Los sonidos a mi espalda me dieron la pauta de que la tía se había incorporado y dejado caer otra vez sobre el colchón, tontería que me torció apenas la sonrisa. ¿Tenía cara de ser una princesita en apuros? La verdad que sí, pero si se lo decía seguro se me enfurruñaba otra vez, ¿cierto? Cerré un cajón y me acuclillé para continuar con el siguiente, oyendo el resto de la estupidez. —¿Tengo cara de ser el príncipe azul de nadie? —repliqué, en tono neutro—. Siempre puedo darte un beso, pero me temo que no sería ni de amor verdadero ni una buena idea. Contenido oculto cortito pero poderoso
La respuesta de Yuta fue exactamente lo que había esperado recibir de su parte y, claro, a mí no me quedó más remedio que rodar los ojos mientras negaba un par de veces con la cabeza, a pesar de que el chico me estaba dando la espalda y no vería ni una pizca de aquella reacción. Había algo en ese chico que me tocaba un poco las narices, pero al mismo tiempo su compañía me había acabado resultando entretenida la última vez, así que... —¿Por qué? —murmuré, volviendo a subir la mirada hasta clavarla en el techo. Dejé la pregunta colgando en el aire un par de segundos, dándome ese mismo tiempo para tener mi propio debate interno, y al final decidí bajarme de la cama con cuidado. Me acerqué a Yuta con paso tranquilo, quedándome a sus espaldas, y lo miré desde arriba con la cabeza ligeramente ladeada. Tenía razón en que no era una buena idea, pero... >>¿Acaso te da miedo~? Contenido oculto ¿el post o yuta? u///u
Indagó en el motivo de mi razonamiento, pero su voz se solapó con un cajón lleno de medicamentos y me quedé acuclillado, inspeccionándolos uno a uno con calma. Sus sonidos delataron que se deslizaba fuera de la cama y me sonreí ligeramente; fue una buena idea conservar mi silencio. Su presencia se concretó a mis espaldas y la diversión en la tontería que agregó fue más que evidente. Bajé la caja que estaba leyendo, sólo torcí la muñeca y con la mano libre me quité la paleta de la boca. La miré de soslayo, debido a mi posición comencé en sus rodillas y fui subiendo hasta alcanzar sus ojos. —¿Miedo? —repliqué, alzando levemente las cejas con incredulidad—. ¿Ese es el primer motivo que se te ocurre? Contenido oculto JASJAJSJA eso tiene que descubrirse aún (!!)
Yuta no me respondió a la primera pregunta que le hice, enfrascado como parecía estar en los cajones y pastillas de la Enfermería. Ahora que lo pensaba... ¿acaso había venido porque se sentía mal o algo? Aunque, por como se estaba moviendo por la sala, me atrevería a apostar que estaba ahí por simple y llana curiosidad. Tampoco importaba demasiado, suponía. Cuando me acerqué a él, ya sí que tuvo la decencia de reaccionar, aunque el cosquilleo que sentí cuando me recorrió con la mirada me hizo pensar que igual hubiera sido mejor si seguía ignorándome. —Uhm... también podría ser que no te guste nada y no quieras besarme, claro... pero entonces no te habrías ofrecido en primer lugar, ¿no? Así que sí, ese es el primer motivo que se me ocurre —justifiqué, primero llevándome el dedo índice a la comisura de los labios, en un gesto pensativo, para después sonreírle con algo de gracia por la conclusión. Me reposicioné hasta quedar a su lado, acuclillándome después para poder estar a su altura, y señalé la caja de su mano con la cabeza, antes de volver a buscar su mirada. >>¿Buscas algo en específico?
