Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Alesia, 20 Julio 2010.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    LucyDei

    LucyDei Usuario popular

    Leo
    Miembro desde:
    5 Octubre 2006
    Mensajes:
    563
    Pluma de
    Escritora
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    ¡AH NO! ¡JUSTO CUANDO SE PONIA INTERESANTE! T_T
    Me va encantando muchisimo la trama que va siguiendo tu fic,
    me quede enganchada desde el principio que comence a leerlo,
    dios...tienes que seguirlo pronto T_T me atacan las dudas...
    hay muchas cosas que quisiera saber con respecto a la vida pasada
    de Kagome, siento que se complicaran las cosas :O ai dios...
    Esperare la continuacion, no tardes que me muero de curiosidad TmT

    Me gustaria saber en realidad que fue lo que pasó, quien mato a Kagome, tengo
    una ligera sospecha, pero siento que hay algo detras de todo el asunto T_T
    ai dios que terrible curiosidad TmT


    Siguelo pronto seguire de cerca tu fic!
     
  2.  
    anllely

    anllely Entusiasta

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Junio 2009
    Mensajes:
    66
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    que triste recuedo es de kagome saber que seshomaro la odia a la detesta porque lo engaño y me pregunto porque la protege entonces. yo estoy seguro que kagome tomo esa desicion de estar con naraku no porque ella quiciera sino porque seguramente la chantegeo o alguna razon habra tenia ella para hacerlo eso es lo que creo yo.
    por otro lado por de koga ver que su amada kago se va de su lado es muy doloroso, y esa mujer que aparecio deber ser su asesina de kagome o sera sesshomaro quien la mato....

    tengo un poco de dudas espero que el pronto puedas poner la continuacion.
     
  3.  
    doncella

    doncella Entusiasta

    Piscis
    Miembro desde:
    20 Septiembre 2009
    Mensajes:
    125
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Pobrecita de kagome recibir tremenda impresión yo de ella me
    hubiera puesto igual,además porque sesshomaru se comporta así
    esto se pone cada vez más y mas extraño,no puedo creer que el maldito de
    naraku pueda decir que ama a kagome depués de todo lo que ha hecho ,
    sin embargo si kagome lloró cuando umiko dijo que le diría a sesshomaru que ella estaba con naraku,
    y ella lloró era porque por algo hacía eso kagome,como se va a meter con alguien
    como naraku.
    Bueno amiga espero que continues el fic está buenísimo,espero la conti..
    Hasta luego.
     
  4.  
    jucebeit

    jucebeit Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    15 Octubre 2009
    Mensajes:
    55
    Pluma de
    Escritora
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Me a llamado mucbho la atencion tu fic... algunas fallas de dedo.. pero aun asi me encanto....por favor continualo a has dejado muy intrigada.... una cosa mas... no se si seria mucha la molestia de avisarme cuando actualices tu historia... =)
     
  5.  
    Alesia

    Alesia Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Noviembre 2007
    Mensajes:
    41
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    3904
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    !Hola! Muchas gracias a todas por los comentarios =) Espero que no hayan muchas fallas en este post. Me pregunto si alguna de ustedes sabe como poner el guíon para redactar... yo uso este (-) pero yo sé que el que debo usar es el otro, sin embargo no sé como hacerlo en mi compu. !Ojalá puedan ayudarme!
    Espero que les guste la continuación.

    Ale.

    VII​

    El juramento


    Sesshomaru e Itsuki estaban agotados, al menos eso noté cuando me asomé para observar porqué ninguno de los dos atacaba. Eso era compresible, ya que llevaban mucho tiempo peleando. Ambos tenían heridas graves causadas por los poderosos ataques que habían recibido.

    -¡Es una suerte que el demonio llamado Ryo haya ido a avisar a Naraku de mi regreso! – pensé mientras volvía a esconderme detrás del árbol sagrado.

    Sin embargo, esta tranquilidad sólo era provisional. Yo sabía que Sesshomaru estaría en problemas serios si Naraku llegaba y lo atacaba en esas condiciones. Era extraño, parecía que Sesshomaru no tenía su mente en la batalla. Normalmente él no hubiese dejado que los ataques lo alcanzaran. Al parecer Itsuki también se había dado cuenta de eso.

    -Sesshomaru, ¿Por qué no te estás esforzando en la batalla? Sabes, ¡me molestan tanto que no estés demostrando el máximo! ¡El Sesshomaru que yo conozco no actúa de esa manera! ¡Eres una vergüenza para los de nuestra especie!

    -¡Cállate! – dijo Sesshomaru lanzándole un rápido ataque con su espada - ¡No te atrevas a cuestionar mis habilidades!

    Al parecer el ataque impactó en el objetivo, Itsuki, porque escuché un golpe sordo cuando algo cayó fuerte en el piso, y luego todo fue silencio.

    -Tú nunca entenderás, Itsuki. No debes confiar en Naraku. No entiendo porque Umiko y tú se unieron a él.

    Al escuchar el nombre de Umiko, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. ¡Ella era la que quería matarme! Sin embargo, al pronunciar su nombre, pude sentir una tristeza profunda en la voz de Sesshomaru.

    -¿Cómo te atreves a mencionar el nombre de mi hermana? – dijo Itsuki con mucho resentimiento en la voz - ¡Después de todo el sufrimiento que tuvo que pasar! ¡Después de todo lo que hizo por ti! No entiendo porqué te sientes traicionado por nosotros, Sesshomaru. ¡Nosotros somos los que nos sentimos traicionados por ti!

    El hizo una pausa, yo me volví a asomar para ver esa escena. Sesshomaru miraba a Itsuki con un profundo dolor en sus ojos, e Itsuki tenía una mirada llena de odio y desprecio.

    -¡Nada de esto hubiera pasado si no fuera por la intervención de esa humana! ¿Qué te costaba dejar que Naraku acabara con su vida? ¿Por qué la protegiste? ¿Por qué la sigues protegiendo?

    Sesshomaru lo miraba en silencio. Luego miró el cielo sin luna, suspiró y, a continuación habló.

    -Hice el juramento.

    Itsuki abrió los ojos de par en par.

    -Sesshomaru, tu no…

    -Así es, Itsuki. Sólo necesitas esperar un poco más para que tus deseos más profundos queden realizados.

    -Morirás… - dijo él mostrando en su mirada, para mi sorpresa, cierto dolor.

    Ambos se quedaron en silencio. Itsuki le dio la espalda a Sesshomaru, ambos se encontraban totalmente dentro de sus pensamientos.

    No podía creer lo que había escuchado. Así que Sesshomaru había hecho un juramento, y el precio era su vida.

    -“Muy pronto”, – repetí en mi mente sus palabras – eso sólo significaba que tras la derrota de Naraku, si es que lo lográbamos, él moriría.

    En mi pecho sentí una presión extraña, varias imágenes inundaban mi mente. ¡Era un mar de recuerdos!
    -Naraku… ¿por qué me engañaste? – dije sin saber ni siquiera porqué lo decía.

    Me sorprendí ante lo que acababa de decir. Naraku… ya lo recordaba…. Él lo había mencionado en aquella ocasión… El recuerdo estaba tan claro ahora en mi mente, casi podía sentir los escalofríos y el dolor que produjeron en mi saber el secreto que guardaba Sesshomaru.

    -Kagome, querida. ¿Por qué me miras de esa manera? Después de lo de anoche, pensé que me querías un poco más

    Yo no le respondí, me quedé mirándolo de la misma forma, con odio, con frustración y dolor.
    -Sesshomaru estuvo hoy aquí. Me lo contó Umiko. – dije con una voz fría.

    -¡Oh! Es por ese pequeño detalle… Sí, estuvo aquí. Supongo que Umiko obtuvo lo que siempre había querido al fin.

    Mi rostro se tensó… Umiko siempre había tenido sentimientos profundos hacia Sesshomaru. Ella era la elegida por la familia de su madre para ser su legítima compañera, y la que daría una descendencia “correcta”, como ella misma me lo había dicho antes de marcharse con esa sonrisa burlona, de mi habitación, hacía algunas horas.

    -Umiko y Sesshomaru… - comencé a decir, pero no tuve el valor de completar la frase.

    -Naraku me miraba divertido. Se acercó a mí lentamente y se arrodilló para estar a mi altura, ya que yo estaba sentada sobre mi cama. Sesshomaru es un ingenuo Kagome, él no puede dañar a Umiko, ya que, aunque no quiere aceptarlo, él también tiene sentimientos hacia ella.

    Yo guardé silencio. No quería decir nada de lo que estaba pensando, no quería que él supiera todo el dolor que estaba sintiendo.

    -Sesshomaru te hizo algunas promesas, ¿verdad? – Me dijo con un tono burlón.

    Yo lo miré con odio. Él no se burlaría de esos recuerdos, de todo lo que él y yo habíamos pasado. ¡Eso no se lo permitiría!

    -Naraku, te lo advierto…

    -¿Qué me harás, preciosa Kagome? – dijo acercando peligrosamente una de sus garras a mi cuello.

    -Podría matarte – dije con una voz fría.

    -Podrías morir en este instante… - dijo Naraku mirándome directamente a los ojos – sin embargo, me estoy divirtiendo mucho contigo… sería una pena que algo tan hermoso dejara de existir….

    El posó una de sus manos en mi cuello y pasó uno de sus dedos por una cicatriz que tenía en mi cuello.

    -Me perteneces, Kagome, y él lo sabe… créeme que lo sabe.

    Yo sentí un hueco por dentro.

    -¿Por eso vino hasta aquí? – dije con tristeza, cosa que agradó a Naraku.

    -Sólo vino a confirmar lo que le dijo Umiko, creo que te odia, querida Kagome… ¡Bueno! Eso no importa, ya que yo te amo…

    -Sabes que sólo hago esto por él… ¡yo nunca te amaré!

    -Sin embargo, si decides traicionarme - dijo el ignorando lo que había dicho – tus amigos, Sango, Miroku, e Inuyasha morirán…

    -Lo sé…

    -Y también Sesshomaru… - dijo él mirándome atentamente.

    -¿Qué? – dije mirándolo con confusión.

    -Así es Kagome, ya que él ha hecho el juramento.

    -¿El juramento?

    -Exactamente. Es un antiguo ritual de los Youkai, mediante el cual le entregan su vida a la persona que más aman… es complejo, y no hay mucho Youkai que hagan algo así. Es más, todos los que lo han hecho han terminado muertos… como el padre de Inuyasha y Sesshomaru, y, ¡claro! ¡sólo los tontos y los débiles hacen ese tipo de cosas!

    La risa de Naraku invadió toda la habitación. Yo no quería llorar, sin embargo no pude evitar derramar algunas lágrimas. Sesshomaru había realizado ese ritual…le había entregado su corazón, y su vida a alguien más…

    -Umiko… - dije sin mirar a Naraku, totalmente concentrada en mis pensamientos.

