El Refugio (001-005)

La Observadora
Stamina: 5
Sanidad: 7

Me miré el brazo dónde me había pegado el pinchazo justo después de que el hombre terminase de hablar, con la cabeza ligeramente ladeada, antes de volver a levantar la vista hacia él. ¿Que nos podía dar beneficio o perjudicarnos...? Bueno, si él lo decía, no veía porqué no podía ser el caso. Ya a aquellas alturas, podía creerme cualquier cosa que me pudiesen decir de aquel bosque.

—Ah, ahora que lo recuerdo... la última vez nos dijo algo sobre una enfermedad, pero se fue antes de aclararnos nada. ¿Podría especificar ahora a qué se refería?

>>¿La Enfermedad?

Contenido oculto

—Fósforos (x2)
—Bidón de gasolina
—Tabla con clavos
—Piedra brillante

Como Belu está con su examen y ocupadilla en general, voy a seguir posteando yo un rato más para avanzar uwu

 

La Observadora
Stamina: 5
Sanidad: 7

El hombre soltó toda la información de golpe y, a decir verdad, un poco de gracia me hizo saber que se había guardado información tan importante hasta ese momento. Es decir, ¿había una especie de infección en el bosque que era la causante de que los animales fuesen más agresivos o que podía hacernos perder la cabeza y recién ahora nos enterábamos de ella? No sonaba para nada ideal.

Tampoco había nada más que hacer con ello, pues si no se sabía el origen ni el porqué de que a algunos les afectase de una manera y a otros de otra... supuse que no tenía mucho sentido preocuparse por ello. Cuando nos tocase a alguno... ya veríamos cómo nos afectaba.

—¿Y eso de La Sed? ¿Está diciendo que en algún momento vamos a empezar a sentirnos con hambre, sed y cansados o algo así?

>>¿La... Sed?

Contenido oculto

—Fósforos (x2)
—Bidón de gasolina
—Tabla con clavos
—Piedra brillante

 

El Indicador
Stamina: 8
Sanidad: 3

La niña se había ido con la gatita y luego de mucho sopesar mis propias opciones solo me quedé dando vueltas por la cabaña, por sus habitaciones, el espacio de afuera y de vuelta al principio. No estaba cansado, seguía sin recordar una mierda, pero me sentía desorientado y consideré que un paso fuera en el bosque acabaría por hacer que me perdiera y entonces, no lo sé, me alcanzaría el río de sangre o el hombre-pájaro que recordaba entre parchones en la memoria.

En algún momento del día solo fui a la habitación que hacía las veces de taller, me acomodé para sentarme con la espalda apoyada en una de las paredes y me quedé allí como una estatua por vete a saber cuánto tiempo en realidad. A alguna hora, si es que podíamos hablar de horas allí, escuché pasos que a juzgar por la dirección del sonido se dirigieron al espacio que hacía las veces de cocina.

La noche cayó no mucho después, si acaso estiré las piernas y permanecí atento a los sonidos. En algún momento desconecté y todo lo que supe después es que las raíces estaban cubriendo todo de nuevo. Para cuando reaccioné enderezándome casi con pereza ya me había perdido el espectáculo del par de chicas metiéndose un caldaje raro con la jeringa de dudosa procedencia; en su lugar escuché a la de ojos dispares hablando y seguí su voz hasta la otra habitación, tratando de medio poner atención a lo que decía y... a lo que sea que le respondía.

Unirnos más a Tenumbris.

Esencia del bosque, ser más como él.

La Enfermedad.

¿Sed?

Me acerqué despacio, todavía algo aturdido si se quiere, entré a la habitación y vi a ambas frente al especio, aunque claro que la que hablaba era la mayor. Ya de paso preguntó por lo que yo iba a preguntar también, la mierda esa de la Sed.

—No me parece a mí que hable de una sed normal, ¿o sí? —añadí de repente, antes de disponerme a esperar la respuesta del hombre en el espejo.

Contenido oculto

hi (? llevo como mediodía con este post y lloro porque luego pokémon pasó

en fin, antes de morirme por sanidad y desaparecerme del rol tenía tres cosas en inventario (igual uno era un hongo, so, perecedero) y recuerdo haber leído que una parte del inventario se iba a la mierda al morir, la pregunta es qué se va al carajo (?

