Drabble El niño sin hada (tloz ocarina of time)

N.A: Esta historia es basada al manga de “The Legend of Zelda ocarina of time”. Está inspirada de una escena en particular, ya la tenía escrita desde hace tiempo, espero que lo disfruten sinceramente ( : <3 comentarios y criticas son bienvenidas.


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―¿Estás seguro que no quieres quedarte otro día? ―preguntó un niño pecoso sin balbucear, como si estuviera dispuesto a compartir su pequeña casa de nuevo.


El chico de vestimenta verde no respondió, se quedó helado y pensando en esa agradable invitación. Mido hizo una mueca extraña al no recibir una contestación inmediata, tal vez no fue buena idea invitar a un adulto a quedarse otra noche en el bosque, después de todo, en el bosque Kokiri sólo habitaban niños. El tiempo estaba detenido, ninguno de ellos crecía…


―Bien, escucha ―se rascó la cabeza―, aquí hay una casa deshabitada, seguro que podemos dártela para que te quedes aquí con nosotros.


Un viento sereno acarició la cabellera del joven. Su vista azulada se centró en el hada que volaba cerca del niño, ésta era circular, brillante y rosada. Recordó cómo hace siete años deseaba con todo su corazón un hada, cuando él era un niño todos se burlaban de él por ser el único que no tenía una… hasta que el gran árbol murió.
Intencionalmente, Navi voló cerca de su rostro, recordándole que ella estaba para él, como otro niño Kokiri. Agachó la cabeza para mirar al niño que una vez se burló de él.


―… ¿Qué pasó con el niño que vivía en esa casa? ―se atrevió a preguntar, aunque ya se imaginaba la respuesta.


― ¡Jah!, ese Link nunca regresó. Nos dejó a todos por “una misión que tenía con su destino” u algo así ―contestó molesto, aunque ya había pasado siete años, aún lo recordaba―, seguramente anda por ahí buscando no sé qué cosas.


Debió visitarlos por lo menos una vez antes de ir por la espada maestra.
Navi no lo culpaba, ella se sentía culpable juntó con él. El hada era quién lo obligaba a cumplir con sus obligaciones: Link, el héroe del tiempo, no tenía un día de descanso, ser la esperanza no era fácil.


―Él regresará, estoy seguro ―masculló casi sin aliento, por poco olvidaba que su viaje aún no terminaba, su próxima misión era ir a la montaña de la muerte.


―Es obvio que no vives aquí, no tenemos noticias de él desde hace años.


Link dio media vuelta dispuesto a marcharse del bosque sin decir ninguna palabra más, su hada azul lo siguió en silencio. No deseaba aclarar las cosas ni tampoco empeorarlas…él sólo seguiría adelante sin mirar hacia ese lugar pleno de memorias. Era un adulto con la inocencia de un niño, así era el héroe del tiempo.


―¡Vuelve pronto! ―le gritó Mido desde lejos con una sonrisa, a pesar de los años, el carácter del niño no había cambiado nada―. ¡No nos falles como ese tonto de Link!


―¡Volveré pronto, lo prometo! ―se despidió de la misma manera que él mientras caminaba.


No podía quedarse otra noche con ellos, no cuando Ganondorf se había apoderado del castillo. Siguió su camino a paso lento hasta llegar a la pradera de Hyrule, hasta que Navi tímidamente estorbó su camino obligándolo a detenerse suavemente.


―¿Qué sucede? ―preguntó para después acomodarse los guantes, no podía quejarse, pero le apretaban.


―¿No les dirás que tú eres ese niño? ―el hada voló en círculos, le inquietaba que Mido pensara así de él. Era injusto.


―Así está bien… ―respondió sonriente, por instantes Navi recordó al pequeño niño que desapareció al tomar la espada―. De ésta manera me trata como un amigo suyo… y no como “el niño sin hada”.


Su acompañante suspiró. Aunque Link fuera niño o adulto, era demasiado bueno con las demás personas. Su alma era la misma.