EL NOVIAZGO DE KAGOME Y KOUGA

Hola amigas bueno aquí estoy y les traigo conti espero que aun no se olviden de este fic o tendré que dejarlo…no no puedo con este empecé y lo terminare bueno sin más que decir les dejo la conti.

Nota: la descripción de Inuyasha es diferente por su aspecto humano.

Capitulo # 14 “Una elección difícil”​

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Un joven lobo corría a toda velocidad buscando a su amada chica de ojos chocolate, no podía dejar de pensar en el gran peligro que ella corría al tener esas joyas maldita, pero lo que más le angustiaba era pensar que por culpa de su obsesión de vencer al hanyou de ojos de chocolate había puesto en peligro lo más importante de su vida.

―¿Que debo hacer?―Pensaba el joven lobo mientras aun buscaba a esa hermosa chica azabache, su mente estaba confundida, pues tenia que escoger entre su posible felicidad con una chica que había olvidado su verdadero amor o liberarla dejando la oportunidad que ese hanyou de cabellos plateados pudiera acercarse a ella de nuevo.

― ¡Maldición! hare lo que tenga que hacer―Dijo el joven lobo, era claro que había un conflicto en su mente pues el sabia lo que debía hacer pero se reusaba a dejar su bello amor a un lado, sentía ser un verdadero egoísta pero había pasado por tanto para al fin estar junto a Kagome que no pensaba claro.

Cuando al fin encuentra a la chica azabache una sonrisa se dibuja en su rostro, para el ella era la mujer más hermosa del mundo ella lo ve acercarse y de igual manera deja ir una tierna sonrisa hacia él lo que provoca un leve sonrojo en el rostro del joven lobo, toma asiento al lado de la chica azabache y ambos dan un fuerte suspiro.

― ¿Qué haces aquí sola Kagome?―Pregunto el joven lobo muy desconcertado que su bella mujer estuviera sola de noche y en un lugar muy oscuro, sin duda algo le pasaba su rostro parecía más confundido de lo usual, el joven lobo toma el rostro de la joven azabache con sus manos y con gran delicadeza se acerca a ella, los ojos azules del joven lobo eran tan bellos que la joven azabache no pudo resistir darle un tierno beso.

Sin duda parecían una pareja muy enamorada, pero el comandante de la clan de los hombres lobo no sentía del todo una satisfacción era obvio que tenía a la chica de sus sueños pero ¿Qué tanto valdría su victoria de esta manera? mientras mas sentía el aliento de su amada chica de ojos chocolate mas culpable se sentía, ella siempre fue dulce y considerada lo que había hecho él se podría llamar
traición.

―Kouga ¿ocurre algo? ―Pregunto Kagome al ver que el joven lobo corto el beso de manera repentina y eso la preocupo mucho, Kouga no era capaz de mirarla a los ojos el solo hecho de pensar que esas joyas malditas consumirán lentamente a su adorada mujer, pero el joven lobo pensaba que si le decía la verdad a la miko eso sería como perderla para siempre.


―No…nada amor mío solo pensaba en lo hermosa que eres―Dijo rápidamente el joven lobo mientras su mente se llenaba de pensamientos de su Kagome siendo herida, por esas joyas realmente no pudo mas con la culpa, tomo fuertemente las manos de la chica azabache y la miro a los ojos ella no comprendía porque su supuesto novio se comportaba de manera muy extraña, pero entendía que él iba a decirle algo de importancia.


―Kagome yo debo decirte que…―El joven lobo no pudo terminar su frase al ver que el hanyou estaba detrás de Kagome y con su forma de humano ya que aun no había amanecido, el joven lobo solo observo que el hanyou lo miraba de manera desafiante .


―Oye sarnoso tu y yo debemos hablar ahora―El hanyou se encontraba muy molesto de ver que la chica de ojos chocolate y el joven lobo se encontraban tomados de la mano, pero de no haber llegado el joven lobo le hubiera dicho la verdad a la miko, pero eso hubiera sido muy malo para el joven lobo, de cierta manera el hanyou lo salvo.


―¿De qué quieres hablar bestia? que no ves que estoy ocupado―Fue como respondió el comandante lobo pero él no noto la reacción de Kagome al ver al hanyou , ella estaba completamente sonrojada y no podía ni verlo a la cara así que con una voz suave y dulce ella hace una petición a su chico lobo.


―Kouga habla con él regresare con Sango y Shippo―L achica azabache le da un pequeño beso en la mejía se levanta y se va corriendo sin decirle ni una palabra al hanyou de ojos chocolate en su forma humana, dejando solos a Inuyasha y Kouga al fin tendrían un momento para arreglar sus diferencias sin que nadie los interrumpieran, al menos eso creía el hanyou de cabellera negra


―Bestia no crees que deberíamos dejar esto cuando no seas un débil y patético humano―Dijo de forma prepotente el joven lobo cruzando sus brazos, el hanyou solo gruñe como signo de su molestia ya que para él era insoportable la presencia del joven de ojos azules.

― ¡Imbécil! cierra la boca, como sea podría ganarte pero no es de eso lo que te quiero hablar, quiero que hablemos de Kagome―Fueron las palabra del hanyou quien no podía permitir que algo le pasara a su amada chica azabache, él joven lobo solo desvía su mirada hacia abajo él también estaba consciente de lo que había hecho pero; no quería demostrar debilidad ante su rival.

El joven lobo no deseaba hablar de eso con Inuyasha así que solo se dio la vuelta y comenzó a alejarse del hanyou, sin mediar palabra en un remolino de viento se desvaneció lo cual no permitió que el hanyou pudiera, preguntarle al lobo de ojos azules nada acerca de esas joyas que se estaban volviendo cada vez más peligrosas.

Con mucha furia el hanyou de ojos chocolate golpea el tronco de un árbol, no pudo hablar con ese chico al que odia por quererle quitar a su bella chica de ojos chocolate, así que pensó en las palabras que Kikyo le había dicho momentos antes y que no lo dejaban tranquilo.

―Debes lograr que te entregue voluntariamente su pureza.

Aunque él hanyou comprendía lo que significaban esas palabras, aun no comprendía que tenía que ver el convertir a la chica azabache en su mujer, pero primero debía comprender la importancia que tenía ese evento y como eso podría afectar el poder de las joyas; así que se dirigió a la única persona con la que podía hablar de esas cosas tan privadas.


La primera persona en quien pensó fue en Miroku, pero sabía que al contarle con lo pervertido y libidinoso que era no lo dejaría en paz, así que pensó de nuevo y se le ocurrió hablar con la exterminadora, pero si es ella la amiga de Kagome y con lo que la enoja ciertas cosas lo acusaría de pervertido y le daría un buen golpe; así que se decidió en hablar con la anciana Kaede ya que sería la única que podría comprender las palabras de Kikyo.


