One-shot de Pokémon - El primer dueño de Pikachu

Miré la ventana por enésima vez, los nervios me consumían, estaba más que emocionada, en mi rostro mostraba una sonrisa de oreja a oreja. Mi familia no estaba ese día, yo estaba cómoda en mi pijama rosa a rayas y mi cabello suelto.
Sonó el timbre. Pareció como si el tiempo se hubiese detenido en el instante en que oí el camión del repartidor.
Corrí a la puerta, la abrí con rapidez y allí estaba, en el suelo, una caja de tamaño normal, algo grande, llena de stickers que decían "Frágil" y cinta adhesiva. Lo tomé en mis manos, cerré la puerta de un portazo que resonó en toda la casa y corrí a mi cuarto.
Me tendí en la cama y deposité en ésta mi paquete. Con sumo cuidado y delicadeza, comencé a abrirla. Se supone que allí vendría un peluche de perrito que estuve esperando semanas en linea para comprar... se supone.
Luego de quitar un montón de poliester, lo encontré. Era un bicho raro. Amarillo, con dos largas orejas, una enorme cola en forma de rayo, tenía dos circulos en las mejillas con rojo fuerte, marcas en su espalda y ojos color negro. Lo observé unos instantes. Sentí que cobraría vida.
Creí que estaría frustrada, pero no, aunque esperé mucho por el peluche de perro, había algo especial en esta.. este... esto... ¡lo que sea!.
Lo tomé entre mis manos y le presioné el estómago, como si fuera una almohada. No hubo respuesta. Lo presionó con más fuerza y, para mi sorpresa, me electrocutó con gran fuerza, tanta, que caí de la cama.
Comencé a gritar como a quien están picando las abejas, tomé lo primero que estaba en mi camino, en este caso una mochila, y se la aventé a "la cosa". Éste, por su parte, se acercó a mi y me abrazó un pie.
Sentí una especie de vértigo.
Agité mi pierna y la cosa amarilla salió volando por los aires.
Tomé mi celular y llamé a mi mejor amiga, Cathia.

—C...Cathia...— tartamudeé

—Estoy ocupada, ¿Qué pasa?— me contestó. No servía para los momentos importantes.

—C..Cathia, hay.. hay un bicho en.. en mi casa... ama.. amarillo...—

Ella pareció algo molesta.

—¡Es una abeja, tonta, mátala, me debo ir!—Gritó para liego colgar.

Corrí con rapidez a mi cuarto, la cosa seguía estampada contra la pared.
Tomé una lapicera y lo toqué con ésta.

—¿Está muerto?— me pregunté.

No lo estaba. Volteó y me observó.

—Pika pika— dijo el pequeño.

Creo que en ese instante mi miedo se fue. Me arrodillé a la altura de "eso".

—¿Te pica algo, amiguito?—pregunté

—Pika pika— contestó simplemente.

—Está bien.. te rascaré— dije. Acerqué mi mano y le rasqué la oreja pero seguía diciendo lo mismo, no entendía que diablos era lo que el picaba a esa cosa.

—Ya, dime qué es lo que te pica.. este.. em... ¡Bolita de algodón!— grité, anunciando su nombre.

—Pika pika.. pikachu— contestó.

—¡Bolita de algodón!—

—Pika..chu—siguió

Suspiré. Ésta la había ganado Boli... Pikachu.

—Bien.. Pikachu.. dime, ¿Eres un chico o una chica?— pregunté inutilmente, porque no me respondió.

—Pikachu— dijo.
Nada útil. Lo tomé de una pata y lo volteé cabeza abajo. Lo miré unos segundos. No había cómo identificar su sexo, cosa que me pareció raro, generalmente los chicos tienen.. bueno... ya saben.
Luego de intentar mil maneras de descubrir cosas sobre Pikachu, me rendí. No sabía nada, solo su nombre y que era Hermafrodita... creo.
Al rato intenté darle un baño... descubrí que da electricidad.. MUCHA electricidad. Luego, intenté darle de comer, no quiso comer comida de perro, ni de gato, ni de humano, no entiendo qué comen los Pikachus.
Al buscar en internet, ¿Saben lo que encontré?.. NADA, ¿saben porqué?, porque mi pikachu se metió en los cables y provocó un fuerte cortocircuito.
Así, pasaron las horas hasta que mis padres llegaron.
No sabía que decir, mis padres enviarían a pikachu a la calle, no querían animales de verdad.
Le grité a Pikachu que se escondiera, al parecer me escuchó, ya que no lo ví mas por un rato, hasta que oí desde mi cuarto los gritos desesperados de mi mamá, que había encontrado "una rata amarilla" en en inodoro.
Nunca más pude tener mascotas... y en cuanto a pikachu, se lo dí a mi tío, que es científico aunque él se denomina profesor.
Al cabo de meses mi tío me dijo que le dio a Pikachu a un chico raro llamado Ash... nombre de niña... mocoso idiota, me quitaste mi pikachu.
Aunque parezca que no nos volvimos a ver, si lo hicimos, o eso creía cada vez que sentía una pequeña corriente eléctrica en mi mano al dormir.. lástima que luego descubrí a mi hermano con unos cables.