    -Claro que no, Kagome. No fue a Umiko por quien Sesshomaru hizo aquel acto tan tonto…

    Yo lo miré, su rostro mostraba mucha satisfacción por lo que iba a revelarme. Yo respiré profundamente, sabía que lo siguiente podría doler demasiado.

    -Fue a ti, mi linda kagome. – dijo acercándose y tomando su rostro entre sus manos – Umiko, pobre chica, ella lo único que quiere es tener el amor de Sesshomaru… así que la única forma de poder acercarse un poco a ese amor era haciéndose pasar por ti…

    Yo no decía palabra alguna. No podía, parecía que mi voz había desaparecido.

    -Sesshomaru, vio lo que quiso. En realidad, si lo hubiera pensado mejor, si sus sentidos hubieran estado del todo alertas, hubiese detectado que ella no eras tú… Pero, ¡ahí está la clara demostración de que un sentimiento tan profundo como el amor te debilita, y te ciega!

    -¡Cállate! – dije alejándome de él - ¡Manipulaste a Umiko! ¡Te aprovechaste de sus sentimientos!

    -No entiendo cómo puedes guardar algún sentimiento por la persona que te arrebató completamente al hombre que amas… - dijo él con una mirada fría- Después de todo, tú también eres una tonta…

    El avanzó hacia mí y me acorraló entre la pared y él. Yo no quería que se me acercara, sólo de recordar lo que había pasado entre nosotros la noche pasada hacía que sintiera asco de mí misma.

    -Aléjate, Naraku. – dije casi a modo de súplica.

    -Así me gusta, Kagome. – dijo él ignorando mi pedido ya que se acercó más a mí, hasta que estuvimos muy cerca – Quiero que te quede esto claro, si no cooperas conmigo, la vida de todos los seres que amas acabará antes de que puedas pensar en algo para detenerme. La vida de todos está en tus manos, así que elige bien. No creo que quieras ser una egoísta, ¿no? – dijo el soltando una risita - Solo piensa esto, y consuélate, ayer mientras yo te hacia mía, Sesshomaru hacía lo mismo con Umiko. Eso los pone en igualdad de condiciones, ¿no?

    Tras esto, me dio un rápido beso en los labios y se alejó, para luego salir de mi habitación. Yo me quedé ahí por mucho tiempo, me sentía vacía.

    -Naraku… me vengaré de ti. Te juro que lo haré… por todo lo que has hecho, por cada vida que has destruido…

    Sentí un ruido muy fuerte, y vi que una espada cayó muy cerca de donde yo estaba, eso hizo que saliera de mis recuerdos. Este había sido muy revelador. En ese preciso momento lo único que quería era acabar con la vida de Naraku. Después de todo, ya le había encontrado un sentido a mi reencarnación, no sólo era para impedir que Naraku utilizara los poderes de la perla de Shikón, sino que también era para llevar a cabo mi venganza… y ¡eso haría!

    -Sesshomaru, Naraku no tardará en llegar. Estas muy lastimado, y sabes que él la encontrará. Tú no puedes hacer nada por ella, ya no.

    -¡Nunca te distraigas! –escuché decir a Sesshomaru, esto estuvo seguido por un ataque poderoso.

    Oculta detrás del árbol sagrado pude sentir un olor a veneno acercándose. Era Naraku. Tenía que ayudar a Sesshomaru cuanto antes, de lo contrario moriría, y yo no lo permitiría.

    -Tengo que ayudarlo – dije buscando a mi alrededor

    Vi la espada, pero aún estaba lejos. Tendría que salir del escondite para poder tomarla, eso sería arriesgado. Sin embargo, el riesgo no importaba, su vida sí.

    -No importa si me odias o no, Sesshomaru. Ahora que sé la razón, creo que es totalmente justo… Lo único que me importa es que vivas, porque… te amo… - pensé antes de avanzar hacia la espada.

    Sin embargo, no había dado ni siquiera un paso cuando me tropecé con algo. ¿Qué sería? Yo no había visto nada en mi camino. Cuando me di cuenta de lo que era me quedé sorprendida. Eran flechas y un arco.

    -Pero, ¿de dónde salieron? – dije mirándolos atónita.

    Luego vi que al árbol sagrado le faltaban algunas ramas, y lo comprendí.

    -Gracias árbol sagrado…. – dije sonriendo mientras tomaba las flechas y el arco.

    Avancé lentamente entre los matorrales. Ellos estaban totalmente concentrados en la lucha, no habían notado mi presencia. Por alguna razón, el árbol sagrado había hecho que esta disminuyera, pero al estar lejos de él, nuevamente mi poder espiritual se hacía evidente.

    -Acabaré contigo, Itsuki. – pensé antes de lanzar la flecha.

    Justo en el momento en que Itsuki iba a hundir su espada en el estómago de Sesshomaru, la flecha neutralizó el ataque e hizo que Itsuki cayera de espaldas. El impacto fue tan fuerte que lo dejó inconsciente.

    La espada que había salido despedida por los aires, ahora que me daba cuenta, era la de Sesshomaru. Él había estado peleando en desventaja desde hacía un buen raro. Cómo no estaba muy lejos, la tome y junto con la espada, me aproximé lentamente hacia él.

    Sus ojos dorados me observaban como si estuviesen viendo a un fantasma, o a un espectro. Cuando estuve prudencialmente cerca, dejé la espada en el suelo y sin mirarlo le dije <aquí tienes Sesshomaru>

    Aquél recuerdo hacía que ni siquiera pudiera mirarlo directamente. Mi corazón estaba tan lleno de rabia, de frustración, dolor, y deseos de venganza… Además tenía tanta vergüenza, no sólo recordé lo que Naraku me había hecho, sino la noche que habíamos pasado juntos… Simplemente lo odiaba.

    -Veo que has regresado completamente – dijo él con una voz gélida

    Ante esto yo sólo asentí. El permaneció en silencio por unos segundos, luego, tomando la espada entre sus manos dijo <está aquí>. Yo también noté esa gran presencia maligna y miré hacia el cielo. Éste se había puesto aún más oscuro, y de la oscuridad emergió Naraku.

    Sin pensarlo, me adelanté, lo único que quería era matarlo con mis propias manos.

    -Kagome - dijo él cuando por fin estuvo frente a nosotros – Veo que ya eres la misma de antes. Lo puedo ver por tu mirada llena de rencor y de deseos de venganza, mi creación… mi mujer.

    Pude sentir como Sesshomaru empuñaba su espada con mayor fuerza. Yo también sentí deseos de matar a ese ser por lo que había dicho.

    -Naraku, la única razón por la que he reencarnado es para matarte – dije fríamente – y creo que ese momento está muy cerca. Tu mismo has venido aquí. Puedo llevar a cabo mi cometido.

    Naraku estudió la expresión de mi rostro con un gusto infinito reflejado en el suyo.

    -Me gustas, Kagome. Ya no eres esa llorona de la otra época, después de todo tú eres la mujer del demonio más poderoso, sería muy vergonzoso para mí que muestres una actitud tan débil… - dijo ignorando, como era su estilo, mis palabras.

    Luego de decir esto, Naraku, miró la figura de Itsuki que yacía en el piso.

    -Débil, igual que su hermana, aunque ella resultó de mayor utilidad, ¿verdad que sí, Kagome?

    Yo no respondí a eso. Sentía que la sangre me hervía. Si fuera un Youkai, estaba segura de que mi sangre de monstruo me hubiera hecho perder la razón en ese momento. Creo que eso fue lo que le pasó a Sesshomaru ya que él atacó de manera intempestiva a Naraku.

    -Naraku, ¡Hoy tendrás lo que mereces! ¡No puedo esperar más para verte ir al otro mundo!

    -Idiota – dijo Naraku esquivando su ataque fácilmente – Alguien como tú, nunca podrá matarme, y menos en esas condiciones. Sólo ella puede hacerlo, pero no lo hará. – dijo él riendo mientras me miraba.

    -¡Claro que lo haré! – dije apuntándole con una de mis flechas.

    El puso cara de resignación.

    -Creo que aún no lo has recordado bien, ¿verdad, Kagome? Umiko, ven aquí.

    Una mujer, claramente enferma, apareció ante nosotros. A pesar de lucir heridas profundas, seguía teniendo esa mirada fría, e inexpresiva.

    -Umiko – dijo Sesshomaru volviendo a poner esa mirada llena de tristeza - ¡Naraku! ¿qué le has hecho?

    -Sólo obtuvo su merecido por no realizar su trabajo por completo. Sin embargo, ya no importa, ya que has recuperado la mayoría de tus recuerdos, mi querida Kagome, y creo que recuerdas perfectamente el papel que Umiko tiene en todo esto, ¿verdad?

    Yo lo miraba con desprecio. Era verdad, Umiko tenía la vida de Sesshomaru en sus manos… Yo no quería que el muriera.

    -Bien. Sólo quería asegurarme que lo recordaras. Ahora, ven conmigo Kagome.

    Sesshomaru volteó a mirarme. En sus ojos yo sólo vi confusión. ¿A caso él no sabía la verdad? ¿A caso él no sabía que ese día había sido Umiko, y no yo, con quien el realizó ese ritual?

    -Así es, Kagome. – dijo Naraku respondiendo a mi pensamiento

    Yo también lo miré confundida, entonces, ¿porqué Itsuki había dicho que él me odiaba? Si no era esa la razón, yo no podía pensar en otra…

    -Kagome, ven conmigo de una vez… ¡vamos! No hay escapatoria.

    Todo mi cuerpo estaba temblando. Tenía que ir con él… De lo contrario la vida de Inuyasha y Sesshomaru peligrarían… yo no quería causarles más sufrimiento…

    -Te odio, Naraku… - dije avanzando muy despacio hacia él.

    El sonrió mientras veía como me acercaba.

    Fue en ese momento cuando claramente pude escucharlo en mi mente < ¡Quédate en donde estás, Kagome!> Me detuve por el sobresalto. ¿Qué había sido esa voz? A caso era…

    Todo sucedió muy rápido, Sesshomaru lanzó un poderoso ataque a Sesshomaru, y luego me tomó por la cintura y huimos…

    -¿Es que acaso querías morir? – dije mientras nos alejábamos rápidamente de ese lugar.

    -Yo moriría por ti – dijo él sin mirarme…

    Y seguimos escapando en la oscuridad de la noche.
     
