Encarando al miedo. Alrededor de nuestra barca, se movía una silueta deforme. Mi hermano, que se había ofrecido voluntario para acompañarme, me dirigió una mirada de complicidad, con lo que entendí que por fin habíamos encontrado lo que buscábamos. Tantas horas de navegar sin rumbo alguno se veían finalmente recompensadas. Mi corazón latía acelerado. Sabía que no era ni el momento ni el lugar para montar esas escenas tan atípicas, causadas por mi subconsciente al ver aquello por lo que había pasado tantas noches en vela, por lo que había dejado atrás esos baños nocturnos en la playa, por lo que había dejado de vivir para sobrevivir. Bastaba una simple fotografía para hacerme chillar de pavor y ahora que tenía la oportunidad de ver a un tiburón real… No estaba seguro de querer hacerlo. Me levanté de mi asiento, más atemorizado que nunca, y respiré hondo. ¿Cómo había acabado en esta situación? Mi fuerza de voluntad era ínfima, pero el apoyo de mi hermano incondicional. Siempre me ayudaba a intentar superar mis miedos. A paso lento, me iba acercando hacia uno de los costados de la barca. Sin pensarlo dos veces, me decidí a asomarme por fin. El terror se apoderó de mí al contemplar la imponente figura que nadaba entre nosotros, y más aún cuando dejó ver su hilera de dientes. Durante un par de segundos permanecí inmóvil, estático, hasta que ocurrió lo que vanamente intentaba evitar: perdí el control de mi cuerpo. ¡¿Cómo pude ser tan tonto de pensar que esto me iba a ayudar?! Entre gritos y algún que otro golpe trataba de zafarme de los brazos de mi hermano, que ahora me tenían preso para que no hiciese ninguna locura. Igualmente descontrolado, le golpeé con fuerza en la cabeza en uno de mis arrebatos, haciéndole caer, inconsciente, sobre el suelo. Carente de ideas y aún exaltado, procuré que volviese en sí zarandeando su cuerpo, pero no conseguí más que aumentar mi agobio. Rápidamente busqué, entre los trastos que habíamos traído, un móvil con el que contactar con alguien, pero para colmo de males, mi temblor lo único que consiguió fue que el aparato se escurriese de mis manos y fuese a parar al agua. Ya al borde del colapso y superado por la situación, traté de dirigir la barca de nuevo a la costa, pese a no saber cómo manejarla. Un repentino golpe al transporte por parte del animal me hizo resbalar hasta encontrarme de cara al agua, luchando por recuperar el equilibrio. Mi cuerpo acabó cediendo y con una estridente caída me sumergí. Al abrir los ojos, vi al animal que hace unos minutos me había hecho enloquecer hasta ese extremo, tan fiero como siempre. De pronto, solo la oscuridad.
Y... wow, entiendo porque ganaste el concurso. Me ha encantado el escrito, y mi rating lo demuestra. Realmente, a pesar de lo corto es genial. En serio. Cualquier se hubiera esperado que al final superase su miedo y todo saliese bien pero no, le diste un giro muy gore que, no te voy a mentir, amé. Al final, un conjunto de desafortunados eventos hace que el chico se quede solo ante el peligro, sin poder comunicarse con nadie y encima acaba siendo empujado al agua. Que terrible situación. Y aunque no digas con mucha obviedad como es el final del chico, cualquiera puede imaginarse la situación. O depende de cuan gore sea sea tu mente (?) Las fobias son terribles y yo soy de esas personas que sería incapaz de hacer un tratamiento para superarlo, sobre todo sabiendo que es métodos son, como en este relato, enfrentarte al miedo directamente. Todo puede salir mal, y hazme caso, saldrá mal. Las fobias son difíciles de tratar. Anyways, como siempre tu narración es fluida, es fácil imaginarse la situación y no vi ninguna falta. Felicidades~ Sigue así ^^
Una manera muy... radical de enfrentar el miedo. Supongo que sobrevivió a su experiencia, pues nos lo está narrando xD También espero que su hermano esté bien y que su miedo haya sido superado. El microrrelato me recordó un programa de televisión que hay y es ese el método que el especialista utiliza para ayudar a sus pacientes, enfrentándolos directamente con aquello a lo que le temen.
