El Pianista (sesshXkago)

Re: El Pianista (sesshXkago)

vaya manera original de decirlo

de tal palo... xD mis personajes son variaciones de mis personalidades :)

bueno hay que bajar los nervios, este cap... es raroxD...pero la conti la ice casi enseguida :D

kien te entiende, mujer???

cada dia hacen mas dificiles los nicks xD ja bueno me alegra que te guste ^^

Dios a mi me dio gracia cuando lo escribi jejeje... la risa es la cura para todos los males :)

*musica de misterio* xD aun no se sabe... :D

bueno perdon por incharte veinte años para que pasaras xD

un dia me voy a ekivocar y llamarte arania xD perdon, estoy desbariando OTRA VES, y sí, se que te gusta sufrir... hay lemon cercaa! :D

jem... no dije de quien ;)

Dios... -.-

anotado :)

y ahi me doy cuenta... que mi trabajo si vale la pena ToT y por cierto con lo de kagura... misterio :D

celosa ...

jaja... esta bien my master... xD

 

Re: El Pianista (sesshXkago)

dos aclaraciones... estaba durmiendo... hasta que me desperté y no pude dormir más. el dolor de oído, garganta y fiebre es mala convinacion para las almohadas... asi que ayer me acoste a las 2 y hot me levanté a las 8... 6 horas nomas dormi!! y la fiebre no bajo :( por eso... PIEDAD xD como ya dije en todos lados...

y segundo...

Código:

[COLOR=darkred]fuck las mayusculas :D[/COLOR]

-dime Kagome ¿dolió?
La mirada perdida de la chica se enfocó vacía sobre la de la mujer que le hablaba, un suspiro se izo escuchar mientras el auto permanecía en el constante movimiento que la ruta podía otorgar.

-¿de… qué me hablas? –preguntó ella, alisando un mechón de sus cabellos con dos dedos, reaccionando de repente a la interrogativa que habían hecho, ahora mirando fisgonamente a la bella dama.

-es que… bueno es obvio que algo tuvo que suceder –explico moviéndose singularmente como siempre lo hacía, abanicando sus manos y subiendo su voz, casi dándole gracia a Kagome que la miraba con poco provecho. Muchas veces desde que la conocía, la niña se replanteaba de donde sacaría esa mujer su juvenil espíritu- pero… Kagome, hermosa… ¿qué te hicieron? –La repentina seriedad izo estirar la figura de la chica, quien con incomodidad miro por la ventanilla- dime… ¿lo amabas? – el tono lúgubre termino de oscurecer la mirada de quien la escuchaba

-no sé a lo que te refieres…

-mira, sé que pasaron cosas… terribles cosas en tu vida… -dijo la mujer mientras se acercaba a ella y le acariciaba suavemente el rostro que la ignoraba fundiéndose con el paisaje- pero lo tuyo no tiene que ver con tu familia

La mirada llena de furia escondió repentino interés cuando la mujer retrocedió un poco, sonriendo dulcemente.

-Kagome… no me lo tienes que contar si no lo deseas… pero sé que se trata de alguien más en tu vida… solo eso explicaría tu rechazo a todos los hombres que han pasado delante de ti… -miró por la ventanilla contraria a la de la niña sin borrar su sonrisa –solo pensé que éramos amigas…

Sin la seguridad del saber porqué, tal ves la tristeza en la voz de la amiga o el frío que repentinamente sentía al verse descubierta en su disimulado rechazo a los hombres, Kagome se acomodó varias veces más, nerviosa mientras jugaba con sus cabellos.

-él… no me amaba.

La mujer la miro perpleja un instante, y en silencio… y sin tener en cuenta quien avanzo hacia quien… se abrazaron.

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-¿de qué se trata? Supongo que haberte creído alguien apacible se basó en tu desinterés hacia los demás… pero tu actitud ahora me confirma otra cosa completamente distinta. Explícate ante mí al menos… no puedes seguir ignorándonos.

El silencio severo en la sala se distribuyó apaciblemente sobre los rostros interesados de los demás presentes, ya la tensión era más que lineal, cuando el disturbio de una voz se mezclo al silencio.

