su estudio.


Hermano: y, ¿a donde vas?


Paula: esta muy cerca, voy al templo Higurashi.


El hermano se sorprendió.


Hermano: ¿para qué?


Paula dijo muy emocionada.


Paula: pues…una amiga me invitó a merendar.


Hermano: ¿una amiga?


Paula comenzó a molestarse con tanta preguntita.


Paula: si, que pasa.


Hermano: y como se llama esa amiga tuya.


Paula: pues Kagome


Su hermano la miró, se fijo en la emoción que tenía la niña, el brillo de sus ojos se lo decía, pero estaba cansado de que se lo hicieran pasar mal.


Paula: ¿me dejaras? por favor.


Paula puso cara de perrito abandonado, y su hermano no podía resistirse a aquella mirada.


Hermano: De acuerdo, pero si ocurre algo llámame al trabajo, ¿de acuerdo?


La niña asintió y salió disparada a su habitación para arreglarse.

[FONT=&quot] [/FONT][FONT=&quot]Clhoe-Chan[/FONT][FONT=&quot][/FONT]

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

wenas!!
*.* k bueno k Kag perdono a Inu
ahora lo k kiero es k se agan novios ^^
te a kedado muy bien
espero k pongas la conti muy pronto
Adios :sonrisa:

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

hola!!
que linda conti me encanto
siguelo pronto
cuidate
bye!!

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

Hola amiga!
ante todo y por si no lo sabias, yo soy inu-irz92 pero me he cambiado el nick. tenia tantas ganas..!! x3!!!
la conti, como siempre, me ha encantado!!! y como se conocieron inu y kag en su infancia. ^^ y la parte en q kagome abraza a inu y le promete ser amigos para siempre me ha parecido muy tierna y de verdadera amistad^^
y inu tb muy tierno con kag *o*
yo me pregunto pq el hermano de paula le interesaba el templo higurashi, por tantas preguntas q le hacia a su hermana Paula...
pero por suerte la dejan ir ^^
tengo muchas ganas de saber lo q pasara en la proxima conti!
no tardes mucho, vale?
cuentas con mi apoyo!
besos de tu amiga:

:rosa: Sango-chan :rosa: *sango y kirara* *kirara*

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.11

bueno ps aki traigo el cap.11 del fic
perdon si atrde muxo sk se me olvido XD
weno spro ke os guste bsks!! Agur



El horno estaba encendido, la cafetera puesta, y una chaca de cabellos largos y azabaches corría de un lado para otro.
Azabache: ¡maldición!, el pastel se me quemará.
La chica estaba tan metida en la cocina que no notó que había alguien detrás de ella. El chico le toco el hombro, esta reaccionó al instante.


Chico: ¿quieres que te eche una mano?


La chica enrojeció suavemente y asintió.
Los dos se pusieron con la merienda, parecían una parejita de recién casados, con delantales a juego y cocinando juntos.
Una mujer entro por la puerta de la cocina y no pudo evitar quedarse parada enfrente de la puerta al ver tan tierna escenita. La chica se dio cuenta de su presencia, y se sonrojó aún más.


Chica: madre, ¿qué-que hace ahí?


Madre: no… yo solo entraba para recoger mi bolso. /dijo con una sonrisilla burlona/ y, Kagome por cierto, se te quema el pastel.


Kagome reaccionó.


Kagome: malditasea, con todo lo que me ayudaste Houjo.


Houjo: no te preocupes, tiene solución.


Entonces el joven castaño sacó el pastel, la verdad no estaba tan quemado, era comestible, pero aún así, ¿qué impresión se llevaría Paula al ver que le ponen algo así?
La madre cogió su bolso y con una sonrisa se despidió de los chicos.


Houjo: por cierto Kagome, ¿por qué has preparado todo esto?


Kagome comenzó a reírse diabólicamente, y Houjo retrocedió unos pasos, en ese momento Kagome se volvió a sonrojar y avergonzada le dio la espalda al chico.


Kagome: bueno…. viene a merendar una compañera de Souta.


En ese momento sonó el timbre de la entrada.


Kagome: ¿ya ha llegado?, pero si son, ¡LAS SEIS!


Kagome empezó a dar vueltas por la cocina.


Kagome: maldición ya ha llegado y yo aún así, Houjo, ¿podrías abrirla tú?


Houjo: claro.