  6.  
    Maolii

    Maolii Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    13 Octubre 2009
    Mensajes:
    20
    Pluma de
    Escritora
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    yava yava...- :O komoo-? kagome estuvo kon naraku en su viida pazada..? nop puede ser... O.O nop lo superoo..! i komo ke se ezkaparon..? tan bello sesshomaru ... hahaha me enkanta..! i ke tonta ez umiko al dejarse manipular por naraku.. konchalee kontiinuala vale.. nop la kortez azii tan feoo.. :(
     
  7.  
    Shaka_Virgo

    Shaka_Virgo Iniciado

    Virgo
    Miembro desde:
    19 Septiembre 2004
    Mensajes:
    48
    Pluma de
    Escritor
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    "Yo moriria por ti" Oh por dios, que romantico.
    Me gusto mucho tu fics, aunque toy un tanto confundida.
    Realmente no entendi mucho del pacto que le hizo Sesshy a Umiko.
    Y que papel juega ella en todo esto.
    Espero la continuacion. Saludos
     
  8.  
    anllely

    anllely Entusiasta

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Junio 2009
    Mensajes:
    66
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    espero que todo salga bien ya que sesshomaro no tenia la culpa de no saber con quien estaba lo unico que no puedo enteder es por que no se dio cuenta que no era kagome sino otra por lo menos debio olerla... pero bueno por algo sucede las cosas.

    le dira a sesshomaro que ella no fue quien esta conel esa noche sino umiko esa desgraciada como pudo estar con seshii..
     
  9.  
    LucyDei

    LucyDei Usuario popular

    Leo
    Miembro desde:
    5 Octubre 2006
    Mensajes:
    563
    Pluma de
    Escritora
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Estoy de acuerdo, como es que Sesshoumaru no se dio cuenta
    de que no era Kagome, debió de haberse dado cuenta debido a su olor.
    Tengo demasiadas dudas, ya quiero saber en realidad todo lo que pasó
    en la vida pasada de Kagome.

    Me pregunto si Sesshoumaru en realidad la odia, y también... el motivo
    por el cual la vida pasada de Kagome se unió a Naraku, conociendola
    quizá lo hizo para proteger a alguien o porque no tuvo opción o...Naraku
    la engaño.

    Estaré pendiente del próximo capítulo, saludos y excelente capi :3
     
  10.  
    jucebeit

    jucebeit Entusiasta

    Leo
    Miembro desde:
    15 Octubre 2009
    Mensajes:
    55
    Pluma de
    Escritora
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    OMG.. OMFG... que hermoso...Yo Moria Por Ti...(lo que no sabe, esque por quien moriria, por ese maldito juramento es por la tal Umiko....) yo tampoco lo puedo creer... pasaron la noche juntos... que horror.. eso fue violacion...Naraku... te denunciare... y como que hizo el juramento con la otra... noooo >.<.. uuuuyyyy.. que dolorrr... jajjaa bueno gracias por avisarme... y esperoo la continuacion... Me Encantooo... jejejee bye=)
     
  11.  
    Alesia

    Alesia Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Noviembre 2007
    Mensajes:
    41
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    3360
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Hola a todas! Aquí les dejo la continuación. Disculpen si es algo corta. Prometo hacer la próxima más larga, aunque la pondré a mitad de la próxima semana, ya que desde el lunes comienzo mis clases, nuevamente, en la universidad. Muchas gracias por los comentarios, y por leer mi fic.

    Alejandra.


    El día de mi muerte


    Desperté súbitamente. ¿Qué había sido aquél sonido? Me había parecido que alguien había caminado por el pasillo que se encontraba junto a la habitación en donde él y yo permanecíamos desde hacía algunas noches.

    Me levante, y lentamente, caminé hacía la puerta. Sentía que un sudor frío mojaba mi cuello. ¿Por qué tenía miedo? Después de todo, tenía poderes y podía defenderme. No, ese no era el problema; yo temía por él. Desde que llegamos a este extraño lugar su fiebre pareciera no tener la intención de querer bajar. Su condición, día tras día, empeoraba, y por más que traté de utilizar mis poderes espirituales para ayudarlo, no era capaz de curarlo. Por eso era que temía. Yo podía defenderme muy bien a mí misma, sin embargo, proteger su vida, y cuidar no salir dañada en combate, sería muy dificultoso para mí.

    Salí de la habitación, y, muy despacio, caminé por el corredor hasta llegar a la escalera que descendía hasta el salón principal del antiguo palacio. Pero, no había nadie. Suspiro con alivio, y hasta noto que una sonrisa aparece en mi rostro. He sido una tonta, ese sonido pudo haber sido hasta el mismo viento.

    Doy media vuelta para regresar con él. Subo lentamente la escalera, pero me detengo de repente. Hay alguien parado al final de ella. ¿Estoy temblando? Sí.
    Sin poder evitarlo comienzo a pensar en distintas formas de atacar, y mantener alejado a quién sea que sea esa persona, de la habitación en donde yace Sesshomaru. Me duele la cabeza, mi respiración es irregular, y mis manos sudan.

    - Kagome, estas a salvo. – dice aquella figura que aún permanece en las sombras.

    Me quedo callada. ¿A caso esa voz pertenece a Inuyasha? Aunque, claro, ésta también puede ser una trampa más de Naraku. De él se puede esperar cualquier cosa.

    - Kagome, soy yo. Inuyasha – dice él saliendo de la oscuridad, y haciendo que la luz de luna le ilumine el rostro.

    En efecto, aparentemente es él. Sin embargo no puedo confiar. Umiko tiene la habilidad de transformarse, y Naraku puede manipular con la perla de Shikón. Además, está aquella trampa en la que yo misma, hace cientos de años, había participado, sin saberlo, para que mis amigos cayeran en las manos de Naraku. Ellos, por supuesto no lo sabían, ya que yo había pagado un precio muy alto para protegerlos. De eso ya habían pasado cientos de años… Sin embargo, no me cabía la menor duda de que Naraku aún mantenía ese vínculo con ellos, y que aún podía manipularlos. La mirada confusa de Sesshomaru en ese momento me había revelado mil cosas… Todo seguía cómo había estado antes de que mi muerte sucediera.

    Inuyasha me contempla en silencio. Sus ojos dorados, tan parecidos a los de su hermano, muestran una preocupación profunda. Casi adivino lo que pretende hacer. Él quiere acercarse a mí. Da unos pasos temblorosos. Ahora que lo veo mejor, no está con Colmillo de Acero, y yo tengo en mis manos un par de flechas y mi arco. Todos estos días los había tenido cerca por si a caso sucediera algo.

    - Kagome… Soy yo, ¿A caso no me reconoces? ¿Te hizo algo Naraku?

    Está preocupado. Mientras más lo miro a los ojos, más me convenzo que es realmente él. Dejo que se aproxime, y que me quite el arco y las flechas. Pero permanezco inmóvil. Ni siquiera sé por qué. ¿Será por este sentimiento de culpa tan inmenso que siento desde el momento en que recuperé esos recuerdos?

    - Kagome. ¿Realmente estás bien? Luces diferente…

    Sé que estoy actuando diferente. Pero, ¿cómo comportarme como siempre si yo tengo la culpa de que Naraku aún viva, y de que ellos estén en peligro por mi culpa? Hasta me sentía culpable de lo que había hecho Umiko, y me sentía doblemente miserable debido a que Sesshomaru había luchado todo este tiempo para protegerme. Si él supiera…

    De la nada reacciono. Me siento como si me hubieran puesto baterías nuevas, sentimientos nuevos. Me siento débil, sensible, vulnerable. Inuyasha me envuelve en un abrazo tan cálido y tan lleno de sentimientos. Yo le correspondo, y lloro. Parezco una niña pequeña, es más no recuerdo haber llorado de esa manera nunca antes en mi vida.

    - No, eso no es verdad – Me digo a mí misma, en un susurro que, al parecer Inuyasha, no ha escuchado – Lloré de la misma manera, o aún con mayor intensidad y dolor, luego de aceptar el trato con Naraku, y cuando dejó la habitación esa noche. Lloré aún más cuando Umiko llegó de repente. Y lloré el día de mi muerte, porque fue él…

    Siento un dolor punzante, y me encojo. Inuyasha se separa de mí, me pregunta que me pasa. Luego mira mi ropa; está ensangrentada.

    - No puede ser… pero sí es, aquélla herida...

    El me toma entre sus brazos y me lleva a la misma habitación en donde se encuentra Sesshomaru. Para mi sorpresa, Shiyoko está con él; le está dando hierbas medicinales. Ella se pone de pie en cuando Inuyasha entra a la habitación.

    - Inuyasha, ¿qué ha pasado? – dice con preocupación.

    Veo su mirada de horror al ver la herida. Escucho que le indica a Inuyasha que me lleve a otra habitación, que ella irá enseguida, y es verdad; a los pocos minutos está conmigo, a solas ya que Inuyasha ha ido a quedarse con Sesshomaru.

    - Pensé que habías muerto – logro decir, entre todo el dolor que siento

    - No. Umiko no sería capaz de matarme. – dice con una mirada de preocupación, untando diversas hierbas, y polvos a la herida.

    Yo sé muy bien lo que teme, y tampoco quiero que pase.

    - No dejaré que pase Kagome. Te lo prometo. – escucho que dice con voz determinada. Pero no puedo verla ya que todo está borroso.

    Esta herida era la que había causado mi muerte hacía cientos de años… Había sido tan profunda, y había sido efectuada con tanta precisión y rapidez…. Casi no sentí dolor cuando sus garras atravesaron mi vientre y destruyeron mi interior. Ninguna herida física pudo haberme causado dolor en ese momento ya que el mayor sufrimiento era saber que era él el que estaba haciéndome aquella herida mortal.

    Mis ojos se cierran, sólo hay oscuridad. Ya no escucho la voz de Shiyoko, ya no estoy más en aquella habitación lúgubre. Estoy en el campo de batalla, estoy luchando. A mi lado están Inuyasha, Kikyo, Sango y Miroku. Cada uno de nosotros estamos ocupado con un oponente. La lucha es dura, y se está alargando mucho. Puedo ver el rostro cansado de Kikyo, de Sango y de Miroku. Todos tratan de protegerme, ya que yo poseo el único fragmento que le falta a Naraku para completar la perla. ¡Odio que me protejan! ¡No lo merezco! Si tan sólo supieran…

    Mi oponente, un monstruo poderoso, aunque lento, me ataca nuevamente. Ya no tengo flechas, pero uso mis poderes espirituales como puedo; Kikyo me ha estado ayudando a mejorar en ese aspecto. Ambos caemos de espaldas, aún no puedo calibrar bien la cantidad de energía que debo usar en esos ataques directos. Sin embargo, me levanto primero que mi oponente, y logró atacarlo antes de que se levante. Es algo rápido y certero; he acabado con él.

    Me dispongo a ir a ayudar a mis amigos, pero escucho un sonido detrás de mí. Volteo, y me encuentro con sus ojos como de hielo. Tengo miedo. Su mirada es la más fría que he visto en mi vida, parece que su interior se ha congelado, que no tiene sentimientos, que sólo quiere venganza. También siento vergüenza, porque a pesar de su mirada gélida, siento su dolor. Lo siento como punzadas en todo mi cuerpo, y en especial en mi corazón. El está a algunos metros de distancia de mí.

