El relato de nuestra historia juntos.

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Rebellious Mind, 21 Mayo 2013.

  1.  
    Rebellious Mind

    Rebellious Mind Nefilimm

    Virgo
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    20 Mayo 2013
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    Escritora
    Título:
    El relato de nuestra historia juntos.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    3161
    Konichiwa!! como estan? bueno esta es una historia bastante interesante!! quien no ha esperado que pasa despues del final de inuyasha? bueno yo les traigo el siguiente fanfic, un poco empalagoso pero espero que les guste!

    Todos los personajes pertenecen a rumiko takahashi, este fanfic esta escrito solo por diversion sin ningun fin comercial.

    Capitulo 1: licor, besos y lagrimas.

    Cuando vi que una mano trataba de ayudarme a salir del pozo no podia creerlo... senti como la alegria de mi corazon volvia a mi y esa melancolia se borraba completamente... esa melancolia de ir durante tres años todos los dias para ver si por fin podria ver su rostro... mis amigas me preguntaban que habia sido de el... yo solo contestaba que el destino habia querido separarnos... cuantas noches no soñe con el!! cuantas noches no me quedaba viendo la ventana en espera de ver sus hermosos ojos dorados!!... pero mi sufrimiento a acabado... esta es...el relato de nuestra historia juntos!!

    Ha pasado una semana desde mi llegada a la epoca antigua... gracias a mis poderes tuve que entrar en entrenamiento para convertirme en una sacerdotisa para tomar el lugar de Kaede... no es tan vieja pero ya esta cansada de tanto luchar... en los tres años de mi auncencia no pude ver el nacimiento de las hijas de Miroku y sango... pero si pude ver y cuidar a su primer hijo varón... cuando regrese me imagine una vida entera al lado de Inuyasha... lo malo... es que el no se ha animado a nada... a caso yo tengo que ser la que tome la inicitativa?...
    -- y Kagome... nunca has pensado en empezar a salir con alguien...-- me pregunta Sango mientras le pone los pañales al bebe... nos encontramos en la nueva casa de miroku, que se ha ganado con arduo trabajo exterminando monstruos, es pequeña pero realmente bonita, con una pequeña salita para cocinar, otra para comer y tres habitaciones, una para ellos, otra para las niñas... y la otra se ocuparia cuando el bebe cresca un poco mas...
    -- pues... ya sabes... a mi si me gustaria... pero hay personas que no quieren tomar la iniciativa...-- digo lo bastante fuerte como para que miroku e Inuyasha escuchen... miroku mira a Inuyasha este esta jugando con una castaña que no se deja abrir, la aprieta con sus garras y esta se escapa, no se truena, no se deja comer...
    -- y dime Inuyasha... tu no has pensado en tener novia?...-- dice Sango desde el otro lado de la habitacion, el bebe se acurruca en los brazos de Sango... ella sonrie, me ha contado que en estos tres años Miroku no le ha hecho alguna infidelidad... excelentes noticias...
    -- pues... no, no lo he pensado... me da miedo que acabe con la cara en el suelo o algo asi...-- dice sonrojado... yo tambien me sonrojo... acaso ha pensado en pedirmelo a mi? porque bueno... de todas las mujeres del mundo, yo soy la unica que puede lograr que un chico mitad bestia con una espada descomunal con el poder de mandar a quien el quiera al infierno...acabe besando el piso sin salir lastimada.
    -- pues solo acabarias en el suelo si cometes... o comentas alguna estupides...-- cruzo los brazos y miro hacia arriba hablando de una forma altanera
    -- hay kagome... como va a saber Inuyasha si esta cometiendo una estupides? es demasiado para el...-- dice shippo comiendose una bola de arroz
    -- que tratas de decir!?-- dice inuyasha levantandose de su asiento
    --que eres un estupido... y un cobarde como para pedirle bien a una niña que sea tu novia-- vuelve a decir Shippo, sonriendo como un pillo, inuyasha lo golpea en la cabeza dejandole un chichón gigante.... como siempre...
    -- si puedo! solo que la ocasion no se ha dado...-- dice muy sonrojado, cruza los brazos y desvia la mirada de todos
    -- y que? vas a esperar que esa niña este a punto de morir en manos de un monstruo y entonces ahora si le vas a pedir que sea tu novia? esa sera la ocasion!?-- digo bastante enojada-- voy a practicar con el arco...-- entonces salgo asotando la puerta con fuerza... bajo los escalones, dandole la espalda a la fachada de la casa... oigo como Shippo le grita idiota a inuyasha, y este lo golpea... los vecinos de Sango y Miroku se han quejado varias veces por nuestros gritos. Camino con paso acelerado a la casa de Kaede por mi arco y mis flechas... entro a la pequeña cabaña y encuentro todas mis cosas en un rincon... la vieja mochila amarilla se habia quedado ahi, pero en estos tres años toda la comida se habia acabado, ahora solo quedaban mis libros de la secundaria y los fuegos artifciales que nadie sabia ocupar, tomo el arco y las flechas y salgo de la casa, Kaede no se encuentra ahi, siempre se la pasa ayudando a las mujeres de la aldea... algo que a inuyasha le molesta demasiado, ya que siempre le ha enojado que ayudemos a la gente sin razon... camino hacia el bosque... al arbol donde siempre practico, voy cantando canciones infantiles mientras me recargo en el gran arbol lleno de marcas, dejo mi carcaj a lo lado, y empiezo a jugar con el arco... como le hubiera gustado a mi mamá estar aqui... pero, ya hice mi eleccion, debia quedarme en la era feudal con Inuyasha, y es bastante bonita, aqui a lo unico que debes temerle es a los mosquitos y a las enfermedades que se dan poco, ademas... los monstruos han disminuido por la destruccion de la perla de Shikon... gracias a dios. Miro al cielo... y luego a mi alrededor para ver si alguien viene a platicar o a disculparse conmigo... y con alguien me refiero a Inuyasha, no se como rayos me enamore de el... suspiro y me levanto, tomo el arco y una flecha, acomodo a esta en el hilo del arco y apunto a una rama... entonces... la suelto, y se clava justamente donde queria, sonrio, he mejorado bastante, meterme al club de tiro con arco en la preparatoria me habia servido de mucho, vuelvo a apuntar a otro lado, y vuelvo a clavar donde mi mente quiere... suspiro... sigo tirando flechas, me acuerdo que era malisima... me estiro... y camino entre el bosque... levanto la vista y veo a Kohaku y a Rin sobre Kirara... som grandes amigos, y al parecer Kohaku quiere bastante a Rin, mala suerte... Rin es igual que yo, quiere demasiado a alguien que no la valora, en su caso, Sesshomaru, solo los fines de semana viene a visitarla, trayendole nuevas cosas, entonces me pregunto que habra sido tan importante como para que Kohaku viniera a la aldea... El cumpleaños de las gemelas!!
    Salgo corriendo del bosque, buscando a Sango, para pedirle disculpas por no haberme acordado del cumpleaños de sus niñas, voy tan rapido que tropiezo varias veces, paso entre la gente, esta me mira como di estuviera loca, la nueva sacerdotisa esta loca, si... muy muy loca, desde que llegue he sido la comidilla de toda las viejas chismosas de la aldea, que si estoy muy chica, que no soy bonita, que si soy muy rebelde o que soy indecente, yo solamente las ignoro... sigo corriendo cuando veo a Sango a lado del lago...
    -- Sango!! al fin te encuentro...-- digo jadeante con el corazon acelerado de tanto correr-- disculpame... no recordaba que hoy era el cumpleaños de las niñas...--
    -- no te preocupes Kagome..-- dice Sango sonriendo mientras saca algo de un baul
    -- que es eso?´-- pregunto curiosa
    -- mi Kimono de gala, lo usabamos las mujeres cuando habia un acontecimiento importante... en estos tiempos de guerra los niños no llegan a vivir mas de los tres años... por eso debemos hacer una gran fiesta, ya que mis hijas llegaron a esa edad...-- extiende el kimono... es bastante hermoso, de color verde menta, con bordado de rosas, me imagino a Sango vestida asi, se ha de ver bastante linda
    -- pero yo no tengo que ponerme!-- digo preocupada... no he comprado ningun kimono, y no creo que los vendan... no tendre tiempo de hacer uno en una tarde...
    -- no te preocupes... ya he pensado... sabes... eres muy hermosa... los hombres no suelen vestirse se gala, asi que nosotras seremos las estrellas de la noche-- ella sonrie picara -- sabes me he dado cuenta que quieres que Inuyasha te pida que seas su novia... ya veras que esta sera tu noche...
    Era de noche... Sango y yo nos habiamos pasado toda la tarde preparando todo, que el licor, la comida, las lamparas, las luces, los invitados... yo puse los fuegos artificiales, entonces llego la hora que teniamos que arreglarnos... en la otra epoca, teniamos que ir antes de compras y pasar horas con tratamiento del cabello, pero a mi no me gustaban esas cosas, tal vez por eso no tengo el cabello tan horrible... entramos a la habitacion, Lucia muy hermosa, estaba iluminada por bonitas lamparas de papel que podias volver a apagar, cabiar la vela y volver a poner, iluminaba la habitacion como si fueran focos de electricidad, lo unico que hay enmedio de la habitacion es una gran colchoneta donde lo mas seguro es donde duermen miroku y Sango, y un gran tazon con agua... que utilizariamos de espejo, solo los terratenientes tienen espejos, yo tengo uno, pequeño pero tengo uno...
    -- Vamos Kagome!! te enseñare tu Kimono...-- dice Sango emocionada llevandome al otro lado de la habitacion, ahi se encuentra un kimono hermoso... de color rojo carmesi, brillante, que cubre hasta el suelo, con dragones dorados tejidos alrededor de el...
    -- Oh sango... es hermoso... de donde lo sacaste?-- digo admirada
    -- era de mi madre...-- dice Sango tambien admirandolo
    --que!? no!! yo no puedo usar esto Sango!! era de tu madre! debes usarlo tu!!-- digo sorprendida
    -- no Kagome... como te dije... yo ya he pensado y creo que se vera hermoso en ti... vamos pontelo..-- sango sonrie y me saca la camisa de sacerdotisa
    -- estas segura de que no entrara ninguno de los chicos o tu marido en cualquier momento?-- pregunto quitandome el liston blanco que amarra mi cabello
    -- no te preocupes, miroku debe estar vistiendo a las niñas y Inuyasha debe estar en otro lado, les dije que no entraran en la habitacion mientras estuvieramos en casa-- ella tambien empieza a quitarse el kimono que usa usualmente, cuando yo ya estoy totalmente sin ropa, me ayuda a ponerme el kimono, cuando ya lo tengo puesto aprieta fuertemente la faja dorada formando un moño perfecto, hago un gesto de incomodidad por la fuerza en que me lo aprieta, ella tambien empieza a cambiarse y le ayudo a meterse el kimono, luce preciosa, nos acercamos al gran tazon lleno de agua... no me reconosco... prefiero no ponerme maquillaje ya que no lo necesito, solo le doy un toque de color rojo a mis labios y acomodo el tocado dorado en mi cabello, recojo el cabello de sango en un chongo que adorno con un tocado color rosa pastel... quien lo diria, soy exelente peinando, entonces ya listas salimos al patio, este se encuentra hermoso, adornado con velas, comida adornada en mesillas de madera, era verdad, todos vienen de gala, menos los hombres, en mi epoca los hombres llevarian traje, me rio leve imaginandome a Inuyasha con un traje color negro y un moñito rojo en el cuello, empiezo a caminar entre la gente buscando a Inuyasha para saludarlo, me quedo parada frente al lago mientras veo mi reflejo, entonces alguien toca mi hombro con un dedo...
    -- disculpe señorita, no sabe donde se encuentra la joven sacerdotisa-- me volteo y me rio, veo que es Inuyasha, con la boca abierta y sorprendido
    -- hola inuyasha!!-- digo sonriente, muy alegre se ver su expresion de sorpresa
    -- Kagome!! no te reconoci... luces muy...diferente-- me mira dando vueltas a mi alrededor, yo suelto una risita nerviosa cuando me doy cuenta que esta mas rojo que un tomate
    -- Gracias! me veo bien?-- le pregunto, mi pregunta lo altera, se pone nervioso, las orejas de perro le tiemblan y aprieta los dientes, tartamudea y al parecer las manos le sudan
    -- te ves muy... b-bo-ni-ni-nita-- sonrie nervioso, me encanta verlo asi, como dijo sango, esta sera mi noche. Me paro de puntillas para alcanzar sus mejillas y le doy un beso en la mejilla izquierda, empieza a temblar... en mi epoca era muy común dar ese tipo de besos, tal vez en esta epoca era una total falta de respeto, siento como esas viejas chismosas hablan sobre mi, la sacerdotisa Kikyo y su reencarnacion enamoradas del mismo hombre... solo que Kikyo ya no estaba en este mundo.
    -- Inuyasha, va a empezar la cena, si no nos apuramos yo llegaremos atiempo para darle la felicitacion a las niñas-- digo risueña, lo tomo de la mano y nos dirigimos al centro de la fiesta, Inuyasha parece perdido, muchos olores... luces y sonidos, debe ser demasiado para el. Caminamos hacia las niñas, Kaneme y Yuka, como mi amiga de la otra epoca, ambas lucen hermosas con un kimono rosa a juego con el de su madre, Miroku tambien viene de gala con un traje de color azul marino y adornos dorados, Inuyasha no habia tenido la delicadeza de arreglarse, aunque creo que se siente mas seguro con su estola roja. A lo lejos viene Rin corriendo, luce preciosa, con un traje color violeta claro con adornos amarillo mostaza, Sango y Kaede dicen que se parece mucho a mi, y Shippo bromea " Inuyasha con la grandota y Sesshomaru con la chiquita" y siempre termina con un golpe de inuyasha y una mirada de desprecio de su hermano mayor, mis mejillas sonrosadas y la sonrisa de Rin, ella siempre dice que nunca se alejara de Sesshomaru... quien sabe, tal vez cuando este mas grande podra tener algo con el, ya que monstruos completos como Sesshomaru nunca envejecen...
    Todos bailan, beben y juegan, las mujeres chismorrean y yo platico con Sango sobre el nombre del niño, dice que lo mas seguro es que le ponga en nombre de su padre ,Saito, entonces llega Shippo, muy elegante con una estola nueva de color marron, no me sorpende que se vea tan bien, siempre ha tenido un buen gusto, se acerca a mi y empieza a reirse mirandome con sus grandes ojos verdes.
    -- Kagome... quieres que te cuente algo...-- Shippo mira a Inuyasha... este se asusta como si le ubiera dado una alerta roja y se acerca corriendo hacia nosotros
    -- dime Shippo..-- digo curiosa, no es que me guste el chisme pero si Inuyasha viene corriendo asustado hacia nosotras es porque es algo importante
    -- inuyasha dijo cuando le estaba cambiando los pañales al niño dijo que cuando tu y el...-- inuyasha llega y le mete un horrible golpe en la cabeza y Shippo empieza a llorar, esta vez no eran lagrimas de cocodrilo, porque hasta mis oidos llego el sonido de su craneo golpeado por el puño de Inuyasha, miro a este con enojo.
    -- no tienes porque callarlo, ya me imagino lo que dijiste-- digo con una sonrisa picara, entonces los hombres empiezan con un concurso de licor en forma de celebracion, todos participan menos niños, quien tome mas gana. Tomo entre mis manos el cuenco lleno de licor blanco, lo huelo, es un aroma exquisito pero marea, lo pruebo un poco... puaj... que asco, es amargo, sabe a medicina, estoy apunto de escupirlo pero no puedo, debo acoplarme a lo que hay aqui, ademas no puedo rendirme... entonces me lo tomo... uno... dos... tres... cuatro... cinco... seis... siete, cuando llego al cuenco numero ocho ya estoy completamente borracha... los demas siguen bebiendo, Inuyasha apenas llego al cinco, al parecer el olor del licor lo afecto demasiado, tanto que ahora anda bailando por todo el lugar buscandome... me siento como si estuviera caminando entre las nubes... yo tambien empiezo a dar tumbos entre la gente... oh no!! tan rapido se emborracho la sacerdotisa? al final estan todos borrachos, locos y gritando obsenidades, pero las viejas chismosas no dejan de mirarme.
    -- niña debil!! no aguaantash nada!!-- dicen mareadas y riendose a carcajadas, los niños nos miran extrañados y juegan con sus padres como muñeco, yo sigo caminando, haciendome la derechita hasta la casa de miroku y sango, cuando choco con una imponente figura masculina, levanto la vista... es Inuyasha, estoy demasiado borracha como para regañarlo o algo asi.
    -- hola!! al parecer aguante mas que tu!!-- digo riendome
    -- eso no es cierto... hip!... es que yo no soy humano preciosa... hip!-- dice tomandome de una mano, aun asi estando borracho esta conciente de si mismo y yo puedo sentir perfectamente como me ruborizo, entonces me tropiezo y caigo en sus brazos, no se si a proposito o a proposito...
    -- Kagome... sabes... me gustas mucho, mucho, mucho....-- me dice, despierto de mi borrachera ante sus palabras y lo miro a los ojos, lo hara porque esta borracho? o esta conciente...-- Kagome... quieres ser mi novia?-- me sobresalto, que momento mas oportuno, pero como dice la gente, los borrachos y los niños nunca mienten. Asiento con la cabeza... ahora la que esta mas roja que un tomate soy yo, borracha pero totalmente consiente me mis acciones, Inuyasha toma mi rostro y me besa... hubiera sido una bonita imagen si no estuvieramos a punto de caernos....La gente nos mira, yo estoy agarrada de su estola, el se rie mucho... entonces lo miro, es como si no hubiera pasado nada... empieza a bailar totalmente solo y a cantar juna cancion totalmente desconocida para mi.... se derrama una lagrima en mi mejilla... esta borracho... no esta conciente de sus acciones, realmente si no huiera estado borracho no me lo hubiera pedido, si otra se hubiera tropezado con el a esa le hubiera pedido ser su novia... salgo corriendo, dando tumbos, derramando lagrimas.. inuyasha esta haciendo angeles con sus brazos como si estuviera en la nieve... acaso... merezco que me humillen de esa manera. Llego a la casa de kaede, con los ojos hinchados y la cara estropeada por las lagrimas. Entro sin permiso, me quito el tocado y la hermosura, aviento el kimono hacia una esquina y con la auto estima aplastada como una cucaracha debajo del zapado de Kikyo... no me imagino de que manera tan hermosa le pudo haber pedido Inuyasha que fuera su novia, me meto debajo de el zarape que tengo como cama, en ropa interior, sin que me importe que alguien entre y me vea... mis emociones han cambiado tan derrepente... primero estaba bailando de felicidad, y ahora, estoy tan deprimida...
     