El chico fue a la puerta y la abrió, vio a una niña, de ojos verdes y pelo rubio, sí le pareció un encanto de niña, era muy guapa y parecía muy dulce.


Chica: hola buenas tardes soy Paula, y..


Houjo: hola, bienvenida, pasa te estaba esperando. /dijo él sintiéndose como de la familia/


Paula se sentó en el salón junto con aquel chico, ¿sería él el novio de Kagome?, u ¿otro hermano?, no, no creo, sí lo más seguro es que fuese su novio.
Kagome bajó en ese momento por las escaleras, se puso una camisita muy mona de color amarillo, y unos pantalones pitillo color negro, unas sandalias color blanco a juego con un collar de bolas que se puso. Estaba muy guapa, Houjo al mirarla se sonrojó un poco.


Kagome: ¡hola Paula!, veo que ya conoces a Houjo.


Paula: así que ese es el nombre de tu novio /dijo la niña sonriente intentando quedar bien/


Kagome y Houjo se pusieron rojos como un tomate, parecían que iban a explotar. La niña no lo entendió.
Kagome mirando al suelo de la vergüenza dijo:


Kagome: no…. somos simplemente amigos.


No era plan de explicarle en ese momento todo lo que iba a ocurrir con su familia.


Kagome: ¡Souta!, ¡baja ya!


Souta bajo fanfarroneando por lo bajo.
Hacia un buen día, así que salieron a fuera a merendar, sacaron una mesa plegable de plástico y unas sillas de jardín. Kagome trajo el pastel, un poco chamuscado por cierto. Inevitablemente la mirada de Paula se desvió a aquel pastel, y Kagome no pudo evitar sonrojarse por la vergüenza, “que estará pensando ahora”.


Kagome: esto…. perdón pero es que se me pasó un poco si no fuera….


La niña ya había cogido un trocito y se lo había comido, y le dedicó una bonita sonrisa a Kagome.


Paula: esta delicioso Kagome, muchas gracias por molestarte en hacer un pastel.


Kagome sonrió.


Kagome: ¿enserio?, vaya, es mi primer pastel que bien que te haya gustado.


Houjo también cogió un trozo.


Houjo: es verdad está bueno.


Kagome lo miró agresivamente, y este se asustó.


Kagome: acaso lo dudabas.


Houjo: no… je-je, ¡oye Souta pruébalo!


Kagome: ¡no me cambies el tema!


Paula no pudo evitar reírse.


Kagome en ese momento se levantó, poniendo una excusa tonta para dejar a Paula y a su hermano solos.


Kagome: Houjo acompáñame.


Houjo: voy


Paula y Souta se quedaron solos, madre mía que haría ella ahora, sabía perfectamente lo mal que le caía a Souta. Ella nunca había tenido suerte con sus amistades, nunca desde aquel día, pero, ¿acaso por aquello ya no merecía tener mas amigos?, ¿tan terrible fue? No, solo fue el destino, sí eso quería pensar ella.


Souta: esto…


Paula enseguida reaccionó.


Paula: dime /dijo con entusiasmo/


Souta: pues, que me pases la mermelada.


Paula: ¡oh! claro.


Por otro lado detrás de la pared Kagome estaba observando muy detalladamente la escenita.


Kagome: pero que simple eres hermano.


Houjo: Kagome, ¿qué se supone que estamos haciendo?


Kagome se había olvidado por completo de Houjo, y se pudo algo roja, ¿qué pensaría de ella cuando le contará aquel plan que tenía en mente?


Kagome: pues…. te vas a reír, esto yo….


Houjo: me hago a la idea. /dijo el chico sonriendo/


Houjo: Kagome, yo, nunca había conocido a nadie como tu.


Kagome: ¿Qué?


Houjo: no se pero es que tu eres tan diferente a todas las personas que he conocido, tu eres tan…


Kagome: tan simple.


Houjo se sorprendió por la contestación de la joven, parecían tan alegre, tan segura de sí misma.


Kagome: si, lo sé, soy muy simplona.


Houjo: yo no…


En ese momento la madre de Kagome entró por la puerta de la entrada.


Kagome: hola madre, ¿Cómo te fue?


Madre: bien Kagome, Houjo que bien que estés aquí, tengo una gran noticia que daros.


Kagome y Houjo: ¿Cuál?


