El Jardinero

Tema en 'Fanfics abandonados sobre Libros' iniciado por Patito Fanfics, 16 Abril 2011.

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    El Jardinero
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    61
    Hola, soy Patito y les traigo un fic diferente. Edward es ahora un simple jardinero.

    Rating: M (mayores de 18 años)

    INTRODUCCIÓN

    Un nuevo jardinero pondrá de cabeza el mundo en el que vive la rica heredera Bella Swan.

    Él es todo lo que ella siempre quizo... salvo que no tiene un centavo.

    ¿Será suficiente el amor para vencer las barreras sociales?
     
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    Patito Fanfics

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    El Jardinero
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    985
    WOW, NUEVO JARDINERO

    Soy Isabella Swan, creo que a pesar de todo soy una chica con suerte, no me falta nada. Mi padre tiene una empresa grande, no pasa mucho tiempo conmigo pero me da todo lo que necesito… a veces mucho más que eso.
    Mamá murió cuando era muy pequeña y él trata de compensarme con muchas cosas.

    Tengo 18 años. Dicen mis amigas que suelo ser caprichosa y un tanto vanidosa... por Dios ¿quien no lo es a mi edad?
    Pero lo que detesto es que me contradigan o que me nieguen algo, sólo mi padre tiene ese poder y jamás me ha defraudado cuando le he pedido cosas.

    Aún no he conocido el amor verdadero, apenas hace un par de semanas terminé Jacob, era divertidísimo como amigo pero cuando nos hicimos novios no dejaba de montarme escenas de celos y cuando regresábamos de nuestras citas me besaba con demasiada pasión, parecía que quería comerme.

    Hasta que un día me salió con esa estúpida pruebita de amor. Me dijo que quería saber cuanto lo amaba. Me hubiera gustado hacerlo con él, pero no así. Yo no tenía que probarle nada sobre todo porque no lo consideraba indispensable en mi vida. Soy jóven, tengo una vida por delante y no voy a caer en los chantajes de nadie.

    Miré por la ventan, hoy había salido el sol, digno de verse en este pequeño pueblo, así que me desperté temprano y mientras me arreglaba para bajar a desayunar pensaba en que haría para no aburrirme.

    -Señorita su desayuno está listo, ¿va a bajar o se lo subo?- preguntó Ángela mi mucama.
    -No Ang, ahora bajo. ¿Has visto a mi papá?- pregunte
    -Salió temprano para su oficina, no dijo a qué hora regresaba
    La historia de mi vida, papá es un hombre muy ocupado, ojalá el domingo pueda pasarlo conmigo.
    Después de tomar mi jugo y todas las cosas ricas que Ángela siempre me tenía, salí a la terraza a asolearme un poco, era tan pálida que ni viviendo en una playa me broncearía.
    De pronto en el jardín vi la figura de un hombre bien formado, joven y alto, no le veía el rostro porque estaba de perfil pero tenía un trasero y unos bíceps que para que les cuento.
    -¿Ángela, quien es ese joven que está en junto a las rosas?- pregunté.
    -Es el nuevo jardinero señorita-
    -Nuevo jardinero… nada mal- murmuré.
    -¿Dijo algo señorita?- Ángela se acercó intrigada.
    -No… no dije nada.
    Creo que sólo para salir de dudas y ver si su rostro es igual de impactante que su cuerpo iré a dar un paseo a los rosales.
    No esperaba encontrar el jardín tan bien hoy y mi ropa era algo casual, nada que un retoque no mejore.
    Me desabroché dos botones de mi blusa, elevé unos centímetros mi falda y ya estaba lista para conocer al hombre que abonaba mi jardín. Literalmente hablando claro.
    No quería ser vulgar e ir directamente a presentarme, ni que me estuviera muriendo por conocerlo, simplemente caminé mirando y oliendo las flores, desde niña era uno de mis pasatiempos favoritos, prefería las rosas en sus plantas a un verlas en un florero.
    Sabía que el joven estaba cerca, así que usé el reflejo de las ventanas de la casa para fijarme si él me miraba, creo que me sonrojé un poco al darme cuenta que miraba mis piernas y mi trasero ¿o sería que miraba el césped?
    -Buenos días señorita- escuché una voz suave y masculina que me hizo estremecer.
    -Hola… eres el nuevo jardinero ¿cierto?
    -Sí, mi nombre es Edward y estoy a sus órdenes señorita- hizo una leve reverencia, vaya que sabía hacer sentir bien a una chica.
    -Un gusto Edward y no me digas señorita, suena tan… anticuado, soy Bella, bueno mi nombre es Isabella pero me gusta que me digan Bella- le sonreí sólo para que él me devolviera la sonrisa y vaya que recibí recompensa. Era la sonrisa más sexy del mundo.
    -Como usted diga- respondió, yo solté una carcajada ¿acaso me iba a decir Bella pero a tratarme de usted?
    -¡No! Sólo Bella, puedes tutearme, ni que fuera la reina de Francia- volví a reír, entonces inesperadamente él soltó una carcajada tímida, me pareció más guapo aún si eso era posible.
    -¿Qué es tan divertido?- pregunté.
    -Que en Francia no hay reina- dijo aún riendo, ahora entendía se estaba riendo pero de mí.
    Tonta Bella, no me di cuenta se suponía que debía decir "la reina de Inglaterra" pero me confundí, entonces empecé a sonrojarme, caray, me pasaba siempre que me abochornaba, ahora he quedado como una idiota, seguramente pensará que soy una niña consentida y bruta… no era esa la impresión que quería darle, es más vine aquí con la intención de parecer una mujer fatal.
    -Disculpa, lo siento- dijo al verme algo ofendida.
    -No tienes porque- dije entre dientes, solo hay una oportunidad para causar una primera impresión y yo la había cagado, adiós mi pose de mujer liberal, de chica desinhibida. Que lastima.
    Me preguntaba cómo es que alguien tan guapo trabajaba de jardinero si es obvio que si se dedicaba a "otras cosas" se haría millonario.
    Ojos verdes, cabello broncíneo y cuerpo perfecto… si trabajara de gigoló yo pagaría sin reclamar y seguramente tendría que hacer cola. Por dios, como es que llegué a imaginármelo de gigoló semidesnudo.
    -¿Bella?- su voz me sorprendió y regresé de mis locas fantasías.
    -¿Si?- dije algo asustada.
    -Debo ir a podar el jardín de atrás- se veía que quería seguir conversando o eso parecía.
    -Ah bueno, ¿te puedo acompañar?- pregunté.
    -Es tu casa, puedes hacer lo que quieras- sonrió. Otra vez la burra al trigo, ¿es que mi cerebro no funcionaba bien hoy o era el tipazo que tenía delante?
     