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    Título:
    El relato de nuestra historia juntos.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    3636
    Capitulo 2: recuerdos.
    El aire me huele a frescura... respiro una bocanada.... y me sofoco, me levanto un poco y me revienta la cabeza... con que asi se siente una cruda... bueno, eso me pasa por tratar de ganarle a su eminencia Moshi... me devano los sesos recordando todo lo que hize anoche, por si acaso no hize alguna locura... entonces recuerdo, con tal solo recordarlo me da una horrible jaqueca y vuelvo a acostarme... soy la novia de Inuyasha, aunque no cuenta porque estaba mas borracho que yo y no ha de recordar nada,volteo para ver quien se encuentra en la casa... Kaede no esta e inuyasha esta dormido, totalmente privado. Con miedo a que se despierte jalo hacia mi el traje de sacerdotisa y me lo pongo debajo de las cobijas, cuando me levanto me siento mareada pregunto con voz suave
    -- buenos dias... un poco mareado... me imagino que tome demasiado-- me mira, creo que solo recuerda hasta cuando empezo el concurso, no me esperaba que recordara... aunque yo recuerdo todo.
    -- apenas y llegaste al quinto cuenco...-- me rio ayudandolo a levantarse, huele a licor y a cesped.
    -- tan poco aguante!! y tu?-- me pregunta sorprendido, enojado con si mismo
    -- te gane... yo me tome ocho, pero era un licor muy fuerte y no estas acostumbrado, no tienes que preocuparte-- le sonrio muy amable, el se levanta y se endereza, al parecer no esta tan crudo
    -- como es que recuerdas todo? yo apenas y me acuerdo...-- me mira curioso
    -- ya veras como los recuerdos van a llegar poco a poco a tu mente... y pues, yo no puedo olvidar a segunda cosa mas importante de mi vida asi como asi-- le digo sin darle importancia a mi comentario, lo miro a los ojos y le vuelvo a sonreir, con unas ganas horribles de llorar, tanto que se me corta la voz y me tiembla la barbilla, el me mira sin preguntar y yo salgo del lugar antes de romper en llanto. Corro muy rapido, la cabeza me revienta y la garganta me duele horrible...
    -- tengo que llorar...-- murmuro adentrandome en el bosque, las hojas se me enredan en el cabello, estoy apunto de tropezar cuando unas manos me toman por la espalda, me volteo y veo de nuevo a inuyasha, este sonrie como si mi estado mental fuera una broma
    --nunca has pensado en la posibilidad de que puedes ser bipolar...-- arquea una ceja y me endereza quitandome las ramas del cabello
    -- si lo he pensado... pero si estuvieras en la misma situacion que yo estoy me comprenderias...-- se me derrama una lagrima por la mejilla sin que yo pueda evitarlo, me la seco con la manga de la camisa y sigo caminando al arbol donde siempre practico, el me sigue curioso, agitando las orejas como si tratara de escuchar mis pensamientos.
    -- en serio, ¿que te ocurre?, ¿acaso te hize algo malo ayer?-- me pregunta, como si no fuera obvio
    -- porque no le preguntas a alguien mas... si saliera de mi boca no me lo creerias-- digo recogiendo una flor que se cruza en mi camino... bastante hermosa, pero igual de mortal, si tocabas alguno de sus petalos la mano se te incharia y pudriria, pero sirve para exterminar, asi que saco una pequeña tela y con extremo cuidado la envuelvo en ella. Inuyasha, me mira, se supone que en este momento tendria que sonreir, pero no puedo, eso me aria parecer una loca bipolar. Camino a paso lento, porque Inuyasha aun se encuentra bastante distraido, a mi me revienta la cabeza pero no puedo dejar que se me note la cruda. Llegamos al arbol, el pobre ya luce muy demacrado por todas las flechas que le he lanzado, la mayoria cuando estoy enojada, asi que estas salen clavadas con mayor fuerza, saco el arco se su escondite y acomodo una flecha mientras apunto cuando derrepente aparece Shippo colgado de una rama.
    -- hola chicos!! aun mareados?-- dice el niño sonriendo picaro
    -- un poco, pero ya estoy mejor-- digo sonriendole de oreja a oreja cuando suelto la flecha
    -- y tu inuyasha? como te sientes despues de lo de anoche?-- genial... me pongo roja como un tomate, inuyasha arquea una ceja, shippo se rie y me vuelven las ganas de llorar
    -- de que hablas?-- dice el notando mi repentino cambio
    -- no recuerda nada Shippo... sera mejor que se queden asi las cosas...-- digo.. aguantando para que las lagrimas no se me corran por las mejillas... de nuevo
    -- no!! despues de lo que te dijo ayer Kagome deberia tomarselo mas en serio!!-- me reclama el zorrito... yo llena de furia lanzo otra flecha.
    -- de que estan hablando? que dije anoche-- dice el algo molesto por sacarlo de la conversacion, vuelvo a lanzar otra flecha, esta se clava con tanta fuerza que deja una gran grieta en el arbol, guardo las demas flechas, cabizbaja y escondo el arco otra vez, levanto la mirada... fria.
    -- olvidalo Shippo... no lo va a recordar... y aunque le digas no te va a creer-- digo mirando a los dos muchachos, despues, me largo a la aldea sin dejar que me sigan, si le cuenta lo que me dijo anoche no quiero estar presente. Paso por la casa de las viejas chismosas, que no paran de cuchichear sobre mi...
    -- disculpen señoras... tienen algun problema conmigo?-- digo seria, ya me han prendido la mecha... no importa si avivan un poco el fuego
    -- solo nos preguntabamos como te va con tu novio niña... -- dicen justamente cuando inuyasha me alcanza, pero se queda lejos para escuchar la conversacion
    -- me va bastante bien, gracias...-- me retiro del lugar muy enojada, camino, entonces me quedo parada justamente enfrente de la casa de sango... Inuyasha se acerca, entonces le da un fuerte dolor de cabeza, a mi me vienen a la mente un monton de imagenes, los dos borrachos el pidiendome que sea su novia, yo asintiendo, el beso, y de nuevo yo corriendo desconsolada a la casa de Kaede, volteo con furia, para solo ver a un inuyasha confundido tirado en el suelo
    -- inuyasha? que te sucede?-- digo preocupada, me siento a su lado y tomo su mano
    -- ayer... llevabas un kimono verdad...-- me dice, yo lo miro incredula... lo recordara? entonces ambos nos sonrojamos, el tan rojo como un tomate, yo retiro la vista rompiendo la conexion que habia entre nuestras mentes, lo ayudo a levantarse sin mirarlo a los ojos, sabiendo que en cualquier momento recordara... eso... entonces lo suelto dejandolo caer otra vez y me meto rapidamente a a casa de Sango, en el pequeño vestibulo estan, Miroku, Kamene y Yuka jugando con el bebe, me quito lo zapatos y pregunto por Sango.
    -- esta en la habitacion, hoy nos iremos de exterminadores , ¿ lo sabias?-- dice miroku sentando a las niñas para que guarden silencio.
    -- no, no lo sabia pero, me irira bien un poco de acción-- sonrio leve mientras cargo al bebé, peinando sus delgados mechones color marron como los de sango.
    -- mas que la de anoche?-- sango aparece por la puerta, sonriente, con su traje de exterminadora, yo me sonrojo mucho, creo que esa noche ella no estaba borracha-- vamos... todos ya sabemos de su relacion--
    -- lastima que inuyasha no recuerda nada...-- digo cabizbaja, vuelvo a ponerme melancolica, mas bien deprimida y afectada por la cruda.
    -- que?! no recuerda nada!?-- responde sango muy molesta -- donde esta! voy a ponerle la memoria en su lugar...-- se pone furiosa, esta apunto de abrir la puerta para reclamarle pero Miroku la toma por los hombros para calmarla
    --tranquilizate Sango, querida..-- dice sentandola a su lado -- inuyasha estaba muy borracho, lo mejor sera que le mismo lo recuerde...-- al parecer lo ha recordado porque cuando salimos Inuyasha no puede mirarme a la cara, esta muy rojo, como su estola.
    El viaje se vuelve incomodo, Kohaku nos ha prestado a Kirara para que miroku, sango y shippo no tengan que caminar pero yo no tengo el suficiente valor como para ir en la espalda de Inuyasha como siempre, entonces decidimos que Sango y yo nos iremos en Kirara mientras Inuyasha, miroku y shippo van a pie. Tengo bastante sueño, la cabeza aun me duele y los ojos me arden de tanto llorar, los parpados me pesan pero no me duermo, el punto de llegada no queda lejos,es una aldea cercana donde dicen que hay un ogro que secuestra a las muchachas inteligentes...y bueno, las hace tener hijos, no me imagino el horror de esas pobres mujeres que viven con los bebes de un monstruo... y esos hijos despreciados por ser mitad hombre, mitad bestia, sabiendo que su padre abuso de sus madres y estas no pudieron evitarlo, de solo pensarlo se me revuele el estomago. Sacudo la cabeza para volver a la realidad, miro hacia delante, Inuyasha esta corriendo muy rapido, el tambien sacude la cabeza varias veces y tiene la mirada perdida.
    -- miren! hemos llegado!!-- grita Shippo emocionado por la nueva aventura, Kirara ruge y baja la velocidad, aterrizando en la tierra humeda, nos najamos de ella y esta se convierte en un pequeño gatito, ronronea subiendose al hombro de Sango, esta le da un pequeño pescado seco. Caminamos por la aldea, esta abandonada y demacrada, pequeños niños de ojos morados y cabello gris raton se asoman por las puertas de las pequeñas casitas.
    -- los hijos del ogro...-- murmura Inuyasha al parecer recordando algo, no me imagino que dura debio ser su infancia, desde pequeño huerfano... seguro lo hecharon del palacio donde vivia y despues los moustros lo persiguieron, pues tampoco debieron aceptarlo... pudo haber tenido todos los lujos, ya que es hijo de una princesa... y su padre era un dios mitologico, es un principe... mi principe. Entramos a una casita pequeña, una mujer apenas llegando a los 20 mira a Inuyasha con terror, como si este fuera a hacerle tener otro hijo. Entonces al fondo le la habitacion veo una pequeña figura, un rostro blanco como la nieve, los ojos lilas y el cabello gris raton recogido en dos trenzas con marchitadas flores de adorno, esta herida, tiene muchos moretones en la cara, pero no le quitan su belleza, me acerco poco a poco para ayudarla a salir, esta se encoge como si la fuera a lastimar.
    -- no te hare daño pequeña -- digo con voz maternal y cariñosa, la niña se acerca poco a poco para dame la mano.
    -- no toques a esa muchacha engendro!!-- grita la mujer a su hija, yo volteo la mirada fulminando a la madre con tan solo mirarla, pero esta sigue firme.
    -- no le diga eso!! ella es un milagro de vida!! ademas es solo una niña!!-- le grito dando un paso firme frente a la mujer que me mira de la misma manera que yo la miro, con odio.
    -- es la hija de un demonio!!-- me grita en la cara escupiendome, yo me limpio las pequeñas gotitas humedas de la cara, frunso en ceño, Inuyasha, Sango y Miroku retroceden sabiendo lo que se habecina. Soy gentil, pero a veces mi bondad tiene sus limites.
    -- tambien es su hija!! niña estupida!! no sabes cuantas mujeres han esperado tener un hijo sin poder tenerlo y tu!! que la tienes frente a tus ojos no la aprovechas!!-- le digo muy enfadada-- ustedes y sus creencias estupidas... que tiene de malo que sea mitad hombre? eso no le quita que sea una buena persona!! y que tambien tenga un corazon humano!!--
    La mujer retrocede, aterrorizada... pero estoy segura que no es por lo que yo le haya dicho. Volteo y veo a un ogro imponente, con los ojos color morado obscuro y la piel color gris muy fuerte, ha de rozar los tres metros de altura, tiene unas manos gigantescas, con las uñas llenas de sangre y mugre, sonrie con sus horribles dientes amarillentos como filosos cuchillos, yo estoy paralizada, no se si no moverme o correr, nunca he tenido tal cosa frente a mi.
    -- que niña mas linda...-- acerca sus grandes ojos a mi rostro, como los de Ginengy... solo que llenos de maldad-- de todas las mujeres que he tenido tu eres la unica nque ha sabido apreciar un buen monstruo--.
    Entonces se que hacer, volteo en busca de Inuyasha, este grita que me mueva pues conmigo frente al ogro no puede hacer el viento cortante, entonces corro hacia el, pero cuando estoy apunto de darle la mano, el ogro golpea a Inuyasha aventandolo al otro lado de la pequeña casa ya destruida, la mujer a huido, la niña esta aterrorizada detras de una gran tabla de madera, entonces la gran mano del ogro me atrapa, trato de escapar, clavandole mis flechas en la mano para que me suelte, pero es inutil, sin el arco del monte azusa no puedo hacerle gran daño.
    -- Sango! Miroku! llevense a Inuyasha y a la niña a un lugar seguro!!-- grito con todas las fuerzas que me quedan, pues cuando termino de gritar, ya estoy bastante lejos.
    El aire... huele a dolor y a pesadés, el ambiente se siente frio y lleno de miedo. Yo, tengo bastante miedo. No se que hora es, ni si quiera se cuantos dias llevo aqui... no se si me buscan o si me han olvidado. Tengo la gran suerte que el ogro no me haya hecho mucho caso. Suspiro, llevo dias comiendo de lo que cae cerca de la cueva donde me tienen secuestrada. De vez en cuando cae una que otra ave, y desgraciadamente tengo que matarla si no quiero morirme de hambre. No veo el dia en que me convierta en madre de un hibrido. En todo este tiempo he visto como esa cosa se lleva a las muchachas... una por una, para nunca ver su regreso. Suspiro con nostalgia, me llena de tristeza en recuerdo de inuyasha tratando de darme su mano antes de salir volando por el golpe del ogro, verlo inconsiente sin poder ayudarme... Entonces recuerdo hace una semana cuando estaba en el borde del pozo, deseando verlo con todas mis fuerzas...¿sera posible?... valdria la pena intentarlo...
    -- Quiero verte... mi amor quiero verte... -- murmuro... entonces se me llenan los ojos de lagrimas, empiezo a llorar desconsolada...-- Inuyasha! quiero verte!, Inuyasha!-- grito desesperada con las mejillas empapadas de lagrimas, me hago un ovillo en el frio suelo de la cueva. Cierro los ojos desesperanzada... solo deseo que Inuyasha encuentre una buena mujer que lo quiera tanto como yo... aunque no creo...
    -- Kagome! donde estas!-- oigo una debil voz a lo lejos... tal vez estoy soñando... entonces me doy cuenta que estoy despierta, levanto la vista rapidamente. Gritan mi nombre mas fuerte, reconozco esa voz al instante.
    -- Sango!! aqui estoy!!-- salgo disparada a la salida de la cueva, sonriendo de oreja a oreja, busco a Sango con la mirada. Entonces oigo el grito de inuyasha y el estruendo de colmillo de acero. Algo viene tirando los arboles, veo a lo lejos al ogro que corre hacia la cueva, trato de brincar de donde estoy, pero esta demasiado lejos del suelo, viene por mi, sabe que vienen a rescatarme y no lo va a permitir.
    -- Sango!! cuidado!! el ogro se acerca-- grito a ciegas, porque no se donde esta Sango, volteo a todos lados en busca de ayuda. De pronto me acuerdo del carcaj lleno de flechas sagradas que tengo al final de la cueva, estoy apunto de agarrarlas, pero las manos gigantes gigantes del ogro me atrapan, me sacan de la cueva. El dia esta muy soleado, pero me siento mareada por el jaloneo de las manos del ogro, entonces lo veo, Inuyasha, Sango, Miroku y Kirara, todos en la pradera , los ojos me brillan de felicidad, no puedo evitar sonreir, es como si tuviera meses retraida de la humanidad.
    -- Inuyasha!! Sango!! Miroku!! que alegria verlos...-- digo casi derramando lagrimas de felicidad
    -- descuida Kagome!! ire a rescatarte!! ya veras lo rapido que derroto a este ogro!!-- grita Inuyasha desenvainando a colmillo de acero, este se convierte en esa gicante espada que nunca me habia atrevido a tocar, es demasiado peligrosa.
    -- Tu crees que me vas a quitar a mi mujer inutil Hanyou?? esta mujer me servira de muucho para tener unos buenos hijos!!, con su poder espiritual, su belleza y su excelente cuerpo me dará unos hijos excelentes!!-- grita el ogro, quiero vomitar del asco que me provoca .
    -- idiota! ella jamas te dará hijos!! las mujeres no son un objeto!! -- grita furioso-- kongosoha!!--
    Colmillo de acero se convierte en diamante puro, entonces miles de pequeños diamantes salen de la espada clavandose en el cuerpo del ogro, haciendo que sangre a borbotones, al parecer, el diamante es tan duro que puede cortar su gruesa piel, el ogro toma su garrote y trata de golpearlo, pero se que moverse le duele y sus movimientos son lentos...
    -- Inuyasha!! cortale la mano donde tiene el garrote!! es su unica defensa!!-- le grito, entonces me callo, el ogro me agarra como una muñeca de trapo me acerca a su boca, saca su negra y apestosa lengua. Entonces me da un lameton en la mejilla, lo hace tan lento, y me da tanto asco que me parece una tortura. Grito con asco y terror, su lengua quema como el acido.
    -- tu... deja...-- Inuyasha aprieta con fuerza el mango de su espada... entonces pequeñas ondas de viento empiezan a rondar alrededor de ella-- Deja a MI NOVIA!!--.
    Abro mucho los ojos, no puedo creerlo, lo recordo, lo recuerda y lo esta aceptando, me quedo estupefacta, no se que hacer si reir o llorar, entonces me doy cuenta que no es tiempo de ponerse sentimental.
    -- Kaze no Kizu!!-- grita Inuyasha soltando un estruendo, un sorprendente rayo dorado atravieza el brazo donde el ogro me tiene atrapada, es tan sorprentente... nunca lo habia visto asi de cerca... sigo con los ojos deslumbrados, cuando me doy cuenta que estoy cayendo. Pego un grito, enconces como un impulso me agarro de una rama de un arbol antes de chocar con el suelo, poco a poco me voy arrimando a la parte mas gruesa de la rama cerca del tronco, me siento y recargo mi espalda en el tronco, acaricio la mejilla donde me dio el lameton el ogro... me duele...espero que no sea nada grave. Bajo la mirada hacia donde esta el brazo del ogro.... un charco de sangre gigantesco rodea el arbol donde estoy. Me dan nauseas... entonces oigo el rugido de kirara. Sango y Miroku se dirigen a donde estoy y me ayudan a subirme... me dan ganas de desmayarme, pero no lo are, no despues de lo que acaba de decir Inuyasha, el sigue combatiendo al monstruo... con vista borroza veo que no puede totalmente con el. Verme a salvo le ha quitado fuerza, entonces tomo el arco del monte azusa, una flecha, acomodo y apunto... justo al corazon. La suelto, esta se envuelve en una gama de colores deslumbrantes y puros, la luz deslumbra y se clava en el pecho del ogro, este pone los ojos en blanco, y envuelto en pureza... se desintegra y desvanece.
    -- la... niña...-- digo preguntando por la pequeña hanyou que estaba en la casa cuando me secuestraron.
    -- esta con shippo, los aldeanos nos dieron hospedaje mientras te buscabamos-- dice Miroku aterrizando a kirara...
    -- llevas semanas perdida...-- dice Sango ayudandome a bajar de la nekomata, cuando pongo los pies sobre el cesped, me dan ganas de besarlo, tanto tiempo durmiendo en el frio suelo de la cueva hace que sienta que el cesped es igual de calido de un abrazo... un abrazo.-- pero te encontramos gracias al olfato de inuyasha--
    -- el rastro era un horrible hedor convinado con un aroma a lirios...-- dice inuyasha apareciendo detras de los arboles. Un impulso, un impulso hace que dando tropezones llegue hasta sus brazos y lo abraze con todas mis fuerzas.
    -- pense que nunca volveria a verte...-- digo apretandolo aun mas, el esta muy sonrojado, sorprendido, me acaricia el cabello, creo que no puede abrazarme porque recuerda lo que dijo hace rato, levanto la vista y sonrio.
    -- que bueno!! ahora si tendremos otra parejita!!-- dice miroku aplaudiendo, Inuyasha y yo nos sorprendemos mucho, yo aprieto los dientes.
    --este... no! bueno no se... que... que piense el...-- me sonrojo muchisimo, tanto que podria salirme vapor de las orejas, Inuyasha agacha mucho las orejas, baja la mirada mirando sus dedos, pero el no esta tan sonrojado. Toma mi mano, yo me sorprendo mucho, volteo, pero el no me mira a los ojos.
    -- Kagome... tu...-- dice inuyasha muy nervioso, sonrio leve, niego con la cabeza, muy triste, porque al pareccer no puede aceparlo, me acerco y le doy un beso en la mejilla.
    -- tranquilizate... puedes hacermelo saber cuando quieras-- digo empezando a caminar, no quiero ir en kirara, quiero ver si inuyasha tiene el valor de llevarme en su espalda, este se acerca muy timido y me extiende la mano cuando Sango y miroku ya se alejaron bastante de nosotros, yo tomo la mano de inuyasha y me sonrojo, el hace lo mismo.
    -- eso es un si?-- me pregunta rascandose la cabeza pero dandome la mano con fuerza
    -- si...-- respondo mientras esbozo una alegre sonrisa.
     