 

La Observadora
Stamina: 5
Sanidad: 7

Mientras esperaba la respuesta del hombre, una tercera voz hizo acto de presencia y realmente ni siquiera hizo falta que girase la cabeza para identificar la misma, sabiendo que se trataría del chico con el que, de alguna manera, habíamos acabado... ¿forjando una especie de amistad? Algo así, quizás. No quedaba mucha otra opción, teniendo en cuenta que ya solo éramos nosotros tres y la otra chica pelirroja.

Sea como fuere, lo escuché y, obviamente, me imaginaba que no se refería a una sed literal, pero tampoco tenía manera de adivinar a que se refería y mejor era tirar teorías a no hacer nada, ¿o no? Bah, qué más daba. Lo importante era que para saciar aquella famosa Sed, sí que íbamos a necesitar de agua y... teníamos el pozo para eso, ¿cierto? Pues ni tan mal.

—Y... la otra vez también mencionó algo de que el tiempo dormía o algo así, ¿a qué se refería?

Contenido oculto

—Fósforos (x2)
—Bidón de gasolina
—Tabla con clavos
—Piedra brillante

 

La Observadora
Stamina: 5
Sanidad: 7

Quizás lo último que necesitábamos era que este hombre nos abriese la posibilidad de que ni siquiera estuviésemos en nuestra línea temporal, como si no tuviésemos ya suficientes incógnitas encima con todo lo que nos estaba sucediendo y el bosque en el que nos habíamos despertado. Ni siquiera recordábamos algo de nuestras vidas antes de despertarnos ahí, era demasiado para cualquier ser humano.

Por eso quizás lo mejor sería no darle demasiadas vueltas a las posibilidades y centrarse en lo que sabíamos, como el hecho de que, por algún extraño motivo, existía un espacio temporal dentro de Tenumbris en el que el tiempo no avanzaba mientras estuviésemos dentro de la cabaña. Algo que ya habíamos comprobado, pero no venía mal recibir una confirmación directa.

Intercalé miradas entre los dos presentes antes de retomar de nuevo la palabra, queriendo aclarar toda posible duda antes de tener que irnos y adentrarnos en los peligros del bosque una vez más.

—¿Y qué me puede decir de esta foto? Estaba dentro de la cabaña.

>>Mostrar objeto: foto de un camino.

Contenido oculto

—Fósforos (x2)
—Bidón de gasolina
—Tabla con clavos
—Piedra brillante

Quedaría preguntar por el libro de hongos, si alguna quiere hacerlo para que yo no ande acaparando todo el rato, lo agradecería <3 O podemos irnos si no queréis preguntarle por eso o decirle nada más también, claro uwu

 

El Indicador
Stamina: 8
Sanidad: 3

Lo de la Sed tenía poco o ningún sentido si debía ser honesto, o yo era imbécil a secas, al final lo único que importaba era que una cosa llevaba a la otra y que podíamos palmarla por ello, además de que era una de las pocas cosas que nos podía molestar aquí en el refugio. Luego el hombre contestó lo del tiempo, lo del camino y nos quedábamos sin preguntas que hacerle en resumidas cuentas.

Recordé de repente el libro que había visto por ahí, de los hongos y no sé qué. Acabé por buscarlo, solo para alzarlo frente al espejo.

—Esto —comencé—, se ve que en este bosque la recreación con hongos está en boga o algo.

>>Mostrar objeto: Libro, El uso de hongos en el hogar.

 

La Hija
Stamina: 4
Sanidad: 6

La chica comprendió mis intenciones y, otra vez, pensé que esto de comunicarnos en base a señas resultaba más y más sencillo. Era un alivio si consideraba que sin importar cuánto lo intentara me resultaba sencillamente imposible modular palabras. Existían en mi mente, eran de hecho tan claras y precisas, pero no lograba brindarles su sonido propio, que brotaran de mi garganta. Y no tenía idea por qué.

Lo primero que hizo la chica fue mostrarle el huevo de larva. El señor del espejo pareció notar lo que habíamos hecho en la cocina, lo de inyectarnos esa sustancia extraña, o al menos me dio la sensación. Manteniéndonos en tema, al parecer ese objeto tan extraño nos serviría para... ¿cómo había dicho? ¿Volvernos uno con el bosque? ¿Unirnos a... Tenumbris? Vaya. Le presté más atención a mi cuerpo, como si pretendiera notar alguna clase de efecto secundario, pero seguía sin haber nada.

