Entre el amor y la brujería todo vale

Una mañana la princesa Taira se dispone a prepararse para el día más esperado de todo el reino.

-Ah! ¡Que hermosa mañana! No habría podido pedir un mejor día para mi gran boda.- Dijo mientras saltaba de alegría por todo el pasillo
-Es verdad mi princesa, hoy lucirá increíblemente hermosa con su gran vestido de novia-comenta alegremente la criada.

Alguien toca la puerta.

-¿Puedo pasar a ver a mi hermosa hermana?-Dijo Carla mientras entraba a la habitación.
-C-claro que sí, pasa. Dijo sorprendida y a la vez asustada.

El ambiente se torno tenso, un escalofrío invadieron los cuerpos de Tiara y su criada. Ellas la miraban como si fueran a esperar lo peor de Carla.

-¿Qué pasa? ¿No te alegras de verme?-sus labios sonreían pero su mirada estaba llena de odio.
- No, no es solo que no esperaba visitas aún.
- Bueno…-se acerca y la mira fijamente a los ojos-¿Y porqué pones esa cara? No es que te maldiga a algo por el estilo (ríe). Además, solo porque me robaste al amor de mi vida no quiere decir que quiera…matarte-voltea y va en dirección hacia la puerta- después de todo…tú eres mi hermana y… quiero que obtengas todo lo que mereces- dijo mientras salía del cuarto lentamente dejando a su hermana y la criada completamente horrorizadas.

-Su hermana da mucho escalofrío princesa. El hecho de que usted se esté casando con el príncipe Eduardo, el amigo de ella desde la infancia ha cambiado completamente su personalidad- Dijo con una mirada de preocupación.

-No debes preocuparte, sus brujerías no pueden dañar a nadie. Y ten presente que yo no se lo robé. Él nunca fue de ella, además mi padre fue el que acordó nuestra unión. Claro que con un poco de mi ayuda (ríe). ¡Oh Es cierto! Tráeme pronto el té que mi amado me sugirió que tomara para calmar mis nervios.

Los preparativos estaban listos, los reyes estaban sentados en el trono y el príncipe Eduardo ya se encontraba frente al altar esperando la llegada de la princesa.

Todos en el reino se maravillaron al verla entrar. Su caminata, su porte, su belleza, todo era digno de admirar. Era la novia más hermosa de todo el reino. El príncipe queda completamente deslumbrado ante tanta hermosura.

-Hoy estás tremendamente hermosa mi amor- Dijo el príncipe mientras quitaba el velo de su rostro-
-Gracias mi amor, todo ha salido a la perfección el día de hoy, y eso es gracias a ti.
-Sólo he hecho lo que tú me pediste cariño. Y…(dice en voz baja) ¿Qué has hecho con Tiara?
-No te preocupes por ella…sólo me aseguré de que obtenga todo lo que se merecía.

Mientras tranto, la criada se encontraba intentando cazar una rata que estaba merodeando por los pasillos del palacio...

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