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    Rebellious Mind

    Rebellious Mind Nefilimm

    Virgo
    Miembro desde:
    20 Mayo 2013
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    El relato de nuestra historia juntos.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    4059
    Capitulo 3: el primer dia
    Esto es un sueño? o una realidad...Me volteo del otro lado de la colchoneta y trato de abrir los ojos sin que el sueño me obligue a cerrarlos de nuevo. Me tallo los parpados y me levanto. Unos grandes ojos lilas me miran con curiosidad, yo sonrio con ternura, recuerdo que despues de la batalla con el ogro volvimos a la aldea para marcharnos, pero cuando buscamos a la madre de la niña esta habia huido, y habia abandonado a la pobre de Tomoyo, si, tomoyo... el nombre de esta pequeña niña.
    -- buenos dias tomoyo... como te sientes?-- digo alegre
    -- muy bien señorita Kagome...-- me dice con su voz tan delicada como un lirio de agua
    -- no me digas señorita, me haces sentir mas importante de lo que soy-- sonrio y me pongo las sandalias de sacerdotiza, el traje pica demasiado, tendre que pedirle un kimono prestado a sango para ir a lavar mi ropa...
    -- su novio se fue desde la mañana, me dijo que le avisara que volveria al medio dia para que no se espantara...-- dice tomoyo sentandoce en el piso, yo le suelto las trenzas, busco mi peineta y empiezo a cepillarle el cabello color gris raton...Novio... Cuando volvimos a la aldea, todos ya sabian de nuestra relacion... pero se me hace tan extraño porque aunque ayer fue cuando llegamos a la aldea, no nos hemos tratado Inuyasha y yo como verdaderos novios, realmente no se como diablos tratar a uno...
    -- muchas gracias Tomoyo..-- le digo poniendole una flor en el cabello y dandole un beso en la frente-- vamos a presentarte con las hijas de sango--.
    Me arreglo el pelo, le doy la mano a la niña y salimos a la aldea. Como hago usualmente paso enfrente de la casa de las viejas chismosas para llegar a casa de Sango, los murmuros me envuelven cando paso por ahi, a la mayoria de los aldeanos les caigo bastante bien, pero a estas señoras les paresco una molestia. Paso frente a ellas sin dedicarles algun saludo, su concideracion no tiene gran importancia para mi. Tomoyo parece ser mas inocente de lo que crei, le tiene miedo a los aldeanos, a los pajaros, gallinas... cerdos y a infinidad de cosas pero lo raro es que los insectos que a mi en especial me causan terror a ella no le causan ansiendad alguna, mas bien los trata con cariño, una de las razones para quererme quedar con ella. Llegamos a casa de sango, ella esta afuera con las niñas, estas estan muy alegres,Rin y Shippo tambien estan aqui, tal vez todos querian conocer a la nueva amiga.
    -- hola niños.. les presento a tomoyo, ella es nueva aqui y quiero que la traten con cariño esta bien?-- digo amable, tomoyo se esconde detras de mi.
    -- es como el tio Inuyasha verdad?-- dice yuka curiosa
    -- solo que no tiene orejas de perro... que simpatica!-- dice rin ofreciendole la mano a su nueva amiga, realmente Rin tiene carisma, yo me dirijo con sango, miroku se queda cuidandolas, aunque shippo dice que con el tienen suficiente, de todas maneras no hay que confiarce. Sango y yo entramos a la casa, se que esta ansiosa por preguntarme sobre mi noviazgo, pero sinceramente yo no quiero hablar sobre el tema.
    --y bueno cuentame como te va he?-- dice curiosa buscando un kimono para mi en su baul
    -- Sango...-- respondo... ella me mira desconcertada-- no se como diablos tratarlo--
    -- ah!! pues como siempre... con cariño, solo que de vez en cuando metele uno que otro beso y ya...-- dice tranquilizandose, pero yo no estoy tranquiña con su consejo
    -- asi de facil?..-- pregunto, bueno, realmente esta diciendo la verdad, siempre lo he tratado bien, solo hay que disminuirle los "abajo" y meterle uno que otro beso...
    -- asi de facil..-- ella sonrie, yo le devuelvo una sonrisa nerviosa..-- sabes, mañana te llevare a que te hagan un kimono bonito, no puedes usar esa cosa tan fea todo el tiempo.-- señala mi traje de sacerdotiza y despues me avienta un kimono, yo asiento obediente.
    Medio dia, toda la mañana he estado tranquila, pero mientras mas se acerca la hora mas ansiedad me da, creo que me he estado mordiendo mucho los dedos porque ya me hice varios padrastros, juego con mis dedos, no puedo estar quieta ni un momento... hace como una hora que me puse el kimono y he estado tan atareada que no he tenido tiempo de arreglarme bien el cabello, Sango termina por cepillarmelo y poniendome un liston blanco para sostenerme el cabello. Entonces oigo las risas de las niñas, la voz de mi "novio" jugando con ellas y un coscorron de Shippo. Tengo miedo de salir, Sango tiene que obligarme a levantarme y yo me obligo a esbozar una sonrisa. Cuando salimos, todos se quedan callados, de los nervios ni siquiera se que rayos llevo puesto, bajo la mirada. Un kimono color rosa pastel con detalles amarillos, bastante lindo. Levanto la mirada y encuentro a un Inuyasha muy sonrojado y desviante, y tambien a un shipo tratando de aguantarse una carcajada, Tomoyo, rin y las gemelas nos miran curiosas.
    -- hola!! como te fue? -- pregunto tratando de aguantar mis nervios, Inuyasha no me mira, pero sonrie un poco, esta bastante sonrojado.
    -- bien... te.. te traje... esto-- responde Inuyasha, entonces me pone en la mano un gran ramo de flores de color rosado, son pequeñas y muy delicadas, pero son tantas que se ven realmente hermosas, se que las he visto antes...
    -- flores... de cerezo...-- digo impresionada... como sabia que...
    -- se que son las que mas te gustan... por eso trate de conseguirlas como pude, espero que te gusten-- me siento tal debil ante su presencia que si me mirara a los ojos podria desmayarme del gusto, no me da una hemorragia nasal porque no me lo permito, no es realmente romantico pero es tan tierno de su parte que podria dar saltitos de felicidad.
    -- si... me encantan! muchas gracias...-- le doy la mano, y en un leve impulso sin saber que hacer, me pongo de puntillas y le planto un dulce beso en los labios. Inuyasha se queda con los ojos muy abiertos, totalmente sorprendido, se pone muy muy rojo, las orejas se agachan y las manos le sudan. Todos estan muy sorprendidos tambien, yo trato de no desmayarme de la emocion, creo que asi se trata a los novios no?.
    Me doy cuenta que tengo mucha hambre, jalo de la mano a inuyasha que sigue muy atontado. Camino con paso rapido para llegua a casa de kaede, que al parecer ya tiene listo el desayuno, pues desde afuera de la cabaña se percibe el aroma arroz y estofado. Me paso la lengua por los labios sin darme cuenta de que paso a lado de A-Un. Entramos los cuatro adultos y los cinco niños a la pequeña casa, Rin da un grito de felicidad y se va directo a los brazos del que podria ser su propio asesino. Sesshomaru. Este hace una debil sonrisa, pero frunce el ceño al vernos a inuyasha y a mi agarrados de la mano, Yaken abre sus ojos amarillos y nos mira en forma de desaprobacion,
    -- no puedo creer que ayas caido mas bajo hanyou-- dice yaken con su ronca voz , inuyasha arquea las cejas y no le hace mucho caso-- otra vez enredandote con una humana!!--.
    -- que deshonor...-- murmura sesshomaru, rin lo mira algo desconcertada.
    -- que tiene de malo...-- dice inuyasha apretandome la mano con mas fuerza, yo lo miro con la misma mirada que le dirige rin a sesshomaru, pero a mi me brrillan los ojos de felicidad
    -- no puedes desonrar a la familia de una forma mas baja, ya veras lo debiles que seran tus hijos--contesta sesshomaru dandole una pequeña probada al estofado.
    -- ustedes con su fuerza... de veras...-- dice shippo negando con la cabeza-- ademas tu de que te quejas sesshomaru... si a ti tambien te gusta una humana--
    Sesshomaru se sorprende tanto que deja caer el tazon regando todo el estofado por todo el piso.
    -- quien es la humana señor sesshomaru?-- pregunta rin curiosa mirando al hombre bestia a los ojos.
    -- en serio no sabes rin??-- digo señalandola con la mirada, los demas no pueden aguantan la risa, tanto que miroku escupe el arroz porque ya no aguanta mas la risa. Inuyasha frunce el tambien aguantandose la risa.
    -- no tienes muchas pruebas a tu favor hermano...-- dice inuyasha cruzando los brazos
    -- pudiste haberte conseguido a alguien mejor...-- murmura yaken, su comentario me ofende, siento como si me metieran una puñalada en la boca del estomago, entonces inuyasha se levanta tambien ofendido.
    -- es mi novia!! y me gusta mucho!! que tu seas un amargado solitario no es mi problema...-- dice inuyasha tomando mi mano con fuerza, yo me sonrojo demasiado, jamas habia declarado asi sus sentimentos, me levanta de un tiron, en vez de sentirme mal me parece algo realmente tierno, ya hasta se me fue el hambre.-- kagome... vamonos, aqui les molesta nuestra presencia--
    Asiento obediente, y empiezo a caminar mientras salimos de la pequeña cabaña, se me hace extraño... inuyasha se habra declarado enfrente de mi? en todo este tiempo que llevamos juntos como amigos no habia hablado de sus sentimientos, solo las pocas veces que estuvo con Kikyo, nunca pense que se declarara tan facilmente. Volteo a verlo, al parecer esta enojado.
    -- perdon... pero no me gusta que me digan que hacer...-- me dice antes que yo pueda pronunciar una palabra, yo asiento de una forma timida. Inuyasha camina y se sienta al pie del arbol. yo lo sigo y me siento a su lado, recuesto mi cabeza en su hombro, el se voltea y recuesta su cabeza sobre mi pelo, antes no podiamos hacer esto con tanta libertad, sonrio leve.
    -- gracias...-- le digo sonriente, el me mira sorprendido.
    -- gracias porque?-- me pregunta, yo lo miro como si no fuera obvio
    -- gracias por hacerme tan feliz inuyasha, te quiero mucho-- el se sonroja y sin que yo pueda evitarlo me da un beso en la cabeza, realmente es cierto lo que dijo sango, el unico que tenia que cambiar su actitud es inuyasha, yo siempre lo he tratado como si fuera mi novio, no me imagino como sera cuando estemos casados... si es que llegamos a ese punto.
    Cierro los ojos, quiero que se pare el tiempo, entoncesInuyasha toma de mi barbilla y poco a poco va acercado sus labios a los mios... estamos apunto de besarnos, en la pocision perfecta ahora si sin que nadie pueda interrumpirnos, el primer beso sin ser robado, sin estar en peligro o inconcientes... entonces...
    -- ja!! los cache picarones!!-- dice shippo colgado de una rama de un arbol -- estaban haciendo cosas malas!!--
    -- maldito zorro metiche!! no te metas en lo que no te importa-- grita inuyasha muy enojado, lo baja del arbol tomandolo de la cola y empieza a agitarlo por el aire.
    -- inuyasha tranquilo, no lo molestes, no fue su intencion-- digo mas decepcionada que enojada... estabamos tan cerca...
    -- si fue su intencion!! es un chismoso...-- grita muy molesto, me levanto y pongo mis manos sobre sus hombros para que se tranquilize, no quiero utilizar el "abajo", entonces inuyasha abre un poco sus manos sin darse cuenta, entonces shippo aprovechando la oportunidad se escapa de sus manos antes de que termine con un chichon en la cabeza.
    -- calma inuyasha es solo un niño...-- digo tranquila, el se voltea me mira y ezboza una sonrisa terca, mas bien picara.
