Especial 2: El Guardián relámpago Fue un día agotador, no sólo había perdido la confianza de un pequeño poblado, si no que el enfrentamiento contra los Okrams hiso ver a Andru la realidad en la que vivía, una realidad que había estado evitando desde hace un buen rato, sin embargo era algo por lo que tenía que pasar, experiencias que lo harían madurar aun más… El equipo continuó su camino hacia el monte Bartok, los soldados estaban cansados, por lo que decidieron detenerse cerca de un lago, esa noche había luna llena, aquella luna brillaba en lo más alto del cielo, pero era extraña, brillaba de un intenso rojo, algo que llamo la atención de Andru. Sin que nadie se percatara, se alejo del grupo que acampaba y se fue al lago para admirar aquella hermosa luna roja; observando minuciosamente, fue interrumpido por una voz muy familiar, una voz que acostumbraba a aparecer entre las sombras -Tiempo sin escucharte Seth…- dice Andru sin dejar de mirar la luna -Ya es hora- dice Seth de una forma seria mientras se acercaba a Andru, aquellas palabras llamaron la atención de Andru –La luna está en su máximo esplendor, y también en su máximo apogeo mágico, ideal para invocar a un nuevo aliado, ya que nunca están de más… -¿Un nuevo aliado? ¿De quién hablas?- Andru se mostraba confuso, las pocas palabras de parte de Seth le mantenían curioso, muy atento a cada acción de su parte -Hablo de un nuevo guardián de las sombras, tu poder aun es débil, y el mío no bastará para las futuras batallas que estás a punto de librar, por ello es mejor que aprendas a invocar nuevos guardianes -¿Qué hay de los sirvientes? -Puede que sean muchos, pero su poder no es ni la decima parte del nuestro -Si tú lo dices… ¿Qué debo de hacer? -Por el momento sólo podremos invocar a un aliado más, un aliado que no te agrada para nada, no sólo te ha prestado su poder, sino que habita en tu alma consumiéndola por tu falta de cooperación al no cumplir con el trato, por ello la mejor manera será liberarlo pero a su vez esclavizarlo y así estará a tu total disposición -Ja… no lo sé… el no es alguien de quien pueda fiarme -Te equivocas, él es el más indicado para esto, por más que no lo aceptes, es el alma más honesta que podrás conseguir por aquí, además de que es sumamente poderoso -Tienes toda la razón, depositaré toda mi confianza en ti… -Bien dicho, ahora alza tu mano derecha hacia la luna, cierra tus ojos e imagina el alma de aquel que se convertirá en tu nuevo guardián Andru siguió las instrucciones, de pronto desde su espalda una extraña energía obscura comenzó a emanar violentamente hasta la palma de su mano, a medida que avanzaba, unos poderos rayos de un azul intenso recorrían el cuerpo de Andru concentrándose principalmente en su mano. Una vez reunida, Andru abre sus ojos y ve el alma obscura que sostenía en su mano, un alma que era rodeada por poderosos rayos, un poder incontrolable se manifestaba -Repite conmigo -De inmediato Seth “Delirio de la oscuridad, habitante de las sombras, aquel que honra lo impuro y abraza lo puro, un ser que no ha de tener corazón pero si pasión y razón, un; alma con las virtudes de tu pasado, alma que has de obrar como los humanos, escucha mi llamado y brinda tu poder a tu nuevo amo, sirviente asciende a guardián, responde a mi nombre, Andru Malcovish, manifiéstate guardián de las sombras… GALAMOTH” Aquella alma encerrada en su palma comienza a brillar intensamente, y se eleva al cielo, aquel brillo se funde con el de la luna y comienza a tomar forma más compleja, y desde la nada, sobre el alma cae un gran rayo negro lo cual causa una explosión en el lugar. Al despejarse al polvo, Andru y Seth logran divisar a un hombre de espalda, tenía el pelo corto y azul oscuro, una chaqueta dorada sobre un traje azul eléctrico, unos pantalones azules oscuros que eran sujetados por una botas doradas, en sus manos dos guantes dorados que llegaban hasta sus codos, el izquierdo sobresalía hasta el hombro como un protector y en su mano derecha portaba la poderosa espada látigo, Galamoth. El guardián se voltea para dar la cara, sus ojos verdes penetraban el alma como los ojos de Andru -Volvemos a vernos dragón- dice Galamoth con una sonrisa sicópata -No es agradable el habla contigo de esta forma, pero prefiero así que en mi mente, por lo menos ya no estarás encerrado en mi alma -Si lo muestras de esa forma no es tan malo, jajajaja- La actitud de Galamoth, tan petulante y enfermiza comenzaba a molestar a Andru, pero no estaba de ánimo para discusiones absurdas –De momento no hay nada con que entretenerme, pero si algo ocurre apareceré y destruiré todo a tu alrededor Jajaja- de la anda cae un rayo sobre Galamoth y este desaparece de la vista -¿A dónde fue Seth?- pregunta Andru algo más relajada de no tenerlo en frente -Al mismo lugar al que voy yo cuando no estoy presente, al mundo de las sombras en tu propia oscuridad… lo bueno es que tenemos un nuevo compañero -Lo malo es que es alguien totalmente desquiciado, lo prefería como el demonio gigante, por lo menos no era tan extraño -La forma que ambos tenemos, sólo es una facha, nuestra verdadera forma al igual que tu es la de demonios, la mía es al de un dragón alado de la oscuridad, y la de Galamoth, bueno, ya la conoces… de momento eso es todo lo que te puedo ofrecer, ya es hora de descansar- Seth desaparece entre las sombra -Odio cuando me deja de esta forma, quizás deba aprender a hacerlo, me pregunto si me enseñara como hacerlo... como es, no creo, será... joder... ajajaja- Andru se pone la mano en la cabeza -debo dejar de hablar solo...
Capítulo 15: Heridas del pasado Llevaban dos días de viaje, estaban por llegar al siguiente pueblo, desde el cual sólo habrían 3 días de viaje hasta el cañón Bartok. Mientras avanzaban, Tatiana se mostraba algo melancólica, algo que Andru no dejo pasar de vista, sutilmente se le acerca y pregunta la razón de su actitud, pero Tatiana se reusó a contestar, se mostraba muy distante, fuera de sí. Andru se detiene, los soldados al ver que este se detuvo pararon y le miraron, Tatiana se dio cuenta de las intenciones de Andru por lo que se sintió culpable -Soldados, sigan adelante menos tú Tatiana- dice Andru seriamente Los soldados continuaron caminando a un ritmo más lento para no dejar atrás al general y su soldado. Al estar solos Tatiana no tuvo más opción que contar lo que sucedía… -D… yo…- Tatiana mantenía la cabeza mirando hacia abajo -¿Qué pasa? -Tengo que pedirte un favor- decía con una voz apenas perceptible -Si no hablas claro y no miras a la gente nadie te prestará atención Tatiana- dice Andru con un tono levemente sarcástico, tratando de no molestarla -Lo siento D…- levanta la mirada –Tengo un favor que pedirte, pero he estado dudando si sería lo correcto -Cualquier cosa que necesite mi mano izquierda, mi has del combate, no dudare en ayudarle en lo posible, así que dime Ti ¿Qué es lo que te acompleja?- Andru mostraba en todo momento una actitud serena, algo que calmaba a Tatiana -Gracias D… veras- mirando hacia el este –Necesito que me des provisiones y un poco de dinero, si es posible un cajón y unas 20 monedas de oro… ¿Es mucho?- le pregunta algo tímida -Tendré que consultarlo con Max, él es el que lleva la contabilidad de las cosas, pero no hay problema- al decir eso el rostro de Tatiana cambio completamente, se mostraba bastante contenta y a su vez emocionada, Andru le encantaba ver esa cara. -No sé como agradecértelo D…- se acerca y lo abraza, en eso aparece Max -Si Alice viera esto no se qué diría- dice con una mirada maliciosa –Ahora díganme que está pasando -Max…- Andru suspira –No importa. Dime ¿Es posible que me des dos cajones de provisiones sin complicar nuestros suministros? -¿Suministros? ¿De qué hablas? ¿Para que necesitas eso? -Muchas preguntas Max, sólo dime si es posible que me los des -Déjame pensar un poco… creo que si -Bien, y el presupuesto ¿Podrías darme unas 50 monedas de oros? -¿Qué tramas exactamente?...- Max se puso serio, no era normal en Andru el pedir ese tipo de cosas -¿Puedes hacerlo o no?- le insiste Andru exagerando con su brazos -De que se puede, se puede, pero… -Max- le dice Ti –Es para mí, pienso ocuparlo… aunque D ha exagerado un poco, sólo era un cajón y unas 20 monedas, con eso me basta -El problema no es la cantidad Tatiana, si no la razón -Es necesario… por favor- insiste ella algo insegura de sí misma -Ah…- Max se rascaba la cabeza tratando de pensar en qué hacer, al ver los rostros de Andru y Tatiana, no le quedo otra que aceptar la extraña petición por parte de sus compañeros –De acuerdo, de acuerdo, pero prométanme que me no será para despilfarrar en apuestas o algo sin sentido ¿De acuerdo? -No sé como llegaste a esa conclusión- decía Andru con cara de sorpresa –Pero es un trato- Dándole la mano -Muchas Gracias Max, D…- aquella alegre sonrisa volvió a dibujarse en el rostro de Tatiana -Como sea- Andru tenía una gran sonrisa en su rostro mostrando su satisfacción ante la situación –Llama a Cintia, necesito darle algunas instrucciones -De acuerdo- Max va por ella Mientras esperaban a Max, Andru se acuesta a un costado del camino todo despreocupado, Ti le miraba sorprendida, como podía actuar con tal libertad a pesar de ser un general del caos. En eso llega Max junto a Cintia -Señor ¿Mando a llamar?- pregunta Cintia mientras se mantenía firme, Andru, quien estaba acostado en el suelo la miro de reojo y comenzó a reír -¿Al… algún problema señor?- Celia se mostraba algo desconcertada por la actitud de su superior -Estás muy tensa mujer, relájate, ve como me habla Ti o Max- decía Andru con bastante despreocupación -De forma… ¿normal?- Cintia mostraba un poco de duda en su afirmación, dando a conocer su inseguridad -Si actúas así no podre asignarte esta misión- Se levanta –Quiero que confíes más en ti misma, ya que tu serás la que quede a cargo de llevar al grupo al siguiente destino en mi ausencia -Espere… ¡¿YO?! ¡¿A CARGO DEL BATALLÓN?! ¡¿Por qué señor, por qué yo?! -Simple, tienes las cualidades necesarias, sólo por eso- Andru se acerca y cruza su brazo por los hombros de Cintia –Ahora no tienes más alternativa que aceptar. Di que si ¿Quieres? -Señor- el rostro de Cintia mostraba asombro, pero a su vez desconcierto por la forma de dar aquella importante tarea –Debería tomar más enserio su posición, el ser un líder y guiar no es algo que pueda hacer así como así -Cintia- interrumpe Max –Una orden es una orden, no importa lo absurda que sea, claro, que viniendo de este sujeto habrá que esperar cosas así a futuro -¿Qué quisiste decir con eso?- Andru se mostraba algo molesto agitando los brazos de arriba hacia abajo repetidas veces -Como sea, sólo dile que sí y haz lo que debas de hacer y punto, así no fastidiara más -Por alguna razón las palabras de Max me hacen sentir más confianzas que las del jefe, ¿Será acaso porque el que él es más como la figura de jefe que el señor D? -No importa Cintia- dice Andru -¿Aceptaras? -¡Si seño! -Entonces ve y da la orden, Max acompaña, de paso trae las provisiones y el dinero, nos iremos de juerga- dice con una cara de querer despilfarrar todo -No le hagas caso Cintia, vamos Ambos se retiran y Andru vuelve a tirarse al suelo -Es lindo el ver trabajar a Max ¿No lo crees Tatiana? -Tu actuación es buena como de costumbre -¿Quien actuaba? Después de un rato, Max vuelve junto a dos soldados que traían las provisiones, al dejarlas, ambos se marchan rápido para alcanzar al grupo. Andru y Max toman cada uno una cajón y comienzan a seguir a Tatiana por un sendero que estaba cerca de allí, un camino algo rural, como si no hubiese sido ocupado por mucho tiempo. Los tres caminaron por un largo rato, a medida que avanzaban el silencio se hacía cada vez mas y mas perturbador, pero aun así nadie decía nada. Después de algunas horas divisaron a lo lejos un pueblo, se veía desierto, ambos hombres se preguntaban que asuntos tendría Tatiana en un lugar así. De pronto ella se detiene… -Desde aquí no podrán usar las armaduras, así que por favor desaparézcanlas, tampoco pueden mencionar nada sobre la legión…- fue una voz fría y precisa, una forma impropia de Tatiana, ambos no dijeron nada y acataron la petición de la muchacha Continuaron su camino hacia el pueblo. Ya en el pueblo, Andru y Max vieron que este no estaba desierto, aun había gente viviendo, pero en unas condiciones bastantes precarias, sus suelos estaban secos y partidos, sus huertas apenas crecían, estaban quemadas por el sol y la falta de agua, ni la mala hierba se atrevía asomarse, condiciones que Andru nunca imagino ver. Mientras avanzaban, los pueblerinos miraban de reojo a los jóvenes extranjeros, en especial a Tatiana la cual caminaba con la mirada hacia el suelo, como avergonzada por algo, pero aun así avanzaba tranquilamente, como tratando de demostrar algo, cosa que sus compañeros ignoraban. Continuaron caminando por el camino principal hasta llegar a un pequeño puente que pasaba sobre un rio casi seco y lodoso, al cruzar, el pueblo terminaba, pero aun así había un camino, aunque este estaba en muy malas condiciones, era un camino a cuestas. Después de unos minutos de subir por aquel sendero, llegaron a una pequeña casa, al igual que las del pueblo, estaba en malas condiciones; a un costado de esta había un hombre de unos 30 años trabajando arduamente la tierra, era de tez morena teñida por el sol abrazante, unos cabellos dorados opacados por el polvo que lo rodeaba, era alguien que trabajaba con empeño, porque sus ojos decían eso… -Robert…- susurra Tatiana -¡Robert!