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    ¡Gigoló! jajajajajaja Si que me hizo reir eso. jajajaja.

    Muy bueno, de verdad que me gustó mucho. No suelo leer historias que le cambian todo al original, pero este me atrapó, es muy bueno :)

    Siento que sera muy interesante este fics. Parece ser al principio una tipica historia de la rica que se enamora del pobre. Pero esta tiene un toque de "misterio" que hace que quiera leer mas. "Misterio" Porque siento que habra mas y que poco poco lo iremos descubriendo.

    Espero de verdad que pronto pongas conti y me veras aqui sin falta.

    Muy bueno.

    Felicidades !!

    Siento que Edward sacara unos encantos que enamoraran a la rica y capirchosa Bella.

    Besos
     
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    Patito Fanfics

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    El Jardinero
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    673
    Capítulo 2: Tengo tiempo para conocerte

    Caminamos un trecho sin decir nada, a lo lejos vi el bosquecillo, era mi lugar feliz en la tierra, con árboles frondosos y muchas flores silvestres. Un lugar a dónde iba a pensar o cuando estaba triste.

    -¿Vas a vivir aquí o sólo vendrás en el día?- le pregunté a Edward, sabía que en la parte más alejada de la casa, había una pequeña cabaña abandonada que fue de un guardabosques pero cuando mi papá compró el terreno y le puso cercas allí se quedaba el jardinero. Pero hacía mucho tiempo que solamente contrataban personas para trabajar de día.

    -Su padre… tu padre me permite quedarme, no tengo dónde vivir, así que a partir de hoy viviré aquí- dijo con algo de tristeza.

    -¿Has visto la casita del bosque?- pregunté corriendo hasta llegar a mi árbol favorito. Entonces lo sentí llegar a mi lado.

    -Pensaba repararla hoy, tiene muchos agujeros en el techo y hay que arreglar la puerta pero será bueno vivir allí-sonrió, parecía tan inocente.

    -¿crees que podrás plantar más flores aquí?- pregunté, siempre había querido que esta parte de la casa tuviera más color, había un pequeño claro donde me gustaba echarme a pensar-

    -Las que quieras. ¿te gustan los narcisos, las petunias?- preguntó.

    -Quisiera flores silvestres, de esas que crecen en el bosque, antes habían pero un día un jardinero trató de plantar tulipanes y removió la tierra, nunca más crecieron esas lindas flores de campo- suspiré recordando lo bonito que era este lugar cuando era niña.

    -Me encargaré de ello, tendrás tus flores silvestres- sonrió.

    Caminé un poco más hasta que en lo alto un árbol divisé una rica y jugosa manzana, se me hizo agua la boca mirando aquella fruta pero hacía años que no trepaba en un árbol, ya no creo que pudiera aunque lo intentara.

    -¿Quieres que la baje?- Edward se dio cuenta que miraba la fruta.

    -Puedo hacerlo yo misma- dije altaneramente.
    En lo que me metía, además con esta falda dudo mucho que pueda subir sin que se me vea el alma. Hice el ademán de pretender trepar pero escuché a lo lejos que me llamaban.
    Era la voz a Ángela.