-me… pregunto que se sentirá estar dentro de tu cabeza. La cabeza de un genio. –dijo una mujer de unos cincuenta años, con las manos cruzadas delante de ella y anteojos oscuros que endurecían más su gesto-he estudiado tu caso, sé que muchas cosas graves, realmente serias te han sucedido, pero… -suspiró y tomó una hoja que tenía escondida en su regazo tapado por el escritorio de roble barnizado en opacos colores- esta clase de actitud se dan solo por un par de cosas… ¿entiendes, cierto? –sonrió irónicamente-claro que lo entiendes… pues bien, te contaré que varios estudios científicos han revelado estas actitudes ya sea por copia de aprendizaje instruido en la infancia –rió y levanto la hoja-dudo que sea eso-bajó la hoja y acomodo rápidamente su voz- haber vivido una escena que diera tal terror que debieras copiarte para estar tranquilo… o –siguió leyendo sin detenerse, esta vez hablando más rápido- por una apuesta entre amigos.

Al concluir esta lectura perspicaz, los perfiles orgullosos de quienes se erguían detrás del escritorio giraron, mirándose con felicitaciones en sus miradas y gestos, cuando quien estaba en el medio miró de golpe a quien le hablaban.

-¿y bien? Contesta chico… dinos, ¿porqué demonios lo has hecho?

Nuevamente el silencio se extendió, el rostro inmutable de la persona a la cual hablaban comenzó a poner incómodos a la mayoría, solo dos mantenían la mirada firme en él, y esos eran el tío de Sesshomaru y ex profesor, y el Director del instituto y una de las pocas personas que el chico respetaba. Aunque no había hablado, de pronto la mirada del último pidió clara respuesta a la persona de cabellos plateados.

-no sé a qué se refieren cuando hablan de algo que eh hecho… -contesto suave pero firme, como con poco interés y solo hablando lo necesario -…por lo que no podré explicarles porqué hice algo de lo que no estoy conciente.

Si severas eran las preguntas de esas personas, la respuesta del chico había asustado a más de un corazón adulto.

-¡casi violas a una chica! –gritó en medio de un arranque de euforia, con tal pasión que al ponerse de pie tiró la silla hacia atrás esa mujer que se notaba a lenguas su nerviosismo, era una profesora de flauta, sin la menor importancia para el receptor, quien no la miró.

-sesshomaru…-llamó ahora el director, atrayendo una fría mirada –el ataque dado hacia la alumna Kagura Honotomi no se nos hace menos que sospechoso… al menos explícanos qué sucedió. ¿La trataste de violar?

Sesshomaru recorrió con su mirada un punto muerto en el horizonte de las paredes de esa elegante oficina, en la que generalmente residían las cabezas del establecimiento. Luego, suspiro lentamente y miro a los quince presentes que estaban pendientes de él. Algunos lo miraban con rabia, otros temor. Algunos hasta con respeto, sonrió al notar lo ultimo. Con una sonrisa macabra y llena de sarcasmo que incomodo al mismísimo familiar.

-si hubiera querido, la hubiera llevado a mi cuarto, no a un lugar donde podrían encontrarnos. “pero que extraña chica, parecía rendida a mis pies, y en el momento justo, no solo salió corriendo asustada como cachorro, si no que por leves caricias me acusó de degenerado. ¿será una trampa? A como de lugar, deberé averiguar más sobre esto.”

-sesshomaru… -llamo una voz familiar, este lo miro con algo de curiosidad, conciente de que en esa reunión él era espectador y no tenía permitido hablar –te están preguntando algo, sesshomaru –repuso y este se dio cuenta que ya no les había escuchado. Los miro y se acomodo en la silla, dándoles a entender que prosiguieran… todos estaban concientes de que él no les temía.

-¿porqué lo has hecho, muchacho? –Pregunto la temblorosa voz de una mujer en la esquina derecha, una de las profesoras con más antigüedad del colegio –dices que la hubieras llevado a tu cuarto, ¿pero con qué intenciones entonces la llevaste al patio?

-deseaba…-dijo jugando ya con las mentes de los demás –hablar con ella.

-seamos honestos… ¿porqué un alumno de quinto grado querría a uno de segundo, eh?

-¿quinto grado? –preguntó una voz nueva detrás del hombre argento, quien algo sorprendido se volteó y enfadó al ver de quien se trataba.

-¿qué demonios haces aquí? –pregunto con rabia, y algo de impotencia ya que no quería mostrarles hilos de donde destilar a esos jueces imbeciles, pero tampoco podía callar ante esta presencia.