- dice nuevamente, aquel hombre se voltea, sus ojos no podían creer lo que veían. Tatiana salta la cerca que rodeaba la casa y corre hasta aquel hombre y lo abraza fuertemente, ambos se mostraban muy contentos y sorprendidos de ver al otro –Te he extrañado tanto, tanto- decía Tatiana felizmente con lagrimas en sus ojos -Tatiana, hermana mía…- sus lágrimas no dejaban de salir de la emoción –Por fin has vuelto a nosotros, te he extrañado tanto -Yo también Robert, yo también… Ambos causaron algo de bullicio y desde la casa se abre la puerta y dos pequeños de al menos unos 13 años cada uno se acerco a mirar, quedaron paralizados al ver a Tatiana, sus rostros se llenaron de alegría y corrieron hacia ella, Tatiana al verlos se agacha y abre sus brazos para recibirles muy contenta, los pequeños reían de la emoción de verla -¡Hermana, hermana, has vuelto hermana!- dijo uno de los pequeños -Johnny, Julia, mis pequeños gemelos… los extrañe tanto- decía con lágrimas de alegría, se sentía tan feliz al poder volver a ver su familia… -No se imaginan cuanto deseaba verlos… ustedes lo son todo para mi… -Lo sabemos hermana- dice Julia muy contenta por tener a su hermana otra vez cerca de ella -Max… ¿Sabías algo de esto?- pregunta Andru algo confundido -Nada de nada…- le responde de igual forma -Lo lamento muchachos, me deje llevar, es que han sido años que no he visto a mi familia… es sólo que estoy muy alegre… -Yo diría es demasiada emoción- dice Max con un tono algo serio e indiferente a la vez -Que no arruines el momento… ¿Qué hare contigo?, Ti ¿Crees que lo podamos vender o algo por el estilo? -Con lo flacucho que esta, lo dudo -¡Que se jodan con la broma! Yo me largo -¡Oye! ¡Que no te vayas!... se ha ido -Menudo General D…- le dice Tatiana con una sonrisa en su rostro –Bueno a lo nuestro, déjame presentarte a mi familia, estos pequeños son Johnny y Julia, son gemelos, el hombre de allá es mi hermano mayor, Robert -Un gusto- saluda Robert educadamente -El gusto es mío -Robert… ¿Mamá… dónde está? -Está descansando adentro- le responde algo desanimado, su tono reflejaba algo que Tatiana deseaba averiguar -Disculpa D, iré a ver a mi madre- Tatiana se voltea y entra en la casa -Por mí no hay problema. Robert… ¿Puedo llamarte Robert o prefieres Stovakish? -Robert está bien, me desagrada un poco ese apellido- dice evadiendo la mirada -Veo que no tuviste una buena relación con tu padre, pero que puedo decir yo al respecto, sólo lo conocí en el campo de batalla, aunque fue mi enemigo, le respeto por su gran poder -¿Eres un soldado? -Sí, de hecho soy General de la primera brigada, Andru Malcovish -¡General!... eres demasiado joven- Robert estaba sorprendido, sabía que los soldados del caos eran poderosos, pero para ser un capitán o un general se debía ser el mejor entre los mejores –Me cuesta creerlo -Pues créelo, por cierto, este cajón y el otro son para ustedes de parte de Tatiana, también ésta bolsa con 50 monedas de oro, ahora entiendo porque lo necesitaba -Esto…- Robert no sabía que responder ante tal gesto -¡Hermano!, ¡hermano!- decían los gemelos al unísono -¡Son verduras frescas y carne! -Tatiana me pidió algo de víveres, además de dinero, si hubiera dicho que era para su familia quizás lo hubiera arreglado para traerles más -No sé qué decir… estoy tan agradecido, yo… -Sólo tómalo ¿Quieres? -Gracias… Andru ayudo a Robert a guardar la comida, mientras tanto, Max recorría el pueblo, desconocía la historia de ese lugar y deseaba documentarse al respecto. Comenzó a preguntar a los aldeanos, pero estos se negaron a responderle, se mostraban distantes, asustados ante los desconocidos. Para Max no era novedad ver algo así, el lugar mostraba signos de haber sido invadido, pero eso no explicaba las precarias condiciones siendo un lugar rodeado de montañas fértiles. Max continuó caminando hasta llegar a lo que era un frondoso árbol, pero estaba seco y cortado, ya sólo quedaba la mera base totalmente muerta, y alrededor de esta estaba aun más seco. -Es triste ¿Cierto?- dice una voz de la nada -¿Quién está ahí?- Max se voltea tranquilamente sin bajar la guardia, pero no ve a nadie, al volver a mirar el tronco un hombro de extrañas fachadas estaba sentado sobre este, aquel traje negro y elegante, su cigarro en la boca y los lentes oscuros que ocultaban su mirada, un aspecto que Max nunca había presenciado -¿Quién eres? -Es muy descortés preguntar el nombre de alguien sin haberse presentado ¿No crees?- dice aquel sujeto el no dejaba de mirarle mientras fumaba tranquilamente -Si fueras alguien quien inspirara confianza de seguro lo haría, pero no sé si eres amigo ni enemigo- Max se mostraba siempre a la defensiva -jajaja ¿Y si te digo que ninguno de los dos?, algo más neutro -Con mayor razón aumenta mi desconfianza -No te culpo, ahora puedo entender el por qué Andru te lleva siempre consigo, eres alguien que siempre cuida las espalda de los demás, piensas antes de actuar una buena cualidad, pero también puede convertirse en un defecto. Puedes llamarme el escritor de fábulas -Eso no es un nombre ¿De dónde conoces al general? -Eso es algo que él debería contarte, pero bueno, dudo que lo haga después de todo, incluso el no sabe nada sobre mí, sólo que soy el escritor de fábulas. Paremos esto ¿Tienes curiosidad sobre lo que aconteció a este lugar? -¿A caso es demasiado obvio? -Yo diría que sí… te confirmare que este lugar no fue destruido por los caballeros ni por nada similar, más bien aquí se llevo una masacre de lo más horrible, una en la cual un hombre que portaba una gigantesca Claymore se implicado -Brahms Stovakish… ¿Qué tanto sabes al respecto? -No se los detalles- de pronto el escritor se quita los lentes y con una mirada fija y perversa mira fijamente a Max con una sutil sonrisa -Pero puedo decir que algo desconocido ataco el pueblo, murieron muchas personas, hombres y mujeres desparramados por los suelos, niños que corrían asustados por todos lados y siendo atacados despiadadamente, cuerpos regados por montones, ríos de sangre fluían por todos lados, literalmente la tierra era roja, incluso ahora si escavas un poco comprobaras mis palabras. Como iba diciendo, en aquel día murieron mucha gente, pero aquel hombre de la Claymore, Brahms, peleo contra esas cosas, sin embargo su fuerza no bastaba y para salvar a todo el pueblo sacrifico algo valioso, diría que hiciera lo que hiciera el resultado sería el mismo, todo acabaría en una gran tragedia, y como puedes ver, su decisión es la causante de que este olvidado pueblo aun siga en ruinas -¿Qué fue lo que hiso exactamente? -¿Vez este árbol?- el escritor se puso los lentes, se levanta del troco y lo apunta –Este troco viejo y seco alguna vez fue un frondoso árbol, pero no cualquier árbol, si no uno muy especial similares a los que hay en el bosque de Autumn o los que rodean a la misteriosa ciudad de los Abkous, nada más y menos que un árbol de Gaia -He leído algo al respecto, en Autumn se pueden apreciar uno que otro, sobre los Abkous desconozco, pero ninguno llega a tener dimensiones como estas -Es debido a que es un árbol de Eterna Gaia, son idénticos a los Gaia, pero la diferencias es que ellos son la vida pura, Brahms cortó hace muchos años atrás este árbol, por qué razón lo hiso, es algo que aun me pregunto… quizás tú puedas encontrar la respuesta -Gracias por la información… -De nada, bueno el deber me llama, nos vemos -Un momento, antes de que te vayas, respóndeme ¿Con que propósito me cuentas algo como esto? -Se supones que debes preguntar el por qué te lo cuento, pero realmente eres astuto, es cierto, todo tiene un propósito, pero no es necesario que lo conozcas, es más, no creo que sea algo que llegaras a saber. Dales mis más cordiales saludos a D, y trata de ser un poco más empático con los demás Maximiliam Brown, sabes, mejor no porque si lo haces dejaras de ser tu mismo, jajaja hasta luego- en un abrir y cerrar de ojos una fuerte ventisca levanta la tierra, en aquel corto lapso, el escritor desaparece entre el polvo levantado -Max que rayos, ¿cómo hiso eso?- Max buscaba por todos lados pero nada de nada, al ver que realmente se había ido, se agacha y comienza a escavar el suelo, estaba dispuesto a averiguar toda la verdad, después de un rato, las palabras del escritor quedaron confirmadas, la tierra estaba totalmente roja, un rojo que incluso hasta estos días aun seguía tiñendo las manos de las que el tocaban, pero más aun por los extraños cadáveres, los cuales no eran humanos, eran algo desconocido para Max –Estos cadáveres… algunos parecen estar cortados, pero otros… es como si hubieran muerto por nada ¿Qué fue lo que realmente pasó en este lugar?- Max volvió a sepultar los cadáveres y volvió hacia donde estaba Andru y Tatiana, tenía que informar sobre lo descubierto En la casa de Tatiana, dentro, Andru escuchaba la historia de la familia… -¿Hace cuanto que viven en este pueblo?- pregunta Andru muy cortésmente -Hace ya más de 35 años- responde una mujer de edad, se veía algo cansada como si el tiempo no quisiese perdonarle, algo que entristecía a Andru, era la madre de Tatiana, se parecían bastante -Eso es mucho tiempo… dígame ¿Por qué nunca trato de irse de este lugar? -Una buena pregunta jovencito, podría decir que es el único lugar al que pertenezco- su mirada mostraba tristeza -Creo no debí preguntar eso- Andru se sintió incomodo -Tranquilo, es sólo que después de tantos años, inclusive desde el día en que Brahms se marcho, todo ha sido como ha debido de ser, creo es lo mejor- su rostro mostraba una extraña nostalgia que Andru no comprendía, aquel sentimiento se reflejaba en Tatiana y en Robert -Bueno- Suspiro –Iré a tomar un poco de aire, si me disculpan- Andru sale al patio. Apoyado en la cerca mira hacia el horizonte, a lo lejos corriendo, una figura familiar, era Max, se levanto para recibirle. -D… hay algo que debe saber sobre este lugar- dice Max muy serio, en eso aparece Tatiana -Max ¿Dónde estuviste? -Recorrí el pueblo por lo que decidí averiguar sobre este, me enteré de cosas increíbles, por cierto D, necesito saber ¿Quién es el escritor de fábulas? -Así que conociste a Damián, es un sujeto curioso, por recomendación no te involucres con él… dime ¿Qué fue lo que te contó? -Lo que ocurrió en este lugar hace 20 años atrás -Eso fue cuando mi padre se fue de la casa y me llevo con él, en aquel día también fue atacada la aldea -Correcto, pero lo que la ataco no fueron soldados ni nada que conozcamos, una especia de chacal arraso con toda la aldea y mato a mucha gente, Brahms peleo para defender el pueblo, o mejor dicho a su familia- Max mira a Tatiana, vuelve a mirar a Andru –Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, las bestias eran demasiadas, por alguna razón el corto el árbol de Eterna Gaia, y con ello logro terminar con la masacre, sin embargo al matar al árbol, parece que también mato estas tierras… aun no sé la conexión entre las bestias y el árbol, pero ahora estoy al tanto de por qué la gente de por aquí no les agrada la familia de Tatiana -¿Estabas al tanto Tatiana?- le pregunta Andru -Sí, aun recuerdo aquel día, y fue por eso que soy soldado, aquel día mi padre vio lo que ninguno de mis demás hermanos tiene… -Tatiana- le pregunta Max -¿Antes habían vistos bestias como esas? -La verdad sí, eran comunes verlas merodeando por las afueras del pueblo, rara vez trataban de entrar pero les matábamos sin problemas, si no mal recuerdo lo hacían los días en que la luna se volvía roja, sin embargo el día de la invasión, lo puedo recordar muy bien, la luna no estaba, hubo un eclipse -Un eclipse ¿Eh?, pero qué relación hay… mmm- Max trataba de imaginar la conexión de todo, pero no lograba nada -No te preocupes demasiado Max, la respuesta llegará sola- dice Andru mirando hacia el cielo –De momento será mejor descansar -Iré a preparar sus habitaciones, Max échame una mano -De acuerdo- Max se voltea hacia Andru –Sea lo que sea que estés planeando, será mejor que no me lo ocultes -No es la gran cosa, te darás cuenta por ti mismo- le responde Andru sin dejar de mirar el cielo -Como digas- Max se retira junto a Ti -Así que un eclipse, el principal mensajero del mal presagio… Seth, necesito que revises los alrededores y verifiques si aun esta aquí, te estaré esperare en el árbol… -Como digas Andru- responde mientras una silueta de ojos rojos se manifestaba entre las sombras que rodeaba sus pies la cual rápidamente se esfumo -Quiera o no me dará una respuesta…- suspiros -en casos como estos son lo que añoro la sabiduría de mi abuelo Seth recorrió toda la aldea pero no encontró a su objetivo, al volver a donde Andru descubre que este ya le había encontrado -Te demoraste un poco guardián de las sombras, Seth- dice aquel sujeto que estaba junto a Andru -No evadas mis preguntas Damián- le reprocha Andru –Que sabes sobre la relación entre el árbol y esas bestias -¿Realmente quieres saberlo? -¿Acaso no te acabo de pedir eso como por novena vez? -Jajaja, si realmente deseas saberlo debes estar dispuesto a aceptar las consecuencias de tus actos ¿Estás seguro de poder cargar con tal responsabilidad? -Yo…- Andru guarda silencio, dudo –No lo creo, pero no tengo más opción -Como quieras- Damián saca un extraño objeto del bolsillo de su pantalón, era una semilla que Andru nunca había visto antes, y de esta se desprendía una particular luz que reaccionaba con la luz de la luna –Esta pequeña semilla es la respuesta a tus dudas sobre este lugar, por ello volveré a preguntarte mi estimado Andru- Su rostro se puso serio al igual que las palabras que emergían de su boca -¿Estás dispuesto a aceptar las consecuencias de tus actos? -Otra vez con lo mismo, claro que acepto… -Me parece bien- dice con una sospechosa sonrisa –Entonces aquí tienes la semilla del árbol de Eterna Gaia, mañana antes de que el sol se ponga plántala en el centro del antigua Eterna Gaia, procura que esté completamente mojada, y que los últimos rayos del sol le lleguen en su total plenitud, después de eso, apenas la luna ilumine la semilla esta de inmediato comenzará a brotar, al cabo de un mes será un árbol en total desarrollo, sin embargo, si algo le ocurre nuevamente, no importa lo que hagas, esta tierra morirá de una vez por todas -Con que así son las cosas… -Un último concejo Andru… “Las bestias sólo temen de otras bestias” -¿Qué quieres decirme con eso? -Sólo lo que escuchas, nos vemos Andru- al desaparecer, este aun tenía aquella sonrisa sospechosa, lo cual mantuvo preocupado a Andru -Mejor vuelvo, Ti debe de estar buscándome -Espera Andru- dice Seth -¿Confiarás en sus palabras? -¿Tengo otra opción? -No lo creo, ten cuidado -Gracias- Andru vuelve a la casa de Tatiana A la mañana siguiente, Andru se levanta y sale a recorrer el pueblo, como era de esperar, los aldeanos trabajando arduamente las tierras, tratando de sacar el mejor provecho posible de aquel suelo infértil, Andru los miraba fijamente, después de meditar un momento saca la semilla de su bolsillo y recuerda las palabras de Damián, -“¿Estás dispuesto a aceptar las consecuencias de tus actos?