Aventura Entre

Contenido oculto: Marina, Víngilot y Borealis

@Marina No te preocupes, un poco más adelante se sabrá porque los Diamond la quieren, Y te sorprenderás, eso espero. Y sobre si Phal es de Blue Side, en realidad no lo he dicho, pero sin duda, uno se puede dar a la idea de que si lo es. Pero aun sabiendo eso, queda la pregunta de: ¿que esta haciendo allí? Muchas gracias por leer y comentar. Poco a poco se responderán las dudas, es solo que tengo una manía de decirlas casi que al final, pero intentare que no pase tan al final, para no aburrirlos.

@Víngilot
Muchas gracias por tu comentario. Te doy la razón sobre que es muy temprano para liquidar personajes, ups, ¿o sea, lo haré en un futuro? Depende, en realidad. Jajaja, es exactamente lo que mi padre me dijo cuando le dije lo de la resortera, “existen otras armas mejores, ¿por qué una resoltera?” Pero digamos que es una pero, ¿tecnológica? En realidad se me ocurrió puesto no quería poner una típica pistola o espada o arco. Algo así un poco inusual, como arma “poderosa”. Los Diamond no lucen algo tan súper genial, en realidad, pero ya sabrás como son hasta el próximo capítulo, pero eso sí, su líder es sin duda muy inteligente y su corazón esta lleno de rencor. Pero no digo más para no hacer spoilers :) Se te agrádese a ti, por hacerte el tiempo de dejarme un comentario.

@Borealis Spiral
Sí, era exactamente lo que Rive no quería hacer, pues le agradaba ella por ser como es y si se borra la memoria, pues tendrán que llenarle esta con “falsos” recuerdos. Es triste, pero, es el trabajo de él. Pues sí, pa'que te digo que no, creo que Dylan es un acosador, nah, es solo que deseaba tener. Podría decirse que en eso es parecido a mi, ¿recuerdas cuando grababa a mi salón? ¿Por qué era...? Para tener recuerdos de... todos :D No le quites en ojo de encima a Dylan, pues en realidad es un personaje muy, pero muy importante.

Agradezco a los que leen esto.

Capítulo 7​

Las calles a esas horas de la tarde ya no estaban tan concurridas, ni por los automóviles, ni la gente. Cosa que agradecía el joven de ojos grises, una vez que dejo el hospital caminó sin un rumbo fijo, dejándose llevar por sus piernas, pensando detenidamente en las palabras que le dijo el señor Zaquin. Reflexionaba una y otra vez en ellas.

Una vez que se le permitió ingresar a la habitación de Zaquin, aprovecharía que hablarían en privado; preguntaría para poder aclarar algunas dudas que tenía, mas se puso un poco nervioso al ver al hombre recostado y con rostro agotado, sin embargo sus duros ojos lo miraban detenidamente como quien deseando acordarse de su rostro. Sin vacilar, él se posó a un lado de la cama y al volver a mirarlo ahora sintió remordimiento por haberlo molestado, más de cerca podía notar el pálido color que tenía, ojeras debajo de sus ojos... sin duda estaba muy acostado pero sabía que no había vuelta atrás. Enseguida, tras aclarar su garganta, se presento añadiendo que no lo conocía de ninguno lado. Después fue directo al grado al preguntarle si conocía o que era de Rosely.

Los ojos de Phal se lleno de un brillo completamente asombrado al escucharlo pronunciar el nombre de su hija, ahora recordando que ya había visto al joven, fue sin duda uno a los que le borró la memoria. Se había pasado todo un día borrando las memoria de todo conocido, amigo y compañero que pudo haber conocido a Rosely que al principio no lo reconocía. No obstante, ¿este joven la recordaba? Se lo preguntó. Pero la respuesta de él no le fue de gran agrado, Dylan aclaró que en realidad no la recordaba aun cuando ella se le había acercado y dicho lo contrario. Semejante cosa hizo que el hombre volviera a entristecerse, nadie más la recordaba. Mas siguió escuchando la explicación de Dylan.

Al terminar de dar su redacción del día anterior, el señor Zaquin se giró lentamente, para evitar lastimarse su herida, a su izquierda para poder ver una mesita que estaba llena de antibióticos, medicamento y alguna que otra cosa que su esposa le facilito para su comodidad, allí también estaba una pulsera, la misma pulsera que le había regalado a Rosely días anteriores, volvió a mirar al joven y le dijo que efectivamente ella era su hija y que, aun que lo que le iba a explicar pareciera sacada de una novela de ficción, era definitivamente real; ella se encontraba en otra dimensión: en el mundo Blue Side. La expresión de Dylan fue certera, quedo conmocionado e incrédulo lo demostró negando con la cabeza mientras lo decía, decía que eso no era posible. Entonces Phal, comprendiendo la reacción negativa de él pero como el mismo había ido allí para escuchar la verdad, pues se la diría. Le ensenó la pulsera y se la entregó, el joven la tomó extrañado y aun más confundido volvió su vista al mayor, quien le repetía una y otra vez que era verdad lo que sus labios pronunciaban.

Dylan observó como los ojos de Phal comenzaban a tornarse rojos, para después cristalizarse, y luchando por que lágrimas no salieran, le dijo con sinceridad:

—Por favor, ve allí y sálvala. Pregúntale en donde quiere vivir, aquí o allá... yo lo único que quiero es pedirle perdón por ocultarle su y mi procedencia. Solo deseó que ella sera feliz, no importa en que lugar...

Entonces él le explicó el funcionamiento de la pulsera que le entregó. Esta era en realidad un instrumento para que pudiera viajar a Blue Side, Dylan sonrió aun incrédulo, en realidad quería creer lo que decía, pero estaba muy confundido. La intención de ir con el empresario había sido para que le ayudara a aclarar algunas cosa, no para salir del hospital más confundido.

“—Solo deseó la felicidad de ella.”

Esas palabras las que aun retumbaban en la cabeza del joven. ¿Era verdad todo eso? Volvió a recordar a la joven, a decir verdad, él también quería volver a verla y, aunque no seguro porque aquel pensamiento le vino, pero, sabía que ella tenía una radiante sonrisa que cualquiera que la viera sonreír, automáticamente sonreía. Su sonrisa era pegajosa. Era hermosa, era dulce, atenta, era... él quería volver a verla. Tenía la certeza de conocerla aun cuando ayer fue “la primera vez” que la vio.

“—... donde quiera estar...”

¿Ella deseaba estar en ese tal Blue Side? ¿Ella en realidad estaba huyendo de ese lugar porque no le gustaba? Solo existía una forma en que podía averiguarlo, debía ir a Blue Side y preguntarle directamente a ella. Una decisión nació dentro de él, ahora tenía otra prioridad; volver a verla. Apretó con fuerza la pulsera y comenzó a pensar en que deseaba ir a Blue Side, tal y como se lo dijo Phal que debía hacer. No sucedio nada.

“¿Eh?” se extrañó, “Estoy haciendo exactamente lo que me dijeron, ¿que estoy haciendo mal?” pensó sin dejar de mirar la pulsera. Suspiró de manera frustrante, “¿A caso debo ponérmela?” cuestionó no muy alegre de saber que posiblemente esa era la respuesta. Volvió a mirar la llamativa pulsera con desconfianza.

Al final, no muy convenido, se la puso y volvió a cerrar los ojos, intentando pensar en ir a ese lugar, tal vez solo le faltaba confianza, creer que si viajaba podría hacerlo. Mientras estaba concentrado, su mente volvió a recordar el día anterior, la conmoción de lo que había sucedido, recordó a... a esos seres humanoides que no vio detalladamente, sin embargo le dejaron una secuela, lo invadió un escalofrío, ¿quienes eran? ¿Qué estaba haciendo allí? ¿Ellos, ellos estaba detrás de Rosely? Ahora pensó en ella y fue cuando sintió un extraño sentimiento de estar viajando en una montaña rusa, la adrenalina lo envolvió, su estomago se revolvió, para después sentir que caía en un agujero sin fondo, por lo que asustado abrió sus ojos con sobresaltó. Dylan no evitó abrir su boca asombrado de lo que su vista miraba. Estaba en otro lugar, giró sobre sí mismo para ver la ciudad perfectamente. Levantó la vista para ver el color del cielo, las casas eran iguales, peor que los barrios de Estados Unidos, la simetría de los lugares, calles y hasta la vestimenta de los habitantes... aquella “perfección” le aterro. Parecía que estaba en un lugar sobrenatural sacado de algún creepypasta.

—Hola.

Dylan se sobresaltó al escuchar una infante voz, se dio la vuelta para ver al pequeño dueño de la voz.

—H- hola —fue lo que atinó a decir, seguía pasmado.

El pequeño lo miró con curiosidad y al termino por preguntar:

—Tu no eres de aquí, ¿quien eres?

Dylan no evitó inquietarse por eso. Mas recordó lo que de advirtió el empresario, cuando llegara allí y alguien preguntara quien era, pues era muy fácil detectar a los que no eran allí, que no se alarmara y que simplemente dijera que era un invitado de Ban Taster, el líder, cuando alguien de Blue Side escuchaba a un extranjero decir ese nombre, era bienvenido y así fue como hizo.

—Mi nombre es Dylan y son... soy un invitado de Ban Tastur.

—¿De verdad? —el rostro del niño de siete años se ilumino de alegría y entusiasmo—. Entonces es un placer conocer a un invitado del señor Tastur. ¿Quieres venir a mi casa? Mi mamá se pondría muy feliz si aceptaras una comida.

—Ah, me encantaría pero, en realidad quiero ir a donde esta...—¿cómo es que se llamaba adonde se supone iba a ir? Intento recordar.

—A la Old Tower —dijo el niño sonriente.

—Así es, a ese lugar, ¿sabes por donde debo ir?

El pequeño apuntó el camino.

—Te vas todo derecho y llegaras sin perderte. Todas las calles conectan a es ese lugar.

—Gracias.

—¿Entonces no te pasaras a mi casa? —preguntó el pequeño con son de tristeza.

—Lo siento, de verdad —se apenó el joven, en realidad deseó poder aceptar al invitación de ese niño tan amable y respetuoso, pero debía irse ya—. Pero si se da la oportunidad, tal vez en otra ocasión.

