Explícito de Naruto - Esa madrugada

Tema en 'Fanfics Terminados de Naruto' iniciado por Luix, 21 Septiembre 2019.

  1.  
    Luix

    Luix Fanático

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    Escritora
    Título:
    Esa madrugada
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2108
    Personaje: Hinata
    Pareja: NaruHina
    Actividad: Otro día, otro ninja
    Mundo: AU
    C. De Palabras: 2185

    N/A: Pire casi me muero escribiendo esto por indecisa (?) *tos*


    Sigilosamente cruzaba la sala para llegar a la puerta de entrada, el sonido causado por la presión en el botón de la luz la tomo por sorpresa, iluminando todo el lugar y dejándola a vista de cualquiera. Observó como su primo del mismo color de ojos se aproximó, haciendo muecas segundos después de cruzar los brazos. Obviamente ella entendía la razón.

    Hacía ya tres meses que venía saliendo de la casa entre las diez de la noche y volvía a eso de las cuatro de la madrugada, con toda tranquilidad. El de pálida tez había dado cuenta a los dos meses de sus salidas, que cada vez ya eran más frecuentes. Le miró desafiante —Sabes que si tu padre se entera...

    —No me permitiré que me pares, por favor, Neji— impuso con voz ténue. Rodeó a su familiar, saliendo al fin. Hinata no buscaba problemas, mucho menos quedar mal ante su padre, su rango de familia era demasiado alto. Una de las familias más adineradas, pero la heredera para muchos llegaba a ser insuficiente; su actitud pacífica, su necedad al no querer pelear con los adversarios de la familia eran cosas que su padre no aceptaba. La Hyuga estaba sola en todo esto, por su cuenta había tomado lecciones para mejorar sus habilidades, había hecho dos amigos en la academia que asistía y su maestra la apoyaba fielmente, incluso cuando se trataba de su padre. Encontró al rubio por casualidad, en uno de sus entrenamientos, después de años de no verlo y desde entonces lo empezó a seguir.

    *
    *
    *

    Cuando llegó al callejón donde solía pasar tiempo el catrie, camino lentamente al notar que no estaba en la banca de siempre. Se aproximó, delatando una discusión. —No dejaré que hagas esto ahora Pain, la gente confía en mi, no permitiré que los dañes— esbozó.

    —Es inútil resistir, me vale mierda lo que digas. Este lugar experimentarán todo el daño que yo sufrí— aquel desconocido apuntaba al de ojos azulinos con una navaja. Al abalanzar el cuerpo, el rubio se puso en defensa con su cuerpo en inmediatamente fue deslumbrado al ver a Pain ser golpeado cuando el no había hecho movimientos. Entonces la vio, su posición indicaba que sabía artes marciales, llevaba puesto un pantalón negro corto con medias de rejilla, y arriba una campera de color piel que cubría hasta su trasero.

    —No te permitiré que lo lastimes— indicó segura.

    —Sólo buscas hacerte daño, niña tonta— advirtió antes de atacarla nuevamente. Hyuga esquivo velozmente su ataque, mientras el esquivaba los suyos, era un vaivén que a Naruto lo habían dejado atónito. Pain logro incrustar su navaja en el brazo izquierdo de la joven, el líquido que empezó a empañar su piel y ropa la debilitaron, pero no se daría por vencida. Minutos posteriores, la pérdida sanguínea disminuyeron sus ataques, el portador de la navaja miró esto, decidiendo acabarla. Naruto tomo riendas en el asunto hábilmente, colocándose delante de la de ojos similares a un lavanda, desatando su ira voraz contra el de cabellos anaranjados. Tras una puñalada en su pecho, dos en la boca de su estómago y algunos rasguños por el resto de su cuerpo, cesó. Al mirar a la joven, estaba inconsciente, decidió marcar en su teléfono móvil, cargando con ella segundos después hasta su habitación.

