El zorro y el cordero escurridizo

Tema en 'Relatos' iniciado por Brunchi, 7 Enero 2017.

  1.  
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

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    Escritora
    Título:
    El zorro y el cordero escurridizo
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1890
    Xeon señor de la oscuridad, quien vivía siempre en su mansión oscura y temida por todos los humanos, nunca tuvo un vecino, hasta que un día todo cambió.

    Un día de verano, un camión de mudanzas llegó y con el una joven bajó.
    A un lado de la mansión se podía ver una casita pequeña pero elegante, en frente, ordenó firmemente a los hombres colocar los muebles de la casa, aunque desde la distancia se podía ver la inocencia en ella, dulzura y algo...un perfume dulzón que llamó la atención del Querídisimo Xeon, justamente cuando iba a aparecer entre las sombras, algo hizo parar su acción.

    Fijándose nuevamente a su alrededor vio como un ángel negro, se acercaba a ella con movimientos gráciles, y firmes. Sí, era el famoso Ángel negro Crypt Azcel también conocido como Accel, el mejor guardaespaldas.


    –¿Joven Dama he llegado a tiempo? –preguntó Accel.

    Ella solo asintió, dándole un beso en la mejilla.

    –Sé tu mismo, Querido Accel, se más informal, no soy de la realeza, solo una simple humana– le contestó Brunchi con voz suave casi melodiosa para el Señor de la oscuridad.

    Pronto, el Señor Xeon, se percató como estaba actuando y tragando saliva se obligó entrar a su mansión. Esperaría el momento adecuado en presentarte sin la presencia de aquel ángel negro, con el que sintió algo de molestia al ver que Brunchi le daba aquel beso.

    Y así como pasaron semanas, él buscando la manera de acercarse, había algo en ella que lo obligaba a estar cerca, algo que lo volvía loco, y celoso, por lo que debía averiguar el porqué.

    Un Día escuchó que la joven Dama salía de su casa sin su guardaespaldas, entonces Xeon aprovechó el momento y se acercó a ella.


    –Buenos días, Joven y hermosa Dama –saludó Xeon con educación

    Todo menos eso era el, era
    un zorro hambriento vestido de cordero, y ella lo sabía por lo que le siguió el juego.


    –Oh...Buen día, Señor...–respondió fingiendo no saber de él.

    Por lo que sorprendió al Señor oscuro, pero por la forma tan inocente que lo dijo, se lo perdonó.

    –Soy el Señor Oscuridad, llamado también Xeon, un placer conocerla...– dejando un silencio, siguiéndole el juego.

    Ella puso un poco pálida al sentir como la trató.

    –Brunchi, me llamo Brunchi, Lord Xeon –contestó educadamente.

    Al verse mutuamente ambos, algo en ellos despertó, una acción que hacia que todo que los rodeasen desapareciera y solo ellos dos se entendiesen, logrando que ambos sonrieran.

    –Brunchi...que hermoso nombre para una dama como usted –dijo Xeon con una sonrisa

    Produciendo que Brunchi se sonrojara.

    –Oh...gracias? –respondió.

    Esa mañana ambos se pasaron charlando, conociéndose y sintiendo esa conexión que les incitaba a mas que solo una mirada, y si, era el deseo carnal, el famoso deseo de sentirse mutuamente y gozar del placer mutuo.

    Pero justo cuanto mas compenetrados estaban y se iban acercando, sus ojos miraban sin ser discretos los labios del uno u otro, Xeon fue acercándose, la sensación de probar aquellos labios carnosos de Brunchi lo volvían loco, se iban Acercando.
    Pero Brunchi paró su acercamiento con el dedo en los labios de Xeon, sus respiraciones chocaban.


    –Lord Xeon, debe esperar, no se apresure –dijo Brunchi son una sonrisa ladeada.

    Ocasionando que Xeon, la mirara con un brillo oscuro y peligroso en sus ojos, Brunchi solo trago saliva.

    –No juegues conmigo joven Brunchi que tiene enfrente al Señor de la Oscuridad –dijo Xeon, sujetando la mano de Brunchi.

