En busca de la felicidad

Tema en 'Relatos' iniciado por Lexa, 26 Diciembre 2012.

  1.  
    Lexa

    Lexa Fanático

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    Título:
    En busca de la felicidad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1047
    En busca de la felicidad
    24 de diciembre, 11:50pm.

    Por la inmensa calle corría la chica de cabello castaño, mirando a su alrededor con desesperación, con tristeza, con frustración, con desilusión... A estas horas de la noche todos estaban en sus casas en espera del niño Dios, los pequeños con la alegría impregnada en su ser ansiosos por saber cuales eran sus regalos, y sus padres con la ilusión de ver a sus niños sonreír.

    Las gaitas se escuchaban por doquier, en cada esquina se hallaba una persona entonando a la luz de la luna, su mejor canción. Las casas, que en otras épocas del año tenían un aspecto poco atractivo, ahora estaban en su máximo esplendor, decoradas con tal sutiliza y elegancia que incitaban a la envidia, en cada puerta se hallaba un San Nicolás quien te deseaba una feliz navidad.

    Pero para Caroline, a su navidad le faltó el “feliz”.

    24 de diciembre, 11:52pm.

    ¿A dónde se le había ido? Quizás se le perdió, o tal vez algún ladrón se lo robó.

    Pero realmente lo necesitaba, lo anhelaba. Deseaba encontrar el “feliz” que acompañaría, esa noche, a su navidad.

    No supo qué ni tampoco porqué, pero aceleró aún más su caminar, corriendo de allá para acá, mirando de un lado a otro con desesperación, el tiempo se le estaba agotando…

    ¿Dónde debía buscar? ¿Dentro de las casas en donde se respiraba paz y tranquilidad? ¿O quizás en aquellos lugares llenos de música y gritos de alegría? ¿Dónde?...

    24 de diciembre, 11:53pm.

    Una tenue brisa sacudió su larga cabellera, los copos de nieve caían lentamente frente a sus verdosos ojos y de sus finos labios salía su agitada respiración, fría como la noche. Una extraña sensación la invadió y una opresión se apoderó de su pecho.

    Se sentía perdida, sin protección, sola… Sus ojos se cristalizaron y un nudo en su garganta se posó al intentar retener sus lágrimas.

    Esfuerzo en vano.

    Una tras otras bajaban sus lágrimas por sus enrojecidas mejillas y sintiéndose perseguía por el pasado, el dolor y los recuerdos, corrió a todo lo que sus piernas daban, con la mirada gacha, alejada de la realidad, queriendo huir de la verdad.

    Por momentos su vista se nubló. Caroline se vio perdida ante la nieve y sus lágrimas, no supo hacia donde corría, y un leve temor se apoderó de ella, pero el mismo se desvaneció abruptamente al sentir como chocaba contra un muro.

    24 de diciembre, 11:54pm.

    —¡Auch! —Se quejó al instante de recibir tan duro golpe.

    Sobó su rostro adolorido y miró el muro con reproche. Quiso pasarle por un lado, ignorarlo y continuar su caminar. Pero le fue imposible realizar tal acción.

    Su curiosidad se prendió como foco al observa mejor al dueño de su dolor físico, lo que sus ojos veían era sorprendente, en su vida había visto un muro tan grande, imposible de saber cuanto medía, era de color dorado, con apariencia fuerte e impotente.

    Caroline le miró sorprendida, ladeó su rostro a la derecha y confundida se sintió al no ver ningún alma divagando en las calles. ¿A dónde se habían ido todos? Hace solo minutos se podían escuchar los gritos, las risas, la música…

    Ahora solo el silencio estaba presente.

    Una fuerte luz llamó su atención, giró su rostro abruptamente al verse perturbada por la misma. En el centro del muro se hallaba la razón de su confusión, una fuerte luz azul que perturbaba y encandilaba su vista.

    Hizo el ademán de alejarse, pero su curiosidad no se lo permitió.

    Estiró su brazo lentamente, con temor, pero sin dar marcha atrás a su acción. Sus delicados dedos tocaron aquella luz con sutileza, y como si de una película de ficticion se tratara, aquella luz la absorbió.

    24 de diciembre, 11:57pm.