― ¿Se te ofrece algo Inuyasha ?―Pregunto la anciana del parche en el ojo muy intrigada al ver el rostro del joven, la anciana había dejado que Kagome y los demás se quedaran en su cabaña mientras ella se encontraba en el templo de la aldea, en parte eso era lo que la intrigaba ya que desde que Kikyo murió Inuyasha no suele visitar ese lugar.


―Anciana Kaede hay algo que debo contarte, me encontré con Kikyo y ella me dijo el método de liberar a Kagome de esas joyas infernales―Fue como Inuyasha comenzó a relatarle todo lo ocurrido a la anciana Kaede la cual aun no comprendía el porqué su hermana ayudaba a unir a Inuyasha con Kagome, a menos que la que este ayudando no sea Kikyo.


―Así que Kikyo me dijo que…que… debía convertir a Kagome en mi mujer―Con la cara muy sonrojada y sin poder ver a los ojos a la anciana, el hanyou termino de su relato de su encuentro con Kikyo así que pregunto lo que tanto deseaba saber.


―Lo que quiero saber es ¿Qué tiene que ver eso con las joyas?―Fue la pregunta del hanyou de ojos chocolate.

―Está bien Inuyasha escucha te lo explicare, al convertir a Kagome en tu mujer será la mayor muestra de amor que podrían darse ambos, sin contar que sus poderes de sacerdotisa y tus poderes de youkai harán contacto y podrán romper el control de las joyas.―Fue así como la anciana Kaede logra hacer que el hanyou comprenda la importancia de realizar dicha acción.


Sin poder creer eso aun el hanyou sale del templo y aunque él deseaba estar con su amada Kagome no deseaba que fuera bajo esas circunstancias tan terribles ya que si ese acto de amor ocurriera entre ambos, no sería tan especial y que ella no siente lo mismo por él pero debía elegir hacer lo mejor por ella.


Mientras tanto una mujer de piel blanca y mirada fría se encuentra en una cueva muy sombría y al fondo una figura de aspecto siniestro se encontraba sentada esperando a la sacerdotisa.


―Kikyo al fin llegas creí que ya te habías olvidado de mi―Dice una voz ronca y masculina sale de la oscuridad y era el rostro de un humano pero en realidad era solo su fachada, pues él era un alma en pena que se había dado su alma a un demonio.


―Aquí estoy amo, como lo prometí y ya hice lo que me pidió―Fue como respondió la sacerdotisa de mirada fría, ella le mostro todo lo que había realizado y conto como su plan iba en buen camino, el alma poseída solo ríe de manera diabólica estaba feliz y mira el rostro sin expresión de la sacerdotisa.


―Las mujeres como tu son tan patéticas, dando todo por el amor cuando la persona que amas ama a otra persona―Grito el hombre mientras la miko seguí sin expresión en su rostro, lo que aun nadie sabía es que la sacerdotisa de piel pálida y cabellera negra trabajaba para ese demonio, ya que él le prometió el cuerpo vivo de Kagome si lo ayudaba pero a cambio ella debía conseguir las cuatro joyas y un corazón puro que uniera las joyas como resultado daría una gema tan poderosa como la perla de Shikon.


Sin dar más palabra el misterioso hombre se desvanece dejándole otra misión a la sacerdotisa la cual le produciría un gran dolor a ese corazón puro para equilibrar los poderes de las joyas.



Continuara………………………


Hola chicas perdón por tener este fic tan olvidado y por hacer este cap tan corto pero espero que así no se olviden de el bueno esperen ver que pasa y gracias de antemano por sus comentarios y por si piensan que el ser misterioso es Naraku pues no el no saldrá en esta historia cuídense bye.

 

Hola a las escritoras y lectoras…que leen esta continuación espero no se sientan molestas de no recibir invitación a leer para mí son muy importantes debido al abandono que he tenido sobre este fic he decidido seguirlo pero aun no sé si todavía se tiene interés por el así que esta conti quedara libre a quien desee leerla y por esa razón esta vez nadie recibirá aviso además me da mucha vergüenza de invitar después de tanto tiempo que deje pasar. Dejen sus opiniones chicas y si veo el interés de mis lectoras pues avisare de las conti si no solo actualizare sin avisar.

Sin más que decir dejo el capitulo.

Cap. # 15 “Todo comienza a tomar sentido”​

El joven lobo evito hablar con el hanyou porque estaba consciente que lo que había hecho no estaba bien, sabía que había puesto en peligro a su adorada kagome pero por otro lado al fin logro separarla de la bestia, recordando lo que había visto en los recuerdos de su padre le creo mucha confusión ¿en realidad quería terminar cómo su padre? un destino que no sería muy grato.

Mostrando mucha confusión se alejó lo más posible de la aldea quería respirar un poco internándose en el bosque, sintió paz por un momento su amor por la joven miko era demasiado intenso cómo para renunciar a ella ¿Qué debía hacer? su mente y su corazón batallaban por encontrar una respuesta.

― ¿Qué demonios hare?―Se preguntaba el joven lobo mientras se perdía más en sus pensamientos, pero de pronto sintió unos cálidos brazos justo tras de él; ese dulce aroma a flores que lo embriago en ese momento era delicioso, una cabellera negra que olía a Jazmín sin
duda era seductor aquel aroma.

― ¿Por qué estas tu solo aquí?―Cuestionó la joven de ojos chocolate mientras sus brazos apretaban cada vez mas fuerte al joven lobo, no había otra cosa que el deseara más que sentir el calor de Kagome pero ¿esa era la forma? estaba consciente que si ella tuviera su memoria no haría tal cosa.

―Sólo vine a pensar un poco―Respondió Kouga siendo incapaz de mirar a los ojos a Kagome ya que cada palabra que ella decía lo hacía sentir más culpable, Kagome aunque no lo recordara cómo ella quisiera sentía un gran aprecio hacia el lobo y por eso ella creía ser la novia del hombre lobo.

―Debe ser grave lo que te molesta―Musitó la chica azabache así que se muestra frente al joven lobo y toma su rostro muy dulcemente besa los labios del chico de ojos azules, el cual responde abrazándola y correspondiendo ese beso.
Sin darse cuenta lo que ocurría Inuyasha comenzaba a planear cómo conquistaría a la joven miko, él jamás había conquistado a una mujer intencionalmente, pensando mucho en lo que haría decidió pedirle consejos al monje Miroku.

―Miroku ven necesito que hablemos―Le dijo Imuyasha al monje quien se quedo muy sorprendido de la actitud tan extraña del hanyou.

―Claro Inuyasha vamos―Respondió el monje así que se apartaron de los demás y encontraron un lugar en donde poder conversar en paz, ambos se sientan bajo un gran árbol mientras el hanyou buscaba palabras para poder contarle al monje este sólo dijo.