- Palabras que no dejaban de preocuparle, pero el sufrimiento de los aldeanos le era aun más doloroso. Guarda la semilla y se dirige a la casa más cercana en la cual había un anciano -Déjeme ayudarle- le dice Andru muy amablemente. El anciano le mira de reojo, y le entrega el azadón, pero Andru lo rechaza cosa que extraño al anciano, Andru le aleja un poco y comienza a golpear el suelo de forma específica lo cual produce que la tierra se suelte usando su habilidad para controlarla, después de un corto momento, la tierra quedo suelta, el anciano estaba impresionado y le agradeció –Plante las semillas que tenga, a eso del ocaso, riegue lo más que pueda, le aseguro que volverán a crecer -¿Cómo sabes eso? ¿Qué te da esa seguridad? -El árbol que una vez dio vida a este lugar volverá a darla- con esas palabras se retira y continua hasta otra casa Así anduvo de casa en casa ayudando a los pobladores hasta que llego la tarde, su corazón estaba acelerado, cada segundo que pasaba le acercaba hacia su decisión, sentía algo de inseguridad, de pronto una mano amiga se apoya en su hombro -No estás solo jefe- dice Max –Sea lo que sea que esté planeando aquel sujeto lo enfrentaremos -Como dice Max, aunque yo ni le conozco- -Gracias… Andru se acerca al tronco muerto y hace un agujero justo en el centro en el cual deposita la semilla, al rociarle con agua, esta se abre y pequeñas lianas se introducen en el tronco, en el centro de la semilla había un pequeño botón esperando a abrirse, el sol comenzó a alúmbrale con sus últimos rayos los cuales abrieron el botón mostrando una pequeña planta totalmente blanca, Andru junto a sus compañeros aguardaron hasta que la luna saliera, en ese transcurso de tiempo, Andru comenzó a percibir un ligero aroma, agradable, pero desconocido, en eso la luna comenzó a brillar en lo alto del cielo raso, aquellos plateados rayos lunares terminaron el crecimiento de la panta, esta broto delicadamente hasta quedar totalmente expuesta, fue en ese momento en que Andru percibió el origen de aquel aroma. Todo marchaba como dictaba el plan, la tierra seca que rodeaba al árbol comenzó a florecer y así se fue expandiendo de a poco, pero en el transcurso de la noche un horrible aullido perforo el pacifico silencio, uno tras de otro, aullidos que nadie había oído jamás, o eso pensaban, Andru mira hacia todos lados y al ver a Tatiana, esta estaba asustada, todo su cuerpo lo demostraba -Volvieron, aquellas criaturas volvieron -Tatiana ¿De qué hablas?- le preguntaba Andru preocupado por el extraño actuar de su compañera -Al igual que hace muchos años atrás, el mismo día de la tragedia, antes del eclipse… -Tatiana… Andru miraba fijamente a Tatiana, sin percatarse de lo que acontecía a su alrededor –Miren- dice Max apuntando hacia el cielo el cual se oscurecía paulatinamente, la expresión de Andru cambio drásticamente al igual que la de Tatiana, a medida que oscurecía los aullidos se hacían cada vez más fuertes y recurrentes, las criaturas se estaba acercando, sin querer lastimar a nadie, Andru había provocado un nuevo incidente -¡Tatiana, Maximiliam! ¡Vayan por la gente y llévenla a un lugar seguro! -Ah…- Tatiana no reaccionaba -¡DEPSIERTA!- Andru la abofetea con fuerza lo cual la hace reaccionar –Lamento si dolió -Tranquilo, indica a la gente que valla a la cueva para resguardarse- -De acuerdo ¿pero dónde está la cueva?- pregunta Max -Al este del pueblo, vamos -Tengan cuidado- les dice Andru Ambos soldados corren hacia el pueblo e invocan sus armaduras, cada uno con sus armas listas para la batalla, para proteger a los inocentes. Andru mira al cielo preocupado -“Las bestias sólo temen de otras bestias”- palabras que le molestaban -Seth, Galamoth- Su sombra se divide en tres de las cuales dos se manifiestan frente a él. Un rayo cae en una de ellas apareciendo Galamoth, en cambio la otra sale del suelo formándose Seth –Su objetivo es distinto, irán al pueblo y se desharán de cualquier criatura que no sea humana, vayan y recuerden no tener piedad con los enemigos -¡JAJAJAJAJA! ¡ES HORA DE LA DIVERSIÓN!- gritaba Galamoth de emoción –Sangre, gritos, dolor, hace tiempo que no causo algo de desdicha en criaturas inferiores, vámonos Seth- su rostro desbordaba las ansias de sangre -Sí, sí, sí, nos vemos luego Andru…- se va con Galamoth -A veces pienso que no fue tan buena idea el haberlo convertido en guardián de las sombras, lo hecho, hecho está, ahora a cumplir mi parte- mientras caminaba con la armadura The Fallen y en su mano empuñando a Valefort las criaturas comenzaron a aparecer, sin esfuerzo alguno las destrozaba de un sablazo, pero al caer una aparecían más y más, una tras de otra, pero Andru no se detuvo y continuo avanzando por entre las bestias buscando a los aldeanos, protegiéndolos y guiándolos hacia la cueva. Fue un arduo momento, cada uno de los caballeros, y guardianes corrían por el pueblo protegiendo a los aldeanos, exponiéndose a los peligros de estas innumerables bestias, una invasión como ninguna, pero estaban preparados, el entrenamiento de Andru para ser Elite los había fortalecido bastante. Tatiana y Maximiliam habían cumplido su parte, se quedaron frente a la entrada de la cueva para bloquear el paso de las vestías, preguntándose a cada momento dónde estaba su general, de pronto una inmensa oleada de bestias más feroces que la anterior corrió hacia ellos, Max se había quedado sin municiones y desenvaino obligado su espada, Tatiana se mostraba algo exhausta, comenzaba a sentir el verdadero peso de Claymore, habían quedado a merced del enemigo, aun así no se rindieron y continuaron protegiendo la entrada a costa de sus vidas, mas no las disminuían, a cada momento aparecían más y cada oleada más feroz que la anterior, los soldados estaban en su límite -No puedo más con esto Max, Claymore pesa demasiado- Tatiana jadeaba como nunca, le faltaba la respiración -Tenemos que resistir- decía Max con esfuerzo –No perderemos contra nadie, y menos contra él -Tienes razón…- contesta Tatiana con ánimos -No hace falta que te esfuerces demasiado gatita- dice una voz algo petulante. De la nada las bestias desaparecen en un haz de luz, un intenso rayo como un látigo las vaporizo de un solo golpe, y tras esa luz el semblante de un hombre de ojos verde –No sería divertido si mueren aquí, Andru se molestaría con nosotros, ajajaj- decía con una sonrisa maniaca, mostrando su satisfacción sobre la situación -Eres molesto Galamoth- dice otro hombre que aparece junto a él, se parecía algo a Andru, pero este portaba una gran alabarda -No fastidies Seth, y carguémonos a estas basuras de una vez por todas- Galamoth salta sobre las criaturas girando su espada látigo cortando todo a su alrededor -Eres tan…- Suspiro. Seth se une a la batalla Ambos guardianes de las sombras mostraron sus grandes habilidades, un gran alivio para los caballeros que se encontraban exhaustos, pero no por ello le dejaron todo el trabajo, tomaron sus armas y se unieron a la batalla. La noche avanzaba, los monstruos seguían apareciendo, incluso para los guardianes eran demasiados, algo andaba mal, ¿Por qué tantos?, ¿De dónde provienen? Pero por sobre todo ¿Dónde estaba Andru? Los cuatro guerreros combatían con valentía, esperando que todo acabase de una vez por toda, pero nada de nada, la luz se veía aun muy lejos, al noche era joven, o eso es lo que pensaban. -Tierra, ¡Obedece mis órdenes! ¡DUG HAUNT! (Colmillo de Tierra)- desde el cielo una figura cae hacia el centro de las bestias, su mano cargada de poder es apoyada contra el suelo, haciendo levantar pilares de tierra. Un poderoso y efectivo hechizo en el que numerosas y grandes piedras aparecen desde la tierra atravesando a sus enemigos como filosos colmillos. El área se vio despejada y aquella figura se muestra por completa, era Andru quien se mostraba victorioso ante los presentes -Lamento la demora, por fin averigüe el misterio detrás de todo esto, pero aun no encuentro el modo de detenerlo si dañar lo que ya hemos logrado- Andru se libraba de las bestias sin problemas mientras trataba de explicar la relación de todo –Todo lo que está ocurriendo es culpa del Árbol de Eternal Gaia, cuando este está creciendo emite un aroma que logramos percibir hace una rato atrás, sin embargo, también produce un segundo aroma aun mas fuerte pero a su vez casi imperceptible para el olfato humano, ese aroma vuelve locas a las bestias, les aumente su sed de sangre y carne, en especial la humana -Eso quiere decir que si cortamos el árbol las bestias dejaran de atacarnos pero ello implicaría la destrucción total de estas tierras- concluía Max -En efecto, lo peor de todo es que no dejaran de seguir atacando por el hecho de que estas bestias surgen de las mismas raíces muertas del árbol, así que al matarlo una segunda oleada aun más poderosa se estará preparando para venir por nosotros -No podremos estar para siempre así- Dice Max -¿Seguro que no hay alguna solución? No deseo que este lugar vuelva a su miseria, no cuando logramos resucitarlo -No lo sé- responde Andru algo molesto consigo mismo Los monstruos seguían apareciendo uno tras otro, no cesaban su intenso ataque, mas no los caballeros se defendían a la par, pero eso no duraría mucho, cada vez aparecían bestias más grandes y fieras, su defensa comenzaba a debilitarse aun en presencia de su general, pero sus espíritus no se daban por vencidos. Entre cortes y golpes, las bestias sorpresivamente comenzaron a retroceder, todos estaban estañados por esta conducta tan repentina, hasta desde la distancia un temible rugido paralizo a los presentes, sus cuerpos se helaron como nunca, aquel rugido de ultratumba los asusto como nunca. Andru se mantuvo firme junto a sus dos guardianes, el conocía la muerte, pero aun así estaba preocupado. Enormes golpes se escuchaban desde lejos, cada vez más cerca, la tierra se estremecía cada vez, algo enorme se aproximaba, Andru levanta su espada y se pone guardia y de pronto frente a él desde el aire una enorme bestia tan grande como un barco de guerra salto sobre Andru golpeándole con su pata llena de afiladas garras enviándolo lejos, se escuchaba el crujir de los árboles al romperse por el impacto; la gran bestia ruge nuevamente haciendo que todo cayeran arrodillados por el miedo, era el líder de todas las bestias, un enorme chachal adornado de infundes de dientes como sierra que sobresalían de su hocico, grandes púas recorrían su espalda hasta la punta de su cola y sus patas enormes garras tan afiladas como las cuchillas de una Claymore -¡JAJAJAJAJAJA! INUTILES HUMANOS, ES HORA DE QUE SE CONVIERTAN EN NUESTRO FESTÍN- dice una voz tenebrosa, esta provenía de la criatura –TUVIERON SUERTE LA ÚLTIMA VEZ, NO CREI QUE PUDIERA SER DESTRUIDO DE TAL MANERA, PERO HE VUELTO Y ES HORA DE VENGARME POR LO QUE ME HICIERON- -Joder, me importa in bledo tu venganza, no te dejaré hacer nada, primero sobre mi cadáver- dice una voz muy cercana, era grave y amenazadora -¿QUIÉN ES? MUESTRATE BOCADILLO DEL DEMONIO ¡MUESTRATE! -¡Cierra esa puta boca de una maldita vez bestia asquerosa!- grita aquella voz. Desde donde Andru había sido arrojado se divisa unos diabólicos ojos rojos sedientos de sangre, era una figura más grande que la de Andru, se lograba ver dos cuernos que salían de su cabeza y una gran cola que se meneaba amenazante de un lado a otro lista para golpear sin piedad a sus victimas -¿QUIÉN ERES MALDITO GUSANO PARA INSULTARME A MI, EL SEÑOR DE TODAS LA BESTIAS INFERNALES?