El rostro oculto de la Tierra.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por lupus, 28 Junio 2011.

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¿Cuál de estos animales/espíritus os gustaría ser?

  1. Lobo.

    47.6%
  2. León.

    9.5%
  3. Águila.

    23.8%
  4. Serpiente.

    9.5%
  5. Ciervo.

    4.8%
  6. Nutria.

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  7. Oso.

    4.8%
  8. Zorro.

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    lupus

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    El rostro oculto de la Tierra.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    1980
    Capítulo 2.
    Infidelidad destinada; ritual de sangre bajo la luna; la marca de la Madre.

    Al contrario que Isabel, a la que lo único que le faltaba para ser completamente feliz era un hijo nacido de su amor por Alan, Susan no había tenido suerte en su vida personal. Forzada a casarse por su padre, la desdichada mujer había acabado convirtiéndose en la esposa de Norn, el alcalde del pueblo de Artit, un hombre para nada atento con ella y muy libertino, pues solía rondar a las chicas más jóvenes mientras su mujer se quedaba sola en casa; el matrimonio había resultado ser un medio para mantener su apariencia de hombre puritano. Por supuesto, eso no quitaba para que mantuviese relaciones con Susan, la mayoría de las cuales eran forzosas y desagradables para ella.

    Esa era una de las razones por las que Susan no se quejaba de las juergas que se pegaba su esposo, pues éste se desfogaba con los cuerpos de las demás y se agotaba demasiado para obligarla a yacer con él. Pero la verdadera razón por la que se alegraba de quedarse sola en casa la mayoría de las noches era el poderoso y peligroso secreto que llevaba guardando desde su más tierna infancia; un secreto que supondría el fin de su vida si cualquier persona lo descubriera.

    Con el objetivo de ser políticamente correcta y no dejar en mal lugar a su familia, Susan siempre había seguido los ritos de la doctrina de la Nueva Religión y había asistido a las ceremonias sagradas. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, no era devota ni aceptaba la visión de los sacerdotes acerca del dios Roth, la divinidad que impulsaba el mundo con su luz, y de la diosa Artemis, mensajera y portadora de la luz en nombre de su hermano durante las oscuras noches. Por el contrario, sentía una gran fascinación por las costumbres paganas que muchos no dudarían en calificar de enfermiza; veneraba la imagen de la diosa Nerthus, representada como una mujer alada que mantenía las manos en posición de oración.

    Ese era el secreto que Susan había estado guardando con recelo de todos los habitantes de su pueblo natal; ni siquiera sus amigos más íntimos ni su familia conocían su devoción por la Antigua Religión. En las noches en las que su marido salía para desfogarse, la solitaria mujer le dedicaba una oración a la Madre Tierra sosteniendo entre sus manos una triqueta, el símbolo que representaba la feminidad de toda la existencia, que ella misma había tallado lo mejor que pudo a partir de un trozo de madera; si le daba tiempo, erigía un pequeño altar y oraba ante un cuenco lleno de tierra y hojarasca del bosque y otro lleno de agua en representación, junto con el aire de la habitación, de los tres elementos fundamentales de la naturaleza. Realizando aquellos rituales, Susan esperaba que la Madre Tierra le permitiese alcanzar la felicidad, a pesar de que guardar aquel secreto no contribuía demasiado a aliviar la rutina de pesar en que había desembocado su vida.

    No obstante, en el mismo instante en el que Isabel acudía al sacerdote Teus para conseguir las hierbas para favorecer la concepción, una de las vecinas de Susan le informó de que un grupo de caza había encontrado a un hombre desconocido gravemente herido en el bosque. Siendo la hija del mejor médico del pueblo, los hombres que habían encontrado al forastero lo llevaron a su casa para que se ocupara de él.
    “¿Quién será?” se preguntó la esposa del alcalde al ver la morena piel del herido, extraña en el continente norteño debido a la escasez de días soleados que caracterizaba su clima. “Debe de ser de las tierras del sur.”

    Una vez se hubo mentalizado para llevar a cabo la tarea que tenía por delante, Susan desabrochó la camisa del paciente y descubrió el torso, estremeciéndose cuando las profundas heridas de arma blanca quedaron expuestas; el amarillento pus que emanaba de ellas y el desagradable olor que llenó la estancia le indicaron que las heridas estaban infectadas.
    “¿Cuánto tiempo llevará sin recibir tratamiento?” pensó mientras tomaba varias plantas medicinales de una de las repisas de la cocina.