El pequeño volvió a sonreír. Dylan se apresuró, en realidad la gente de ese lugar era muy, demasiado amable, por un momento tanta amabilidad le resulto incomodidad, parecía que las personas vivían como robot, siempre sonriendo, llegando a pensar que tal vez no eran libres y que en realidad se les forzaba a vivir “pacíficamente”, bueno eso fue su impresión. Quitándose de encima esos pensamientos, presto atención adelante. Dylan caminó hasta detenerse cuando termino la calle, había llegadoa lo que le parecía un cruce circular grande que abarcaba tal vez dos calles. Posteriormente atravesóla calle, pues al otro lado estaba la enorme y alta torre. Procuró moverse con precaución ya que pensó que podría haber guardias o cámaras de seguridad que vigilaban el área, temiendo que lo detuvieran y que cuando se dieran cuenta que en realidad no era un invitado del líder, el castigo que le darían iba a ser muy feo. Al por fin llegar a la torre, no ocurrió nada, tal vez como el sitio era muy tranquilo no se necesitaba tener ninguna vigilancia. El rubio agradeció ese hecho.

Se aproximó a la entrada más cerca e ingresó. El lugar era aún más fascinante que el exterior, la Old Tower por dentro era un enorme palacio adornado con hermosas cortinas, alfombras y muebles. Los pasillos se veían interminables y muchas puertas por todos lados, un sinfín, incontables. La torre era más bien como un “pueblo” que una mansión. Dylan se adentró más al lugar, preocupándose de lo grande, le sería muy difícil encontrar a Rosely en tan “ciudad”. Ahora temía en que lo encontrarían a él antes de encontrarse a Rosely.


Se colocó frente a la primera puerta de su alcance, ¿debía abrir y verificar en todas las puertas? No era una buena idea, esa puerta pudiera llevar a otro lugar donde hubiera más puertas, y se le sumaba la posibilidad de que detrás de una de esas puertas estuviera alguien que lo delatara. Suspiró preguntándose en qué se había metido. Ya estaba en ese lugar y no había vuelta atrás, así que debía arriesgarse. Abrió la puerta con cuidado y despacio y mirando por la abertura que dejó entre la puerta y el marco, se asustó al ver otra habitación infinita. Volvió a cerrar la puerta cabizbajo, se dirigió a la siguiente más cerca e hizo lo mismo. Nada había del otro lado, solo un cuarto vacío, ni siquiera gente pero había otras puertas. Comenzó a sentirse solitario como si él fuera el único en ese mundo, ahora deseaba encontrar a cualquier persona. Al abrir y cerrar algunas puertas más, escuchó voces alejadas, con cautela siguió el sonido de la voz para seguir a esas personas, puesto deseaba ver a alguien más, a lo lejos la vio. El impulso de acercarse a ella casi lo delataba, sin embargo se contuvo al ver que el joven de cabellos plateados estaba caminando a su lado, optó por seguirlos con precaución hasta donde fuera que fueran.

Los dos se dirigieron a la habitación de la joven Zaquin y cuando llegaron, Rive la dejo allí, acto seguido, él siguió su camino, entonces, cuando Dylan se hubo cerciorado de que no regresaría el joven de cabello plateado, se acercó a la puerta del cuarto de ella y la abrió despacio, tan solo dejando un pequeño espacio puesto tampoco quería incomodarla al romper su privacidad.

—Rosely —susurró, no deseaba asustarla—. Rosely.

—¿Quién es? —la escuchó.

—Soy Dylan.

—¿Quién? —se volvió a escuchar tras pasar un silencio.

—Dylan Backus.

—Entra, así no puedo verte.

Al tener el permiso de ella, abrió la puerta hasta que pudo ingresar, enfocó su vista a la joven que estaba parada aun lado de la cama. Ella lo miró fijamente y él se acercó lentamente a ella.

—Lo siento, no te me haces conocido —esas fueron sus palabras, palabras que sorprendieron al joven.

Exactamente el día anterior había ido con él y le había dicho que lo conocía, y ahora le decía que no. ¿De qué trataba eso? Se sintió triste y… ahora comprendía como se sintió ayer ella cuando él le dijo que tampoco la recordaba. Pudo comprendió su dolor. Ella lo siguió mirando esforzándose por recordarlo pero le era imposible, Dylan se dio cuenta que se esforzaba por recordarlo, pero era en vano por lo que le iba a decir que no se esforzara, mas quedo mudo cuando vio sus ojos. Los hermosos ojos de ella ya no brillaban. Tampoco mostraban miedo. Algo le habían hecho, lo que tal vez le hicieron a él para olvidarla.

—Rosely, tu padre quiere volver a verte y… —se aclaró la garganta, le estaba costando continuar—. He venido para llevarte a tu verdadero hogar.

—¿A mi hogar? Este es mi hogar.

—No, no lo es, esta es una farsa. ¿No quieres volver a ver a tu familia?

—No tengo familia.

Esa respuesta tan fría lo sorprendió, la dijo tan secamente que por un momento dudo que en realidad era a la Rosely que iba a ver. A pesar de ello, no quería dejarla sola, sentía que no era feliz aquí.

—¿Por qué no vienes conmigo? Si vas, tal vez vuelvas a acordarte de todo —se acercó más a ella y alzó su brazo para tomarla del suyo, pero ella le huyó.

Los dos se limitaron a verse, no sabían cómo reaccionar a tal situación.

—Yo… —guardó silencio la joven al escuchar que alguien tocaba la puerta y enseguida se escuchaba la voz del señor Ban.

—Jovencita Zaquin. ¿Me podría acompañar al laboratorio?

—Claro que sí. Permítame un momento, señor —alzó la voz y después se dirigió al joven y le dijo en voz baja—. Si Quiero seguir hablando contigo, si te encuentran seria malo ¿cierto?—Dylan tan solo asintió—. Escóndete por allí —apuntó el armario.

El joven hizo caso a la sugerencia y se oculto allí, sin importarle la oscuridad que lo envolvió cuando las puertas se cerraron. Se sentó en el suelo moviendo algunos zapatos, disidido a esperar paciente a que ella volviera y a no irse de allí sin ella.


Por fin, buena noticia para los que desean saber como son los antagonistas de la historia, el el próximo capítulo se describirá a los Diamond, sabremos como son. Además de que, el líder de ellos hará una visita inesperada a alguien, ¿se les viene en mente a quien puede ser?

 

Contenido oculto: Marina

Gracias por comentar y mira, a penas que iba a subir el capítulo que seguía y me alegró que me hayas comentado xD Sobre lo que es Rosely, jajaja, me gusto tus suposiciones, en realidad no son malas y hubieran sido mucho mejor de lo que es en realidad ella. Precisamente en este capítulo se dice lo que más o menos es ella, por lo menos la razón por la que los Diamond la quieren.

Espero que disfruten en capítulo. Gracias a los que leen.

Capítulo 8​

En el hogar de los Zaquin, Catalina y Brian se estaban preparando para volver al hospital. Tan solo habían ido a casa para tomar una ducha; de regreso al hospital irían a comer algo.

—¿Estás listo, hijo? —preguntó la señora mientras observaba el reloj de pared.

—Ya casi —contestó Brian desde su habitación—. Oye, mamá, ¿no has visto el cinturón que compre el otro día?

—No. Pero déjalo, no lo necesitas, hijo.

—Ya me acorde, ahora voy.

—¡Te espero en el auto! —informó la madre tomando las llaves del automóvil.

Ya dispuesta a salir para encender el carro, se acordó que tenía una ropa en la lavadora, así que rápidamente iría por ellas y las dejaría a secar en la secadora. Dejo su bolsa y las llaves en la mesa del comedor y dispuesta a ir al pequeño patio donde estaba la lavadora, pero, en el momento en que se dirigió allí, quedo inmovilizada de impacto, al ver algo que la aterro. Ni siquiera pudo pronunciar palabra alguna, ni un grito.

—¿Mamá? ¿Que sucede? —cuestionó Brian al alcanzar al ver a su madre parada desde el pasillo, se acercó a ella para decirle que ya estaba listo. No obstante, al igual que ella, se paralizó al presenciar lo que sus ojos observaban.

Frente a ellos había dos personajes terroríficos que simplemente los observaban, mientras dibujaban una espeluznante sonrisa en sus rostros. Su piel era de un tono rojizo con algunas partes descarapeladas, todo su cuerpo estaba repleto de enormes y aborrecibles llagas, sus ojos eran demasiado pequeños a comparación de su rostro hinchado. Parecían que su cuerpo estaba quemado o que, habían sufrido de alguna terrible enfermedad... lo que fuera, aquellos dos seres eran abominables que daban asco y terror.


En el hospital, en la habitación de Phal, él esperaba a que su mujer e hijo llegaran, pues la primera le mencionó que no tardarían, mientras tanto, se puso a leer un libro. Ameno en la lectura, al poco tiempo sintió un aire helado, las cortinas de la ventada de la habitación se elevaron por el aire que sopló, Phal parpadeó extrañado, pues Catalina había cerrado la ventana precisamente para que no entrara frió, levantó sus vista y al voltear, quedo boquiabierto al ver a un Diamond frente a la puerta, sin embargo no se trataba de un cualquier Diamond, no, quien estaba allí era nada más ni nada menos que el cabeza de ellos.

—Re- Res-to —tartamudeó por la sorpresa.

Lo último que deseaba era que su familia entrara a la alcoba y lo vieran. ¿Que les diría? ¿Qué se trataba de un paciente? Si bien parecía que sufría de alguna enfermedad, mas el aspecto que tenían carcomido, junto con las llagas que no daban nada de buen aspecto y, en partes tener piel transparente que exponían musculo, daba más bien la sensación de ser muertos vivientes. Precisamente eso los describía muy bien, sin embargo, hasta los muertos vivientes, de las películas, tenían mejor aspecto que los Diamond. Al despertar de la impresión, Phal intentó alcanzar el control para llamar a una enfermera y así lo sacaran o él huyera o lo que fuera, lo único que deseaba era que se fuera antes que sus mujer e hijo lo vieran.

—Yo no le recomendaría hacer eso, señor Zaquin, Por su bien, tranquilícese —dijo al verlo respirar con agitación y sudar—, tiene una enorme herida.

—¿Y quien me la hizo? —preguntó irónico al momento que desviaba su vista a otro lado, no podía verlo por tanto tiempo. A decir verdad era la primera vez que lo veía tan de bien y no era nada agradable a la vista.

—Agradezca que no le dimos en un órgano vital, o sino hubiera muerto enseguida.

Phal sonrió amargamente.

—¿Quieres que lo agradezca? Ahora entiendo porque no me mataron.

Lo quería ver a solas, y la única manera era estando en un hospital, en un habitación privada.

—¿Donde tiene escondida a la muchacha?

¿Crees que te lo diría? ¡Ni aunque me tortures te lo diré! ¡Deja en paz a mi hija! Solo la deseas para hacerla torturar y nunca, pero nunca te lo diré.

Si no me equivoco mencionó Res-to con seriedad y voz neutra. Usted se encariño con la que es su esposa y el hijo de ella, ¿no es verdad? ¿No sería lamentable que a ambos les sucediera algo solo por una vida?

