~ . En mi vientre, el hijo de un vampiro . ~[Espero que lean : )]

~ . En mi vientre, el hijo de un vampiro . ~[Espero que lean : )]

Bueno, realmente llebaba tiempo queriendo hacer un FIC de vampiros jajaja, pero no tenía las ideas muy claras tampoco, ya que por otra banda estoy haciendo el fic de: ..·*La esfera dará nueva vida a Kagome*·.. y me lleba trabajo, pero creo que podré con los dos y espero que os gusten los dos, y los que no sabiais ni que existia ese fic espero que se meta y lo lea algún día. Gracias a los que hayan leido esto.

En mi vientre, el HIJO de un VAMPIRO
Capítulo I

Sonaba en el salón la melodia que tenía en el telefono, una melodia bastante divertida porque yo misma la elegí. Pero no tenía ni el más mínimo interés por ir a descolgarlo.¿Y si era el nuevo novio de mamá?¡Eso si que no!No quiero tener nada a ver con ese insecto.
-¿Sí?-Se oyó una voz en el salón.Mi madre lo agarró ya que vió que me ausentaba en cogerlo, también sabia que no iba a acerlo.
-Por supuesto. Puedes venir a cenar, amor- ¡Bingo! Había acertado, era el nuevo novio de mamá. Menos mal que no lo cogí, suspiré.
-¡Kagome!-Me llamó mi madre gritando, dejé mi libreta encima de la mesa de estudio, y bajé corriendo por las escaleras.
-¿Dime?-Respondí a su llamada.
-InuTaisho vendrá a cenar. Haz el fabor de arreglarte ¿vale?- Dijo ésta con una sonrisilla que le salía picarona.
-Ay... de acuerdo-Dije mientras me disponía a subir las escaleras.
-Ah y... vendrá junto a sus dos hijos-Concluýo mamá. Me quedé helada, ¿tenía hijos?¿Si ese hombre se instalaba alguna vez en mi casa debería aguantarles?.
Dejé de darle vueltas al tema, y me puse un vestido que tenía de tirantes, amarillo con motivos de flores precioso. Y me senté a maquillarme, mientras lo hacía escuché el timbre de mi casa.
-Pasad, porfabor-Escuché a mi madre reciviendo a sus invitados.
Yo todavía no estaba preparada y por lo tanto me quedé a echarme más polvos en mi cara, al rato entró mi madre a la habitación.
-Kagome, nuestros invitados esperan, mujer-Dijo ella intentandome apurar.
-Ya bajo deja que me peine-Respondí cogiendo el cepillo del cabello y pasandolo por mi cabellera mientras ella se retiraba.
Apenas pasaron 5 minutos y ya abrí la puerta de mi cuarto y bajé por las escaleras, mi mirada automaticamente se dirigió hacia el salón donde ví tres hombres sentados en los sillones y sofá. El novio de mamá, y sus dos hijos, supuse... Las miradas de éstos se posaron en mí, y el de el novio de mamá parecía que me jalara conla mirada, que poca verguenza tenía...
-Hija mía, te presento a mi pareja, InuTaisho-Dijo ella señalandolo con las manos. Éste se lebantó del sofá y cogió mi mano para besarla.
-Muchísimo gusto señorita-Me dijo, la verdad esque parecía un rey con sus dos hijos, queriendo concertar a alguno de ellos matrimonio conmigo. Creo que mi imaginación vuela...
-Éste es Inuyasha-Señaló a un joven de cabellos plateados, y ojos dorados y grandes, vestía con un traje algo antiguo, negro. Se lebantó para darme dos besos, no parecía alguien de muy buenos modales.
-Y éste... Seshomaru-Acabó de presentarme a mi nueva família, ¡a la que odiaba desde que la ví cuando bajaba por las escaleras!.
Se lebantó para darme, al igual que su padre, un beso en la mano. Éste si parecía un principe.
-¿Y bien, no dices nada?-Me preguntó mi madre un tanto nerviosa. Yo miré a mis huespedes de los pies a la cabeza de nuevo, sin cambiar mi expresión de cara, que era aburrida.
-Encantada-Me senté en el sofá junto mi nuevo 'papá'. Mi madre se fué a la cozina a acabar de preparar la cena. Yo me sentía demasiado incomoda, todos me comian con sus miradas me sentía el centro de atención, me daban hasta miedo. Y mamá me salvó entrando por la puerta.
-La cena está lista y servida señores-Sonrió ella arreglandose un poco el moño que se había recogido. Nos sentemos en la mesa, y comimos. Fué una cena normalita, ya que los hijos de InuTaisho no hablaban para nada, pero el padre de éstos me seguía poniendo muy nerviosa no dejaba de mirarme en todo el rato.¿Esque mamá no lo notaba?.Dí un golpe en la mesa.
-Ya terminé-Dije lebantandome y cogiendo el plato.
-Oh, Kagome no te molestes porfabor hija. Ahora recojo yo-Me dijo mamá.
-¿Puedo ir... a mi cuarto?-Pregunté con la voz algo temblorosa.
-No seas mal educada, nadie duerme hasta que los invitados se vayan-Me respondió mamá. Mi mundo se derrumbaba por segundos cuando veía ese viejo mirarme tanto, sobretodo por encima del hombro.¿Que demonios le pasaba?Me estaba cansando sinceramente.