    Machacó las plantas y las mezcló con agua hasta dar lugar a una espesa pasta que aplicó directamente sobre las heridas del forastero, que sufrió espasmos debido al ardor de sus heridas al entrar en contacto con la medicina.
    __ ¿Ese es el extraño al que han encontrado en el bosque?__ le preguntó Norn, quien había entrado en la habitación sin que Susan, totalmente concentrada en ayudar al paciente a luchar contra la infección, se diera cuenta.
    __ Así es.__ respondió su mujer.__ Ayúdame a incorporarlo para colocarle los vendajes.

    Refunfuñando por el peso de la desarrollada musculatura del forastero, el alcalde cargó el cuerpo sobre sus manos, sorprendiendo a Susan con el tatuaje que cubría la totalidad de la espalda del herido.
    __ Es hermoso.__ susurró la mujer mientras deslizaba los dedos sobre los complejos trazos de los que se componía el gran lobo grabado en la piel de su paciente.__ Debió de dolerle mucho cuando se lo dibujaron.
    __ Me partes el corazón.__ dijo su esposo con sarcasmo, notablemente cansado de soportar el peso del forastero.__ ¿Quieres ponerle las vendas de una maldita vez para que pueda irme a pescar con mis amigos?

    Susan suspiró por la poca consideración de su cónyuge y se apresuró a colocar las vendas alrededor del abdomen del extraño para asegurarse de que la pasta medicinal no se movía de las heridas. Pero ya estaba acostumbrada a las excursiones de Norn y ni siquiera le prestó atención cuando éste le dijo que llegaría muy tarde, señal de que pensaba buscarse alguna compañía agradable para pasar la fría noche que se acercaba. Simplemente se quedó observando al forastero, buscando con la mirada cualquier otra herida que necesitara tratamiento inmediato.
    “¿Qué es eso?” se preguntó al descubrir que llevaba una venda muy desgastada en la mano izquierda.

    Pensando que podía tratarse de otra herida, Susan desenvolvió la venda. Sin embargo, lo que estaba oculto bajo ella no era ninguna herida, sino un símbolo dibujado en la palma de la mano; un símbolo condenado por todos los que promulgaban la doctrina de la Nueva Religión.

    Arrodillada en el centro de un antiguo templo pagano oculto del mundo, la sacerdotisa de Nerthus se preparó para realizar el ritual que permitiría que Alan e Isabel engendraran a un descendiente, pues había llegado el momento en que la luna llena alcanzaría su apogeo en el firmamento nocturno.
    __ Diosa Madre, nacida del fuego celestial, creadora y destructora de vida, yo convoco tus poderes.__ recitó la joven mientras colocaba ante ella dos cuencos llenos de tierra y agua respectivamente.__ En nombre de la tierra que nos sostiene, del agua que nos purifica y del aire que respiramos, yo te suplico que dotes a la madre que tanto suspira por tener un vástago de tu poder creador.

    La sacerdotisa tomó entonces el corazón del anciano corzo que había cazado tras agradecer al espíritu del animal su sacrificio y desearle una feliz unión con Nerthus.
    __ Siendo el fuego nuestro nexo de unión, te imploro que aceptes este sacrificio.__ oró introduciendo sus manos, todavía sosteniendo el órgano, en las llamas que bailaban en el altar.

    El corazón del corzo pronto comenzó a chisporrotear y a carbonizarse en el interior de la hoguera, cuyo fuego lamía la tersa piel de la joven y fiel seguidora de la Madre Tierra sin hacerle ningún daño; al fin y al cabo, la sacerdotisa era amiga del fuego sagrado que daba vida a todos los seres.
    __ En esta noche de luna llena, tu voluntad se ha de ver cumplida.__ continuó recitando la adolescente mientras el sacrificio quedaba reducido a cenizas.__ Sea así pues.