Su familia. Esos malnacidos tienen a su mujer y a su hijo, Maldijo a sus adentros, frustrado y lleno de ira golpeó la cama. ¡Tenían a su familia! Que sucios.

—No es bueno para su salud que se agite de esa manera —volvió a decir del Diamond, por nombre Res-to, después se acercó a la cama del paciente, provocando que Phal, de haber tenido un rostro enojado, ahora lo había cambiado completamente a uno de incertidumbre con una pizca de miedo—. Me gustaría charlas con usted de algo muy interesante. Que solo queda en usted que hacer después de escuchar esto. Es algo que de seguro le sorprenderá y tal vez no crea, pero es la realidad, científico Phal Zaquin.



Dylan despertó de su profundo sueño, abrió sus ojos turbado mientras su respiración comenzó a alterarse cuando por un instante, no recordaba en que sitio se encontraba, simplemente observaba oscuridad. Cómo acto de reflejo giró su cabeza de un lado a otro al momento de ponerse de pie con la intención de levantarse, no obstante se dio contra un montón de ropa y con le tubo de la que colgaba esta. Se volvió a sentar cuando recordó que se encontraba en un armario. Y no precisamente en cualquier armario, en el de Rosely. ¿Cuanto tiempo había estado allí? Estaba a dolorido, indicándole que debió estar mucho tiempo en ese posición, cosa que su cuello y extremidades lo estaban lamentando.

No hubo transcurrido unos minutos cuando decidió estira los brazos sintiendo la ropa, además ahora sentía muy bien el calzado, no recordaba que el armario estuviera lleno de ganchos, ropas y calzado, pero bueno, pensándolo bien había entrado rápido y no se había fijado en lo que había dentro. Lo que le costaba era respirar, tras un bostezo se tapó la boca al escuchar a alguien acercarse al lugar. La puerta se abrió dejando pasar una luz segadora a los ojos de Dylan.

—¿Te encuentras bien? —él escuchó la dulce voz de la joven.

—¿Cuánto tiempo he estado aquí? —cuestionó un poco ronco.

—El resto del día de ayer, toda la noche y un poco de la madrugada de hoy —informó ella dando un par de pasos hacía atrás para que el joven saliera con libertad, quien se sorprendió al escuchar eso.

Si era cierto que estuvo mucho tiempo así, había sido su mejor logro de toda su vida, y no estaba del todo contento, las secuelas aún estaban, se estiro ahora en un espacio más grande.

—Quiero saber quien soy yo. ¿Lo sabes? No se porque, pero no me agrada mucho este lugar, escomo que me falta algo y no se que es. Me siento vacía.


Cuando la escuchó, Dylan la miró fijamente, al parecer lo había estado meditando toda la noche, tal vez concluyendo que ese lugar no era su verdadero hogar, a pesar de que le dijeron que sí. Por un momento, él no supo que responder, puesto tampoco lo sabía.

—Tu padre te lo dirá —dijo extendiendo su mano hacia ella —¿De acuerdo? —sin dudarlo ella esta vez agarró su mano, al mismo tiempo que susurraba:

—Mi padre.

Por otro lado, la acción de ella sorprendió por un instante a Dylan. Con su mano libre saco de su bolsa la pulsera que el día anterior le habían dado y con cuidado se la coloco en la muñeca de ella.

—Es un regalo de tu padre —dijo para enseguida explicar su función.



Una vez hubo terminado sus deberes matinales, Rive se dirigía a la habitación de la señorita Zaquin para saludarla y proseguir con el trabajo de enseñarle Blue Side, su hogar. Tocó la puerta una vez estuvo frente a esta.

—Zaquin, ¿estas despierta? —No obtuvo respuesta del otro lado—. Zaquin —elevó un poco más la voz, pero tampoco funciono. Volvió a tocar la puerta pero con más fuerza —¡Rosely! ¿Estás bien? Con su permiso… —ase adentró a la habitación y se dirigió rápido al baño, la puerta se encontraba abierta y el lugar estaba vacío, eso no significaba nada bueno. No podía creer que fuera capaz de huir ¡No! No creía en eso, alguien debió llevársela.

Aunque también estaba la probabilidad de que ella hubiera salido sola. Sin perder tiempo buscó por toda la torre y al no dar con ella, optó por que ocurriera lo primero, se dirigió a donde se encontraba el señor Ban para informarle la noticia.

—¿Sucedió algo? Te vez alterado —fue el saludo del mayor.

—Sí, Rosely no se encuentra en su habitación. Tampoco en la Old Tower. Creo que ha desaparecido.

—Tranquilízate —trató de calmar al sobresaltado joven—. Es imposible que haya desaparecido, pero no debemos de dejar atrás la posibilidad de que vuelto al otro mundo.

—¿Pero cómo? A ella se le borró todo recuerdo de lo que vivió allá.

—Aún se encuentra Phal del otro lado, no se te olvide eso —mencionó en tono serio, molesto en realidad, no se trataba de un simple juego como el juego del gato y el ratón, ella debía permanecer en este sitio.

—Entonces sigue empeñado en tener a su hija —Aunque en cierta manera llegaba comprenderlo un poco—. Debió obligarla o raptarla. Aunque es extraño, pues por lo que vi lo dañaron...

Pese a todo, estaba alegre de que él no hubiera muerto muerto. Cosa que por supuesto, no compartía el líder, quien se volvió al joven y ordenó:

—Escucha Rive, ve de nuevo a la dimensión de los humanos y traerla de vuelta.

El joven se retiró de delante de Ban. Una vez que él último quedo completamente solo, exhaló pesadamente, sin duda, Phal no quería comprender en la situación en que iba a poner a los de Blue Side si los Diamond llegaban a tenerla y temió, que si era verdad que seguía con vida era porque tal vez, Res-to quería hablar con él y tal vez envenenaría su mente y posiblemente, si estaba empeñado a tener a Rosely, lo iba a traicionar. Se apresuró donde estaban los buscadores las personas encargadas de explorar las dimensiones que se iban descubriendo. Ban se mostró ante el capitán de más alto rango y el más respetado por los demás buscadores.

—Wasa, necesito que te dirijas a la dimensión de los humanos y te encargues de Rosely Zaquin.

—Creí que ese trabajo estaba designado al joven Mosc.

—Así es, pero, es solo un chico noble y… bueno puede que no pueda llagar a desempeñar todo su trabajo.

—Se refiere a…

—Así es. Es la mejor manera, sino podemos mantenerla aquí, no nos queda de otra que deshacernos de ella. A como de lugar, los Diamond no deben obtener su sangre.

—No se preocupe, señor Ban, haré el trabajo lo más rápido posible.


*Espero no haya decepcionado el aspecto de los Diamond, pero a sí son y así deben ser :D Muchas gracias por leer hasta aquí.

La cosa se pone más interesante, ¿no lo creen? Ahora habrá un gran dilema con esta última orden, ¿que sucederá? ¿Cómo reaccionaran todos?

 

Muchas gracias a Víngilot, Borealis Spiral y Marina por sus comentarios. Dylan en realidad es muy, pero muy importante en la historia, así que no le quiten el ojo de encima. Han sacado muchas conclusiones que en realidad van acorde de la historia; no se equivocan en nada, no diré cuales, pero ya sabrán mediante este capítulo y en los venideros.

Capítulo 9​

El escuadrón de buscadores, quienes además de ser exploradores, también eran unos excelentes luchadores, excepcionales en su trabajo y esto porque se debía estar preparado físicamente para las investigaciones de los nuevos mundos por sí necesitaban palear con animales o razas salvajes. Una vez que el señor Ban terminó de hablar con el capitán Wasa, se encaminó de nuevo a la Old Tower pues deseaba regresar a su cuarto en donde su cómoda silla lo esperaba; se sobó los hombros sintiéndolos muy tensos. Definitivamente ya no estaba en edad para ponerse alterado, y aunque su apariencia no lo demostraba, la edad que tenía era mayor. Aunque debía de admitir que el cansancio iba aumentando con cada día que pasaba y sabía la razón, ah, él no debería de estar preocupándose tanto, ni de estar caminado de aquí allá, sentía que sí no descansaba lo suficiente podría llegar a morir... ¡Oh! De tan solo pensar en esa posibilidad (que era tan natural) lo hacía temblar.

Al llegar a la torre, ingresó y caminó por un pasillo, se detuvo a pocos metros al ver el rostro de alguien que no había visto por mucho, pero muchos años, le sonrió a aquella persona. Phal Zaquin estaba a tan solo tres metros alejado de él y este se observaba muy agotado, pálido, sin duda hizo un esfuerzo por haber llegado hasta aquí.

—Debo de admitir que es una grata sorpresa verte de nuevo, Phal, ¿cuanto tiempo a pasado? Me parece que más de dieciséis años, ¿no? Me dieron la mala noticia de que los Diamond te habían herido, y en verdad me alegra que no haya sido tan grave. Aun estés con vida.

Los ojos de Zaquin no dejaban de ver al líder con indiferencia, y con la misma frialdad en su voz, le informó:

—Los Diamond tienen a mi familia.

—Es lamentable escuchar eso, ¿has venido a pedir refuerzos para ayudar a tu esposa y a su hijo? ¿Por qué mejor no te olvidas de ellos y regresas a tu mundo original? Ya no es necesario que este allá, aquí serás más útil.

El ansiando se percató que Phal entrecerró sus ojos y lo miraba con gran recelo, después se acercó lentamente al científico, mientras continuaba diciendo:

—Tu casa sigue siendo tu casa, deberías ir allí y reposar, como yo lo voy a hacer. No te vez en buen estado —se detuvo frente a él y tornando su rostro serio, le hizo saber: —Tu enviaste a alguien a llevarte a Ros, ¿o me equivoco? ¿Sabes el gran error que has cometido?

—Usted es... —dijo el hombre con gran aversión al momento que sentía como su garganta le ardía por el odio que tenía al ver el rostro de quien alguna vez admiró y por quien había decidido hacer lo que hizo. Y hasta tarde fue que se dio cuenta de lo que en verdad era ese tipo.

—Sea lo que sea que te haya dicho Res-to fue mero engaño —dijo el mayor, pero al ver en la mirada de Zaquin que a quién no le creería sería a él, alzó la voz, molesto, al decir—. Estamos en una crisis, Phla, debemos evitar a toda costa que ellos la obtengan, ¿no comprendes el la situación en la que se encontraría todo Blue Side si llegara a suceder eso?

—¡Usted es el único vil mentiroso! —Phal estalló de gran cólera, tomando al mayor del cuello de su prenda da vestir para empujarlo violentamente contra la pared, provocando que el líder no solo se sorprendiera por la agresión, si no que dibujara par de muecas de dolor por el golpe de la pared de concreto. Phal continuó—. ¡Nunca pretendió protegerla! ¡En sus planes estaba el deshacerse de mi hija cuando ella ya no fuer útil! Obrando por su propio miedo. Miedo a Res-to, un miedo que nos infundo a todos nosotros hacía ellos!

