Drabble de Inuyasha - El por qué Sesshoumaru-sama, más nunca se transformó a nuestra vista.

El por qué Sesshoumaru-sama, más nunca se transformó a nuestra vista.​

Era un día normal en la era del Sengoku. Kagome iba en sobre su bicicleta, su bolso gigante iba sobre Inuyasha y como es sabido de todos, es un despistado. Entre saltos y saltos se le calló algo del bolso y nadie se dio cuenta, siguiendo su camino tranquila y extrañamente.

Horas después, otro grupo singular, un daiyoukai, un youkai menor, un dragón youkai de dos cabeza y una humana iban en dirección oeste, pero pasando por la misma dirección. La pequeña humana saltaba y daba vueltas hasta que algo piso y bajo su mirada a sus pies.


—¡Mire, mire Sesshoumaru-sama! —El Daiyoukai la miró y miró al objeto que ahora estaba en la mano de la pequeña — ¿Se come? —preguntó. Y luego de olfatearlo, a pesar de no reconocer el aroma el daiyoukai asintió. La pequeña intentaba abrirlo y no podía así que el mayor avanzó y tomo el objeto y lo abrió con sus garras, se lo dio a la pequeña quien agradeció, y cuando lo metió en su boca grito de sorpresa. —¡Delicioso!


El día avanzó, hasta caer la noche y a la pequeña aun le quedaba de ese delicioso objeto, así que ya cuando estaban preparándose para dormir, la pequeña se acerco a Sesshoumaru-sama y le dio un pedacito.


—Sesshoumaru-sama —lo llamó extendiendo su bracito —¿Quiere? —ladeo su rostro a la derecha cayendo en su hombro, sus ojitos grandotes y brillantes. Hay cosas que no se pueden negar y Rin es una de ellas. El mayor suspiró imperceptiblemente resignado y tomo el “delicioso” objeto, lo olió y provo un poco.

—Hn —respondió a la pequeña y se levanto de su lugar de descanso —Jaken cuida a Rin. Rin a Dormir.

—¡Hai! —respondieron los dos. Y entre su jaleo desaparición con el delicioso objeto entre sus garras, derritiéndose. Ciertamente “eso” era delicioso, tendría que seguir el olor de eso a ver donde llegaba.


Camino hasta llegar donde descansaba su medio hermano y sus humanos.


—¡Que no Inuyasha! Eso no es para ti —reñía una humana al híbrido.

—¿Por qué si huele delicioso? —decía tratando de abrir otro de esos objetos deliciosos.

—¡Por que es malo para el pelo de los perros! —gritó quitándole el objeto.

—¿Qué? —gritó Inuyasha y Sesshoumaru pensó.

—El chocolate es para humanos HU-MA-NOS, para los perros… Se les cae el pelo.

—¿Eh? ¡Yo no quiero que se me caiga el pelo!

—Entonces quédate quieto y come tus croquetas —regaño y le dio unas galletas de un olor agradable.


Sesshoumaru después de eso se fue pensativo. ¿Se le caería el pelo? No creía en lo que decía la humana, los humanos siempre mienten, así que se termino de comer su cuadríto de chocolate

Y así sabemos porque nunca más vimos a Sesshoumaru de forma youkai…