-¿Le pasa algo a usted?-Pregunté ya hasta las narices.
-Para nada-Respondió con una sonrisa.
-¿Pues porque no deja de mirarme, tengo algo en la cara?-Pregunté de nuevo.
-Esque pensaba que me ha tocado tener una hijastra muy bella-Entonces miró a mi madre-Al igual que su madre-Y luego le dió un pequeño beso.
¡Que rabia!Me dejaba mal delante de toda la mesa, y encima me seguía mirando de arriba abajo.
Pasarón tres horas por lo menos, hasta mi madre se había quedado dormida en el sofá pobrecita sin darse cuenta. Mis ojos se estaban apagando.
-Bien chicos, tomenla-Dijo InuTaisho aseñalandome.
Mis ojos se abrieron de golpe y me lebanté del sillón mirandolos temerosamente, ya que los hijos de ese viejo se habían lebantado mirandome de una forma que no me gustaba nada.
-¿Que intentáis?-Dije apartandome de ellos, ya que benían hacia mí.
-Yo me pido el cuello-Le dijo Inuyasha a su hermano, yo me quedé helada de nuevo.
-No te preocupes, está buena de todos los lados-Dijo Seshomaru.
Tenía miedo, y grité, mi madre se despertó de golpe pero InuTaisho la tenía agarrada. Éstos me tomaron por los brazos, gritaba, me estaba mareando entre el sueño y los nervios que había pasado durante la cena y la espera.
-InuTaisho,¿Que le hacéis a Kagome?-Dijo mi madre adormecida.
-No te preocupes querida. Mis hijos cuidarán bien de ella-Respondió éste.
Eso fué lo unico que llegué a escuchar, antes de que dos colmillos afilados se posaran en mi cuello succionando lo que tenía dentro de mi vena.
-Basta...-Supliqué. Pero no me hicieron caso alguno. Ví como InuTaisho empezó a succionarle sangre a mamá también pero yo estaba totalmente inmovilizada, Seshomaru también clavo sus colmillos en un costado de mi cuerpo, cada vez me mareaba más y más.
-¡Ya está bien demonios infernales!-Oí la voz de una mujer, giré mi cara hacia ella, solo pude ver que era muy pálida de piel, y que sostenía un arco, amenazando a los tres hombres que estaban en mi casa.
_______________________________________________________________________
Me desperté en una habitación, muy grande. Con ventanales gigantes, una cama que parecía de la realeza, una habitación muy cara vaya. Me lebanté de la cama, me dirigí a una de las ventanas, no reconocía el paisaje. Entonces, cuando mi cuello y el costado de mi cuerpo empezaron a escocer, empezé a recordarlo todo. Me dirigí a la puerta de la habitación para salir, y así lo hice, corría por los pasillos sin ningún rumbo, hasta que me topé con alguien y caí al suelo. Me sobé el trasero mientras elevé mi cabeza hacia el rostro de esa persona.
-¿Quien eres?-Pregunté exausta.
-Así que ya despertaste-Me dijo esa mujer tan hermosa.
-¿Que es esto?-Señalé las heridas de mi cuello. Dos puntitos, dos heridas profundas.
-Són las marcas de colmillos vampíricos-Me respondió.
No entendía nada.¿Que estaba diciendo ella?¡Los vampiros no existen!Es imposible, estaba chiflada. Aunque recordaba totalmente que éstos me succionaron la sangre.
-¿Dónde está mi madre?-Pregunté.
-Ella está en otra habitación. Cuando despierte se reunirá con nosotras-Me respondió amablemente. Aunque yo aún no sabía quien era esa mujer...
-¿Quien eres?-Le volví a preguntar. Ella sonrió.
-Soy Kikyo, concretamente una cazavampiros. Ésos que estaban en tu casa los aprisioné en las mazmorras de éste palacio-
Yo me quedé atónita, y empezé a observar todo lo que me rodeaba. Entonces escuché como la mujer me invitaba a ir a las mazmorras a ver a éstos y yo acepté. Bajemos miles de escaleras, yo estaba agotada, y eso que era bajada... y paseemos por distintas celdas, hasta llegas a la que más lejos estaba. Allí estaban los tres hombres que cenaron en mi casa.
-Ellos són vampiros-Me informó al parecer, Kikyo.
Los hombres nos miraron con miradas furiosas.
-Cuando salgamos de aquí nos encargaremos de que no te quede ni una gota de sangre Kikyo-Dijo InuTaisho.
-¡Malditos asquerosos!-Escupí dentro de la celda, y ellos por supuesto se sintieron muy insultados.
-¿Porque no les matas?-Le pregunté a la cazavampiros.
-Por que experimentaremos con ellos-Sonrió mirandoles, cosa que parecía que les daba mucha rabia a ellos.
-Bien, será mejor que volvamos. Tu madre puede despertar en cualquier momento.¿No?-Me preguntaba la mujer.
-Sí...-Dije mirando a uno de los hijos de InuTaisho que nisiquiera se había molestado en lebantarse para vernos, solo estaba concentrando su mirada en un lugar del suelo de la celda.