―¿Se trata sobre la señorita Kagome no es así?―Preguntó el monje con una mirada muy seria ya que él y Sango habían estado muy preocupados por Kagome y ya era hora que Inuyasha interviniera, una linda mañana era ese día y un silencio en donde sólo las aves se escuchaban cantar y el aire soplaba los fuertemente.

―Debo cautivar el corazón de Kagome―Dijó el hanyou de manera seria y con mucha tristeza.

―Bueno y ¿cómo lo harás?―Preguntó el monje igual de manera seria, el hanyou se sorprendió ya que pensó que el monje lo fastidiaría por eso.

―No tengo ni la menor idea por eso necesito tu ayuda―Musitó el hanyou mientras entre suspiros recordaba cómo fue que todo empezó, de no haber lastimado tanto el corazón de Kagome ella no habría estado a merced de esas joyas malditas.

―Muy bien Inuyasha te ayudare a ser un caballero―Afirmó el monje sabía que tenía mucho que hacer para lograr que Inuyasha cambiara esa actitud, a diferencia que Kouga que siempre fue muy honesto con Kagome y siempre le expresó lo que sentía por ella.

― ¿Un caballero?―Exclamó el hanyou viendo al monje con extrañes, realmente sería un gran trabajo cambiar al chico de ojos ámbar pero por salvar a la chica azabache.

―No es nada del otro mundo Inuyasha y todo seria por recuperar a nuestra amiga―Intentó el monje de convencer al hanyou mientras a lo lejos ambos observaron a Kouga y Kagome saliendo del bosque, se miraban cómo una pareja muy feliz; la furia dentro del peli plateado creció de gran manera pero pudo entender la diferencia entre él y el joven lobo.

La actitud del hombre lobo era gentil y amable, siempre dándole una sonrisa a la chica azabache, la abrazaba en público y no se sentía avergonzado por eso y con mucha dificultad para aceptarlo se dio cuenta que el joven lobo era mucho más maduro que él en ese aspecto.

― ¡Maldita sea! el tramposo de Kouga no me quitara a Kagome―Pensaba el hanyou mientras su sangre hervía al ver cómo el lobo abrazaba a la miko, ella se mostraba muy feliz a su lado y eso hería completamente el ego del hanyou.

―Inuyasha no se qué pretendas y que tendrá que ver el que enamores a la señorita Kagome con que le quitemos las joyas, pero debemos darnos prisa si queremos seguir buscando los fragmentos de la perla―Expresó el monje su inquietud pero estaría dispuesto a ayudar al chico de ojos ámbar, era necesario separarla del joven lobo para hacerlo, además tantas dudas y cuestiones que aún no comprendían pero que poco a poco todo iba a ir tomando sentido.

Sin más palabras ambos se quedaron un momento en silencio cada uno pensando en cuantas cosas habían pasado en los últimos días, tantas cosas han pasado y todo siempre involucrando a la miko pero solamente juntos podrían salvar a la chica del futuro.

Mientras ya casi llegando a la aldea se miraba en el horizonte a un Daiyoukai caminando en dirección al lugar en donde se encontraba la miko, su deseo de apoderarse de las joyas que tenía la miko era grande sobre todo porque así podría volverse mucho más poderoso de lo que ya era.

―Amo Sesshomaru ¿Por qué debemos regresar a esa aldea de humanos?―Preguntó el pequeño sirviente youkai a su amo, mientras se dirigían a dicho lugar él Daiyoukai de ojos dorados e imponente semblante sólo permanecía callado encerrado en sus pensamientos.

Al ver la insistencia de su sirviente y la molestia que le provocaba opto por golpearlo para callarlo y poder concentrarse en sus pensamientos, debía llegar y arrebatar las joyas de la miko a como diera lugar pero sabía que estaría su medio hermano también en la aldea y no quería perder el tiempo con él.

―Amo Sesshomaru―Musitó la pequeña Rin con suavidad jalando las ropas de su amo para llamar su atención.
― ¿Que ocurre Rin?―Preguntó fríamente el Daiyoukai sin siquiera ver a la pequeña.

―Creo que sería bueno que yo hablara con la señorita Kagame―Dijo la pequeña azabache al parecer ella sabía que iban a buscar a la miko, y pensó que podía ayudar a su amo de esa manera.

El Daiyoukai seguía muy concentrado en sus pensamientos que ignoro las palabras de la pequeña, la niña quería seguir incistiendo pero fue callada por Jaken, quien conocía al señor Sesshomaru y sabía que cuando él estaba muy pensativo es porque algo importante
iba a pasar.

Mientras más se acercaban el olor del Daiyoukai no paso desapercibido por el hanyou quien al sentir ese olor tan familiar deja al monje y corre hasta encontrar a su medio hermano.

Cuando lo encuentra se ven frente a frente, con ojos de odio ambos se observan haciendo aquel lugar un aura fría por parte de ambos.

― ¿Qué demonios haces aquí Sesshomaru?―Cuestionó el hanyou al Daiyoukai tocando el mango de su espada, acción que no fue ignorada por el lord que hizo una mueca de burla.

―Que tonto eres si piensas que he venido por ti Inuyasha―Respondió Sesshomaru con imponente presencia dejando a un lado la burla a su medio hermano, con increíble velocidad llegó hasta el hanyou tomándolo por el cuello.

―Apártate de mi camino que mis asuntos no son contigo―Expresó mientras sujetaba con mucha fuerza al hanyou y estrujaba su cuello, esto era un poco doloroso para Inuyasha quien le costaba mucho respirar pero seguía observando a su hermano con gran odio.

― ¿De qué asuntos hablas? sólo debes saber que no te dejare pasar―Musitó con mucha dificultad el hanyou mientras intentaba quitar la mano del Daiyoukai que seguía estrujando muy fuerte su cuello.

―Sea lo que sea no es bueno que tu estés aquí―Afirmó Inuyasha lanzando un ataque con sus garras logro liberarse de las garras de lord.

Desenvainando su espada el hanyou reto al Daiyoukai que a pesar de no tener el deseo de luchar con su hermano no pudo rechazar tal desafío.

Ambos comenzaron su combate un enfrentamiento de espadas poderosas se dio en aquel lugar, no había duda que ambos eran muy poderoso el pequeño sirviente youkai y la niña azabache se escondieron tras unos arbustos sólo observando la pelea a salvo.

No tan lejos de ese lugar la joven miko acompañaba a su amiga Sango por agua la rio, la miko notó que la exterminadora estaba muy extraña con ella, muy callada y al igual el pequeño zorrito al parecer se miraba muy preocupado.

