Escuela de vampiros

Re: Escuela de vampiros

Espero poder subir el capi, lo más pronto que pueda jajajajajaj... estos días estoy muy atareada... ejem, ejem (además de costipada a causa del aire acondicionado:))

Espero subir pronto el capii besitoos!!

 

Re: Escuela de vampiros

Capítulo 5 ­– La carta.


Me despierto en una pequeña habitación. Todo está oscuro y no me puedo mover, mi cuerpo está muy adolorido.

He tenido un sueño rarísimo... aparecía una niña pequeña en mis brazos. Sonriéndome. Tenía el cabello rizado y de un extraño color bronce... como el de Edward. Unos ojos cafés igual a los míos y un leve sonrojo en las mejillas.

Recuerdo que en el sueño me sentía bien con ella. Me sentía como... no sé... con el deber de protegerla de algo.

Entonces una gran punzada de dolor me recorre todo el cuerpo. Es un dolor seco. Pego un grito largo y dolorido.

Esto parece un parto – pienso – espero no haber despertado a nadie...

- Bella... – me susurra una voz a mi lado. – Tranquila... Sshhh... tranquila...

La voz de mi acompañante me suaviza el dolor. Como si él me curara.

- Edward... – lloro con ganas – me duele todo...

Edward... un momento... ¿Edward? ¿Qué hace él aquí?

- Estoy aquí porque me avisaron... – me mira ahora entre una mezcla de enfado y alivio. - ¿Porqué salvaste a ese lobo? No tenías que hacer eso... pusiste tu vida en peligro...

Me pongo a sollozar, Edward relaja su postura y me abraza. Obviamente, yo le devuelvo el abrazo.

- Jacob venía por mí... pero te tuvo que coger a ti... – refunfuña él.

Me aparto un poco y le miro.

- ¿Jacobo? – le pregunto - ¿quién es ese?

Comienza con una leve risita, para acabar en una torturada carcajada. No lo puedo evitar y me uno a él. ¿De qué se estará riendo?

- Primero – me dice aún entre risas – se llama Jacob, no Jacobo. – Se pone serio de repente. Que bipolaridad. – Es el tipo ese que te raptó.

Ah... ahora tiene sentido. El chico moreno se llamaba Jacob... bonito nombre... para un perro.

- Oye... ese nombre, Jacob – le digo lo más seria que puedo - ¿Eso no es nombre de perro? El caso es que yo tenía uno que se llamaba así... lástima que Demetri se bebiera su sangre.

Comenzó a reírme acompañada de Edward. Cuando estoy cerca de él no me duele nada...

Me levanto de la cama y me dirijo al escritorio. Allí veo una carta rosa con flores a su alrededor. La abro y comienzo a leer para mi misma.

Bella:

Bueno, querida Bella ... ya que has faltado al día SOLO de chicas de ayer por la tarde... te va a tocar estar un día solita con mi hermano, ya que ni yo, ni Rose, ni ninguno de los estudiantes te va a dirigir la palabra. Les he pagado una considerable cantidad de sangre. ¡Que disfrutes de tu día SOLO con Edward!

PD: Si intentas escapar, te prometo que vida no te queda...

De tu mejor, mejor, mejorísima amiga,
Alice Cullen.

¡ Voy a matar a Alice! Señoras y señores despídanse de Alice que no la volveréis a ver de compras.

- ¡ALICE CULLEN! ¡Más te vale correr el resto de tu vida! – grito al aire.

Estoy que hecho chispas... Sola con EDWARD... ¿quién sabe lo que pasará después... Hay...

Me dirijo hacia Edward que está con el ceño fruncido mirando a un punto de la pared.

- ¿Tan malo soy que ni siquiera quieres pasar el día conmigo? – pregunta.

Estoy segura que si él pudiera llorar ya lo habría hecho. Creo que he sido demasiado injusta con él. El me ha ayudado y yo lo único que hago es evadirlo.

- No es que seas malo... es que – le digo con vergüenza – es que... – estoy por ti hasta las trancas chaval... – Bueno... si... – Estoy enamorada ti – Esto... nunca he pasado el día con un chico y Alice lo sabe... al menos con un chico que no es de la guardia.


Bueno no se me da muy bien mentir y lo que he dicho es verdad. Nunca he salido SOLA con un chico que no sea de la guardia.

A Edward se le iluminan los ojos como si se le hubiera ocurrido una idea. Me sonríe y se acerca a mí. Me da un beso en la mejilla y me da la mano.

Señor que alguien me coja que caigo en bruces... un beso... de Edward Cullen... mi sueño hecho realidad.

Aunque... ¿Cómo he llegado hasta aquí?

- Edward... esto... – le digo - ¿Cómo he llegado hasta aquí?

El me mira y sonríe.

- Fui a buscarte en cuanto Alice vino diciendo que te habían “raptado”... – rueda los ojos - En verdad... somos buenos amigos los quileutes y los vampiros... aunque sean hombres-lobo... - lo miro pidiendo una explicación a eso – todos los habitantes de la reserva... ese pequeño poblado que visitaste, son licántropos la mayoría. La chica que salvaste, era Leah Clearwater, la primera mujer lobo de la tribu. No estaba superando el cambio y debía morir, pero claro... tu la salvaste.

Me quedo callada escuchando la historia.

- Como te decía anteriormente – sigue – los hombres-lobo y vampiros somos aliados y amigos desde hace ya... ¿siglos? No sé ... pero somos amigos. Lo único que hice fue ir y recogerte.

Me quedo callada y estupefacta. ¿Desde cuando los vampiros y hombres-lobo son amigos? ¿Qué me he perdido?

- Pero... ¿la pelea de Jacob y tu padre?- le pregunto.

Edward se le borra la sonrisa de la cara.

- Jacob es el único que está en contra de nosotros... él y Leah – se queda pensando – es raro que te quiera como una amiga sabiendo lo que eres... aunque no sea tu totalidad.

Suspiro. Al fin y al cabo, los vampiros y hombres-lobo se siguen llevando mal...