    A pesar de que no había ninguna tormenta cercana, el aire se estremeció por el rugido de un trueno al mismo tiempo que la tierra se veía sacudida por un fuerte temblor. Esos dos fenómenos señalaban que la Diosa Madre había aceptado el sacrificio y había desatado sus bendiciones sobre la pareja.
    “Tal es su infinita benevolencia.” pensó la sacerdotisa, cuyo cuerpo temblaba al canalizar el poder de la divinidad.

    Pronto comprobó que ella no era la única que estaba sufriendo un cambio, pues la estatua del espíritu lobo emitía una fuerte energía vital por primera vez en miles de años.
    __ La rueda del destino ha comenzado a moverse.__ susurró la joven cuando sintió la perturbación del antiguo animal sagrado.__ Ha llegado el momento de que los ocho espíritus despierten de su sueño milenario, pues el mundo pronto se verá nuevamente amenazado por la oscuridad y la destrucción ilimitada.

    Mientras tanto, todavía confusa con la extraña experiencia que había vivido tres noches atrás, Isabel contemplaba la hermosa luz de la luna llena desde la ventana de su habitación. Al día siguiente de lo ocurrido en el templo, se había encontrado tumbada en su cama bajo la preocupada mirada de su esposo; al parecer la habían encontrado inconsciente en el suelo y no habían logrado hallar la causa de ese repentino desmayo.
    “La luna llena ya ha alcanzado el cenit y no ocurre nada.” pensó llena de irritación y pesar. “Tal vez estoy tan deseosa de tener un hijo que me imagino cosas que no existen.”

    Fue en ese momento cuando su cuerpo comenzó a temblar y un ardor la recorrió de arriba abajo; todo sentimiento de tristeza y confusión desapareció ante el deseo de yacer con su esposo en ese mismo instante.

    Y no era la única que estaba siendo dominada por aquella poderosa fuerza de origen desconocido. Alan, que trataba de ignorar las burlas de su antiguo rival en la conquista del corazón de Isabel acerca de su incapacidad para dejarla embarazada, se vio inundado por un intenso calor y se incorporó, arrastrado por la repentina necesidad de pasar la noche con su mujer.
    __ ¿A dónde vas?__ le preguntaron sus compañeros de trabajo.

    Alan no respondió y se marchó corriendo a su casa mientras se aflojaba las ataduras de sus ropas, convertidas sorpresivamente en una molestia para él. Al entrar en su casa y dirigirse a su dormitorio, se encontró a Isabel completamente desnuda sobre la cama; estaba esperándole, tentándole y no iba a salir indemne de esa provocación.
     
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    Ladron de Musas

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    Orales eso estuvo muy "literal" XD XD pero al menos estuvo muy bien descrito sin caer en lo vulgar o lo morboso,he aqui que nuevamente hace su aparicion tu animal preferido,tambienhe notado que esta historia tuya tiene mas drama que otras que he leido,eso me guista bastante,sobre todo porque tengo mucho que aprender en cuanto a eso,
     
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    He tardado un poco en acabar de leerlo, pero al fin listo ^^ jaja
    Me ha gustado mucho la historia. El prólogo tengo que decir que atrapa, uno de esos relatos en los que te transportas dentro del mundo que has creado =)
    El resto de la historia intrigante y con ganas de saber más.
    Estaré pendiente de los próximos caps.
    Un abrazzoo

    PD: de todos esos animales, creo que mi preferido sería el lobo (aunque tampoco es que lo apreciede demasiado =P Manías mías, jaja)
     
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    Gracias por el aviso del segundo capitulo; me gusto bastante incluso mas que el primero =), se me hace claro que el supuesto "cazador herido" es el espiritu del lobo (es mi teoria, yo no confirmo nada XD), vaya final "desnudo" que tuvo el segundo capitulo XD, esperando pacientemente el siguiente =).
     
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    flor de papel

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    muchas gracias por la invitacion
    me tarde un poco pero ya estoy aqui y me tiene atrapada tu trama
    no note fallas ortograficas, mas que el _ que ya te habia comentado pero bueno
    Susan vive una de las experiencias destinadas a las mujeres en el pasado
    el ser obligada a casarse con el hombre equivocado por conveniencia...
    concuerdo con que no has caido en lo vulgar y eso me gusta mucho
    espero me avises de la conti cuidat mucho :D
     
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    lupus

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    Capítulo 3.
    Hilos entrelazados; Seducción nocturna; El origen del lobo.