― ¿Pasa algo malo?―Preguntó la miko mientras observa a sus amigos la exterminadora llena la vasija con agua y suspira al parecer no deseaba contestar, mientras el zorrito estaba a punto de decir algunas palabras una mirada de Sango lo calla rápidamente.

―Si quieren decir algo sólo háganlo chicos―Expresó un poco triste Kagome mientras llenaba su vasija la exterminadora y el zorrito sólo se observaron el uno al otro pues habían acordado no confundir a la chica azabache diciéndole la verdad de un solo golpe.

―Kagome ¿tu no sientes como si dentro de ti supieras algo que por un motivo no puedes recordar?―Cuestionó la exterminadora a la miko mientras que al pensar esas palabras las pupilas de la joven azabache se dilataron y comenzó a ver imágenes en su cabeza, imágenes de eventos que ella no podía recordar.

Cada pensamiento estaba muy borroso y confuso no eran más que imágenes sin sentido que según ella no habían ocurrido, pero pudo ver las joyas y entender que era malas aunque no supiera el porqué pudo entender porque esas joyas le daban una mala sensación.

Estos fueron algunos de los recuerdos que Kagome vio claro que en su mente fueron muy borrosos y confusos y si recordo a Inuyasha pero aun no se le devolvera la memoria sólo fue un poco y no le quedo nada claro.




Continuara…………………………

Para adquirir un compromiso con este fic pondré fecha del siguiente cap. la conti la publicare el domingo hasta entonces bye.

 

Capitulo # 16 “¿Qué está pasando con todos”​

Después de ver esas imágenes tan borrosas en su mente Kagome no tuvo nada claro sobre sus momentos con Inuyasha, lo que si supo es que había tenido recuerdos relacionados con el hanyou y eso le pareció muy extraño.​

―Kagome ¿estas bien?―Preguntó la exterminadora mientras sujetaba a la chica de ojos chocolates tratando que ella reaccionara, cuando al fin logra ver que comienza a regresar en si sólo puede seguir preguntando.​

― ¿Te ocurre algo malo amiga?―Sango realmente estaba muy preocupada por la forma en que la chica azabache se había perdido en sus pensamientos, en ese momento la exterminadora recordó las palabras del monje “no confundamos a la señorita Kagome” ellos no debían intervenir hasta que lograrán encontrar la manera de hacerla recordar.​

―Estoy bien Sango no te preocupes―Contestó Kagome dándole una sonrisa a la exterminadora para que se tranquilizara, el pequeño zorrito de igual manera estaba muy preocupado por la miko pero se dio cuenta que no era bueno hablar acerca de sus recuerdos.​

―¿Por qué la imagen del joven hanyou vino a mi mente?―Pensaba Kagome mientras regresaban a la cabaña de la anciana Kaede, la miko observaba detenidamente la aldea cómo si todo en ese lugar le encerrara un secreto acerca de ese vacío que sentía en su cabeza.​

Al llegar a la cabaña observan que el monje corría hacia ellas a una gran velocidad cómo si él fuera a decirles algo muyimpórtate.​

―Sango debes venir Inuyasha está en una pelea con Sesshomaru, debemos ir y ayudarlo recuerda que él está muy distraído por aquel “asunto”―Al decir eso Sango toma su Hiraikotsu y sale juntó al monje para ayudar al hanyou.​

―Esperen yo iré también―Exclamó Kagome tomando su arco y flechas, y antes que el monje y la exterminadora la detuvieran ella ya había empezado a correr hacia donde se encontraban los hermanos perro peleando.​

La chica azabache en su interior sabía que el Daiyoukai estaba en ese lugar por su culpa, ya que él muy claramente le dijo que iría a buscar las joyas que ella tenía en su poder, y pensar que el joven hanyou se estaba arriesgando por ella la tenía muy mortificada.​

Al llegar todos observan un combate de grandes magnitudes un poderoso Daiyoukai luchando con su hermano el hanyou, aunque sus poderes fueran distintos ambos eran muy fuertes como para que uno venciera a otro tan fácilmente.​

―Sesshomaru… ¡maldito! ¿Qué rayos buscas aquí?―Cuestionó el hanyou mientras seguía combatiendo contra el Daiyoukai, sin saber las verdaderas razones de la presencia de su hermano en ese lugar, Inuyasha ignoraba completamente que la razón tuviera que ver mucho con su amada Kagome.​

Al llegar hasta donde se encontraba Inuyasha, Kagome observa esa terrible batalla ella en ese momento recordó que él​

Daiyoukai había dicho que regresaría por las joyas pero no es algo que todos supieran más que él y la miko.​

― ¡Sesshomaru deja tranquilo al joven Inuyasha! regresaste por mi ¿no es así? ― Gritó la miko mientras todos los presentes incluyendo al hanyou quien no podía creer lo que escuchaba, Sesshomaru al escuchar a la joven azabache la ignora mientras continua la pelea.​

― ¿Qué es lo que ha dicho señorita Kagome?―Preguntó el monje con un rostro lleno de confusión.​

―Kagome…pero tu ¿Qué trató tienes con Sesshomaru?―También la exterminadora no podía creer lo que había escuchado, sabía que el Daiyoukai rescató del bosque a Kagome pero no comprendía cuáles son sus intenciones.​

―Sesshomaru ¿es cierto vienes por Kagome?―Esa duda comenzó a mortificar el corazón del hanyou, mientras el gran imponente Daiyoukai se aleja un poco de su hermano menor y guarda su espada cómo muestra de que la batalla había terminado.​

―No es de tu incumbencia Inuyasha es un asunto entre esa mujer y yo―Tales palabras dichas por el Daiyoukai fueron muy extrañas para todos los presentes, no parecía que fuese Sesionara el que hablara, sin embargo Kagome comprendía el trató que había hecho con él y la promesa de entregarle las joyas malditas al poderoso youkai.​

― ¿Qué tramas Sesshomaru?―Siguió cuestionando el hanyou en su mente no cabía la idea que su hermano tuviera asuntos con su chica amada.​

Kagome rápidamente llega hasta donde estaban los ambarinos y se para justo frente a Inuyasha tratando de calmarlo, Sesshomaru observó pero de pronto comenzó a caminar pues no le interesaba seguir viendo al hanyou.​

―Joven Inuyasha déjeme encargarme de esto, su hermano y yo tenemos un asunto que resolver; él me salvo en el bosque y yo le debó algo―Kagome habló y luego se fue tras el Daiyouka, sin poder decir ni una palabra el hanyou se quedo completamente confundido al igual que todos.​

― ¿Pero qué demonios pasó aquí?―Pensaba el hanyou todo seguía siendo un misterio, primero Kikyo ayudándolo con Kagome, luego Kouga poniendo en riesgo a la azabache con las joyas y ahora su hermano Sesshomaru todos tenían algo en común querían algo de la azabache.​