-tranquilo toro… -dijo sarcástico el chico, quien se adelantó y sentó sobre el escritorio-solo pasaba a saludar… oye… ¿no eras de cuarto?

-sesshomaru, ¿conoces a esta persona? –pregunto con suma sorpresa el director

-si, y no me es placentera. Retírenlo de aquí, o los demandaré por fallar a las reglas de anonimato del colegio. –respondió sin quitar la mirada del chico

-vamos… ¿me temes? No eres un chico rudo, ¿verdad?-dijo cruzándose de brazos.

La alta figura se desplegó, dejando caer maravillosas las pesadas telas hacia el piso y extendiendo sus brazos, alcanzó a medir casi dos cabezas más que quien le hablaba. Enseguida el segundo se puso derecho y luego en posición de ataque, cuando el tío de sesshomaru alcanzó al mismo y lo tomó de los brazos

-contrólate –ordenó con un tono más que de orden, de súplica.

-vete –ordenó sesshomaru sin moverse, superior por mucho al chico que poco porte y elegancia tenía.

Cuando dejó la posición de ataque, amago con pegarle a sesshomaru y casi causa la caída del tío del mismo ante el movimiento brusco del alto. Finalmente, entre carcajadas eufóricas, el chico caminó lentamente hacia detrás del escritorio y se sentó a un lado del director, en el puesto que ocupaba quien lo había salvado de una severa golpiza. Cruzando sus piernas ágilmente sobre la silla, y con sus manos sobre su nuca miró un instante a los demás.

-y bien… ¿Dónde nos quedamos?

-me rehúso a estar en su presencia. –dijo sesshomaru volteándose y caminando hacia la puerta.

-es el… titular de Kagura, sesshomaru. Él decide la decisión final… puede… echarte del colegio –dijo como con dolor el director, extendiendo su mano, queriendo detener a lo lejos el cuerpo de uno de los más prometedores alumnos del colegio.

Pero lo que ninguno sabía era que sesshomaru volteó y tomó asiento, dejando a su tío parado detrás de él, y complacido por la nueva actitud de su sobrino, no por miedo a ser despedido del lugar, si no por el interés que le producía la noticia. Si ese monstruo era titular de Kagura… y conocía a Kagome, era obvio que algo tenían que ver. Se quedó serio, esperando.

-respóndenos, Sesshomaru… ¿porqué un alumno de quinto grado estaría con uno de segundo?... esto solo nos deja una respuesta… -dijo histérica y fuera de si una mujer que creía saberlo todo en la vida y estaba falsamente indignada con la misma…aunque todos sabían que ella era feliz con sus veinte gatos

-le va a encantar saber que le mentías, la ilusa realmente te quería –dijo el chico a un lado del director, riendo entre dientes pero no causando la menos reacción (visible) en la dura armazón que sesshomaru usaba.

-tal ves porque ella me interesaba… ¿no es injusto el mundo? A ustedes no les interesa mis gustos.

-ja… eso seguro, le gustan más pequeñas –dijo burlón y estirándose sobre el escritorio el chico, atrayendo de golpe la mirada peligrosa de su Némesis –vamos… sé sincero. Eres un hilo buscando aguja, ¿eh?

Gruó por lo bajo, qué más podía hacer. Sería sabrosa la recompensa de hundirlo. Ahora tenía que odiarlo lo más que pudiera, a si que pensando esto, se mantuvo impasible y miro nuevamente a la nada.

-¿Cuál de las opciones que te leí son ciertas? –pregunto quien le había listado hacía momentos atrás las tres elecciones- dudo que lo hayas aprendido en tu niñez pues prácticamente te criaste aquí y tu tío no debe ser uno de esos… -dijo mostrando asco- no creo que hayas tenido una experiencia de la cual copiarla, a menos que sean de películas, y… solo queda el hecho de que… bueno, la apuesta entre amigos –ahora su tono había sido empalagoso… la mujer le tenia… ¿lastima? ¿A el…? – es lo único que encaja, y es muy decepcionante, señorcito. –el falso reproche en la voz de la mujer no hacía más que dejarle en claro a los demás, inclusive a Inuyasha, la envidia que le tenía a la gran persona que el peliplateado representaba.

-no tiene sentido alguno preguntar y responderse uno mismo si se habla con otra persona. Su falta de educación me ofende. –dijo sesshomaru, haciendo suspirar al director y dándole una maliciosa gracia al chico.