CONTINUARÁ



Espero que no les haya aburrido mucho x'');;

 

Re: ~ . En mi vientre, el hijo de un vampiro . ~[Espero que lean : )]

¡Wooow! Vaya, muchísimas gracias por el apoyo de verdad, no me pensaba que escriviría tanta gente en tan poco tiempo. Bueno pues aquí os dejo la continuación si os parece bien : ). También debo decir, que me ausentaré en ir continuando esta historia puesto que no voy a dejar de lado la que inicié anteriormente.
GRACIAS.

En mi vientre, el HIJO de un VAMPIRO
Capítulo II

Nos encontrabamos en la cozina comiendo algo, ya que yo estaba ambrienta. Kikyo era una señorita muy hermosa, la verdad esque tal vez envidiaba todos esos rasgos tan femeninos, y además hablaba como una completa señorita educada, cosa que amí también me habría gustado tener. Por cierto, mamá me dijo que mi papá era muy considerado y honrado, y todo un caballero, estoy segura de que no es verdad. ¡Miradme amí!
-¡Kagome!-Me gritó mi madre. Hacia un ratito que se había despertado, la verdad esque estaba bastante triste. La entiendo, ¿quien se imaginaria que su pareja es un vampiro? y menos aún si no crees en éstas cosas...
-¿Si?-Le contesté dulcemente.
-Te veo distraida.¿Te encuentras mal?-Me dijo con una expresión muy triste, yo le sonreí para calmarla. Entonces un hombre con una cola de caballo alta entró por la puerta alterado.
-¡Señorita Kikyo, los Taisho han huído!-Gritó alertandonos.
Yo creía que me iba a dar algo, solo escuché el sonido de la voz de Kikyo, diciendole a ese tal 'Koga' que nos llebara a un sitio seguro, y éste nos cogió a mi y a mi madre y nos trasladó hacia una habitación cerrandola bajo llave.
-Chico, chico-Le decía mi madre al joven.
-Mi nombre es Koga, señora-Le respondió el tipo, tenía los ojos azules, su cabello negrísimo recogido en la cola que antes ya mencioné, era en sí muy atractivo la verdad.
-¿Cuando saldremos de aquí?-Preguntó mamá nerviosa, esperando que la respuesta fuera de su agrado.
-Cuando la señorita Kikyo regrese para decirnos que podemos salir-Contestó el abrazando a mi mamá.
-¿¡Que!?-¡No me lo podia creer! podriamos pasar muchísimo tiempo ahí encerrados, yo no estaba dispuesta, no, no, no, nada de eso.
-Yo salgo de aquí-Dije decidida.
-Kagome estate quietecita-Me ordenó el hombre.
-Abre la puerta-¡Herror!No me acordaba de que tenía la llave el, y que había cerrado. El se quedó pensativo, mi madre le decía que no lo hiziera, pero yo llebaba dentro de mí una furia demasiado grande.
-No puedo, la señorita Kikyo se endaría-Me dijo de una vez. Yo me harté y me abalanzé sobre el peleando, sabía que que éste no iba a pegar a una mujer, y menos tan joven como yo. Tengo 15 años recién cumplidos. ¡Y bingo! Le agarré las llaves. Rápidamente me salí de encima suya, y abrí la puerta dejandola entornada. Mi mamá quiso salir detrás de mi pero oí: '¡Señora, usted no!¡Es peligroso!' y pobrecita tubo que quedarse allá. Yo caminaba por una clase de pasillos que desconocía por completo. Todavía no me hacía a la idea de todo lo que estaba pasando... estaba tan confusa que no sabría decir ni en que día de la semana estamos. Hacia cinco minutos que sentía la presencia de alguien mirandome, pero yo miraba hacia todas bandas y no veía a nadie. Tenía miedo, y entonces al girar por un pasillo me topé con alguien. ¡Dios, que miedo! No miento si digo que el corazón me iba a 1.000.000 por hora. Le miré, era el hermoso rostro de alguien que anteriormente ya me había cazado y mordido. ¿Hermoso? Enfín... nunca me privé para decir lo que sentía de verdad cuando veía un hombre.