    En el mismo instante en que el matrimonio se dejaba llevar por la pasión desatada, sin que Alan lo supiera, a causa del ritual de la sacerdotisa, el forastero abrió los ojos por primera vez desde que le encontraran inconsciente en el bosque. Al verse en una casa que no conocía, se incorporó con brusquedad y trató de alcanzar el cuchillo que guardaba en su bota derecha, descubriendo que estaba descalzo.
    __ No deberías moverte de ese modo hasta que tus heridas hayan cicatrizado.__ le recomendó una mujer a la que no había visto debido al sobresalto.

    Los ojos grises del forastero se clavaron en la mujer, cuyo rostro denotaba cansancio.
    __ ¿Dónde estoy?__ le preguntó a pesar de la grave sequedad de su garganta.__ ¿Quién eres tú?
    __ Mi nombre es Susan; soy la enfermera del pueblo de Artit.__ respondió la mujer.__ Te recomiendo que permanezcas tumbado si no quieres que se te vuelvan a abrir las heridas.

    El extraño recordó entonces que había sido atacado y que había estado vagabundeando durante días sin comer ni beber; un largo caminar dejando que sus heridas siguieran abiertas.
    __ ¿Cómo te llamas?__ le preguntó Susan.
    __ Sylph.__ respondió el hombre mientras trataba de recordar la identidad de su atacante.
    __ ¿Qué es lo que te ocurrió? ¿Cómo llegaste hasta nuestro pueblo?
    __ No…no lo recuerdo.

    Sylph rebuscó en su memoria pero no logró dar rostro al recuerdo de la sombra causante de sus dolencias. Llevado por la frustración, se puso en pie e intentó alcanzar sus pertenencias. Sin embargo, una sensación de agotamiento se apoderó de él y le obligó a recostarse en la cama una vez más a la vez que un gruñido salía de su estómago.
    __ Me parece que has debido de estar días sin comer.__ comentó Susan antes de echarse a reír al ver el sonrojo que había aparecido en el regio rostro de su paciente.

    La mujer se dirigió a la cocina y regresó con un plato rebosante de comida y una gran jarra llena de agua. A pesar de que debía ser comprensiva con su paciente, quedó muy escandalizaba al ver la gran voracidad de Sylph, que arrancaba grandes trozos de carne del hueso y trituraba éste con fuertes dentelladas; por un momento se le asemejó a un feroz depredador alimentándose de su presa.
    __ ¿Qué es tan divertido?__ le preguntó el hombre al darse cuenta de que Susan le miraba con una sonrisa.
    __ Pues…que pareces un salvaje con toda esa grasa chorreando por las comisuras de tus labios.__ respondió la divertida mujer mientras le tendía una servilleta para que se limpiara.
    __ ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente?__ preguntó Sylph una vez hubo satisfecho su hambre y su sed.
    __ Ha pasado un día desde que el grupo de caza te encontró en el bosque, pero no sé el tiempo que llevabas allí tirado.

    Sylph miró a su alrededor y clavó sus ojos grises, que parecían reflejar la luz del mismo modo que lo harían los ojos de un lobo, en el improvisado altar que Susan había levantado en honor a Nerthus aprovechando la ausencia de su marido y la inconsciencia del forastero.
    __ ¿Eres una seguidora de la Antigua Religión?__ le preguntó a su cuidadora, quien se dio cuenta, demasiado tarde, de que se había olvidado recoger las ofrendas.__ Pensaba que esos ritos estaban prohibidos entre vosotros.
    __ Y lo están.__ respondió Susan antes de darse cuenta de que su paciente había dicho algo extraño. Le miró sin comprender y le preguntó: __ ¿Qué has querido decir con “vosotros”? ¿Qué eres tú?

    Sylph, habiendo recuperado sus fuerzas tras cubrir sus necesidades, se incorporó y se arrodilló ante el altar.
    __ No soy diferente de ti ni de nadie.__ declaró observando fijamente la triqueta que adornaba la palma de su mano izquierda.__ No obstante, los sacerdotes de la Nueva Religión nos han despreciado por servir a la diosa Nerthus y nos han denominado, como si fuéramos una especie aparte, neonx.