-por favor, has caso omiso a la señora Krajovich –la miró algo compungido, estaba seguro que así no se pronunciaba su apellido –y respóndenos.

-no tienen idea de lo que eh vivido en mi niñez y no deben juzgarla… no me interesa complacer a estupidos irreverentes, simplemente carece de valor, y en fin… no miro películas –concluyo mirando con una ceja elevada a quien había hablado.

-pero… entonces aceptas que la quisiste violar… ¿cierto? –dijo el chico con codicia en sus ojos mientras entrelazaba exageradamente sus manos

-de haber llegado en hora y no ser tan estupido para suponer cosas, sabrías ya la respuesta.

-ejem… señor Inuyasha… él –dijo la mujer quien lo había acusado de violador en principio, hablándole al chico por la espalda del director pero siendo escuchada por todos – dice que… solo quería hablar.

El tono de burla causo ofensa no solo al peliplateado más alto, sino que al mismo director, quien precipitadamente se puso de pie.

-en el caso de no llegar a ningún acuerdo, propongo un receso. Hablaremos de esto mañana.

Las quejas de los demás, especialmente las mujeres que querían seguir, interesadas en averiguar todo y después poder comentar con los demás miserables de afuera, no se hicieron esperar. Pero Sesshomaru y su tío fueron los primeros en salir, no sin antes mirar con desdén al chico vestido de un extravagante traje rojo, quien con sus ojos cerrados tenía los pies encima de la mesa.

-estupido… me da asco.

-lo sé, a mi me causa lo mismo.

-sesshomaru, ¿Qué sucedió?

-tío, confía en mis palabras.

-solo… pensé que realmente estabas enamorado de aquella muchachita.

Ambos quedaron de pie, enfrente del otro. Sus miradas se volvieron serias pero a la ves expresivas, tenias cosas en común aunque físicamente eran diferentes.

-eres demasiado inteligente-dijo el tío.

-lo sé…

Ambos partieron en caminos diferentes, Sesshomaru pregunto luego por su hermana pero al ver la aprobación del gesto de su tío, ya no le volvió a hablar.

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Corría temprano en una mañana del sábado, cuando graciosamente una chica tiraba del pie de otra arrastrándola a lo largo de la cama.

-es hora de… bañarse Kagome –rugía la chica, quien tomaba pie de donde fuera para tirar el peso de la otra y sacarla de allí

-hay… cinco minutos mas, ¿si?

-no, es hora de ir a la conferencia de prensa… vamos, ¡no es tan lejos! –se quejó, sentándose rendida y robándose las piernas.

-ya voy… -dijo perezosa la chica, sentándose lentamente

Finalmente, luego de algunos almohadazos de la mujer, Kagome ingresó al baño.

-hay esta chica… más sucia no es porque existe la humedad-rió ante sus ocurrencias cuando sonó su celular – ¿hola? ¡Suitkotsu! Hola hermanito, ¿como estas? –La alegría en la voz de la chica y el saltito en su cama dibujo una dulce sonrisa en el rostro de la chiquilla que espiaba desde la vaporosa puerta del baño -¿Cómo…? ¡Pero… eso es genial! Excelente, nos veremos en un tiempo hermano, te quiero, adiós.

Kagome se metió de prepo al baño al notar que Jakotsu retornaba su mirada a su alrededor, no quería que la siguiera tratando de sucia.

La televisión pocas cosas mostraban, el idioma era parecido pero en fin diferente al de ellos, y poco entendía. De repente, vio una imagen que le interesó, y con seriedad miró unas escenas. Sus labios se entreabrieron y su mirada se torno oscura por un momento.

-¿pero… que es esto que tenemos aquí, eh? –dijo agachándose y mirando aun mas de cerca la pantalla, parecía un gesto lleno de maldad pero aun así no dejaba de ser puro y feliz… como si solo se tratara de una faceta mas de ella –muy… muy encantador. Creo que esta entrevista va a ser más interesante de lo que pensé.

Cuando el cerrojo de la puerta del baño sonó, Kagome vio de reojo un movimiento rápido y casi de reflejo observó como Jakotsu retornaba a su cama y se acomodaba disimuladamente su ropa.

-¿pasa algo?

