Microrrelato El Profesor Sincero y Duro

El profesor miró a sus estudiantes con ojos fuertes y penetrantes, como lo haría quién exige que se entienda lo que debe ser entendido.

—Ustedes aún no saben cómo es la vida real, pero pronto tendrán que enfrentarse directamente contra la vida y es mejor que esten preparados.— Los estudiantes escuchaban al profesor, un hombre de baja estatura, gruesa cintura y gruesa barba.

—Solo hay dos tipos de personas en la vida: los ganadores y los perdedores. La felicidad y el éxito no alcanza para todos. Hay que competir por el dinero, por el amor y por la felicidad; nada de eso alcanza para toda la gente. Para la mayoría el destino es el fracaso. Allá fuera, en la ciudad, en la vida real; cada quién ve por si mismo. —

Aquel profesor apartó por un momento la mirada a la ventana, como lo haría quien reflexiona sobre su vida por un momento. Luego continuo diciendo.

—Es feo decirlo, pero la mayoría de ustedes no califican para entrar en la universidad, y quizás ninguno logre obtener el titulo. Muchos de ustedes serán pobres, tendrán suerte de tener un empleo mal pagado que odian; o peor aún: serán desempleados y quizás conozcan lo que es irse a la cama sin comer o pasar unas semanas sin electricidad en casa. Esto es la vida muchachos, sean ganadores, no perdedores.