—¿Me ofrecí? —le repliqué apenas lo dijo, no por cuestionarla, sino lisa y llanamente por molestarla. Era obvio que se me podía interpretar así, pero al no haberlo dicho de forma explícita y ella sí, digamos que me dejaba el terreno preparado. Mi semblante, hasta ahora bastante neutro, mutó inevitablemente hacia la diversión. ¿Entonces luego de "no me gustas" venía el "te da miedo" sin escalas? Curioso, curioso. En definitiva decidí dejar la incógnita suspendida en el aire, no respondí nada concreto ni pretendí disipar sus dudas, en absoluto. Aguardé hasta que se acuclilló a mi lado y zarandeé suavemente la caja que tenía en la mano; los blísters sonaron en el interior. —No realmente, aunque esto sirve. —Miré el objeto, frunciendo un poco el ceño—. No estoy seguro por qué hay adderall en una enfermería escolar, pero no me verás quejándome. Taichi estará contento. Ya había definido la posición de las cámaras desde el segundo que ingresé en el espacio. Sonreí con calma, deslicé la mirada de regreso a ella y me incliné en su dirección. Le dejé un beso liviano en los labios y aproveché el movimiento para taparme con su cuerpo, guardándome la caja en el bolsillo del pantalón. —¿Ya te despertaste? —murmuré, tranquilo, y me incorporé—. Quizá sí sea un príncipe azul, después de todo. No se lo creía ni mi madre, pero la gracia que me daba soltarlo sin más. Cerré el cajón con la rodilla, al pasar junto a ella le palmeé la cabeza y abandoné la enfermería, satisfecho. Había visto otra variedad interesante de medicamentos, ya se lo comentaría al dúo malvado de zanahorias y ellos dispondrían. Contenido oculto pobre ri, quedará pillada de punto a este paso
Miré de reojo a Kakeru cuando se puso a hablarle a Kohaku, dejando salir una leve risa nasal ante la acusación que le lanzó por la cara. Y ahora que me paraba a pensarlo un poco... ¿acaso se conocían? I mean, a aquellas alturas era obvio que lo hacían y bastante bien... solo me preguntaba de dónde exactamente era que se conocían tan bien, claro. Podía habérselo preguntado, de hecho, pero por supuesto que preferí tirarle la caña en lugar de eso. ¡Y no me arrepentía para nada de mi decisión! Porque noté lo avergonzadito que se puso y me dieron ganas de comérmelo entre dos panecitos, ni modo. Espera... ¿estaba muy mal si intentaba comerme a tres chicos diferentes en un mismo día? Bah, ¿a quién le importaba? —I don't know, sorry —contesté al rato, encogiéndome de hombros mientras llevaba la vista al frente y seguía caminando—. Me lo encontré subiendo a la azotea, intentando liarse un porro y me quedé a ayudarlo. Estuvimos hablando y tonteando un poco, pero no le pregunté sobre eso... I'm not a gossip! Anyways, bajamos al baño para fumar, and then... —suspendí un silencio tras mis últimas palabras, pasando el pulgar por delante de mi cuello para dejar caer la cabeza hacia un lado después. Abrí la puerta de la enfermería cuando la alcanzamos y permití que Kakeru entrara primero, cerrando la puerta a mi paso cuando accedí justo detrás de él. Me acerqué a ellos cuando el castaño dejó a Kohaku sobre una de las camillas y me incliné sobre el susodicho para poder examinarlo de nuevo. Suspiré al alzarme de nuevo y le dediqué una sonrisa ligera a Kakeru, justo antes de alejarme hacia la siguiente camilla libre que hubiera para dejarme caer sobre el colchón. >>Imagino que con una siesta se va a poner mejor. Me puedo quedar a vigilarlo, no te preocupes~ —añadí, con quizás más entusiasmo del que pretendí en un inicio, y me dejé caer hacia el lado para acabar medio tumbada sobre la cama, mirando al chico desde aquella posición—. ¿Cómo puedo agradecerte la ayuda, mi héroe~?
Le concedí una sonrisa ligera a Alisha al saber que no tenía idea de nada, fue una suerte de agradecimiento y de "no te preocupes" tácito, aún sabiendo que... bueno, probablemente no le quitara el sueño esta situación. Aún así, se había quedado con él e incluso salió a buscar ayuda; tal vez sonara a decencia básica, de todos modos se lo agradecía. Me colé en la enfermería apenas me lo permitió y avancé hasta una de las camillas, donde dejé caer a Kohaku con suavidad. Me giré, le acomodé las piernas y pillé la manta doblada al pie de cama para taparlo. Ni idea por qué, sólo quise hacerlo. Entre tanto, había notado por los ruidos que Alisha se había recostado en otra de las camillas. Los resortes se quejaron y viré el torso en su dirección. Se ofreció a quedarse para vigilarlo, lo cual probablemente se tradujera en echarse también una siesta, y esbocé una sonrisa serena ante su... oferta. —Conque te quedes con él es suficiente —respondí, honesto, y me senté en el borde del colchón donde estaba Kohaku—. Gracias por buscarme, quiero decir, por buscar ayuda. ¿Debía hacer algo al respecto? ¿Decírselo a Anna o a Rei, quizá? Me detuve de extraer el móvil de mi bolsillo y alcé las cejas, incorporándome. Destapé brevemente a Kohaku y colé las manos en sus propios bolsillos, extrayendo todo lo que allí encontrara. Podía considerarse invasión a la privacidad, pero prefería llamarle control de sustancias. Papel de liar, la cajita de mentos, unos envoltorios arrugados de chicle... Me quedé con todo y miré a Alisha. —Falta su encendedor, ¿lo tienes tú? Suponía que podía subir y también revisar su maletín, al menos para asegurarme que no siguiera consumiendo en lo que quedaba de jornada lectiva.