-no, nada –aseguro sonriendo

-pero… escuche que llamaban por teléfono… -dijo confusa

-¡ah, eso! –reacciono y Kagome no evito la obvia pregunta mental de que a qué otra cosa podría referirse mientras caminaba a la cama, escuchando a su amiga y secándose el pelo con una toalla –bueno, es que me llamó uno de mis hermanos, Suitkotsu, y me dijo que mi otro hermano Gintoksu vendrá a la ciudad… ¿no es genial? –pregunto mientras daba un adorable saltito y juntaba sus manos. Kagome pudo jurar que vio estrellitas rodear a esa mujer, mientras una gota grande y pesada caía por su cabeza.

-seguro –dijo sonriendo y caminando al ropero.

-oye –la mujer se puso seria –¿yo soy tu jefa cierto? Me obedecerás siempre… ¿verdad? –pregunto y el tono serio y algo lúgubre dio escalofríos a Kagome, que la miró sorprendida y tardo en formular respuesta

-bueno… sí, eso se supone.

-¿Por qué dudas? –pregunto inmóvil y ahora fría la mujer, sí que era variable.

-bueno… -el rostro de la chica se puso algo rojizo –pensé que… éramos amigas.

Jakotsu cambio a varias expresiones antes de abalanzarse sobre Kagome y abrazarla demasiado fuerte y reír alegremente.

-¡claro que somos amigas! Solo… quería saber.

-si, claro que te obedeceré, es mi trabajo –dijo Kagome tratando de sacársela de encima.

-genial, entonces… siéntate… te vestirás como yo te diga –ordenó ahora entre medio de seria y graciosa, como a punto de hacer maldades.

Kagome suspiro resignada… miro por la ventana mientras se imaginaba las ropas que ella le daría, recuerdos ya empezaban a sucumbirla cuando la tela sedosa y dócil viajó por su piel y ella miró de repente.

-es un… kimono –dijo mirando los colores brillantes

-así es… hoy conocerás a mi hermano y quiero que lo conozcas lo más bella que puedas… y para eso, ¡usaras eso!

-vamos… ¿quieres que lo seduzca? –pregunto con algo de sarcasmo, causando sorpresa en la mujer, quien frunció su seño y la miro severa. –solo póntelo.

Kagome sintió un escalofrío, pero al ver que la mujer azotaba la puerta del baño encerrándose en este, se cambió.

El kimono era algo corto y apretado, era ropa del tipo que tenía que usar siempre que salían con esta rara mujer, demasiado sexy y descuidado, ese era el estilo según Kagome. Se sentó en la cama y suspiro una vez más, mientras cerraba sus ojos y cepillaba su cabello. Unas suaves manos viajaron por su cabeza.

-déjame ayudarte –ofreció dulcemente la mujer. Kagome bajó las manos interpretando esta nueva actitud como una disculpa, y esa mañana, entre el desayuno y sonrisas, terminaron olvidando el asunto… al menos Kagome.

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La conferencia de prensa comenzará en quince minutos, se le pide a la prensa que tome ordenado asiento.

Ante esta frase, ambas fueron por una silla, la dama pidió estar bien adelante “quiero escuchar bien” fue la excusa, y Kagome no se opuso. Se veía realmente bella, con sus ojos pintados de un celeste radiante y los cabellos tomados en una larga cola. Algunos periodistas hasta la tomaban de las manos cuando la saludaban, como si disimuladamente quisieran tocarla… solo que no eran tan disimulados y Jakotsu los espantaba.

-¿estas bien? –Pregunto Kagome luego de ver como le pegaba fuertemente en la cabeza a un chico de cabellos rojizos que cargaba una cámara y ahora se alejaba enojado- harás que te demanden

Ella sonrió con sus ojos cerrados…

-creí que querías que conociera a nuevos hombres- dijo Kagome, llevaba por curiosidad mientras miraba atenta a quien la ignoraba con sus ojos cerrados –bien como quieras

La conferencia empezó y dos famosos cantantes aparecieron en la tarima armada. Una larga mesa adornada con bebidas conocidas, vasos largos y hojas ordenadas delante de cada uno fue lo primero que delineó Kagome al verlos llegar. Luego, otra extravagante figura apareció, vestido con un traje blanco y un sombrero gigante con una larga y puntiaguda pluma celeste agarrada. La niña se quedó estática al verlo, era de una altura algo normal y bastante moreno de piel, pero hermoso. El más hermoso que ella hubiera visto (vamos, ella trata de evitar pensar en seximaru, OK?) con un porte magnifico y un físico realmente agraciado. Además con un cabello negro brillante atado en una cola, aunque era extraño por sus ropas y forma de moverse, a la vez la hipnotizaba. Caminó mirando a los periodistas y algo sonriente a las cámaras, todos lo llamaban cuando él se sentó a la derecha de la pareja de cantantes.

