En ti conseguí el amor verdadero...

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Hola espero que todos se encuentren bien... ^w^ Gracias por sus comentarios y mg, cada uno de ellos me motiva a seguir escribiendo... Aquí vengo con la continuación, espero les guste... >_<​

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Capítulo VI​

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La profesora comenzó a sacar todo tipo de comida de su bolso y mientras la colocaba sobre su escritorio nos habló seriamente.

—Óiganme bien par de mocosos, no quiero oír ningún ruido, así que será mejor que ni se les ocurra hablar. —Nos dijo mientras nos señalaba con su dedo índice.


El silencio se hiso presente en el salón, lo único que se lograba oír eran los envoltorios de la comida cuando la profesora los abría, era repugnante ver tanta comida. No habían pasado ni quince minutos cuando la profesora ya había terminado de devorar toda la comida y comenzaba a cabecear de sueño. Voltee para ver a Sai, él ya se encontraba observándome y sonriéndome desde hacía un buen rato, me sonroje un poco y regrese rápidamente la mirada a la profesora, para mi sorpresa esta ya se encontraba profundamente dormida en los brazos de Morfeo.

—Oye Ino. —Me llamó Sai en un susurro que apenas alcancé a oír.

—¿Qué sucede? —Le pregunté en susurro.

—¿Quieres irte de Aquí? —Preguntó mostrándome una leve sonrisa.

—Se supone que salimos a las 7:00 pm Sai, apenas son las 6:20 pm. —Lo miré arqueando mi ceja izquierda.

—Eso no es problema, la profesora se ha quedado dormida y no se dará cuenta de nuestra ausencia. Además no despertará hasta después de las 7:00 pm. —Me dijo mientras comenzaba a levantarse de su pupitre y tomaba su mochila.

—¿Y si nos descubren? o ¿Si la profesora despierta antes? —Pregunté un poco asustada.

—Confía en mí, nada de eso sucederá, esto ya lo he hecho antes. Vámonos. —Dijo extendiéndome su mano para que yo la tomara.

—E-está bien. —Le dije por ultimo antes de levantar mi mochila del suelo y tomarlo de la mano.


Sai me apretó fuerte de la mano y me dedico una dulce sonrisa haciendo que mi corazón comenzara a latir fuertemente. Salimos sigilosamente del salón y comenzamos a caminar haciendo el menor ruido posible, ya que aun había profesores y personal de limpieza en el instituto.

—Ya pronto saldremos de aquí. —Me dijo Sai en susurro a la vez que me sonreía.

—Eso espero, tengo miedo de que nos descubran. —Dije llevando mi única mano libre a mi pecho, ya que la otra aun la sostenía Sai.


Todo marchaba bien hasta que escuchamos los pasos de alguien que se acercaba por uno de los pasillos. Sai me jaló rápidamente abrazándome y dejándome cara a cara con él, luego me condujo a uno de los pequeños closets donde se guardaban los artículos de limpieza y cerró la puerta tras nosotros. El espacio era tan reducido que apenas entrabamos, Sai me tenia aprisionada contra la pared y podía sentir perfectamente su respiración en mi oído derecho.

—No te muevas. —Me susurro al oído, acto que hiso que mi piel se erizara.


Los pasos cada vez se hacían más fuertes y con cada uno de ellos mi respiración era más agitada. Teníamos las luces apagadas para evitar que nos descubrieran, en cierta forma agradecía que no estuvieran encendidas, de este modo Sai no podría ver lo terriblemente sonrojada que me encontraba al sentir su cuerpo aprisionando el mío contra la pared y el roce de sus piernas con las mías. Pasaron unos cuantos segundos y los pasos cesaron, abrimos la puerta pero al estar tan apretados en ese closet no pudimos salir con facilidad y terminamos cayendo al suelo, si nuestros compañeros nos hubieran visto estoy segura que por sus mentes pervertidas no habría pasado nada bueno. Sai se encontraba recostado boca arriba en el suelo y yo estaba sobre él con mis piernas una a cada lado de su cuerpo, apoyándome sobre mis manos, las cuales también estaban a cada lado del cuerpo de Sai. Nuestros rostros estaban a escasos centímetros, el de él se mostraba con la misma serenidad de siempre y el mío había alcanzado una nueva tonalidad de rojo, los dos respirábamos agitadamente y de la nada Sai soltó una pequeña risa por lo bajo.