Madre: pues Houjo tu padre y yo habíamos pensado que como estáis empezando el curso y ahora no estaréis muy atareados, que podríamos ir el fin de semana que viene a los balnearios de Osaka, los cinco.


Kagome se quedó paralizada, intentaba asimilar correctamente lo que su madre le dijo, con Houjo delante no podía montar uno de sus numeritos.


Kagome: madre, ¿nos lo podemos permitir?


Madre: claro hija por eso no te preocupes.


Kagome: pero enserio es necesaria mi presencia.


Dijo ella muy severamente. En los ojos de Houjo un brillo especial se formo, no es que se alegrara del divorcio de su padre, pero pasar un fin de semana con Kagome, sí, era una gran oportunidad para conocerla de verdad, aquella chica le inquietaba, pero parece ser que ella no quería ir.


Madre: Kagome yo, yo querría que vinieses, sin ti no será para nada lo mismo.


Kagome se quedó unos minutos pensativa, no quería hacer daño a su madre con su conducta, y además estaría un fin de semana con Houjo, sí podría conocerle mejor, a lo mejor podría averiguar por que cada vez que aquel chico se le acercaba demasiado su corazón latía de aquella manera.


Clhoe-chan

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.11

esta muy bn¡¡siguelo

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

wenas!!
k bien k x fin as puesto conti
crei k te habias olvidado de nosotros :llorar:
te a kedado muy bien
valla cn Hoyo ... u.u
espero k pongas la conti muy pronto
Cuidate :sonrisa:

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

hola!!!
me encanto la conti
espero que los sigas
pronto ya que estare esperando ansiosa
la conti
bye!!!

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

ola!! como stan? pues me paso x aki para dejarles un dibujo de inu y kag ke ice, asi son en mi fic, weno spero ke les gusten aunke no se parecen demasiado weno
bsks y cuidense!! pronto pondre la conti !!Agur


[imagen]822070[/imagen]

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

olaa!! este perdon x tardarme tanto pero sk mi instiracion se fue totalmente y me kede en blanco lo siento ultimamente sty muy ida
pro weno consegui escribir mi conti t espero ke os guste
weno bsks!! Agur





aki ta el cap. 12



Eran como las diez, y los cabellos dorados de una niña bailaban al son del viento, mientras daba pasos acelerados, se la podía sentir, ya que los crujidos de las hojas la delataban. Llegó al fin a su destino, una bonita casa en un bonito barrio, con bonitos árboles, sí todo era muy bonito.
Entró como una loca en la casa de la primera manzana, y subió las escaleras de tal manera que parecía que le habían dado un calambre en el trasero. Se paró en secó en la segunda habitación del final del largo corredor, y abrió la puerta de golpe.


El joven que se encontraba en la habitación pegó un brinco de la silla, pues estaba estudiando.


-¡PAULA! ¡Casi me matas del susto!


-Ay hermano perdona, tampoco es para gritar como un poseso.


-Niña maleducada no me molestes, además, ¿que horas son estas de llegar?


La chica entro en la habitación, y sin ningún permiso se tumbo en la cama de su hermano moviendo de un lado a otro las piernas con una gran felicidad. Su hermano al verla tan animada, prefirió dejarlo pasar, y le sonrió.


-Y, dime ¿te lo has pasado bien?


A la muchacha le salían estrellitas de los ojos.


-No me lo he pasado bien, ni genial, ¡me lo he pasado fantástico hermano!


-Me alegro –dijo con una sonrisa, hacía tiempo que no veía a su hermana sonreír de aquella manera.


-Kagome es tan graciosa, es la chica más simpática que he conocido, y su amigo Houjo, si, me cayó muy bien, no tienen nada que ver con el soso de su hermano -dijo feliz, pero ante estas últimas palabras frunció el ceño.


-Que bien Paula, sabes mañana libro ¿quieres que te vaya a buscar a clase?


-¡SIII!, hermano hacía años que no me ibas a buscar.


Al hermano le cayó una gotita por la sien.


-Bueno tampoco te pases.


Un suspiro se perdió en los sonidos que comenzaban a nacer esa mañana. Una azabache iba cabizbaja agarrando con fuerza su cartera, mientras daba pasos costosos. Se paró de pronto, y observo la entrada a su instituto, se le escapó otro suspiro, que tan solo ella pudo oír. Los estudiantes entraban al edificio, unos con prisa, otros hablaban tranquilamente, y otros simplemente se sentaban en la hierba.