—Solo quiero... evitar que... ellos la tomen —intentaba decir el líder, pues el agarré de Phal lo estaba sofocando—. Es por el bien de...

—¡Usted dijo que la investigación sería la evolución de nosotros mismos! Res-to me ha dicho lo que en verdad sucedió aquel día. Y si... y sí es necesario. ¡Matara a mi hija!

Testur observó a Phal, y casi con una sonrisa, preguntó:

—¿Hija? ¿Des-desde cuando... la consideras tu hija?

Así que ese desgraciado de Res-to le contó todo a él. Que mal, la verdad, Phal es sin duda uno de los mejores científicos de Blue Side, lo quería en su lado, pero tal y como lo dijo, ya consideraba a Rosely como a su hija, cosa que desde un principio no estaba en los planes. No obstante, Ban estaba fastidiado del maltrato hacia él, con esfuerzo agarró la muñecas del agresor y comenzó a apretarlas mientras miraba fijamente al científico. No iba a permitir que alguien lo, quien fuera, lo intimidara.

—Así es —confirmó fríamente el mayor—, si es necesario para que ellos no la tomen, mataré a Rosely.

Sin querer desistir, Phal agarró con más fuerza, pero esa misma presión hizo que poco a poco perdía fuerza en el agarre, Ban había apretado con aún más insistencia hasta que lo soltó.

—No permitiré eso —el científico retrocediendo un par de pasos hacia atrás y, al hacerlo sintió un puntapié en pleno estomago por parte de Ban, quien al verlo tomarse la parte de la herida, lo volvió a páter pero en esa zona, haciendo que Phal además de gritar con dolor, se hincara mientras se tomaba la parte afectada.

Ban se acarició su cuello, a dolorido, y miró al desdichado padre sollozando de dolor. En verdad era una lastima que se revelara contra él, pero aun más lastima era que los de Blue Side eran inmune al borra memorias, así que no tenía la opción de reiniciar los recuerdos de ese gran científico. No obstante, tampoco deseaba matarlo, puesto sabía que quien tenía conocimiento de aquel suero era él, así que, no tenía más opción que dejarlo con vida.

—Voy a llamar a alguien... —dijo el anciano realmente agotado, muy cansado, caminó y se paro frente a la puerta de su habitación y aun escuchando los alaridos del señor Zaquin, sin remordimiento alguno, susurró—. Debiste quedarte allá, Phal.


Mientras tanto, el el otro mundo, Rosely y Dylan apresurados, se dirigieron al hospital para pedir ver al empresario, mas la oficinista les informó que él ya había sido dado de alta, así que ya no estaba allí. Ahora, ambos se encaminaban a la residencia Zaquin, cruzaron por el jardín y llegaron a la entrada en donde una vez allí, el joven tocó el timbre.

—No te pongas nerviosa, Rosely, después de todo es tu casa —mencionó el rubio al verla acariciando sus manos, nerviosamente.

Apartó su vista de ella a la puerta al ver que no hubo respuesta al timbre, ni siquiera escuchó algún ruido que indicara que alguien se acercaba a la puerta para abrir, así que volvió a timbrar.

—Que extraño. Parece que no hay nadie —dijo

—Él estaba en el hospital, ¿no? —cuestionó la joven—, ¿no es extraño que no este descansando en casa?

El rubio arqueó la ceja, pero más que nada por la manera en que ella se refirió a su padre. Después de todo el empresario Zaquin era su padre. Aunque ella tenía razón, pero tampoco estaba del todo seguro si existía algún cambio de tiempo de Blue Side a este mundo. Suspiró.

—Vamos a esperarlos.

Rosely, con una mirada bastante decaída, se recargó en la pared y se deslizó por ella hasta que quedó en posición sentada. Agarró sus piernas y se escondió el rostro en ellas. Dylan simplemente la observó callado, además de hacer lo mismo, pero primero optó por asomarse ir a la puerta trasera haber si por esta abrían, tal vez iba a hacer en vano, pero mejor intentaría algo a no hacer nada. Al caminar a esa dirección, se sorprendió de ver un carro estacionado afuera de la cochera, y no solo este, las ventanillas de los asientos delanteros estaban abajo, indicando que saldrían rápido, por lo que dedujo que debían de estar en casa. No obstante, parecía que la casa estaba vacía.

“¿Qué sucedió aquí?” se preguntó él, pensativo.

Entonces, Rive arribó a la residencia, vio a la joven sentada a un lado de la puerta, corrió para acercarse y llevársela, sin embargo, Dylan, dispuesto a regresar al lado de ella, observó al joven de cabello plateado y con toda la intención de detenerlo para evitar que Rosely fuera capturada, él corrió par derrumbar al joven, no obstante, Rive con una agilidad sorprendente, que impresionó a Dylan, lo agarró del brazo y con una maniobra, lo levantó y ejerciendo la misma velocidad en la que el rubio iba, lo tiró al suelo y no solo, lo obligó a que estuviera boca abajo, agarró sus dos brazos y poniéndolos detrás de su espalda y juntar sus muñecas una sobre otra, colocó su rodilla sobre estas para evitar que se zafará. En todo ese procedimiento, se escuchó quejar a Dylan.

—¡Dylan! —gritó Ros, se levantó asustada de que algo le pasara y se acercó a ambos—. Rive, suéltalo. Puedes romperle un brazo —ordenó ella.

El joven Mosc se apresuró a hacer lo sugerido. En realidad no había sido su intención lastimar a Dylan, había actuado así por mera reacción. Por otro lado, Dylan tomó su tiempo para ponerse de pie, un dolor intenso se apoderó de su cuerpo, pero sobre todo sus brazos, los que movió, para después observar con asombro y cierta turbación, a Rive. A diferencia de Rive, él no era nada atlético o de buen resistencia.

—Rosely, debes venir conmigo a Blue Side. Solo allí estarás a salvo —informó al momento que le tomó de la mano, cosa que ella apartó su mano con brusquedad.

—No, no voy a regresar hasta ver a mi padre —dijo con seriedad.

—Pero Rosely, ellos...

—Ahora que estoy aquí, siento que pertenezco aquí. No estoy segura de donde sea aquí —se tomó la cabeza intentando recordar, pues esa casa se hacía presenta a un borroso recuerdo—. ¿Ellos? ¿Quienes son ellos? ¿Y por qué...? Yo lo único que quiero es... ¡Yo solo quiero vivir mi vida en paz!

—Lo sé, solo quieres paz, pero... —Rive levantó su mano para poder tranquilizarla, pero le sorprendió que ella se tapara el rostro con las manos y comenzara a sollozar.

—¿Estas bien? —Dylan se apresuró a ella y con suavidad la abrazo.

—Es que... intentó recordar, pero solo hay cosas borrosas... no lo entiendo.... —comenzó a decir entre lágrimas.

Dylan observó a Rive con severidad y levantando el tono de voz, le indicó:

—Ya déjenla en paz. No se que es lo que le hicieron, pero esta muy confundida.

Ribve observó la escena de Rosely derrumbada, se sorprendió al verla así, por un momento se sintió abochornado.

—Esta bien. Lo haré, la dejara en paz. Pero ella corre peligro si los Diamond la llegaran a capturar...

“¿Los qué?” se preguntó de un de repente el rubio, para después abrir los ojos cuando se le vinieron a la mente esos personajes de entre las sombras, ¿se tratan de ellos? Escichó atentamente a Mosc.

—... así que, si de verdad quieres que ella este aquí debes de cuidarla, protegerla, estar siempre con ella y nunca dejarla sola, ¿de acuerdo?

Dylan tardo en asentir.

—¡No es broma, ¿lo comprendes?!

El rubio observó los ojos de seriedad del platino. Se le había encargado una gran responsabilidad, no sabía nada de la situación, ¡nada! Pero, aun así deseaba proteger a Rosely. Estaba decidido, así que volvió a asentir pero esta vez convincente. AL ver en los ojos del rubio lo decidido de hacer esa tarea, Rive dio media vuelta para retirarse... bien, hizo lo que hizo, sabía que sería muy difícil darle una buena explicación al líder del porque no lo trajo con él. Bueno, ya pensaría en algo. Al salir del terreno de la casa, Rive divisó a lo lejos al capitán Wasa y detrás de él alguno de sus soldados. ¿Por qué estaban allí? Tal vez enviaron a un escuadrón para dar mas eficacia a la búsqueda de ella. Tuvo un mal presentimiento de lo que estaba ocurriendo, por lo que sin pensárselo dos veces, se volvió a Rosely y Dylan.


—Debes salir de aquí lo más rápido posible —les dijo, Dylan y Ros se miraron sin comprender la actitud del plateado—. El señor Tastur ha enviado a un escuadrón para capturarte— continuó—, vamos, váyanse, intentare explicar la situación.

—¿Pero, por donde? —se cuestionó el joven, mirando la entrada principal.

—Si es tan urgente —habló Rosely—, trepemos por la barda, por atrás.

Rive los vio dirigirse a la parte trasera y él, por su parte, se volvió a entrada encontrándose en la entrada a un par de pasos al Wasa, el joven se detiene ante su presencia.

—Capit...

—¿Está la joven aquí? —preguntó inmediatamente.

—No, ella no esta —intentó no trabarse, pues no estaba acostumbrado a ocultar las cosas a sus superiores y, sin duda el capitán presente, era uno.

—Si se me informó bien, otro humano la acompaña, ¿cierto? —dijo el hombre pasando por el el joven para ingresar al terreno y deteniéndose le hecha un ojo a la casa y jardines.

—No, no se equivoca —respondió Rive, se acercó de nuevo al hombre—. Si no es inconveniente, ¿por qué lo enviaron, señor? Soy yo quien se encarga de proteger a Rosely.

El capitán no respondió inmediatamente, primero dio una señal a sus hombres con la mano, indicándoles que se adelantaran e inspeccionaras la residencia Zaquin. El joven observó como los hombres derribaban la puerta principal de la casa y entraban como si de policías se tratase. Ellos iban a lo que iban.

—Escuchar, Rive —el joven prestó su atención a Wasa—. Se que es tu trabajo encontrar a la joven, pero el señor Testur me ha enviado con otra finalidad.

El corazón de Mosc saltó, nervioso.

—¿Cuál? —susurró.

—Debido a que ella no se queda en Blue Side aun su memoria fue borrada y se le dijo que su hogar era Blue Side, y queremos evitar que los monstruos de los Diamond se hagan poderos y fuertes, me enviaron a matar a la joven.