La chica preguntó precisamente por lo que sospechaba, y le presté una atención estúpida a la respuesta del señor. Vamos, todo era bastante críptico, pero en definitiva... no nos estaba diciendo mucho, ¿cierto? Que podía ser tanto bueno como malo, que podíamos intentar enfrentar al bosque o entenderlo. Y siguió hablando. De la Enfermedad, de la Sed, de su carácter inevitable dentro del bosque. Sus respuestas comenzaban a pesarme, era información bastante desagradable que sólo me seguía metiendo en la cabeza que estábamos jodidos. Que no entendíamos nada, que estábamos indefensos frente a algo sumamente poderoso e incomprensible.

¿Intentar salir del bosque?

¿Cómo rayos lograríamos eso? Si era un maldito laberinto.

Ni siquiera fui consciente de la fina ira que había comenzado a sentir, pues una tercera presencia irrumpió en la habitación y me distrajo lo suficiente. Era el chico rubio, el de los dibujos en la piel. Lo repasé con la mirada brevemente, su semblante y brazos antes de regresar al espejo. Al parecer ya se sentía mejor luego del... del incidente del otro día, o lo que hubiera sido. Era una buena noticia.

Ya el bosque se cobró sus memorias.

Parpadeé, reajustando la posición brevemente, y arrugué la falda del vestido entre los dedos de una mano en un movimiento algo nervioso. ¿Tenía que haberlo oído para darme cuenta? ¿Lo estaba negando? No tenía idea. No la tenía, pero esas simples palabras se me habían atorado en la garganta con una contundencia por demás desagradable. Los chicos siguieron mostrándole cosas, una fotografía y un libro, pero me quedé pensando y pensando en esa pequeña verdad tan sencilla y espantosa.

Nos habían arrebatado los recuerdos.

Resollé brevemente y apreté los dientes, como si intentara formular palabra.

¿Por qué?

Uno, dos, tres segundos, balbuceando sonidos ininteligibles con un hilillo de voz, hasta que volví a resignarme y agaché la cabeza. ¿Por qué? Había muchísimas cosas que no tenían respuesta. ¿Por qué estábamos ahí? ¿Por qué nos quitaron los recuerdos? ¿Por qué no podía hablar?

Solté el aire un poco de golpe, aflojando el agarre en mi vestido, y regresé a la cocina. De momento, lo mejor que podíamos hacer era enfocarnos en ese extraño huevo de larva. ¿Cómo podríamos llegar a romperlo? ¿Con fuerza bruta y nada más? Quizás el chico pudiera intentarlo.

Contenido oculto: Inventario

Inventario:
—Fósforos (x2)
—Cóctel Molotov

 

El Indicador
Stamina: 8
Sanidad: 3

Me encogí de hombros al escuchar la respuesta del hombre del espejo, llevaba razón y eso, pero a nadie lo mataba hacer una pregunta en esas condiciones, siendo que estábamos hablando con un pedazo de cristal. Solo acabó por confirmarme la tremenda ida de olla que habían pensado estas dos, de usar los hongos y lo que sea que produjeran para metérselo en el cuerpo.

No iba a juzgarlas, si con esta cara no necesitaba mis recuerdos para intuir que peores cosas habría visto en la vida, pero aún así sonaba a puto delirio de fiebre. Ni siquiera entendíamos dónde estábamos, por qué o cómo habíamos llegado allí, así que era hasta suicida el tema este de meterse hongos... pero bueno, ni sabíamos si saldríamos de allí en realidad.

Noté el movimiento de la chiquilla por el rabillo del ojo, el cómo había arrugado la tela del vestido y tal. Luego de la sesión de charla con el hombre, de mostrarle las cosas y demás, la escuché resollar, imaginé que querría decir algo pero no podía y la dejé ser, aunque de repente me pareció alcanzar un solo recuerdo borroso del desastre con los pajarracos.

¿Había hablado o me lo soñé?

¿Había formulado una palabra?

Acabó por resignarse luego de varios intentos y agachó la cabeza, digamos que todos teníamos preguntas, quizás en el fondo yo también quisiera saber por qué el jodido bosque se había cobrado nuestros recuerdos como moneda de pago o lo que fuese. Aún así en ese momento me daba un poco igual, ni siquiera se me ocurrió preguntarlo y es que quizás daba por sentado que no recibiríamos ninguna respuesta que nos sirviera para algo.

El caso fue que como no se me ocurrió nada más que preguntar solo seguí a la niña hasta la cocina, pues porque no se supe qué más hacer y apoyé el peso del cuerpo en una de las paredes. ¿Qué nos quedaba por hacer? ¿Salir? ¿El huevo ese raro que había salido de vete a saber dónde mierdas?