    -- eres demaciado noble kagome... ya veo porque siempre terminas lastimada-- me responde de forma altanera mientras empieza a caminar con las manos en la nuca y los codos abiertos, sus cabellos plateados se mueven al viento. Asimilo su respuesta... noble... soy demasiado noble y siempre termino lastimada...
    -- pues no creas que yo quiero salir lastimada, la mayoria de las veces es sentimentalmente y es culpa tuya-- digo un poco molesta, no me gusta que me hagan sentir debil ante los demas.
    Inuyasha se voltea y me mira sorprendido, se sonroja un poco y se rasca la cabeza desviando mi mirada, yo lo alcanzo y hago que me mire a los ojos.
    -- que te pasa?-- le pregunto, su cambio es tan repentino, primero estabamos a punto de besarnos y ahora estamos discutiendo.
    -- oye... desde hace cuanto que me quieres?-- su pregunta me sorprende demasiado, abro mucho los ojos y me pongo muy roja, siento como me sube el color. Pero no me dejo vencer.
    -- y tu... contestame primero... desde hace cuanto que te gusto?-- le zambuto la pregunta haciendo que se sonroje aun mas que yo, sonrio con suficiencia-- verdad que no es tan facil responder ese tipo de preguntas... pues adivina que... a mi me gustas desde siempre!--.
    El se me queda viendo como si estuviera loca, despues asimila mi respuesta, se rasca la cabeza y refunfuña un poco, despues me le pongo alfrente señalandolo con el dedo.
    -- ahora contestame tu! no te hagas el tonto!-- le digo, el no sabe que contestar, cruza los brazos y frunce el ceño sin mirarme.
    -- pues yo... no... no lo recuerdo-- me dice muy nervioso
    -- ja! pues te lo dejo de tarea "novio"-- me doy la media vuelta, enojada porque no lo recuerda, y divertida porque ahora sabre desde cuando le gusté...
    -- esta bien "novia", te espero en el arbol de las flechas a las nueve...-- el tambien se da la media vuelta y se va. Menuda hora la que elige, tengo que esperar todo un dia, tal vez tiene tan mala memoria que no lo va a poder recordar tan facil mente. Suspiro, tengo que lavar el traje de sacerdotiza, yo tambien me tengo que poner a recordar, realmente a mi siempre me llamo la atencion, creo que me empezo a gustar exactamente en el momento en que salvo a Sota de esa mascara que llego a mi mundo en busca de los fragmentos de shikon, que ya no existen, creo que le debo dar gracias a esa perla. Espero que Inuyasha tambien.
    Camino a casa de kaede, ahi se encuentran ella y tomoyo, la anciana le esta enseñando a disparar flechas y a preparar unguentos, lo que yo deberia estar haciendo, pero mi nueva vida amorosa me lo esta impidiendo por completo. Recogo mi traje y lo meto en la mochila amarilla para que nadie vea lo que traigo.
    -- creo que tengo una nueva aprendiz Kagome...-- dice kaede sonriendole a la pequeña tomoyo, esta le devuelve una tierna sonrisa.
    -- si... tal vez en un futuro pueda ayudarme no kaede?-- sonrio amable.
    -- si... por sierto kagome, tu no has cumplido mucho con tu entrenamiento, debes ponerte mas al tanto con eso, recuerda que es tu responsabilidad-- me dice con voz ronca, al parecer esta hablando en serio.
    -- lo siento kaede, te prometo que en cuanto pueda empezare con el entrenamiento-- digo un poco nerviosa, realmente no tengo tiempo para andar recogiendo plantas medicinales, no por ahora.
    Salgo tranquila de la casa de Kaede, me dirijo a un pequeño lago cercano, ahi todas las mujeres lavan su ropa, se ocupan materiales naturales y perfumes. En la otra epoca ya hubieramos hechado a perder este hermoso lago. Camino con tranquilidad, entonces cuando voy llegando veo a las viejas chismosas lavando su ropa, siento como si una piedra me hubiera caido en la cabeza. Tendre que soportarlas.
    Me muerdo la mejilla por dentro y finjo que me alegra verlas, las saludo con amabilidad, estas me miran como si fuera un bicho raro que saca veneno, como si en cualquier momento las fuera a morder. Saco de la mochila el viejo traje de sacerdotisa, lo dejo a mi lado mientras tomo de un pequeño traste que traje conmigo los perfumes y hiervas para lavarlo. Susurran sobre mi a mi lado, a veces me gustaria saber que tanto hablan sobre mi, fruncen el ceño, entonces la mas joven de todas se acerca a mi.
    -- disculpe sacerdotiza Kagome... podria preguntarle algo?-- me pregunta curiosa, yo asiento con amabilidad
    --claro, digame-- digo lo mas amable que puedo.
    -- es cierto que esta saliendo con el joven Inuyasha?-- me pregunta, ansiosa por saber, me mira con sus grandes ojos cafe obscuro, llenandose de cataratas, sonrio como si fuera un tema de lo mas comun.
    -- claro! porque lo dice?-- pregunto, yo tambien ansiosa por saber la razon de su pregunta mientras enjuago el traje de sacerdotiza lleno de jabon y especias.
    -- es que bueno... nos preguntabamos si no le daba pena ser el plato de segunda mesa... ya sabe como la sacerdotiza Kikyo...-- responde...
    Zaz... el plato lleno de especias se riega por la orilla del lago, esbozo una sonrisa hipocrita, mas falsa que el respeto que hay entre esas señoras y yo. Las miro a los ojos, valiente.
    -- inuyasha y yo ya estabamos destinados a estar juntos... si no... porque razon creen que estoy aqui señoras? yo que ustedes me pondria a lavar sus trapos antes de andar juzgando a las personas sin saber...-- escupo, sacando todo lo que me guardaba en el pecho y rompiendo toda ese microscopico respeto que habia entre nosotras. Enjuago el traje y me levanto, cortante y sin despedirme, estoy harta de esas mujeres.
    Miro el cielo, deben ser almenos las tres de la tarde... seis horas mas que esperar, vendra inuyasha a comer? Cruzo los dedos, espero que si, quiero verlo antes que den las nueve... no se porque me da tanta curiosidad... tal vez porque se que terminara en algo bueno...
    Preparo la comida con gran entusiasmo, nada de chile para inuyasha, tiene la lengua muy sensible, hago lo posible para que la sopa se paresca a las instantaneas, pero me saldria mejor comprar un poco de carne para hacer brochetas. Voy de aya para aca, por ser la sacerdotisa las cosas me salen casi regaladas, pero la carne la compro con el dinero que nos dan por las exterminaciones, al final preparo un festin para todos, aunque me preparo con una gran barrera anti- baja autoestima por si a inuyasha se le da decir alguna estupides, facil, negar con la cabeza y salir del lugar antes de que pueda decir " abajo ".
    Todos se han reunido, pero inuyasha no ha venido... bum... abajo barrera y hola desilucion, como sin ganas, y se acaba toda mi comida... pero escondo las brochetas para la noche.
    Las cinco, solo tengo que esperar cuatro horas mas... me gustaria comprar algo nuevo, busco en una pequeña cajita y encuentro bastante dinero como para comprarme un nuevo kimono, con la ultima exterminacion me dieron la mayoria del dinero por desintegrar por completo al ogro.
    El bazar no queda muy lejos, es pequeño pero siempre se encuentra lo que se necesita, al parecer antes era un gran almacen de armas traidas de occidente porque las grietas de las columnas de los puestos estan llenos de polvora. Busco algun kimono bonito... pero solo encuentro lo usual.. rojos, rosas y de colores muy llamativos... pero yo quiero lucir lo menos llamativa posible y verme lo mas tierna e inocente que pueda, no quiero provocar a nadie, quiero mostrarme como soy, entonces buscando entre los puestos menos concurridos lo encuentro, un kimono color rosa palido adornado con hermosas flores de cerezo color azul marino,... inocente... delicado.
    Regreso a casa de Kaede, ella no esta pero tomoyo y rin se encuentran jugando, me quito el kimono de Sango, me pongo mi kimono nuevo y le pido a las niñas que me peinen, ellas me toman dos caireles de las cienes uniendolos con una peineta dorada en la parte de atras... cuando me levanto me miro con el pequeño espejo que traje de casa... paresco de porcelana... con todo este atareo no me doy cuenta que son ocho y media...
    Suspiro... ha sido un dia de los mas normales y no he visto a Inuyasha todo el dia, realmente su ausencia me provoca un hueco en el estomago. Volteo de un lado a otro, inquieta, no puedo permaneces quieta un solo segundo, los nervios me consumen. Las niñas se han quedado dormidas y yo no puedo parpadear por el miedo a que llegue tarde a mi cita...
    Suficiente. Me levanto y salgo de la cabaña disparada no sin antes darle un beso en la frente a rin y a tomoyo. Las sandalias de sacerdotiza no me provocan problemas, no me gustan las zapatillas de madera, me hacen sentir demasiado alta y no puedo caminar. Estan sandalias me apoyan, los tropezones me mandan aun mas lejos del lugar donde cai, realmente esta noche todo me parece bien. Las ramas no me estorban y el kimono se ha manchado ni estropeado, aunque la peineta esta un poco chueca pero no importa. Cuando llego al arbol de las flechas, no hay nadie. Volteo de un lado a otro, pero no encuentro a mi amado. Bum... se me cae el alma a los pies , cualquier ilusion de que fuera la noche perfecta se va al caño. Estoy apunto de dejarme caer sobre mis rodillas cuando una manzana cae a mi lado, volteo... suspiro de alivio, ahi esta, el sonrie como todo un pillo. Baja y toma la manzana riendose mucho, yo no puedo hablar.
    -- pensaste que no iba a venir? -- me dice jugando con la manzana entre sus garras, yo frunco el seño y sonrio al mismo tiempo.
    -- algo asi, como no te apareciste todo el dia...-- entonces me acuerdo, se me olvidaron las brochetas de carne, estoy apunto de golpearme la cara cuando veo que inuyasha me mira con curiosidad-- ah! es que te iba a traer algo pero se me a olvidado, te las dare regresando a la aldea--
    -- no importa, yo tampoco te traje nada-- me dice colocando sus manos en su nuca y recargando su cabeza como siempre, sin mirarme.
    -- oh... me debes una respuesta-- digo sonriendo con alegria, el se rasca la cabeza.
    -- pues no tengo una respuesta exacta, sabes, al principio me sientia como tu niñera, porque todo perdias y ademas porque todo el tiempo tenia que cuidarte, ademas me molestaba que te parecieras tanto a Kikyo...-- me responde,yo frunso el ceño-- pero poco a poco me fuiste empezando a gustar... el tener que protejerte me fue acercando mas a ti...--
    Me acuerdo perfectamente, en estos tres años no he olvidado absolutamente nada de lo que vivimos, me acuerdo de nuestras discuciones y tambien de todas esas veces que se fue con kikyo, pero siempre volvia... siempre vuelve. Cuando reacciono veo que estoy solo a unos centimetros de el, el me mira a los ojos.
    -- pero... el dia que conocimos a koga...-- me toma la mano, inconcientemente como el dia que resucitaron a kikyo e inuyasha estuvo apunto de besarme... ese momento bajo el arbol...-- fue la gota que derramo el vaso...--
    Celos. Eso fue lo que lo hizo abrir los ojos, los celos que tenia y tiene hacia koga.
    Lo miro y sonrio con ternura, sus ojos tienen un brillo especial. Todo este tiempo jamas se habia portado tan tierno y cuando lo hacia podria provocarte una gran hemorragia nasal al solo ver sus blancas mejillas sonjadas.
    -- siempre has sido un celoso-- sonrio timida, me toma de la cadera y yo lo abrazo del cuello. Solo un pequeño roce entre nuestros labios me eriza la piel y me hace sentir mariposas en el estomago. Nos besamos. Asi de simple, sin que nadie nos interrumpa. Aunque esta haciendo bastante frio mi interior esta hirviendo. No quiero que nadie me separe de el. No me importa si llegan esas viejas chismosas a compararme con Kikyo. Que reviva si quiere. Nadie me va a volver a separar de el.
    Nadie.
     
