*Entre la rivalidad, surge el amor*--RyoSaku-- por Ana Rocio

Re: *Entre la rivalidad, surge el amor*--RyoSaku-- por Ana Rocio

Perdonenme, sé que me tarde mucho, ojalá y sigan leyendo mi ff como antes. Espero que disfruten de este Capitulo, que lo hice para todas ustedes, y muchisimas GRACIAS por sus comentarios... que son los que me animan a seguir con el ff... :)

CAPITULO 5-LA CITA IDEAL… PERO?
— Ryoma —
Al escuchar su nombre volteó para ver de quien se trataba y se encontró con…
— Sakuno – dijo el peliverde sorprendido de ver a la pelirroja…
Lo que mas le sorprendió a Ryoma de ver a Sakuno era que… Estaba hermosa por así decirlo. Llevaba puesto un vestido floreado con tiritas en los hombros que le llegaba hasta más arriba de las rodillas, acompañada de una torerita de manga corta, color blanco, llevaba puestas unas sandalias chatitas color blanco.
El peinado que llevaba era simple, pero que en ella le quedaba muy hermoso. Levaba el cabello suelto, atado en una media cola, de la cual caían ondas. Su maquillaje era simple, rímel en las pestañas, brillo de labios color rosa y un poco de rubor en las mejillas.
Ryoma que se quedo perdido, embobado por así decirlo, viendo lo hermosa que estaba Sakuno, no se dio cuenta de que esta empezó a correr a donde estaba el… Cuando reaccionó se dio cuenta de que Sakuno lo estaba abrazando…
— Ryoma... –susurro, llevando ambas manos hacía su corazón acelerado.

Ryoma no lo dudo, ni siquiera lo pensó, ella tan solo se acerco al tenista rápidamente y lo beso con todo la dulzura que pudiese llegar a sentir. Ryoma rodeo la cintura de ella con fuerza. Por falta de aire tuvieron que separarse.

— Te ves… hermosa… - dijo el peliverde en trance.

— ¿q-qué? – pregunto Sakuno muy roja.

— Q-que te ves bien – dijo el peliverde muy sonrojado.

— Ah… este… gracias – decía la ojirubí tratando de calmarse.

Cuando se recuperó, por así decirlo… el peliverde le pidió disculpas a la pelirroja por haber llegado tan tarde, y le juró que nunca más iba a volver a pasar. Estaba tan arrepentido que se le notaba en la mirada.

A la ojirubí no le importó que el halla llegado tarde, lo único que le importaba en ese momento, era que el estaba allí con ella y que no la había dejado plantada, a pesar de haberse demorado. Lo único que quería era que pasar un momento juntos, y que fuera inolvidable para ambos.

— Bueno… Todavía quieres que vallamos a la cita? – preguntó el peliverde para cambiar un poco el tema.

— Por supuesto que quiero ir… -

Y así ambos se fueron de la estación en el auto de Momoshiro… En el camino ninguno de los dos decía nada, el ambiente era tranquilo y agradable para los dos… No hacia falta que hablaran, porque se les notaba a ambos la felicidad que sentían en ese momento de poder estar juntos sin ser interrumpidos por nadie y sin estar ocultándose, como si estuvieran haciendo algo malo.

Cuando llegaron Ryoma vendó los ojos de Sakuno para que fuera una sorpresa. Estaba seguro de que a la ojirubí le gustaría, permanecerían allí toda la tarde si era necesario, con el tan solo hecho de estar junto a ella.

Una vez allí el peliverde sacó la venda de los ojos de la ojirubí, y al hacerlo Sakuno quedó maravillada con el lugar a donde Ryoma la había llevado. Era hermoso, nunca antes había imaginado conocer un lugar como ese.
El lugar estaba rodeado de flores, rosas, innumerables arboles, y con un maravilloso lago como fondo. En el centro había un mantel con una canasta llena de comida para ellos dos y estaba todo decorado con globos en forma de corazones y con la palabra ‘I Love You’…

— Que… lindo – dijo la pelirroja sorprendida por el lugar.

— Supe que te gustaría. – dijo el peliverde sonriéndole y dándole una rosa roja.