―Inuyasha algo muy malo está pasando aquí sabes, la señorita Kagome comentó que Seshomaru desea tener las joyas de sangre al parecer son de gran poder; aunque él no sabe que las joyas no pueden ser separadas de ella.―Musitó el monje mientras que el hanyou pensaba seriamente en ir tras la miko de ojos chocolate.​

―Inuyasha Kagome parece haber recordado algo hace unos momentos, creo que aún podemos salvarla pero debemos buscar la forma de liberar a Kagome―Las palabras dicha por Sango eran muy ciertas, pero a la vez encendieron una luz de esperanza en el corazón del hanyou.​

―Lo sé pero debó ir a buscar a Kagome, y ver qué diablos pretende Sesshomaru no confió en él―Exclamó el chico peli plateado mientras se va del lugar en busca de la chica peli negra, el monje y la exterminadora quedándose muy preocupados deciden regresar a la aldea.​

Mientras tanto Kouga ha decido regresar a la cueva en donde tuvo contacto con el alma de su padre; mientras va en su camino un remolino de viento se cruza frente a él.​

― ¡Hola Kouga!―Exclamó una voz femenina muy fuertemente para detener al lobo quien corría a una gran velocidad.​

―Ayame no esperaba encontrarte―Musitó el joven lobo mientras se detiene para poder ver a la loba de ojos azules.​

―Prometiste ir a verme y no cumpliste―Dijo la loba mientras hacia algunos pucheros.​

―Lo siento mucho Ayame se que te lo prometí pero he tenido muchos problemas―Decía el joven lobo mientras apuñaba sus​

manos, realmente estaba preocupado por la azabache.​

―No sé porque la sacerdotisa Kikyo quiere que Kouga se aleje de Kagome pero que importa debo tener a Kouga sólo para mí y lo lograre―Pensaba Ayame al ver al joven lobo tan preocupado lo abrazo para hacerlo sentir mejor.

―Kouga se que tu corazón le pertenece a otra mujer, pero en mi siempre tendrás un apoyo para no caer en el abismo de la soledad―Las palabras de la loba de cabellos rojos eran tan hermosas y cálidas que el joven lobo no pudo evitar sonrojarse un poco.

Continuara……………………….

Hola lectoras y amigas se que esta conti está demasiado corta pero he tenido muchos compromisos esta semana y no había podido subirla el día que prometí gome por eso espero que les haya gustado y bueno la próxima conti será mas larga eso si bueno nos vemos chicas bye.

 

Capitulo # 17 “ Kikyo intenta reaccionar”​

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Después de haber dejado a sus amigos Inuyasha corrió tras el rastro de Sesshomaru y Kagome, él no permitiría que ella corriera peligro y mucho menos la dejaría sola con su hermano Daiyoukai.

―¡Maldición! Cada vez que creo comprender un poco lo que pasa todo se complica ―Pensaba el hibrido mientras corría en el bosque, pero una figura que se le hiso muy familiar lo detuvo.

Ese olor que se sentía en el aire era el de su adorada Kikyo, sin duda era ella al verla frente a el por un momento se olvido a quien buscaba, camino hasta donde se encontraba la sacerdotisa de piel blanca y cabellera negra, la miro fijamente y se percató de una extraña mirada que se reflejaba en sus ojos cafés.

―Kikyo…¿te sientes bien?―Musitó Inuyasha pero en ese momento la sacerdotisa se desplomo frente a sus ojos el corrió y la tomó en sus brazos, ella tenía sus ojos cerrados al parecer ella se había desmayado pero su rostro parecía el querer despertar.

―Inu…ya…sha―Exclamó la sacerdotisa con mucha dificultad pero sus ojos aún no se abrían.

―Kikyo ¡reacciona!...abre los ojos―Decía el hanyou agitando el cuerpo de la sacerdotisa, su insistencia fue tal que logro hacerla despertar, ella lo miró pero su mirada parecía de preocupación y muy intensa.

―Inuyasha …¿Dónde está Kagome?―Musitó la sacerdotisa de piel blanca intentado levantarse, pero sus fuerzas casi se le habían acabado así que Inuyasha la postro en las raíces de un árbol y algunas serpientes cazadoras de almas aparecieron llevándoles algunas esencias a la sacerdotisa.

―Ella pues…no lo sé se fue con Sesshomaru, al parecer él quiere esas joyas malditas―Contestó el hanyou apuñando sus manos con furia, la sacerdotisa de cabello azabache sólo suspiro y entendió lo que pasaba.

―Inuyasha escúchame muy bien…es posible que no vuelva a decir estas palabras―Decía Kikyo mientras absorbía almas para reponerse, el hanyou sólo se limito a tomar asiento y escuchar dejando a un lado la búsqueda de la chica azabache.

―Kagome es la elegida para un sacrificio, su alma tan pura será entregada al infierno a cambio de traer de vuelta a otra alma maldita, existe un ser que me está controlando se aprovecho del dolor que llevó en mi corazón y de esa debilidad pudo controlar mi mente y cuerpo; he hecho muchas cosas para lograr que tu y ella estén juntos Inuyasha ―Kikyo estaba relatando pero en ese momento fue interrumpida por el hanyou.

―Espera Kikyo…eso quiere decir que tu ayuda ¿fue sólo un engaño?― Musitó el hanyou de ojos dorados bastante confundido por las palabras de la sacerdotisa, pero algunas cosas empezaron a encajar.

―Inuyasha debes saber que el corazón de Kagome está lleno de amor por ti, y eso lo hace débil si ella está a tu lado será mucho más fácil el capturarla ese ser que desea su alma es el creador de las joyas, pero en este momento a perdido el control en mi tal vez se deba a que se está debilitando pero esto es momentáneo es posible que yo olvide nuestra conversación―Exclamó la sacerdotisa mientras se temblaba un poco, el control del ser maligno estaba regresando así que se apresuro a decir unas cuantas cosas más.

―Sin embargo debes traer de vuelta la memoria de Kagome, debes liberarla de esas joyas y Kouga es pieza clave en todo esto, mientras el corazón de Kagome este divido entre los dos ella será consumida por la oscuridad de las joyas―La sacerdotisa terminó de hablar cerró los ojos y de pronto se desvaneció frente al chico de ojos ámbar, no pudo preguntar más pero ahora si ya comprendía el porqué debía hacer lo que la sacerdotisa le indico, y lo haría para salvar a su amada chica azabache.

―Kikyo…espera―Musito el hanyou pero ya era tarde su sacerdotisa de piel blanca se había desvanecido, sin pensar más se fue a buscar a la azabache y a su poderoso hermano Daiyoukai.

Mucho más lejos de ese lugar caminaba la azache y mucho mas delante de ella caminaba el Daiyoukai.

―A sí que no recuerdas al inútil de Inuyasha―Dijo fríamente Sesshomaru sin mirar a la chica de ojos chocolate.