-¿Que haces muchacha?-Me preguntó, yo no respondí evidentemente.¡Me dava tanta verguenza que me viese! (Me tapé los ojos con las manos para que no viera la cara tan pálida que se me había puesto). Sentí que sus manos querian apartar las mias de mi cara. Dí pasos hacia atrás.
-Basta, dejame.No quiero que me veas-Le dije.¡Que estúpida! Seguro que se pensaría que soy una tonta.
-Oye no voy a hacerte daño... disculpa por lo de tu casa-Se disculpó el chico. Yo, tan sorprendida, retiré mis manos de mi cara.
-¿Como?¿Que lo sientes?JA-JA-JA que ironia, ¿Quieres que te perdone esto?-Dije señalando las marcas de mi cuello. ¿Que se había pensado? Cruzé mis brazos.
-Oye... ya diculpame no te vas a convertir en vampiresa ni nada por el estilo tonta-Me dijo vazilando.
-¡Ah!¿Así que se trata de eso?Claro, comeme, bebe toda mi sangre, total no voy a convertirme en vampiresa...-La ironia es lo mejor del mundo...-Tú, tu hermano e InuTaisho vais a morir descerebrados, ¿pero que digo? Estoy hablando con un vampiro, ¿con quien hablo?- Ése hombre era Inuyasha, ahora recordé su nombre, la verdad esque me miraba con una expresión que intentaba comprender lo que decía.
-No me mires-Le dije.
-Pensaba que eres bonita-Me dijo como si fuera un niño pequeño. Mi rostro cambió absolutamente, en realidad ya no estaba discutiendo con el, es como... ¿si estubiera entablando una pequeña amistad con el?.
-Mi papá nos controla amí y a Seshomaru. Nosotros cazamos la sangre, para luego depositarla en nuestros nidos. Nosotros tres no somos los unicos en nuestra esepecie-Me explicó.¡Ja! Quizás pensó que todo ese rollo me lo tragaría, pero no es así.
-Mira, si no quieres no tienes porque creerme-Me dijo. Yo no sabía que pensar, no sabía que hacer. Por cierto... ahora se me vino en mente.¿Dónde estarian Seshomaru e InuTaisho si Inuyasha estaba aquí?.
-¿Dónde estan tu hermano y tu padre?-Le pregunté.
-No lo sé. Se salieron sin mí. No encuentro la salida de éste laberinto-Me explicó bastante preocupado. Yo no sé por que lo hize, ni tampoco conocía mucho ese castillo. Pero en un impulso le cogí de la mano y empezé a correr sin rumbo alguno la verdad, pero suerte la mia, que lleguemos a uno de esos ventanales tan grandes del castillo. Éste aceleró el paso (estábamos corriendo) cuando lo vió. Lleguemos hasta la ventana, miremos por ella. Ahí estaban, su hermano y su papá volando, flotando entre los aires esperando a que Inuyasha saliera del castillo para marcharse con el. El chico me miró con sus ojos dorados, me alcanzó entre sus brazos dandome un pequeño abrazo de agradecimiento, y para acabar un beso en la mejilla.
-Muchísimas gracias, señorita-Dijo haciendo una reberencia, cogiendo su capa y todo, era la viva imagen de los vampiros de los cuentos, nobles, hermosos... Entonces salió por la ventana, y se reunió con éstos.
-¿Que hacias con la humana?-Reñía su papá. Pero ya se fueron en otra dirección, supongo que a sus casas, y entonces no pude escuchar más. Una chica me agarró por el hombro, me giré. Sí, era Kikyo.
-Kagome,¿estás bien? dije que no podíais salir de la habitación. ¡Maldita sea...! ¿En que pensaría Koga dejandote salir?-Maldecía la cazavampiros miles de vezes.
-Han escapado-Me informó, pero yo ya lo sabía, porque yo misma conducí a Inuyasha hasta la ventana, para que pudiera escapar. ¿Pero porque hice eso? Ahora me sentía tan mal... había dejado escapar a nuestros agresores... ¡Y tan peligrosos que eran!.