    - Sesshomaru… ¿qué ha pasado? – le pregunto ya que observo sus ropas rotas y manchadas de sangre - ¿en dónde estabas?

    El sigue en silencio, sólo me observa; y eso me perturba.

    La energía de Naraku invade todo el campo de batalla, el está aquí desde hace algunos instantes. Ha llegado al mismo tiempo que Sesshomaru. Sin embargo no lo veo, y me preocupa. Podría atacar en cualquier momento.

    La mirada de Sesshomaru se torna roja, intento escapar. No sé cómo he logrado correr. No sé porqué le temo, si lo amo. Pero escucho unas palabras que me congelan, y me detengo para dar media vuelta…

    - Muere.

    Sus garras atraviesan mi vientre y destruyen mi interior, pero no me duele. El ataque ha sido rápido y preciso. Quita sus garras de mi interior y yo caigo al suelo. Sé que estoy muriendo, pero no me duele, ¿qué puede ser más doloroso que esto? Con dificultad doy media vuelta y me topo con su mirada, es totalmente diferente. Su rostro está lleno de confusión, parece darse cuenta de algo.

    Naraku aparece entre las sombras de los árboles, y se aproxima a mucha velocidad, su rostro es triunfal, sabe que ha ganado la batalla.

    - ¿Kagome?… ¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho? – escucho decir a Sesshomaru mientras cae a mi lado de rodillas.

    El mira sus garras con repulsión. Cierro mis ojos, ya no puedo más, el veneno es poderoso y me arranca la vida. Escucho un grito desgarrado entre las sombras; es él. Llora desconsoladamente, llora como nunca antes lo había visto llorar. Yo también lloro con él.

    Tomo su mano, con las últimas fuerzas que me quedan. Lo amo y no quiero que sufra, menos por mí; que tanto mal he hecho a todos.

    La fuerza maligna se aproxima a nosotros. Sesshomaru está tan acongojado que no se da cuenta. Yo no quiero que lo dañen, no a él. Abro mis ojos, y veo que Naraku piensa atacar por la espalda a Sesshomaru. Con mucho esfuerzo, logró empujarlo a un lado y utilizar lo que resta de mi poder. Sé que luego moriré. Caigo al piso, ya no siento nada. Respiro con dificultad.

    A pesar de eso, Naraku aún sigue con vida, aunque con grandes daños. Sin perder tiempo se aproxima a mí, y me quita el fragmento de la perla justo antes de que Sesshomaru le lance un ataque con su espada. Pronto, Inuyasha, Miroku, Kikyo y Sango se unen a nosotros.

    - ¡Kagome! ¡Kagome! – dice mi amiga desesperada viendo que no respondo - ¡Se está muriendo!

    - ¡Señorita Kagome, resista! – dice mi buen amigo Miroku poniéndose a mi lado.

    Naraku ríe, y una luz poderosa aparece. Los fragmentos han sido reunidos al fin, y la perla ha renacido nuevamente. Todos se quedan en silencio, el ambiente se tensa. Naraku es el ser más poderoso del mundo ahora.

    - Siento el poder de esta joya, lo siento correr por mi cuerpo. – dice con infinito placer - La perla de Shikón tiene que estar toda cubriera de maldad y de odio para que funcione correctamente. Es por eso que el último fragmento tenía que estar infectado también. Sin embargo, esta mujer mantenía aquel fragmento tan puro… podía haber arruinado todo. Ahora lo está pagando con su vida.

    - ¡Maldito! – dijo Sesshomaru con un odio indescriptible en su voz. ¿Cómo te atreviste a meter a Kagome en esto? ¿Cómo te atreviste a engañarme, haciéndome pensar que eras tú? ¿Cómo te atreviste a tocarla? Puedo detectar su asqueroso olor en ella…

    Naraku rió aún más, y su risa resonó en todo el campo de batalla. El miedo de todos se sintió en el ambiente, éste podría ser el fin para todos mis amigos.

    - Tú escogiste creer lo que quisiste. Después de todo, siempre los sentimientos como la confusión, la duda, el temor, y el odio, son los que han rodeado siempre a la perla. Sí. Me transformé en Kagome, sólo para hacerte creer que era yo. Kagome, tiene mi olor, en efecto. Tú sabes muy bien por qué, Sesshomaru. Después de todo, eres un monstruo. Sin embargo, ¿te das cuenta que tu cólera, tu confusión, y tu dolor, al darte cuenta de eso, pudo más que el amor que decías tenerle? Hoy, no acabaré con sus vidas. Esa mujer está a punto de morir. Pero, no estén tan tranquilos, pronto volverán a saber de mi.

    Naraku se está yendo.

    - ¿A dónde crees que vas, maldito? – dice Sesshomaru avanzando tras él – Tú fuiste el causante de todo esto…. ¡Te odio! ¡Detente!

    Naraku no contesta, y desaparece entre las sombras.

    Siento que Sango suelta el aire que mantenía, por miedo, escondido en sus pulmones.

    Escucho el sonido del viento, y de los pájaros, y siento que estoy volando… ya no siento nada.

    Siento mucho que Inuyasha y su hermano estén peleando ahora por mi culpa, los oigo, puedo oler la sangre de Sesshomaru. El no se está defendiendo.

    - ¡Idiota! ¿Por qué la atacaste? ¡Pensé que la amabas! ¡Ella te ama! ¡Te odio, Sesshomaru! – dice con una voz temblorosa lanzándole otro ataque.

    Miroku, se levanta, y Kikyo toma su lugar a mi lado. Ella ha permanecido en silencio todo el tiempo.

    - ¡Deténganse los dos! Hay que ayudar a la Señorita Kagome antes de que…

    Siento que ambos dejan sus espadas caer al suelo y corren hacia mí. Los dos hombres que más he querido en mi vida, mi amigo y mí amado… Inuyasha y Sesshomaru.

    Ambos llegan a tiempo para decirme algunas palabras, que no entiendo, que ya no soy capaz de escuchar. No veo nada, mi corazón está destruido, pero no quiero que el de él lo esté. Estoy rota en mil pedazos, pero lo amo…Lo más difícil para mí va a ser no verlo nunca más…

    - Kagome… Lo que te prometí en aquella ocasión, lo cumpliré. – dice acercándose a mi oído, y tocando mi rostro con delicadeza –

    Me duelen sus palabras, ya que esa no era yo… pero es difícil de explicar, y ya no tengo fuerzas.

    - Nunca me perdonaré esto, Kagome. Nunca…

    Él me abraza, y a mí me gustaría poder abrazarlo. Las fuerzas me dejan, el aire se agota. Siento sus labios sobre los míos, siento sus lágrimas saldas. Siento el llanto de todos. Y luego ya no siento nada.

    - ¡Kagome! ¡Kagome! ¡Despierta!

    Alguien me llama. Me está haciendo regresar. Pero, ¿quiero regresar? ¿A caso despertaré en ese campo de batalla? No quiero causarle más dolor a nadie. Pero, quiero verlo una vez más…quiero que sepa la verdad…

    - Kagome, fue mi culpa. – escucho decir a una voz familiar – Por favor, regresa a mí. No me dejes una vez más.

    - He hecho todo lo posible, Sesshomaru – dice Shiyoko con una voz triste.

    No, no fue su culpa. Si tan sólo supiera. ¡Quiero despertar y decírselo todo! ¡Quiero volver a ver sus preciosos ojos dorados! Quiero decirle que lo amo. Quiero volver.
     
  12.  
    doncella

    doncella Entusiasta

    Piscis
    Miembro desde:
    20 Septiembre 2009
    Mensajes:
    125
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Vaya amiga esté capítulo si me hizo llorar que triste todo lo que ha pasado
    pobrecita de kagome ella solo quería poder proteger a sesshomaru pero el maldito
    de naraku puso una trampa le hizo creer a sesshomaru que kagome era él,para que la hiriera
    ojalá que kagome despierte para que le pueda explicar a sesshomaru todo lo que pasó,ojalá
    no la odie por lo que pasó con naraku,él tiene que comprender que lo hizo por él y por sus
    amigos,espero que pongas pronto la conti amiga.
    Hasta luego.
     
  13.  
    Lucy Nyu

    Lucy Nyu Lectora y amante de las buenas historias ❤

    Aries
    Miembro desde:
    28 Marzo 2010
    Mensajes:
    25
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Hola holaa!!! :) q tal???
    Por Dios!!!!!!!!!!!! q excelente está tu fic!!!!!!!!!!!!!! Me encanta como has mezclado parte de la verdadera historia con tu imaginación, está bueniiiisimooo :D y me encanta tambien q sesshomaru esté enamorado de Kagome x)
    Me encanta la trama que has manejado, bastante interesante.
    Awwwwwwww espero q Kagome despierte, peda recuperar sus poderes y logre aclararle a Sessho que no fue con ella quien hizo el juramento :( es triste pero algun dia tendrá q saberlo ._.
    Por cierto, tengo una duda o mejor dicho, una inquietud: ¿¿Inuyasha siente algo por Kagome?? Es que asi sentí cuando le reclamó a Sesshomaru cuando la hirió de muerte. No se, quizas solo es locura mia de meterle picante a la historia xD jajaja
    Bueno, cuidate muuuuuchooo :D y sigue asi, vas excelente :rosa:
     
  14.  
    zayreth

    zayreth Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    8 Enero 2009
    Mensajes:
    257
    Pluma de
    Escritora
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Pff... bien, bien, bien realmente increible!, me encanto sencillamente, tiene una trama tan especial que me facinó,
    espero que lo continues pronto que por lo que veo has tardado T.T me muero por saber que sigue no lo dejes sin terminar
    onegaii!!... bueno ja ne!!...
     
  15.  
    Alesia

    Alesia Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Noviembre 2007
    Mensajes:
    41
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    6100
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Hola! Siento mucho la demora, pero aquí les dejo la continuación. Muchas gracias por el apoyo, los comentarios y la paciencia por la demora.
    Alejandra.

    La cruda verdad

    No sé cuantas noches habré revivido ese recuerdo, pero sentí sus garras y su veneno muchas veces en mi cuerpo. La herida cicatrizaba y volvía a abrirse, y yo sentía que moría. Shiyoko no se apartó de mi lado ni un segundo, y Sesshomaru, que ya había despertado, tampoco quería estar lejos de mí. Sin embargo, él aún estaba débil, y fue forzado por Inuyasha a regresar a su habitación.

    - Tienes que ser fuerte, Kagome… - escuché decir a Shiyoko mientras me ponía una compresa de agua fría sobre la frente.