Hice un mohín con los labios cuando Kakeru rechazó mi oferta tan amable, con evidente decepción a pesar de que... bueno, había sido bastante obvio que no me daría mucha bola. Me encogí de hombros, de todos modos, y me giré hacia el costado para poder tumbarme mejor, clavando la mirada en el techo; apoyé las manos sobre mi vientre, también, y me di un par de golpecitos distraídos sobre la piel descubierta con los índices. —Well, of course —respondí en un murmullo, frunciendo apenas el ceño en el proceso—. I'm not that terrible... ¡Además! No podía dejar que algo así me pesara sobre la consciencia. El estrés envejece, ¿y cómo iba a seguir ligando con la cara toda arrugada y fea? No way, José! Solo estaba diciendo tonterías, claro, porque eso de que me agradecieran por haber hecho algo mínimamente bueno se sentía extraño, cuanto menos. Sea como fuere, escuché de nuevo algo de ruido desde su lado de la sala y lo miré de reojo, hasta que noté sus intenciones de volver a mirarme y volví a dirigir la vista hacia el techo con rapidez. Dejé salir un '¿mhm?' distraído, antes de meter la mano en el bolsillo de la falda y rebuscar un par de segundos. Encontré el mechero al instante, en realidad, y lo saqué para mostrárselo mientras volvía a girar la cabeza en su dirección. >>This one? Come and get it, then~
Alisha se tumbó sobre su espalda y me respondió mirando el techo y diciendo muchas tonterías, lo que me ensanchó la sonrisa con una chispa de diversión. Iba a asumir que había aceptado mi agradecimiento, y con eso me bastaba. Luego le vacié los bolsillos a Kohaku y volteé de regreso a ella, quien seguía, no lo sé, ¿buscando formas en la escayola? Me mostró el mechero en cuestión pero, antes de que pudiera decir nada, volvió a bromear al respecto. No estaba tomándose nada de esto en serio, ¿verdad? Me acerqué a su cama sosteniéndole la mirada, y en vez de buscar sus manos, lo que hice fue pillar la manta de su camilla y taparla también a ella. Lo hice rápido, dejé caer la tela sobre su cuerpo y sostuve los extremos del borde superior a cada lado de su torso, reduciéndole las posibilidades de movimiento. Así, inclinado sobre su rostro, le sonreí. —Puedes quedártelo, en tanto no se lo regreses me vale —murmuré, algo risueño, y retrocedí chequeando la hora—. Iré a revisar su maletín y le traeré... bueno, les traeré algo de beber. No me tardo. Con los anuncios hechos, simplemente le concedí una última sonrisa y me fui.
Kakeru me mantuvo la mirada al acercarse a mi posición, lo que me hizo sonreír con ligereza mientras balanceaba el mechero entre mis dedos, pero cuando finalmente me alcanzó, sus manos no buscaron alcanzar el mechero si no... ¿la manta que había sobre la camilla? Seguí el recorrido que hizo con el ceño fruncido, y aquella expresión solo se me intensificó cuando sentí que me colocaba la tela sobre el cuerpo, haciendo especial fuerza a los lados para evitar que me moviera. Eh, eh, ¿en qué momento habíamos cambiado así los papeles? Se suponía que era yo la que tenía que ir encima... —Okay, fine... —cedí al final, relajando la expresión, y le dediqué una sonrisilla risueña mientras lo veía alejarse de mi espacio personal—. I'll be a good girl then, daddy~ —le solté por la cara, porque no podía quedarme tranquila si no lo hacía, al parecer. But alas, después de eso salió de la enfermería y me quedé a solas con el comatoso, que por otro lado debía estar echándose la siesta de su vida sin enterarse de nada de lo que estaba pasando a su alrededor. Dejé salir un suspiro pesado mientras me quitaba los zapatos, pudiendo así subir del todo los pies a la cama, y guardé de nuevo el mechero en mi bolsillo, llevando ambas manos bajo la almohada cuando finalmente estuve acomodada del todo. >>Es la primera vez que duermo en la misma habitación que un chico sin compartir la cama, ¿sabes? —dije en dirección a Kohaku, incluso si era consciente de que en realidad era como si estuviera hablando con la pared—. I would cuddle you, because I love cuddles, but... pf, lo que te faltaba, ¿no? No quiero asustarte con tanta belleza y que te dé otro ataque nada más despertarte. ¡Pero me debes una sesión de hook-up, que conste! Aquello último lo dije completamente ofendida, como si de verdad estuviera peleándome con el pobre chico y no, bueno, conmigo misma. Estaba tan metida en el papel que hasta me di la vuelta en la cama, no queriendo verle la cara, y resoplé un poco antes de permitir que el sueño me alcanzase por fin. Contenido oculto well... i guess esto sería mi cierre, porque ya han sido demasiadas emociones para una sola interacción (?) ya te lo he dicho por privado, pero me repito: this was so absurdly funny, no sé si alguna interacción próxima va a poder superarlo o siquiera estar a la altura JAJAJAJ i loved every second and boy, que manera de volver al ruedo (?) love you and your babies lots uwu