Un chico, casi una cabeza más alto que ella, se le acercó por detrás, y tomándole la cintura a la joven le metió un buen susto.


-¡AAAH! ¡INUYASHA! que susto por Dios.


-Jolín Kagome que susceptible -dijo en tono burlón haciéndole una mueca -Que, ¿acaso te vino la regla?


-¡Eres un idiota!, sabes no me apetece perder el tiempo hablando contigo



Y entonces un nuevo suspiro salió de sus labios, un suspiro que Inuyasha pudo oír perfectamente.

Inuyasha le tomó el brazo a la joven azabache, y se la llevo a un lugar apartado del patio del instituto.


-¡¿Qué haces!?, oye si es otra de tus bromas no tengo…


El chico la cayó poniendo un dedo sobre sus delicados labios.


-Kagome, ¿te pasa algo?


Kagome volvió a suspirar.


-No es nada importante.


Inuyasha le tomo de nuevo el brazo, e hizo que la azabache lo mirara directa a los ojos.


-¿Segura?


Kagome desvió la mirada, no le apetecía aburrir a Inuyasha con sus problemas, no quería ser pesada, pero… quería contárselo.


-Pues… simplemente son problemas familiares.


Inuyasha le soltó el brazo.


-Ya veo, ¿tienen que ver con que tu madre se volvía a casar?


-La verdad es que eso ya no me importa tanto es otra cosa…


-¿El que?


-Lo que pasa es que tengo que irme este fin de semana con ellos a Osaka, a unos balnearios, y la verdad quise negarme, pero mi madre lucía tan triste, pero la verdad no creo que aceptara la invitación por ella, si no…


Kagome calló, y se sonrojó ligeramente, ¿qué estaba haciendo?, ¿no podía decirle a Inuyasha lo que estaba sintiendo?, de acuerdo, eran muy amigos y eso, pero…


-¿Si no? –pregunto el chico curioso.


Kagome apretaba su cartera contra su pecho.


-Es que… hay algo que no te he contado.


-¿El que? –ya quería saber que es lo que ocurría.


-¿Recuerdas a Houjo?


Inuyasha frunció el ceño.


-¡Keh! como olvidarlo.


-Pues, el es el hijo del novio de mi madre.


Inuyasha abrió los ojos de golpe, ¡¿Qué?!, no podía ser, aquel tipo iba a ser

el hermanastro de Kagome, y encima, seguro que también iba a Osaka, menuda mierda aquel tío, de seguro pensaba robarle a Kagome.


-Houjo, ¿también va?


Kagome asintió.


El timbre que daba comienzo a la primera hora sonó, y ellos reaccionaron de golpe, corriendo como locos hacia el aula.


La clase de matemáticas transcurría como siempre, ya era la tercera clase del día, e Inuyasha no paraba de pensar en todo lo que le confesó Kagome, estaba intranquilo, ¿por qué? No podía evitar pensar que se la llevaría, si Kagome se enamorara de aquel tipo, que por cierto le caía pésimamente mal, ya nada sería igual. Se rascó la cabeza por enésima vez. Kagome ya llevaba un rato mirándolo, y le paso una nota.
[FONT=&quot]
[/FONT]
[FONT=&quot]Deja de rascarte la cabeza idiota, que parece que tienes piojos.[/FONT]


Le lanzó una miradita a Kagome, y esta le sacó la lengua.
“Estúpida, encima que me preocupo por ella”, pero ¿por qué?, porqué me preocupa tanto lo que haga con aquel chico, malditasea, a su mente venían desagradables recuerdos del pasado. “No Inuyasha, eso ya ha pasado y no volverá a ser como antes” le decía una vocecilla en su cabeza.


Kagome estaba nerviosa, o mejor dicho, Inuyasha la ponía nerviosa, no paraba de moverse y de rascarse la cabeza, ¿Qué estaría pensando? Lo sabía, no debía de haberle contado nada, era tan tonta, ahora seguro que se estaba comiendo la cabeza.


Kagome alzó la cabeza, Houjo aún no había llegado, estaba en una reunión de estudiantes, llevaba en la escuela a penas unas semanas, y ya le habían elegido delegado de la clase, si, cierto se hizo muy popular en un momento.


El profesor miró a sus alumnos, y pudo observar a la azabache mirando distraída a la ventana.