    *
    *
    *

    Abrió los ojos sorprendida, aquel cuarto era pequeño, y quizás un poco mugroso, al sentarse en la orilla de la cama la presión ejercida en su brazo le hizo cobrar la razón, recordaba haber sido herida pero, ¿Dónde estaba ahora?

    —Despertaste... me alegra que estés bien... Hinata ¿Cierto?— aquella voz le causó escalofríos, respiró profundamente, impregnando su nariz con el aroma del cuarto de manera repentina, su corazón latía y estrujaba su pecho fuertemente. Sentía el fuego que sus carrillos estaban dejando a vista, tomándolos avergonzada. Naruto no entendía su actitud, aquella joven permanencía en silencio.

    —N-Naruto — susurró. Presurosa se paró, chocando con el mentón de él. Ambos despidieron un quejido, Hyuga cubría su cabeza y Uzumaki tomaba su mentón, el estruendo había sido doloroso.

    —Eres fuerte, ¿Que las artes marciales son especiales para los ciegos?—

    La malva lo miro sorprendida, una sonrisa se apoderó de sus labios, dejando salir una carcajada —No soy ciega, mis ojos son de este color — comentó más tranquila.

    — ¿De veras?— se acercó un poco más, analizando esos ojos —Me resultan familiares... yo te conozco de algún lugar...

    —Hyuga Hinata

    —Hyuga...— procesó — ¡Tu primo es Neji! ¿Verdad?—. Hinata asintió, aquel comenzaba a recordar, esta chica la conocía, la había visto muchas veces de hecho, pero estaba sorprendido, ahora era toda una mujer. Su cuerpo voluminoso y con buena figura eran algo que cualquier hombre miraría -incluso él-; consecutivamente trajo a memoria a su primo, quien la supo atacar indiscriminadamente detrás de la institución que asistían, recordando su rostro mientras yacía inconsciente en el suelo es vez. Rápidamente tomo sus hombros, — ¡Lo siento! ¡De verdad lo siento! Por mi culpa estas lastimada...— exclamó angustiado.

    El blondo se posicionó a su lado, abriendo las piernas, poniendo los codos cerca de sus rodillas, tapándose su rostro con furia y arrepentimiento. La de cabello oscurecido sintió su pecho punzar, muchas personas solían decirle que sólo era un estorbo, pero no quería serlo, no para el amor de su vida. Se puso en cuclillas frente a él, quitándome las manos y dejando las suyas en sus mejillas. Mirándolo con una sonrisa cálida. —No tienes que disculparte, yo me metí en la pelea, solo fui un estorbo para ti— masculló, eliminando su sonrisa lenta y dolorosamente.

    — ¡Que estas diciendo!— la levantó, tomando sus manos, fijando sus ojos en los suyos — ¡Sí no hubieses estado ahí estaría muerto ahora! ¡Me salvaste la vida-dattebayo! —

    A medida que sus gritos llenos de enojo por la actitud aplastante hacia sí misma aportaban menos distancia, la malva tapaba sus oídos con el pálpito propio. El dúo quedo en sigilo, Naruto no soltaba sus manos, mientras Hinata deseaba que esto no se termine. La calidez que sentían uno del otro los envolvía en el presente, no querían un futuro, querían permanecer así un poco más. El distar del paso del rubio los sacó de su hipnosis, ahora estaban aún más cerca, ella sentía que iba a desmayarse.

    —T-Tengo algo que hacer — mustió.

    — ¿No puedes quedarte? — repuso, haciéndole berrinche. Algo en ella le encantaba, pero no entendía la razón, la joven le miraba con desánimo.

    —Tu tienes novia

    — ¿De dónde sacas eso?

    —Sakura...

    — ¿Sakura?— largó una risa —Ella no está interesada en mi, le gusta alguien más, admito que llegue a sentir algo por ella... — la observó —Pero hay algo en ti... no sé — cogió la mano contraria, desplazando la misma por su pecho —Se siente aquí —.