    Realmente estaba tratando de soportarlo. Pero, recordar esos momentos hacía que ya no quisiera luchar. Sin embargo, yo sabía que tenía que abrir mis ojos y enfrentar la realidad. Tenía miedo, sí, mucho miedo por confesarle a Sesshomaru la verdad, y que, debido a eso, me odiara aún más. Pero era algo inevitable, y en algún momento tenía que hacerlo. Además, si queríamos derrotar a Naraku, él y yo teníamos que estar enterados de todos los mecanismos posibles que él podría usar, incluida esa trampa antigua que yo había ayudado a crear.

    Cuando por fin abrí mis ojos, me encontré con la habitación en penumbras, alumbrada solamente por la luz de luna que se filtraba por una ventana cercana. Shiyoko no estaba a mi lado, en su lugar se encontraba Inuyasha. Ambos nos miramos en silencio, un silencio pesado e incómodo. No podía pensar en qué decir, o qué hacer… después de todo era Inuyasha… el hombre que alguna vez amé, y que alguna vez me amó.

    Me incorporé con dificultad hasta que estuve sentada, la herida ya no me dolía tanto, es más, sólo sentía una pequeña e imperceptible punzada cuando me movía; Shiyoko había hecho un gran trabajo con sus hierbas medicinales.

    - Kagome, - dijo Inuyasha sacándome de mis pensamientos - ¿Te sientes mejor?

    Yo asentí ante la pregunta, pero aún no me animaba a pronunciar palabra alguna. Tenía miedo de hablar porque sabía que cuando lo hiciera saldría a la luz la verdad.

    Inuyasha se incorporó muy despacio y se aproximo a mí. Se sentó a mi lado y, lentamente, dirigió una de sus manos a mi rostro el cual acarició suavemente con una sonrisa que expresaba sentimientos indescifrables.

    - Inuyasha… - comencé a decir, pero él no me dejó continuar ya que me abrazó repentinamente, como aquella vez en el pozo, antes de que me obligara a volver a mi época para protegerme.

    Su abrazo era tan fuerte, pero a la vez tan delicado que me hizo temblar. Lentamente yo también estreché mis brazos alrededor de él, después de todo, él era Inuyasha, y yo lo quería.

    - Kagome, lo siento. – dijo el casi en un susurro – por mis descuidos Sesshomaru provocó tu muerte.

    - Inuyasha… No digas eso…

    - Es verdad, Kagome. Yo debí impedirlo, debí permanecer a tu lado. Eso fue exactamente lo que te prometí…

    Un nudo se comenzaba a formar en mi garganta, y luchaba para que las lágrimas no comenzaran a salir. El no era el culpable, después de todo yo misma le había dicho que no le hiciera nada a Sesshomaru, así el acabara con mi vida.

    - No te culpes, - logre decir – yo misma te pedí que no lo dañaras… Tú sabes cuánto significa para mí… Lo amo, Inuyasha.

    Inuyasha se separo de mí, pero ambos quedamos frente a frente, mirándonos fijamente.

    - ¿Cómo puedes amar a la persona que acabó con tu vida de esa manera tan cobarde? – dijo él con una mirada llena de confusión.

    - Pronto lo entenderás… - dije mirándolo tristemente – Ninguno de ustedes es culpable de nada… yo elegí lo que me pasó, y ustedes han cargado con la culpa por mucho tiempo… es hora de que sepan la verdad.

    Nos miramos en silencio por cierto tiempo, hasta que Shiyoko entró.

    - ¡Kagome! ¡Qué bueno que hayas despertado!

    Ella vino directamente hacia mí, sonriendo como siempre lo hacía, al menos conmigo. Sin embargo, al percatarse de la seriedad que, hasta el mismo Inuyasha, tenía en la mirada, su semblante cambió.

    - ¿Pasa algo? – dijo ella con voz cautelosa.

    - Necesito hablar con Sesshomaru. – dije sin mirar a Inuyasha.

    Ella me miró a los ojos, tal vez presentía lo que se venía porque sus ojos se llenaron de ansia y de preocupación.

    - El también quiere verte, Kagome. Despertó hace un par de días…

    Yo sabía que se encontraba bien, lo podía sentir, y eso me tranquilizaba.

    - Le diré que venga a verte. – dijo saliendo de la habitación.

    Inuyasha, que no había dicho palabra alguna desde que Shiyoko había entrado, repentinamente habló.

    - Kagome, lo que tienes que hablar con Sesshomaru es algo que nos incumbe a todos, ¿verdad? Yo también estaré presente.

    Él sabía de antemano cual iba a ser mi respuesta, era inútil. Lo que yo iba a hablar con Sesshomaru era algo muy delicado, Inuyasha no podía enterarse… luego hablaría con él y le contaría lo demás.

    - Inuyasha, no puedes… es algo que sólo atañe a Sesshomaru y a mí.

    Él puso cara de resignación, yo sabía que no haría nada por contradecirme.

    - Kagome, ¿porqué tuviste que elegir a mi hermano? Yo…

    No quería escuchar lo que Inuyasha me diría, ya sabía lo que era. Sin embargo, hace cientos de años yo ya había tomado mi decisión. Además, en parte todo había sido causado por una decisión suya, que involucraba a Kikyo.

    - Inuyasha, en cuando venzamos a Naraku, y la perla de Shikon sea purificada… podré pedirle que Kikyo vuelva a ser humana – dije mirándolo directamente a los ojos – Eso es lo que siempre quisiste, ella y tu están destinados a estar juntos.

    - Kagome, todos estos años lejos de ti han sido un infierno…. ¿crees que lo que siento por Kikyo se puede igualar a lo que siento por ti? En esa época yo estaba equivocado… yo…
    Puse una de mis manos en su mejilla, el dejó de hablar y cerró sus ojos.

    - Inuyasha, yo te quiero. Eres una de las personas más maravillosas que conozco. Yo también tengo sentimientos hacia ti, pero son muy diferentes a los que tú tienes por mí. Yo pensé que estaba enamorada de ti, pero luego Sesshomaru entró en mi vida. Comprendí lo mucho que Kikyo significó y significa para ti, no intentes negar esos sentimientos sólo por hacer caso de los que te atan a mí. Eso es injusto.

    - Kagome… Kikyo nos traicionó, y lo ha hecho constantemente. Sin embargo, yo estaba ciego… yo temía perderla nuevamente. Está bien, no voy a negar que aún la amo. Pero, Kagome… tu eres diferente… tu alma es demasiado pura como para causarnos dolor… puedo confiar en ti y eso me tranquiliza. Desde que tú entraste en mi vida, ya no he estado solo.

    Cuando dijo eso yo temblé, y retiré mi mano de su rostro. Si supiera en realidad todo lo que causé…

    - Inuyasha, no digas eso… yo…

    En ese momento la puerta de abrió y ahí estaba él. Temblé ante su mirada, como siempre, y me puse muy nerviosa por lo que le diría a continuación. Inuyasha se levantó de donde había permanecido sentado y miró a su hermano hostilmente. Luego salió en silencio de la habitación; de esa forma quedamos los dos solos, y el silencio invadió la estancia.

    Pasaron dos, cinco, ocho, diez minutos y ninguno de los dos hablaba; sólo nos observábamos para ver si el otro realmente se encontraba bien. Él se fue acercando lentamente a mí, yo trataba de mantener la calma, pero sentía que mi corazón se me saldría del pecho de lo rápido que latía.

    Cuando él estuvo a mi lado, no pude evitar perderme en su mirada dorada. Me miraba seriamente, me daba miedo que se comportara de esa manera… ¿a caso había dicho algo durante mi agonía?

    Él se sentó en el lugar en donde Inuyasha había estado hacía algunos minutos, pero seguía sin pronunciar palabra alguna. Todo indicaba que yo tenía que comenzar esa conversación, después de todo, yo era la que había pedido verlo…

    Respiré hondo, y baje mi mirada. Sólo así sería capaz de contarle el secreto que guardaba. Sin embargo, para sorpresa mía, fue Sesshomaru el que inició la conversación. Su voz sonaba triste y cautelosa, yo no entendía por qué.

    - Kagome, me alegra tanto que estés bien…

    Lo miré desconcertada. Yo era la que estaba aliviada de verlo tan recuperado. Cuando llegamos aquí luego de escapar de Naraku, él estaba muy mal, y ni todos los esfuerzos que hice fueron suficientes para ayudarlo, fue una suerte de que Shiyoko e Inuyasha llegaran justo en el momento indicado.

    - Yo… - comencé a decirle, sin embargo el me interrumpió.

    - Kagome, sé que debes odiarme ahora. No sé cómo decirte lo mucho que me odio a mi mismo por lo que pasó. He revivido tu muerte un millón de veces desde el día en que ocurrió…

    - Sesshomaru… no… - dije mirándolo a los ojos.

    Su mirada expresaba mucha vulnerabilidad. En sus ojos había vergüenza, dolor, y… ese otro sentimiento que yo conocía perfectamente, pero que me sentía totalmente incapaz de volver a sentir, ya que debido a él causé mucho daño a los que amaba.

    - Sesshomaru, tu no tuviste la culpa de lo que pasó… Naraku lo planeó todo… el destruyó la felicidad de Inuyasha primero, y luego… destruyó nuestras vidas… No sabes cómo lamento que hayas sufrido por ese suceso por tanto tiempo… eso es algo que no me voy a perdonar nunca… - dije mirándolo y tocando su mejilla con una de mis manos.

    Él negaba con la cabeza, yo sabía que me quería decir mil cosas más… pero no podía dejar que sintiera que la culpa era suya… tenía que contarle la verdad ya.

    - Tengo que hablar contigo… acerca del juramento que… hiciste hace mucho tiempo.
    Él me miró aún con más remordimiento. Eso me hizo pensar que tal vez sí sabía acerca de Umiko… y que en realidad aquél pacto no había sido conmigo… Me dolió mucho pensar en esa posibilidad.

    - Lo siento mucho Kagome… - dijo Sesshomaru alejándose un poco de mi – Yo no cumplí con mi palabra… juro que traté, pero no comprendo que falló… no podía, el mismo juramento me lo impedía, y tuve que permanecer aquí, en este mundo, cuando lo único que pedía mi corazón era yacer a tu lado por siempre…

    Ahora ya empezaba a entender… él pensaba que había incumplido el juramento, y que por eso yo lo iba a odiar… ¡Cuánto me dolía verlo sufrir así!

    - Naraku, la próxima vez que te vea de exterminaré – pensé, mientras contenía las lágrimas – Nada de esto hubiese pasado si no fuera porque caí en su trampa…

    Yo me había quedado sumida en mis reflexiones, y no me había dado cuenta de que Sesshomaru se me había quedado mirando fijamente, con esa mirada llena de dolor. Cuando levanté la mirada, me sobresalté.

    - Sesshomaru… tengo que decirte algo importante. Creo que hoy encontraras algunas de las respuestas que estabas buscando acerca del juramento…y… algunas pistas para vencer a Naraku.

    El me miró de una forma extraña, pero no dijo nada más. Estaba dispuesto a escuchar lo que iba a decir.