-buenos días, mi nombre es Kouga y en conjunto con Hakkaku y Ginta, vamos a responder a sus preguntas… solo, no sean molestos, ¿si?

Su destreza al hablar y la superioridad con la que lo hacia no evitaba sonrojar a Kagome, podría criticarlo mil años, pero aun así tenía algo que le encantaba.

-¿te gusta cierto? Sabia que lo haría… resulta que el no estaba programado a llegar… y justo su vuelo abordo hace poco y llego –dijo con orgullo y brillitos la dama, mientras le sonreía complacida.

-por eso me vestiste así, ¿cierto?

-hay no Kagome… la que se puso la ropa fuiste tu –dijo engañosa –por cierto… cuando esto termine, debo irme a recoger a mi hermano al aeropuerto… pero ya tenia una cita programada y deberás atenderla, un par de preguntas solamente.

-bueno, esta bien –dijo feliz la adolescente.

-genial, seguro que te caerá muy bien

-¿de quien se trata?

-de él –dijo señalando al extravagante chico.

El corazón de Kagome se detuvo.



espero les haya gustado, me inspiré y salio así. y si no les gusta :( lloro ToT

LA POMY ^^

 

Re: El Pianista (sesshXkago)

hola a todas mis hermosas y fieles lectoras, habran notado que puse conti rápidamente. hayá sus esperanzas, me temo que me inscribi en un concurso nacional de escritura y como tengo que tener el cuento principal para la semana que viene... u.u se imaginaran que voy a tardar... si?

bueno solo avisar eso a las locas esquizofrenicas xD que me siguen... :P

 

Re: El Pianista (sesshXkago)

Pan-chan: sos TAN amable.. pensar que en ese momento estaba re enferma u.u. me alegro q t guste como va la trama

Shailon: bueno acá ya tenes un avance muajuajuaa

"joha.suki": ja xD posteo muy seguido, no? como sea, me alegro que te de curiosidad. espero que te guste esta conti^^

victoria_7: ahh los santos boca abajo... me dio gracia. pero para no hacerlo costumbre, en esta me tardé de más... jajaa.. e inuyasha, ya luego sabrás cosillas de él

sirenita: mi fanatica que me odia!! xD al fin acá tenes tu conti

alania: me tenes asi con las mayusculas. a ver como me va en esta...

SARITZ:yaa sucederá algo jaja

kokoroyami: el dia que escriba un libro, te mencionaré jaja... y bueno, me alegro que te gustara ^^

atropos_dian: muchas gracias por la suerte... y tendras que esperar para las respuestas... jeje :)

inu_*kagome*: acá se clara un pokito lo de sessh ;9 y para lo demas, paciencia! jaja.. grxs por comentar

bue por lo del concurso, tardé dos sewmanas en poner la conti, pero el cuento lo hice en 4 horas del vienes pasado xD haci que estuve haciendo huevo por los otros... 13 dias jaja

en fin, esta conti es cortita, pero da detalles importantes ;)


Era la extraña melodía lograda en su voz, o la figura acomodada estratégicamente sobre el sillón, tal vez su porte al caminar, o la sonrisa al saludar. Pero lo que más estaba fascinándolo era su constante sonrisa.

Hacía ya unos cuantos minutos en que había comenzado la grabadora a andar hasta que él se dignó a responder las preguntas metódicamente, sin dejarla de mirar, estudiando cada facción de la hermosa mujer. Finalmente, cuando ella volvió a sonreírle algo nerviosa, él apagó la grabadora y se sentó más cerca del borde.

-soy Kouga –dijo regalándole una sonrisa –llámame así, ¿quieres?

Ella se quedó sumisa unos segundos, tratando de entender la acción del famoso. Conciente de que él no dejaba de mirarla ni por un segundo, no pudo más que acercarse un poco, tan concentrada en él que perdida en su fuerte y precisa mirada, sonrió placenteramente.

-llámeme Kagome, se lo ruego.