Tras salir de la 3-3, fui hasta la planta baja para comprar un par de botellas de agua y finalmente acabé mi pequeño tour de regreso en la enfermería. Abrí con bastante cuidado, primero asomé la cabeza dentro y solté el aire con una ligera sonrisa al ver a los dos noqueados. Dejando el consumo de sustancias a un lado, parecían dos niños, causando problemas y al minuto siguiente durmiéndose como si nada. Cerré la puerta tras mi espalda y avancé sigilosamente hasta depositar las botellas en la mesita entre ambos. Les eché un vistazo concienzudo, comprobando que estuviesen bien tapados y que parecieran cómodos, y en ese instante advertí el silencio entremezclado con el murmullo lejano de afuera, el aullido del viento. Me desvié hacia la ventana y me vacié los pulmones, permitiéndome recapitular lo que había ocurrido en la última hora. Lo de Kou... había sido un paso enorme, ¿verdad? Parecía nimio y habíamos conversado como si nada, pero ¿no era en realidad algo muy importante? La idea de poder saludarlo si lo veía, de cruzarme a su clase si me aburría, de llevarle tonterías para comer... era nostálgico y me entusiasmaba. Después de lo perdido y sin retorno, recuperar fragmentos de mi mejor amigo era un alivio. Retrocedí un poco y giré el rostro hacia Kohaku. Luego estaba este revoltoso. Le dejaría un mensaje para que supiera que yo tenía sus cosas, pero de ahí en más no estaba seguro de qué hacer. Rei no era precisamente el emblema de la discreción y temía que encendiera las alertas de su familia, lo suficiente para generar el efecto opuesto al deseado. Luego estaba Anna, que corría por un cauce similar, pero al menos no la veía plantándose en el santuario a soltar la sopa. El asunto era que... aún no me sentía muy cómodo buscándola o hablándole. Haru quedaba absolutamente fuera de discusión, entre que no parecía preocuparse y desconocía la naturaleza de su relación. También estaba Dunn, ¿no? Pero no era parte del grupo y pues, si podía evitar hablarle mejor. Igual no estaba seguro que me correspondiera soltar la lengua de lo que había visto en cualquiera de esos escenarios. Lo ideal sería hablarlo directamente con Kohaku, lo sabía, pero... ¿serviría de algo? Nunca habíamos tenido una charla demasiado seria o personal, más allá de ser amigos y matar el tiempo juntos. ¿Acaso... se relacionaría con Kou, de cierta forma? Y de ser así, ¿lo hablaría precisamente conmigo? En fin, tenía un par de horas para ordenar mis pensamientos. Estaba por irme cuando noté que Alisha se removía en su lugar y la miré, esbozando una pequeña sonrisa. Me acerqué a ella y hablé en un susurro. —Perdona, ¿te desperté? —Por la gracia, volví a pillar los bordes de la manta y la arropé con cuidado—. Ya me iba, ahí les dejé unas botellas de agua. Cualquier cosa me avisas, ¿sí? Y por favor, ya no me digas daddy. Acentué un poco la sonrisa que fungía de despedida y agregué, antes de retroceder e irme: —Dulces sueños, Ai-chan~ Contenido oculto ahora sí, thats a wrap JAJAJA what a mess 20/10 would do it again. I enjoyed it tons, bebi, thank you very mucho <33
Intenté dormirme por todos los medios posibles, pero por algún motivo que no llegaba a entender, me estaba resultando imposible. ¡Y eso sí que era raro! Quería decir, follar y dormir eran las dos únicas cosas que podía hacer en literalmente cualquier contexto. Estaba empezando a tomarlo de forma personal, de hecho, y me forcé a dormir incluso cuando sentí que Kakeru volvió a entrar en la enfermería. Lo intenté y lo intenté... hasta que al final me di por vencida, volviendo a tumbarme de espaldas mientras dejaba salir un resoplido de molestia. No pensé que Kakeru se fuera a quedar mucho rato con nosotros, o que fuera a hacerme mucho más caso, por lo que no negaría que me sorprendió escuchar de repente su voz bien cerquita de mi cuerpo. Abrí un poco los ojos, mirándolo con una expresión que denotaba tanta confusión como somnolencia, y al final se me escapó una ligera risa nasal mientras volvía a cerrar los ojos. —Fine. You're more like a mom, anyway... —murmuré, antes de acomodarme una vez más sobre la cama—. Nighty night... Contenido oculto ahora sí ehe cierro por aquí uwu7