    - ¿Recuerdas aquél día… en ese claro, cuando ambos prometimos que ambos nos protegeríamos? – dije sin mirarlo – Ese fue el último día en que hablé por mí misma, Sesshomaru.

    - No comprendo…

    - Escucha… esta historia no es agradable, tiene que ver con Naraku, con Umiko, contigo, y conmigo.

    El cayó, y yo supe que podía continuar.

    - Ese día, todos nos quedamos en aquella mansión gracias a que Miroku pudo deshacerse de un espíritu maligno. Sin embargo, cerca de la media noche desperté sobresaltada. Podía presenciar un aura maligna. A pesar de la densidad de ese poder, ni siquiera tú, o Inuyasha, lo habían percibido, ya que al salir de la habitación con mi arco y flechas, no los encontré. Caminé por los pasillos hasta que llegué al patio principal, y ahí estaba Umiko, muy herida. Yo sabía que ella significaba mucho para ti, y no pude evitar ayudarla.
    Me atreví a mirarlo, ya que había mantenido mi mirada en otra dirección. Él me contemplaba con una expresión incierta.

    - Prosigue, - dijo él con una voz que me era posible descifrar.

    Y así lo hice.

    - La llevé a la habitación que me había sido asignada, y comencé a curarla… fue entonces cuando sentí que mi cuerpo se paralizaba. Caí al piso, estaba inmóvil, no podía ni siquiera hablar. Ella estaba completamente curada. Se agachó y me contempló por unos minutos, luego salió de la habitación. Creo que permanecí ahí por horas… hasta que finalmente ella regresó con sus garras manchadas de sangre... Ella me obligó a utilizar mis poderes espirituales para hacer un ritual antiguo; había traído una espada consigo. Yo no entendía nada… sólo seguía sus instrucciones, su poder era muy fuerte en mí. Cuando por fin terminó todo, la espada se había vuelto de un color oscuro, estaba como envenenada… era maligna.
    Sesshomaru tenía una mirada llena de sorpresa, y de frustración. Parecía estar armando un rompecabezas en su mente.

    - Para mi sorpresa, ella se transformó en Naraku, y, nuevamente me hizo aquél hechizo…para que no pudiera moverme. Lo único que escuché fue ruidos, gritos, y alguna pelea en los exteriores. No pude moverme durante toda la noche… y cuando por fin pude hacerlo, todos estaban mal heridos. Tú te encontrabas muy mal… tenías una herida profunda en el abdomen, la fiebre no bajaba con nada… pensé que morirías…

    - ¿Por qué no dijiste nada de lo ocurrido, Kagome? – dijo él interrumpiéndome – En su voz había cierta tristeza mezclada con furia.

    - Naraku vino esa noche… - dije con un hilo de voz – y me propuso un trato para que ninguno de ustedes muriera. Yo no le creí, ¿cómo podía confiar en Naraku? Pero, el traía consigo esa espada negra… la misma que yo había ayudado a crear…

    Al mencionar eso fue como si regresara en el tiempo…y escuchara a Naraku hablar frente a mí…recordaba con tanta claridad sus palabras frías… y el trato al que habíamos llegado.

    - Kagome, veo que hiciste un muy buen trabajo con esta espada…

    - Naraku… ¡sabía que tú estabas detrás de esto!

    - No, claro que no… sólo le di una idea a alguien que estaba totalmente desesperada… Claro, ella también puso sus condiciones al respecto, creo que pronto se cumplirá lo que quiere…

    - Umiko… - dije mirando a mi alrededor por sí la encontraba en algún arbusto.

    - Ella no está aquí. Está en mi palacio, esperando por su recompensa... y yo siempre cumplo mi palabra, por eso estoy aquí.

    - ¿Es qué acaso ella quiere que él muera? – dije sorprendida, porque algo así no me esperaba.

    - Por supuesto que no… ella quiere que tú mueras. – dijo él sonriendo

    - Entonces, ¿por qué le hizo eso a Sesshomaru? ¿por qué atacó a todos?

    - Eso lo hizo porque era parte del trato. Yo sé cómo llegar a buenos negocios, mi querida Kagome.

    - ¡No me llames así! – dije apuntándolo con una de mis flechas.

    - ¡Hey! No te apresures, Kagome. Escucha lo que tengo que decir… o, ¿quieres que él muera junto con todos tus amigos? Sus vidas dependen de ti.

    Bajé lentamente el arco, y me dispuse a escuchar. No tenía mucho tiempo, el veneno era poderoso, y sus vidas podían acabar en cualquier instante.

    - Bien, así me gusta. Yo soy el dueño de la espada negra ahora. Ha sido traída de vuelta a este mundo gracias a tus poderes, y a los deseos de venganza de Umiko. Hace mucho tiempo el padre de Inuyasha y Sesshomaru logró sellarla con la ayuda del colmillo de acero y de sus poderes… ya que esta espada sólo está hecha para quitar la vida, y causar la destrucción. ¿No te parece hermosa? – dijo el sonriendo.

    Me quedé callada, no iba a responder a eso.

    - Kagome. Tengo en mis manos la espada que puede quitarle la vida a todos los que quieres con sólo pensar en ello. Sin embargo, aún hay un camino para que ellos se salven, y ese camino es que te unas a mí, por siempre.

    - Yo no lo podía creer, ¿unirme a él?

    - Tú eres la única que puede estar ahora a mi lado, Kagome. Ya que tú fuiste la que ayudó a crear ésta espada tan poderosa, no me conviene no tenerte a mi lado.

    Me quedé callada por mucho tiempo. Pensé en Sesshomaru, en sus caricias suaves, en los momentos que habíamos pasado juntos, en nuestro primer beso… No quería que muriera, yo no podría seguir viviendo… Tenía que hacer lo que me pedía…

    - Bueno, creo que ya tomaste tu decisión… - dijo levantando la espada y mirando directamente hacia la casa en donde todos se encontraban agonizando

    - ¡No! ¡Espera! Está bien, haré lo que pidas…pero no acabes con sus vidas…

    - Buena elección, Kagome. – dijo dando media vuelta – Vendré por ti cerca de la media noche, para ese entonces ya estarán recuperados… Te estaré vigilando.

    Sesshomaru me miraba atentamente mientras yo hablaba, en su mirada había confusión; él aún no comprendía.

    - Cerca de la media noche tu despertaste, fuiste el primero – dije con una sonrisa triste
    Otra vez volvía a recordar aquellos momentos, los últimos verdaderos que tuve junto a él.

    - Kagome… ¿estás bien? – dijo el tomando mi mano débilmente.

    - Sesshomaru, ¡no te muevas! La herida aún no ha cicatrizado.
    - Naraku nos atacó. – dijo el ignorando lo que había dicho – No estabas por ningún lado. Kagome, tuve miedo…

    - Sesshomaru…

    El se incorporó, y se logró sentar, así quedamos los dos a la misma altura, y muy cerca uno del otro.

    - Si te hubiera pasado algo…yo… - dijo acariciando mi rostro con suavidad…

    - Sesshomaru… yo…

    No sabía si contarle o no lo que había ocurrido con Umiko y Naraku. La duda me hizo temblar, ya que yo sabía que el estaba ahí afuera vigilando todos mis movimientos.

    Repentinamente, los brazos de Sesshomaru me rodearon. ¡Era tan cálido estar así de cerca de él!

    - Kagome, no te preocupes. No dejaré que nadie te toque nunca. – dijo con una voz suave.

    - Te amo, Sesshomaru. – dije mientras algunas lágrimas resbalaban por mis mejillas – siempre recuérdalo, ¿sí? Todo lo que hago, siempre lo hago pensando en ti. Has sido lo mejor que me ha pasado en la vida.

    El se separó un poco de mí y me observó como queriendo entrar en mis pensamientos, luego sonrió y se fue acercando lentamente a mi hasta que nuestros labios se unieron en un profundo y tierno beso.

    Al separarnos me limpió las lágrimas que aún quedaban en mis ojos

    - Te amo tanto, Kagome. No sé cómo pude vivir todos estos años sin ti. ¡Ya no te preocupes por mí! Ya verás, que para el amanecer estaré bien.

    Traté de sonreírle como siempre, pero sólo me salió una triste imitación de mi sonrisa habitual. El se volvió a echar para descansar, yo me iba a recostar a su lado pero sentí la presencia de Naraku llamándome. Miré a Sesshomaru, pero él, aparentemente no había sentido nada.

    - Kagome, ¿pasa algo?

    - No… no pasa nada. Iré a ver a Sango antes… ella también está muy mal herida.

    Sesshomaru asintió y me sonrió. Yo salí de la habitación sabiendo que no volvería a estar con él en un futuro cercano. Ese había sido nuestro último beso.

    - Te amo… - pensé mientras me alejaba de la mansión y me adentraba en el bosque para encontrarme con Naraku.

    Al terminar mi relato. Sesshomaru me miraba seriamente. Aún tenía esa expresión como si no entendiera del todo lo que acababa de decir…

    - ¿Quieres decir que esa fue la última vez que estuviste con nosotros? – dijo él poniendo esa mirada sin expresiones.

    - Así es… - dije sin mirarlo, porque ya sabía cuál sería la siguiente pregunta.

    - Eso no puede ser… tu regresaste a la habitación… estuviste cuidando de nosotros por algunos días más hasta que todos estuvimos restablecidos y…

    Yo aguanté la respiración, casi podía escuchar gritar a sus pensamientos la pregunta… la más importante de todas.

    - Kagome, nosotros hicimos un juramento. Unimos nuestras vidas por siempre… juré que moriría en el mismo instante en que tu dejaras de existir, ambos lo hicimos; para poder amarnos por siempre… por toda la eternidad.

    Esto último casi lo dijo en un susurro… me dolía su dolor, no necesitaba ningún juramento para poder sentirlo.

    - Naraku lo planeó todo. – dije mirando hacia las nubes que anunciaban la lluvia por la venta - Él sabía que Umiko tenía sentimientos muy profundos por ti… y que esa parte del plan estaba resuelta, y cuando yo acepté su trato… el plan quedó completo.

    - ¡No! ¡No fue ella! ¡Eras tú! – dijo Sesshomaru dándome la espalda y gritando.
    Me asusté mucho con su reacción, podía sentir el poder de su lado monstruo, podía sentir su odio y su frustración. Me levanté de la cama con rapidez y corrí hacía él.

    - Sesshomaru… ¡Todo fue un plan de Naraku! No fue tu culpa…
    El me miró con… ¿odio? Sí, ¡era odio!

    - ¿Qué fue lo que hiciste, Kagome? – dijo tomando mis muñecas entre sus garras.

    - Sesshomaru… me haces daño… -

    - Sólo respóndeme algo… - dijo aún apretando fuerte mis muñecas - ¿Eres la mujer de Naraku?
    Temblé. El ya sabía la respuesta, no tenía por qué preguntar… Volvió a gritar y me soltó las muñecas con fuerza, lo cual me hizo caer al suelo.