“¿Matarla?” pensó impactado. ¿A tales extremos habían llegado?

—Debe ser un error —pronunció inconscientemente—. El señor Testur la quiere a salvo.

El capitán negó.

—Fueron ordenes directas del líder. Así que, ya puedes retirarte, Mosc, de aquí en adelante yo me haré cargo.

Wasa se apartó para ayudar a inspeccionar por la casa y los alrededores, dejando a un impresionado, cerró sus ojos, sí eran ordenes del líder, ¿él que podía hacer? Nada, las ordenes del señor Testur eran absolutas, todo por el la seguridad de todos los de Blue Side, pero... ¿Rosely en que tenía la culpa? Ella era ajena a todo lo que acontecía. A ella se le arrebató lo que más deseaba y, aun así, aunque se le dijo que Blue Side era su hogar, se sentía vacía viviendo allí en aquel hogar falso. Ella ya no era la Rosely de aquella foto que tenía, hasta aquella sonrisa que la caracterizaba se le fue quitada para ahora, no solo despojarle eso si no de su vida. Era absurdo. Abrió sus ojos de golpe, no podía permitir que eso ocurriera, corrió para avisarles a ella y al rubio sobre la situación, a él le habían encomendado la protección de Rosely Zaquin y precisamente eso iba a hacer.

Cumpliría su misión hasta el final.

 

Muchas gracias a @Marina @Víngilot y @Borealis Spiral por su apoyo, en verdad me hace feliz leer sus comentarios. Estoy haciendo unas pequeñas modificaciones a la versión "original" para hacer la trama más emocionante, lo malo de esto es que no solo debo leer y corregir fallos, también debo agregar y quitar algunos fragmentos. Sin embargo creo que vale la pena, en general estoy orgullosa del trabajo final. Por cierto, me encanta leer las suposiciones y, por lo visto ya van sospechando quien es en realidad el chico malo, ¿eh? ¿eh? Y ya veremos que sucede con Phal y en donde se encuentra su familia.

Capítulo 10
​

—Res-to —uno de los Diamond se acercó al nombrado—, ¿crees que fue lo correcto en haberle contado todo a ese científico?

—¿Y porqué no? Pocos son los que saben lo que ese viejo desea en realidad, y lo que ocurrió aquel día, y la mayoría somos nosotros, a lo que catalogaron como Diamond.


Lo que de verdad le preocupaba era que Rosely estuviera en Blue Side, aquel era el único lugar al que no podían viajar, no podían pisar y no era precisamente porque el sitio fuera contra ellos, no, era simplemente porque no podían hacerse el lujo de que alguien los viera y volviera a que Ban obligara a los ciudadanos a hacer una revuelta para volver a correrlos. Había una cosa que aprendió una vez que él, junto con su gente, fue desterrado de su tierra natal, era que la gente de Blue Side era tonta; ciega porque se dejaba engañar y manipular por Ban Testur.

Estaban escondidos bajo las sombras, tapándose con largas capuchas para que los humanos no los vieran, por lo menos mientras estaban es ese mundo. Una extraña presencia llamó su atención. Cerró los ojos para agudizar los sentidos, había uno de los suyos... no, eran más, mucho más... era todo una unidad de buscadores.

—Al parecer han enviado a un capitán de escuadra aquí —mencionó—, eso solo significa una cosa. Ella esta aquí —comenzó a caminar al momento que su compañero lo seguía, escuchándolo atentamente—. Envía a los Rocks a capturarla, no debemos perder esta oportunidad de tomarla.

Mientras tanto, Rosely y Dylan seguían corriendo, mas la verdadera preocupación que creció en la cabeza del joven era exactamente a donde debía ir. AL principio planeaba ir a llevarla con el padre de ella, pero ahora que la situación se tergiversó, no tenía ni idea de que hacer. En eso, notó que Rosely detuvo el paso, obligándolo a detenerse y al verla, ella le hizo la pregunta que no podía responder:

—¿A donde vamos?

—Amm —intentó responder algo decentemente, pero ahora su cabeza tenía varías preocupaciones, una de ellas era el escuadrón que ahora buscaba a Ros. Al final respondió con sinceridad—. No lo sé. Pero lejos estaría bien. Entre más lejos mejor.

Él volvió a tomar la mano de ella y tras regalarle una sonrisa, le indicó que continuaran corriendo, y así hicieron, no obstante, ambos jóvenes se detuvieron al dar vuelta en una esquina al ver a escasos metros a un perro grande y color gris merodear por los alrededores. Volverían por sus pasos, pero se sobresaltaron cuando el Rock los miró y ni perezoso se aproximo a ellos. Fue Rosely, en esa ocasión quien, asustada, agarró el brazo de su compañero y lo obligó a correr dirección contraria, deseosa de perder de vista a semejante monstruo. El Rock aumentó la velocidad, las personas que estaba en los alrededores se paralizaban, gritaban y huían al ver semejante animal andar las calles, así, de entre un par de calles que estaban a los lados de la principal en la que iban corriendo los jóvenes, otros dos Rocks se les unió a la caza.

Dylan observó sobre su hombro, abriendo los ojos al ver cómo el más próximo saltó para darles alcance, no obstante algo atravesó al animal por el pecho y antes de si quiera caer al suelo, este se convirtió en ceniza. A dos cuadras de ellos se encontraron con el joven Mosc, ambos sonrieron al verlo.

—¡Oye! —la voz de Rive se elevó por los aires, ambos se detuvieron a escasos metros de él, posteriormente, Rive dijo especialmente al rubio—. Por nada del mundo dejes que te muerdan, su saliva es mortal y te matara en cuestión de horas.

Dylan tragó saliva con dificultad, después propició con el camino cuando vio como Rive sacaba un flecha para poder deshabilitar al par de perros que faltaban. El joven rubio tuvo una idea, tomarían el tren, correrían hasta el centro para dirigirse a la estación del tren. Le pareció una idea buena, pues de esa manera saldrían de la ciudad por un tiempo. Se apresuraron a acatar su plan y una vez que se hubieron ido, Rive miró como los animales mutantes parecieron multiplicarse puesto que a cada segundo más y más se unían a la cacería. Iba alejándose mientras con rapidez sacaba una y otra vez flechas y dañaba a los Rocks, cosa que a parte debía esquivar su ataques.

¿Asesinarla? Seguía sin poder creerlo. Él debía protegerla.

“A toda costa, debes proteger a la joven Zaquin” recordó las palabras del señor Testur. Esa era su misión, no obstante otras interrogantes crecían en su mente; ¿hasta cuando debía protegerla? ¿Siempre? ¿Cuándo fue que terminó su trabajo?

—Rive —había dicho el líder aquel día en que la volvió a llevar una vez que le borró la memoria y le había contado lo sucedido—, lleva a Rosely al laboratorio privado.

Él lo había mirado con extrañeza, por lo que el mayor se volvió para decirle:

—Es para examinarla y ver si no trae algún virus o enfermedad que pueda dañar a nuestra gente.

Comprendió su punto, así que hizo lo sugerido y la llevo, después, como su trabajo se lo decía, esperaría a que terminaran de revisarla, sin embargo los minutos se transformaron en horas y esa horas en tarde-noche. Estaba tardando mucho o por lo menos a él se le a figuro.

—¿Sigues aquí, Rive? —cuestionó Testus al ingresar al edificio, sorprendido de ver al joven sentado en la sala de espera igual que cuando lo había dejado varías horas tras—. Ve a descansar, ya le diré a una enfermera que la lleve a su habitación.

—Señor —Rive se levantó e hizo que Testur le prestara atención—, el que estén tardando no significa que ella este enferma o grave, ¿verdad?

Testur le regaló una sonrisa por la noble preocupación de Mosc.

—No te preocupes, ella esta sana, muy sana, así que, ve a descansar.

Si estaba sana y salva, por lo que supuso, fuera lo que fuera que le hicieron en aquel laboratorio, el líder ya no la “necesitaba” y por ende, ya no necesitaba de protegerla, no obstante, a él nunca se le informó nada por lo que seguía teniendo su misión, por ello al terminar de derrotar a los caninos que estaba allí, se apresuró a alcanzar a Backus y a Zaquin y seguir ayudándolos al deshacerse de los Rocks. Esta vez los Daimond estaban enviando a muchos de ellos y eso no significaba nada bueno y no solo eso, ahora llevaba doble presión, no solo tenía que preocupar por distraer a los caninos, también debía distraer al escuadrón de Wasa.

 

Estoy igual que el youtuber chileno HolaSoyGerman., subo capítulo cada mes xD Pero ya estoy de vuelta, esperando que sea para quedarse.Pero ya esta aquí el capítulo 11, el que dedico a Víngilot, Marina y Bore, espero que les guste.

Muchas gracias @Víngilot , yo también diría que es el más emocionante, a decir verdad ese capítulo, específicamente en la escena del tren, mi mente la planeó hace mucho tiempo y fue de esta que nació Entre. Y sabes qué? Me fascinó tu comentario, pues precisamente algo así me imaginó las escenas, al estilo película y me hace feliz que lo he logrado :D

Sí @Marina , que triste que Rive haya sufrido esa mordida y, precisamente cuando les había advertido a Dylan y a Ros que evitaran que los mordieran. Pero algo se tiene que hacer, y se va a saber sobre ese tema en este capítulo. Y es bastante curioso el nacimiento de ese canino blanco, pero eso es otro tema y se dará a conocer en un futuro (espero no tan lejano). Además de exactamente de donde son los Diamond.

Tú lo has dicho @Borealis Spiral , más vale tarde que nunca xD Mírame a mí, después de un mes estoy publicando. Y bueno que pudo decir del canino blanco, ya te mostré quien fue mi inspiración *-*. Tienes razón sobre que a fuerzas debo matar a alguno de mis personajes para ser feliz (que cruel que soy), pero, ¿aquel personaje será en verdad Rive? Y sobre mi cambio de avatar, pues sí, soy feliz haciéndolo... pero mira que la imagen no es de una serie (bueno, ya hay anime) pero esa imagen es sacada del manga :P

Capítulo 11​

La oscuridad había envuelto el cielo, Rosely y Dylan seguían corriendo para salvar sus vidas mientras preocupados esperaban que Rive estuviera con bien. Habían llegado al cementerio y se detuvieron exhaustos. Sus cuerpos ya no podían seguir corriendo por más tiempo y este les había pedido descanso y por ello se sentaron en la banqueta al no verse un lugar más apropiado para reposar. El joven rubio miró a su alrededor para darse cuenta que atrás de ellos estaba un enorme cementerio, por unos instantes un escalofrío lo invadió al observar detenidamente las tumbas elevarse por el cielo. Sonrió irónicamente al recordar que días pasados ni siquiera pasaría de noche por esa calle, pues aunque no era una persona supersticiosa o que creyera en los fantasmas o lo sobrenatural; siempre le daba un poquito de terror los cementerios. Sin embargo ahora por tanta emoción que ha estado viviendo, aquello había pasado a segundo plano. Sí que existían cosas más espeluznantes a la que tener verdadero miedo.