Kikyo nos dijo que pasaramos bastante tiempo allí aisladas en ese castillo, que ahí estariamos seguras. Debían acabar con la plaga vampírica. Yo añoraba mis clases... mis amigas... a Hoyo... Lo más extraño, es que todos los días recordaba a ese vampiro, recordaba como me abrazó, ese beso tan suave, como se fué volando. Lo añoraba también. ¡Lo sé! No me miréis mal... estar aquí encerrada te deja demente. Yo me conocía el castillo de pi a pa. Y Kikyo me había estado enseñando a manejar el arco, hasta me presentó a su hermana Kaede, fabricante de balas de plata, y armas. Era una viejecita de lo más amable, yo siempre entablaba conversación con ella.
A la noche, me sentía sola, mirando la luna tan blanca que había, era luna llena. Miré hacia abajo, estaba en mi cuarto, a oscuras, de nuevo miré hacia la luna y entre esa silueta tan redonda apareció otra en su interior negra, que se acercaba cada vez más. Era un hombre... tenía los cabellos muy largos... ¡Ojalá sea el!. Acerté, éste se acercó más a mi ventana y le abrí, lo invité a pasar y el no me dijo nada, ni yo a el. Pasaron cerca de... diez minutos ¿tal vez? y todavía no habíamos dicho nada. Entonces no me pude contener. ¡Perdoname, mamá!. Lo abrazé y el me correspondió tiernamente.
-¿En dónde estubiste?-Le dije triste. Éste posaba sus ojos dorados sobre los mios, que bonitos eran.
-¿Y esa pregunta? Yo no tengo que dar explicaciones a nadie sobre lo que hago, o dejo de hacer-Me respondió al natural, me separé de el, y le giré la cara dirigiendome hacia mi cama y me senté en ella.
-Olvidaba que en los cuenos los vampiros se van con miles de damas bonitas para incarles el diente y luego tomarlas-Le dije.¿Pero y amí que me importaba? en realidad me molestaba un poco la idea. ¡No son celos! No seáis mal pensados, pero esque... encima que yo le ayudé a escapar... ¿porque no vino antes a verme?.
-Ah, ya entiendo. Estás celosa-Me dijo. ¡Ayyyy y yo dije qu eno estoy celosa para nada!.
-¿De dónde sacas gran disparate?Apenas te conozco-Le dije a ese vampiro que me hiptonizaba con sus ojos que brillaban en la oscuridad.
-Pero me echabas de menos-Se volvió a dirigir amí.
-Encerrada en éste sitio, echo de menos hasta a mi peor enemigo-Le dije para que no se hiciera falsas ideas. No me interesaba que se hiciera ideas herroneas...
-Oye los vampiros no somos tal y como lo cuentan en los cuentos, chica. No he estado con miles de mujeres, ni he tomado a ninguna desde aquel día que me ayudaste a escapar-Me explicó. ¡Me alegré muchísimo! Y no... no estoy celosa, solo que... eso quiere decir que se siente en deuda conmigo.