- le reprochaba la gran bestia luciendo su gran juego de dientes, tratando de intimidarle -¿Crees que con eso me asustas? Estas equivocado maldito engendro- aquella figura se aproxima a la luz, todos quedaron sorprendidos al ver quién era –Yo, Andru Malcovish, me desharé de ti de una vez por todas- sus palabras fueron escuchadas por la bestia, estaba asombrada por aquella mirada desafiante La bestia gruño nuevamente y corrió hacia Andru y este le siguió el paso. La bestia abre sus enormes fauces para devorar a Andru pero con sus manos desnudas la retiene, los miles de dientes como navajas se clavan en sus manos pero no mostraba signo de rendirse, la bestia hacia lo posible por cerrar sus fauces mientras que Andru trataba con fuerza el abrirlas, y en un movimiento sagas Andru la lanza por los aires, la bestia cayó con fuerza, el suelo tembló. Andru tranquilamente se acerca hacia el lugar de la caída, había mucho polvo en el aire, inesperadamente una garra le golpea desde el costado derecho, pero sin resultado, fácilmente el joven guerrero logro detenerla -Ya lo dije una vez maldita bestia, no dejare que dañes a nadie más- sus ojos rojos penetraron en los de la bestias, estaban de par a par La bestia se levanta rápidamente y desesperada comienza a atacar a Andru pero este detenía cada intento, a pesar de recibir algunos golpes, nada parecía afectarle, pero la bestia estaba cegada por la ira por lo que no notaba lo que le rodeaba. Cuando Andru estuvo a punto de ser golpeado por la garra derecha del enemigo, saca fugazmente a Valefort y corta toda la extremidad hasta el hombro, la bestia retrocedió gritando, si espera Andru se lanzo por la otra pata dejándolo tumbado al suelo, pero la bestia seguía atacando desesperadamente con sus mandíbulas, le basto una fuerte patada en la mandíbula inferior para arrancarle la cabeza, fue el final de aquel monstruo, las demás criaturas estaban temerosas ante la presencia de Andru -¡Te maldigo Damián!- grita Andru muy molesto, estaba agitado –Galamoth, deshazte de los resto de esta criatura -Como digas Andru, jejeje Andru se aleja del lugar, nadie le siguió, ni pregunto, estaban todos asustados, más que por las bestias, lo estaban del ser que destruyo esta, era abominable, una fuerza descomunal, un ser despiadado, sus corazones estaban temblando de miedo como nunca, inclusive Tatiana y Maximiliam, ambos estaban impactados por lo sucedido, nunca creyeron que las palabras de Andru fueran tan literales –Soy un demonio-, palabras que no dejaron de surcar sus mentes. En ese divagar mental, Galamoth y Seth desaparecen, Max que era el que más consiente estaba se percato que las bestias comenzaron a retirarse, salió de la cueva y compro que era cierto, todas huían atemorizadas -¿Qué demonios? Joder, ¡¿Qué mierda ha pasado aquí?!- exclamaba Max, estaba frustrado La noche paso fugaz, nadie pudo descansar tranquilo, Max y Ti se mantenían cerca de las personas, mirando a todos lados para ver algún rastro de su general, a pesar del miedo que les infundió durante la batalla, una parte de ellos deseaba verle. Maximiliam comienza a caminar fuera de la cueva, se detiene, su ropa era agarrada por Tatiana -¿Estás asustada? Patético- dice Max despectivamente -¿A caso tu no lo estás?- pregunta muy dudosa -Está bastante claro que estoy asustado, pero mi curiosidad es aún mayor, sin contar que le jure lealtad, me importa un bledo si es un monstruo o no, nos debe una explicación y la quiero ya, además…- suspiro –Dime Tatiana ¿Dónde quedo aquella lealtad incondicional que mostraste a lo largo de este viaje? -Yo… -Si te decides, puedes venir- Maximiliam se va -Max… yo…- Tatiana mira hacia atrás, mira fijamente a los pueblerinos, sus miradas de terror la estaban consumiendo por dentro, se volteo hacia Max, no lo pensó dos veces y se levanto, da un último vistazo hacia atrás –Lo lamento, pero tengo un deber que cumplir- corre hacia Max La personas asustadas miraban como los dos soldados se aventuraban hacia fuera, se sentían algo avergonzados, como dos jóvenes podían tener tanto valor, habían vivido todo este tiempo bajo el miedo y desilusión propia hacia la vida, pero no más, algo había despertado en sus corazones. Más allá de la cueva, los dos jóvenes buscaban a su general, recorrieron todo el pueblo, pero nada, sólo les quedaba un lugar, aquel donde se hallaba el Eternal Gaia. Al llegar, el estaba ahí, sentado frente al árbol, se encontraba en total silencio, ligeramente volteo su cabeza para ver quién era, rápidamente regreso su mirada hacia el árbol -¿Es así como nos recibes Darklis?- le pregunta Max algo inseguro -¿Por qué hay duda en tus palabras Max?- le contesta Andru seriamente -Quizás sea porque tengo miedo de ti, pero eso no impide que mi curiosidad continúe, y más ahora de sé que mi general es una especia de demonio, interesantemente aterrador -Ya veo… ¿Tanto miedo doy? -Si- contesta Tatiana sin vacilar -Jajajaja, era de esperarse- Andru se levanta y les mira de frente -Entonces ¿Qué harán desde ahora? -Acostumbrarnos ¿N-no es obvio?- dice Tatiana algo nerviosa -Tienes razón- suspiro -¿No creen que esto termino demasiado bien? -Tienes razón jefe, pero hay algo que aun me inquieta ¿Cómo lograste que las bestias huyeran despavoridas?- le pregunta Max algo intrigado -Damián tenía razón, las bestias sólo temen a otras bestias y la prueba de ello es lo que ocurrió -Entiendo esa parte, pero si nos vamos volverán -Al igual que el aroma natural del árbol, derrame mi sangre sobre sus raíces, ahora mi olor aunque imperceptible recorre todo el pueblo y por ello las bestias temen, a la larga las bestias morirán de inanición ya que no tendrán no al árbol ni a las personas -Interesante, bastante interesante, con esto concluye mi investigación sobre ti, por ahora- dice con una sonrisa –Ya va siendo hora de irnos de estas tierras, no hay nada más que hacer -Lo sé- dice Tatiana desanimada –Además todos temen a D, por lo que seguramente trataran de corrernos -Oe… no lo digan de esa forma que me hacen sentir- dice Andru rascándose la cabeza algo desacuerdo. De pronto los tres se miraron las caras y comenzaron a reír sin preocupaciones, el momento angustioso había pasado, su confianza había crecido al igual que su amistad, se sentían más seguros, su alegría no duro mucho, la gente comenzó a llegar, sentían las miradas reprochadoras sobre sus espaldas, pero no les molestaba, en eso dos pequeños se acercan al grupo, se veían asustados pero aun así se acercaron, eran los hermanos de Tatiana -Johnny, Julia… ¿No están asustados?- les pregunta Tatiana -Por supuesto que tenemos miedo- contesta Johnny -Pero queríamos verte hermana- dice Julia -¿Vas a irte cierto? -Correcto, tengo mucho trabajo que hacer- Tatiana mostraba satisfacción en su rostro, desde ahora las cosas irían mejor para todos -¿Volverás a visitarnos?- le preguntan los gemelos -Si tengo tiempo, de seguro- contesta con una sonrisa –Robert… lamento si me voy otra vez, pero creo todo estará mejor de ahora en adelante, ya sabes, para la próxima esperare un gran banquete de bienvenida -Tenlo por seguro hermana -Ya es hora, vamos Los tres combatientes ponen rumbo hacia su destino, mientras se alejaban la gente comenzó a despedirse, quedaron sorprendidos por aquella calurosa despedida, algo que Andru atesoraría más adelante… Cerca del lugar de encuentro, una tropa caminaba a paso diestro, atravesando el terreno con gran facilidad, y entre ellos un hombre de aspecto singular portaba en su armadura blanca el emblema de los Okrams.
Capítulo 16: El guerrero de blanco Andru y los demás recorrieron lo más rápido posible el trayecto para reencontrarse con sus camaradas en el punto acorados por ambos bandos, estaban ansiosos, después de aquella situación vivida, su relación se había fortalecido de una forma algo extraña. Tardaron días en llegar, pero se llevaron una gran sorpresa, la zona mostraba indicios de batallas, árboles caídos, tierra calcina y removida, marcas de cortes y golpes, flechas por doquier, el grupo estaba anonadado por la extraña imagen que sus ojos presenciaban, redujeron su paso drásticamente y comenzaron a avanzar con total cautela, los peligros acechaban entre las sombras. Su camino continuo por largo rato hasta llegar a lo que era una base Okrams, los tres se ocultaron pero a pesar de ello fueron descubiertos fácilmente por el enemigo, los cuales tenían total control de la zona. Rápidamente sacan sus armas y comienzan a atacar al enemigo el cual resulto ser más fuerte de lo esperado, pero no lo suficiente para detenerlos. -Ti, Max, vayan al campamento y vean si encuentran a algún sobreviviente, luego de ello huyan al norte lo más rápido posible, yo les alcanzare luego- dice Andru muy serio. Ambos soldados no refutaron su orden y se abrieron paso hasta el campamento. Mientras tanto el joven general se enfrentaba contra los soldados Okrams, pero era inútil para ellos el detenerle, su fuerza de por si era inigualable o eso creía hasta que de la nada una daga sale dispara hacia él, instintivamente la esquiva, tanto Andru como los soldados miraron de donde provenía, los soldados se retiraron y dejaron el paso abierto, detrás de todos se acercaba un hombre de una elegante armadura blanca, llevaba una capa del mismo color y en su interior forrado de rojo, en su pecho el emblema de los Okrams, su cabello corto y castaño relucía bajo el sol, sus ojos verdes encantaban al que le admiraba, su postura demostraba que era alguien de alto rango -¿Eres el jefe de estos soldados?- pregunta Andru -En efecto- dice con una mirada y voz seria –Al parecer tú también eres el líder- le indicaba apuntándole con una daga en su mano, similar a la que fue lanzada -Eres muy perspicaz, soy el general de este batallón y líder de la primera brigada -¿Nombre? -…- Andru guardo silencio. Sonríe –Darklis, el Maestro del Caos ¿Y el tuyo caballero? -Erion Russaj, no creo que necesites mas información que esa- sonríe leve y burlescamente –Después de todo morirás hoy en este lugar bajo la orden de la Unión Okram -Creo que mis oídos me traicionan- contesta Andru sarcásticamente, la sonrisa de Russaj se mantuvo, algo que no agrado a Andru –Dime ¿Qué has hecho con mis soldados? -Están cautivos en mi campamento -(Entonces hice bien en mandar a ese par) me preguntaba una cosa ¿Nos dejarías ir a si sin más? -¿Es una broma?- pregunta Russaj algo molesto -Eres sumamente serio, dime una cosa Russaj ¿Planeas deshacerte de todos nosotros? -Si la situación lo amerita, si, aunque preferiría que se rindiesen amablemente, aunque a juzgar por tus ojos, tendré que usar obligadamente mi fuerza, con esto doy por terminada esta absurda charla, ahora ponte en guardia -Como quieras -Soldados, vayan al pueblo, seguramente no el no está solo -(Maldición…)- apenas los soldados pasan cerca de Andru, este invoca a los Shadow Servant los cuales devoran en la oscuridad a todos sin piedad -¡Mantengan distancia! (¿Qué clase de habilidad es esa?) Ahora con mayor razón no te dejare vivir Russaj desenvaino su espada la cual era impresionante, comenzó a caminar hacia Andru el cual instintivamente libero algo de su poder dragón, a medida que se acercaba una extraña aura comenzó a sofocar a Andru, una sensación de opresión; ambos intercambiaron golpes, Andru sentía que sus movimientos estaba restringidos, Russaj no tardo en percatarse de tal situación y lo presiono hasta lograr acertar un golpe, pero Andru lo esquivo apenas siendo cortado ligeramente su cabello -¿Pasa algo Darklis?- pregunta Russaj muy serio apuntando con su espada -Esperaba que no te dieras cuenta, pero al parecer es inevitable- la respiración de Andru era fuerte, se sentía agotado –Algo de ti, algo que tu creas hace que me sienta mal, es primera vez que me encuentro en una situación como esta -Ya veo- una ligera sonrisa se dibuja en el rostro de Russaj Continuaron el intercambio de golpes, evidentemente Andru se mostraba inferior ante Russaj, nada de él era normal, era débil como nunca, pero no entendía como -(Mierda… ¿por qué?) Espera- Andru se aleja un poco –Esta sensación, la conozco -¿de qué hablas Darklis? -Contesta Russaj ¿Estas utilizando alguna clase de magia? -¿Magia?... no lo creo, más bien, un conjuro -¿Cual?- exige Andru muy serio -Veo que esa es la razón de tu indulgencia en la batalla, está bien Darklis, te diré cual conjuro me rodea, entre todos los poderes de los grandes Redentores, el tercer emblema máximo, el protector de los antiguos guardianes, “El SELLO ABKANIS” -¡Maldición!, jajajaja, ya veo- Andru se mostraba contento, su sonrisa que a pesar de la gran desventaja que tenía en batalla confundía a Russaj –Parece que tendré que cambiar mis métodos de combate, será una batalla agradable, ahora es momento de usar mi experiencia- Andru cierra sus ojos, respira profundamente y exhala, al abrir los ojos estos estaban plateados, su cuerpo inmediatamente se sintió alivianado, aquella presión desapareció por completo. Andru levanta su espada y retoma la batalla con Russaj quien le recibe con gran fuerza, el sonido de su choque resonó por todo el lugar estremeciendo a los cercanos, Andru mostraba un mejor desempeño, su espada tenía más gracia que nunca, ambos bloqueaban el ataque del otro sin problema alguno, apenas rosando sus armaduras. Era una batalla digna de grandes señores del combate. Andru da un salto hacia atrás, Russaj salta y golpea verticalmente su espada impactándola en el suelo, Andru dio un giro hacia la izquierda esquivando el ataque y a su vez propinando un corte en diagonal pero rápidamente Russaj rodo hacia el lado contrario esquivando, apenas tuvo soporte da un salto quedando muy bajo, impacto con su codo en el estomago de Andru el cual devolvió un gancho desde abajo dando justo en el costado, ambos retroceden, Russaj salta hacia un árbol, Andru le sigue por los suelos, mientras corrían, Russaj cortaba las ramas de los árboles cayéndoles de pleno a Andru el cual las cortaba en pedazos con Valefort. Mientras continuaba su corrida, Andru golpea al suelo utilizando su habilidad de tierra y así creando un fuerte temblor el cual obligo a descender a Russaj y sin esperas retoman su combate, los ataques de Russaj buscaban impactar en los puntos vitales de Andru, pero su armadura y la gran destreza de Andru le impedía dar en el blanco, a si mismo Andru trataba de debilitar sus extremidades pero era muy rápido, y flexible, sus golpes apenas rosaban, estaban muy parejos. Sus ataques se encontraban entre sus espadas, Valefort se mostraba inquieta, ansiosa, deseaba superar a toda costa aquella otra espada, la cual emitía una gran energía dorada. La batalla continuo, esquivando y bloqueando, chocando sus espadas con todo el poder, y entre choques y choques, un pequeño crujir apenas audible volcó la atención de Andru la cual Russaj aprovecho y golpeo, pero rápidamente Andru bloquea con fuerza, la cual creó una explosión entre ambos, cada uno da un salto hacia atrás dándose una gran distancia para reponerse. -Jajajaja. Eres muy bueno Russaj, no me había divertido desde hace mucho tiempo- decía Andru con una gran sonrisa en su rostro, la cual se borro al instante –Sin embargo, estoy jugando mi vida, por ello ya es momento de acabar esta burda batalla- Andru mira a Valefort, la sentía más liviana, algo no estaba bien con ella, de alguna forma, su poder había disminuido – (Valefort…) -Opino lo mismo Darklis- Russaj guarda su espada, el ambiente que lo rodeaba se torno extraño, una fuerte energía emanaba de su cuerpo, levanta su mano hacia el frente –Te enseñare lo que es verdadero poder- Russaj junta sus manos con las cuales crea una extraña forma, la energía comenzó a fluir desmesuradamente y su cuerpo se vio iluminado, desde sus pies se dibuja un sello con el emblema de la luz –“Oh guardianes de la creación, castigad al impuro”, muere Darklis- Russaj alza su mano y la deja caer apuntando hacia Andru -“¡DIVINE PUNISHMET!”