—¿Sucede algo? —preguntó Rosely observando a la dirección donde veía su compañero. Pensó que tal vez lo que lo había llamado la atención era uno de eso perros mutantes o alguien de Blue Side.

—Ah... No, no es nada —respondió inmediatamente mientras regresaba su vista a su frente. No deseaba preocuparla.

Después se dio cuenta lo muy cerca que Rosely se encontraba de él, se sonrojó avergonzado y rápidamente se levantó con total nerviosismo comenzando a estirarse y decir:

—Estoy cansado... me hace falta hacer más ejercicio —sonrió y Ros le regresó la sonrisa, sin embargo él pudo notar aquella sonrisa forzada y no evitó entristecerse.

—Perdón por hacerte pasar todo esto —se disculpó ella abrazando sus rodillas y mirar a lo lejos, perdida.

“Para nada es una molestia. Haría cualquier cosa por ti.” deseó decirle, pero su timidez se lo impidió. Maldijo su vergüenza, nunca la había odiado tanto como en ese instante. AL contrario, terminó diciendo al momento que sonreía como tonto:

—No te preocupes...

Quería animarla, no le gustaba verla con aquel rostro tan desanimado. Debía sentir mucha culpabilidad de meter a personas por ella. Mas su garganta no pudo pronunciar palabra alguna. El mismo sedaba pena, cerró sus ojos con frustración mientras maldecía internamente como nunca la había hecho.

“Bien hecho campeón. Eres todo un pelmazo.”

Ni siquiera sabía lo que significaba pelmazo, lo había escuchado en algún lugar pero creyó que lo describiría muy bien, aunque la palabra más descriptiva era “Idiota”. Poco después su vista se enfocó a un teléfono público, a varios metros de ellos, del otro lado de la calle. Recordó a su madre y lo preocupada que debía estar al no saber dónde estaba. Aprovecharía para darle una llamada e informarle que se encontraba relativamente “bien”, por lo menos vivo, aunque por supuesto que eso nunca se lo diría. Lo que quería era tranquilizarla, no preocuparla. Comenzó a caminar hacia esa dirección y al notar que Rosely dirigió su vista a él y se disponía a levantarse, Dylan se detuvo a medio camino y le dijo:

—Solo iré a ese teléfono —señaló el instrumento—, haré una breve llamada, ahora vengo.

Rosely observó el teléfono para después dirigir su vista al joven y sintió volviendo a relajarse. Una vez que Dylan llegó, esculcó en sus bolsillos pidiendo en silencio encontrar alguna moneda mientras entretanto pensaba en que decirle a su madre. Era obvio que no le contaría la verdad, tampoco le mentiría con que estaba con un amigo por el simple hecho de que él no era exactamente alguien con quien se relacionaba con otras personas, pero bueno, ya se las ingeniaría. El joven miró la moneda que casualmente encontró y tras exhalar, introdujo la moneda y marcó el número de su casa. No tardo nada cuando la señora Backus contestó, eso le dio a entender a él que efectivamente su madre estaba preocupada y tal vez todo el día estuvo pegada al teléfono.

—Hola mamá, soy Dylan…

—¡Pero Dylan, ¿Dónde has estado? —Se escuchó la angustiada voz de ella al otro lado de la línea —¿No sabes lo preocupados que estamos tu padre y yo? Dios, hijo. ¿Quieres que me dé un ataque?

—Lo siento.

—¿Cómo que lo sientes? ¿Qué ha sucedido? ¿Dónde estás? ¿Con quién estas? ¿Cuándo piensas regresar? —y las preguntas seguían.

Dylan intentó comprender la preocupación de su madre, sin duda la escucharía como mínimo, no obstante no tenía los minutos para hacer eso por lo que la interrumpió al informarle:

—Mamá escucha. No creo regresar a casa pronto, ha surgido algo imprevisto —Sentía que su progenitora iba a decir algo, pero no la dejo hablar. Le dolía tener que ser brusca con su propia madre, pero el tiempo se acababa—. Estoy bien, he marcado para decirles que no se preocupen, que estoy bien. Cuando llegue a casa tomare la responsabilidad de lo que me van a decir. Pero por ahora no regresare.

—Hijo…

—Lo siento de verdad. Marcaré en otro momento para saludarlos —terminó de decir y colgó.

Él apretó el teléfono con tal fuerza que parecía que deseaba romperlo. Es cierto que le dijo que llamaría, pero ni él estaba seguro de que aquella promesa se cumpliría. Su garganta comenzó a arderle al recordar la angustiada voz de su madre. No era consciente de si aquella situación iba a terminar pronto o hasta si iba a salir ileso. Soltó el instrumento para posteriormente colocar las manos en las bolsas del pantalón por un intento de calmarse el frío que aquella noche oscura generaba. Regresó al lado de Ros. Estaba apuntó de sentarse cuando a lo lejos observa una sombra, abrió los ojos con sorpresa al cruzarle a su mente que podía tratarse del enemigo.

—¡Rosely, vámonos! —mencionó apurado.

La joven se levantó a toda prisa ante la urgencia, y ambos estaban listos para correr. Sin embargo, a Ros ele pareció extraño el movimiento que efectuaba esa persona, además de notar que estaba sola, por ello entrecerró los ojos con un intento de poder ver el rostro de aquella persona mejor.

—¿Qué sucede, Ros? —preguntó desorientado Backus por un intento de detenerla, pero ella ya había llegado al lado de la persona, en seguida se dio cuenta que se trataba de Rive así que se apresuró a ayudar a la joven a sostener a Mosc cuando se iba abajo. El recién llegado estaba muy pálido, sangraba de un brazo, aparentemente había perdido mucha sangre y estaba muy debilitado.

—¿Qué ha sucedido, Rive? —cuestionó la mujer realmente preocupada—.Te vez mal, debes descansar.

—Me alegra saber que están bien... —habló con voz tenue, casi inaudible—. Me ha mordido un Rock.

—¿Uno de esos animales? —preguntó Dylan con sorpresa—. Mencionaste que sería malo una de sus mordidas, ¿cierto?

—Sí, su saliva trabaja como veneno. Pero eso no es lo importante.

—¿Qué no es lo importante? ¡Mírate, estás fatal! —dijo lo obvio Backus.

—Debemos hacer algo —pidió ella—. No digas que no importa. Eres un amigo, Rive, me has ayudado mucho y fue por mi culpa que te hayan mordido. Debe existir alguna cura o algo, ¿verdad? ¡Debe existir algo contra el veneno!

Mosc miró a la joven, no deseaba decir nada, sin embargo la mirada cristalina de Ros lo derrotó, no podía aguantar verla de esa manera. Al final, esperando no arrepentirse de lo que iba a hacer, informó:

—En Blue Side hay laboratorios... y tienes una cura.

—Entonces debemos ir a Blue Side —dijo la joven dirigiendo su vista a Dylan.

—Espera —interrumpió Backus—, no creo que sea buena idea, estamos escapando de allí. Será arriesgado regresar.

Al rubio le lastimó que la mirada de ella se tornara decepcionada por lo que dijo.

—Él tiene razón... no pueden... regresar... —dijo Rive intentando apoyarse el mismo, para demostrar que él podía hacerlo solo, pero sus piernas estaban muy cansadas, no pudieron con el peso.

—¿De qué están hablando? —alzó la voz molesta, desilusionada—. No podemos dejarlo así… —los ojos de ella pasaban a ambos chicos quienes la miraban con toda la intención de que lo mejor era no pisar aquel lugar—. ¡No podría vivir sabiendo que algo te sucedió, Rive!

Dylan observó la determinación de Rosely, decidido a apoyarla. Ella tenía razón, Rive los había estado ayudando, arriesgó su vida por ella, dejarlo a la suerte era algo muy bajo, y él no era esa clase de persona. Le gustaba regresar los favores. Sin embargo algo, no muy lejos de allí, los estaba asechando desde la profundidad de la oscuridad, el canino de pelaje blanco observaba para determinar el momento adecuado para atacar. A diferencia de los otros de su especia, aquel glorioso animal era por mucho más inteligente y, antes de atacar analizaba tanto a sus presas como el ambiente en que se encontraban. Sus ojos azules miraron a la joven, quien preocupada ayudaba a apoyarse a Rive. Gruñó, mostrando sus dientes. Su amo era quien la quería a ella, a su presa, así que se la llevaría. Salió del escondite para para mostrase, cosa que sorprendió a los jóvenes. Rive abrió los ojos, Dylan retrocedió asombrado y Rosely no dejaba de ver tal criatura majestuosa ante sus ojos.

—El... el Rock de pelaje blanco —atinó a decir asombrado Mosc—, cuidado con él, ¡es fuerte! ¡Corran!

Los presentes se sorprendieron tanto que no supieron cómo reaccionar, despertaron de su embobamiento cuando ya tenían demasiado cerca al animal, siendo observadores en la primera fila de ver la enorme boca y dientes afilados. Rive, viéndose en esa escena comprometedora sacó su arma y forzándose a moverse rápido e ignorando el esfuerzo disparó al canino, quien para su sorpresa esquivó el proyectil con agilidad y en cuestión de segundos estaba a un lado de él, y usando el hocico lo empujó con tal fuerza que el joven por unos momentos sintió volar y a los segundos caer de pleno al suelo, consigo quejidos de dolor. Sin embargo aquella distracción la aprovecharon el rubio y la castaña al alejarse de la zona del animal.

Para la mala suerte de los dos, ante la conmoción de tal criatura, los pies de los dos sintieron con claridad un temblor detrás de ellos, indicándoles que el Rock iba a por ellos y viendo la velocidad asombrosa de este, estuvieron conscientes que en un santiamén los alcanzaría, sin embargo, para asombro por unos fragmentos ya no sintieron aquel temblor. De pronto, ante las vista de los jóvenes una sombra apareció en un abrir y cerrar de ojos en el suelo. ¡El canino había saltado! Los ojos incrédulos de ambos observaron como la sombra dibujada en el suelo se hacía más pequeña advirtiéndoles que el Rock blanco estaba descendiendo del saltó, muy cerca de donde ellos estaban, sin pensárselo dos veces detuvieron su paso para ahora correr al otro lado y cuando sintieron que habían caído, sudor frío escurrió por la frente de ellos, se dieron cuenta que habían perdido contra tal abrumadora bestia.

