Historia corta El ojo del arcoíris (Umaru-chan dice)

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Pippia, 16 Septiembre 2018.

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  1. Threadmarks: Capítulo 1
     
    Pippia

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    Título:
    El ojo del arcoíris (Umaru-chan dice)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    692
    Sí, pongo muchas notas de autor, pero qué se le va a hacer.
    Esto es para el reto de Umaru-chan. En cada capítulo hay tres palabras en negrita, las cuales son las que tengo que utilizar en cada uno de ellos. Quizás la historia pueda parecer confusa al principio, pero espero que al final se entienda.

    Aknos se despertó en una habitación del hospital. Su antena y su pecho le dolían. Iba a llamar a una enfermera, pero antes de poder decir una palabra una de ellas entró por la puerta.

    —Joven Islept, ¿se encuentra mejor?—preguntó ella. Todo su cuerpo y ropa era blanco y su expresión era neutral, por lo que parecía un robot.

    —Sí... ¿Puedo irme a casa?—suspiró intentando recordar qué había pasado exactamente para haber acabado en el hospital.

    —Por supuesto, pero primero debería aceptar la oferta del señor Oxxy.

    Ah, sí, ahora lo recordaba. Había acabado allí intentando huir del señor Oxxy y de su supuesta "oferta", que realmente era una petición para encontrar el arcoíris de la verdad y devolver el color a la gente. Aknos bufó y arrugó la frente al pensar en ello.

    —Joven Islept—continuó la enfermera—, el señor Oxxy entiende que su oferta no le interese demasiado, pero eres el elegido. Eres el único que tiene la antena en la cabeza y además tiene color. Eres el único que puede devolver el color al mundo.

    Hacía años el mundo dejó de tener color. Todo se volvió blanco, excepto las sombras. Al principio se hizo un revuelo mundial, pero al pasar el tiempo a la gente le empezó a dar igual. Después de todo los objetos se podían identificar igualmente, y además camuflar las cosas se volvió más fácil. Aknos no se negaría si al devolver los colores ayudara a la gente, pero hacerlo solo porque sí no le apetecía mucho.

    —¿Por qué tendría que hacerlo?—se quejó Aknos—Que haya colores o no realmente no afecta a la gente, ¿no?

    —Afecta al mundo de formas que ni tú mismo creerías.

    —¿Y esas formas son?

    —No tengo la autoridad de decírtelo.

    Pasaron unos segundos en los que ninguno de los dos dijo nada. Aknos estaba convencido de que los colores no era un tema demasiado importante para la humanidad. Al final la enfermera dijo con un tono frío y seco:

    —Si no lo vas a hacer por dinero o fama, lo harás para que no hagamos daño a algo tuyo. Si no cooperas mataremos a toda tu familia.

    Aknos se quedó en shock al escuchar eso. ¿Cómo se atrevían? Lo primero que se le ocurrió fue golpear a la enfermera por lo que acababa de decir, pero luego pensó que eso no sería muy sensato. No se preguntó cómo iban a matar a su familia o si realmente era verdad lo que estaban diciendo, así que simplemente dijo:

    —Está bien. ¿Dónde puedo empezar a buscar?

    —Tu antena te dará las direcciones. Buena suerte en tu búsqueda—dijo la enfermera mientras sonreía por primera vez en esa conversación.

    Dio una palmada y Aknos se encontró en la salida del hospital. No sabía cómo había hecho eso la enfermera, pero no estuvo mucho tiempo pensando en eso. Se concentró en su antena y en lo que le podía decir. Se concentró en ello todo lo que pudo por unos segundos y su antena se iluminó con una gran luz blanca. Aknos empezó a flotar hacia el este, donde él supuso que estaría el arcoíris o al menos una pista de su paradero. No sabía que su antena podía hacer eso, y sentía que todo lo que le estaba pasando no tenía sentido. Era como un sueño muy absurdo.

    En unos minutos ya estaba lejos de la ciudad y sobrevolaba un gran campo. Eso le hizo pensar que el hecho de que una simple enfermera trabajara para el señor Oxxy era bastante raro. Quizás le estaban mintiendo y no debería seguir. Pensó en volver a casa, pero se dio de cuenta de que no podía parar su antena. Además, ahora sentía curiosidad por saber adonde la llevaría.
     
    Última edición: 16 Septiembre 2018
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  2.  
    Hygge

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    Wow, no me esperaba encontrar algo así con los dados que te tocaron, desde luego. No en el mal sentido, desde luego, si no que me has sorprendido xDD Como dices, este primer capítulo deja al lector algo confuso acerca de todo lo que está sucediendo. Se nos da una descripción rápida del mundo en el que nuestro protagonista se encuentra, y de cómo él es el elegido para devolver el color a todo lo que le rodea. Suena una argumento bastante interesante a decir verdad, pero me gustaría poder imaginarme al menos cómo es Aknos y las personas a su alrededor. Sabemos que tiene color y una antena en la cabeza, a diferencia de los otros, pero... ¿Cómo es físicamente? Imagino que eso ya se verá, este es el primer capítulo después de todo :3

    Me intriga bastante quién es el tal Oxxy, o la enfermera con poderes de teletransportación, o cómo es que la antena de Aknos hace que pueda volar... ¡Son tantas cosas! Pero mejor estar así, intrigada, ¡a ver qué vendrá después! Seguiré con curiosidad tu historia Pippia, ¡dalo por hecho! No tengo nada que decir acerca de tu narración o gramática porque no hay nada que corregir, todo está en orden.

    Vamos a ver qué sucede después por aquí.
     