Miré a la chiquilla, como preguntándole si había algo que debiese hacer o qué sabía yo, pero no me moví. La otra muchacha suponía que nos alcanzaría en un momento, si no le preguntaba nada más al hombre.

Contenido oculto: Inventario

-Antorcha

 

La Observadora
Stamina: 5
Sanidad: 7

El chico acabó por formular la última pregunta que también rondaba mi cabeza, la del libro de hongos, y con ello parecía que ahí había acabado nuestra charla con el hombre del espejo. Me quedé un rato mirando la foto del camino entre mis manos, justo al mismo tiempo que la niña salía de la sala y el chico iba detrás de ella. Al final el hombre del espejo parecía habernos dejado más preguntas que respuestas, ¿verdad?

Vaya.

Por el lado positivo... ¿al menos teníamos un objetivo a corto plazo? Y me refería a destruir el huevo, claro, y después hacer con el embrión lo mismo que habíamos hecho con el otro, seguramente. ¿Qué tan malo podía ser seguir metiéndonos sustancias extrañas en el cuerpo después de haberlo hecho ya una vez?

Dejé escapar un suspiro ligero, apartando la foto de mi campo visual, y decidí finalmente seguir los pasos del otro par. Dejé la foto en su lugar correspondiente y entré a la cocina, pasando con cuidado al lado del rubio para acabar observando, algo agachada, el huevo que habían dejado sobre una mesa. Giré la cabeza hacia ambos lados, analizándolo, antes de finalmente erguirme y llevarme la mano al mentón en un gesto pensativo.

—Ha dicho que lo destruyamos, ¿no? Quizás podamos darle un buen golpe con algo... uhm... ah.

De repente recordé la tabla de clavos que había encontrado en la entrada de aquella otra cabaña y, no sin muchas dudas al respecto, intenté golpear el huevo con la misma para destrozarlo así como nos habían indicado.

>>Usar tabla con clavos en el huevo de larva.

Contenido oculto

—Fósforos (x2)
—Bidón de gasolina
—Tabla con clavos
—Piedra brillante

 

El Indicador
Stamina: 8
Sanidad: 3

Como había pensado, la gatita no tardó en seguirnos los pasos porque básicamente no había otra cosa que hacer y seguí sus movimientos con la vista. Se acercó a la mesa, observó el huevo raro aquel y luego giró el rostro hacia nosotros, resaltando que el hombre del espejo había dicho que, en resumidas cuentas, lo hiciéramos mierda.

Me encogí de hombros y le iba a ofrecer la antorcha para darle un par de hostias al huevo, pero la otra se trajo una tabla con clavos que funcionó igual de bien para el trabajo. Le llevó un par de golpes contundentes, pero el objeto cedió con un sonido bastante asqueroso, como de fruta podrida al ser machacada y arrugué los gestos. El interior del huevo parecía haber estado más cálido que el exterior, al menos eso intuí por los vapores, cuando me acerqué a la mesa.

El embrión o la cosa que fuese se retorció unos segundos, antes de morirse suponía, incapaz de sobrevivir fuera de la cáscara al estar a medio desarrollarse. Si debía ser honesta era bastante asqueroso, ver al bichillo allí tieso entre la sustancia y tal, pero bueno, ya hecho mierda suponía que solo quedaba una opción, ¿no? Así que estiré la mano, agarré el embrión, sin asco aparente y caminé hacia el horno, para... ¿Cocinarlo? Hombre, yo que iba a saber, era un puto delirio de fiebre.

No era esto ninguna cocina de calidad profesional, pero hacía el trabajo, así que alcancé una de las ollas, eché el bicho allí sin cuidado alguno y lo dejé para que hirviera, se cocinara en sus jugos, se quemara, la mierda que fuese y ni idea, que sirviera para algo parecido a los hongos.

—Esto de compartir una jeringa debe ser más peligroso que el mismo bosque, lo digo de una vez —comenté bastante al aire, limpiándome la mano en cualquier superficie cercana.

>>Usar Embrión en el horno para extraer esencia.

Contenido oculto: Inventario

-Antorcha

 

La Observadora
Stamina: 5
Sanidad: 7

Podía haber actuado con cierta seguridad al coger la tabla y pretender golpear el huevo, pero lo cierto era que no estaba completamente convencida de que aquello fuese a salir bien. Tampoco había más que hacerle, después de inyectarnos la esencia de unos hongos y un feto, cualquier cosa era potencialmente posible en aquel bosque. Así que al final, para mi sorpresa, sí que funcionó la idea, y la cáscara se deshizo hasta dejar salir algo de vapor.