―¿Recordar? no comprendo si apenas lo acabo de conocer―Respondió Kagome aunque sentía que una parte de ella mentía, pero no supo que más decir.

Siguieron caminando hasta llegar a una antigua roca que tenia escritura antigua gravada, Kagome pudo sentir fuerzas espirituales en ese lugar así que no tuvo temor por estar ahí, Sesshomaru se acercó y toco la roca que de ella salió un resplandor de color magenta, era hermoso pero la azabache no comprendía el porqué estaban ahí.

―Toca la roca mujer humana―Ordenó el gran lord sin expresión en su rostro.

―¿Para qué haría eso?―Preguntó la azabache algo temeroso esa roca le daba un mal presentimiento, pero el rostro del Daiyoukai también le daba muy mala espina.

―La roca absorberá tus poderes espirituales, inclusive tal vez parte de tus almas, sin eso podre tomar las joyas sin que tu aura espiritual se oponga―De manera bastante calmada el lord habló su seriedad y frialdad ponía a temblar a cualquiera menos a la azabache quien no permitiría eso.

―Escúchame Sesshomaru, te dije que te las daría pero no puedo quitármelas cuando lo haga sean tuyas―Respondió la azabache de ojos chocolate sin dudar en sus palabras, pero su obstinación estaban poniendo de mal humor al gran Sesshomaru.

―Lo que te acabo de decir no es una opción, es una orden si no quiere que quite esas joyas a un cadáver que no hablara―Sesshomaru miraba fijamente a la miko del futuro pues la manera en que ella lo miraba tan desafiante, le daba algo de repugnancia.

Kouga se encontraba también un poco lejos de ese lugar conversaba con Ayame cuando un presentimiento extraño, perturbo su corazón de pronto su respiración se aceleró y su pecho dolía, sentía que algo le pasaría a su amada Kagome se despido rápidamente de Ayame y comenzó a correr de regresó hacia la dirección que él sentía que se encontraba ella.

―Kouga espera…yo no quiero que te vayas―Dijo es voz baja la loba pero al ver la preocupación en los ojos del lobo no pudo evitar dejarlo ir, suspiro profundamente y de igual forma se marcho.

El hanyou sintió una sensación parecida a la del lobo y se apresuro a buscar a la chica de ojos cafés, su preocupación se había vuelto mucho más grande al recordar las palabras de la sacerdotisa de piel blanca.

―Kikyo se que estas en problemas también espero me perdones…pero ahora debo salvar el alma de Kagome y esperar que la tuya encuentre al fin el descanso eterno―El hanyou comprendió que no podía pensar en salvar a la sacerdotisa de piel blanca y mirada fría, debía concentrarse en salvar a la miko del futuro.

Mientras en una cueva oscura un misterioso ser se encontraba solo, pensando en sus planes cuando de pronto el cuerpo de la sacerdotisa de mirada fría aparece frente a él.

―Kikyo…amor quisiste escapar de mi control cierto pero bueno espero que no hallas hablado con nadie, además mientras tu poseas algunas de mis joyas malditas te controlare, es lo que te diferencia de Kagome su corazón puro la hace fuerte y tu mujer eres poderosa pero tienes débil el corazón― Decía ese misterioso hombre demonio, quien reí de forma escalofriante.

―Un día Yokemaru, un día me las pagaras―Musitó la mujer de piel blanca hasta que por fin su mente fue controlada por ese youkai.

―Pronto mujer mía regresaras de las sombras, y lo harás en un bello y poderoso cuerpo humano―Exclamaba Yokemaru un hombre mitad demonio quien fue el causante que esas joyas malditas existieran en la tierra.

Continuara………………………………………………

Hola amigas bueno se que este cap. esta corto pero es porque no se me he bloqueado con este fic y espero pronto me regrese la inspiración bueno espero les haya gustado cuídense bye.

 

Capitulo # 18 “Inuyasha todo se estará mucho peor”​

Pov´s Inuyasha .


No puedo creer todo lo que ha pasado últimamente, Kagome…mi querida Kagome está en un completo peligro y todo por mi culpa, si tan sólo yo no hubiese traicionado su confianza ella no estaría en esta situación, lo que más rabia me da es que ni con todas mis fuerzas podre liberarla de esas malignas fuerzas que la han cubierto.

Pero aún no comprendo cómo es que Kikyo termino en la manos de un demonio que no es Naraku, definitivamente luego lo descubriremos, a pesar de todo ella me dio información muy importante que me será útil.

Puedo sentirlo, ese maldito de Sesshomaru está muy cerca…¿pero qué es lo que desea de Kagome? no puedo imaginar nada bueno de eso, pero espero que Kagome esté bien hasta que la encuentre.

―Tonta humana aunque te opongas te quitare esas joyas―Esa fue la voz de Sesshomaru, ese imbécil esta cerca y debe estarle diciendo esas cosas a Kagome.

―Ya te lo dije no me las puedo quitar, si lo pudiera hacer lo haría ―Esa es la voz de Kagome ya casi los encuentro, Kagome debes estar en problemas.

¿Por qué tendré este terrible presentimiento? si tan sólo el sarnoso de Kouga me dijera lo que sabe de las estúpidas joyas…. luego me preocupare de eso ahora sólo me preocupare por detener a Sesshomaru, pero toda esta situación es muy extraña estoy confundido…Sesshomaru ¿Qué planeas?.

―Humana mi paciencia se acaba…toca la roca ―Ese malnacido de Sesshomaru sigue molestando a Kagome pero ya casi los encuentro.

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Kagome hacia lo posible por alejarse de Sesshomaru, corría y corría pero no importaba donde fuera era alcanzada rápidamente, el gran lord de cabello plateado estaba siendo paciente pero su lado youkai empezaba a salir, su deseo de tener esas joyas y con su poder maligno convertir su espada en un arma verdadera era muy grande, la chica azabache no sabía qué hacer y aunque pidiera auxilio nadie la escuchaba.

De la nada aparece el chico hanyou y se interpone entre la miko y el gran Daiyoukai con una mirada desafiante lo observa, desenvaina su poderosa espada y con gran valentía defendería a Kagome.

De igual manera el joven lobo llega al lugar a una velocidad asombrosa aparece y se para frente al Daiyoukai, tanto Inuyasha como Kouga no permitirían que nadie dañara a su querida chica azabache y ambos darían su vida por ella.

―Dos contra uno…eso no estaría bien, supongo que tendré que acabar con los dos―Dijo Sesshomaru de manera sarcástica, el daiyoukai estaba seguro de su victoria pero algo inesperado pasó.

De pronto las joyas de que Kagome tenía en su cuerpo comenzaron a brillar de manera inesperada, de esas terribles joyas salía una terrible fuerza demoniaca que comenzó a absorber la energía de todos los que se encontraban en ese lugar.