    La mente de Susan retrocedió hasta su época de estudiante, cuando los profesores de su escuela no dejaban de acribillar a los alumnos de aquellos infieles a los que el Sumo Monarca había denominado neonx, las gentes que se aferraban a las costumbres ancestrales. Cientos de años atrás, con el nacimiento y la expansión de la Nueva Religión, los fieles de Nerthus fueron masacrados durante la Gran Purga; los supervivientes se vieron obligados a esconderse en las zonas más profundas de los bosques, viviendo, según palabras del Sumo Monarca, como una especie salvaje indigna que plagaba la tierra; gentes cuya simple existencia ya era un crimen.
    __ ¿No sabes que te pueden encerrar para siempre sólo por el hecho de tener referencias a las tradiciones paganas?__ le preguntó Sylph señalando la triqueta que Susan llevaba colgada del cuello en aquel momento.__ Si llegaran a descubrir que has cuidado de un “infiel”, el Sumo Monarca podría decretar que este pueblo fuese borrado del mapa.
    __ Nadie sabe nada acerca de mi fe pagana.__ replicó Susan con tristeza.__ Mi familia, mis amigos,…Ni siquiera mi esposo lo sabe y eso que vivimos juntos.
    __ Ya decía yo que esa cama es demasiado grande para una sola persona.__ comentó el forastero.__ ¿Y no le molestará a tu esposo que hayas metido a otro hombre en tu cama?
    __ Ya le soy indiferente.__ susurró la mujer sin darse cuenta de que Sylph le había hecho esa pregunta a modo de broma.__ Seguramente aprovechará el tiempo que tengas que permanecer en reposo para visitar…las camas de otras mujeres. Por esa razón, vivir con él me ofrece muchas oportunidades para rendir culto a la Diosa Madre

    El neonx la miró entrecerrando los ojos, pues en su pueblo nunca ocurrían cosas como las que Susan estaba describiendo. La Nueva Religión había convertido el mundo civilizado en un lugar horrible.
    __ ¿Por qué no oras conmigo?__ le propuso con la intención de que se olvidara de aquella tristeza.

    Susan asintió agradecida y se arrodilló al lado de Sylph.
    __ ¿Cuánto crees que tardaré en recuperarme por completo?__ le preguntó Sylph.
    __ Teniendo en cuenta la gravedad de tus heridas, las infecciones y la debilidad causada por la inanición y la deshidratación, yo diría que unas dos semanas.__ respondió su cuidadora.__ No obstante, como tienes una constitución tan fuerte, tal vez necesites menos tiempo para restablecerte.

    Sylph meditó por un momento y dijo:
    __ Durante el tiempo que esté en este pueblo, si necesitas ayuda con lo que sea, puedes pedírmela a mí.
    __ Te lo agradezco pero no es necesario que…
    __ Aún así, me veo obligado.__ la interrumpió el neonx.__ Una de las doctrinas impuestas por la Diosa Madre es que toda buena acción debe recibir una recompensa proporcional a ella. Tú estás cuidando de mí y yo cuidaré de ti.

    Por primera vez desde que se casara con Norn, Susan sonrió con ganas. Lo único que nublaba esa fugaz pero sincera alegría era el insatisfecho deseo de haber nacido en uno de esos grupos de paganos virtuosos en lugar de haberlo hecho en un pueblo donde se veía obligada a vivir aguantando las infidelidades de su esposo.

    Durante los días siguientes, Susan se sorprendió al ver la convicción de su paciente por cumplir su promesa y la doctrina de la Antigua Religión. Sin importar si se trataba de ayudarla en tareas más bien femeninas que le convirtieran en la diana de las burlas, Sylph la ayudaba en todo lo que podía; incluso si las tareas pudieran resultar dañinas en su condición, él las realizaba ignorando los avisos de Susan.
    “Es muy atento.” pensó la mujer mientras le veía recogiendo toda la colada del tendedero. “Y nada orgulloso ya que no parece importarle lo que piensen los demás.”

    ¿Por qué no podría haberse emparejado ella con alguien así? ¿Por qué había tenido su familia que elegir por ella? ¿Por qué la vida era tan injusta?