El embrión se movió un par de veces antes de quedarse completamente quieto, presumiblemente muerto. No iba a negarlo, la imagen me asqueó bastante, y en consecuencia el chico reaccionó con más rapidez. El hombre del espejo nos había dicho que lo cocinásemos así que... bueno, eso hicimos. La jeringuilla se lleno con algo de sustancia, pero parecía como si de repente su capacidad se hubiese doblado o algo por el estilo.

—¿Peor que el hecho de usar la jeringuilla para meternos... eso? —comenté, con un ligero tono de diversión.

Qué remedio, solo quedaba tomárselo a broma para intentar sobrevivir.

>>Iré a rellenar el generador, que anoche no pude —avisé, no mucho después, recuperando la neutralidad usual.

De todas formas no quedaba mucho por hacer ahí, ¿verdad? Así que parecía que iba siendo hora de volver a salir al bosque, y lo mejor sería que dejase aquello preparado para no volver a pasar por lo mismo de la noche anterior. Les dediqué una sonrisa muy leve a ambos y me dirigí hacia al exterior de la cabaña, con calma, hasta alcanzar el generador para rellenarlo con contenido del bidón.

Contenido oculto

—Fósforos (x2)
—Bidón de gasolina
—Tabla con clavos (7/8)
—Piedra brillante

 

La Hija
Stamina: 4
Sanidad: 6

El chico no tardó en aparecer en la cocina, repasé brevemente sus facciones antes de volverme hacia la chica. Estábamos allí, los tres, y fui consciente del enorme silencio que nos envolvía. De la quietud muerta, perenne, capaz de aplastarnos si nos descuidábamos. Pensar que hacía pocos días éramos muchos más en esa cabaña, sometidos al mismo... destino o lo que fuera, y ahora sólo quedábamos nosotros. Habría sido mejor cualquier otro, ¿verdad? El niño, la muchacha pelirroja, puede que incluso el anciano. Parecía experimentado.

Cualquiera antes que yo.

Pero no me quedaba mucho por hacer más que tragarme esas dudas y moverme conforme a la corriente, o me convertiría en un peso aún más molesto para ellos. Aguardé quieta a que hicieran algo con el huevo. Los golpes me sobresaltaron, no pude evitarlo; mi cuerpo se tensó brevemente a cada embestida de la tabla hasta que el huevo cedió, liberando un vapor extraño. No me acerqué, no pude, pero no me hizo falta para detallar cómo lo que sea que hubiera permanecido ahí, lo había hecho vivo.

Y lo vi morir.

Sentí una punzada de agobio en la garganta que me forcé a ignorar, no había espacio para... para esas cosas. El chico actuó con celeridad, agarrando el embrión y echándolo dentro de las ollas que habíamos usado, y me permití soltar el aire con fuerza. Ni modo, esperé a que acabara y luego me acerqué. Íbamos a seguir inyectándonos sustancias que no sabíamos qué eran, pero en vista de la situación ¿qué más nos quedaba? No me hacía especial ilusión pincharme el brazo otra vez, pero como la primera vez, no sentí gran cosa al respecto.

Los chicos intercambiaron un par de palabras y luego ella salió fuera para recargar el generador. Me quedé allí, como siempre, sin hacer realmente nada. Al menos, la presencia del muchacho ya no me alteraba. Volví a repasarlo casi con timidez, entre la mata de cabello albino, en busca de... no lo sé, ¿quizás esperaba corroborar que realmente estuviera bien? Sus brazos y tal, allí donde se había enterrado las uñas. Al último segundo busqué sus ojos pero fue apenas un instante, luego volví a retraerme y sólo permanecí inmóvil, con los brazos colgando en peso muerto a ambos costados de mi cuerpo.

Cuando la chica regresara, quizá lo mejor fuera salir a explorar el bosque, ¿verdad? Quizá... Ahora que estábamos los tres, quizá pudiéramos intentar hacer algo con respecto al perro que habíamos visto.

Contenido oculto: Inventario

Inventario:
—Fósforos (x2)
—Cóctel Molotov

Un relleno sólo para foreshadowear nuestro próximo movimiento (?? Iba a postear directamente en el otro thread pero como la niña no puede abrir la boca y decirles lo que piensa, pues me pareció un poco forzado ya teletransportarlos