    -Creo que te buscan- dijo Edward algo serio. Entonces mi celular empezó a vibrar. Lo saqué de inmediato y contesté.

    -Dime Ángela- era el número de la casa.

    -Señorita, el joven Newton la busca- otra vez Mike aquí, ¿cuándo iba a entender que no me gustaba?, era irritante tener que soportar sus visitas, sólo lo hacía porque mi padre tenía muchos negocios con el señor Newton sino yo misma sacaría a patadas a su hijito.

    -¿A qué viene? Ok Ángela voy en unos minutos, dile que espere y sírvele una manzanilla a ver si se duerme- corté la llamada con enfado.

    Ahora tenía que soportar al menos una hora a Mike y su eterno discurso de lo que hará con su vida ahora que terminamos la prepa y todas las universidades que le han ofrecido una plaza.

    Yo todavía quería quedarme una temporada más aquí, tal vez hasta que termine el otoño, si, después que caiga la última hoja seca me iría a estudiar lejos.

    De pronto alguien cayó a mi lado de un salto, casi grité. Era Edward y en sus manos traía la manzana. Me asustó un poco pero al ver la fruta casi le salto encima.

    -Debes lavarla primero- me regañó.

    -Estaba en el árbol, nadie la tocó- le dije presumida.

    -Quizás algún pájaro defecó allí- sonrió torcidamente cuando estaba a punto de darle una mordida a mi manzana.
    Puse cara de asco. Di media vuelta y empecé a caminar hacia mi casa.

    Este jardinero era de lo más sexy y un poco arrogante pero tenía más de medio año para conocerlo, la primavera apenas comenzaba.
    
    ********************
    N.A.
    Les dejo el siguiente capítulo, no estaba muy entusiasmada de seguir publicando pero si al menos alguien lo lee lo subiré mas seguido. sólo avísenme.
    Patito ♥
     
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    El Jardinero
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    840
    Capítulo 3: También es un héroe

    Hoy tenía mucho calor, así que me dieron ganas de un buen chapuzón, aprovechando que papá había viajado con su personal de seguridad envié a Ángela a decir al guardia de la puerta que nadie debía pasar. También le dije que ni ella, ni la cocinera o la señora de la limpieza me buscaran.

    Quería hacer un topless pues odiaba que al tostarme me quedaran las marcas del bikini.

    El sol no estaba tan fuerte así que no me llegaría a quemar y con suerte tal vez mi pálida piel tome un poquito de color.

    Alisté todo, bronceador incluido y me llevé un vaso enorme de extracto de zanahorias y naranja, que según Alice, mi mejor amiga, podría ayudarme a ponerme de un tono dorado.
    Me tendí en la perezosa y durante casi una hora traté de concentrarme en la música pero no podía, aún no me decidía que iba a estudiar.

    Tantas cosas pasaban por mi mente. Quería ser escritora, pero a lo mejor no era muy buena. Apenas había escrito algunas novelitas tontas, me parecían que no tenían mucho futuro.

    Papá había sugerido que estudie administración para que le ayude en su empresa pero yo no podía visualizarme de traje y en una oficina días tras día, atrapada como una esclava.
    Quise estudiar turismo de aventura hace un par de años pero solo ver a mi amiga Lauren me hizo desistir. Su madre tenía una empresa de turismo, viajaba mucho pero nunca se divertía y siempre venía disgustada porque debía atender a los clientes de su madre y nunca podía disfrutar de los lugares a los que iba.

    Tal vez podría estudiar diseño de modas como Alice. Pero no me gustaría pasar mi vida entre telas y modelos esqueléticas.

    Era tan difícil crecer.

    Creo que era momento de una zambullida, nada mejor que un poco de agua para aclarar las ideas.

    Me puse la toalla en la espalda y me tapé con ella.

    Llegué al borde de la piscina y sin pensarlo, ya que el agua todavía no calentaba, pues hacia una hora que encendí el temperado, me lancé de cabeza dejando mi toalla atrás.

    Me encantaba oír sonidos dentro del agua, parecía todo tan lejano, me hacían recordar a mamá. Ella me enseñó a nadar y a bucear. Me gustaba pensar que estaba conmigo, siempre competíamos por ver quién aguantaba más la respiración dentro de la piscina, ella me dejaba ganar y me decía que era su pequeña sirenita.
    Traté de bucear lo más pegada al piso, y en lugar de impulsarme con los brazos usaba todo mi cuerpo como un pez o una verdadera sirena.

    De pronto alguien me tomó de la cintura y me asusté mucho, empecé a patalear para soltarme, no sabía quién era y yo estaba casi desnuda. Era un brazo fuerte, si era un ladrón estaba perdida. No me podía soltar de su agarre y en el forcejeo deje escapar el poco aliento que me quedaba, tragué unos sorbos de agua.