    - ¡Maldito Naraku!

    - Sesshomaru…

    - Tus almas, - dijo repentinamente - ¿ese maldito te sacó algunas almas antes de que te violara? – dijo mirándome con mucho rencor.

    - Mis almas…

    Yo no quería recordar esos momentos… los había bloqueado, ya que eran muy desagradables… pero, efectivamente, el había hecho algo con esa espada negra… había extraído ciertas almas… y las había guardado en un recipiente especial… yo nunca supe que hizo con ellas…

    - Si… el tomó alguna de mis almas… - dije desconcertada, y con mucho temor.
    - Se las dio a Umiko. Esa es la única respuesta… - dijo el paseando de un lado a otro de la habitación – Sí, es la única respuesta…

    - Sesshomaru… yo…

    Intente acercármele, pero el se alejó de mi.

    - ¿Sesshomaru? – dije con mucho dolor…

    - No te acerques… por favor… yo, necesito pensar…

    Salió de la habitación sin mirarme, y yo me quedé ahí en el suelo mirando el lugar por donde él había salido. Shiyoko e Inuyasha estaban afuera, me topé con la mirada de los dos… sólo encontré decepción y tristeza… De seguro habían escuchado todo. Ahora era yo la que deseaba no haber reencarnado.
     
  16.  
    Lucy Nyu

    Lucy Nyu Lectora y amante de las buenas historias ❤

    Aries
    Miembro desde:
    28 Marzo 2010
    Mensajes:
    25
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    hola, aca de nuevo comentando tu fic :D
    Hay noooooo!!!! Que escena mas fea :s pobre Kagome, pobre sesshomaru :( pobre inuyasha :(
    Creo q fue muy dificil para sesshy saber la verdad :'( y para kagome decircela xq sucedió lo q ella temía, el odio de sessho :( hay noo. Lloro, pero lloro muuuucho. Quiero q todo esté bien entre ellos!!!! no los quiero ver pelear ni nada por el estilo awwwww quiero q se arregle todo de la mejor manera!!! ._.
    Pero primero quiero saber q es lo que hará sesshy ahora q sabe al verdad :S espero q mate a naraku muajajaja xD
    Bueno, no se q más decirte, estoy con un remolino de sentimientos ahorita. Quisiera q pasara algo entre kagome e inuyasha, pero quiero a kagome con sesshomaru, y tambien me traumaría mucho q inuyasha tuviera una batalla con sesshy por el amor de kagome jajaja No me hagas caso, mi imaginacion está volando =P
    Bueno amiga, Bye!!!! cuidate mucho :rosa:
     
  17.  
    anllely

    anllely Entusiasta

    Acuario
    Miembro desde:
    16 Junio 2009
    Mensajes:
    66
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    como odio a naraku como pudo hacer eso es desalamado. que hara sesshomaro ahora que sabe la verdad de su juramento ummm... de los nervios me estoy comiendo mis uñas....
     
  18.  
    Alesia

    Alesia Iniciado

    Piscis
    Miembro desde:
    10 Noviembre 2007
    Mensajes:
    41
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)
    Total de capítulos:
    15
     
    Palabras:
    4411
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Hola! Muchas gracias por los comentarios. Pronto pondré la continuación.

    Alejandra.

    Luz de luna

    Estaba sentada junto a la ventana contemplando las estrellas y la luna. Su brillo me hacía sentir que no me encontraba sola, a pesar de que hacía tres días que lo estaba. Desde el día en que Sesshomaru y yo habíamos tenido esa conversación ni Shiyoko, ni Inuyasha habían querido hablar conmigo. Yo lo entendía, debían sentirse traicionados… yo me hubiera sentido así si alguno de ellos hubiese hecho lo que yo había hecho.

    Estaba preocupada. Sesshmaru se había ido esa misma noche, con ésta era la tercera noche que no sentía su presencia. El ruido de la puerta que se abría me sobresaltó, miré hacía la dirección en donde ésta se encontraba y vi a Shiyoko entrar. Ella no me miró, simplemente dejó una bandeja con algo de comida y un poco de té en una mesa cercana y luego dio media vuelta para marcharse. Así había sido durante estos días de encierro.

    Yo no podía aguantar más esa angustia, necesitaba saber… necesitaba ir a buscarlo.

    - Shiyoko… - dije con una voz temblorosa y débil
    Ella se detuvo justo antes de abrir la puerta, pero no volteó a mirarme.

    - Sé cómo se sienten… También sé que aunque diga que lo siento mil veces, no será suficiente para que me perdonen. Pero, no tienen que hacer esto. ¡Dejen que me vaya! Ustedes saben que soy la única que puede impedir que Naraku se vuelva más poderoso. Yo soy la clave, él me quiere a mí. Además, yo soy la responsable de todo esto… yo fui la que rompió la perla en mil pedazos en aquella ocasión… y yo fui la que ayudó a Naraku para que obtuviera la pieza faltante de la perla…

    - Y también fuiste la responsable de que Sango y Miroku murieran de aquella forma tan trágica cuando Naraku se enteró de que tú eras la única que podía enseñarle la clave para utilizar la perla, pero que desafortunadamente ya estabas muerta.

    La escuché atentamente, y sentí un gran peso en el corazón. Yo sabía que mis amigos Sango y Miroku no podían estar en ésta época ya que ellos eran humanos, y su periodo de vida era muy corto. Sin embargo, yo pensaba que ellos habían logrado vivir juntos una vida feliz… aunque el peligro de Naraku siempre estaría presente. Pero, claro, estaba equivocada… Naraku también había interferido… y también era por mi culpa.

    - Kagome, todos confiamos en ti. Lo hicimos por tanto tiempo… te esperamos con tanta ansia y melancolía. Sesshomaru era al que más le dolía la espera… no sabes cuán culpable se sentía por tu muerte.

    Ella volteó a observarme, su mirada, tan parecida a la de Inuyasha y Sesshomaru, estaba llena de tristeza y de melancolía.

    - Él no tuvo la culpa… Naraku lo planeó todo… - dije mirando al piso, sintiendo un terrible nudo en la garganta.

    - Kagome, no puedes culparte por lo que pasó. Todos hemos caído en los engaños de Naraku. Recuerda la tragedia de Inuyasha y Kikyo… ¡ellos hubieran podido ser tan felices juntos! – Al llegar a mí lado, se sentó junto a mí y miró en dirección a la luna – Kagome, ¿a caso sabes por qué Sesshomaru no quería que reencarnaras?- dijo mirándome con esos ojos tan profundos color oro – Yo negué con la cabeza, ella sonrió. Él tenía miedo.

    - ¿Miedo?

    - Así es. El tenía tantas ansias por verte nuevamente… por decirte que te amaba. ¡Claro! Él nunca comenta sobre sus sentimientos, en eso se parece mucho a mi querido hermano Inu no Taisho. – dijo ella con una sonrisa – Sin embargo, cuándo nos enteramos de tu nacimiento, el comenzó a preocuparse. No podía dormir, ni comer, ni pelear correctamente. Él te vigiló cada día, desde que naciste, ya que, a pesar de que Naraku no podía hacerte nada hasta el día en que cumplieras quince años.

    Yo la escuchaba atentamente. Desde que era una niña, siempre había podido percibir presencias sobrenaturales, era por esa razón que no había tenido muchos amigos en la escuela. Pero, además de esas presencias, yo sentía que una en especial me acompañaba constantemente. Esa presencia debía de ser él…

    Mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas, pero luché contra ellas, para que Shiyoko no dejara de relatarme lo que había ocurrido antes de mi primer encuentro con él.

    - Días antes de que cumplieras quince años, la herida que Naraku le había hecho con esa espada negra comenzó a dolerle y a infectarse, era como si hubiese sido hecha hacía algunas horas, cuando esa herida tenía más de cien años de existencia. A él no le importó, no quería dejarte sola… sabía que el peligro podría llegar en cualquier momento. Logré convencerlo de que Inuyasha lo acompañara esa noche en la que cumpliste quince años. Como lo suponíamos, Naraku apareció… y bueno, ya sabes lo que pasó. Él logró alejarlo de ti, al menos por cinco años más.

    Yo sabía que había algo malo con eso… su mirada lo indicaba.

    - ¿Por qué por cinco años más? ¿Qué es lo que hizo Sesshomaru?

    - El permaneció a tu lado, ya no era como antes. Lo que quiero decir, es que él se quedó permanentemente a vivir en tu época. Ahí fue cuando la reencarnación de mi hermano se presentó ante él, y lo ayudó. Fue una sorpresa para todos, que él recordara toda su vida pasada. Pero, como sabes, la herida se había reabierto, y su estado iba empeorando… yo trataba de ir periódicamente a verlo, y curarlo. Varias veces traté de convencerlo para que Inuyasha y él se turnaran para cuidarte… pero fue en vano. Él se sentía tan culpable… no quería que nada te pasara.

    - Shiyoko, - dije mirándola fijamente - ¿qué es lo que tiene Sesshomaru?

    Ella me miró con tanta tristeza que yo no pude aguantarme más las lágrimas.

    - Su herida ha empeorado mucho, Kagome. Ni siquiera tus poderes espirituales pueden ayudarlo ahora. Naraku, otra vez, utilizó una trampa más. – dijo ella volviendo a mirar la luna – él sabía que Sesshomaru no dejaría de cuidarte, por eso activó la herida con esa espada antigua. Los monstruos no pueden estar en tu época sin sufrir un debilitamiento de sus poderes sí pasan mucho tiempo ahí… Él lo hizo. Ya no hay nada que yo pueda hacer para curarlo, sólo alivio su dolor.

    - Sesshomaru… - dije con un hilo de voz mirando hacia el exterior.

    - Todo este tiempo, incluso cuando tú supiste que eras una reencarnación, el tuvo miedo. El temía que no lo recordaras nunca más, y que cuando lo hicieras, y vieras que él había sido la persona que acabó con tu vida; lo odiaras por eso.

    - Yo no podría odiarlo nunca… yo lo amo… - dije parándome y dirigiéndome hacia la puerta.

    - Kagome, Sesshomaru sólo puede ser salvado por una persona. El juramento no es un juego… es por esa razón que no muchos Youkai se atreven a hacerlo. Sólo conozco a cuatro personas que lo hicieron, o lo harían; y esas personas son mi hermano Inu no Taisho, Sesshomaru, Inuyasha, y mi querido esposo Takeshi.
    Yo di media vuelta y la miré. Ella también tenía lágrimas en el rostro.

    - Yo, lo siento mucho…no quería que recordaras…

    No sabía cómo lo recordaba, pero yo sabía perfectamente lo que le había pasado al esposo de Shiyoko. Naraku los había atacado a los dos, y él, en su agonía, la había salvado por el juramento… había muerto por ella.