—¿D-de qué te e-estas riendo? —Pregunté confundida y con mi respiración aun agitada.

—No me estoy riendo de nada gracioso, es solo que… estando en esa posición, sonrojada y respirando de esa manera te ves… preciosa. —Me dijo a la vez que dejaba de reírse y me mostraba una sonrisa de lado.

—¡Sai eres un pervertido! —Dije sonrojándome aun más y levantándome rápidamente.

—No soy un pervertido, solo te estoy diciendo la verdad. —Dijo levantándose del suelo para luego mostrarme una sonrisa falsa.

—¡Pues pareces uno cuando haces ese tipo de coment… —Comencé a decir alzando mi voz, pero Sai se acercó rápidamente a taparme la boca con su mano, dejándome completamente sorprendida.

—Hagamos algo, primero salgamos de aquí y afuera m gritas todo lo que quieras. Si lo haces aquí nos descubrirán ¿Te parece? —Yo asentí a la vez que él quitaba suavemente su mano de mi boca.


Sai volvió a tomar mi mano y comenzamos a correr hacía la salida. Al pasar por la puerta principal del instituto me sentí libre, dirigí la vista al cielo logrando observar que este se estaba oscureciendo y dejaba ver las primeras estrellas de esa noche. Bajé mi vista para luego mirar a Sai que se encontraba viendo su teléfono celular, inmediatamente saqué el mío para ver la hora, habíamos escapado de retención a las 6:25 pm y sumándole el tiempo que nos tomó llegar a la entrada principal ya eran las 6:40 pm, habíamos salido veinte minutos antes de la hora impuesta por la directora, nada mal, así podría llegar a casa antes de que la noche llegara por completo.

—Sai ya debo irme, no quiero caminar de noche por las calle. Muchas gracias por ayudarme a salir de ahí. —Dije sonriéndole mientras me alejaba.

—Pensé que comenzarías a gritarme como una loca desenfrenada diciéndome lo pervertido que era. —Me dijo mostrando otra sonrisa falsa.

—Sabes, no era necesario que recordaras ese incidente, pero de igual manera gracias y adiós. —Respondí cruzándome de brazos y comenzando a caminar.

—Espera un momento… creo que iremos juntos una vez más. —Dijo sosteniéndome del brazo para evitar que me fuera.

—¿De qué me estás hablando Sai? —Pregunte confundida.

—No pienso dejar que te vayas sola hasta tu casa. Vamos yo te llevo. —Me dijo sonriendo.

—No es necesario, además puedo tomar el autob… —Nuevamente fui interrumpida antes de terminar de hablar.

—No digas nada y vamos, los autobuses a esta hora vienen muy llenos, además si te llevo puedo aprovechar la ocasión para conocer tu dirección. —Dijo soltándome y comenzando a caminar hacía la motocicleta.

—Si lo que quieres saber es mi dirección podrías solamente preguntármela o averiguarla con cualquiera de mis amigas. —Le dije arqueando mi ceja izquierda.

—Deja de hablar tonterías y vámonos, o ¿Piensas quedarte aquí a esperar que termine de oscurecerse mientras llega un autobús que te lleve a casa? —Me dijo subiéndose en la motocicleta y pasándome el casco.


No dije nada más y me subí a la motocicleta mientras me colocaba el casco, Sai la encendió y luego de decirle mi dirección aceleró haciendo que me aferrara fuertemente a su cintura, sentía como mis piernas comenzaban a enfriarse por causa del aire frio que recibíamos al hacer el recorrido, de la nada comencé a recordar el día anterior, él como Sai me había ayudado y la forma en que despertaba tantos sentimientos en mí, pero mis pensamientos se vieron interrumpidos ya que habíamos llegado a mi casa y por lógica el momento de despedirse también había llegado.

—Qué casualidad la de hoy. —Me dijo a la vez que yo me bajaba de la motocicleta y le entregaba el casco.

—¿Qué cosa Sai? —Le pregunté mirándolo a los ojos.