    Apenas salimos a la superficie respiré desesperada para volver a pelear con mi captor.

    -¿Te encuentras bien… Bella?- escuche la voz suave del jardinero.

    Ay no, como me había olvidado de él ¿me habría visto en topless cuando estaba bronceándome? Qué vergüenza.

    -¿Bella? Respóndeme- casi gritó, sacándome del agua, sentí el frio.

    -Estoy bien- grité, vi que su rostro se teñía de rojo y no me tardé ni una milésima de segundo darme cuenta porque. Yo estaba sin brasiere. Llevé mis manos de inmediato a mis pechos que acababan de ser profanados nada menos que por mi jardinero.



    Bueno no me los había tocado intencionalmente pero sí que los había mirado.

    Pronto me trajo la toalla y me cubrió.

    -Lo siento… ¿Qué pretendías? ¿Ahogarte?- preguntó.

    -Estaba buceando Edward…- dije mirando hacia otro lado avergonzada y con ganas de lanzarle algo.

    -Creí que te habías caído. Es que escuché el sonido del agua cuando entraste, miré para acá y no vi a nadie y… pasó más de un minuto… cuando te vi en el fondo me asusté- se excusó.

    -Me gusta bucear- le dije más calmada.

    -¿sin ropa?-

    -Se suponía que no había nadie por aquí… me olvidé de avisarte- lo miré, aún estaba avergonzado, la camiseta blanca que tenía se le pegaba al pecho, se veía endiabladamente guapo todo mojado.

    -Discúlpame… lo siento- dijo aun sonrojado.

    -No hay problema… ve a cambiarte- le sonreí.

    -Si… tienes razón- me quedé al borde de la piscina mirando como una tonta al jardinero que se perdía entre los árboles.​

    ***************************​
    N.A.
    Les dejo otro capítulo más por hoy.
    Patito ♥​
     
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    El Jardinero
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    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    1369
    Capítulo 4: y todo un caballero...

    Dos días después del incidente de la piscina decidí que no podía seguir ignorando a Edward, prácticamente me había encerrado en mi habitación de la vergüenza.

    Yo era la dueña de casa y no podía dejar que esto me limitara, ni que mi tranquilidad dependiera de un simple jardinero.

    Si tan sólo fuera simple. Pero no, tenía que ser tan guapo.

    Salí a caminar esa mañana, pareciendo que no tenía nada en mente. Lo ví a lo lejos, estaba trabajando muy cerca de su derruida casita, parecía muy atareado.

    -Hola- es todo lo que se me ocurrió decir, batallé mucho para no volver a sentir vergüenza.

    -Hola Bella- se levantó. –Lo siento, no me he disculpado formalmente. Te presento mis excusas, fui un tonto el otro día- se veía tan lindo así, medio sudado y con las manos sucias.

    -Olvídalo, de todas formas tuviste buena intención- miré hacia otro lado ya que mis ojitos se iban siempre a su pecho y sus bíceps y no estaba bien que fantaseara con alguien del servicio.

    -Como digas- sonrió.

    Tal vez debería irme antes de hacer lo que mis instintos me mandan y lanzarme sobre el jardinero.

    Moría por sentir sus labios, enredar mis dedos en su cabello. ¡Basta!. Papá me mataría, además soy una chica con fortuna. Mi lado negativo decía que una aventurilla no le haría mal a nadie. ¿Qué mal puede hacerme divertirme un poco?

    -¿Me veo bien?- pregunté.

    -¿Perdón?

    -Nada. Es que… necesito una opinión masculina. Ángela no es de mucha ayuda. ¿Te parece que me queda bien esta ropa? Es que voy a recibir visita- fue lo único que se me ocurrió para alargar la conversación.

    -Sí, claro. Te vez… muy bien. Más que eso- era mi imaginación o Edward se abochornó. Vaya, no creí tener tanto poder.

    -Gracias, pensé que tal vez si me quito la blusa y sólo me quedo en top- desabroché mis últimos botones y retiré la prenda. Cuando lo vi tenía los ojos muy abiertos, parecía que se había asustado.

    -¿Te parece mejor?- pregunté pero no respondía. –¿Edward?- volví a insistir.

    -No. Creo que con la blusa puesta es mejor...- se ruborizó.

    Punto para Bella, había dejado mudo a mi jardinero.

    -¿En serio? Bueno- volví a ponerme mi blusa.

    -¿Va a venir tu novio?- dijo más calmado.

    -No tengo novio- di unos pasos hacia las plantas que tenía, apenas eran pequeños brotes.

    -¿No? Qué raro- lo miré.

    -¿Por qué te parece raro?

    -Bueno, cualquiera supondría que usted… tú, deberías tener muchos pretendientes- otra vez parecía en problemas, su rostro cambiaba de color cuando se abochornaba o hablaba de cosas personales.

    -¿Pretendientes? Bueno… si te refieres a jóvenes que me visitan con el afán de que acepte salir con ellos… si, algunos- recordé a Mike, Erik, Tyler.