- Desde los cielos comenzaron a caer saetas luminosas que impactaban sobre el suelo, Andru trato de esquivarlos, pero eran demasiadas, hasta que una dio sobre su espalda tirándolo hacia el suelo, trozos de su armadura saltaron por los aires -“Odín, señor del Valhala, otórgame tu gran poder y fuerza, ¡LONGINUS SPEAR!” – en la mano de Russaj aparece una gran lanza, digna de un señor de la guerra. Andru estando imposibilitado por las saetas se levanta pero no duro mucho, al mirar al frete, de la nada la lanza que Russaj había invocado esta sobre él, atravesándole y enviándolo con ella hasta chocar en un árbol quedando empalado, Andru dio un grito de dolor como nunca, su armadura había sido penetrada con gran facilidad, la lanza había salido por atrás, lo cual hiso mas difícil retirarla, el dolor no lo dejaba moverse –me sorprende que aun estés vivo- se decía Russaj a sí mismo –terminare con tu agonía…- Russaj junta sus manos invocando nuevamente su poder –“Luces de los cielos, acudan a mi lado, ¡MYSTIC CROSS!- Frente a él aparecieron cruces doradas, comenzaron a girar alrededor de él, Russaj levanta su mano y apunta hacia Andru y al mismo tiempo las cruces una tras de otra se lazaron sobre el indefenso guerrero, impactaban sin piedad sobre él, destrozando su armadura como si nada golpeando su cuerpo derramando sangre por todos lados. Las cruces cesaron, y el cuerpo todo maltratado de Andru se hallaba colgando sobre la lanza la cual sostenía con la poca fuerza que le quedaba –Eso fue todo- Russaj se voltea y comienza a caminar hacia sus soldados, pero se detiene, un sonido, un gemido de dolor provenía de aquel cuerpo todo magullado -¿Eso es todo?- dice Andru escupiendo sangre, estaba jadeando, su vista estaba nublada, había perdido mucha sangre, pero sus instintos asesinos lo mantenían consiente -¡Imposible! ¿Cómo es qué…?- Russaj estaba sumamente desconcertado -Esta mierda duele como nunca <tose> joder, esta armadura ya no tiene reparación… y lo peor es que aun sigo empalado a este maldito árbol- Andru inhala profundamente, aprieta con fuerza la lanza y la rompe, jadeaba de dolor. Apoya su pie izquierdo y presiona el árbol hasta desenterrar la lanza quedando libre, pero cayendo al suelo sin fuerza alguna, el golpe provoco que la lanza dañara más la herida Russaj estaba inmóvil al ver la brutalidad de tal individuo, como era posible que alguien fuera capaz de seguir adelante en tales condiciones, y más aun conservar una expresión firme -¿Cómo… cómo es posible que aun vivas? -¿Tanto te sorprendes?- Andru se levanta, sus piernas tambaleaban por lo débil que se encontraba. –he estados en situaciones muy difíciles, no puedo decir que he salido ileso, pero si vivo de ellas, y esta no será la excepción Andru extiende su mano izquierda y de esta aparece un pentagrama cual comienza a subir por su brazo transformándolo en aquella forma prohibida, la del pecador, pero esta vez era distinta de cuando se enfrento con Dartaros, su pelo se tiño totalmente de blanco, sus ojo derecho se torno rojo y en el izquierdo se cubrió con un tatuaje, la armadura creció abarcando hasta su brazo derecho, su presencia era imponente, pero aun así estaba débil -Eres un pecador…- drásticamente la mirada de Russaj se torno molesta, su poder comenzaba a desbordarse como si no lo controlase –Como un heredero del legado Abkanis, no puedo dejarte vivir- Mira hacia la izquierda – (¿Qué es esta extraña sensación? Son dos, pero una es la que se aproxima) Acabemos esto rápidamente A lo lejos una entidad desconocida se aproximaba a gran velocidad. Andru con Valefort en mano inicia la carrera hacia Russaj el cual le siguió, ambos chocaron sus espadas creando un horrible crujir entre estas, siendo Valefor la más afectada, de pronto Andru desde la nada, coloca su mano enfrente de Russaj, “Dedrith Dragon”. El ataque impacto directamente en Russaj el cual salió disparado hacia atrás, pero este se repone sin problemas -Eso fue impresionante, lamentablemente he malgastado mi poder, quedarme aquí en estas condiciones seria suicidio (aquella entidad es muy poderosa, más que fuerza, es presencia) ¡SOLDADOS RETIRADA! -¡No huyas Russaj!- le grita Andru en su estado totalmente deplorable, en su mano aguardaba un segundo Dedrith Dragon -¡No fastidies! ¡FIRE BALL!- desde la mano de Russaj sale una gran bola de fuego la cual es destruida por Andru, en ese instante los Okrams se retiraron Mientras se retiraban, Andru daba pasos tambaleándose de un lado a otro, su vista se nublaba y no pudo dar más, perdió el conocimiento, su cuerpo comenzó a caer, pero es detenido en medio del aire, un brazo amigo lo sostiene delicadamente. No pasó más de un minuto cuando aparecieron Max y Tatiana, los cuales se sorprendieron al ver quien estaba junto al desmoronado general. -Alice… ¿qué paso aquí?- le pregunta Max el cual no entendía nada de nada -Quisiera saberlo Max- le responde mientras miraba al desfallecido guerrero –Los Okrams ya se deben de haber ido, ya que mi padre está cerca…volvamos al pueblo, Andru necesita asistencia -De acuerdo, Tatiana, estate alerta Ya muy lejos del lugar del combate, los Okrams se detienen, Russaj comenzó a sangrar, no sabía por qué; recordó aquel impresionante ataque, desconocía los efectos que pudo tener sobre él, pero estaba seguro que era alguien de quien cuidarse, una sonrisa se dibujo en su rostro… -Esperare por ti pecador, ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA!
Huuuuuuuuu!!!!!!!!!!! (debo de dejar de comenzar todos mis post así) una interesante historia para acompañar con un buen "sorbo de té" XD. Esta historia me atrajo desde el primer capitulo, voy por el 8 asi que no la termino, pero no podía irme así no más sin dejar un post, asi que aquí va mi opinión: Las historias que se centran en la era medieval me atrae mucho la atención, porque significa casi siempre que tienen algo de mitologico y vi que esta no era la ecepción, me encantan los seres mitologicos, y todo lo que trate sobre ellos, por alguna razón tu historia me recordó un poco a Zelda (del cual soy fanática a más no poder). Me encanta las personalidades de los personajes y su modo de ser, además de la manera en que están unidos, tambien llevan (hablo de ambos) un buen humor, me encantó el especial en el que Amy y Alice se emborrachan, me reí como loca (y todavia lo sigo haciendo XD) tienes muy buena imaginación para las peleas y para las armas, pero este capitulo (en el que Dan muere, el cual es el último que leí) me ha dejado mordiendome las uñas y muy desesperada ¿qué pasará con Andrú? tendré que esperar para más tarde y leerlo (o cuando a mi Wi Fi le de la gana de conectarse) me gustó bastante tu historia, prometo terminarla (soy rápida en la lectura, asi que la termino esta noche) bey, nos vemos en otro post mío.
XD muchas gracias, aunque hay muchos errores ortográficos (que estoy corriengiendo en el orignal y mejorando al ir avanzando), pero son pequeños detalles. Ademas de que a medida que avanza la historia Andru percatandoce de la verdadera razón de toda la guerra, bueno a medida que vayas leyendo te iras dando cuenta ^^. Nuevamente gracias por la aprovación. Cual quier opinion, tanto constructiva como lo contrario seran bienvenidas (en especial las constructivas XD)
Capitulo 17: La reunión -Mi cuerpo se siente caliente, todo se mueve, esta sensación es tan nostálgica… pero algo falta, alguien…- dice una voz algo desganada -¿Quién falta?- le contesta una voz femenina que nunca había escuchado antes, pero aun así le era familiar -¿Quién eres?- pregunta esta voz desganada -Ya lo sabes, solo abre tus ojos y ve lo que tu corazón te muestra Aquella voz desganada abre sus ojos, se hallaba a si mismo sentado en un extraño trono dentro de una sala circular, estaba oscuro. -Sé que he estado antes en este lugar… Seth, Galamoth- dice la voz, y como dijo, ambos aparecieron, y desde el cielo un haz de luz los iluminaba -Por fin has despertado, o al menos has recobrado la conciencia, pero ten en cuenta de que este no es el mundo real ¿te queda claro Andru? -Ya me parecía que me sentía demasiado cómodo, esto es mi corazón- Andru sonríe –Ahora se quien me estaba llamando… ¿Por qué no te muestras Valefort? Desde las sombras una extraña figura se acerca hacia Andru, a medida que la luz le alcanzaba, dejaba ver su verdadera figura, una extraña armadura plateada, que cubría todo el cuerpo de su portador, pero esta armadura estaba totalmente resquebrajada. -Estas son las consecuencias de tus imprudencias- Valefort se acerca un poco y toda la armadura que portaba cae en pedazos hacia el suelo, dejando al descubierto su verdadera forma, una mujer de cabellos plateados y ojos dorados, cuya piel era totalmente morena. Vestía una larga túnica blanca, su expresión provocaba respeto a la mirada de Andru -Tienes razón… lo lamento Valefort -Sólo aceptare tus disculpas a través de tus actos, para mí las palabras nunca significaron nada, ni siquiera de las de Dankalius -Eres más severa que Seth- decía Andru muy indiferente -¿Tu lo crees?... me parece bien- una leve sonrisa llena de egocentrismo se dibuja en su moreno rostro Andru se levanta de su trono y comienza a recorrer el lugar. Cada paso que daba una área del salón se iluminaba, no tardo mucho en recorrer el reducido espacio, dejándolo totalmente iluminado. -Es extraño, nunca imagine que mi corazón tuviera tal forma, me molesta -¿Por qué?- pregunta Valefort quien estaba acostada en un sofá para tres, era un mueble muy elegante -Simple, no veo por ningún lugar aquello que demuestre mis sentimientos por Alice De pronto Galamoth se cae al suelo riéndose como nunca, la respuesta de Andru le divirtió como nunca -¿Eres idiota o qué?- le preguntaba desde el suelo aun riéndose. Se levanta –Este lugar efectivamente esta en tu corazón, pero tan sólo es una parte de este. Digamos que es el tamaño de tu estima por nosotros, la cual a mi parecer es muy poca -En eso concuerdo- agrega Seth el cual miraba sentado desde una pequeña silla situada al otro lado de donde estaba el trono de Andru –Quizás con el tiempo este lugar crezca -Eso espero- Valefort se mostraba algo descontenta – Ya que aun falta el sujeto que creó este lugar en tu corazón -¿de quién hablas Valefor?- Las palabras de la muchacha impactaron a Andru –Contéstame- Valefort mantuvo silencio por la ignorancia de su portador. Se da vuelta y comienza a dormir -¡Oye! ¡No me dejes hablando solo! -Estoy cansada y adolorida, y no soy la única, ya es hora de que despiertes y vuelvas a la realidad- Valefort sonrió y todo el lugar se torno negro, Andru abre los ojos y un inmenso dolor en su cuerpo lo atormenta, junta sus brazos para amortiguar algo. Adolorido mira a su alrededor, estaba en una habitación común y corriente; la puerta se abre una hermosa mujer de ojos azules entra…
De nada, y la terminé de leer (te dije que era rápida) la segunda temporada es más emocionante que la primera, sin contar que supe muchas cosas sobre Andrú y su abuelo, además de el principio de todo, me gusta tu humor, en serio, no paro de reirme como loca, la gente ya me ve estraña XD. los capituls me ha gustado mucho, eso sin mencionar toda la información que he obtenido, por fin Andrú comenzó su plan para dar fin al señor del caos Caín, de veras me sorprendí al oir toda la historia ese nombre y aún más con toda la historia que giraba alrededor de los dragones, me gusta cuando todas mis dudas se aclaran (a quien no) y ahora quiero ver que harán con este enemigo y lo que tiene que haser en el lugar de su destino (no recuerdo como se llama XD) espero con impaciencia el siguiente capitulo, un detalle, mejor lee antes de publicar, pues algunas veces te faltan palabras que son escenciale para entender la trama, bey.