—Ayer te dije que esperaba poder escapar de nuevo contigo del instituto… hoy se ha cumplido y fue divertido. —Dijo sonriéndome.

—Sí, tienes razón, que casualidad. —Respondí correspondiendo su sonrisa.

—Espero que se repita, la verdad es que me siento bien cuando estoy contigo. Bueno ahora que se donde vive puedo venir a visitarte. —Me dijo guiñándome el ojo para después colocarse el casco y dejarme sonrojada.

—Espera un momento Sai, acaso estas pensand… —Pero no logré terminar ya que Sai me corto en seco para despedirse.

—Nos vemos preciosa. —Dicho esto acelero y siguió el camino a su casa.


El hecho de pensar en que Sai se aparecería cualquier día a visitarme sin avisar era suficiente para hacer que mi corazón se acelerara. Entré a la casa y enseguida salió mamá a recibirme.

—Hola hija ¿Cómo te fue hoy? —Me preguntó sonriendo dulcemente.

—Hola mamá, pues me fue en cierta forma bien, pero tuve que quedarme en retención por lo de ayer. —Le dije comenzando a subir las escaleras.

—Tranquila, ya me suponía que llegarías a esta hora o quizás más tarde. —Me dijo mirándome comprensivamente.

—Por cierto mamá ¿Dónde está papá? ¿No ha llegado todavía? —Pregunte sorprendida de no ver a papá en la casa.

—Bueno tu padre tuvo que quedarse hoy en el trabajo. —Dijo mirándome a los ojos.

—Ya veo, eso quiere decir que tendremos una noche de chicas. —Dije sonriendo divertida.


Subí a mi habitación, luego de cambiarme volví a bajar para cenar, pero en lugar de la cena de todos los días me encontré con que mamá había ordenado pizza, ella quería comer pizza mientras conversábamos en la sala, cosa que solo hacíamos cuando papá no estaba ya que siempre terminaba comiéndose el solo toda la pizza. Fuimos a la sala y nos sentamos en el suelo mientras comíamos y hablábamos de las cosas sucedidas ese día, pero decidí aprovechar la ocasión para preguntarle algo que me inquietaba desde el día anterior.

—Mamá ¿Si te pregunto algo me lo responderías seriamente? —Le pregunté mientras dejaba mi bebida a un lado de mí.

—Claro que si, sabes que responderé cualquier duda que tengas Ino. —Me dijo sonriendo.

—Bueno en ese caso… quiero saber lo que me estas ocultando de Kaito y no me lo niegues. —Dije mirándola seriamente.

—Pensé que me preguntarías otra cosa… bueno sé que tarde o temprano te enteraras de esto y prefiero ser yo quien te lo diga. —Me dijo cerrando sus ojos y colocando su bebida al lado de ella en el suelo.


Mamá nuevamente abrió sus ojos y me miro fijamente antes de comenzar a relatarme lo sucedido.

—Veras hija… Ayer en la mañana la madre de Kaito vino a la tienda buscando unas rosas blancas y estuvimos hablando un rato… El caso es que me contó que ha estado teniendo problemas con Kaito. —Dijo viéndome fijamente a los ojos.

—¿Qué clase de problemas? —Pregunte un poco confundida.

—Dice que ha estado muy agresivo últimamente y que por nada se enoja… Según los doctores estos arranques de agresividad se deben a un golpe que recibió en la cabeza hace unos meses atrás, al parecer afecto una zona del cerebro y desde entonces está así. A mi parecer el pobre chico está quedando loco. —Termino de explicar mamá.

—¿Eso quiere decir que cualquiera que esté cerca de él corre el riesgo de ser agredido si se llega a enojar por cualquier cosa? —Le pregunte un poco asombrada.

—Sí, es por eso que te pedí que no te volvieras acercar a él. —Dijo mirando ahora al suelo.

—Él nunca me menciono nada sobre eso cuando éramos novios. —Le dije mirándola.

—No me extraña para nada. ¿Qué clase de chico le dice a su novia que en cualquier momento puede que llegue a maltratarle? —Me dijo volviendo a mirarme.