    A medida que los días pasaban, todos sus pensamientos se fueron centrando única y exclusivamente en Sylph, que se recuperaba a un ritmo prodigioso. Siempre que no había nadie a su alrededor, le lanzaba miradas furtivas y se quedaba observando como una tonta su tonificado cuerpo.
    “¿Qué me está pasando?” se preguntó al darse cuenta del modo en que estaba actuando. “No puede ser que me esté enamorando, ¿verdad? No de alguien a quien sólo conozco desde hace unos días.”

    La respuesta a su pregunta llegó al anochecer del decimocuarto día cuando regresaba a casa acompañada de Sylph después de haber visitado el mercado del pueblo para comprar la cena. Durante el trayecto, pasaron casualmente por delante de una ventana cuyas cortinas no estaban echadas, permitiéndoles ver al marido de Susan compartiendo el lecho con dos mujeres a la vez.

    A pesar de que conocía las juergas de Norn desde el principio de su compromiso, ver aquella imagen provocó que Susan estallara en llanto y echara a correr hasta su casa para echarse a llorar sobre la cama. Sin embargo, no lloraba por el hecho de que su marido la estuviese engañando con otras mujeres, sino porque su familia la había condenado a pasar toda su vida con ese hombre; la Nueva Religión condenaba el divorcio y no lo permitía.

    Sintió como la cama se hundía bajo el peso de Sylph, que se tumbó a su lado y la rodeó con sus cálidos brazos. Levantando su rostro de la almohada, Susan clavó sus ojos, rojos del llanto, en los dulces y brillantes ojos grises del que había sido su paciente. Sí, no lloraba por ser engañada constantemente; lloraba por haber sido condenada a no poder vivir lo que estaba experimentando en aquel instante. A pesar de que amaba a su familia, un profundo rencor la llevó a maldecirla mentalmente.

    __ Los hilos del destino, una vez entrelazados, no pueden ser separados.__ susurró la sacerdotisa de Nerthus mientras arrojaba dos cordeles unidos por un lazo a la hoguera.__ Dos corazones se han unido esta noche según tu voluntad, Diosa Madre. El elegido que sembrará la semilla del lobo y la mujer que la cultivara; de su unión nacerá el nuevo espíritu lobo.

    En ese momento, la estatua que representaba al susodicho espíritu se resquebrajó liberando el alma de la bestia, que se alzó hacia el cielo nocturno aullando a la luna menguante.
    __ El primero de los ocho espíritus sagrados será concebido esta noche.__ declaró la sacerdotisa mientras abandonaba el templo para ver alejarse al lobo.__ Así lo has decretado, Madre Tierra, entidad omnipotente.

    Un movimiento en unos arbustos cercanos llamó la atención de la joven, cuya intuición le advirtió de la presencia de un espíritu maligno. Antes de que la extraña criatura que la acechaba saliera de su escondrijo, la sacerdotisa le arrojó un pequeño rayo de luz plateada y la hizo explotar sin ver exactamente lo que era.
    “Hay muchos males recorriendo la tierra en estos tiempos.” pensó con pesar al tiempo que regresaba a la protección del templo sagrado.

    "Siempre hablamos del lobo como el ser que ataca a la Caperucita, a los corderitos y a los ceditos. Pero nadie se pregunta acerca de sus orígenes ni de su pasado."
     
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    Bueno me da igual si se rien de mi porque me haya gustado el romance que se presento aqui,debo admitirlo que la manera como relataste el como se empezaba a sentirse atraida por el me atrapo,sera que obtenemos recompensa despues de sufrir tanto
     
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    eres un gran escritor sin duda tu historia es buenisima y muy interesante, haces que el lector quede atrapado con cada un ade tus frases y buno como yo me imagino al muchacho quien no se enamoraria ... *¬*
    espero un aviso cuando subas la conti ^^
     
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    Sylar

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    Pobre Susan tener que sufrir por ese misero hombre que para el colmo es la definicion misma de "sinverguenza" e "infiel" y encima que no puede divorciarse por esa ley estupida de la "nueva religion", si ella hubiera conocido a Sylph antes sin duda creo que su vida hubiera dado un giro a la felicidad al instante =)... pero bueno no toda vida es color arcoiris XD, esperando ansiosamente el siguiente =)...

    POSDATA: Concuerdo con Datenshi tienes una gran madera de escritor como para hacerle competencia a la creadora de harry potter XD, siendo honesto es en serio tienes un gran talento =)...
     
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