-¡Señorita Higurashi! –dijo alzando la voz, y con el ceño fruncido.


Kagome reaccionó de golpe, y como si le hubieran dado un calambre, se puso en pie en un momento.


-Diga


-Como veo que para usted es mas importante observar a los mayores hacer gimnasia desde la ventana vaya a llevar esto al aula de profesores.


Kagome se sonrojó a más no poder, además, ni si quiera se había fijado en que aquellos chicos estuvieran haciendo gimnasia. Se oyeron risitas al fondo.


Inuyasha la miró, llevándose la mano a la cabeza, no sin antes pensar un “tonta”.


Kagome cogió los papeles, y salió rápidamente de la clase, estaba totalmente avergonzada. Iba por el pasillo a paso ligero, la verdad no le apetecía mucho volver a clase, y escuchar las malditas risitas de algunos de sus compañeros, “se estaba ganado una fama” pensó abatida, y soltando nuevamente un suspiro.


Dejó los papeles en el aula de profesores, esta desierta, normalmente allí había siempre algún que otro profesor, pero esta vez no había nadie, “mejor” se dijo.


Salio de la sala mirando al suelo y jugando con sus zapatos, cuando de pronto se choco con alguien, haciéndola caer al suelo.


-¿Kagome estas bien?


Kagome miro hacia arriba tocándole el trasero.


-¡Ouch! que daño.


-Perdona no miraba por donde iba.


-No no pasa nada yo miraba el suelo -dijo moviendo las manos de un lado a otro.


El castaño le tendió la mano y ella con gusto aceptó su ayuda, y se levantó del suelo.


-Y dime Houjo ¿ya se acabo la reunión?


-si…, sabes hubiera preferido que no me hubieran elegido delegado, no me gustan esas cosas.


Kagome sonrió pícaramente.


-Pues ya somos dos


Kagome se paró.


-Oye Houjo, ven ¡sígueme! –dijo ella entusiasmada.


Houjo la miró sorprendido, ¿le estaba proponiendo fugarse las clases?


-Pero, ¿a dónde vamos? -dijo el chico intrigado.


Kagome le agarró la mano y se lo llevó por un pasillo estrecho, cada vez se hacía más estrecho, hasta que llegaron a una puerta bastante vieja por cierto, los dos jóvenes subían las escaleras riendo.
“Cuanto tiempo hace que no subo aquí, si…desde aquella vez”


Llegaron a una especie de azotea sin tejado, rodoada por una pared de alambre, y tenía una vista de lo más bonita.


-Mira Houjo, ¿a que es bonito?


Pero el chico no podía apartar sus ojos de la joven azabache, miraba como los rayos del sol que anunciaban la mañana, caía directamente sobre los ondulados cabellos azabaches de Kagome, y estos, emitían destellos brillantes.


Kagome era una chica muy guapa, y muy bien formada por cierto, aunque adoptase aquellas poses tan infantiles, y vistiera como una niña, era tan linda, probablemente eso era lo que la hacía más bella.


Kagome se acercó un poco a Houjo, que estaba algo pasmado.


-Esto, perdona por haberte traído así de golpe, pero es que no…


No lo pudo aguantar, quería saber que pasaría, que le diría ella, quería saber por qué se sentía así, hizo algo que nunca hubiera hecho bajo ningún concepto, pero es que ella, era especial, era, ¿Qué era? En aquel instante lo descubriría.


El chico le tomó la cintura, haciendo que ella se sorprendiera, y acercó sus labios a los de la chica, esta no forcejeó ni intento oponerse, tan solo lo miró sonrojada con aquellos ojos chocolates que engullían a cualquiera.
Pudo sentir su respiración, y al instante besó sus labios, esos labios delicados color carmín, y de sabor a fresa, que tantas ganas tenía de probar.


Kagome simplemente no se podía creer lo que acababa de ocurrir.

Atte: [FONT=&quot]Clhoe-Chan[/FONT]

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

dios mio k way¡¡¡continualo o te mato¡¡¡¡¡¡¡bss de tu amiga *dark kikyo*

 

Re: escuelas de un beso~me llamo Kagome cap.1

xD si perdon pero estaba totalmente falta de inspiracion y las ideas no acudian a mi cabezaXke::
espero que no me pase mas y muchas gracias por vuestro apoyo las quierooo!!CUORE
bueno mañana intentrae poner la conti Agur cuidense!!