    A ella solo se le cortó la respiración, lo había investigado muy profundo, para poder tratar al Señor de la oscuridad, pero esta faceta suya, la desconocía

    –Joven Brunchi, no, usted no puede estar con el –dijo El ángel negro, Accel.

    Llegó el guardaespaldas Crypt Azcel, retirando de un solo movimiento a Xeon, para tirarlo lejos de la Joven Brunchi. Llegando a su rescate.

    Separándolos, y logrando que el señor de la Oscuridad gruña en respuesta. De verdad estaba en su paraíso junto a ella.

    –Porque la alejas de mi, Soy el señor de la Oscuridad por lo que te ordeno que me la devuelvas Azcel –dice firme y serio Xeon.

    Quién, ya planeando mil maneras de matar a aquel ángel negro, que molestaba en su camino.

    Pero el ángel negro, lo miraba serio, firme y alerta. Le habían advertido que cuidara y evitara el acercamiento de Joven Brunchi y Xeon, no era bueno que ambos estuvieran juntos.


    –Tienes razón, Accel debemos irnos, se hace tarde –Dijo Brunchi suspirando. –Que tenga una buena noche por delante Lord Xeon –dicho esto.

    Accel sujetó a Brunchi, desplegando sus alas, marchándose de esa manera... Dejando al Señor de la oscuridad con un deseo de probar aquellos labios, y un fastidio profundo por Crypt Azcel.

    Desde aquel encuentro pasaron meses, Xeon se había mantenido alejado, ocupado viajando y ocultándose en la sombra, intentando descubrir mas acerca de Brunchi.

    Esto se debía a que, había algo en la fragancia natural que desprendía ella, su corazón latía, tenía todo aspecto de una humana normal y corriente, pero...¿Porque una humana tendría a un Ángel negro como guardaespaldas? Esa era la pregunta que le rondaba una y otra vez a Xeon.


    –Mi señor...–una voz femenina interrumpió sus pensares.

    Xeon, parpadeo y miro a su sirvienta, quien ante una reverencia demostraba su respeto.

    –¿Que ocurre? –preguntó Xeon.

    La sirvienta levantó su cabeza.

    –Una señorita busca hablar con usted, ¿la dejo pasar? –le dijo.

    Él la miro con atención, pocas veces lo visitaban señoritas...pero ¿Quién era?

    –¿Dijo como se llamaba? –preguntó curioso, pero serio.

    La sirvienta asintió.

    –Si, mi señor, es la Señorita Brunchi –respondió.

    Una vez que Xeon escuchó aquel nombre, respiró hondo y el aroma a ella inundó sus fosas nasales, prendiendo una fuego ardiente en él.

    –Hazla pasar –dijo con semblante serio.

    Luego de unos minutos, que a nuestro querido Xeon, le parecieron siglos, apareció a unos metro la Joven Brunchi, con una vestimenta muy llamativa para él.

    Logrando que tragara seco, aguantando las ganas de devorarla ahí mismo, pero ella era inocente, o eso es lo que le hacia pensar a él, pero cabe decir que ella podía aparentar todo lo que deseases por ser...


    –Buenas tardes Lord Xeon –dijo Brunchi con una reverencia, logrando que ese movimiento grácil.

    Xeon viera sus atributos principales, rozadas, medianas y perfectas, no eran muy llamativas, pero eso logró que la llama que se prendió en él, creciera.

    Cuando Xeon fue subiendo sus ojos a la cara de Brunchi, pareció ver un brillo maligno, juguetón y lujurioso, con una sonrisa ladeada, pero cuando parpadeó, sólo se encontró con una dulce e inocente cara de una humana
    .

    –A que debo el placer de verla en mi mansión, Joven Brunchi –dijo Xeon.

    Brunchi, suspiró, estaba decidida hoy haría el primer y último paso, y luego todo se terminaría.

    –Vengo a pedirle una humilde disculpa, por haberlo molestado meses atrás, mas aun con mi guardián –dijo Brunchi aparentando arrepentimiento.

    Ese gesto sorprendió a Xeon, se levantó, para luego acercarse y levantar el mentón de Brunchi, y obligarla a mirarlo.

    –No hay del porque perdonar, en el momento fue molesto, pero yo también perdí mi educación con usted –dijo Xeon.– pero no es motivo para baje aquella mirada.

