One-shot de Pokémon - El origen del Profesor Oak

Unos pequeños Caterpie se encuentran comiendo unas hojas mientras son observados por un adolescente que sin dar señas de peligro para que no se asusten o se pongan a la defensiva mantiene la distancia y de paso los dibuja. El chico se encuentra tumbado y feliz.

—Vaya, dibujas muy bien—Dice una voz haciendo que al chico se le escape la libreta.
—¿Qu-quién es usted?—Pregunta el joven mirando al hombre.

Este presentaba una bata blanca, el pelo desaliñado y una maleta tan llena que algunos papeles se asomaban por uno de los lados.

—Disculpame, soy el profesor Alex y estoy a cargo del laboratorio de Pueblo Paleta—Responde con una sonrisa y dándole la mano para ayudarle a ponerse de pie.
—Me llamo Samuel Oak, he llegado hace poco con mis padres—Toma la mano y se levanta.

Por alguna razón, el hombre le inspira confianza.

—¿Te gustaría ver mi laboratorio?, tengo pokémon y allí podrás dibujarlos—Ante la propuesta el joven no puede estar más feliz y acepta su petición.

Diez años más tarde...

—¡Samuel!,¿cuantas veces te tengo dicho que no dejes entrar a Muk?—Se escucha una voz por todo el laboratorio.
—Lo lamento, me fue imposible mantenerlo dentro de la pokeball—El joven ahora era más mayor pero igual de torpe en algunos aspectos.
—No te iras a casa hasta haber limpiado todo esto—El joven asiente con la cabeza arrepentido.

Mientras se encuentra limpiando es observado por Alex, Samuel se había interesado tanto por la ciencia que dejó su camino como entrenador pokémon.

El anciano profesor empieza a toser y a los pocos segundos cae al suelo. Los gritos del chico inundan el laboratorio. Cuando Alex abre los ojos ve una habitación blanca, se encuentra recostado en una cama, apenas recordaba algo de lo sucedido.

—Profesor...soy yo...Samuel—El hombre se gira hacia su lado derecho. Allí, con los ojos rojos se encuentra su ayudante.
—¿Has limpiado el laboratorio?—La pregunta casi saca una sonrisa al chico, no ha cambiado nada.
—Si, esta todo limpio—Alex sonríe pero luego tose.

El profesor hace que se acerque, Samuel con lagrimas se aproxima hasta estar al lado.

—Tienes un buen corazón, un gran intelecto, te queda mucho por aprender y se que lo harás muy bien. Por eso te confío el laboratorio pokémon. Se que te costara aceptar este cargo y que la gente te llame profesor pero el futuro de muchos niños...esta ahora en tus manos—Samuel lloraba porque sabe lo que esas palabras significan.

—Asumo la responsabilidad, confíe en mi...profesor—Toma su mano mientras ve como la vida de su amigo se marcha para pasar a mejor vida y en su rostro se aprecia una sonrisa.

En la actualidad...

—Buenos días profesor Oak—Saluda Tracey llegando al laboratorio.
—Ah, buenos días—Al parecer se había quedado dormido.

Oak da un largo bostezo mientras se estira para espabilar. Mira a la pared y observa con una sonrisa el cuadro donde Alex y él se tomaron su primera foto juntos, fue el día donde comenzó a trabajar en el laboratorio como ayudante tras enfrentarse al Alto Mando de Kanto.

—Tracey...¿puedes limpiar lo que ha ensuciado Muk?—Pregunta el profesor con una sonrisa.


Fin