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    Rebellious Mind

    Rebellious Mind Nefilimm

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    El relato de nuestra historia juntos.
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    Holita! Aqui les traigo el sig. capitulo. Se que me tarde mucho pero me estuve entreteniendo en otras cosas.

    Capitulo 4: La prometida de inuyasha
    Han pasado al menos 4 semanas desde mi llegada a la época antigua. En esas cuatro semanas he aprendido bastante, desde plantas venenosas, hasta plantas comestibles... pero nada de conjuros. Nada. Ni siquiera un pequeño hechizo para crear campos de fuerza. Hasta ahora, lo único que puedo utilizar como protección es mi carcaj de flechas y el arco del monte azusa. Es algo realmente frustrante. Kaede dice que aun no he alcanzado el nivel espiritual necesario... destruí la flecha de shikon con solo un deseo ¿y no tengo el poder espiritual suficiente?... A veces pienso que me están haciendo perder el tiempo.

    Mi relación con inuyasha va bastante bien. Desde el inicio de nuestro noviazgo no ha habido una sola discusión, hacemos un gran equipo exterminando monstruos. El viernes pasado nos enfrentamos a un sapo gigante realmente asqueroso, capturaba hombres atractivos para que el fuera el único que llamara la atención de las mujeres, ya se imaginaran en que termino la cosa, el traje de las ratas de fuego de inuyasha aun apesta a carne de sapo achicharrada, por mas que lo lavo y lo lavo el hedor parece quedarse.

    Lo mas bueno de todo es que no somos nada empalagosos. Me acuerdo de los novios de mis amigas, Yuka, Eri y Ayumi, todo el día querían besos. Todo el día caricias, todo el día se baboseaban. Asco. Lo bueno de mi relación es que inuyasha y yo nos llevamos bastante bien y cada uno de los besos que nos damos son realmente emocionantes, no son apasionados, pero son tan lindos y tan pocos que te dan ganas de mas.

    -- aun no sabes como le vaz a poner al niño Miroku?-- pregunto mientras le cepillo el cabello a rin mientras ella le pone flores al cabello de yuka y kamene. Tomoyo y rin se ríen a carcajadas, al parecer han empezado a madurar, rin es la mayor, tiene al menos diez años cumplirá los once en octubre.

    -- sango aun no esta decidida si ponerle el nombre de su padre o no, cree que le traerá malos recuerdos-- dice miroku preparando té de jazmín en una pequeña olla.

    -- no se porque se preocupan tanto por el nombre, pueden ponerle el que sea-- dice Inuyasha acostado a mi lado, recargando su cabeza en la palma de su mano

    --¿¡como que no importa?! a ver imagínate que le pongan... ¡myoga! ¿no seria bonito verdad?-- dice shippo uniéndose al juego con Tomoyo y Rin.

    Entonces entra Sango con el bebe en brazos, esta sonríe agradeciendo nuestra preocupación. Se sienta al lado de miroku totalmente sonriente, al parecer ya sabe el nombre del niño.

    -- Ryuuji? ese no es un nombre muy exótico?-- digo curiosa y arqueando una ceja, todos están atentos y sorprendido, todos menos inuyasha, este muy serio con el ceño fruncido sin tomarle importancia.

    -- es cierto, podría venir corriendo cuando inuyasha diga " ryuurin no tessaiga"-- dice shippo imitando los bruscos movimientos de inuyasha de una forma graciosa, este gruñe conteniendo las ganas de ponerle un buen golpe a shippo.

    -- no, es un nombre realmente lindo,hay gente que dice que la gente toma la personalidad de su nombre! tal vez podría volverse todo un guerrero-- dice Miroku. Entonces... gritos. Nos levantamos todos sobresaltados y salimos rápido a ver que sucede.

    Afuera, guerreros por todas partes, las casas se incendian y sacan a las mujeres. Un gran carruaje levantado por esclavos avanza entre las llamas.

    -- un saqueo, rápido, busquen a kaede y no impidan que se lleven nada ni a nadie-- grita inuyasha desenvainando a colmillo de acero.

    Tomo mi arco y mis flechas lista para salir al rescate, mi novio me mira con reprobacion y antes de que pueda abrir la boca lo callo.

    -- no, soy la sacerdotisa y tengo que ir-- digo antes de que inuyasha pueda decir alguna palabra, salgo disparada, no me importa si tengo que matar a uno que otro guardia. No permitiré que lastimen a mi aldea.

    Lanzo flechas a caballos haciéndolos caer con sus dueños, shippo se lleva a tomoyo, rin, kamene, yuka y el pequeño Ryuuji en brazos. Sango derriba y apaga el fuego, Miroku libera prisioneros, al final, terminamos por eliminar a casi todos los saqueadores.

    Entonces, los esclavos bajan el carruaje. Las finas cortinas rojas de seda lustrosa se abren dejando ver a una mujer. Muy hermosa, los ojos delineados y los labios color carmesí, su cabello largo hasta llegar al piso, adornados con grandes listones rojos, un gran kimono rojo, al parecer de la realeza la viste. Baja del carruaje, y camina hacia nosotros. Esta mujer me causa nauseas, así que rápidamente tomo una flecha y apunto directamente a su cuello.

    -- que... quieres...--digo con dureza, la mujer me mira seria como si no fuera la gran cosa, con altanería.