    -Es… lógico- su mirada cambió, un ligera muestra de dolor lo delató.

    Sí, yo no le era indiferente. Magnífico.

    Eso era lo que necesitaba, una diversión. Podía flirtear un poco con él. No me haría daño un romance de verano, tal vez le daría una medida de adrenalina a mi aburrida vida.
    ¿Pero con el jardinero? Estaba como quería, si tan sólo me acercara un poquito más.

    -¿Y tú? ¿Tienes novia?- di un par de pasos hacia él.

    -¿Yo? No, no- otra vez vi sus mejillas colorearse, magnifico no era la única que se ruborizaba.

    -Eso es… un desperdicio- pegué mi cuerpo contra el suyo, pareció nervioso pero no se apartó de mi.

    Con mucho cuidado elevé mis manos hasta tocar su sedoso cabello, jugueteé con él.

    Con delicadeza junté mi boca a la suya, besé su labio inferior. Edward no se movía, así que me separé y lo miré, parecía una estatua ¿estaría en shock?

    -¿No te gusto?- no sé porqué preguntaba, era obvio yo era muy guapa. Lo que no entiendo es cómo se me ocurre lanzarme así. Si me desprecia el jardinero, voy a necesitar terapia de autoestima.

    -No… no creo que esto sea correcto- dijo tartamudeando.

    -¿Correcto? Sólo sería incorrecto si no te gusto- no iba a dejarlo así tan fácil, no cuando parecía que sólo era su conciencia la que se interponía. Y por supuesto que nadie iba a enterarse, mi padre lo despediría, me daría un buen sermón y mis amigos se reirían de mí.

    Traté de acercarme otra vez pero Edward pero me tomó de los brazos firmemente y no me dejó llegar a él.

    -Esto no está bien… señorita- era la primera vez que me rechazaban.

    Jamás en mis 18 años me había pasado algo como eso, es más, era yo quien siempre debía poner freno a los muchachos y sus hormonas lujuriosas, cada vez que salía con alguien e intentaba besarme. Y Jacob, siempre quería más, toques, roces…

    -Está bien, entiendo que no te guste y no me llames señorita- tuve que luchar mucho para que mis lágrimas no salieran, pero eran de rabia. Era frustrante que la primera vez que yo tenía ganas de besar a alguien, él no quiera.

    -Bella… eres más, mucho más hermosa de lo que merezco- todavía me sujetaba los brazos pero sus manos parecieron acariciarme, sus dedos apenas se movieron pero sentí que sí quería.

    -Entonces ¿Por qué me rechazas?- parecía tener un conflicto interior, lo vi vacilar, sus ojos me decían una cosa y sus reacciones otra. No entendía y quería saber lo que pasaba por su cabeza.

    -No es eso… es que, no puedo…- ¿no puede? Es sólo un beso, flirteo, coqueteo. Bueno tampoco me opondría a que me acaricie. Pero yo no lo quería para novio o para intimar más.

    -¿Por qué?- ahora sí me había picado en la curiosidad.

    -Tu padre ha confiado en mí, abriéndome las puertas de esta casa y no quiero defraudarlo.

    -Pero él no se va a enterar- traté de poner la carita más inocente que pude.

    -Yo no podría… me sentiría culpable- ¿qué teníamos aquí? ¿Un chico… correcto? No, eso ya no existía, sólo los había conocido en los libros de Jane Austen.

    -¿Pero sí te gusto?- ya no presionaría más, sólo quería saber. Simple curiosidad y un tantito de vanidad.

    -Más de lo que puedo expresar- sentí escalofríos cuando me miró. Santos cielos, con un sí me habría sido suficiente ¿qué quería decir con eso? Era un sí pero con creces. Ya estaba contenta, por hoy.

    Sentí vibrar mi celular y tuve que contestar, era una llamada de mi padre

    -Si papá- dije lo más feliz que pude.

    -Bella quiero almorzar contigo, necesito hablarte de algunas cosas ¿Quieres alcanzarme en el Rochester?- miré mi reloj, apenas tenía tiempo para alistarme y pedir que me llevaran.

    -Sí, claro, allí estaré- suspiré al cortar la llamada.

    Hora de que esta linda chica deje de coquetear con los sirvientes y salga al mundo real.

    -Debo irme. Lo siento, de veras, si quieres no volveré a molestarte… espero que… que hagas como que nada pasó ¿Sí?- más o menos tenía esa estrategia en mente ya volvería a la carga otro día.

    -¿Cómo podría?- volvió a dejarme muda al decir eso ¿Qué rayos significaba?

    -Tienes razón Edward, esto no está bien. Adiós- me fui sin mirarlo, esperaba lograr que sus tan calmadas hormonas se alocaran por mí.

    Lo confieso había sido muy intenso coquetearle al jardinero, me habría agradado un buen beso y algo más pero por hoy era suficiente, ya lo haría caer.

