Ella solo lamenta su ausenciaEl tiempo ha pasado deprisa y ella en un intento por crecer demasiado deprisa se olvidó de que tan solo acababa de nacer. No ha visto mundo, no ha intentado volar, no ha querido saber que le deparaba la vida... Tuvo demasiado miedo. Cuando quiso salir, abrir los ojos y dejar que el mar mojara sus pies, él se fue, soltó su mano y desapareció diciendo un “nos vemos pronto” que nunca se cumplió, y desde entonces... ella solo lamenta su ausencia. La lluvia ha mojado la acera, una criatura con la inocencia pintada en la mirada se ha dado de bruces contra el suelo y no le ha importado. Se ha limpiado el barro de la cara con sus pequeñas manitas repletas de ilusión y ha sonreído a su madre, que con la preocupación bailando en el fondo de su mirada, al fin ha podido respirar tranquila. Su niño ya no es un crío, no llora por tonterías, está orgullosa... Una lágrima indecisa baila en el filo de su párpado, agarrándose con fuerza para no caer. Le ha costado tanto, tantísimo lograr que su hijo sea un niño feliz, valiente, capaz e independiente que la emoción corre con fuerza por sus venas. Sola, siempre estuvo tan sola... ¿quién le hubiera dicho que habría sido capaz de soportar tanto y luchar tan fuerte cuando recibió la grata noticia de ser madre por primera vez? Pero a ella no le importa, hoy no ha mirado por la ventana... ella solo lamenta su ausencia. El sol, tímido, con las mejillas encendidas, se ha decidido a hacernos una visita a medio día. Una cabellera rojiza ha salido a saludarle, correteando por la calle con alegría, ilusión y ganas de vivir. No tiene compañía, no la necesita, nunca le ha hecho falta. Es una muchacha segura de si misma, capaz de comerse el mundo con tan solo un susurro. Tan hábil y espabilada que todos la temen cuando la ven acercarse, no tiene competencia, es simplemente la mejor y ella lo sabe. Y de mano de la imaginación, su mejor amiga, corre y recorre libreta en mano buscando algo con lo que descargar su ingenio y su creatividad. Se para, una mirada triste la ha cautivado y con media lengua fuera, hábil capta la esencia de la personita que se esconde tras la ventana con aire ausente. Ella no se ha dado cuenta de que la miran, no se encuentra aquí, se ha perdido en los años que jamás vivió ni podrá vivir... ella solo lamenta su ausencia. Por la noche un hombre ha cruzado la calle, andando deprisa, escondiendo algo, con el fuego encendido en el fondo de su alma. Ira, sufrimiento y dolor parecen gritar, advirtiendo desde esos ojos oscuros y pequeños ocultos bajo esas cejas pobladas. Quiere descargarse, ha tenido un día duro, el trabajo, su mujer,... todo parece ir al revés. Ha bebido demasiado, no sabe lo que hace, pero sabe lo que quiere hacer. Hace días que la observa, sabe quien es y como es. Perfecta para lo que él desea, siente prácticamente que se la han servido en bandeja de plata. Tuerce la boca en una mueca extraña que parece una sonrisa, tan cerca está el momento que se le hace la boca agua. ¿Quién lo hubiera imaginado? Ella podría haberlo adivinado de haber estado atenta. Se ha vuelto descuidada... ella solo lamenta su ausencia. Gritos, llantos, risotadas llegan hasta su ventana donde rápido pierden su sentido, su fuerza, su emoción... Vacía, en silencio, desprovista de emoción, así vive ella dentro de su pequeña y oscura habitación. Y no se da cuenta de que los días, semanas, meses pasan delante de ella pisando fuerte, pero frustrándose en el intento de captar su atención. Ella no está aquí, no quiere, no puede. ¿Quién le va a decir que hoy tiene que mirar por la ventana? ¿Quién se acercará para advertirle de que alguien la mira y la espera?Ella ha perdido su tiempo... ella solo lamenta su ausencia.
hola kingdom shdw:) me alegra ver que volviste a publicar algo tuyo:) como siempre demuestras que eres una gran escritora:) Pero la historia de esta chica si lo he llegado a entender bien siempre lamenta aquello que no ha vivido, que si lo hubiera vivido sería diferente. Y a todo aquello que simplemente conlleva. cuidate. me agradaría volver a leer algo tuyo. De:Un tal Saxor