    -- busco al Hanyou-- dice ella, su voz es dulce y femenina, hasta llegar a ser elegante.
    Inuyasha da un paso al frente totalente decidido, desenvaina a colmillo de acero y apunta a la mujer con el arma, gruñe, al parecer esta muy molesto por el saqueo y el incendio.

    -- que quieres... mocosa-- dice inuyasha frunciendo el ceño, aun apuntando a la mujer con su espada. Esta cambia su dura expresión a una sonrisa llena de ternura he ilusión, arqueo una ceja sin creérmelo. Entonces, la mujer se abalanza sobre inuyasha, este guarda colmillo de acero para no atravezarla. Me hierve la cabeza de furia y celos, pues la bella mujer esta colgada del brazo de inuyasha, restregándose en el como un gato mimado en busca de cariño.

    -- prometido... te he estado buscando...--dice ella con voz suave y alegre, yo aprieto los dientes enterrándome las uñas en las palmas de la mano, dejando una fea marca sobre la carne.

    -- el es... mi novio, zo... zo...-- me callo antes de decir una barbaridad, simplemente agarro un mechón de cabello de la doncella y lo jaloneo hacia donde estoy, alejándola de el.-- aléjate de el, es mi novio!--

    Ella me sonrie picara, soportando el dolor que mis jaloneos le provocan.

    -- Estupida... el y yo estamos comprometidos desde antes de nacer... ¿no es asi mi amor?-- Inuyasha la ve sorprendido, con el ceño fruncido y totalmente sonrojado. El humo de la furia podría salirme por las orejas.
    Volteo el rostro de la mujer, que poco a poco se acerca a la de Inuyasha. Entonces antes de darme cuenta le meto un puñetazo en la cara, haciendo que le sangre la nariz. Inuyasha suspira de alivio.

    -- te lo dije... Zorra-- digo seria mirando a la mujer con el rostro casi destrozado. Debo admitir que soy bastante fuerte. Ella me mira con desprecio. Sango y yo sonreímos satisfechas.

    -- bueno, bueno. Sera mejor que empecemos a ayudar a los aldeanos.-- dice Miroku. Al parecer la mujer no le causa atracción alguna. Inuyasha esta perplejo, mirándome con admiración y al mismo tiempo con miedo. Entonces vuelvo la mirada para mirarlo a los ojos; rápidamente desvía la mirada como si no me hubiera estado observando.

    La mujer se levanta, aun con la nariz escurriendo de sangre. Me mira, sonrie y trata de hablar, pero de su garganta solo sale un ronco graznido.

    -- es mejor que te quedes así, " su alteza". Tu voz no me es muy agradable-- digo fríamente, sin embargo, siento compasión por ella. Suspiro, un poco arrepentida. Creo que hubiera resultado mejor una simple cachetada.

    Inuyasha me mira como si me estuviera pidiendo permiso para levantarla. Yo vuelvo a suspirar y sonrió, mirando al tsundere de mi novio.

    -- inuyasha... por favor, ayudala-- digo levemente machacando mi orgullo. Inuyasha la levanta, yo le pongo un pañuelo en la nariz. Los ojos picaros de la mujer me miran, pero no agradecidos. Si no de otra forma que no logro identificar.

    Caminamos hacia la casa de Kaede. Miroku y Sango han decidido quedarse con los aldeanos. Las viejas chismosas me miran confundidas al ver que ayudo a la mujer que yo misma he herido.
    Inuyasha carga a la mujer como un costal de papas. Sabe que yo no se lo perdonaría si la cargara igual que a mi. El kimono de la dama se arrastra por el lodo, ensuciando completamente las finas telas de barro y otras cosas que no puedo definir con claridad.

    Llegamos a casa de Kaede, Tomoyo esta escondida en un rincon, muy asustada. Al verme, la niña corre a mis brazos.

    -- ¡Señorita Kagome! ¡Que bueno que esta aquí! Tenia mucho miedo que le hubiera pasado algo-- la niña me abraza con fuerza, como si me fuera a escapar se sus manos. Sonrió enternecida, la separo de mi, indicándole que todo esta bien. Inuyasha deja en el piso a la mujer que sigue con la cara ensangrentada y con la nariz totalmente chueca. Me mira con desprecio, yo la miro de la misma manera.

    -- dime tu nombre-- digo seria, mientras busco hierbas medicinales en una caja.

    -- Azuna... Azuna Hiyamoto-- dice ella con voz ronca. Aun persistente voltea a ver a Inuyasha, que permanece de pie, con los brazos cruzados y frunciendo sus espesas cejas negras. Al ver a Azuna mirarlo de tal manera, frunce mas el seño y se acerca a mi para ver que estoy haciendo. Me alegra que sea tan fiel a mi.

    -- Bien, en primera, disculpa por el puñetazo.-- unto un poco de especias en una toalla y se la pongo en la nariz.-- en segunda, Inuyasha es mio ¿ok?--

    Inuyasha se sorprende, frunce el ceño de nuevo y me mira curioso. Muy sonrojado.

    -- oye, yo no soy de nadie-- me dice mientras me mira un poco molesto, aun con el ceño fruncido. Sonrió levemente, sin mirarlo. Le sigo aplicando las especias a Azuna.

    -- No, eres mio-- digo aun seria. Inuyasha abre mucho los ojos, se sonroja demasiado. Vuelve a cruzar los brazos y se sienta en un rincón mirando como trabajo.

    -- Se ve que se quieren mucho. -- Azuna se rió con suficiencia, yo me sonroje, pero no tanto como inuyasha.

    Que ahora voltea hacia otro lado, con las palmas de las manos en la nuca y los codos levantados recargado en la pared. Yo sonrió a la noble con dulzura, porque al parecer mi novio no quiere cooperar con la romántica entrevista.

    -- bastante. Ahora dime ¿ a que viniste?-- le aplico otro tanto de especias, ahora le arde, ya que le he quitado toda la sangre de encima.

    -- a casarme con inuyasha-- ella se mantiene persistente, la miro furiosa. Al parecer no entiende de razones.

    -- no puedes, es mi novio.

    -- pues entonces intentare ganártelo.. querida.

    La mujer sonrió con suficiencia, yo le devolví la sonrisa de forma hipócrita. Inuyasha y Tomoyo tienen las manos agarradas del miedo. Mi novio niega con la cabeza rápidamente con gesto asustado.
    -- inténtalo, si es que puedes.--

    Paso el medio día sin mas problemas. Azuna decidió irse a descansar a su carruaje, tal vez sus médicos podrían arreglarle la nariz. Un gruñido proviene de mi estomago mientas arreglo unas cuantas cosas en la cabaña. Tengo hambre, no desayuné con tanto alboroto.

    --¿En serio piensas retarla?-- pregunta Inuyasha curioso, mientras mueve sus simpáticas orejas para escuchar tu respuesta.

    -- claro, estoy segura que tu no me dejaras por ella ¿ o si?-- pregunto intrigando al hanyou. Inuyasha hace un gesto de desaprobación y disgusto, yo sonrió amablemente haciéndole saber que no le diré abajo. Aunque hace tiempo que se lo tiene bien merecido.

    -- No, por supuesto que no. Las chiquillas mimadas me molestan-- responde el el desviando sus ojos dorados a otro lado. Sonrió, se que me quiere, pero aun no puede declarar bien sus sentimientos. Tengo pensado comer en casa de Sango, ella me dijo que podríamos pasar un tiempo a solas como antes. Pero ya nada seria igual que antes.

    Miroku y Sangos estan casados. Inuyasha y yo somos novios. Shippo a madurado y Kirara esta con Kohaku. Otro gran problema. Ya no hay Naraku.

    Inuyasha camina distante, aun no madura lo suficiente. Realmente no se lo que esta pensando, pero se ve que no esta pensando en comida.

    Al entrar a casa de Sango, siento como si me metieran un puñetazo en el estomago. Todos están comiendo a gusto. Saborean los platillos con placer y piden mas, y mas. Pero no es mi comida, y tampoco es comida de Sango. Es la comida que preparo la doncella Azuna.

    -- Inuyasha! Mi amor! que gusto verte!, he preparado un platillo especial para ti.-- la voz de Azuna despide un sonido a emoción hipócrita y fingida. Ella no quiere a Inuyasha.

    Me mantengo tan distraída, hundida en mi ira, que no me doy cuenta que Inuyasha come de lo que Azuna le esta dando. Lo prueba, no puedo decirle " abajo" porque aun no se su opinion. Aunque me preparo mentalmente para lo que estoy a punto de escuchar, no puedo evitarlo.

    -- esta... delicioso Azuna!-- otro puñetazo en el estomago. No puedo aguantar las rabia que tengo por dentro, reprimo mis ganas incesantes de decir abajo. Pero me calmo, la comida debe ser tan buena como la comida instantánea para que Inuyasha la adore.

    -- verdad que si mi amor!-- dice azuna, su sonrisa me causa nauseas. Pero reclamando mi territorio me voy a sentar al lado de Inuyasha, este se sonrojo un poco, pero la comida era mas entretenida que su novia.

    -- déjame probar-- digo alegre, con una sonrisa hipócrita. Inuyasha frunce el ceño, como si le fuera a quitar su preciada comida. Entiendo rápidamente el mensaje. Tomo un plato de arroz y me pongo un poco de carne. Si, esta deliciosa, pero no como la comida instantánea.

    Shippo parece enojado. Al parecer le molesta la forma de comer de Inuyasha. A mi también me causa rabia. Jamas había comido de esa forma lo que yo le preparaba. Rabia, eso es lo que me entra rápidamente. Dejo el plato de arroz algo molesta, asqueada al recordar quien lo había preparado. Me levanto a la cocina para traer un poco del arroz que debió preparar Sango.
    Me quedo perpleja al revisar los tazones. Nada. Absolutamente nada.

    Ni arroz, ni pescado, ni estofado. Al parecer toda la comida que hay es la del comedor.
    Regreso, fastidiada al saber que las manos que tocaron esa comida que va a llegar a mi estomago la toco una niña mimada. Luego me entra miedo.
    ¿ Que tal si me puso veneno en la comida?¿ O si me puso un jarabe para que perdiera la memoria?
    No, algo mucho peor.

    Cuando llego a la cocina, descubro a una Azuna sonriendo mientras le da de comer en la boca a mi novio, que no se opone en lo absoluto.

    -- Ahí va el avión!... abre la boca!-- dice Azuna, divertida. Inuyasha no se da cuenta de mi presencia. Sango, Miroku y Shippo están asustados, aterrorizados con mi expresión, que es una combinación de rabia, furia y celos.
    -- I- inu- ya- yasha..-- digo furiosa. Este voltea a verme con la boca llena de comida. Frunzo el ceño.

    -- Kagome... tranquilízate-- dice Sango, también aterrorizada. Pero al menos creo que me entiende un poco.

    -- Abajo!-- grito furiosa. El collar de Inuyasha empieza a pesar, demasiado. Traga la comida a tiempo para no ahogarse al chocar contra el piso.

    Al levantarse me mira furioso. Yo trato de no llorar, no quiero verme débil. Pero se me notan las lagrimas tratando de salir de mis orbes.

    -- ¡¿Que te pasa?! ¡¿Estas loca?!-- Inuyasha me mira muy molesto. Azuna ríe con suficiencia.

    Trato no llorar. Si hubiera sido con otra persona me hubiera parecido de lo mas normal... pero. Aprieto los puños con fuerza, enterrándome las uñas en la palma de la mano. La garganta me duele, la barbilla me tiembla. La mirada de Inuyasha se me clava como mil espadas. Todo iba tan bien.

    Salgo corriendo del lugar como si una jauría de perros salvajes me persiguiera. Me tapo los oídos, no quiero escuchar. Corro al bosque, pero no al árbol donde siempre practico. Ahí podrían encontrarme. Quiero perderme, quiero irme lejos. No quiero saber de nadie, ni de Miroku, ni Shippo, ni Sango, ni Tomoyo, ni Rin. Nadie. Quiero estar sola.

    Las ramas chocan contra mi cara, tropiezo varias veces. Pero no paro, no quiero detenerme.
    Al fin, tropiezo con una roca y me voy de bruces. Mi cara golpea contra la tierra. Creo que eso es lo que siente Inuyasha. Entonces me viene la imagen de una Azuna atiborrando de comida a mi novio.
    Hubiera sido mejor volverle a romper la nariz a Azuna. Una buena patada entre las piernas pudo haber sido mas efectiva.

    Me voy gateando hasta los pies de un árbol y me recargo en un tronco. De nuevo tendré que lavar el traje de sacerdotisa, esta hecho un asco total. Miro al cielo, esta atardeciendo. ¿Cuantas horas me la pase corriendo? Me imagino que mas de una, pues las piernas me pesan toneladas.

    Se me han quitado las ganas de llorar. No me imagino que estarán haciendo mis amigos ahora. ¿Me estarán buscando?¿Estarán preocupados por mi?. ¡Que imprudente soy! Debí haber matado en ese momento a Azuna y no haber castigado a Inuyasha. Pero el también tiene la culpa, por dejarse.
    Suspiro. Tal vez debería pedir disculpas.
    Pero porque Miroku y Sango no lo detuvieron. Tal vez querían que viera sus malas acciones.

    Azuna. Maldita zorra. Arrastrada. Mujer de vida fácil. Urgida. Cerda anorexica.

    En cuanto regrese le voy a volver a partir la cara. Le herviré la nariz en una olla caliente con verdura barata. Luego voy a quitar esa carita de niña bonita.

    No me doy cuenta de que estoy regresando, camino a paso rápido. Mis pasos están llenos de furia.
    Le pediré disculpas a Inuyasha. Después lo obligare a ver como le arranco cada trozo de piel a la " asombrosa cocinera" de Azuna. Ya no le hará mas brochetas de carne.

    Tropiezo varias veces, volteo a varios lados, he dejado un rastro inconfundible. Al parecer he pateado varios arboles y roto varias ramas. Sigo caminando por el sendero que he trazado con anterioridad. Frunzo el ceño, me sonrojo.