    Hinata Hyuga quedo atónita, las vulgaridades que recorrían su ser serían pecado en su familia, realizó el mismo acto con las manos de Naruto, mirándolo fijamente. Quería decirlo, necesitaba hacerlo de una vez por todas, ya no era igual de mocosa que antes, había madurado, sus amigos la ayudaron demasiado, no podía dejar esta oportunidad pasar. —Me gustas... no... yo te amo... Naruto— impuso.

    Él no sabía que su sistema circulatorio podía arder tanto, no sabia que sus sentidos podrían estar así de abrumados, no sabía... esto no lo había sentido con nadie. Esto no era algo experimentado. —Pasa conmigo esta madrugada— espetó sin quitar su objetivo de sus fanales. Quería comprender que era eso que su cuerpo le advertía.

    Hinata era una chica de principios, educada, tranquila, protectora, pero hoy quería mandar todo al diablo, y eso iba a hacer. Aun sintiendo la vergüenza apoderarse de todo su ser, sentía una felicidad inexplicable, y sabía que muy en el fondo lo estaba deseando. Lentamente, con las manos ajenas bajó la cremallera, una vistosa y muy escotada remera sin manga remarcada más su busto; colocó las palmas en la cintura del rubio, ladeando los ojos en señal de timidez. Él no podía frenarse ahora. No quería ser brusco ahuyentando su compañía, la estaba anhelando de una forma que no podía imaginar claramente.

    Deslizó sus extremidades hasta despojar toda prenda, el contacto con su tez lisa y delicada lo estremecía, el aumento de temperatura corporal empeoraba su situación. Se quitó sus ropas con rapidez, quedando ambos a la par. Besó su cuello, causando un hormigueo en ella, posteriormente devolvió el gesto, comunicando besos hasta sus labios.

    Ambos ardían.

    Uzumaki posicionó a su adjunta sobre el mueble, guiando sus piernas a su cuerpo, pegándose a ella. — ¿Puedo hacerlo? No puedo resistirme más — masculló en su oído enrojecido. Hyuga solo hizo vaivén con la cabeza, sintiendo como unas palmas más grandes se apoderaban de su ropa interior e introducían sus yemas con brusquedad en su zona. No podía entender porque ahora su voz se expulsaba sin su consentimiento, intentando fugazmente tapar su boca él la detuvo. —Así es perfecto, no te preocupes — dijo para luego lamer su cuello. Pero quería más, mucho más, su cuerpo se lo pedía, estaba erecto.

    No paso desapercibido por ella, sin embargo, tampoco podía negarse que aquello era algo que también buscaba que sucediera, no quería huir esta vez, no iba a esconderse, estaba decidida a seguir adelante. Tomo con firmeza la mano libre del de orbes azulinos que tanto le encantaban, llevándolo hacia la cama, sentándose sobre el. —Hazlo— expuso apenada, no podía negar su naturaleza con el causante de sus aptitudes, pero tampoco iba a retroceder en sus desiciones. Aquel saco de su cajón un sobre para protección con solo estirar su brazo. Una vez listo, Hinata lo tumbó, introduciendo el falo dentro de su sistema. Quemaba por dentro, su bomba de sangre parecía estar por todo rincón de su cuerpo. Sintió a su adverso gemir, así como ella lo hacía en ese momento. Estaba segura de que pronto llegarían al clímax.

    —No puedo más — oyó.

    *
    *
    *

    El ruido de los pájaros la despertó, no reconoció instantáneamente el lugar donde se encontraba, observando bien todo el sitio hasta dar con un chico con marcas de bigotes en sus pómulos. Un pálpito sosegado de información llenó su rostro de un color rojizo. Se puso de pie, siento tomada de la muñeca por él —Te llevaré a casa, pero vamos a desayunar primero

    —N-Naruto... no quería despertarte— su voz ténue lo hizo reír.