-Kagome, tutéame –dijo él con un deje de reproche en su voz- me das mucha curiosidad, Kagome –dijo repitiendo su nombre con un extraño timbre encantador hacia la muchacha – me preguntaba si querías seguir con estas preguntas luego, en un café o en un bar. Ya sabes, nada muy abierto por los fanáticos… pero…

La chica se quedó mirándolo perpleja ¿era eso una cita? Se acomodó hacia atrás nuevamente, y tomó un mechón entre sus dedos, para estirarlo mientras se perdía en lo blanco de la pared.

-… no sé… yo –dijo ella mientras él fruncía su ceño, sintiéndose algo ignorado.

-¿y bien Kagome? –apresuró

-ahh…-ella lo miró aprensivamente y le regalo otra sonrisa, esta ves algo tímida-sí, esta bien

-excelente, dime donde te hospedas e iré a buscarte, ¿quieres?

-esta bien –dijo ella algo insegura. ¡Qué diría su amiga cuando se enterase!

Ella había salido algo perdida en sus pensamientos mientras otros periodistas entraban en la habitación. En medio del bullicio, un grito la detuvo en seco y calló repentinamente a los demás.

-¡Kagome! –ella se volteó manteniendo una postura dura, algo nerviosa por las miradas repentinas de lo demás. Entre las cabezas de la gente, una pluma se movía estrafalaria en el aire –Kagome, aquí estas… -dijo suspirando el alto chico, quien le sonrió coquetamente delante de todos-olvidaste esto.

Ella tomó la grabadora y rió ante la situación. Él miro extrañado el gesto sincero y dulce de la chica, pero le devolvió la alegre risa antes de volverse y entrar al lugar.

Fueron los murmuros de las demás personas que escribían veloces sobre la posibilidad de un romance, o el simple hecho de tener el rostro del chico grabado en su mente lo que izo a Kagome perderse por la calles de China y regresar a su hotel ‘alegremente’ empapada.

-hola, tardaste mucho –señalo la amiga mientras ella dejaba las cosas sobre su cama- ¡y te mojaste! ¿Por qué no viniste en auto? –pregunto curiosa, siguiéndola hasta el baño

-ahh… no sé –respondió luego de unas vueltas, mientras abría las canillas del agua caliente.

-¿y bien? ¿Cómo te fue con nuestro amiguito?

-amiguito… -respondió extrañada ella, mirando de repente a la mujer cargada en el marco de la puerta. Ahora que lo notaba, estaba cambiada con ropas negras, un vestido, jaqueta y botas de ese color.

-hump… -la mujer se cruzó de brazos y la miró sonriente –ya comprendo, entonces.-antes de que Kagome dijera algo, se volteó y caminó hacia el cuarto, hablando fuertemente – ¡cupido al final ah conquistado a mi Kagome!

Ella iba a rebatir, pero a sabiendas de que sería peor, decidió bañarse para no enfermarse. Mientras enjuagaba su largo cabello y miraba las gotas de vapor deslizarse por los zócalos, pensó en la sensación que este chico le había hecho sentir. La imagen de su amor pasado, o mejor dicho, su amor sin tiempo, hizo darle una puntada en su corazón. Pero luego recobró la compostura, dándose cuenta que con solo hablar con Kouga, no había pensado un instante en el otro hasta ahora.

-¿ya estas lista? –preguntó mientras entraba al baño sin golpear.

-ya… espérate –dijo Kagome, mientras veía los productos para peinar su cabello -¿saldrás? –le preguntó tomando uno

-saldremos –dijo la mujer colocándose detrás de ella en el espejo- vos vas conmigo.

-¿A dónde?

-¡a conocer a mi hermano!

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Caminaba perdido en sus pensamientos, planeando y borrando cosas en su mente. Sumergido en sus intervalos, sintió la compañía de alguien, a quien luego notó como su amigo Ban.

-¿Qué quieres? –preguntó sin mucha emoción mientras apresuraba levemente sus pasos ahora dirigidos hacia el bosque

-¿Qué pasó? –preguntó preocupado, sin hacer caso a las recientes palabras del amigo

-nada interesante. Inuyasha resultó ser el protector de Kagura.

Bancotsu se detuvo de golpe e hizo que Sesshomaru lo copiara y lo mirara atento.

-Inuyasha… ¿te refieres al ex de Kagome? –pregunto incrédulo

-¿Quién más? –dijo el peliplateado, ahora dando notorios zancos entre las raíces de los árboles. Su amigo, quien no asimilaba esto, lo siguió hasta llegar al claro.