CONTINUARÁ...

 

Re: ~ . En mi vientre, el hijo de un vampiro . ~[Espero que lean : )]

Enfín, gracias por comentarme los -> errores x) que tengoo! Pero nosé me salen sin más sniiff.. bueno aquí les dejo continuación.
Les invito a leer: ..·*La esfera dará nueva vida a Kagome*·.. .
Por cierto FABIANA, ese le continuaré cuando posteen más, dejaré que pase una semana si nadie más postea lo seguiré, paso de dejarlo a medias.
Bueno aquí está vuestra continuación:

En mi vientre, el HIJO de un VAMPIRO
Capítulo III

-¡Kagome!- Oí a ese chico que estaba a mi lado pronunciar mi nombre, dulcemente. Éste se había sentado ami lado en la cama, y seguramente notaba que estaría muy pensativa.
-¡Kagome!-Gritó más fuerte.
-¡Ay!¿Que?-Respondí sin tener más opciones... me miraba perplejo, se pensaria que pasaba de el o que no le hacia caso fijo.
-¿En que piensas?Estás atontada todo el rato-Me dijo, cosa que me enfadó algo, el termino 'atontada' no me había gustado. Pero me lo callé creería que soy una cria si me enojaba por ello...
-En nada, solo miro la alfombra-Le dije, no coló, losé pero no me importaba en realidad. Entonces sentí que agarraba mi mano, ¡me sonrojé tanto! nisiquiera Hoyo lo había echo de esa forma...
-¿Que haces?-Le pregunté entrecortando las palabras.
Esuchemos un ruidito que venía del pasillo, en un impulso escondí a Inuyasha bajo la cama, aunque el no estaba muy de acuerdo... me costó pero lo logré. Alguien abrió la puerta de mi cuarto y luego encendió la luz.
-¿Kikyo?-Pregunté extrañada.
-He oido una voz que no era la tuya, Kagome-Me dijo con cierto tono amenazante.
-¿Que quieres decir con eso?-Le pregunté disimulando.
Empezó a revolver toda la habitación, poniendolo todo patas arriba, Inuyasha imagino que debería estar temiendo. Le entiendo, yo no quisiera volver a ese sitio que le dicen 'La mazmorra' ni tampoco quería que el fuera en realidad...
Después de mirarlo casi todo me dijo que me lebantara de la cama, yo me negué al principio, pero no tube más remedio. Me lebanté. Y ella se agachó, me temía lo peor...
-Ya lo imaginaba-Dijo. Alargó su mano y sacó de debajo de la cama el brazo de Inuhasha, tiró hacia ella y lo sacó por completo.
-Kagome, ¿se puede saber porque le cubres?-Me preguntó muy enojada. Esos ojos chocolate indicaban furia, y lo quera una mujer hermosa de tez blanca, se convirtió en una arpía.
-Quizás se te ha olvidado que el, es el motivo por el que estás aquí encerrada-Me gritó aseñalando al vampiro.
-Ya dejala idiota-Le dijo Inuyasha defendiendome.-Si me cubre será porque no soy tan malo después de todo ¿no crees?-Continuó.
Kikyo se enfadaba más por momentos, losé por la expresión de su cara, y cada vez que Inuyasha abría su boca para defenderme se enojaba más.¡¿Porque?!.Que mujer...
-Me lo llevo a las mazmorras, y como escape sabré que has sido tú-Dijo señalandome, yo puse mis ojos como si fuera bizca mirando su dedo.
Se llevó a Inuyasha, y éste me miraba desde que estaba enftrnte demí aunque aprisionado por Kikyo, hasta que desapareció por la puerta de mi cuarto.
¡Demonios! Ya habían pasado media hora y le echaba de menos. Quería verle más, y esa mujer no me permitió tener más momentos con el.
Decidí salir de la habitación, ví que unos rayitos de luz salían bajo la puerta del cuarto de Kikyo. Me aproximé muy sigilosamente. Apoyé mi cabeza en la puerta, y conecté mi oido en ésta escuchando al otro lado.
-¡Ya claro!-Escuché la voz de Kikyo.
-Que te digo la verdad, Kikyo-Escuché a...¿Inuyasha?.