Nota de Escritor: Sentí que había dejado de lado a este par muy singular, pero también me sirvió de escusa para unir un hecho que falta poco para que ocurra, y que a su vez tendrá lugar en una fecha muy, pero muy distinta a la que transcurre la actual historia. Bueno, sin mas demora les dejo con este pequeño dialogo, que lo disfruten. Especial 3: Una pequeña charla… -Ha pasado mucho tiempo desde que iniciamos esta historia ¿No lo crees Damián?- pregunta D -Tienes razón, pero… por alguna razón… como decirlo… ¿Cuándo has llegado? -He estado aquí hace bastante tiempo, creo que desde que empezaste el capítulo 10- dice D indicándole el libro -Ni me di cuenta D… debió haber sido porque estaba inmerso en la historia- responde Damián -Sí, sí, sí… por cierto, me sorprende que este libro haya podido obtener tal detalle… -No es eso, soy yo quien pone algo de mi cosecha, recuerda que por algo me dicen el escribano ¿o no?- Damián sonríe y deja el libro a un lado –Ha esta altura ya es más que evidente de quien es esta historia -Hablamos de mi historia… aun así no es algo que sea para recordar del todo, hay partes las cuales no me gusta recordar, pero debo estar orgulloso, después de todo, gracias a lo que he vivido he logrado convertirme en lo que soy ahora…- suspiro –Aun así, no me gusta nada lo que me depara mi futuro -Hablas con aquel que lo tiene bien claro, pero a la vez demasiado incierto -Eres aquel que conoce todo, pero desconoces sobre mí, o eso me haces creer- dice D muy serio -Eso es cierto, para ser el que tiene poder sobre el destino de cada ser sobre la tierra y diría más, no puedo saber y menos controlar nada que esté relacionado contigo -Me parece bien, siendo tú, preferiría que no supieras nada de mí- dice Andru muy aliviado -El problema no es que no sepa sobre ti, de hecho se mas de lo que te imaginas, incluso más que tú mismo, es sólo que no puedo saber lo que pasara en tu futuro -¿Qué es lo que sabes de mí que yo ignore?- pregunta D muy intrigado -Algo que ocurrió hace más de 50 años… mejor dicho, algo que ocurrió en los comienzos del mundo -No te entiendo… -Respóndeme D… ¿Qué tanto sabes de tu alma? ¿Sabes cuantas veces has estado en este mundo? -Ni idea, sobre ese tema desconozco, admito que estuve muerto una vez, pero no fue más que algo transitorio… explícame aquello que ignoro -De momento no es necesario, me agrada la situación en la que nos encontramos -Pues a mí no, no digo que no me agrades, pero en lo más profundo de mi, un sentimiento oscuro se genera hacia ti, no sé porqué, es sólo que… -jajaja… no me sorprende, pero es mejor así, de momento olvidemos el asunto ¿Te parece?- le dice Damián con muy poca importancia -Por este tipo de comentarios creo que aquel extraño sentimiento se relaciona con el odio… como sea, deberías de seguir con la historia, esa es la razón por la cual volví, hay algo que quiero recordar -Cómo quieras, pero debo agregar un paréntesis -¿Qué cosa?- dice Andru con una actitud algo negativa -Tuvimos una agradable charla -………- D no contesta y se recuesta en un sofá cercano –Sólo sigue leyendo ¿Quieres? -Que malo de tu parte…
XD me encanta este duo, matandose y a la vez ayudandose, ustedes dos son lo máximo. Ummmmm, ¿y cuantas veces reencarno D? Eso me ha dejado muy intrigada, yo sospecho o creo que el origen del alma de Andrú es con el primer Dragón de Caos ¿o me equivoco? igual me encantan ustedes dos, son un buen para, aunque vayan a odiarse a muerte XD ¡no se maten, los quiero a ambos.... vivos! Bey y pongan el próximo capitulo pronto, el que va a leer ahora es damian ¿cierto?
Interesante historia y una muy interesante trama, me dejaste muy intrigada, manejas bien el suspenso y la comedia no se queda atrás, además de que es algo nuevo eso de poner fichas para los personajes y más nuevo aún lo de los especiales, la novedad es un iman que me atrae. Me encanta el dúo que haces con el "escritor de fabulas" y la relación que llevan de "enemigos-amigos", asi que (al igual que mi hermana, la de aca arriba) me gusta ese dúo. Tambien tiene muy ben romanticismo y las peleas son geniales, hasta crees presenciarlas, además me encanta como va girando todo alrededor de varios personajes, no poniendo al protagonista como el mero principal, aunque sí como el primordial, todos tiene su historia y su vida, la cual plasmas muy buen. Buen manejo de personalidades, por ahora, mi personaje favorito es la hermana de Andrú ¿por qué? POR CÍNICA XD (y sangrienta a la vez), bey.
ayos hacia mucho que no me paseaba por tu fic,hay muchas cosas que camnbiaron,tengo que actualizarme pues lo ultimo que lei fuen cuando Andru peleo contra Mitsha y esta lo encargo con Alice Ahora me encuentro con que Galamoth puede pelewar aparte y ademas Seth diablos me gusta un chingo como has evolucionado a Andru voy a tener que leer desde donde me quede porque si no no lo voy a entender muy bien espero que sigas con el fic saludos de un tal Nex (me hize otra cuenta porque nomas no pude entrar con la anterior)
“Ficha de Personaje” Nombre: Seth Apodo: Seth (Zedrick Alone) Raza: Dragón Oscuro Edad: Desconocida Género: Masculino Origen: Alguna ciudad de Gaia Habilidad: Magia Negra y uso de la Lanza Otros: Misterioso guardian que actua segun se acomode la situación. De lealtad incondicional, sin embargo siempre disfruta de las situaciones pensosas por las que Andru debe pasar, aun así le aprecia bastante, en especial cuando muestra su verdadero ser. Suele vestir un traje completamente negro, y en combate una armadura ligera con forma de dragón. Mide 1.80 mts, pelo largo (hasta la mitad de la espalda) y negro. Galamoth: Es un tipo raro, me agrada esa falsa actitud que tiene ante los demas, me gustaria saber en que peinsa. Andru: Como decirlo, es alguien en quien puedo confiar, a pesar de sus intenciones oscuras, en su momento dado, el acudira en mi ayuda, aunque... hay veces en las que me gustaria saber en que piensa, ya que no sé nada de su pasado Nombre: Galamoth Apodo: Galamoth (Boris Ivanov) Raza: Demonio del Caos (Atributo Trueno) Edad: 10.000 años Género: Masculino Origen: Desconocido. habitaba en un laberinto sellado por los antiguos Magos Habilidad: Trueno y espada Látigo Otros: Un Demonio de descomunal proporciones, mide mas de 10 mts, con un cuerpo cubierto por una armadura dorada. Su objetivo principal es dominar el mundo, pero debido a ciertas circunstancias fue sellado en un laberinto, siglos mas tardes, Andru hace un pacto con el. En su forma humana es un hombre de unos 30 años, mide aprox. 2 mts. porta un traje azul y sobre este una armadura ligera dorada simulando a la que utiliza en su forma orignal. Es petulante y agresivo, ama el sadismo y la crueldad contra todo aquel que se le enfrente. Su frase favorita "Hora de morir" Seth: Lo odio, odio su risa, odio su forma de pensar, odio su presencia, odio el tener que odioarlo, todo de todo. aun así es un miembro importante del equipo, lo cual tambien odio. Andru: Era más fácil lidiar con él cuando tan sólo era un alma... joder
XD me encantó los pensamientos de Seth y Andrú ahcia Galamonth, jaja, por fin acabaste con nuestra tortura, aunque solo publicaste dos fichas, pero así se sabe que no lo dejaste, espero ver cuando pondrás la conti. Ummmmm, me intrigo mucho la ficha de Seth, me pregunto cuál es su pasado.... y qué piensa, ya sé que odia todo lo concerniente a Galamont, pèro qué más. Siguela pronto, ánimos y te deseo inspiración, bey.
CRÓNICA DE DAN: Parte 01 Han pasado sesenta años desde que la guerra de los dragones acabó, mi padre quién era el principal objetivo había dejado una herida de miedo y rencor en los corazones de toda Gaia, en especial a los dragones. Darklis fue el máximo exponente de la destrucción, nadie sabia como era posible que alguien como el hubiera existido jamás, su fuerza era comparada con la de los dioses, pero aun así no era mas que un mero dragón ante un ejercito que obedecía la ley divina. Pero no por ello mi padre se quedo de brazos cruzados, tomo sus armas y se enfrentó al Emperador y su legión comandada por sus hijos. Fue un guerrero digno hasta su último aliento, yéndose junto a la muerte acompañado de millares de enemigos, entre ellos al primogénito del Emperador Lao Shang-Fu. Con la muerte llego una supuesta paz, en aquello días cuando mi hermano y yo tan sólo éramos infantes indefensos al cuidado de nuestra madre. Crecimos en un pueblo sumamente pobre, mi madre hacía lo posible por conseguirnos algo de comer, si no fuera por nuestra condición de dragones, hubiésemos muertos de inanición. Los años pasaron y fuimos creciendo, comprendimos que el mundo no era como nuestros humildes ojos apreciaban, era una sociedad hipócrita que sólo velaba por intereses propios, en especial los dragones, orgullosos de su vanidad, pero quien era yo para criticarlos, después de todo, yo era en parte un dragón… A la edad de dieciocho años, mi hermano y yo conocimos a un hombre que pasó a ser nuestro mentor, el nos enseño a usar las espadas, a defendernos con escudos, a cortar con dagas y a acertar con cualquier arco o lanza, nos exploto al máximo liberando nuestras capacidades, veinte años bajo su tutela, hasta el día que decidimos irnos de su lado. Tao-Seng Sui, o Tsu como le decíamos de cariño, no sólo era un excelente guerrero, era el Guardia personal del difunto primogénito del Emperador Fu. Con sesenta años encima, nuestra madre enfermo debido a una extraña peste trayéndole la muerte unos meses después. Aquel día de su marcha, ella me entrego una carta de nuestro padre, me pidió que nunca se la mostrase a mi hermano Caín, temía que si el la poseía, aquello que tanto esfuerzo le tomo a ella y a nuestro padre se perdiera. Después de ello, Caín y yo nos separamos. Ya en esos tiempos tenía 40 años, y con la carta de mi padre la cual contenía información muy valiosa para encontrar y utilizar sus espadas, el tener a Basoetsha y Rakuetsha significaría un gran logro para mi subsistencia, sin embargo mi inexperiencia me llevaría a cometer actos que van contra mi moral. Tarde un mes para llegar al lugar en donde se hallaban ocultas ambas espadas, y un año entero en poder obligarlas a servirme adecuadamente, sin embargo, fue con Rakuetsha con la que más afinidad tuve, sentía que Basoetsha deseaba devorarme, consumir todo mi ser lo cual me producía cierto temor y desconfianza a está espada. A medida que el tiempo transcurría en Gaia, me fui percatando más de la verdadera realidad que ya había percibido, aquel odio reprimido que mantuve todas esas décadas, por fin se justificaban, mas no hallaba razón alguna para actuar, no hasta que me vi involucrado en un conflicto con Caín, había comenzado una nueva guerra contra los dragones, usando como escusa la injusticia recibida, me sentí avergonzado, pero era mi hermano. Tuvimos una difícil batalla de la cual salimos vivos pero no victoriosos, aun así logramos matar al Emperador y a dos de sus hijos de los cuatro que quedaban. Nunca olvidare el momento después de que escapamos de todo, entre todas las cosas que me pudo haber dicho, sólo quiso que le diera una de las espadas, pero me opuse por lo que peleamos… Eran tiempo muy extraños, a pesar de ello, no me arrepiento aun sabiendo que mis decisiones y actos se me devolverán en creces, pero para ese entonces, ya abre aprendido a vivir con esta carga y morir en paz…
O.O asi que asi nacio la rivalidad entre hermanos, interesante, pero me encantaria saber como Cain llego a formar a los dragones del caos, el grupo, ha sido bueno tu relato del pasado, no espero por leer el proximo capitulo, bey.