    *******
    N.A.

    Pero qué mala es esta niña :( y muy caprichosa, jeje.

    Espero que les haya gustado. Pronto volveré con el siguiente capítulo.

    PATITO
     
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    Moliry

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    Lei el capitulo dos, y me gusta. Una Bella caprichosa y altanera me gusta conocer, jajaja.
    Y no te desanimes por que no veas cometario, creeme que eso tarda, te lo dice alguien que se las vio negras con el exito de mi finc, jajajajaja.
    Animo, y sigue, valdra la pena cuando veas muchos comentarios y los mismos fans te presionen que subas mas, porque quieren saber mas. ;)
    Espero pronto leer los demas capitulos. Una ricaBella y un humilde Edward quiero conocer, jajaja
    Saludos !
     
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    Capítulo 5: pero mi príncipe azul debe tener auto último modelo...



    -Hay un joven que me gustaría que conocieras- ¿mi padre había dicho eso? Vaya.

    -¿Conocer? ¿Quién?- pregunté algo interesada.

    -Emmett Cullen- no entendía a qué se refería, yo conocía a ese montón de músculos.

    -Ya conozco a Emmett, papi- le sonreí.

    -Lo sé, pero me gustaría que lo invitaras a la casa, que fueran más amigos.

    -¿Y eso por qué?

    -Es buen muchacho- sonrió.

    -Hijo único, heredero, con brillante futuro. ¿En serio papá que pretendes?- la verdad siempre por delante, si quería pedirme algo nada mas tenía que ser claro, yo no era una chica intransigente.

    -Sólo me parece un chico interesante, mucho mejor que tu amiguito ese Jacob- a papá nunca había terminado de caerle Jake porque su familia no tenía tanto dinero como nosotros y siendo sinceros mi padre era medio racista y Jake tenía rasgos nativos.

    -Jake y yo terminamos papá, no hay posibilidad que regresemos- le confirmé.

    -Que bueno. De todas formas, me gustaría que frecuentaras a Emmett y a su círculo, son jóvenes promesas, ellos manejarán la economía en el futuro- viejo zorro, queriendo dejar a su hijita entre los más potentados. Ay si supiera que a su pequeña le gustaba un simple muchacho. Bueno no era que me gustara, simplemente era… guapo.

    -Está bien. Lo invitaré a casa, Alice es novia de Jasper, el mejor amigo de Emmett- Charlie sonrió, yo siempre era una hija condescendiente y hacía caso, cuando me convenía. Además no me haría mal, Emmett era enorme, y estaba mucho mejor que Jake.

    -Papá- me animé a preguntarle. -¿Ese chico, el jardinero, de dónde lo sacaste?- simple curiosidad, si no me respondía ni le iba a insistir.

    -Me lo recomendó el padre Eleazar, es un huérfano que creció en la casa hogar de su antigua parroquia, en los arrabales de Port Angeles. Dice que es muy correcto y tiene esperanzas que pronto entre al seminario- bingo, no puedo creer que ese bombón quiera ser sacerdote.

    -Sí, parece buena gente- dije sin prestar atención pero en verdad quería que papá dijera algo más.

    -Necesitaba trabajo así que pensé que el jardín estaba algo descuidado. Además no tenía donde quedarse no tiene a nadie el pobre- era lamentable, pobre Edward, sin familia. Bueno yo le alegraría un poco.

    Por la noche decidí ser una hija obediente y le llamé a Alice.

    -Hola enana, quería pedirte un favor, ¿Crees que puedas invitar a Jasper y a Emmett un día de estos a mi casa?

    -¿Emmett Cullen? ¿Y eso?- preguntó.

    -Pues, mi papito lindo, el que me dio una tarjeta dorada el año pasado, me ha pedido que lo frecuente ¿Qué te parece?

    -Wow, ¿Con que intensiones?

    -Tú qué crees.

    -Viejo interesado- empezó a reírse.

    -Oye es mi viejito interesado, le voy a dar el gusto así que trae al mastodonte para acá debo hablarle-

    -¿En serio? ¿qué le vas a decir? ¿Mi papaíto quiere que juegue contigo?- volvió a burlarse de mi esa enana loca, si no fuera mi mejor amiga le tiraba el teléfono.

    -Quiero un acuerdo. Mira si a nuestros padres les interesa que seamos muy amigos puede que nos pongamos de acuerdo para complacerlos, al menos de fachada-

    -¡Ay que inteligente Bella! jamás lo hubiera creído de ti- reímos juntas un rato.

    -Oye, necesito que vengas a casa mañana, quiero mostrarte algo-

    -¿Qué cosa?

    -Es un secreto, si vienes te vas a sorprender- le dejé picada para que viniera a ver el material que tenía en el jardín.

    Al día siguiente mientras esperaba que mi amiga llegara, salí a fijarme en el estupendo paisaje que todas las mañanas me alegraba. Desde mi terraza tenía una muy buena vista.