Mamá tenía razón, ningún chico le dice a su novia que en cualquier momento la va a atacar si se llega a enojar con ella. Por mi parte estaba a salvo ya que habíamos terminado días atrás nuestro noviazgo, solo me quedaba evitar acercarme a él, pero por otro lado estaba Mei que era su actual novia, si ella no sabía esto estaba en peligro de ser maltratada. Tenía que decírselo, ella no era mala persona como para recibir ese trato de Kaito. Ahora solo tenía un problema ¿Cómo se lo decía si ella y yo ni siquiera nos tratábamos?, no podía simplemente llegar y decirle que su novio era un bastardo que en cualquier momento iba a golpearla. Seriamente tenía que pensar en alguna forma de decírselo.



¿Les gustó?
¿Parte favorita? ¿Por qué?
¿Acaso Mei estará en peligro?
¿Ino conseguirá la manera de advertirle a Mei antes de que algo malo suceda?
¿Errores?

No tengo mas nada por hoy... Espero que les haya gustado el capítulo... Nos vemos en el siguiente...
Cuídense mucho ¿Vale?... ^.^

 

Hola a todos, la verdad no se que decir... Todos sus comentarios me gustan y me llenan de alegría, al igual que sus mg... :D
Hoy vengo a dejarles el capitulo VII... Espero que les guste...

Capítulo VII​

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Esa noche después de hablar durante un buen rato, tanto mamá como yo nos fuimos a dormir. Al día siguiente llegó papá y duro rodo su tiempo libre trabajando en un caso de delincuentes juveniles que había en la ciudad, por otro lado mamá solo se dedicó a inventar recetas en la cocina y yo no hacía más que descansar en mi habitación como un oso en invierno. Así pasamos los días y antes de darme cuenta el fin de semana ya había terminado y era lunes nuevamente. Una semana daba comienzo nuevamente.

—Chao mi amor, chao Ino. —Se despidió papá cerrando la puerta de la entrada.

—Hija yo también me voy, nos vemos en la noche. —Me dijo mamá dándome un beso en la frente.

—Hasta luego mamá, que la pases bien. —Me despedí para luego verla marcharse a su trabajo.



Termine mi desayuno y mire la hora, me quedaban aproximadamente cuarenta minutos para llegar al instituto. Rápidamente me termine de arreglar, tomé mi mochila y salí de la casa. Casi me da un infarto cuando al abrir la puerta me encontré con que Sai estaba estacionado frente a mi casa.

—¿Sai? ¿Pero qué demonios haces aquí? —Pregunte con el pulso acelerado de la sorpresa que me causo.

—Hola preciosa vine a buscarte ¿Acaso no es obvio? —Dijo viéndome con su típica sonrisa falsa.

—Lo siento Sai pero esta vez no puedo ir contigo. —Dije mientras le daba la espalda para asegurar la puerta de mi casa.

—¿Por qué no? —Me preguntó a la vez que su sonrisa se esfumaba como una gota de roció bajo el ardiente sol de verano.

—Es que si voy contigo… cuando lleguemos al instituto todos comenzaran a creer que entre tú y yo… pues… hay algo. —Le dije mientras sentía como el calor subía a mis mejillas.

—Sí, tienes razón pero este asunto es entre tú y yo, nadie tiene porque meterse. —Dijo volviendo a sonreír.

—No, lo siento pero no iré contigo Sai. Hasta luego. —Dije por ultimo antes de comenzar a caminar hacía la parada del autobús.



Al llegar a la parada noté que no estaba sola, a mi lado se encontraban tres de los chicos problemas de la calle en donde vivía.

—Hola muñeca ¿Cómo estás? —Me saludo el primero de ellos mientras comenzaban acercarse.

—No me creo que una chica como tú tenga que ir sola al instituto. Yo podría acompañarte todo el tiempo que quisieras ¿Qué te parece? —Me preguntó el segundo a la vez que comenzaba a deslizar uno de sus dedos por mi brazo.

—Te agradecería que no me tocaras. —Dije seriamente mientras apartaba mi brazo de su tacto.

—Vamos no seas amargada, es solo una muestra de cariño, no tiene nada de malo. —Dijo el tercero tomándome de la cintura para atraerme a su cuerpo.

—Oye no te pases de la raya y suéltame de una buena vez. —Le dije a la vez que colocaba mis manos sobre su pecho para alejarlo de mí e intentar zafarme de su agarre.