Bueno he aquí la ficha de este par, que sin lugar a dudas tiene su buenos puntos XD. Mas adelantes entre los capítulo terminare las crónicas de Dan y comenzare con las de Arthur.“Ficha de Personaje” Nombre: Jack Conrroy Apodo: Kaze, el Asesino Raza: Humano Edad: 41 Género: Masculino Origen: Karltown Habilidad: Rifle de largo Alcance/Cuchillo Otros: Soldado Elite de clase A bajo el mando directo del General Arthur Maina. Siempre está junto a su compañero Kurio, un amigo de su juventud. Kaze crecio en Karltown (Al este de Rusento) a la edad de 18 años se unió a un gremio de asesinos que prestaban servicios a grandes entidades. En una de sus misiones se topo con un sujeto particular (Kurio), le agrado su actitud y desde entonces va con el. Unos años después se unió a la armada del Caos. Tiene el pelo corto y castaño oscuro, ojos pardos y la marca de los asesinos en la mejilla izquierda. mide 1.78 mts. Kurio: Es mi mejor amigo, cada vez que necesito algo, él está ahí para ayudarme, es listo y serio, digamos que me complementa, la verdad aun no sé por qué decidió viajar conmigo si soy yo el que siempre termina dependiendo de él. Qué mas da, mientras pueda tenerlo cerca, todo es posible. Arthur: Es un hombre de mucha confianza, entre todo el ejercito, incluyendo a Kurio saben cosas de las que nunca hable con alguien. Se que tarde o temprano, si algo llegase a suceder, el estará apoyándome incondicionalmente. Hay tantas cosas que puedo decir de él... pero tardaría mucho Nombre: Raul Morrinson Apodo: Kurio, el Ladrón Raza: Humano Edad: 40 Género: Masculino Origen: Geartown Habilidad: Rifle larga y corta distancia/ sable Otros: Soldado Elite Clase A. Compañero leal de Kaze. Desde joven se inicio como un bandido al igual que su padre, hábil en el uso de armas mecánicas, aunque prefiere las pistolas y rifles. Sin embargo él sentía que podía ser mas que eso, en uno de sus trabajos conoce a Kaze por accidente, desde ese entonces se hicieron amigos por alguna extraña razón. El siempre obedece a Kaze incondicionalmente, aunque este dice que sigue a Kurio.Kaze: Es un sujeto algo divertido, digamos que siempre me alegra el día con alguna estupidez, pero cuando se trata de trabajo no hay como él, siempre determinado, ni una pizca de duda, quizás confía demasiado en mi, mejor así, nos hace el trabajo mas simple al general y a mi. Arthur: Kurio, Kurio, Kurio... si alguien mata lo dramático de una situación es él. Jajaja, no ha habido una misión sin escuchar uno de sus estúpidos comentarios, y que decir de su lealtad, incondicional al igual que la de Kaze, aunque hay veces que sigue más las ordenes de Kaze que las mías, pero bueno, eso es una de su cualidades.
Capítulo 18: El Maestro de Gaia -¿Cómo te sientes?- pregunta Alice -Como si me hubieran caído una gran roca… dime ¿Qué paso con mi oponente? -No lo sé, cuando llegue ya se había ido -¿Por qué no fuiste tras él?- le reclama -¡Mi prioridad siempre serás tú maldito idiota!- responde molesta -Como sea- Andru retira las sabanas y se para, pero a penas toca suelo, un dolor intenso en todo su cuerpo, en especial cerca del estómago lo invadió tirándolo al suelo de golpe – ¡Ahhh!- jadea. Sus ojos estaban bien abiertos por el dolor, su batalla había tenido serias repercusiones -¡Maldición Andru! ¡Si que eres un maldito bruto, tarde mucho en cerrar la herida y tu vienes y te levantas así como si nada!- Alice le ayuda a levantarse –Ahora es momento para que descanses -No puedo hacer eso- dice Andru, jadeaba con fuerza – Tengo cosas que hacer- Andru trata de levantarse pero es detenido de una fuerte bofetada de parte de Alice -¿Por una vez en tu vida harás caso a mis palabras? ¿A caso no soy la persona más importante en tu vida?- Alice lucia muy molesta, Andru estaba totalmente atónito -Yo…- no sabía que decir. Agacha su mirada, suspira y se deja caer en la cama, al cubrirse con las sabanas cierra los ojos y se queda quieto –Lo lamento, me es difícil dejar de ser un idiota- Aquellas serenas palabras calmaron un poco la ira de Alice la cual sin que Andru se diese cuenta se acerca y le besa -Por alguna razón, me agrada el sabor de tus labios, siempre secos y deseosos de los míos… -Alice…- Andru sonríe –Por lo menos se que no estoy solo La puerta suena desde afuera, <“adelante”> dice la muchacha, y la puerta se abre, una figura alta y muy respetada por los dos jóvenes entra, era el general Maina, el cual vestía ropas de la ciudad en la cual se hallaban. -Qué bueno que hayas despertado- dice con palabras poco amigables -¿Qué le trae por estos bares Arthur?- pregunta Andru acostado en la cama con los ojos cerrados -Tengo curiosidad sobre el que te hiso esto ¿Con quién te enfrentaste exactamente? -Con un caballero Okram, su nombre es Erion Russaj Al escuchar ese nombre, tanto Alice como el mismo Arthur quedaron sorprendidos, en especial el general el cual se mostraba entusiasmado de cierta forma -¡Andru! Tu…- Alice no dejaba de estar impresionada -Sorprendente muchacho, enfrentarte a uno de los caballeros de Okrams y salir con vida, me sorprendes -No entiendo ¿Qué les causa tanta impresión?- Los comentarios de ambos confundían un poco a Andru -¿Realmente no sabes quién es Erion Russaj? -No- responde de forma secante -Erion es descendiente directo de Rain Russaj, antiguo Emperador de Echos, por lo tanto, Erion es el actual Emperador y líder de los cinco Caballeros Okram, te has enfrentado contra la cabeza de nuestros enemigos y le has dejado ir… pero bueno, el hecho de que hayas sobrevivido ya es más que suficiente -Parece mentira, pero si Alice ha reaccionado de esa forma es por qué dices la verdad, aun así eso no me detendrá para terminar mi batalla con él, pero de momento deberá ser pospuesta, esta maldita herida no quiere sanar… quizás mis habilidades han vuelto a fallar como cuando era un niño -La realidad es otra Andru- dice el general –Tu oponente ha usado magia, la cual es una gran debilidad de los dragones, Dan me lo dijo hace muchos años atrás, esa herida no sanara como las otras, recuerdo que cuando tenía problemas similares el bebía un brebaje preparado por si mismo lo cual lo hacía curarse e incluso se volvía más fuerte, desconozco la receta -Da igual de todas formas necesitaba un descanso. Pero cambiando de tema ¿A que vino exactamente? – Andru ya se había percatado de las intenciones ocultas del general -Te has vuelto hábil, o quizás ya estas acostumbrado a mis acciones. Como has dicho, tengo un motivo, el cual es saber tus intenciones, quiero sabes que estás planeando, has recorrido un camino algo agitado pero aun no puedo averiguar qué es lo que buscas de esta expedición disfrazada como una misión del ejercito -Indudablemente, pero en algo fallo, he estado cumpliendo mi trabajo como general, y a eso le sumo mis acciones personales, ambas de la mano. Por ende Arthur, mis propósitos no afectaran mi desempeño como general -Interesante respuesta. Si dice que no interfieren, bien por mí, aun así recurro a tu confianza para saber qué es lo que tramas, mi intuición me dice que iras contra mi voluntad e inclusive más ¿Me equivoco? -Ciertamente, aunque usted y mi abuelo me lo dijeron, iré a como dé lugar a las montañas del norte, averiguare que es lo que se oculta en esas inhóspitas tierras -Estas demente, espero que lo reconsideres A…- El general no alcanza a terminar cuando Andru le interrumpe -¡¿Qué es lo que tanto temes Arthur?!- dice Andru seriamente, imponiéndose ante su antiguo superior. Se sienta en la cama –Ya no me importa usted ni nada, hay algo en ese lugar que tanto resguarda, quiera o no, no tiene el poder, no, mejor dicho, no tiene la voluntad para detenerme- La seriedad acompañada de serenidad mostraban a un Andru más maduro y confiable ante los ojos de Arthur el cual no hallaba como responderle -Haz lo que quieras, pero aunque trates de ir, morirás congelado- responde apáticamente -Lo sé- Andru se mostraba indiferente ante la respuesta de Arthur -¿Entonces? -Iré al Cañón Bartok donde conseguiré el “Atuendo de Fénix” y con él subir y atravesar las heladas tempestades -Pobre, jajajajajajaja- el general comenzó a reír como nunca, un rostro de ironía se dibujaba como nunca –Suerte en la busque del atuendo- el general se retiraba aun siendo burlescamente -¿Qué es tan gracioso Arthur?- pregunta Andru aun con seriedad -Cuando llegue el momento lo descubrirás, por cierto, serán 5 monedas de oro, ese es el precio del traje- el general después de haberle dado tal información se va sin decir nada más, lo cual dejo algo molesto y a la vez desconcertado a Andru -Que se cree…- se recuesta nuevamente –Alice ¿Cuánto tiempo estarán en este pueblo? -Yo diría que unos dos meses a lo sumo, si no es que mi padre cambia de parecer. ¿Qué planeas? -De momento nada, solo quiero descansar, si pienso seguir mi viaje, en mi estado actual solo seré un estorbo para todos, en especial para ti. Alice ¿Irías conmigo al Cañón Bartok? Hace bastante tiempo que no viajamos sólo los dos -Tienes razón, pero pensé que no me querías a tu lado, después de lo que dijiste después la batalla contra Hans… -No confundas las cosas, no niego mis palabras, pero para mí, la única persona capaz de estar a mi lado eres tú -¿Desde cuándo eres tan cursi?- un tono sarcástico acompañaba la pregunta de Alice -Desde que te lo mereces, ejeje… me siento cansado, será mejor que descanse -Ya lo creo… Alice deja la habitación y se dirige al salón principal donde se encuentra con Max y Ti, ambos le esperaban con noticias sobre su compañero -¿Cómo se encuentra D?- pregunta Ti algo preocupada -Cálmate Ti, si la presionas no podrá hablar como es debido, por favor Alice, dinos -No hay de qué preocuparse, el está bien, sólo necesita descansar como es debido, aunque lo malo es que su mente está pensando en lo que va hacer una vez que pueda moverse, pero da igual, yo me hare cargo desde ahora -¿Alguna orden en especial? O quizás ¿Algo que debamos saber? -No realmente, sólo recuperaremos un poco el perdido, lo que si les recomiendo que vuestras tropas descansen, la cuarta brigada permanecerá un tiempo este lugar -Eso es algo que ya teníamos previsto… pero quería una opinión más personal de parte de él… como sea, mientras esté bien no hay problema -Te has vuelto muy comprensivo Max- dice Ti alegremente -Silencio- le reprocha algo avergonzado –Hay otra cosa más que quiero discutir, y es sobre el enemigo que dejo a D en ese estado ¿Es cierto que era Russaj? -Eso asumimos mi padre y yo, Erion Russaj… -Ja, mira que venir en persona el mismísimo emperador, Russaj… bueno, iré a dar las noticias a mis compañeros, gracias por todo Alice, vamos Ti- ambos se retiran El día paso normalmente al igual que la noche, una tranquilidad que no se había percibido en estos últimos días de viaje del primer batallón de Andru. A la mañana siguiente, Alice se dirige al cuarto de Andru con el desayuno pero al llegar se encuentra con la sorpresa de que este no estaba, sin embargo sus cosas aún permanecían en la habitación, por lo que no debía de estar muy lejos. Salió de la habitación y apenas se preparaba para buscarle, se detuvo y volvió a entrar, se acerco a la ventana y efectivamente, como había cruzado por su mente, el estaba afuera tomando un poco de aire -Un día de estos me mataras por las preocupaciones que me haces pasar- suspiro. Alice se sienta junto a él -¿Cómo está tu herida? -Un poco mejor, aun duele, pero ya no hay peligro de que se abra, siempre y cuando no haga algo exagerado -¿Cómo tener un combate?- pregunta Alice con una sonrisa -Si… como combatir- responde Andru decepcionado –Como sea, para eso tengo a Seth y los otros dos. -¿Otros dos? ¿No que sólo eran Seth y Vaux? -Sí, pero durante mi viaje, con la ayuda de Seth invoque a un nuevo guardián, su nombre es Galamoth -El demonio que estaba encerrado en la espada -Correcto, si que tienes buena memoria -Más me vale tenerla…- dice Alice con una sonrisa -Quiero hacerte un presente- dice Andru sacando una extraña esfera desde su bolsillo. Alice la recibe -¿Qué es esta joya? Siento que la conozco muy bien, me recuerda…- se queda en silencio –Esos ojos determinados y serenos, los ojos de Vaux -Es el alma de Vaux, desde ahora tú serás su dueña, ya que no podre estar siempre a tu lado, he decidido que Vaux se encargara de protegerte en mi lugar -No puedo aceptarlo- dice Alice algo insegura -En primer lugar fuiste tú quien lo convirtió en guardián, por lo menos has de hacerte responsable por ello -llegas a ser molesto sabes, aun así ¿Estás seguro? -Por supuesto- le responde con una sonrisa Alice acerca el cristal y lo posa sobre su pecho, este comienza a brillar y entra en ella, una sensación fría recorrió su cuerpo y su alma, una sensación nostálgica -¿pasa algo Alice?- le pregunta Andru de los más curioso -Es sólo que recordé la primera vez que conocí a Seth. -Ya veo…- el estómago de Andru ruge –Bueno, es hora de desayunar, vamos -De acuerdo- responde Alice sonriendo Fue una mañana tranquila, Andru se reunió con sus soldados y discutió sobre la situación en la que se encontraban, además del plan que pretendía ejecutar, como era de esperar, todos estaban de acuerdo. Conforme, se reúnen nuevamente con Alice, era momento de planear sus actividades -¿Cómo te fue Andru?