    Edward estaba con una camiseta ligera, llevando algo en sus hombros. Vaya, así es cómo se mantenía en forma, porque tenía muy buen cuerpo.

    Entonces algo llamó mi atención, de un lado de la casa salió una de las chicas de limpieza, creo que se llamaba Jessica o Jesenia, algo así. Se lo quedó mirando un rato y se acercó a hablarle.

    Parece que Edward no podía pasar desapercibido, esa niña se meneaba al hablarle. Desde luego que yo no iba a hacer nada, era muy superior a ella.

    Entré a mi habitación y no sé porque empecé a buscar algo que ponerme. Pero algo sexy, y muy provocador. Entonces vi un vestidito blanco, no era nada coqueto. Al contrario parecía puritano, suelto, sin mangas pero con cierto encanto. Me lo puse y salí a dar una vuelta por allí.

    Encontré al jardinero más allá del prado, muy ocupado vaciando unos sacos de tierra.

    -Hola- saludé tímidamente, por supuesto que yo no era tímida pero con este vestidito más valía parecerlo.

    -Buenos días Bella- sonrió. Sentí que muy discretamente me observaba.

    -Quería pedirte que… bueno, me gustaría flores en mi balcón, como una enredadera y algunas macetas de helechos y flores raras- es todo lo que se me ocurrió.

    -Claro, llevaré lo que tenga más tarde y si falta algo iré a comprarlo- uy se veía nervioso, eso me alegró un poco.

    -¿Y cómo está tu casita? ¿Terminaste de arreglarla?- dije mirando con curiosidad hacia el fondo.

    -Sí, me faltan detalles nada más.

    -¿Puedo verla?-

    -Creo... que sí- dijo dudando, me reí. ¿El chico virtuoso no quería que viera su casita? La curiosidad me mataba. Caminé rápido hasta llegar, Edward me abrió la puerta y se hizo a un lado para que pasara ¿Caballerosidad? No, sólo estaba siendo servicial.

    Era muy humilde y vieja pero todo estaba en su sitio, ordenado y limpio. Una mesita con su silla, una cocinita con su alacena, un pequeño ropero y… una cama. Ni siquiera era una cama, sólo una tarima con un colchón viejo. Y muy estrecha, apenas para uno. ¿Por qué carajos pensaba en la cama del jardinero? Había una habitación más, caminé para husmear y me di cuenta que Edward no estaba conmigo. Lo busqué, me miraba desde el umbral de la puerta, ni siquiera se atrevía a entrar. Cobarde, yo no muerdo. Ladro un poco pero no muerdo.
    Seguí caminando hasta llegar a ver qué había en esa habitación. Era un baño, no se veía mal, al menos para él. Tenía una ducha.

    -Me gusta, es acogedora- le sonreí.

    -Gracias- se veía tierno y tan vulnerable.

    -¿No me invitas algo?- quería que entrara.

    -¿Qué deseas? No tengo mucho ¿Quieres galletas?- caminó hasta la pequeña cocinita, abrió la alacena, parecía bien surtida, con bolsitas de galletas de las que se venden en las calles y muchas cajitas de cosas que no identifiqué.

    -Sí, ¿tienes con chispas de chocolate?- casi salté, mi padre jamás me dejaba comer esas cosas, siempre me decía que yo debía alimentarme bien. A veces lo había desobedecido pero casi nunca iba a los supermercados y no tenía ocasión de comprarlas.

    -Tengo una- me la ofreció, me hice un mundo tratando de abrirla, esa cosa estaba muy bien sellada. –Yo te la abro- sonrió. Con mucho cuidado fue por una tijera, cortó la parte superior y las sirvió en un pequeño plato.

    -Gracias- le dije engullendo una. Estaba muy buena. –¿Quieres probar?- me acerqué y puse la mitad de la galleta que estaba comiendo en sus labios, los abrió lentamente y le dio un mordisco. Juro que jamás volveré a ver una galleta de la misma forma, jamás. Era la cosa más sensual que había visto.

    -¿De dónde eres?- pregunté por curiosidad, quería saber más cosas de él, papá apenas había dicho que era huérfano y se crió en un horrible lugar.

    -Port Ángeles, allí nací- pero parecía que él no quería hablarme de su vida.

    -Yo nací aquí en Forks, en esta casa. Papá me contó que mamá no pudo ir al hospital porque fui muy impaciente y salí rápido- él sonrió. -¿Y tus padres?- pregunté.

    -Mamá murió cuando tenía 9 años, a mi padre no lo conocí- otra vez parecía triste.

    -La mía murió cuando yo tenía 4, casi no la recuerdo- ahora era yo la que me estaba poniendo sentimental.

    -Lo siento- me acercó una silla para mí y acomodó una caja de madera para poder sentarse. -No te preocupes, ya lo superé, no me importa- tomé otra galleta.