    - No te preocupes, Kagome. Pienso en él cada instante de mi vida, es sólo que… ¡Naraku se interpone en la felicidad de cada uno de nosotros! Sesshomaru nunca había amado antes hasta que tú llegaste a su vida, y te perdió tan rápido. Ahora que ambos pueden comenzar nuevamente Naraku les hace esto…

    Yo la observaba en silencio. También estaba llorando por aquello último que ella no pudo decir, pero que aunque me doliera, tenía que admitir.

    - Y yo no puedo hacer nada por él… - dije mirándola fijamente – ya que la única que puede hacerlo es Umiko, porque con ella hizo el juramento.

    Aunque Shiyoko cayó, yo sabía que lo que había dicho era lo correcto. Tenía un hueco en mi interior, me sentía como perdida… mareada…

    - ¿Dónde está él? – logré decir después de un momento.

    - En el claro – dijo ella mirando nuevamente hacia la ventana – durante cien años, cuando ha necesitado meditar, o estar solo, ha ido a ese lugar.

    - Shiyoko, tengo que ir con él… por favor, ¡déjame salir de aquí!

    - Kagome, no puedo arriesgarme a que te vayas, Naraku puede atacarte en cualquier momento…

    - Él no me matará. No puede hacerlo. Soy demasiado importante para él, tú lo sabes. Además, puedo defenderme por mi misma. Shiyoko, quita el campo de energía de la habitación… por favor.

    Shiyoko me miró con duda, luego cerró sus ojos e hizo un rápido movimiento con sus manos. El campo de energía estaba disuelto, podía sentir que la pesadez había desaparecido.

    - Será mejor que te apresures… Sesshomaru planea algo… su vida puede correr peligro. Naraku puede aprovechar este momento.

    - Lo sé. – dije saliendo rápidamente de la habitación.

    Corrí tan rápido que ni siquiera me acordé de tomar mi arco y flechas. No me importaba. Yo sabía que Sesshomaru era capaz de ir donde se encontraba Naraku y ahí él podía morir… en su estado, cualquier cosa podía pasar.

    Salí de la gran mansión y corrí a través del bosque. Sin embargo me detuve súbitamente. Ahí, en medio de todo se encontraba Inuyasha mirándome fijamente. Traía consigo mi arco y mis flechas.

    - Inuyasha… - fue lo único que pude decir.

    El se aproximó lentamente hacía mi. Me sentía intimidada ya que no lo había visto desde el día en que le conté la verdad a Sesshomaru. Su mirada en aquella ocasión me había dolido mucho, ya que en ella encontré sólo tristeza y decepción.

    - Kagome… - dijo él cuando estuvo muy cerca de mí.

    Podía sentir que estaba temblando. Su mirada tenía tantas emociones contenidas…

    - Inuyasha, lo siento tanto… te decepcioné, los decepcioné a todos.

    El negó con la cabeza y tomó mi rostro con una de sus manos.

    - Tonta. Tú no tienes la culpa de nada… Naraku es el único al que hay que inculpar… él es el causante del dolor que todos llevamos por dentro…

    - Inuyasha…

    - ¿Cómo pudiste pensar que podría estar molesto contigo, Kagome? Odio la manera en que Naraku te hizo caer en la trampa, detesto cómo te usó, y como nos manipula a todos constantemente. Me molesta tanto que no puedas ser feliz… que ninguno de nosotros pueda serlo….

    Lo miré a los ojos. Lo que decía era sincero, podía sentirlo.

    - Inuyasha, te juro que haré lo posible para terminar con esto de una vez…

    - Lo sé, y puedes contar conmigo. Lo haremos juntos, como en los viejos tiempos. – Dijo sonriendo-

    Le respondí la sonrisa. Me hacía sentir tan bien que Inuyasha no me odiara. Todo podría ser como antes, al menos con él…

    - Tengo que irme. – dije tomando el arco y las flechas que tenía en sus manos – Debo encontrarlo…

    - Lo sé. – dijo él poniendo nuevamente esa mirada melancólica – Kagome, yo… - dijo el tomándome por la cintura con su otra mano- sólo espera un momento…

    Yo me puse tensa, y lo miré directamente a los ojos. Él no dijo nada, se aproximó hacia mí lentamente y posó sus labios sobre los míos. No hice nada para detenerlo, sólo sentí un escalofrío cuando sus labios se apartaron de los míos.

    - Lo siento. – dijo el alejándose y mirándome con culpa – yo…

    - Está bien Inuyasha… no tienes que decir nada. Ahora, es mejor que me vaya. Tú también deberías regresar, Shiyoko está sola. Adiós.

    Volví a correr sin mirar atrás, ¿por qué había dejado que lo hiciera? Era una tonta. Yo no sentía nada por él, eso estaba claro. Pero, me dolía que él sí sintiera algo por mí.

    Seguí corriendo en la espesura del bosque. No sabía a dónde me dirigía, mis pies me guiaban. De pronto los árboles comenzaron a escasear hasta que el bosque se abrió en un claro. Me quedé sin respiración, lucía exactamente igual que el día en que Sesshomaru me confesó sus sentimientos.

    - Si, era una noche igual a ésta – escuché decir a alguien muy cerca de mí.
    Me sobresalté, y miré hacía donde creía haber escuchado la voz. Ahí estaba el mirándome fijamente, sentado bajo un árbol. Aquél árbol fue donde lo curé por primera vez.

    - Ha pasado tanto tiempo de eso… - dijo el mirando hacia la luna. Se veía tan hermoso.

    Yo no sabía exactamente qué hacer. Lo dudé por un momento, pero luego, lentamente me fui aproximando a él.

    - Kagome, ¿recuerdas que la noche anterior al día en que Naraku nos atacó en aquél palacio estuvimos aquí? – dijo aún sin mirarme.

    - Si. – dije casi en un susurro.

    - Yo no quería que te involucraras en la pelea. Te lo dije. Yo no quería que resultaras herida. – dijo bajando la mirada hacia sus garras- y sin embargo, fue debido a mí que Naraku te hirió de la peor manera.

    - Sesshomaru… no digas eso. – dije arrodillándome a su lado – Esa fue mi decisión.

    - Kagome, - dijo mirándome fijamente con sus hermosos ojos – Te he esperado por más de cien años cada día en este lugar… Lo único que quería era volver a verte sonreír, y volver a escuchar mi nombre pronunciado por ti. – dijo acariciando mi rostro con mucha suavidad

    Yo también acaricié su rostro. Ambos nos mirábamos sin decir nada.

    - Sé porqué estás aquí. – dijo él sonriéndome – pero no lograrás convencerme. Nunca perdonaré a Naraku por lo que nos hizo. Lo mataré con mis propias manos… yo…

    El cayó ya que yo lo abracé repentinamente. Él me estrechó contra el con mucha fuerza, temblaba, podía sentirlo. Yo también estaba temblando. Ambos habíamos estado esperando por mucho tiempo.

    - Sesshomaru, no lo hagas. Prometí protegerte, y lo cumpliré – dije hundiendo mi rostro en su pecho.

    - Kagome…

    - Escucha, dije mirándolo. - Podía sentir que mis ojos estaban llorosos, pero mi voz salió con mucha determinación – Esto es lo único que puedo hacer por ti. ¡Déjame hacerlo! ¡Te amo! ¡No permitiré que Umiko, o Naraku acaben contigo! No lo soportaré. Yo no soy tan fuerte cómo tu. – dije bajando la mirada.

    Él me tomó el mentón con una de sus manos y alzó mi rostro para que lo mirara.

    - Kagome, es cierto que a la persona que yo le hice el juramento fue a Umiko. Naraku fue muy astuto y utilizó tus almas para que yo no pudiera detectar que ella no eras tú. Pero, créeme. En la única que pensé en ese momento, eras tú. Mi Kagome… mi amor, mi vida.

    - Sesshomaru…

    - Sé que moriré. – dijo abrazándome nuevamente – pero lo haré gustosamente, si es para salvarte. Todo lo que he hecho desde el momento en que te fuiste ha sido esperarte, y planear la manera de vengar todo lo que él nos hizo a todos.

    - No dejaré que mueras… - dije abrazándolo con más fuerza.

    - Tranquila. Esto es algo que yo elegí desde el momento en que decidí ir a tu época para cuidar de ti. Me siento tranquilo y feliz sabes, ya que pude acompañarte cada día de tu vida desde que naciste. Mi pequeña Kagome…

    - ¡Basta! – dije apartándome de él- ¡Yo encontraré una solución para esto! ¡N
    o vas a morir!!No dejaré que lo hagas! No quiero estar lejos de ti…

    - Kagome… - dijo levantándose de donde había permanecido – ya que yo me había levantado y alejado varios pasos- Yo tampoco quiero dejarte. Lo que más he querido durante todos estos años ha sido permanecer a tu lado, tener hijos contigo…vivir feliz… contigo, hasta el fin de mis días.

    - Buscaremos una solución – dije con mi voz entrecortada – pero, por favor, no vallas con Naraku. No ahora…

    El se paró frente a mí y nos miramos como leyendo nuestros pensamientos.
    - Está bien, Kagome. No lo haré.

    - Gracias – dije sonriendo y posando una de mis manos en su rostro.

    El tomó mis muñecas y las miró con mucha tristeza. Ahí estaban las marcas de sus garras. Me había hecho esas heridas cuándo le dije la verdad.

    - Lo siento tanto… - dijo mirando mis heridas – yo no quería hacerte daño…

    - No es nada… - dije apartando mis muñecas de sus manos- fue un accidente.

    - No dejaré que te pase nada, lo prometo. Está vez cumpliré mi palabra.

    - Y yo prometo cuidar de ti también – dije sonriéndole.

    Nos fuimos acercando, estábamos muy cerca… tan cerca... y luego estaba en el cielo, donde no había estado en cientos de años.
     
  19.  
    zayreth

    zayreth Usuario común

    Acuario
    Miembro desde:
    8 Enero 2009
    Mensajes:
    257
    Pluma de
    Escritora
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    OwO joder... que impactante, sabes me encanta la forma en la que narras, como escribes un gran deleite me envuelve desde los primeros renglones... espero pronto la continuacion, ja ne.
     
  20.  
    maria_pamela

    maria_pamela Entusiasta

    Piscis
    Miembro desde:
    26 Marzo 2006
    Mensajes:
    102
    Pluma de
    Escritora
    Re: Encuentro final (Kagome - Sesshomaru)

    Encantador...me encanto este capitulo..lleno con tantos elementos y sentimientos, sobre todo la manera en q sesshomaru habla de amor con kagome de una manera tan abierta...algo q normalmente no es usual en él
    Maldito naraku ashhh como a hecho daño ....pero ya le tocara su momento...
    _Me encanta tu ficc sigue como hasta aora q vas re-bien cdt muxo y salu2
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso