Personaje: Aisha Nakamura. Parpadeó repetidas veces intentando procesar la información. La mujer detrás del escritorio le devolvió la mirada con fastidio, Aisha estaba interrumpiendo su interesante conversación online con sus insistentes e ilógicas preguntas. —Te lo repito, Ash Nakamura dejó de trabajar aquí hace más de 5 años —repitó la mujer groseramente, dejando claro que no le gustaba que le interrumpieran. —¿Sabe por casualidad dónde trabaja actualmente? —preguntó nuevamente, ignorando por completo la poca disposición de la mujer a atenderla. La gorda secretaria suspiró cansadamente, calcinándole con la mirada. —¿Acaso somos un directorio telefónico? No, no lo sé, señorita. Hasta donde he escuchado, trabaja desde casa. Y ahora por favor, ya es hora del almuerzo —. La cortó groseramente colocando el cartel de "Hora de almuerzo" sobre su escritorio y le dio la espalda para seguir tecleando frente a la computadora. Aisha se quedó de pie. Aturdida, confundida. Su padre definitivamente no trabajaba desde casa, no hacía más que estar tirado en el sofá y perseguirla a ella a donde quiera que fuese para asegurarse que estuviese entrenando y siguiendo su horario. Salió corriendo del edificio que por años creyó era el trabajo de su padre en dirección al único lugar donde sabría que tendría respuestas. Cruzó las puertas del banco agitada, habló con una ejecutiva para solicitar una consulta del monto del fondo de ahorro de su universidad. Aunque al principios fueron renuentes, por su edad -aún dieciseis años- y a falta de la presencia de un representante, pero expresó que sólo quería conocer el monto para saber a qué universidades tenía opción de aplicar. Los ceros frente a la cuenta comenzaron a darle vueltas al igual que toda la habitación. La cuenta estaba en cero. Lo que le había dejado su mamá, todos estos años de competencias y premios, todo había desaparecido. No estaba allí o quizás nunca lo había estado. Mentiras. Mentiras y más mentiras. Se dejó caer en la acera a las afueras del banco. Abatida, desilusionada, desesperanzada... Todos estos años había soportado, se había esforzado, había ganado con la esperanza de que ese dinero que poco a poco iba reuniendo, sería su libertad en el momento que fuera mayor de edad y pudiese tomar ese dinero para irse a la universidad. Empezar de cero, tener amistades, tener un novio, ser una joven normal. Pero sus sueños estaban como su cuenta bancaria: en cero.
damas y caballeros, con ustedes, Gigi enojada con el viejo de Aisha - Segunda parte ES UN PARÁSITO UN PUTO PARÁSITO a ver, qué pretende chupando así los fondos para su universidad? para qué la sobreexige tanto para entrenar y ser la mejor en lo que hace si después va y se fuma la plata que va a servir para que Aisha realmente pueda llegar a vivir de eso? >:c Qué se supone que pretende ste men? que se gane una beca? que... no sé. no sé, NO LO ENTIENDO Y ME CAE MAL Y LE QUIERO PEGAR >:c
La verdad, leyendo estos escritos que has hecho de ella, Tars, consigo entender un poco mejor las motivaciones que ha tenido a lo largo del rol y siento hasta lástima por ella, mira. Es que tiene que ser terrible esforzarte toda tu vida por algo, para tener esa libertad que tanto ansías y que un buen día descubras que no ha servido de nada porque el resultado de esos esfuerzos ha desaparecido. Sinceramente, odio mucho a su padre. Se aprovecha de su propia hija solo por su beneficio, no se merece el nombre de padre, la verdad. Encima luego la manda a un lugar donde puede morir solo para ver si consigue más dinero para él mismo, mira, osea, no, lo odio. Muy buen escrito, es cortito pero es suficiente para entender mejor al personaje, el por qué es como es y lo que ha tenido que sufrir hasta que ha llegado al rol, y pobrecilla, no la culpo por ser como es, teniendo el padre que ha tenido. Sigue así~
Oh shit, nunca llegué a leer esto xD Que hijo de assdfghjkkk, no sabía que podía llegar a ser más detestable aún pero atención: lo ha conseguido. Osea, que además de explotar a su hija y de hacerle sentir tanta presión durante toda su vida para ser la mejor, le corta las alas y la mantiene atado a él porque sí, porque es un vago que no tiene nada mejor que hacer que aprovecharse de ella. Qué dolor leer esto, es que me da algo si soy Aisha, pls. Sin duda me ha parecido un trasfondo muy interesante y te aplaudo por ello, porque conseguir que empaticemos con los personajes no es fácil y menos en un escrito de pocas palabras.