Y entonces, un estruendoso sonido que molestó enormemente al Rock, se elevó por el aire. Rosely y Dylan desorientados miraron a su alrededor para ver qué fue lo que produjo tan ruido. A la distancia notaron a varios de los hombres de Wasa. Era verdad que también estaban huyendo de ellos, sin embargo, no evitaron sonreír al verlos, los salvarían no había duda. Rosely dirigió su vista al Rock esperanzada de que estuviera caído, pero no fue así. No se sorprendió, con la capacidad que demostró en esos escasos minutos no dudó ni un segundo que pudo esquivar el proyectil del arma que uno de los hombres de Wasa tenía, claro, si es que a él era a quien habían apuntado.

—Pero qué demonios... es este perro —exclamó uno de ellos deteniéndose al igual que los demás y mirando con asombro el canino blanco, no recordaba que existiera uno así, ellos sabían que los Diamond tenían bajo su poder a caninos mutados, mas nunca imaginaron que existiera uno igual a ese.

Los ojos azules del Rock reflejaron enojo ante la inesperada llegada de los buscadores. Los miró detenidamente, y no tuvo que pensarlo dos veces para saltar y pasar sobre los dos jóvenes y ponerse al frente de ellos y mostrando los colmillos al momento que emitía un gruñido, se puso en posición de defender a Rosely.

—¡Apunte al animal! —dio la orden uno de ellos y los demás hicieron caso, los que tenían el arma a la mano la alzaron mientras que los que no, la sacaban para apuntarla.

¿Qué es lo que había sucedido? La situación había dado un giro inesperado. El Rock estaba dispuesto a defender a Rosely, así que se fue contra los hombres, a los que atacó sin piedad. Pero el grupo, sí, asombrados ante los movimientos del canino, comenzaron a disparar. Ahora esa calle se había convertido en un lugar de pelea. Los gritó de angustia y dolor de los hombres que eran mordidos sin compasión y mucho más al notar que la piel del animal era por mucho más dura de los que creyeron y si es que alcanzaban a dañarlo, a este no le afectaba. ¡Era completamente diferente a los otro Rock! Su ADN era compatible con la sustancia Diamond puesto su piel se regeneraba. Los buscadores estaban en un terreno que desconocían, algunos intentaban huir, pero el Rock no los dejaba. Precisamente a los que huir era a los primero que atacaba, no dejaría a ninguno con vida.

Mientras se efectuaba una lucha cual se sabía ya el resultado, Ros realmente preocupada corrió a donde el cuerpo de Rive había caído, se acercó y se puso de rodillas y al verlo allí inconsciente lo tomó de la cabeza mientras sentía como un nudo se formaba en su garganta.

—Rive…di algo por favor... —pidió esperanzada de escucharlo decir algo.

Mosc tosió un par de veces para después con dificultar abrir uno de sus ojos y ver a Rosely derramar lágrimas por él, preguntó:

—¿Estas bien? —fue lo que preguntó, dirigió su vista a la escena del Rock enfrentándose a los hombres de Wasa. No tenía ni idea de lo que ocurrió. Pero ambos; tanto en grupo y el canino estaban ocupados—. Ros, debes aprovechar esta confusión para irte lejos...

—Ya déjalo —habló Dylan, Rive lo vio desde la altura—. Ahora más que nunca necesitas ir a un hospital, así que con o sin tu consentimiento te vamos a llevar a Blue Side.

Rosely observó a Dylan y le regaló una sonrisa, estaba agradecida de que todavía la apoyara.

Rive cerró los ojos y decir en voz baja:

—Hagan lo que quieran.

Levantaron a Rive, quien había perdido la conciencia, harían exactamente lo que él dijo. Regresarían a Blue Side. Pero esa vez, mucho más sigilosos que nunca.

 

Bueno, de nuevo por aquí para dejar la continuación. Espero que les guste y lo disfruten.

Capítulo 12​

Habían llegado a Blue Side, los jóvenes se mantenían en con sus cinco sentidos muy despiertos; el ambiente era demasiado tranquilo, era extraño. Esperaban que aquella quietud no indicara que algo malo estaba por ocurrir. Rosely y Dylan quienes cargaban al moribundo Rive se adentraron al hospital; por el momento no estaban tan preocupados de que los vieran, la prioridad era el joven Mosc quien aún seguía desmayado. Unas enfermeras los vieron y velozmente se acercaron para ayudarlos con Rive mientras que dos fueron por una camilla que al llegar ni tardos ni perezosos subieron a Rive arriba. También habían llamado a un doctor.

—¿Qué es lo que le ha sucedido? —preguntó el médico sorprendido al momento que sacaba un estetoscopio.

—Un Rock lo ha mordido —se apresuró a contestar Rosely sin dejar de mirar como el doctor observaba asombrado la herida que el canino le había dejado.

Inmediatamente, el doctor observó a la enfermera que estaba a su lado y le ordenó:

—Comunícate con los del laboratorio y diles de la situación; pídeles que te den del antídoto Naleno.

La enfermera asintió al momento que se giraba para ejercer la orden.

—Se va a salvar, ¿cierto? —preguntó Ros agobiada de ver como la toxina invadía más el cuerpo de Rive, quien comenzaba a tener frío, parecía que sufría más por lo que circulaba dentro de su cuerpo que por las mismas heridas y golpes que sufrió por culpa del Rock blanco.

—Haremos todo lo que está en nuestro alcance —mencionó el hombre de la bata blanca sin dejar de revisar al enferme—. Lo terrible es que no solo tiene Opiono —El opiono era conocida para las personas de esa dimensión como la toxina que generaba la saliva de los Rock—, está gravemente lesionado y, posiblemente la toxina se haya esparcido con mayor rapidez por su organismo.

Sin perder más tiempo, se llevaron al enfermo a una sala para tratarlo con más cuidado. Así, dejando a los dos jóvenes preocupados por su compañero. Pidiendo en silencio que todo resultara bien. Sin embargo, tampoco debían de estar por mucho tiempo en aquel lugar, quizás se salvaron por esta vez al no ser reconocidos, pero no sabían si al salir se encontrarían con alguien que sí los reconozca.

—Debemos salir de aquí —propuso Dylan observando el arma que era de Rive. La utilizaría por si acaso la llegaba a necesitar. Era cierto que no sabía utilizarla pero pensaba que no era tan difícil.

Salieron para comenzar a caminar, el joven echó un reojo a la joven, la notó decaída, era claro que estaba preocupada por Mosc. Él meditó mucho en la situación en que estaba ella, se entristeció de ver la realidad. Desafortunadamente en ningún lugar podía estar en paz. ¿Dónde era el lugar más seguro? Se sentía preocupado, molesto consigo mismo porque se sintió como un estorbo para ella. Con todo su corazón deseaba ayudarla, pero no se sentía con la fuerza de poder hacerlo. Era un tonto. Movió la cabeza negativamente y con fuerza para que aquellos pensamientos se alejaran de su mente. Primeramente lo que debía hacer era deshacerse de esa clase de pensamientos, no podía menospreciarse de esa forma y contagiar a Rosely. Alzó la vista, pensativo, no tardo mucho antes de ver a lo lejos una figura que reconoció, no evitó detenerse en seco. Rosely se detuvo y observó el rostro que miraba detenidamente a lo lejos, ¿qué había visto? Dirigió sus ojos miel observaron aquella figura que miraba detenidamente su compañero. Abrió sorprendida los ojos como platos al ver a Phal Zaquin a lo lejos recargado en la pared, como quien caminando para dirigirse al hospital, sin duda para ser atendido pues su rostro mostraba estar lleno de moretones, además que mostraba cansancio y se tomaba con la mano la herida que le había facilitado un Diamond.

—Es él —susurró Dylan desviando su vista a ella—. Rosely, él es tu...

—Papá —no había sido necesario, por alguna extraña razón, entre la confusión de su mente; la única persona que recordaba tan bien, era a él, a su padre. —. Papá —se acercó a él con lentitud, con mirada túrbida miraba el rostro de su padre en mal estado, además de confusa.

Por otro lado, Phal sonrió al verla. Su corazón se regocijo de verla sana y salva, había estado caminando largas horas por la Old Tower con la intención de encontrar la habitación en donde ella estaba y, cuando vio que no la encontraría en montones de habitaciones, ya cansado, había decidido ir al hospital. Sus ojos se llenaron de lágrimas pues su apreciad hija estaba frente a él.

—¡Papá! —gritó alegre la joven acortando distancia y yéndose contra su progenitor para abrazarlo y él la recibió con los brazos abiertos y aun que su abrazo fue tan repentino y con lo a dolorido que su cuerpo estaba, le hizo dibujar una mueca de dolor pero aun así aquel malestar valía la pena con ese abrazo.

—Me alegro tanto de verte, hija mía y aún más saber que estás bien —deseaba abrazarla por más tiempo, pero no había tiempo, la apartó para verla a los ojos—. Rosely, tienes que irte de aquí. Este lugar es peligroso.

—¿Y tú? ¿No vienes? —quiso saber ella.

—No te preocupes por mí. Yo estaré bien. Ellos te están buscando a ti.

—Lo sé.

—Es peligroso, regresa…

—¿Dónde...? —por unos momentos dudó en preguntar, pero al final ella se animó: —¿Dónde está mi madre y mi hermano?

Phal cerró sus ojos.

—Ellos están bien —tartamudeó en decir y ella lo miró con incredulidad.

—¿Dónde están? ¿De verdad se encuentran con bien?

—Él me prometió que estarían con bien...

Así era, cuando Res-to lo había ido a visitar al hospital y, cuando le contó que tenía a su familia, él se había enojado, sin embargo el líder de los Diamon le dijo que si le decía donde se encontraba Rosely su familia estaría muy bien. Al final Phal dudo en decirlo pero sabiendo que su hija estaría con bien en Blue Side, terminó contándole que estaba en ese lugar. Definitivamente a Res-to no le agradó saber aquello, todavía creía que la joven se encontraba en esa dimensión, escondida. Maldijo a sus adentros. Blue Side era el único lugar al que no podían ir y precisamente por esa razón, al final él le contó todo lo que sabía a Phal Zaquin.

—¿Quien? —cuestionó al final la joven.

Phal miró con ternura a su hija y, acariciándole las mejillas le dijo:

—Debes irte de este lugar, este es el peor lugar en el que puedes estar. Regresa a tu hogar, a tu verdadero hogar.

—Yo no diría eso —Informó Dylan—. Allá también la están siguiendo. No solo unos perros monstruosos, también están unos hombres de aquí buscándola desesperadamente.

Rosely miró a su padre para hacerle una pregunta demasiado difícil.

—¿A dónde voy, papá? ¿Dónde es seguro, aquí o allá?

Phal observó a su alrededor. Por unos instantes no sabía que responderle. La vida de ella se había vuelto altamente peligrosa. Y todo había sido por su culpa, por su egoísmo, se arrepentía de todo corazón haber aceptado el trabajo que le había propuesto a Van y lo había aceptado. Sin haber medido el futuro de la vida insegura de su propia hija, por su simple ingenuidad ahora ella no estaba segura ni aquí, ni allá. Pensativo, dirigió los ojos a los jóvenes, quienes lo miraban fijamente esperando a que respondiera a las preguntas que formulo Ros.

—El mundo donde Rosely creció es más grande que este, así que allá puede estar más a salvo que aquí. Si van al viejo continente es probable que estés a salvo.

Aquello eran palabras fuertes. Eso conllevaría a rehacer una vida nueva. Sin embargo Dylan deseaba ayudarla de corazón por ello asintió comprendiendo las palabras del señor Zaquin. Y sin perder más tiempo, él al tomo de la mano y estirándola, por qué parte de ella quería estar con su padre, la alejó de allí y así, con la ayuda de la pulsera, volvieron a su mundo. Tomarían un vuelo, desaparecerían de la ciudad y tomarían nuevas identidades. Era una decisión muy difícil pues eso conllevaría a trabajar y trabajar para poder mantenerse. Y sobre todo, la cosa más complicada tanto para él como para ella era que se obligarían a alejarse de sus seres queridos. Sus madres, sus hermanos, de todos sus familiares.

Al llegar y sin demora se movieron por la ciudad, lo primero que se le vinieron a la mente era el de tomar un camión que saliera de la ciudad, no les importaba a donde, solo irse lo más lejos, después con un poco más de calma conseguirían un trabajo para ganar el dinero suficiente para tomar un vuelo. Después de allí todo su futuro sería incierto pero ya habían hecho la resolución. Al acercarse a la estación y antes de si quiera pisar la instalación alguien se puso al frente de ellos, provocando que ambos chicos se asombraran y se detuvieran en seco. Aquella persona era el mismísimo jefe de los buscadores, el capitán le sonrió:

—¿A dónde creer que iba, muchachos?

Los dos retrocedieron anonadados de verlo. Y los problemas no terminaban allí, cinco de sus hombres se le unieron que estaban escondidos entre la gente de la zona, sin duda alguna los estaban esperando, tal vez, hasta en la estación había otros esperándolos. Wasa los miró satisfactoriamente, habían caído en la trampa. La espera había valido la pena.

—Escuché que un Rock color Blanco atacó a un escuadrón completo de mis hombres —mencionó enojado de las bajas—. Sin duda los Diamond están desesperados de tomarte, muchacha, pero ahora que te tengo no te voy a dejar viva... —sacó un arma y la apuntó a la joven con toda la intención de terminar con su vida allí mismo.

A reacción, Dylan agarró a Rosely del brazo y comenzó a correr lo más lejos posible. Un disparó se escuchó y, el joven se estremeció al sentir el disparó muy cercas de él. Enseguida se alzó al viento el sonido de otro disparo juntó con los gritos de pánico de los personas, quienes asustadas comenzaron a agacharse al suelo para salvarse. Dylan comprendió inmediatamente que no podrían hacer nada, ellos no tenían arma alguna conque defenderse, estaban practicamente a merced del enemigo. Por lo menos él podía hacer algo, hacer tiempo así que ante el segundo disparo soltó a Rosely y mirándola le dijo: “Corre, corre lo más lejos posible y no mires hacía atrás”. Ella no comprendió sus palabra, no hasta que lo vio girarse y correr a donde Wasa.

—¡Dylan!

—¡Corre, yo te alcanzo! —gritó Dylan dirigiéndose a paso veloz a donde el capitán Wasa.

La joven mirando la escena, comprendía la disposición de su compañero y sin perder tiempo valioso corrió fuera del peligro. Obviamente los soldados de Wasa no permitirían dejarla así que ellos fueron por ella. Por otra parte, Dylan se fue contra Wasa para evitar a toda costa que siguiera disparando, por lo que primero tomó el brazo del hombre, no obstante el capitán lo empujó con tan facilidad tirándolo al suelo, demostrando de esa manera que él era una persona muy fuerte. Wasa estaba por seguir a la joven cuando desprevenido el rubio se puso de pie y de un saltó se subió a la enorme espalda del hombre incitando a que Wasa molesto se moviera bruscamente con la intención de tirar al joven. Dylan se agarró con fuerza del cuello de él, no estaba dispuesto a que siguiera avanzando, el joven parecía ser una garrapata.

—¡Estúpido! ¡Suéltame, mocoso! —dijo el capitán sinsentido sin aire.

Desesperado por soltarse del agarre del joven y comenzar a sentir que lo lastimaba, Wasa se echó hacía atrás como cual buzo al arrojarse al agua y cayó al suelo de espaldas incitando que Dylan cargara el corpulento cuerpo del capitán. Dylan soltó un agonizante grito mientras que Wasa al sentirse liberado se levantó y desde la altura miró con seriedad como el rubio se retorcía de dolor en el suelo y agonizantes alaridos de exclamación le brotaban de la garganta.

—Eres una molestia —gruño el hombre.

Con fuerza de flaqueza, Dylan trató de ponerse de pie, pero no pudo, tal escena, cual patética era, Wasa admitió que el chico tenía una tremenda fuerza de voluntad y, esa fuerza le demostraba que estaba dispuesto a proteger a la joven Zaquin. Sin embargo, Wasa tenía un cometido, así que dando media vuelta, emprendió la búsqueda de ella.



Tola a todos :D Agradezco el apoyo de todos. Para la próximo actualización quizás (más o menos lo tengo calculado) hablaré sobre el origen de los Diamond y el porque tanto anhelo en conseguir a Rosely. Por lo que, no se lo pierdan.

 

@Marina muchas gracias por comentar. Y no te preocupes, sé que a veces uno no tiene tiempo para pasarse, y no importa después de todo los capítulos no se van a ningún lado xD Esperaran lo que tengan que esperar.

Capítulo 13​

A pesar del terrible dolor que sufrió su cuerpo, el joven Backus se levantó como pudo e ignorando el sufrimiento y gritos de su cuerpo pidiendo descanso, corrió detrás del capitán deteniéndose dos cuadras adelante observando a los lados con desconcierto y es que lo había perdido. Mas se giró cuando algo llamó su atención y entrecerrando los ojos espero poder ver algo, tan solo observaba a un gran grupo de gente, sin embargo no tardó mucho en saber de lo que se trataba, las personas estaban corriendo aterrorizadas intentando huir de aquellos canes mutados. Y efectivamente el capitán Wasa junto con sus subordinados estaba enfrentándose a los Rocks. Por lo que anonadado Dylan sabía que esa era la oportunidad perfecta para alcanzar a Rosely, sin embrago, ¿dónde estaba?

—¡Rosely! —Marchó en busca de ella, alzando la voz para hacerse escuchar—. ¡Rosely, ¿puedes oírme…?!

Dylan alzo la vista hacia delante para notar que a quien había estado llamando estaba más adelante, alejándose poco a poco, intentó volver a llamarla, pero se quedó mudo al ver en un pestañeo de ojos a un perro frente a él. Retrocedió un par de pasos asustado de ser mordido, pero recordó que tenía en su poder el arma de Rive, así que cuando el animal salto para atacarlo, con nerviosismo saco el arma, intento hacerla funcionar y cuando vio al perro demasiado cerca, apunto el arma y rezando que funcionara la hizo funcionar, provocando que la flecha saliera e hiriera al enemigo desintegrándose y sintiendo como algunas cenizas de lo que fueron del animal se pegaban en la ropa y piel del rubio. Él inmediatamente se sacudió todo mientras se movía con brusquedad como quien pareciera que un montón de serpientes estuvieran encima de él. Pero no debía perder el tiempo. Con cautela para no llamar la atención ni de otro salvaje animal, ni de un soldado. Así que el joven un poco más confiado con aquella arma, prosiguió en ir detrás de Ros, alcanzo a verla girar en una esquina y al dar vuelta él, la vio y susurrando el nombro aumentó la velocidad para darle alcance, ya que ella comenzó a caminaba, notándosele algo confundida, distraída, buscando algo o a alguien. Rosely se detuvo para girarse al sentir que alguien, pues había estado sintiendo que alguien la ha estado observando. Respiro con tranquilidad al distinguir a Dylan, sonrió agradecida de verlo.

Dylan estaba a punto de llegar, no obstante la sonrisa le duro poco, cuando vio que detrás de Rosely, alguien se acercaba. Dylan se detuvo completamente, sus ojos miel, tan grandes como un plato miraba desubicado a aquella persona. El temor a los Rocks y hasta a los buscadores de Blue Side era poco a comparación de lo que sentía al verlos a ellos, a aquellos seres humanoides abominables. Rosely se percató del asombro de su compañero y girándose lentamente sus ojos fueron testigos de ver lo que a su compañero le había impresionado y... la expresión de sorpresa era poco comparable a lo que sentía; frente a ella estaba un Diamond, el líder de ellos paralizándolos a ambos tal imponente presencia que reflejaba aquel ser.

Los ojos pequeños del ser, siendo más negros que la noche más oscura jamás registrada, no dejaban de ver a la joven, se acercó más a ella aprovechando su inmovilidad.

—Hola, jovencita —saludó él mostrando lo que parecía una mueca de dolor, pero en realidad era era una sonrisa.

Dylan aun en su trance, miraba con asombro y terror sin poder evitar retroceder en vez de caminar para adelante y aún más al sentir que ahora esos ojos negros lo miraban.

—¡No dejes que te la lleves! —la voz del capitán Wasa despertó al joven y girándose lo vio acercarse a toda velocidad, sin embargo su trotar lo detuvo un Rock quien se interpuso a su lado, quien aunque lo hiriera muchos otros se acercaban, sin duda iba a ser difícil romper aquella barrera de inestables mutantes.

Tenía razón, no debía permitir que se la llevaran, ¡nadie! No se la entregaría a nadie. Al dirigir su vista de nuevo a la joven se dio cuenta que la criatura por nombre Res-to alzó la mano para tocar a la hipnotizada joven y por ello como mera reacción levantó el arma de Rive y apuntando hacia el Diamond le lanzó la flecha más que nada para aprovechas la distracción al esquivarla y acercarse a Rosely, no obstante, cuando estaba por dar el primer paso todo su cuerpo se tensó al ver que Res-to no hizo movimiento alguno para esquivar el proyectil, al contrario, como si la estuviera esperándolo no movió el brazo y la flecha lo atravesó y cosa más espeluznante fue que su rostro no demostró expresión ninguna como si este no le hubiera afectado en nada.



Gracias por el apoyo.