-bueno, ¡pero que noticia! –dijo mientras se sentaba delante del primero -¿Qué podemos hacer? Si Inuyasha tiene conexiones con Naraku, Kagome debe estar en peor peligro de lo que planeamos. A la ves Kagura fue una mal jugada… debimos imaginar que…

-no entiendo –dijo interrumpiéndolo

-¿que cosa? – replicó rápido su amigo, obligando a Sesshomaru a hablarle

-no comprendo –golpeó sus manos-ella parecía rendida a mi, ¿Por qué se fue? ¿Por qué se asusto?

-te refieres a... kagura. Me contó kikyo que la vio irse corriendo y llorando al cuarto, parecía realmente dolida aunque no podemos confiarnos de ello. ¿Qué planeabas sesshomaru? ¿Seducirla y luego hacerla tuya? –pregunto el otro con algo de reproche que ofendió a su amigo

-jamás la tocaría, no seas estúpido. Eso sería fallarle a… -miró melancólico las flores plantadas a un lado de ellos –solo quería ponerla de mi lado, pero fallé, aparentemente.

-debiste decirnos antes, podríamos habernos evitado…

-ya ¿bien? Me equivoqué… deja de recriminarme, solo busco lo mejor para ella… -gritó fuera de si, mientras se ponía en pie

Su amigo lo observó atentamente pero luego bajó la vista comprendiendo que sesshomaru no estaba enojado con él, siquiera con el colegio o Naraku mismo. Sesshomaru estaba enojado consigo mismo por no haber podido mantener cerca de Kagome.

-lo resolveremos –dijo palmeándole la espalda.

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-insisto en que esto es lo mejor –dijo pegándole a una hoja que tenía en la otra mano. Los dos la seguían en su eufórica caminata por la habitación.

-sesshomaru, tiempo. Eso necesitamos, mis contactos me dijeron que ella está perfectamente a salvo, solo… necesito que te relajes –concluyó, bajando y caramelizando su voz mientras tomaba ambos hombros del chico con sus manos, entre una de ellas la hoja.

-kikyo, no quiero entrar a una absurda competencia. La concentración que se requiere justamente no me relajará –dijo consiente de que con la mirada, su amigo le daba la razón.

-no me vean como la mala aquí –dijo ella ya bastante enojada por el tono en la voz de sesshomaru –pero piénsalo, ¿no sería una descarga?

Ban entendió el punto de su novia, y aunque a esas alturas fuese diferente, pensó que nada perdía con apoyarla y le dio toda la razón.

-además con los fondos, podrás mandarle unos lindos regalos a tu hermana –dijo Bancotsu, tratando de convencerlo.

-lo pensaré –dijo él, ya retirándose del cuarto.


-¿participaras? Eso te salvaría de la expulsión de seguro –dijo su tío viendo la hoja

-no lo sé –miró las teclas de su piano- me molesta la idea de alejarme

-pero los demás considerarán…

-no es eso lo que me molesta. Tío, siento que no merezco mi piano –dijo mirándolo fijamente, estaba siendo honesto y esto chocó fuertemente con el corazón del tío.

-sesshomaru, vos sos el piano. Si no estas feliz con tus acciones, no te preocupes. Yo nunca dejaré de estar orgulloso de vos, y estaré siempre ahí para verte. Solo… habla con el piano, demostrare lo mal que te sentís. Y él te responderá con las más bellas de todas las canciones

La suavidad en la voz de su sabio tío, y su mirada aprensiva cerraron nuevamente las convicciones poderosas del chico. Aunque él no supiera bien de qué se trataba la historia de su sobrino, sesshomaru comprendía la intención de las palabras. Dicho esto, mandó retirarse a su tío, con la hoja de inscripciones completa.

Sesshomaru se iría de la institución a participar por el título de mejor concertista del año. Y con él se irían todas las dudas y sufrimiento sobre ella… y con esto, se cerraba un capítulo más de las sufridas penas logradas por Naraku.

“Lo mejor es dejar pasar el tiempo” pensaba él, aún convenciéndose más, y tratando de meter en la cabeza de que ella de esta manera estaría mejor… ignorante de que aunque la mantuviera a salvo, con cada día el corazón de ella palpitaba más lejos.

listoo :) quiero comentarioss

la pomy