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  3.  
    Pippia

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    ¡Me alegra haberte sorprendido! Sí, quizás con las palabras hospital, arcoíris y direcciones no te esperas algo como esto, pero eso le da más encanto, ¿no? El golpe sorpresa xd.
    Sí, en alguno de los capítulos siguientes se hará una descripción suya, pero tampoco quiero decir mucho porque nuestro querido protagonista parece un alien más que un ser humano con el aspecto que tiene (tanto por sí mismo como por la ropa que lleva).
    ¡Es genial que todo eso te intrigue! Ya voy diciendo que para algunas cosas sí hay respuesta, pero hay otras que, al menos en esta novela, no serán respondidas ;u;.

    Quizás no dé acabado esto para el reto de Umaru-chan, pero incluso entonces dejo totalmente claro que acabaré esta novela >:D.
     
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  4. Threadmarks: Capítulo 2
     
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    La antena dejó de hacerlo volar al cabo de unas horas. Empezaba a anochecer y se encontraba en medio de un largo y uniforme campo. Podía ver un bulto extraño a lo lejos, así que empezó a caminar hacia ese lugar. Volar tanto tiempo le había cansado, así que por eso iba con calma.

    Al llegar vio que el bulto que había visto era realmente un tipi indio. En el dormía un señor mayor, blanco como todos, con muchas arrugas y con una larga barba. Llevaba puesto una túnica que le llegaba a los pies. Estaba roncando, y lo hacía muy fuerte.

    —Perdone, señor—dijo Aknos, pensando que quizás el señor podría saber algo—. Necesito su ayuda.

    El anciano despertó en ese mismo momento. Miró a Aknos como si no viera demasiado bien y dijo con una voz ronca:

    —¿Estamos en Navidad?

    —No señor—contestó algo confuso por la pregunta.

    —¿Entonces por qué llevas ese jersey?

    Aknos gruñó con ese comentario. Simplemente porque su jersey fuera rojo y verde no significaba que lo llevara por la Navidad. Simplemente le gustaba el diseño.

    Luego se sorprendió de que el anciano no dijera nada sobre que él tuviera color. Entonces este miró a su antena y exclamó:

    —Espera, ¡eres un elegido para encontrar el arcoíris de la verdad! Ahora ya entiendo porqué estás a color, pensaba que era otro de mis sueños extraños.

    —Entonces... ¿podría ayudarme?

    —¿A qué?—murmuró como si quisiera volver a dormirse.

    —A encontrar el arcoíris de la verdad, obviamente.

    —¡Ah, sí, claro! Pero ten una cosa clara niño, lo importante no es el arcoíris, es el ojo.

    —¿El ojo?

    —¡El ojo!—exclamó como si fuera alguien que llevara fumando 40 años seguidos—Al llegar al arcoíris una gran luz te teletransportará a otro universo donde se encontrará el ojo. Este devolverá el color a nuestro mundo.

    —¿Cómo podría un ojo hacer eso? Es decir, que un arcoíris lo haga tiene más sentido, ya que tiene color. Un ojo también tiene color, pero no es lo más característico.

    —Mira niño—contestó como si estuviera harto de la vida y solo quisiera dormir—, sé muchas cosas, pero no lo sé todo, ¿vale?

    —Está bien—tartamudeó confuso por el cambio de actitud del anciano—. ¿Entonces cómo encuentro al arcoíris?

    —Tendrás que hacer un largo y cansino viaje por todas las provincias de este país. Lucharás contra enormes bestias que se esconden en los bosques, destruirás a todos tus enemigos, te volverás alguien con una fuerza sobrenatural, sentirás el dolor de morir mil veces, harás grandes hazañas en las que cualquiera moriría...

    Aknos sentía que no podía moverse. Lo que le estaba contando el anciano sonaba a algo que aparecería en una leyenda antigua sobre un gran héroe. Él no podría hacer nada de eso. Acabaría muerto.

    —¿En serio tengo que hacer eso?

    —Nah, solo tienes que llegar a una fuente—respondió a la velocidad de la luz—. Luego un ser sobrenatural te bendecirá. Entonces sí tendrás que luchar contra algunas criaturas, pero con la bendición del ser sobrenatural no vas a tener ningún problema.

    Aknos suspiró, cansado de la actitud extraña del viejo. Ese hombre estaba loco.

    —Bueno—continuó—, supongo que necesitarás un lugar para dormir. Ya casi es de noche, así que no voy a dejar que te vayas ahora.

    Después de decir eso el anciano se levantó, salió del tipi indio y metió su mano en su barba. De ahí sacó otro tipi indio. Aknos no podía creer lo que estaba viendo. ¿Qué clase de ser era aquel viejo?

    —¿Cómo...?

    —No preguntes—contestó mirando al joven como si fuera la abominación más horrible del mundo entero—. Ah, y tampoco te preocupes por la comida. Si estás en el tipi indio tu antena te alimentará. Bueno, yo me voy a dormir. Suerte niño.

    Dicho esto el hombre se fue a dormir. Aknos sintió como se le revolvía el estómago por lo que acababa de pasar, pero decidió no pensar mucho en ello y meterse en el tipi indio.

    Era bastante pequeño, solo para una persona, aunque era bonito. Todo era blanco, pero a diferencia de otros lugares ahí te sentías bendecido por los mismos ángeles. Era una sensación extraña. Al entrar Aknos sintió que toda su hambre y cansancio habían desaparecido.Era como una planta haciendo la fotosíntesis. No tenía claro que era lo que hacía el tipi indio para que eso ocurriera, pero en ese momento no le importaba mucho. Curiosamente también le habían dado unas enormes ganas de irse a dormir, así que decidió no contenerse, tumbarse y dormir. Después de todo mañana era un nuevo día para seguir buscando el ojo que está en el arcoíris y devolver los colores al mundo.
     
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