Es realista, porque en momento de trauma, en lugar de uno actuar con cordura, lo empeora, cuando los nervios te dominan vas de mal en peor. Creo que yo sería de las que se caen de la barca xD
Después de taaaaanto tiempo, pienso que debería comentar esto~ He de confesar que siempre que lo leo no puedo evitar pensar que es de noche, y eso lo vuelve más aterrador. La manera en que lo narras lo expresa tan claramente... de una forma tan realista que hasta te pone los pelos de punta. Me hace sentir el agobio del protagonista, desesperado por no saber qué hacer en tal horrible situación. Claro, tienes a lo que más miedo en el mundo te da justo en frente de ti, encima en mar abierto lejos de la civilización... Es algo muy chungo, madre mía. En verdad este es uno de mis escritos favoritos. La narración impecable y sencilla de entender, la expresión de emociones y sensaciones, lo cercano que está a la realidad... ugh, solo de recordarlo vuelvo a tener estremecimientos. Uh, además, el final es "abierto" porque, como dice Marina, nos lo narra como un suceso del pasado, pero hmmm... Ni idea, yo siempre pensé que había pasado lo que tanto temía hasta que leí el comentario y me puse a pensar. Pero bueno, eso, he amado este escrito como nunca y te felicito por lo bien que sabes escribir, cariño~
Awww, ver la fecha del escrito me ha dado nostalgia, y pensar que me enseñabas la historia cuando la estabas escribiendo y de eso hace ya, wow, cuatro años. Cómo pasa el tiempo, ¿eh? Pero y lo orgullosa que estuve de que ganases un concurso cuando apenas llevabas unos meses en el foro, y como para no. Expresaste tan bien las sensaciones que el prota sentía por culpa de su terrible fobia que míranos, todas nosotras angustiadas después de leer. Esa es una muy buena señal. No sé yo qué tan eficaz es una terapia de choque cuando la fobia es un pinche tiburón, que muy inofensivo no es y oye, realmente no veo motivos por los que haya que quitarle el temor, no va a entorpecer su vida (??) Pero por temas del plot pues aquí están los dos hermanos, el mayor apoyando al pequeño incondicionalmente y llevándolo a ver un tiburón de frente... hasta que todo se sale de control. Dios, qué angustia cuando todo empieza a salirse de control, es de esas veces en las que cuando algo empieza a salir mal, el resto va en cadena y al final te quedas al borde del colapso sin atender a razones. Me ha dejado una sensación en el pecho cuando empezó a tambalearse fuera que uf xDD Me imagino yo ahí y me da algo. Y luego ya cuando se cayó pues me morí. Me ha gustado el punto de vista de Marina tho, yo lo daba por devorado ya pero oye, es una manera bastante optimista de verlo (?) Espero que de verdad estén bien y bueno, 10/10 <3 Me alegra un montón que te animases a escribir esto en su momento :'3 De más está decir que escribes muy bien payi uwu
La verdad es que varios ya han racalcado bastantes puntos del relato así que ¿Porque comentarlo yo? Fácil: para que no se pierda entre tanto micro. Ha estado bueno, hay que admitirlo y ya debes tenerlo más que claro, estuve a punto de ponerle espeluznante, y la verdad es que al ver el género me veía venir que la cosa no terminaría bien, pero la forma en que llevaste a cabo los acontecimientos fue bastante fluida y natural, casi me transmite verdadero miedo. Eso sí, muy lindo el gesto del hermano mayor de querer que su hermanito supere sus miedo, pero al mismo tiempo me parece muy ilógico e irresponsable que lo haya hecho cuando la fobia es un tiburón ¡Un tiburón pos! Y no como el Baby Shark, pero supondré que eran más o menos jóvenes y el mayor ya tenía bastante confianza navegando en aquellas aguas. No tengo mucho más que agregar, feliz de leer un escrito tuyo de una vez por todas, supongo.
Me ha dado curiosidad leerlo al ver tanto rating. ¡La historia no me ha decepcionado para nada! La temática es muy interesante, te puedes sentir identificado aunque tus miedos sean otros, y la narración es muy buena. Es fácil imaginar el ambiente, experimentar los miedos del protagonista, sentir su angustia... A pesar de ser un relato corto siento que has logrado que viva una seria de situaciones muy variadas. Lo he pasado mal cuando el tiburón rondaba la barca, al entrar en pánico me he acelerado y he sentido una sensación agridulce cuando ha golpeado al hermano sin querer, feliz por ver el apoyo incondicional del pequeño pero mal por la nueva situación que estresaba todavía más. Perder el móvil ha sido la gota que ha colmado el baso y el final no me lo esperaba. Pensaba que de alguna manera terminaría superándolo pero termina en el agua y ya queda a la imaginación del lector. Me encanta que me sorprendan. Creo que jamás sería capaz de intentar superar mis miedos de una forma tan directa. Irte en barca a una zona de tiburones sabiendo que te provocan pánico me parece una locura. Muy buen relato, he disfutado mucho leyéndolo.