Sakuno lo miró dulcemente, se acercó lentamente y lo abrazó con ternura. Ryoma la rodeó con sus brazos y luego le besó la frente. Ella levantó la cabeza y cerrando los ojos, lo besó tiernamente.

— Gracias Ryoma… eres muy lindo conmigo – dijo la ojirubí sin romper el abrazo.

— Solo por ti Saku. – dijo Ryoma

Cuando terminaron de comer… ambos se encontraban sentados bajo la sombra de un árbol, con Ryoma semidormido, recostado y con la cabeza en las piernas de Sakuno, y ella acariciándole sus cabellos.
La vista del lago era divina, uno que otro auto pasaba por un puente que se encontraba más arriba, pero aun así el silencio hacia presencia.

— No sabia de este lugar – dijo la pelirroja sin dejar de observar la maravillosa vista - ¿Cómo supiste de el? - Ahora sus ojos se posaban en la persona que descansaba en sus piernas.

— Es un… secreto- abriendo ligeramente los ojos.

Parecía un sueño, verla allí con los rayos de sol y reflejos de agua sobre su rostro. Inspiro profundamente, el aroma que despedía la chica era embriagador. Sonrió al identificarlo… jazmines. Volvió a cerrar los ojos en forma de querer recordar el aroma en su cabeza.

— Te amo Sakuno… - dijo el peliverde admirando la bellesa de la joven.

— Yo también te amo Ryoma… dijo la ojirubí mirando su amado.

Sakuno solo sonrió ante estas dulces palabras. Estaba en las nubes, disfrutando el momento y el amor brindado por Ryoma. Ambos rogaban porque lo que estaban viviendo en ese momento, no fuera un sueño.

Sakuno estaba tan pensativa, sumergida en sus pensamientos, que no sintió cuando el ambarino empezó a acariciar su mejilla. La pelirroja lo miro sorprendida y con algo de inquietud, ya que él nunca había hecho algo parecido.

— Ry… Ryoma – pregunto la ojirubí un poco colorada.

— ¿Por qué me amas? – le susurro al oído.

— ¿Eh? - Lo que escuchó, la dejo helada, nunca pensó que Echizen le fuera a preguntar algo así.

— Lo que escuchaste, ¿Por qué me amas Sakuno?

— Valor Sakuno, valor. – le decía su voz interior – Desde que te vi, empecé sentir algo muy especial por ti – dijo la ojirubí mas roja que un tomate.

— ¿Y que sientes por mi? –

— Cuando te conocí en esa fiesta, al ver tu forma de ser, como eres en realidad, al encontrar esa capa tan dulce de ti que escondes y que no dejas que nadie la vea; me di cuenta de que no podía pasar un segundo de mi vida sin pensar en ti – Entonces me pregunté que era lo que significaba ese sentimiento y… descubrí que se llamaba… amor.

Ryoma no decía nada, sólo la miraba con dulzura. Hasta que una sonrisa empezó a dibujarse lentamente en su rostro. Quizás de nervios, quizás de felicidad, pero lo único que sabía en ese momento, era que fue lo más hermoso que había escuchado en su vida.

— Ryoma – dijo la pelirroja al ver que no decía nada.

El de ojos ámbar le tomó el mentón con una mano, acción que hizo sonrojar a su compañera.

— Me encanta que te sonrojes

— Creo que lo noté – dijo la ojirubí muy contenta.

Una vez declarado sus sentimientos decidieron ir a dar un paseo por el lugar, se fueron tomados de la mano aunque un tanto avergonzados de que la gente los viera así… pero aún así Ryoma sabía como ocultarlo, en cambio Sakuno se veía un poco apenada.

— Que te parece si vamos a ese árbol – dijo el peliverde señalando un hermoso árbol de cerezos rosados.

Sakuno se separó de él para correr al árbol señalado. Ryoma fue a su encuentro y la abrazó. Se miraron con profunda ternura y se besaron bajo el gran árbol que los cubría con su sombra. Fue un beso largo que ninguno quería terminar y aun sabiendo que llegaba a su fin la pasión del beso no disminuía. Fueron separándose poco a poco, siguiendo con pequeños besitos para terminar abrazados y un tanto sonrojados.

Una vez sentados bajo el árbol y disfrutando de su sombra, Ryoma le hizo una pregunta a la pelirroja que la dejo muy contenta.
— Quiero que seas mi novia Sakuno… - dijo el peliverde ocultando un poco su sonrojo.

Sakuno quien se quedó emocionada y muy feliz por la pregunta, se quedo sonriendo y sin pronunciar palabra alguna.

— No dirás nada… ¿Ante mi deseo?

— Supongo que tampoco puedo oponerme… - dijo la pelirroja sonriendo.

— No… no puedes – le respondió el ambarino seduciéndola con la mirada.

— Ry… Ryoma – dijo la ojirubí sorprendida por el comportamiento de se ahora novio.

El joven tenista fue recostando a Sakuno en el pasto, besándola suavemente en los labios y acariciándole el cabello.

— Te amo Ryoma…

— Shhh… - besándola.

Y así continuaron con las caricias, pero sin sobrepasarse. Hasta quedar recostados en el pasto mirando el cielo… pensativos.

— Ryoma… ¿Estas despierto?

— Zzz… - se encontraba durmiendo el peliverde.

— Supongo que no… - dijo Sakuno sonriendo – Se ve muy lindo dormido.

Ryoma se despertó al rato, al sentir las caricias de su novia.

— Saku, perdón me duermo fácilmente – dijo el ambarino sentándose al lado de su novia.

— Ya… lo había notado – dijo riendo.

— Oye… tu no tienes nada con ese tenista ¿Verdad?

— ¿Hee? – sorprendida por la pregunta – Hablas de ¿Kintaro? – riéndose – No Ryoma.

— Es que ese día de la fiesta te vi bailando muy animada con el.

— Ryoma… ¿podemos no hablar de eso?... O es que – dijo Sakuno tomando el mentón del peliverde para que la mirara – ¿Estas celosos?

— Claro que no – dijo el ambarino mirando hacia otro lado.

— ¿Seguro?

— Bueno… si. Es que no puedo soportar la idea de verte con otro que no sea yo – dijo el peliverde algo molesto y un poco sonrojado.

— ¿Por qué teníamos que hablar de eso ahora?

— Era… para estar seguro

— Pues… yo estoy segura de que te Amo.

Ryoma al escuchar ese Te Amo de sus labios, no le quedó ninguna duda de que esa mujer era de él y de nadie más. Y que no permitiría que se la quitaran. Sorprendió a Sakuno besándola, a lo que ella se sonrojo.

La tarde empezaba a hacerse presente en ese bello día, el sol empezaba a ocultarse tras las nubes que anunciaban la llegada de la oscuridad anunciando que ese día estaba apunto de acabarse…

— ¿Nos vamos? – dijo el peliverde, ofreciéndole la mano a su novia para que se levantara.

— Bueno… ya esta oscureciendo – dijo la ojirubí, aceptando la mano de su novio.

Lo que estos dos enamorados no se imaginaban era lo que estaba a punto de ocurrir en otro lado de la ciudad.

En una cancha de tenis callejero se encontraban Momoshiro con Eiji, teniendo un partido de práctica. Mientras seguían con su partido no se dieron cuenta de que aparecieron Kaido y algunos de sus parientes, que buscaban a Ryoma.

— ¡Por Dios, que miedo! – se burlaba el ojivioleta - ¡Son los Ryusaki!

Momoshiro tenía unas ganas de terminar con el partido contra Kaido que nunca pudieron finalizarlo. Mientras Kaido ardía por jugar contra Ryoma, ya que había osado presentarse en la fiesta de sus tíos y, como no había podido hacerlo, porque Ryusaki Seiya su tío se lo había prohibido, había decidido buscarlo al día siguiente terminar con lo que quería hacer en la fiesta. Pero como no lo encontraba, descargaría su furia contra el primer Echizen que encontrara en el camino. Y como por arte del destino, Momoshiro apareció, y aunque no fuera Ryoma, acabaría con él.

