Escuela Pokémon (Rol Tutorial)

— Mucho gusto... Jenna me parece — le respondi el saludo mirando el repentino cambio de oponente, de mi compañero a la otra chica con su Oshawott. Sonreí al ver la cara de mi compañero, estaba molesto y bueno de cierta forma lo entendía, él se había emocionado por pelear y ahora lo cambiaron — Eh vamos, no pongas esa cara, siéntate con nosotros a ver la pelea — comenté sin mucha preocupación intentando no molestarle más de lo que ya podría estar

 

Vi con asombro cómo ese Oshawott le hacía de un tajo a Litwick un daño desmedido, quedando por debajo de la mitad de su salud. Comencé a reír algo extrañamente, y hablé, se me ocurrió una idea.
--Alto, me rindo —dije, bajo la estupefacción de los demás--. No me malinterpretéis. Esta batalla no va a aportaros nada; las posibilidades de que Oshawott no pueda atacar en estos dos turnos son muy, muy remotas. En uno de los dos turnos que le dura la confusión, podrá atacar, y Litwick no va a resistir ese ataque. Así que, el combate va a ser inútil, es absurdo seguir combatiendo. En su lugar, he tenido una idea mejor.
Alcé la mirada. El chico del Squirtle estaba algo molesto; tal vez con esto le subiese el ánimo.
--Quiero que dos de ustedes combatan entre sí, sin mi ayuda, ustedes solos. ¿Qué les parece? Al que gane, le daré un premio muy, muy especial. Los que primero se ofrezcan serán los que combatan.
Así era más justo. Si los dos querían combatir, tanto el Oshawott como el Squirtle… ¿por qué no hacerlo entre ellos? O bueno, si otro alumno quería intervenir, a mí, me era indiferente.
No se imaginaban qué era lo que le regalaría al ganador. Después de todo, no es algo que se regale usualmente. Aunque estos chicos tienen potencial, todos se lo merecerían, peleen quienes peleen y gane quien gane.
--Seré el árbitro del combate, eso sí. ¡Vamos! ¡Quien desee combatir, que lo diga bien alto!

 

Escuche al chico del Cyndaquil decirme que me tranquilizara y que me sentará al lado de ellos. Su comentario no ayudaba en nada y cada vez estaba más molesto, fue entonces que se me ocurrió una idea. Dirigí una mirada a mi Squirtle que lo paralizó y luego me volteé a verle. Estaba a punto de arrojarle mi Squirtle a la cara cuando oí al profesor. De inmediato me giré y grité:

—¡Venga!, yo combato —esperaba luchar contra el Oshawott, aunque cualquer rival era bueno, pero antes tenía algo pendiente. Toma a Squirtle y se lo arrojé con gran fuerza a mi compañero, dandole de lleno en el rostro. Eso bastó para subirme el animo. Mi pokémon se veía molesto, segunda vez que lo sacaba, segunda vez que hacía lo mismo.

 

El que me haya lanzado su pokémon fue algo que no me esperaba, pero no podia enojarme. Lo tome y lo coloque en el campo de batalla — Si vas a arrojarme algo, que sea después de que hayas combatido — dije sin más, mientras me tocaba con algo de dolor mi rostro — Y que tengas suerte — añadí sin más volviendome a sentar, pensando si en ofrecerme para combatir tambien

 

Todavía no me había sentado cuando escuché aquella propuesta del profesor. Suspiré. No estaba segura, de todos modos, estaba en clara desventaja si luchaba contra él, además, parecía una persona bastante fuerte.

--Yo tampoco voy a volver a luchar.--me senté al lado de Emily mientras sacaba a Chimchar de la Poké ball, para que se divirtiera con Tepig.-- No quiero volver a hacer el ridículo.--añadí, acordándome de aquella escena que hice tan patética.

 

--Mm... que poco entusiasmo veo aquí... --dije, realmente algo consternado--. ¿Nadie quiere combatir, en serio? No sé yo si así llegaréis a ganar algún torneo -- miré al otro chico, que parecía ser el que más dudaba--. ¿Tú tampoco te atreves a combatir, chico? Encima de que hay un premio... --¿hacía yo algo mal? ¿Acaso no los motivaba lo suficiente?

 

Estaba sorprendido con la reacción del chico... ¿Dante? creo que así se llamaba. Apesar de que le arrojé mi Squirtle directo a la cara no parecía inmutarse. Sólo tomó a mi pokémon y lo puso en el campo de batalla, luego dijo algo que me asombró.
Ya con nuevos animos esperaba a quién sería mi oponente, según mis cálculos sólo quedaban Dante y la otra chica, la del pingüino creído. El profesor comenzaba a impacientarse y yo también. No importaba contra quién, sólo quería divertirme un rato. Además en las palabras del chico venía implícito un mensaje. Con esas palabras cavó su tumba.

 

--La verdad, --dije con los ojos clavados en el suelo, con mirada perdida.-- yo no lucharía por un simple objeto que te lo dan después. Además, puede ser cualquier cosa. Y, de todos modos, profe --me dirigí hacia él aunque a mí no.-- yo ya me he divertido suficiente. Oh, --añadí de repente.-- ¡Gracias Emily!

 

Jenna me dijo que no era suficiente la motivación del regalo. Pero se equivocaba en algo de lo que dijo.

--¿He dicho en algún momento que el regalo sea un objeto? --sonreí pícaramente.

 

Me encogí de hombros, poco me importaba lo que fuera.

--No, pero bueno, yo solo dije que podría ser.

 

La pregunta del profesor me dejó bastante intrgado. Daba lo mismo que no me preguntara a mi; lo tomé de los hombros y lo agité.

—¿Qué es entonces? ¿Un pokémon? —necesitaba saber, la duda era mi peor enemigo.

 

--Ey, ey, ¡tranquilo! –le dije a aquel chico, creo que su nombre era Ian, que no dejaba de zarandearme nerviosamente--. Si quieres saberlo, tendrás que acabar el combate, y tal vez el premio sea para ti, si ganas –guiñé un ojo.

 

Las evasivas del profesor no me agradaban, asi que decidí centarme en el piso en lo que alguién se dignaba a combatir y, como no, encendí el Game boy.

 

— De acuerdo, de acuerdo... — dije levantándome y Cyndaquil me siguió al campo — Con desventaja o no, trata de no atacarme a mi, por favor — le comente divertido, pelear con desventaja... bueno que más podía hacer, despues de todo no todo el tiempo tendre ventaja