Sus miradas eran como la de lobos hambrientos y yo era el pobre cordero que había caído en sus garras. Comencé a pensar que habría sido mejor si hubiera aceptado que Sai me llevara, así no tendría que haberme encontrado con esos idiotas, pero ya era tarde para arrepentirse… o al menos eso pensaba yo.

—Oigan vayan a buscar otra chica… Ella está conmigo. —Dijo Sai estacionando su motocicleta frente a nosotros.

—¿Y tu quien eres para darnos ordenes? —Le preguntó el primero de ellos claramente molesto por la interrupción causada a su supuesta diversión.

—Soy yo. —Respondió Sai quitándose el casco y mostrándose muy serio.

—S-s-sai, n-no sabía que e-ella era t-tu chica. —Dijo el que me tenía tomada por la cintura a la vez que comenzaba a liberarme lentamente del agarre.

—L-lo sentimos mucho, no v-volverá a suceder. Vámonos chicos. —Dijo el segundo de ellos comenzando a dar pequeños pasos hacia atrás.



Los tres chicos se fueron tan rápidamente que lo único que dejaron fue el polvo de lo rápido que corrieron. Me quedé muy confundida, por otro lado Sai solo me miro y volvió a sonreírme.

—¿Quieres que te lleve preciosa? —Me pregunto a la vez que me daba su casco.

—Está bien, tú ganas Sai. —Respondí para luego ponerme el casco y posteriormente subirme a la motocicleta con él.



Una vez más mi salvador aparece justo a tiempo. Ahora solo tenía una pregunta en mi cabeza ¿Cómo es que esos chicos conocían a Sai?, bueno luego se lo preguntaría a Sai personalmente… si es que tenía el valor suficiente de hacerlo. Llegamos al instituto y al estacionarnos inmediatamente todas las miradas se posaron en nosotros, me bajé rápidamente de la motocicleta con intenciones de irme rápido de ese lugar pero me detuve a devolverle el casco a Sai.

—G-gracias por traerme Sai. —Dije entregándole el casco y sin darle tiempo a responder me fui corriendo de ahí con rumbo a mi salón.



La verdad me sentía muy apenada de sentir las miradas de mis compañeros sobre nosotros, pero por otro lado estaba el sentimiento de alegría que invadía mi corazón al haber llegado esa mañana con Sai al instituto. Al llegar a mi salón me senté a esperar a mis amigas, las cuales no tardaron mucho en llegar.

—B-buenos días Ino-chan ¿Cómo e-estás? —Me preguntó Hinata tomando asiento a mi lado derecho.

—Hola Hinata estoy bien. —Respondí sonriendo alegremente.

—Cualquier chica estaría feliz si te trae uno de los chicos populares al instituto. —Dijo Sakura ubicándose a mi lado izquierdo y sonriendo de forma pícara.

—S-sakura-chan se suponía que no diríamos nada. —Habló mi amiga de ojos perlados.

—Es que no puedo resistir la tentación de bromear un rato Hinata. —Dijo Sakura haciendo pucheros.

—Chicas, lo siento pero no se dé que están hablando. —Dije totalmente desubicada en el tema de conversación.

—Vamos Ino-cerda no te hagas la desentendida. —Dijo mi amiga de hebras rosadas sonriendo maliciosamente.

—Estoy diciendo la verdad, no sé de que están hablando frente de marquesina. —Le dije cruzando mis brazos y frunciendo el ceño.

—T-tranquila Ino-chan no e-es nada con i-importancia. —Me dijo Hinata sonriendo nerviosamente.

—Claro que tiene importancia y mucha. —Dijo Sakura cruzándose de brazos y mirando a otro lado fingiendo estar enojada.

—¿Piensan decirme de que se trata sí o no? —Pregunté comenzando a perder la paciencia.

—Iré directo al grano Ino-cerda… ¿Sai y tu están saliendo? —Me preguntó sin rodeos mi amiga de ojos jade con cara de niña curiosa.

—Vaya que los chismes corren ¿Qué les hace pensar eso? —Les pregunté tratando de mantener la calma, aunque los fuertes latidos de mi corazón y el claro sonrojo de mis mejillas demostraban otra cosa.