Y así estaba a punto de comenzar un partido que no acabaría con la derrota y caída de uno de los dos.

Sayonara, mata ne!
Nos vemos en el proximo Capitulo... :)

 

Re: *Entre la rivalidad, surge el amor*--RyoSaku-- por Ana Rocio

Hola atodas las segudoras de mi FF!!!!
Lamento decirles que voy a demorar un poquitín en la continuacion... porque como sabran se me terminaron las vacaciones y he vuelto al colegio, y los profesores nos tienen locos!! Pero no se preocupen que ya la estoy escribiendo :) y la subire en la semana que viene.
Gracias por sus comentarios y por apoyar mi historia!!!! ustedes son las que me motivan a seguir adelante con mi FF...
Nos vemos pronto.
Sayonara...................
Mata ne.................... :)

 

Re: *Entre la rivalidad, surge el amor*--RyoSaku-- por Ana Rocio

CAPITULO 6 – EL GRAN DUELO

El sol empezaba a desaparecer, dando paso a la proximidad de la noche que no tardaría en hacer su gran entrada, llenando todo con su manto negro... La noche llega acompañada por un viento fuerte y helado, provocando que los árboles se muevan de manera agresiva por este, provocando que algunas de las hojas de sus raíces, vayan cubriendo el piso de una cancha de tenis, donde el ambiente que se vive allí es tan pesado, que hasta los pájaros que habitan en las copas de los árboles, lo sienten.

Se pueden distinguir un par de jóvenes, uno de ellos de cabello negro puntiagudo, ojos violetas, mirada desafiante y acompañado de una sonrisa confiada. Llevaba puesto un pantalón corto negro con rayas blancas, acompañado de una musculosa blanca con franjas negras y lo que nunca le faltaba, su raqueta.

En la otra punta de la cancha se encontraba un joven de cabello negro, acompañado se fiel bandana verde con puntos blancos, mirada fría y desafiante. Llevaba un pantalón corto negro, con una remera negra y su inseparable raqueta.

Todo estaba listo para dar comienzo a lo que sería un partido inolvidable. La recompensa seria el honor de una de las dos familias y la deshonra para el perdedor…

— ¡Listo o no, aquí voy víbora! – el ojivioleta saca primero. Es un saque perfecto, que logra pasar a un lado de Kaido dejándolo sorprendido – Ha pasado mucho tiempo desde que no nos enfrentamos, víbora ¿Creíste que no he mejorado desde esa vez? – Dijo el ojivileta colocándose la raqueta detrás de sus hombros – No tienes idea de lo que he mejorado – extendiendo su brazo al frente y con una mirada desafiante – 15-0.

— Que bueno, así al fin podre divertirme contigo – dijo Kaido, quien tomó su raqueta con mas fuerza – Sin embargo a pesar de que hallas mejorado no me podrás superar.

— Ya veras que te haré comer esas palabras – dijo el ojivioleta empezando a botar la pelota en el piso, la lanza a los aires y realiza su saque Jack Nife, pero era mucho mejor que el anterior, dejando sorprendido una vez mas a Kaido, quien no pudo responder el saque - ¿Qué te pareció mi nuevo saque mejorado, víbora? Lo dice llevándose su dedo a su oído – 30-0 – No te permitiré que me ganes, y lanza otro saque, pero son efecto.

— ¿Qué te hace pensar que me ganaras así de fácil? – dijo Kaido, quien alcanzó a contestar el saque, transformándolo en un peloteo.

Mientras el partido sigue su curso…

En otro lado de la ciudad se encuentra nuestra adorada pareja que no tiene conocimiento alguno de lo que se esta disputando en este momento…
El ambiente alrededor de ellos es como si despidiera amor, felicidad, paz a todas las personas que pasan a su alrededor contagiándolos de esos sentimientos. Todos los que pasan por su lado pueden darse cuenta de la felicidad y el amor que se tienen el uno por el otro, envidiando a la pareja, por querer encontrar un amor así.

— Es momento de despedirnos – dice el ambarino abrazado de su ahora “novia oficial”. – como me gustaría que este momento perdurara para siempre y no tener que escondernos.