    No me imagino la sarta de cosas que me hará hacer inuyasha cuando le pida disculpas. Lo bueno es que al final Azuna se ira para siempre, y si vuelve a aparecer, no dudare en clavarle una flecha en el cuello...
    Entonces tropiezo, y esta vez caigo al suelo. Son las fuertes raizes del árbol donde practico las que me hicieron caer. Buenas noticias. No sentí cuando los minutos corrían, al parecer el estar pensando en las 1000 y una formas de matar a Azuna me entretuvo un poco.

    Salgo por fin del bosque. Diviso la casa de Sango, tal vez debería pedirles disculpas a ellos primero, luego voy por inuyasha.

    Camino hacia la casa, las luces, mas bien las velas, me hacen ver a la perfección que hay movimiento en casa. Se oyen voces apagadas, una risa coqueta. Al parecer Sango y Miroku quisieron pasar tiempo juntos. Veo la sombra de una pareja, la mujer parece atrevida, se rie constantemente. El hombre no habla, no pronuncia palabra alguna. Me acerco mas, la pareja se besa. Mas bien la mujer se inclina y lo besa, el hombre no se opone. Sin embargo, hay algo que me parece raro ¿ desde cuando Miroku tiene el cabello tan largo?

    Quiero interrumpirlos, servira de venganza por todas esas veces que me interrumpieron con Inuyasha. Abro la puerta corrediza.

    --¡Chicos! Me podrían decir donde...--
    Miro a la pareja. El mundo entero se me cae encima.
     
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    Kira Yuno

    Kira Yuno Iniciado

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    Ouuuuu maldito InuYasha ...jamas lo crei capaz tengo ganas de arrancarle todos sus cabellos de uno por uno hasta que solo le queden sus orejas de perro... tambien a Azuna, pobre Kagome.
    Esta genial tu ff me encanta espero el proximo capitulo ansiosa.
     
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    Rebellious Mind

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    Gracias! Pero no te preocupes jejej, ya veras lo que pasa en el siguiente capitulo :3.
    Yo tambien odio a mi propio personaje, a la cerda anorexica de Azuna.
     
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  7.  
    Rebellious Mind

    Rebellious Mind Nefilimm

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    HOLITA! Este capitulo esta muy corto, porque si lo hubiera hecho completo estaria muy grande!! Ademas, los quiero dejar a medias jeje. Ok, espero que les guste.


    Capitulo 5: ¡Terminamos!

    ¿Alguna vez has sentido la impotencia de que has sido engañada, sin poder evitarlo?

    Yo si.

    No puedo evitar llorar. La imagen que estoy viendo es horrible.

    Una Azuna, besando a Inuyasha con pasión. Un inuyasha, que no se opone.
    No digo nada, no digo abajo. Solo siento como el mundo se derrumba ante mis ojos.

    -- I.. nu.. yasha--alcanzo a pronunciar escondiendo mi mirada detrás de mi flequillo. Que estúpida soy. Que ingenua soy.

    -- ¡Kagome! ¡¿Que haces aquí?!-- grita Inuyasha conmocionado. Las gruesas lagrimas corren por mis mejillas, se me debilitan los músculos. No tengo fuerza para soportarlo.

    --Venia... a pedirte disculpas. Pero, ya veo que estas muy ocupado-- me doy la media vuelta. Bajo por los escalones. Alguien corre detrás de mi. Me jala del brazo, no quiero voltear. Lo rechazo. Escucho una risa, algo divertida, por detrás. Inuyasha sigue sujetando mi brazo.

    --déjame...
    -- No, déjame explicarte.

    -- No tienes nada que explicar. Lo vi todo.-- La voz se me corta. Si, lo vi todo. No tiene excusas, vi desde que Azusa se encimo sobre el hasta que le planto el beso.Vuelve a jalar mi brazo, esta vez si volteo.
    Sus ojos ambarinos me miran, desesperados. No me importa, no voy a escucharlo.

    -- No es lo que tu crees
    -- Si, lo es. Ya elegiste. Ella ganó, me rindo.--
    -- ¡Kagome!

    -- ¡Déjame!¡Quédate con ella!¡Cásate si quieres!-- le grito, furiosa. Algunas de mis lagrimas le salpican en la cara-- ¡Terminamos Inuyasha! ¡Terminamos!--.

    El me mira. Las lagrimas también empiezan a correr en su rostro.

    Azuna se sigue riendo. Soy capaz de matarla, pero no tengo nada. Me suelto del brazo de inuyasha, que parece haberse quedado mudo. No lo cree, yo tampoco lo creo.

    Camino hacia la casa de Kaede, no, camino hacia el bosque. Al árbol sagrado. Al pozo.

    Quiero volver, quiero regresar a casa. Quiero a mi familia, quiero ver a mi mamá.
    No alcanzo a llegar al pozo, esta demasiado lejos, no me quedan fuerzas para mas.
    Me caigo de rodillas a los pies del árbol sagrado.

    -- Porque a mi...-- alcanzo a pronunciar con mucha debilidad-- ¡Porque a mi! ¡Porque el!-- le grito al árbol sagrado. No me responde.


    ¿Que hice de malo? ¿Que hice para que me pasara esto?.

    Una mariposa se posa en mi mano, me hace cosquillas. Yo no la muevo.
    Es tan hermosa. No quiero perderle. Pero, al final de cuentas, se va.

    No llegue a casa de nadie, dormí en los pies del árbol. No me dio consuelo. Nadie se preocupo en buscarme, Inuyasha no me buscó.

    Me trato de levantar, me duelen los huesos. Estoy muy rígida, creo que estuve llorando toda la noche. Me duelen mucho los ojos.

    Trato de levantarme. Nadie ha venido a buscarme.

    Las hojas del árbol sagrado se me han enredado en el cabello. Creo que me ira bien tomar un baño. Ahora que recuerdo tengo mis kimonos en la casa de Kaede.

    Toda la aldea mira extrañada y temerosa a la joven sacerdotisa. Realmente todos me miran extrañados. Tal vez es mi cabello que parece que un gato lo estuvo ocupando de juguete, o porque mi traje que esta empapado de agua y lodo. No me importa.

    Camino arrastrando los pies mientras entro a casa de Kaede. Risitas coquetas se oyen adentro. Esbozo una mueca de asco.

    Al entrar, siento como si me hubieran apuñalado en el abdomen. Azuna, le da de comer en la boca a Inuyasha, de nuevo. Es realmente repugnante. Inuyasha parece contento, pero su expresión cambia al verme entrar a la cabaña.

    Lo ignoro, hago como si el no estuviera ahí. Como si no me doliera.

    --Kagome...-- me dice, su voz suena triste. No volteo a verlo, me agarra el brazo, lo aparto con brusquedad.

    -- déjame...-- digo con la voz lastimada y ronca. Vuelve a jalarme del brazo, quiere que lo mire a los ojos-- ¡déjame!--

    No quería gritar, pero era la única forma de que me soltara. Lo miro a los ojos, tienen un brillo triste, igual que los míos.
    << ¿Me extrañas?>> le pregunto en mis pensamientos. No asiente, pero yo se que el también esta sufriendo. Aun así, no pienso perdonarlo.

    La cara de Azuna esta llena de rabia. Entonces, truena los dedos con furia, tres veces en total.

    Pasa algo muy extraño, de repente los ojos de Inuyasha pierden ese brillo triste con el que me miraba, pasando a unos ojos inexpresivos sin vida.

    Rápidamente se sienta al lado de Azuna, que sonríe astuta. La miro con odio. Me a quitado a mi Inuyasha.

    Pero prefiero guardar fuerzas, así cuando este lo bastante furiosa de deformaré la cara.

    Salgo del lugar, sin pronunciar palabra alguna. Corro hacia el lago donde siempre me baño. Nadie vendra a espiarme, pero tampoco tengo a Inuyasha para que vigile. Me quito la ropa y me meto en el agua.

    Esta helada, hago una expresión rarisima. Me hundo en el agua. Analizo la situación.
    Termine con Inuyasha. Azuna esta seduciéndolo. El esta sufriendo por mi. Yo estoy sufriendo por el. Me engañó. No puedo perdonarlo.
    Pero, ¿porque Sango no los detuvo?¿Porque Miroku no los vigiló?¿Porque la recibieron en su casa?. Traidores. Son unos traidores.

    Me quedo un buen rato en el lago, mirando un petirrojo que cuida a sus polluelos en un arbol de cerezo. Lo bueno es que estoy limpia y fresca, lo malo es...¿Que voy a hacer ahora?
    Me pongo el kimono detrás de un arbusto, me siento en el pasto para no mancharle mientras lavo mi ropa.
    Estoy demasiado deprimida, no puedo hacer todo por cuenta propia, le tengo que ordenar a mi cerebro para reaccionar.

    -- Ahora ponle jabón, Kagome-- digo levemente-- Ahora enjuaga, kagome--

    Pongo a secar el traje.
    Ahora siéntate Kagome. Suspira, Kagome.
    Levántate,Kagome.

    Siento el traje para ver si sigue húmedo. Si, pero puedo ponerlo en el tendedero de Kaede.

    Camino hacia la aldea, cuando oigo pasos que me siguen. Debería estar con el arco. Corro hacia el árbol de las flechas y saco el arco y el carcaj que tengo escondido en un tronco.

    Rápidamente tomo una, flecha la acomodo y doy media vuelta por si se necesita atacar en segundos.
    Inuyasha se cae de espaldas sobresaltado. Suspiro y bajo la flecha. Inuyasha frunce el ceño molesto. Tomo una actitud seria y fría.

    -- que quieres-- digo sin ninguna expresión en mi rostro, el me mira, frunciendo el ceño.Se levanta. Luego se sonroja.
    -- Quería hablar contigo--
    -- yo no, vete--
    --Kagome...--

    --¡No quiero nada que ver contigo! ¡Vete!-- le grito, el me agarra el brazo y me trae hacia el. Me suelto con brusquedad mientras camino hacia atrás, pero choco con el árbol.
    Inuyasha se acerca hacia mi. Entonces me arrincona contra el árbol, me agarra por la cadera y me mira a los ojos ¿Va a besarme? ¡No puede! ¡Si no no pode olvidarme de el!

    -- ¡Te detesto! ¡Suéltame! ¡Te odio!-- Le grito, suplicante. Pero realmente no quiero que me suelte.

    -- Eso no es cierto-- me susurra al oido, huele mi cabello. Me estremezco totalmente.

    << bésame>> Digo para mis adentros. Entonces, sin que me de cuenta, me da un beso en el cuello.

    << ¡¿Que haces?!>> Abro mucho los ojos, ¿Que quiere hacerme?.

    Me abraza con fuerza, se rie levemente.
    --¡Inuyasha!-- grita una mujer, truena los dedos, como si estuviera llamando a un perro. Pero Inuyasha no me suelta, me abraza mas fuerte. Esconde su rostro en mi cabello, susurra algo inteligible para mi.
    Lo abrazo,¿Que esta sucediendo aquí?¿Porque parece que le tiene miedo a ese sonido?

    Azuna.

    Llega corriendo a través de los arboles. Tiene el rostro como loca, parece desquiciada. Se ríe muy fuerte. Yo también tengo miedo.

    --Mi Inuyasha-- dice Azuna, vuelve a tronar los dedos. Los ojos de inuyasha pierden su expresión. Se separa de mi. Me suelta, pero ahora se porque.

    Camina hacia ella, parece un zombie, de esos que salen en las películas. Ella empieza a reírse como una psicópata, empieza a dar saltitos como niña pequeña.

    Inuyasha s acerca mas a ella. Azuna abre sus brazos para recibir al hanyou. Entierro mis uñas en las palmas de mis manos, cerrando mis puños con mucha fuerza.

    --I- inu- yasha...-- celos. Es lo que siento, estoy dispuesta a destrozar a Azuna. Entonces cuando estoy a punto de pronunciar otra palabra, siento un horrible dolor en la cabeza, tanto, que termino desmayandome.
     
  8.  
    Chaos Lady

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    ¡Vaya! ¡Inuyasha comprometido, eso es de verse!

    Me gusta tu trama, me parecen graciosas las reacciones de Kagome, son muy propias de ella.

    Por otro lado, apesar de que se nota que has mejorado en tu redacción desde que comenzaste, te siguiero lo siguiente.

    • Utiliza el guión Largo, es más estético y le brindará al escrito mejor estética.
    • Como estás escribiendo en presente, por un poco más de atención a los acentos en las palabras, sobre todo en los verbos; palabras como "ríe" y algunas otras las has plasmado sin acentos.
    • Volviendo al tiempo en que narras, tenlo muy presente, en varias ocaciones incluiste tiempos en pasado, como "Kagome tomó una flecha....".
    • Se un poquito más detallada al narrar, la idea principal se entiende, pero cuando escribimos buscamos que el lector no solamente nos "lea" sino que logre vivir, almenos un poco, de nuestra historia.
    • Por último, pasa por Heramientas para escritores, ese forito ayuda mucho. Y en dado caso de cualquier duda o que quieras ayuda, contacta un Beta Reader para que te asista.
    Nos vemos a la próxima! :D
     
  9.  
    Rebellious Mind

    Rebellious Mind Nefilimm

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    Título:
    El relato de nuestra historia juntos.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    2178
    Holita!! Matenme si quieren... abandoné este tema demasiado. Bueno, no tengo escusas porque mi mala maña de empezar otro tema que se me viene a la cabeza cuando no he terminado otros 4 que tengo ahi guardados, me ha provocado problemas. Bueno, aqui esta la continuación de lo que pasa con Azuna y el extraño comportamiento de Inuyasha.

    Capitulo 6: Locura.

    Me duele mucho la cabeza.