-¿Y que hacías en el cuarto de Kagome, Inuyasha?-Preguntaba la voz de Kikyo. Ahora en definitiva, si, era Inuyasha el que estaba ahí dentro. Pero... ¿No lo había llebado a la 'Mazmorra'?¿Que era esto?. Entonces dejaron de hablar. Yo quería saber que estaba pasando, miré por el agujerito de pomo y ahí los ví. ¡No me lo podía creer! Estaban los dos encima de la cama de Kikyo, el vampiro encima de ella, se estaban besando y acariciando con sed de sus propios cuerpos. Inuyasha... maldito...
Dejaron de besarse.
-Sé que estás enamorada de mí. Llebas demasiado tiempo intentando cazarnos amí y a mi familia solamente para tenerme amí.¿Verdad?-Preguntó Inuyasha.
-Sí...-Kikyo estaba sedienta de los besos de ese chico, y cada vez que éste la satisfacía dandole beso tras beso los latidos de mi corazón augmentaban. Dí un portazo a la puerta, y éstos miraron de golpe dejandose de besar. Yo corrí hacia el cuarto de mamá, y entré. Ella había despertado de golpe al escuchar alguien correr por los pasillos.
-Kagome...¿que te pasa hija?-Me preguntó mientras yo me avalanzaba sobre ella para que me abrazara. Empezé a llorar, ni siquiera sé el porque.¡Que tontería!¿Amí que me importaba que Inuyasha estubiera con Kikyo?. Mi madre dejó de hacerme preguntas y me tapó junto a ella y nos dormimos.
Al día siguiente me lebanté no me acordaba de lo que había pasado el día anterior, hasta que miré por la ventana y todos los recuerdos me binieron a la mente. La tristeza se apoderó demí. Entonces se me ocurrió bajar a las mazmorras para ver si Inuyasha estaba allí atrapado. Corrí con todas mis fuerzas, por suerte no me encontré con Kikyo por ninguna banda y cuando llegué allí le ví. Estaba tirado en el suelo, dormido.
-¡Tu, tu!-Grité para que despertara. Él, adormecido, se despertó costosamente.
-Kagome... que bien que estés aquí-Dijo acercandose a los barrotes que le impedían tocarme.
-Serás estúpido-Dije intentando abofetearle, pero claro, no pude.¡Esos barrotes!. Cogí las llaves y abrí la celda. Éste me miraba perplejo, porque yo me acercaba hacia el con tal rápidez que no sabía lo que le iba a hacer. Y entonces le dí una bofetada.
-¡¿Pero que haces tonta?!-Me gritó enojado.
-¿Que pensabas?¿Que iba a colar?Ya sé que tu y Kikyo tenéis algo, no me lo ocultes más-Dije cruzando mis brazos. El notó que estaba muy furiosa. Intentó abrazarme, ay... como echaba de menos ese abrazo... pero le tube que apartar. Soy demasiado orgullosa.
-Idiota... yo no soy como ella-Dije retirandome para salir de la celda. Pero éste me detubo cogiendome por el brazo.
-¿Ah no? Pues las benís a buscarme-Me dijo. Eso me enfureció muchísimo más. Finalmente me fuí de allí. El me llamaba a las espaldas, pero yo no acudí ni una sola vez. ¡Estaba tan enfadada! No había venido a verme amí... si no a esa mujer tan fria. A las puertas de las mazmorras me encontré con ella. La que era mi nueva enemiga.
-¿Que hacías allí abajo eh?-Me preguntó.
-¿Que te importa? Si estoy en este sitio encerrada podré ir donde me plazca-Le dije pasandola de largo, noté que le había dado rabia mi contestación y tras retirarme, bajó por donde yo acababa de subir. Si... seguro que iba a ver a Inuyasha, ¡que tia!. Bajé siguiendola para afirmar mis teorias. Y me escondí tras una caja gigante, estaría llena de armas porque tenía un símbolo muy extraño en ella. Y allí ví a Kikyo abriendo la celda para entrar, y avalanzarse a los brazos Inuyasha, que éste aceptaba. La abrazó, tan tiernamente que me dolía hasta a mí.
-Te eché de menos... siento tenerte aquí encerrado-Dijo Kikyo.