— A mi también me gustaría que todo fuera mas fácil y no tener que escondernos y ocultar lo que sentimos – responde la pelirroja apegándose mas al abrazo del peliverde.
— Todo seria tan distinto – decía el ambarino – pero igual nos tenemos el uno al otro.

— Si… lo se – dijo sorprendiéndolo, dándole un beso dulce y lleno de amor.

No hacia falta nada mas para demostrar que lo de ellos era amor verdadero y que nadie por mas que lo intentara podría llegar a separarlos…

— Te amo… – dijo el peliverde poniendo una carita de ternura.

— Yo también… Estaré contando los segundos para que nos volvamos a ver – dijo la pelirroja depositando su ultimo beso en los labios de Ryoma y desapareciendo por la oscuridad de las calles.

Y así los enamorados tomaron caminos separados…

Mientras tanto… El partido iba 4 – 3 a favor de Momoshiro. Kaido que no podía creer que estaba perdiendo, tuvo que realizar el nuevo saque que estaba perfeccionando y depositar toda su confianza en el…
Era el turno de sacar de Kaido, reboto la pelota tres veces y la lanzo de una manera suave, muy diferente en el; Momo la respondió fácilmente a lo que Kaido le respondió el saque convirtiéndolo nuevamente en un peloteo el cual ninguno de los dos quería ceder. Kaido cuando vio su oportunidad realizo su Boomerang Snake anotando un punto, poniendo el partido 4 – 4. El ojivioleta le respondió con su saque Jack Nife, pero como Kaido mientras estaban jugando estudio los movimientos y saques de Momo, lo devolvió como si nada anotando otro punto a su favor convirtiendo el marcador en 4 – 5.

— Eso es todo lo que tienes – dijo el ojivioleta en un tono irónico

— Te recuerdo que vas perdiendo tu – dijo volviendo a tomar la pelota y realizando su Boomerang Snake… Pero lo que no se esperaba era que Momo devolviera su saque.

— Oye Kaido… Mada Mada Dane, este partido lo voy a ganar ¡yo! – dijo Momoshiro lanzando un Smash Ciclón, técnica que su primo le enseño… Anotando un punto sin que Kaido pudiera hacer algo para detenerlo…

Ahora si, el partido estaba en un empate de 5 – 5. El último punto definiría la victoria para uno de los dos…
Lo que se podía distinguir a lo largo del partido era que ambos ya no jugaban por el “honor” de una de las familias, lo hacían por ellos mismos, porque para ellos el tenis era una pasión que disfrutaban jugar, no un simple juego, el tenis formaba parte de su vida… Ya no importaba si ganaban o perdían solo disfrutarían del momento.

Ahora era el turno de que saque Momoshiro, se podía distinguir que la risa del ojivioleta era de alegría porque estaba disfrutando el juego al igual que Kaido… El ojivioleta realizó un saque normal sin ningún efecto, quería disfrutar al máximo ese momento. Kaido lo respondió y enseguida se volvió un ir i venir de pelotas, ninguno de los dos daba el brazo a torcer. Ya llevaban jugando más de una hora, el viento que azotaba con fuerza se empezó a disipar, lo que ocasionó que un par de gente se fuera asomando a presenciar el espectáculo que se estaba llevando a cabo…
Ambos hacían muestra de sus técnicas, ya no resultaba difícil contrarrestar los saques del otro, porque ya se las conocían a la perfección, sabían por donde tiraría, era como si leyeran el pensamiento del otro.

En el último saque Momoshiro respondió con todas sus fuerzas y las ultimas que le quedaban, haciendo que la pelota cambie su dirección y desaparezca a los ojos de Kaido, quien no pudo ver la pelota, solo cuando esta toco el suelo y seguía girando… Todos los espectadores quedaron sorprendidos y empezaron a aplaudir, lo que significaba la victoria para Momoshiro, quedando el partido en 6 – 5.