    Trato de abrir los ojos, pero algo impide que lo haga. Agito mi cabeza, entonces el mundo me da vueltas, me mareo demasiado. Siento como la vena de mi sien palpita bastante, me duele.
    Vuelvo a agitar la cabeza, entonces un pañuelo blanco cae, permitiéndome ver.

    -- Donde... estoy-- digo con voz ronca. Volteo de un lado a otro. Creo que estoy en una sala grande, pero todo esta muy obscuro. Trato de levantarme, entonces caigo de bruces.

    Tengo pies y manos amarradas.

    Genial, ahora a un maldito loco se le dio la hermosa idea de secuestrarme. No, no maldito loco. Creo que es una maldita loca.
    Se me viene el leve recuerdo de Azuna dando saltitos y sonriendo como psicópata.
    Pero ¿Quien diablos me golpeo en la cabeza?.
    Algo se enciende al fondo de la habitación. Ahora veo, que es la sala principal de un palacio. Una mujer, alta y de cabello castaño se acerca con una vela.

    -- ¡Sango!-- grito emocionada. Pero al acercarse, veo que no esta normal. Tiene la misma expresión que había en los ojos tristes de Inuyasha. Vuelvo a sentir miedo.
    En el momento en que Azuna trono los dedos ya sabia que estaba pasando.
    Inuyasha y mis amigos están siendo controlados. Controlados por Azuna.
    ¿Pero como?¿Porque?¿En que momento?

    Sango se acerca con detenimiento, al parecer espera recibir ordenes de alguien. Trato de agudizar el oído para ver si no se escucha alguna voz, pero, al final me doy por vencida porque no se oye absolutamente nada.
    Miro a Sango, desconcertada.

    Ella me desamarra los pies, pero no las manos. Me ayuda a levantarme, mientras me mira con esos ojos vacíos, sin ninguna expresión. Después, me vuelve a tapar los ojos.
    Al parecer nos estamos dirigiendo a la habitación principal, porque pasamos por muchas habitaciones. Lo identifico porque se escucha el rozar de las puertas corredizas. Entonces, Sango me arroja al piso sin ninguna consideración. Debo admitir que tiene mucha fuerza en los brazos.

    -- ¡Bienvenida!, ¿Te la estas pasando bien en tu estancia?-- dice una voz suavemente, sublime.

    -- ¿Quien eres?¿Donde estoy?-- pregunto, confundida. Esa voz no la reconozco.

    -- Estas en tu peor pesadilla, pequeña-- vuelve a decir, al parecer es una mujer. Truenan los dedos tres veces, entonces alguien me quita la venda de la cara.
    Veo de espaldas, a una mujer muy alta, el cabello lustroso y negro, y unas manos delgadas sin ninguna imperfección. La mujer se rie, divertida. Volteo y veo a alguien que definitivamente no me esperaba.
    Shippo.
    Esta sentado, con la misma mirada se Sango. Prepara té, al parecer es de jazmín.

    <<Sango... Shippo. Miroku debe estar en algun lado>> Pienso analizando lo que tengo a mi alrededor. Entonces volteo hacia atrás.
    Si, también esta Miroku. Tiene el cabello suelto, y un rasguño en la cara ¿Porque?

    -- Donde esta Inuyasha-- Le digo, fría. La mujer no quiere enseñar su rostro, se vuelve a reír, como si estuviera diciendo una estupidez.
    -- El no tiene ganas de verte...

    -- ¡Dime donde esta!

    -- ¡El solo quiere a su ama!,¡a su prometida!-- Grita la mujer como toda una loca.
    Azuna. Seria inconfundible esa frase. Sonrió con suficiencia, conozco su punto débil.

    -- El no te ama, Azuna-- digo tratando de que llegue a escuchar con toda claridad. Inuyasha tiene que salir en cualquier momento.

    -- Si... si me ama...

    -- No, el me ama a mi. Tu lo estas controlando a la fuerza.

    -- ¡No!¡El me ama!-- entonces, Azuna truena sus dedos tres veces.
    Inuyasha sale de un rincón. Tiene la mirada vacía y lleva puesto un traje de nupcias. El se acerca a Azuna y voltea su silla. La reconozco de inmediato. La nariz chueca la delata.
    Esboza una sonrisa maníaca. Empieza a reírse como toda una loca, pero en sus ojos se refleja una gran tristeza. Por un instante, siento lastima por ella.


    -- Inuyasha me ama, ¡Y dentro de poco nos casaremos, Kagome!-- grita, esta loca, esta desquiciada.

    -- ¡Lo casaras a la fuerza! ¡El tarde o temprano vendra conmigo!-- la provoco. Se enfurece, me mira con mucha rabia. Vuelve a tronar los dedos. Miroku, Sango y Shippo salen por detrás, dejándome con una enamorada psicópata.

    -- El me ama... El me ama-- susurra para ella misma. Miro a Inuyasha, esta muy serio, pero veo un tenue destello en sus ojos vacíos. Tal vez se esta oponiendo a sus ordenes.

    -- El saldra de tu conjuro, tarde o temprano-- le digo, esperando que sirva mi plan.

    -- No... mientras le siga dando las brochetas, el seguirá a mis ordenes. Todos seguirán mis ordenes--

    ¡La comida!¡Por eso Inuyasha no se opuso que le diera de comer!¡ Por eso Miroku y Sango no los detuvieron!¡Por eso los dejaron solos!.
    Frunzo el ceño, molesta conmigo misma. Como pudo engañarme de tal manera, por su culpa Inuyasha y yo rompimos. Maldita. Quien sabe cuantas beses toco los labios de mi novio a su antojo. Trato de liberarme, pero tengo las manos amarradas con mucha fuerza. Maldigo por lo bajo el talento de Sango al hacer nudos. Vuelvo a agitar mis muñecas. No puedo levantarme sin apoyarme en las manos.

    Azuna vuelve a reírse mientras me mira.
    Debo parecer graciosa. Como un pez fuera del agua. Me agito y revuelco, esperando a que el nudo se desate o ocurra un milagro. Debo salir de aquí, encontrar la cura. Al final, Miroku podrá sellarla con algo. Creo que seria mas eficiente matarla.

    --Estas loca.-- digo, con voz fuerte y clara. Ella sale de su trance y me mira, desconcertada.

    --¿Que dijiste?--

    --Que estas loca, estas completamente loca--

    Ella me mira, desesperada. Su respiracion se agita y pone sus manos en la cabeza, con fuerza.

    --¡No! ¡Yo no estoy loca!-- me grita.

    -- Si. Si lo estas. ¡Estas loca Azuna!¡Loca!-- Le grito con todas mis fuerzas, tratando de hacer que se levante. Así podre golpearla con una pierna, hacer que se caiga y que me de la cura para el conjuro si no quiere ser masacrada por mi rabia.
    Pero no.

    Ella truena los dedos, tres veces. Sonríe, debo admitir que es bastante inteligente.

    --Inuyasha-- dice. El levanta la vista y la mira. Esta sufriendo.-- Mátala--
    Por un instante se me para el corazón.
    << No, no puede matarme>> susurro en mis adentros. Sin embargo, el se acerca a mi, no se detiene. ¿Va a matarme? Si, va a matarme.
    Otro paso, rígido. No se opone, sigue sus ordenes.

    -- Inuyasha-- digo débilmente. Entonces, se detiene.
    Azuna abre los ojos mucho. Molesta, hace un gesto de enojo y mira a Inuyasha con odio.

    -- ¡Que esperas! ¡Mátala ya!--

    Pero Inuyasha no se mueve, mas bien lucha. Azuna vuelte a tronar los dedos, se acerca un poco mas. Trata de oponerse, pero no puede. No quiere matarme.

    -- Inuyasha, ¿me escuchas?-- digo, al ver que se encuentra lo suficientemente cerca.

    Se inca. Pero sus ojos no vuelven a la normalidad. Tengo que hablarle otra vez.
    -- Inuyasha, soy yo, Kagome-- le digo, pero no se mueve. ¿Que hago?¿Sigo hablando?.

    -- ¡No la escuches!-- grita Azuna, inuyasha sigue sin moverse.

    Trato de escudriñar en sus ojos, pero no me permiten ver lo que hay dentro. Si solo pudiera tocarlo, tal vez ese
    poder maligno se purificaría. Muevo mis manos, una y otra vez, tratando de liberarme. Con una uña busco el origen del nudo. Lo tengo, meto mi dedo en un pequeño hueco y vuelto a agitar mis manos. Aprovecho que Inuyasha no se mueve para liberarme. Entonces, de milagro, logro desatar el nudo.
    Azuna produce un grito ahogado al ver que me muevo completamente.
    Corro, y tomo el rostro de Inuyasha entre mis manos. ¿Que sucede?¿Porque no se libera?

    -- esta en una batalla con su subconsciente-- dice azuna, aun sentada en su gran silla, pero asustada-- piensa que esta solo, que estas muerta y que yo soy lo único que tiene. Escuchar tu voz solo lo ha hecho confundirse mas--

    Entonces aprieto con mas fuerza su rostro, juntando su frente con la mia, cierro los ojos.

    -- inuyasha, estoy bien-- digo, la voz se me hace un hilo-- aqui estoy--
    Pero no me contesta.

    -- ¡Soy la niña boba!¡Contéstame por favor!-- pero no contesta, esta llorando. Yo trato de no llorar-- ¡Inuyasha!¡Inuyasha háblame!--

    Agito su cuerpo para hacerlo reaccionar, pero no funciona. No se que hacer, Azuna se rie, satisfecha. No me dirá que hacer. Abrazo a inuyasha con todas mis fuerzas mientras beso su cabello. No quiero decirle nada. El "abajo" no lo liberará de su trance.
    Entonces, empieza a respirar. No por que no estuviera respirando, si no porque se empieza a sentir "vivo". Siento garras rozan levemente mi espalda, pero no me causan dolor alguno, mas bien calidez.

    --Kagome... niña imprudente-- susurra Inuyasha con cansancio.

    Como por arte de magia se me van las ganas de llorar al escuchar su voz. Esta bien. Si el esta bien, yo estoy bien. Lo abrazo con fuerza mientras sonrio, ya necesitaba uno de sus abrazos.

    --Inuyasha...-- digo, mas sonriente que nunca.
    De repente, un dardo pasa con gran rapidez a mi lado izquierdo, hiriéndome la mejilla. El dardo se clava en la pared. Miro sobre el hombro de Inuyasha.
    Azuna, ha lanzado un dardo hacia mi rostro, tal vez apuntando a la cabeza. Esta llorando, ¿porque?¿En serio ama a Inuyasha?.


    --¡Sueltalo!¡Inu-kun es mio!-- grita azuna, desesperada y con los ojos desbordándose de lagrimas. Inuyasha voltea a verla, confundido. Yo también estoy confundida.

    --¿Inu-kun? Nadie me llamaba asi desde que era un niño-- dice Inuyasha mirando con curiosidad el rostro de la mujer-- ¿No seras la hija del terrateniente?--
    El rostro de Azuna se iluminó de felicidad. Al parecer ya conocía a Inuyasha desde hace mucho tiempo, entonces, ¿Como rayos tiene ese aspecto?.
    -- ¡Si! Inuyasha y yo, vivimos el mismo desprecio del pueblo-- me dice ella, aun sonriente.

    --La única gran diferencia es que tu padre fue un desgraciado conmigo. Tu eres la hija de una bruja, por eso no te despreció tanto como a mi-- dice Inuyasha, furioso, al parecer muy molesto.

    Los miro a los dos. Estoy confundida, pero todo el rompe cabezas ha quedado resuelto.
    Azuna y Inuyasha estaban comprometidos porque Izayou y el terrateniente acordaron su relación. Azuna siempre ha estado enamorado de Inuyasha, pero después de la muerte de la princesa nunca volvieron a saber de el. Hasta ahora.

    -- Dijiste que siempre estariamos juntos-- dice Azuna acercándose a Inuyasha.

    -- Eramos unos niños. Ademas yo nunca estuve enamorado de ti

    -- pero...

    -- No azuna, yo estoy con Kagome, lo siento-- dice inuyasha viendo que azuna esta mas cerca de lo normal. Ella empieza a llorar de nuevo.

    Sinceramente, me siento una desgraciada. Una malvada por hacer que el amor de Azuna se valla al caño. Me siento una roba novios. Desgraciadamente, me siento como si fuera Kikyo.
    Azuna se acerca a una puerta corrediza, que a juzgar por la luz, debe ser una ventana. La abre y una imagen sorprendente bella llega a mis ojos.
    La casa esta construida al borde de un acantilado, que al fondo, presume una hermosa cascada de aguas cristalinas. Todo tipo de flores silvestres de colores adorna la maleza del acantilado. Felicidades a los arquitectos.
    Pero, Azuna no abre la ventana para ver el paisaje.
    Se acerca al balcón. Sonríe con tristeza mientras las lagrimas gruesas corren por sus mejillas.

    -- Inuyasha... yo te amo-- le dice a mi novio. Inuyasha se levanta.

    -- Azuna no vallas a cometer una locura-- le digo para que se aleje del borde del balcón.

    -- Kagome, ¿No lo habias dicho antes?, ya estoy loca--

    Inuyasha no puede detenerla.
    En un dos por tres, Azuna se lanza al vació. Dejo escapar un grito de sorpresa, corro rápidamente al balcón, al lado de Inuyasha, que sigue atónito. Veo como desgraciadamente el cuerpo de Azuna choca contra las rocas, sin que yo pueda hacer nada en absoluto.
    Abrazo a Inuyasha con fuerza. Realmente no queria que Azuna muriera de tal forma. Inuyasha acaricia mi cabello y poco después me da un beso en la frente, lo que me da por respuesta que acabamos de "volver". Entonces, Miroku abre la puerta corrediza. Al parecer ya están fuera de trance.

    -- ¡Hola picarones!¿Porque tan solos?¿Nos podrían decir donde estamos?-- pregunta miroku confundido, con su esposa y Shippo al lado. Yo sonrio y asiento.

    Creo que deberíamos dejar las aventuras por hoy.
     

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