-No pasa nada. Lo entiendo. Pero piensa que mi hermano y mi padre vendrán a buscarme-Le contestó Inuyasha.
Yo no sabía que hacer... me daba tanta rabia esa situación. Debía salir, y dar a luz que sabía todo ese percal, ¿o no?. Pensé que mejor no debía hacerlo... si Kikyo me molestaba algún día de muy mala manera, ya tendría una protección a mi fabor. Me retiré de las mazmorras, no quería ver como se besaban más. ¡No lo soportaba!.
Se hizo la tarde, yo me encontraba en el jardín de aquel sitio, mirando el cielo, muy aburrida. Y entonces binieron volando dos seres, yo ya me hacia a la idea de quien podían ser. Claro, Seshomaru e InuTaisho. Bajaron para verme amí.
-Tú-Me dijo Seshomaru.
-Sabemos que mi hermano fué a verte.¿Que le has echo humana?-Me preguntó de nuevo.
-Si me tratas de ese modo no voy a decirte nada-Dije tomando un sorbo del te que tenía encima de la mesita.
-¡No juegues conmigo idiota!-Me gritó friamente.
-Tal para cual...-Murmuré.
-¿Como dices?-Me preguntó éste.
-Nada...-Le contesté divertida. La verdad esque era muy gracioso ver a ese tipo tan serio ponerse de malas. Aunque también peligroso paramí. Ellos mismos, si me hacían algo no sabrían como rescatar a Inuyasha.
-¡Basta-Le gritó InuTaisho a Seshomaru.
-Querida, dinos donde está mi hijo-Me preguntó noblemente InuTaisho. Me asombraba de nuevo lo tan noble que era ese hombre. Pero nunca olvidaré que por su culpa algo marcó mi vida. Y que por su culpa estoy en éste horrible sitio, y sufriendo...
-Primero, de querida nada. Segundo, ¿que saco a cambio?-Le dije interesada.
-Será...-Murmuró. Yo no me molesté ni en decirle '¿Seré que?' Porque sabía perfectamente que yo había jugado una carta buenisima.
-Lo que nos pidas, te será concedido-Me contestó.
-Quiero que me llebéis con vosotros-Le respondí.¡Sí!¡Victoria!Al fín...
-¡¿Que?!-Gritaron el padre y el hermano al unísono. Me reí de lo divertido que había quedado eso. Se miraron entre sí.
-De acuerdo... pero ahora traenos a Inuyasha-Me dijo Seshomaru.
Me lebanté de la mesita donde estaba, les dije que esperaran ahí. Entonces ya entré en el castillo y corrí hasta llegar a las mazmorras. Estaba tan emocionada... podria irme con unos vampiros... aunque... nosé si lo que acababa de hacer era firmar mi muerte. Llegué a la celda del vampiro que odiaba tanto, cogí las llaves que estaban colgadas en su sitio, y empezé a abrir la puerta.
-¿Kagome...?-Dijo éste mirando como abría. Entonces le cogí de la mano, empezemos a correr yo no le dije ni una sola palabra. Esto me recordaba tanto a la primera vez que le dejé escapar... me enterneció y cogí más fuerte la mano de el, y el me correspondió apretando también. Lleguemos al jardín, allí estaban Seshomaru y InuTaisho esperando la llegada del vampiro que tenía cogido de la mano.
-Aquí lo tenéis-Dije soltando a Inuyasha... aunque tristemente.
-Bien-Dijo InuTaisho mirando mal a Inuyasha, ya que éste se dejó apresar.
-Ahora vuestra parte del trato-Les dije.
-Hijo, coge a esta mujer en brazos-Le dijo InuTaisho a Inuyasha.
-No-Les dije. Todos me miraron, Inuyasha extrañado.
-Que me llebe Seshomaru-Inuyasha me miró muy mal, veía celos grabados en su mirada. Pero amí nadie me iba a hacer sufrir ni a molestar, así que... sus herrores los pagará con herrores míos que le vayan a molestar. Seshomaru se acercó amí, y me miró a los ojos, éste también tenia unos hermosos ojos dorados, pero no se podian comparar con los de Inuyasha. Finalmente me cogió en brazos.
-Vamos, padre-Dijo Seshomaru agarrandome bien fuerte.







CONTINUARÁ...