Engendro de mis sueños

Engendro de mis sueños

Cesar encendía un cigarrillo en su barco mientras veía a su alrededor el calmado océano, el sol en su rostro y mientras salía de su escotilla, caminaba sin tropiezo por toda la superficie de su embarcación y se sostenía del barandal ubicado al borde del barco, recordaba las historias que le fueron contadas antes de lanzarse en este viaje.

– Es una bestia horrible la que te encontraras si estas mucho tiempo en estas partes del océano, se esconde dentro de el ese enorme bastando, ese engendro marino, una enorme serpiente que te matara ¡Te aseguro que os matara! –

Viejo ridículo, era las palabras más cercana a sus pensamientos, vuelve bajar hasta su habitación en el barco y se recuesta, rendido y exhausto sin razón solo se desvanece y queda dormido.

En su sueño ve como una gran serpiente con dientes cuales espadas afiladas que crujirían los robles mas duros y antiguos de un bosque como si fueran burdos mondadientes baratos, con una piel de un color verde tan espantoso que asquearían hasta a un ciego y rodeado de un hedor putrefacto que marchitaría el jardín de flores por mas extenso y bien cuidado que se encuentre este.

…​

Un viejo en un muelle se encuentra pescando con una caña de lo mas rustica, tenia una larga cabellera canosa y los pocos dientes que le quedaban eran de un amarillo potente, sin este abrir siguiera la boca ya se podría oler su aliento que llegaba a las fosas nasales provocando aquella necesidad de vomitar en cualquiera que se encontrase en su cercanía, en un momento dado este jala con fuerza su caña y saca un pedazo de madera blanca

– Que fácil es pensar que es un leyenda hasta que 138 toneladas de ''leyenda'' aplastan tu navío – Terminando esta oración con una sonora y aterradora carcajada, tirando el trozo de tablón al mar y dirigiéndose a un bar para seguir expandiendo aquella historia.

Fin​