Al percatarse de eso los instintos de Kouga le advertían alejarse pero él intentaba con todas sus fuerzas no hacerlo, el gran lord también se percato que su energía era robada y a pesar de parecer cobarde decide marcharse antes que esas joyas absorbieran su energía por completo.

Al poco tiempo que esas joyas comenzaran a robar el poder de youkai de Inuyasha y Kouga ya comenzaban a sentirse muy débiles, Kagome era incapaz de moverse o pensar las joyas la tenía adormecida cómo si no pudiera controlar su propio cuerpo.

―Kagome… ¡maldición ya despierta!―Gritaba Inuyasha casi en el suelo cada vez sus fuerzas se esfumaban más, pero eso no era lo que más le preocupaba.

―Kagome enserio yo… ¡lo siento!―Dijo Kouga con dolor en su corazón ya que se sentía culpable de todo lo ocurrido, y cuando ya casi perdía el conocimiento escuchó una voz diciéndole.

―Sarnoso…de nada vale lamentarse ahora, mejor encontremos la manera de ayudarla―Musitó Inuyasha con las pocas fuerzas que le quedaban, pero sus palabras no pudieron ser escuchadas por el joven lobo ya que este había perdido la conciencia.

―No pude ser…. yo no puedo dejar a Kagome sola, yo debo protegerla―Con esas palabras Inuyasha logra ponerse de pie, observa a Kagome y ve cómo sus ojos mostraban un terrible vacio como si su mente estuviese nublada, aunque las joyas malditas estuviesen absorbiendo su fuerza vital camino hasta donde la azabache.

Con mucha dificultad logra tomarla en sus brazos y a pesar de no tener ni una sola cantidad de energía en su cuerpo, el hibrido de ojos ámbar le da un pequeño y muy tierno beso a la miko, con suavidad rozo sus labios y se desploma en sus brazos, Kagome sostuvo al
hanyou sin saber que ocurría no lo dejo caer, pero con la más grande delicadeza lo coloca en el suelo y se sienta junto a él.

Las joyas terminaron su terrible labor, ambos jóvenes bestia ya hacían inconscientes en suelo, mientras que la mente de Kagome poco a poco va regresando, nota que esos dos chicos estaban completamente dormidos en piso, una terrible agonía sintió en ese momento ya que ambas personas era demasiado importantes para ella, y se sentía completamente culpable por el estado en que se encontraban.

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No tan lejos de ese lugar la loba de cabello rojo estaba pensando un poco sobre que haría para obtener el amor del comandante lobo, pero sus pensamientos son interrumpidos al sentir la presencia de un ser maligno.

― ¿Quién eres?―Preguntó la chica loba mientras se ponía en guardia pero cómo si fuese nada ese ser con un movimiento se su mano dejo inconsciente a la loba.

Tras ese ser se encontraba la sacerdotisa de piel blanca y mirada fría, ella pone su mano en la frente de Ayame y una marca en forma de triangulo aparece en la piel de la loba, fue en cuestión de segundos que la chica pelirroja despertase con una actitud diferente.

Ese maligno ser Yokemaru le había dado orden a Kikyo de poner una especie de sello en Ayame y así poder tenerla bajo su control, al parecer ese maligno demonio se aprovechaba de las personas que tuviesen el corazón roto o sufrieran una amor no correspondido, era fácil manipular sus almas de esa manera ya teniendo a la loba y a la sacerdotisa ese demonio se sentía listo para llevar a cabo su plan.

Pov´s Yokemaru.

Al fin conseguí mi última pieza en este juego que me hará el ganador, con esta nueva pieza mi plan estará completado, con la ayuda de esta mujer lobo ese tal comandante será hecho aún lado y con eso el hibrido y su estúpido amor serán los que me entreguen a la chica que fue capaz de atravesar las barrearas del tiempo.



Cuando sea mía podre utilizar su cuerpo y sus almas para traer de regreso a mi gran amor, y hare que esta vez sea todo diferente, aunque claro que cuando todas las joyas se junten podre también obtener mi poder por completo.

Ahora que lo pienso mejor creo que podre utilizar más la ayuda de ese daiyoukai, y pensar que su propia madre se presto para engañarlo diciéndole que las joyas haría poderosa a su espada, admito que me debía un gran favor y no podía negarse pero le quito la diversión, en fin al ser engañado por su propia madre ese tal Sesshomaru eliminara a Inuyasha y así nada se interpondrá en mis planes.

Sólo será cuestión de tiempo para que todo vaya tomando su curso y Kagome me pertenezca, pero siendo por dentro mi verdadero amor.

Continuara………………………………………………………………………




Hola lectoras se que ha sido largo el tiempo y que siempre digo lo mismo pero no sé porque me cuesta ya escribir esta historia, sé que tengo una que otra lectora que se muere por seguir leyendo y son por esas lindas personas que no he cerrado este fic aunque sean cortas prometo continuar este fic y tengas por seguro que tendrá un buen final aunque falte aún para eso.
Gracias por leer este fic que fue el primero que he escrito en mi vida y dio paso a muchos otros en fin me despido y espero les haya gustado la pequeña conti cuídense bye.

 

Capitulo # 19 “Kagome no puede decidir”​

Yokemaru pensaba en sus nefastos planes pero a la vez había algo dentro de él que no le permitía realizarlos del todo, lo que no sabía nadie aparte de él es que él fue el responsable de la creación de aquellas joyas malditas.

―Si mi adorada Kyoko no me hubiese traicionado jamás me hubiese convertido en este horrendo ser, el día en que se supone morí realmente nací, yo Yokemaru una vez fui humano mi nombre mortal era Ratsumaru y fui un gran terrateniente, esa mujer que prefirió a mi general en lugar que a mí es la responsable de mi desgracia…―Monologaba el terrible semi demonio sin darse cuenta que Kikyo y Ayame lo escuchaban, a pesar de que ambas estaban bajo su poder habían momentos en los que eran consientes.

―Kikyo ¿escuchaste eso?―Susurró Ayame muy bajo para no ser escuchada por el terrible Yokemaru.

―Sí, lo escuche ahora guarda silencio, debemos seguir escuchando.―Contestó la sacerdotisa de piel blanca y ojos marrones, en su mente Kikyo pensaba que esas palabras dichas por aquel semi demonio le podrían ser útiles a Inuyasha.
Guardando silencios las dos mujeres decidieron seguir escuchando aquel monologo de ese malvado “hombre”.

―Pero es ya pasado, lo he olvidado ahora una vez que vuelva a la vida mi amada será diferente, además una vez en vida la hare pagar por su error.―Musitó con maldad ese ser oscuro.
Kikyo intentaba pensar en cómo detenerlo, pero estaba consciente que seria difícil ya que ella la mayor parte del tiempo está bajo el poder de él.