    Sus ojos abiertos de par en par se encontraban, mirando a su alrededor con desconfianza y temor.
    Su corazón latía desenfrenadamente y sus piernas temblaban al verse atrapada en aquella habitación llena de… ¿Imágenes?

    Sí, imágenes, en aquellas paredes verdosas se desplazaban una tas otras, con lentitud… Aquello era irreal, fuera de este mundo. ¿Un sueño?, ¿una pesadilla? ¿Qué significaba todo eso?

    Intentó tranquilizarse y prestar atención a lo que la rodeaba. Y ahí, cuando centro su atención en las peculiares imágenes, siento como la realidad la abofeteaba.

    No eran imágenes cualquiera, sacadas al azar, no, eran imágenes que ella conocía a la perfección, imágenes de su familia, de sus hermanos, de sus abuelos y de sus padres…

    Las mejillas de Caroline estaban enrojecidas y sus ojos cristalinos, frente a ella se hallaba la razón de su dolor y delirio.

    —Mamá, papá… —murmuró con tristeza.

    Dio un paso adelante y con la yema de los dedos acarició la imagen de sus difuntos padres, ¿acaso le estaban jugando una mala broma?

    Muchas fueron las veces que lloró en silencio, añorando su presencia, queriendo devolver el tiempo. Cada noche que pasaba se sentía más desprotegida que nunca, con miedo de desfallecer y no poder soportar el inmenso dolor que albergaba en su corazón…

    Pero esta vez fue diferente.

    El miedo se esfumó, los nervios desaparecieron, las lágrimas cesaron y una pequeña sonrisa adornó sus finos labios. Esta vez sentía que debía sonreír para ellos y para ella, que debía ser feliz por ellos y por ella….

    Porque la imagen de sus padres le daba seguridad, confianza, fuerza… Porque esa noche Caroline aprendió que la imagen de sus padres representaba el “feliz” que acompañaría siempre a su navidad.

    25 de diciembre, 00:00pm.
     
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  2.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Libra
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    Escritor
    Hola, el relato es bastante lindo, es como metafórico... en sí, ésa era la luz que ella inconscientemente estaba buscando, la respuesta a dónde se había ido su felicidad. No debía olvidar que cada vez que así lo quisiera, podía ser feliz viviendo del recuerdo de los que alguna vez la acompañaron. Las descripciones que usaste, sobre todo al principio del relato, me dieron un poco de pena por ella, por el hecho de envidiar que todos los demás estuvieran muy felices con su familia y ella no, lo cual es injusto, y que se pusiera a buscar su felicidad "como si un ladrón se la hubiera robado", es decir, como si fuera algo físico, un objeto que se le ha perdido y que podría encontrar. Linda analogía lo de la luz azul... y el muro dorado, me imagino que representa aquello que le obstaculiza y le nubla la mente, lo que no le deja ver que la felicidad la puede evocar cuando desee.
    En fin, me ha gustado bastante, un saludo.
     
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  3.  
    Lariebel

    Lariebel Usuario popular Comentarista destacado

    Sagitario
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    Escritora
    Es muy bonito :3 Es como si Coraline necesitase obligatoriamente su felicidad para pasar la navidad (no digo que no lo sea tampoco xd). Ella corre desesperada justo antes de la navidad, como aquellas personas que en esos momentos buscan desesperadamente los regalos en último momento xD Pero por lo menos la encontró, pudo entender que no necesitaba de otras cosas para ser feliz :) Ya me dan ganas de comprarle un regalito TT^TT
    Hay dedazos, nada del otro mundo ;D Un escrito delicado, me gustó :3 ¡Saludos!
     
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  4.  
    Kleopack

    Kleopack ♔ InFinyTis ღ

    Capricornio
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    Pluma de
    Escritora
    Querida, tu relato esta bellizímo y estoy acuerdo con el comentario de Larie,como que sí la joven Coraline necesitaba tener su felicidad, pero me pareció más que todo muy tierno por lo de sus padres obviamente que ella se sentiría segura y confiada al tener sus padres de lado consigo.

    Sí, está como bueno para decirlo a mi padre y madre y así sepan recapacitar que soy su bella hija en busca de la Felicidad que en ellos ahí. Me hiciste sonreír pero bueno lo mio no, si no lo tuyo.
    Bueno.Me despido.

    ¡Muy bien!
    ¡Saludos!.
     
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