    —Después de lo de la madrugada, es lo menos que puedo hacer

    *
    *
    *

    Estaba parado en la entrada principal, Hinata sabía que su primo le estaba maldiciendo muy a sus adentros, seguramente su padre ya se había enterado de esto, y ninguno de sus sirvientes iba a cubrir las actitudes de la heredera por miedo a enfrentar a la cabeza de la familia. Pero estaba segura de que no iba a tener más miedo, no importaba si la dejaban encerrada, había pasado una feliz y ardiente madrugada. Descendió de la motocicleta —Gracias Naruto-kun— exclamó con mucho respeto, inclinándose como lo hacia en sus clases marciales, siendo respondida con un inclinamiento de cabeza.

    Ella giró, tornando su rostro un poco más serio, estaba dispuesta a lo peor. Un tirón en su brazo la frenó —Espera...— él suspiró, rascando su nuca —Estoy arrepentido, no quiero que sólo sea eso... yo...— estaba nervioso, llegó a ver como mordía su labio bajo el casco.

    — ¿Q-Que tal una cita? —

    Aquel le brindó una sonrisa, sacándose el caso, propinado en su mejilla un beso —Hecho, mañana vendré por ti—

    —Espera— corrió rápidamente adentro de su casa, pasando por encima de su primo, tomando una lapicera y un papel, dibujando unos números para salir nuevamente. —Ten— sonrió nerviosa —Es... mi número de celular—

    Naruto Uzumaki estaba atónito y algo avergonzado —Te llamaré — finalizó, volvió a ponerse el casco y arrancó.

    —La próxima vez, no te salvaré de tu padre Hinata. Le debo un gran favor a Tenten por tu culpa— regañó. —Me alegro que estés bien, la siguiente deberías mandar un mensaje

    —Uhm... — afirmó apenada, ingresando ambos a su establecimiento. Esa madrugada, la iba a atesorar para siempre.

    *
    *
    *

    Entró, miró en su buzón de mensajes varios de la de hebras rosadas, decidió ignorar cada mensaje, seguramente solo le iba a hablar del azabache. Ingreso al baño para bañarse, al sacarse la ropa y notar su reflejo, delató un frasco con una nota. Despegó el papel —Naruto-kun, esta es una crema especial de la casa Hyuga, espero te sirva para tus heridas— leyó.

    Posó el frasco y la nota donde las encontró, cubriendo su actual cara enrojecida. —Hay Hinata... si supieras como me estás enamorando...
     
    Última edición: 23 Septiembre 2019
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    Rahzel

    Rahzel Usuario popular Comentarista empedernido

    Aries
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    ¡Aish! ¡Qué ternura! Me muero de amor con est <3 realmente, me sorprende lo bien que llevas las personalidades y lo haces ver tan natural al enamoramiento de los dos ¡y su declaración! En serio, muero de amor <3 ¡y que la iniciativa fuera de Hinata! ¡Jo! ¡La frutilla del postre! Te digo, me voy encantada luego de leer esto <3
    ¡Un abrazo!
     
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    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    Joder y el favor de Tenten cuando se cobra D:

    Jajajajaja siento que soy un detector de Nejiten...apenas leo Neji me quedo encantada con la historia y al ver Tenten ya me atrapaste en busca de cualquier indicio e.e

    Pero me gustó bastante. Por un momento pensé que era del mundo ninja pero luego tuvo más sentido lo de las artes marciales xD

    Me confundí unos minutos con el principio y el final e.e por que pensé que eso sucedió pero el inicio ya habían pasado muchas veces juntos xD no se por que entendí otra cosa.

    Hinata oponiéndose a Neji de esa forma solo demuestra que gracias al rubio se ha forjado y ha demostrado que hará frente a las cosas como vengan con tal de defender aquello que más le importa y eso me agrada bastante, la superación de la chica es admirable.

    Su primera vez con el fue tierna pero realmente no me esperaba eso, que cedieran en el primer impulso y calentura pero fue bastante bueno, nada vulgar y súper tierno. Ains cuidaste bien las personalidades de cada uno.

    Siempre me encanta leerte ♧ gracia sport participar.
     
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