    Cuando Brunchi pestañeo, y sonrió complaciente, su embrujo empezó a flotar en el ambiente. Es decir, se sentía un perfume a rosas, y la respiración de Xeon se encontraba entrecortada al mirar aquellos ojos, porque al ser antes unos ojos miel, ahora eran color rosa casi rojo, Brunchi levantó su mano, y lo dirigió a la mejilla de Xeon, lo acarició.

    Una vez que Xeon sintió su tacto algo en el, advirtió a su cuerpo que se alejara, pero su mente y el deseo de besarla crecían y pudieron con el fue acercándose mas, hasta que sus respiraciones chocaban, hasta que por fin la beso, probó degustó, e incluso trató de rozar lengua con lengua, pero Brunchi, se alejó algo sonrojada.

    –Lord Xeon, esto no es bueno, yo solo soy una simple humana no puede seguir con esto es mejor que se aleje –dijo Brunchi con su suave voz para luego alejarse. –creo que fue mala idea venir, lo lamento –dijo para luego ir dirección a la puerta.

    Pero su brazo quedó atrapado, o mejor dicho alguien la sujetaba impidiendo su huida.

    –No, No te vayas Brunchi, aun me debes más, ese beso, me mostró algo y creo saber que si te marchas, tendrás que asumir consecuencias –dijo Xeon.

    Notó que el cuerpo de Brunchi se estremecía levemente.

    –¿Crees que me da miedo las consecuencias? –Preguntó Brunchi soltando una diminuta sonrisa.

    Logrando que Xeon, la mirara con mas atención, con un destello en sus ojos.

    –Sabía que algo ocultabas pero no pensé que el Ángel del amor, lujuria y deseo se ocultase en un simple cuerpo humano –dijo Xeon estirando a Brunchi hacia el.

    Brunchi solo se mantenía mirando, todo seguía pasando igual al plan.

    –No pudiste saber, en todos estos meses, quien iba a pensar que con solo un beso mío sabrías el gran secreto –dijo Brunchi mientras una mano se iba surcando y acariciando el cuerpo de Xeon.

    Produciendo que al Señor de la oscuridad, le recorriesen ganas de tenerla a su disposición. Pero sabía que no iba a ser fácil.

    –Te puedes quemar, pero ya es tarde para que escapes Brunchi –dijo Xeon mientras sus manos iban bajo la camisa de ella

    Ella se tensó, miro y de un momento a otro sintió que era el momento. Brunchi llevó su mano a la parte noble del Señor de la oscuridad, para luego empezar a acariciar encima de la ropa, ocasionando que gruña gustoso Xeon, pero cuando menos se lo espera siente que ella va mas a allá de la ropa, y lo empieza a encender mas, ocasionando que la desee mas.
    Justo cuando iba a actuar Xeon, y atacar su comida, escuchó que algo venia en dirección a él y no podía moverse por el deseo que sentía, por lo que cuando algo le rozó en la parte del corazón.

    Xeon se sintió débil y cayó, pero trató de agarrar a Brunchi, pero justo en el momento se esfumó. Encontrando una carta en su lugar.


    "Ser el Ángel del amor, lujuria y deseo, no es tan racional por lo que nunca lo deseé ser, hay muchos enemigos de la oscuridad que te desean ver muerto, yo solo te he ayudado ".

    Brunchi siempre escapará del lobo, es mejor no hacerla enojar porque el mundo puede quedar mal, pero busca ayudar siempre.

    Pasados dos o tres años de que Brunchi lo atacó, los enemigos del Señor Oscuridad disminuyeron al saber que hubo muerto, pero...lo que no sabían era que lejos de donde estaba la mansión de Xeon.

    Él estaba esperando el momento adecuado para reencarnar y matar a todos aquellos que le deseaban su muerte. Y mas aun buscaba a la escurridiza Brunchi, quien aun no entendía porque lo había ayudado.


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    Con la participación de @Xeon, @Crypt Atzel y ps... yo xD
     
    Última edición: 8 Enero 2017
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    Xeon

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    La verdad me gusto bastante... Solo eso diré.
     
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