—Pues la semana pasada te salvo de la posible golpiza de Kaito y no sabemos que pudo haber pasado en el fin de semana, además no cualquiera te trae al instituto. —Me dijo Sakura mientras me sonreía de medio lado.

—Sai y yo solo somos amigos. —Dije esto sintiendo como mi corazón comenzaba a latir aun más fuerte.

—E-eso fue lo que y-yo le dije a S-sakura-chan, pero no m-me quiso c-creer. —Me dijo Hinata viéndome a los ojos.

—Por lo menos Hinata utiliza el cerebro para analizar. Él y yo no podemos estar saliendo, apenas el miércoles pasado termine con Kaito, sería muy extraño que comenzara a salir con un chico cuando solo unos días atrás termine con otro, tengo que esperar al menos un mes para poder salir con otro chico. —Dije mirando directamente a los ojos de Sakura.

—Bueno si lo vemos de esa manera tienen razón. —Nos dijo nuestra amiga de cabello rosado.



Las tres soltamos un muy largo suspiro y luego de un breve instante de silencio Hinata habló.

—T-tengo una pregunta. ¿P-por qué Sai-kun es p-popular? —Preguntó Hinata viendo a Sakura. Debo admitir que esa pregunta también rondaba mi cabeza.

—Sai es popular entre los demás por ser hijo del dueño de las galerías de arte más famosas en Tokio, además él es reconocido en muchas partes por sus pinturas. —Explicó Sakura viéndonos fijamente.

—Y-ya veo. —Dijo Hinata por lo bajo.

—Y al igual que otros chicos populares a Sai le han dado oportunidad de estudio en el extranjero cuando finalice el instituto. —Termino de relatar mi amiga de ojos jade para luego sonreír triunfante por su alto conocimiento.

—¿Y qué otros chicos populares hay en el Instituto? —Pregunté para cambiar de tema.

—Pues entre los chicos populares tenemos a mi amado Sasuke, Neji el primo de Hinata, Naruto, también est… —Detuve a mi amiga para poder aclarar una duda que tenía.

—Espera un momento, se sabe que Sasuke es popular entre las chicas por ser inteligente, guapo y arrogante, pero ¿Naruto por qué es popular? —Pregunte extrañada a mis amigas.

—Bueno… Naruto es popular por ser el mejor jugando futbol, también es popular por ser el idiota hiperactivo número uno en todo el instituto. —Dijo Sakura guiñándome el ojo para luego estallar en carcajadas.



Sakura y yo comenzamos a reír hasta que el abdomen nos dolió y las lágrimas se nos salían solas, por otro lado estaba Hinata que no paraba de defender a su novio. El momento se vio interrumpido cuando sonó el timbre de entrada y nuestros compañeros comenzaron a entrar al salón seguidos del profesor. Las dos primeras clases pasaron sin problema alguno al igual que el receso, pero al llegar la clase de las 11:00 am surgió pequeño problema según los profesores.

—Estimaos estudiantes de todos los años, ha sucedido un pequeño problema y todos los profesores debemos reunirnos, tendrán una hora libre así que se les agradece no hacer ninguna locura. —Se oía la voz de la directora por los grandes parlantes situados en cada pasillo y salón del instituto.

—¿E-eso quieres decir que t-tendremos que esperar hasta la c-clase de las 12:00 pm? —Nos pregunto Hinata.

—Exactamente Hinata, tenemos una hora más de receso. —Le dije levantando mi dedo índice y sonriendo alegremente por la noticia.

—¿Y q-qué se supone que h-haremos en este t-tiempo? —Volvió a preguntarnos.

—Yo iré con Sasuke, no veo nada mejor que pasar el tiempo con mi novio. ¿Vienes Hinata? así puedes estar con Naruto. —Dijo Sakura tomando su mochila.

—P-pero si voy e-entonces Ino-chan se q-quedara sola. —Le respondió mi amiga de cabello azulado.

—Por mí no te preocupes Hinata, yo estaba por ir a la biblioteca, necesito pensar un momento y por ahora ese es el lugar más tranquilo en todo el instituto. —Dije sonriendo dándole a entender que podía ir con Sakura sin ningún problema.