El ojivioleta que ya no pudo soportar estar más tiempo de pie, se desplomo al suelo cansado y a la vez muy contento por su victoria… Por otro lado Kaido se encontraba sorprendido por su derrota, pero a la vez sentía una gran alegría que no podía explicar…

Al ver como ayudaban al ojivioleta, Kaido se acerco y le ofreció su mano para que se levantara… Momo se sorprendió un poco, pero después la acepto.
— Gracias… Jugaste bien, víbora – dijo el ojivioleta con una gran sonrisa.

— Solo fue un golpe de suerte – respondió Kaido dándose la vuelta para disimular su vergüenza.

No asía falta felicitarse, porque ambos entendían el idioma del otro y lo que cada palabra significaba… Y asi ambos se fueron, kaido ayudando a Momoshiro a caminar y desaparecieron dejando a la gente muy sorprendida…

En otro lado, para ser más precisos en una habitación, se encontraba un joven de cabello verdoso que acababa de salir de darse una ducha… Llevaba la toalla atada a la cintura lo cual permitía ver un cuerpo bien formado, debido a los deportes que practicaba. Se dirigió a cambiarse, y se puso un pantalón deportivo azul con franjas blancas acompañado de una musculosa blanca y una campera azul con blanco.

Una vez listo bajó de su habitación y se dirigió a la cocina y como recordó que ese día ninguno de los empleados se encontraban allí, ni tampoco sus padres porque salieron del país por un asunto de negocios, tuvo que ir a preparase un sándwich el mismo. Una vez satisfecho se dirigió a la sala para ver un poco de televisión, no encontraba nada bueno para ver lo cual lo estaba cansando, se le hacia un poco incomodo estar solo en su casa. Recordó que Sakuno le había dado su número telefónico y ni siquiera lo pensó dos veces y la llamó…

— ¿Quién es? – preguntó la pelirroja que se encontraba recostada en su cama mirando algo de televisión.

— ¿Así le contestas a tu novio? –

— ¡Ryoma! Hola mi amor – dijo la ojirubí muy fuerte, aturdiendo un poco a Ryoma.

— Cielos, hasta en lo gritona se parece a Tomoka… - pensó el peliverde – Te extraño y no sabes cuanto.

— Yo también te extraño muchísimo amor… Como me gustaría poder estar contigo ahora mismo.

— Me gusta cuando me dices amor… - dijo el peliverde un poco avergonzado y con algo de rubor en sus mejillas, dando gracias de que Sakuno no se encontrara allí y lo viera en esa situación – A mi también me encantaría estar contigo en este momento.

— Que bueno que te guste, porque eso eres para mi… Te Amo!!!! Ryoma Echizen, no se lo que me hiciste que mientras mas te veo mas me enamoro de ti. – dijo Sakuno muy roja, sin saber de donde saco fuerzas para poder decírselo.

— Sera porque soy el chico mas apuesto hay, porque se jugar y muy bien el tenis… - dijo Ryoma con ironía - yo tambien Te Amo!!!! Sakuno Ryusaki, eres y serás la única mujer en mi vida y a la cual amare – dijo el ambarino quien no se creía que el era el que decía esas “cursilerías”. ¿Tanto lo había cambiado estar enamorado de Sakuno? Fuere lo que sea, no se arrepentía de nada. Pero agradecía que nadie estuviera en su casa y lo escucharan decir esas cosas…

— Ya te dejo Amor… - se despidió la pelirroja, mandándole un beso de despedida y luego colgó.

Pero lo que ninguno de los dos se imaginaba era que en ese momento alguien se encontraba escuchando toda la conversación que tenia había tenido Ryoma con Sakuno… Y era alguien a quien Ryoma conocía muy bien…

Ahora las cosas se complicaran para esta pareja de enamorados, que tendrán que superar un obstáculo mas en su vida y de ello dependerá si el amor que sienten es verdadero o no…

Acá les dejo el capitulo!!! Al fin lo pude subir…
Pido disculpas a todas las chicas que vienen siguiendo mi historia por la demora que tuve, espero que esto no halla ocasionado que lo dejaran de leer, pero si es así que le vamos a hacer.
Espero que sea de su agrado y una vez mas agradecer a todas las que dejan comentarios apoyando mi FF que son las que me motivan para seguir adelante con esta historia…
Nos vemos……………………
Adios…………………………….