- le pregunta Alice -Muy bien, deje a Max a cargo del escuadrón, se quedaran aquí hasta que se recuperen, sólo les di dos órdenes, 1, Deben sanar lo antes posible y 2, proteger este lugar -Nada mal. ¿Ahora qué? -Mañana por la mañana partiremos al Cañón Bartok, y lo demás es cosa del momento -Son esas cosas las que me hacen dudar de tus capacidades, pero también es la confianza que muestras la que me da seguridad, a pesar de que a veces te metes en muchos problemas -Jajaja, auch… jeje, tienes razón A la mañana siguiente, el general les esperaba en la entrada de la ciudad junto a Kaze y Kurio, Andru se detiene y le mira seriamente, Arthur se acerca hasta quedar a su lado, ambos sin mirarse, y con sutilmente le susurra <Sólo preocúpate de cuidar lo que más amamos”> con aquellas palabras muy paternales, el general les hace un gesto de despedida y se devuelve junto a sus guardaespaldas a la ciudad, a su vez, Andru le sonríe y se va con Alice. Su viaje duro tan solo tres días a pie, llegando sin ningún problema hacia la ciudad minera de Bartok a los pies del Cañón. Vistiendo sus trajes casuales, se introdujeron en la ciudad e iniciaron su búsqueda del atuendo de fénix. Caminaron por horas sin resultado alguno, ya estaban algo agotados y decidieron descansar en la posada. Era un lugar algo rustico, pero de un ambiente agradable, los mineros contaban sus anécdotas acompañados de jarras llenas de cerveza, las mozas servían la comida las bebidas, mientras que el cantinero limpiaba las jarras sucias. Alice se sentó en la barra, a su lado Andru el cual pidió algo de sidra, a diferencia de su compañera la cual se animo a probar la cerveza del lugar. El ambiente recibió bien a la pareja la cual no tardo en sociabilizar con los lugareños, un hombre se sentó junto a Alice, y esta no desaprovecho la oportunidad de invitarle un trago para obtener algo de información, mientras tanto, Andru que estaba a su lado, fingió no conocerla, pero sin dejar de escuchar lo que hablaban. Entre anécdotas y concejos, Alice pregunta por el objeto que buscaba, y sin demora <después de haber bebido más de 5 jarras> aquel hombre borracho le contesta lo que ella deseaba. Una sonrisa se dibujo en la cara de Andru, sus ansias eran grandes, por lo que no espero y se levanto y detrás de él le siguió Alice. Caminaron por la ciudad, recorriendo las calles y pasajes tal cual las indicaciones que el minero borracho había proporcionado, hasta llegar a una tienda que estaba muy oculta dentro de un pasaje cerrado. Entraron. Aquella tienda era misteriosa y pequeña, le rodeaban largas repisas de esquina a esquina, y por debajo gruesos estantes, ambos llenos de interesantes objetos de los cuales la mayoría ni Andru ni Alice habían visto en sus vidas. -¿Desean algo?- dice una mujer que estaba sentada detrás del mostrador, su ropa se mesclaba con el entorno, y era apenas divisible a primera vista, aparentaba unos 50 años -Buenas noches- Andru se acerca al mostrador –Me dijeron que en este lugar puedo encontrar el atuendo de fénix -Sí, lo tengo… pero dime ¿Para qué quiere alguien como tu un traje que no podrá portar nunca?- pregunta la vendedora, cuyas palabras intrigaron a la pareja -¿Qué quiere decir con que no podre usarlo?- le pregunta Andru tratando de zacear su curiosidad -¿A caso eres un Hijo del Sol? -No -Sólo ellos pueden usar este traje, debido a que el traje en si esta hecho de bartokica, la cual es fuego puro, si la usas sólo dañaras u cuerpo, si no me crees, intenta tocar aquel traje de por allá- indicándole hacia un estante de hierro Andru se acerco y abrió el estante, como esperaba, el atuendo era de un diseño singular, de su gusto. Andru desconfió de la apariencia y lo toca con la mano derecha, y tan solo el hacer contacto, el guante del caos ardió como nunca, Andru retiro su mano rápidamente, el fuego que aun permanecía en los dedos del guante era distinto, como si tuviese vida, en ese momento no le quedo más que aceptar el hecho de que nunca podría usarlo, ya que significaría su muerte definitiva. -¿Ahora lo entiendes?- dice la vendedora -De seguro que a esto se refería mi padre… -Maldición… ¡Maldición!- Andru estaba frustrado, más aun por imaginarse la cara del general al verle en esta situación la cual el ya sabía de antemano -¡Cálmate Andru!, algo hemos de hacer- Alice trataba de calmarlo como sea -¿Para qué quieres el traje de todos modos?- pregunta la vendedora -Tenía planeado ir a las montañas del norte, pero ahora… -mmm, creo que hay solución para ello, pero no sé si resulte -Mientras me ayude a subir la montaña, el costo me importara en su momento- decía Andru mostrando cierta alegría -Ya veo, yendo al este de aquí cruzando la quebrada, hay un valle lleno de colinas, es un lugar muy pacífico, la cosa es que en medio de aquel lugar vive un hombre misterioso, por lo que sé, quien intenta acercarse muere en el acto, en el fondo es un viaje suicida -De seguro es alguien fuerte, en mi estado actual será complicado… -Tranquilo, estoy yo- dice Alice posando su mano en el hombro de Andru el cual le mira muy calmado -Tienes razón, gracias por la información -De nada viajero -Una última cosa, mencionaste algo, ¿Quiénes son los hijos del sol? -Los hijos del sol, esos pobres ya están muertos, por lo menos la mayoría, irán a quedar unos cuantos dispersos por el mundo, y de esos unos pocos serán de raza pura -¿Muertos? ¿Qué les pasó?- pregunta Andru -No lo recuerdo muy bien, yo era apenas una niña cuando ocurrió… -Espera, ¿eres a caso una hija del sol? -Sí, de raza pura. Hace unos 45 años atrás un hombre de armadura negra llego a la ciudadela de fuego ubicada en el desierto de Kutsal Kuş (Ave Sagrada) cerca de Rusento, los soldados le enfrentaron pero no pudieron, era un demonio con forma humana, el solo destruyo a todos, hombres, mujeres, niños y ancianos, a todos… -¡Qué horrible!- dice Alice algo disgustada -…- Andru guarda silencio, su conciencia le pesaba -¿Pasa algo Andru?- Alice se percato de aquel extraño silencio que ocultaba algo en Andru -Nada… muchas gracias, nos vemos Andru salió de la tienda en silencio, el cual delataba su estado, Alice no dudo en preguntar nuevamente, aquel silencio le molestaba demasiado para dejarlo pasar -Andru ¿Qué me ocultas? -Aquel hombre de negro que menciono la vendedora, no quiero aceptarlo, pero estoy más seguro que es mi abuelo del que hablaba, una vez me menciono que había cometido pecados atroces, por eso, no puedo evitar pensar en que fue él quien extinguió la raza… pero más que eso, es el hecho de que no hace mucho hice algo similar, cuando fui a enfrentar al demonio de ojos rojos y perdí, por mi frustración explote una aldea entera, por ello yo…- Alice le tapa la boca -No digas más… no hay nada que puedas hacer al respecto, ni tu ni tu abuelo, el pasado es el pasado, sólo debes aceptarlo y vivir con ello, pero nunca dejes que te arrastre hasta la oscuridad -Alice, gracias- Andru la abraza, se sentía protegido de alguna forma por la presencia de ella La noche había caído, ambos descansaron en la posada y se fueron del pueblo por la mañana, el lugar al que se dirigían no quedaba muy lejos. Con gran proeza atravesaron la quebrada y llegaron hasta el otro lado, un vasto valle les aguardaba. Ya era medio día y el sol estaba en lo más alto del cielo, una briza fresca acariciaba sus rostros, mientras avanzaban entre los pequeños montes y valles, así estuvieron hasta llegar a una zona totalmente plana. Redujeron su paso y avanzaron por este lugar, era demasiado tranquilo, no se percibía nada de nada, no había pájaros ni otros animales, estaba totalmente desolado, pero se veía que el lugar era bien cuidado. Estando en este lugar, no paso mucho tiempo hasta que algo les ataco de la nada, tanto Alice como Andru no percibieron esta presencia, frente a ellos había un hombre de unos 30 años, pelo corto y plateado, vestía un traje muy ligero y holgado, no correspondía al de la región, pero lo que más les preocupaba era el hecho de que a pesar de verlo no podían percibirlo, era como si no estuviera ahí. Aquel hombre comenzó a acercarse, Andru estaba dispuesto a combatir pero Alice se interpuso. El combate inició entre estos dos contrincantes, en un principio era difícil para Alice el adivinar los movimientos de su oponente, pero poco a poco comenzó a acostumbrarse a no tener que sentirlo, si no actuar según sus instintos, fue un combate breve debido a que una presencia monstruosa pero muy bien conocida por Andru les interrumpe. Aquel guerrero retrocede y detrás de él, aparece esta presencia, Andru sin temor toma a Alice y la obliga a retroceder, esta era una batalla la cual sólo él podía librar -Tiempo sin vernos Mitsha- decía Andru con una leve sonrisa -Un largo tiempo que digamos- Mitsha se para justo enfrente de él, le sonríe y le abraza –Has crecido tanto, y lo mejor, te has vuelto realmente fuerte -Era claro que debía de fortalecerme, la última vez perdí en el templo, pero es extraño que te comportes de esta forma con migo, me siento incomodo -ya veo…- Mitsha se aleja y le da la espalda –Es cierto, sólo sentí algo de cariño fraternal, sólo eso- Mitsha extiende su mano y de esta aparece la temible Rakuetsha, sin embargo Andru no poseía espada alguna, Valefort estaba dañada para poder usarla -Lo siento Mitsha, pero tendrá que ser como la última vez, puño a puño- Mitsha le sonríe a Andru y en un instante, ambos desaparecen y reaparecen uno enfrente del otro chocando sus puños y cruzando sus miradas con aquellos diabólicos ojos rojos. El impacto fue tan grande que se sintió por toda la planicie, y a lo lejos, un hombre sintió este destello de poder, lo cual lo obligo a ir al origen. La batalla seguía, pero era demasiado evidente la debilidad de Andru, la herida comenzaba a cobrarle caro, imposibilitándolo en gran parte, pero ello no lo detuvo, tanto él como Mitsha se transformaron en semidragones, en aquel estado, la herida no le afectaría, pero antes de que pudiesen empezar, la atmosfera se tenso, una gran presión cayó sobre los presentes, en especial sobre ambos hermanos -¡¿Qué mierda?! Es… ah…- Aquella presión le sofocaba -es como Valefort, duele- era muy fuerte y comenzó a afectarle la herida, aun en su estado semidragón. Andru mira a Mitsha, estaba sorprendido, ella estaba arrodillada al igual que aquel guerrero, ambos se veían algo nerviosos; desde la nada una sombra aparece detrás del guerrero, vestía un elegante Hakama suejtado en los pies por dos botas de cuero, llevaba puesta una camiseta apegada su cuerpo reluciendo su gran físico, y sobre este un Yukata abierto que hacia juego con el Hakama. Era un hombre de unos 50 años, tez blanca, ojos dorados como el oro, y de pelo rojo oscuro como el vino, su mirada paralizaba a aquel que le veía. Tomo del cuello y lo puso de pie para luego darle una fuerte bofetada la cual lo envió al suelo, sin embargo el guerrero no se defendió, tranquilamente se acerco al lado de Mitsha, pero esta se levanto por voluntad propia, antes de que pudiera decir algo, aquel hombre le da una fuerte bofetada, fue tan fuerte y que la hiso sangran, aun así ella no respondió ni dio la cara, fue tanto el impacto que perdió su forma de semidragón. La presión del lugar se incremento en creces, Andru apenas podía mantenerse en pie. El hombre dejo a Mitsha y se acerco a Andru, frente su silueta torno oscura, se veía más grande de lo normal, su sola presencia bastaba para intimidar a quien le veía, aquello dorados ojos que penetraban el alma. Andru se sentía raro, no tenía miedo, pero no entendía que pasaba, no comprendía por qué Mitsha no se defendió, y que era la sensación que recorría su cuerpo, no era miedo, era algo mayor. Preocupado por su estado no se percato cuando aquel hombre lo toma del cuello, al sentir su toda esa presión se intensifico aun más, todo su cuerpo se estremeció obligándolo a perder su forma de semidragón, lo alzo un poco y lanzo a Andru lejos calendo con fuerza, Alice se veía preocupada, pero no podía moverse, sentía miedo por lo que su cuerpo no respondía, lo que la frustraba mucho. Tirado en el suelo y adolorido, Andru intenta ponerse en pié, brazos se tambaleaban al igual que sus piernas, todo en el estaba mal, pero aun así logro estar de pie -Eso es muy osado de tu parte muchacho- dice una voz grave y susurrando al oído de Andru, este miro a su lado y aquel hombre estaba junto a él sosteniendo una enorme guadaña hecha de huesos y una oz muy larga que estaba sobre su estómago –Eres alguien impetuoso, no sabes cuándo ceder y ello te llevara a la muerte, lástima que no eres como Dankalius- Sólo basto aquel nombre para que Andru se sorprendiera, sus ojos se tornaron rojos y recupero su forma de semidragón, pero con una sonrisa en el rostro de aquel hombre, este avanza cortando a Andru por la mitad Andru caía al suelo viéndose a sí mismo en dos, no sólo fue partido desde su estómago, sus brazos y piernas caían por todas partes, no sentía dolor, no podía sentir nada, su vista se nubló hasta perder la conciencia.
Waaaaaa,que diablos Mitsha le tiene miedo a alguien,descuartizan a Andru,no me esperaba algo asi,pero me gusto me dejsate picado espero no tardes en subir el siguiente cap ok?Un guerrero con una Guadaña Grrr adoro como suena eso ja ja ja
La forma de Valefort es una chica je je,solo eso le faltaba otra Alice regañona ja ja ja pero vaya que tiene razones para estar enojada XD XD XD
¿¡he!? ¿No pudiste ser mas cruel con Andrú? Ahora solo falta que lo hagan cenizas y las esparsan por el mar, le han hecho de todo, pobre muchacho. ¿Mitcha le teme a alguien? Ese anciano debe ser peor que la muerte, hora ¿qué pasará cony comiendome las uñas todos? Me dejaste con los nervios de punta y comiendome las uñas. Me pregunto que tendrá ese hombre para que Andrú pueda ir a als montañas a buscar lo que quiere, no espero por el próximo capitulo, ponlo pronto, bey.