—Esta b-bien, en ese c-caso nos vemos más t-tarde Ino-chan. —Se despidió Hinata para luego tomar su mochila y marcharse junto con Sakura.



Por mi parte tomé mi mochila y comencé a subir por las escaleras hacía la biblioteca que se encontraba en el tercer piso. La biblioteca era uno de los lugares más grandes en todo el instituto después del gimnasio y los diferentes patios, tenía decenas de estanterías llenas de libros organizados alfabéticamente, a los lados de cada estantería habían mesas donde entraban cuatro personas perfectamente y al final de toda la biblioteca habían muebles tanto individuales como grupales para descansar. Comencé a caminar buscando una mesa vacía, cuando por fin encontré una coloqué mi mochila sobre la mesa y me senté a pensar en la forma de hablar con Mei, pero mis pensamientos fueron interrumpidos al instante por una voz en mi oído.

—Hola preciosa. —Identifiqué inmediatamente la voz, era Sai que estaba parado atrás de mi hablándome suavemente al oído, acto que hiso que un escalofrío recorriera todo mi ser.

—Hola Sai. —Saludé para luego verlo tomar asiento frente a mí.

—Esta mañana te fuiste tan rápido que no me diste tiempo para despedirme. ¿Qué estás haciendo? —Dijo mostrándome una leve sonrisa.

—Siento mucho lo de esta mañana, no sabía lo que hacía… Con respecto a lo que estoy haciendo… pues… solo vine a pensar un poco ¿Y tú que estás haciendo aquí? —Dije mostrándole una muy leve sonrisa.

—Me gusta venir a leer de vez en cuando. —Me respondió recostándose en la silla y cruzando sus brazos.

—Ya veo. —Respondí para luego quedarme callada.



No sabía que decir, por primera vez en mi vida me había quedado sin temas para conversar y el silencio que comenzaba a formarse ya me estaba incomodando. Para mi suerte Sai fue el que rompió ese silencio.

—Dime ¿En que estabas pensando preciosa? —Al estar con él sentía una confianza tan grande que no podía evitar sentirme segura, sentía que podía contarle todos mis problemas y él me comprendería a la perfección, era como si nos conociéramos desde pequeños y hubiéramos compartido años de sincera amistad, así que no dude un instante más en decirle mis pensamientos.

—Solo pensaba en la forma de hablar con Mei, es la actual novia de mi ex y tengo algo que decirle urgentemente. —Le dije mirando fijamente sus ojos negros.

—Si quieres te ayudo, Mei estudia en el mismo salón que yo. Ella es una chica dulce y sociable, que yo sepa no muerde. —Dijo cambiando su leve sonrisa a una divertida.

—¿De verdad me ayudarías con esto? —Pregunte un poco sorprendida.

—Claro que si preciosa, no podría negarme ante ese hermoso par de ojos azules que tienes. —Me dijo sonriendo dulcemente, esas palabras seguidas de esa sonrisa tan hermosa y dulce causaron un leve sonrojo en mis mejillas.

—G-gracias Sai, no sabes el dolor de cabeza que me has quitado de encima. —Dije sonriendo alegremente aun con mi leve sonrojo.

—Vamos preciosa, se donde está Mei en este momento. —Me dijo levantándose de la silla y tomando su mochila.



Imité la acción de Sai y luego de salir de la biblioteca comenzamos a bajar las escaleras para luego ir al patio principal. Habían muchos estudiantes en el patio, Sai me guío entre todos ellos y al final pude divisar a Mei sentada bajo la sombra de un árbol leyendo, para mi buena suerte ella estaba sola, ahora solo me quedaba acercarme con Sai y buscar las palabras correctas para hablar con ella.





¿Les gusto?
¿Parte favorita? ¿Por qué?
¿Sai estará destinado a ser el salvador de Ino?
¿Será pura casualidad o el destino que Sai conozca a Mei?
¿Qué sucederá en la conversación entre Ino y Mei?
¿Errores?


Bueno creo que por hoy he terminado... Posiblemente la próxima semana suba varios capítulos... >_<
Ahora me despido...
Les deseo lo mejor del mundo...
¡Sayonara!;)