―Kikyo ¿para qué estoy yo aquí?―Preguntó Ayame cuando ya se habían alejado un poco de donde estaba Yokemaru.

―Es probable que ese maldito quiera utilizarte para librarse de Kouga.―Dijo la sacerdotisa sin expresión alguna en su rostro.

―Yo no le haría daño a Kouga―Exclamó la pelirroja sin duda de ello.

―No se trata de eso, es más bien para que se olvide de Kagome.―Aclaró la sacerdotisa de piel blanca.

―Pobre Kagome…espero que los dos la salven de su terrible destino.―Decia la loba mientras miraba hacia el horizonte, pensaba en todo el sufrimiento que tendría su amado si algo le pasaba a la azabache.

Mientras tanto Kagome se encontraba sola en aquel lugar viendo el cuerpo de ambos jóvenes inconscientes, Kagome sentía que debía ir y tomar el cuerpo de Kouga y tratar de hacerlo volver en sí, pero el joven hanyou le había salvado la vida otra vez y sería injusto dejarlo solo.

Pov´s Kagome.

¡No puede ser! ambos están lastimados por causa mía, si tan sólo fuera más fuerte pero que hago no veo a los muchachos por ningún lado, ambos parecen estar tan débiles que no creo puedan despertar aún.
Kouga…el vino a salvarme y eso me demuestra todo el amor que siente por mí, verlo ahí dormido me hace querer abrazarlo y esperar a que despierte y ver sus hermoso ojos azules.

Pero ese otro joven… ¿Cómo era que se llamaba?

¡Por supuesto Inuyasha! ese joven es tan bueno conmigo y me ha protegido de Sesshomaru debería ayudarle.

Por otro lado mi deber cómo novia de Kouga es cuidarlo y estar con él cuando me necesite, y en ese caso no puedo ayudar a ambos a la vez.

Desearía que el monje Miroku, Sango y Shippo aparecieran para que me ayudaran, bueno aunque aparecieran igual tendría que escoger… no me quedara de otra más que ayudar a alguno ya mismo.

Ahora que veo mejor el rostro de Kouga se ve tan hermoso, lo cuidare primero porque eso debo hacer o ¿no? no importa lo cuidare, el joven Kouga es la persona a la que quiero.

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La chica azabache estaba por levantar al joven Kouga cuando escuchó las voces de sus amigos, sus fieles acompañantes venían muy preocupados por ella.

― ¡Señorita Kagome!―Gritó el monje que venía sobre el lomo de Kirara.

― ¿Estas bien Kagome?―Exclamó la exterminadora quien también acompañaba al monje y al pequeño zorro desde la espalda de la pantera de dos colas.

La chica de ojos chocolate se alegro mucho de verlos, empezó a saludarlos desde que los vio en el cielo.

Todos al llegar vieron los cuerpos sin energía de Inuyasha y Kouga y una gran angustia fue lo que sintieron, Kagome estaba sin poderles explicar lo que había ocurrido se sentía completamente culpable por la situación.

―Señorita Kagome ¿Qué les ocurrió a los dos?―Preguntó el monje bastante preocupado.

―Es una larga historia pero para resumir…las joyas absorbieron sus energía demoniacas―Contestó la miko mientras sus ojos se llenaba
de lagrimas.

―Es mejor que los llevemos a un lugar seguro y que descansen.―Musitó la exterminadora y junto al monje levantaron a cada uno de los jóvenes demonio, Kagome sólo los observó su corazón y su mente tenía mucho conflicto.

Lograron llevarlos hasta una cueva y ahí todos se refugiaron para pasar la noche, por separado Inuyasha y Kouga dormía para recuperar las fuerzas que perdieron, los demás miraban las llamas de la fogata y suspiraban al ver la tristeza de la azabache, quien estaba en la entrada de la cueva y miraba las estrellas, la vista de ese oscuro cielo la hicieron pensar el porque le estaban pasando tantas cosas malas.

―Señorita Kagome descanse un poco, fue un día muy agitado para usted―Musitó el monje Miroku bastante preocupado por la azabache.

―No creo que pueda dormir después de lo que paso hoy, por mi culpa ambos casi mueren―Exclamó Kagome con lagrimas en sus ojos.

―Kagome pero no fue tu culpa, tú no eres responsable de cargar esas joyas cada uno de esos cabezas huecas te dio una joya así que es culpa de ellos.―Dijo Shippo intentando animar a la joven miko.

―Joyas…ni siquiera recuerdo bien cómo comenzó todo este lío, desearía tener todo claro pero entre más pasa el tiempo me siento cada vez más confundida.―Susurraba Kagome entre suspiros amargos.

―Amiga nosotros podríamos contarte la verdad pero sólo te confundiríamos más, esperamos a que tú recuerdes con claridad los hechos.―Musitó la exterminadora mientras abrazaba a la azabache, todos estaban muy tristes por la situación en la que estaban pasando y en especial por lo difícil que se había vuelto todo para la chica de ojos chocolate.

―Bueno hay que esperar un poco y ver que pasa según tengo entendido Inuyasha ya conoce una solución―Musitó el monje claro que el no diría nada pues esa “solución” es un asunto muy delicado.

―Kagome ¿Qué haces?―Preguntó Sango al ver que la azabache se sentó en medio de ambos jóvenes, Kagome deseada cuidarlos pero no sabía a cual cuidar primero.

―Sólo deseo…―Kagome ni siquiera podía pensar en una buena respuesta para sus acciones.

Mientras tanto un poco lejos de ahí, un imponente Daiyoukai caminaba por una vereda junto con su inseparable sirviente sapo y una pequeña y dulce humana.

―Señor Sesshomaru ¿A dónde nos dirigimos?―Cuestionó la pequeña niña al gran y poderoso lord.

― ¡Ya Rin! no molestes al amo Sesshomaru con tus preguntas―Regaño el pequeño youkai a la niña intentando que se callara, ya que su amo permanecía sumergido en sus pensamientos.

―Yokemaru…no fue hasta que vi esa técnica de absorber energía demoniaca que supe que estabas detrás de todo esto, pronto te encontrare y me las pagaras―Pensaba Sesshomaru mientras caminaba en busca de ese maligno responsable de tanto problema.

Continuara………………………………………………………………………….

Hola lectoras bueno como ven la historia va avanzando, para las que aman Inuyasha pronto habrá romance y para las que aman a Kouga (razón inicial por la comencé a escribir el fic) también ya habrá romance el final aun falta pero enserio no decido aun como terminara este triangulo amoroso, en fin como verán los cap. serán cortos pero al menos no cerrare el fic jejeje gracias a mis fieles lectoras las amo cuídense mucho bye.