    -Eso no es cierto, uno no supera esas cosas pero puedes aprender a sobrellevarlo- aparte de guapo parecía bueno. Me sentía como una Eva tratando de tentarlo.

    Tal vez sea mala idea, tal vez no debería estar aquí después de todo. Además Alice ya debía estar por llegar si es que ya no estaba esperándome.

    Me levanté tomando otra galleta mas.

    -Creo que es mejor que me vaya, nos vemos luego- me acerqué a despedirme con un inocente beso en la mejilla, pero al verlo a mi altura, porque seguía sentado, no me pude resistir.

    Nuestros labios se encontraron pero esta vez Edward no me lo impidió. Fue un beso dulce que me dejó sin aliento. Sus labios se movían lentamente y sin prisas. Cuando nos separamos me había olvidado de respirar. Me miraba con tanto cariño que me asusté. Salí corriendo de allí y no me detuve hasta llegar a mi casa.

    ¿Qué rayos me había pasado? Yo debía llevar el control, eso era un simple juego porque me aburría en casa.

    Sí, eso debo tenerlo presente siempre. Edward es un simple juego. Un trabajador más que no merece mi atención.

    -Bella ¿Qué tienes?- Alice estaba en la sala y se acercó a mí.

    -Ven a mi dormitorio- la jalé y no paré hasta encerrarnos y verificar que no hubiera nadie, ni siquiera quería hablar de eso cerca de Ángela, la mucama, a pesar que ella era muy discreta.

    -Besé al jardinero- le solté a mi amiga.

    -¿Qué?- ella me miraba como si yo estuviera loca.

    -Desde el principio… la semana pasado papá trajo un nuevo jardinero, un muchacho huérfano, para que se encargara de la casa. Bueno, su nombre es Edward y está como quiere- la sonrisa de Alice se hizo más amplia. Se arrojó de pronto a mi cama mientras empezaba a sacudirse de risa.

    -Oye, no te rías de mí- me quejé.

    -Ay Bella lo siento- pero no paraba de reír, ya me estaba molestando. –Está bien, ya, ya… es que traías una cara, pensé que algo muy malo te había pasado, que habías visto un aparecido o extraterrestres, ¿pero tú jardinero? Por Dios, eso sí es divertido- se veía que intentaba parar de burlarse pero no lo conseguía.

    Miré por la ventana. Edward caminaba hacia el estacionamiento.

    -Allí está- le hice señales a mi amiga para que viniera a mi lado.

    -Ay madre, ¿eso es un jardinero?- abrió mucho los ojos.

    -Lo ves, esta buenísimo.

    -¿Y te gusta?- preguntó.

    -Es guapo y lindo

    -Te gusta… ¿hasta qué punto?

    -No inventes, nada mas lo quiero para pasar el rato

    -Bueno, no te culpo ¿Para eso me hiciste venir? Esa era la sorpresa?

    -Bueno sí, quería que le echaras un ojo.

    -Le echo los dos, esta como quiere, pero tengo novio, uno que si es presentable- regresó a mi cama y se sentó.

    -¿A que te refieres?

    -Bella, es un jardinero, aunque parezca Brad Pitt, no deja de ser… pobre- encontró una de mis limas de uñas y empezó a usarla.

    -Yo no lo quiero para que me compre cosas- me defendí.

    -Trataré de comprenderte Todo mundo ha fantaseado con sus empleados, puede que haya cierto morbo en eso pero mejor déjalo allí, no le des alas, no vaya a ser que luego le gustes y se tome atribuciones que no le corresponden

    -Fue solo un beso- me ofendí.

    -¿El te besó?

    -No, fui yo, pero esta vez si me correspondió-

    -Ay no me digas que ya has estado de resbalosa con él.

    -No soy resbalosa, pero hace un par de días lo intente y me rechazó.

    -¿Te rechazó? Vaya… eso es nuevo.

    -Sí, pero hoy parecía un poco más interesado,

    -Bien, diviértete cuanto quieras pero ten la mente en claro, es un trabajador, un simple y corriente miembro del personal de servicio. No intimamos con ellos, están para servirnos, le pagamos y punto-

    -Lo sé. Es sólo un pasatiempo.

    -Bueno cambiando de tema, hablé con Emmett, viene mañana a verte, parece que no le caes bien, tal vez alguien le hablo pestes de ti- uy ya me lo imaginaba.

    -¿Jacob?

    -Me imagino, sabes que desde que lo dejaste ha cambiado varias veces la versión de los hechos, primero dijo que se dieron un tiempo, luego que él te dejó y creo que ahora anda diciendo que ya se acostó contigo ¿eso es cierto?

    -Claro que no, te lo habría contado. Ya te dije que me cansé de sus insinuaciones para que tengamos sexo, no quiero acostarme con él.

    -Tiene buen cuerpo.

    -No es suficiente. Quiero alguien que me ame, no importa que yo no esté enamorada, sólo quiero alguien que en verdad me quiera, me adore, me idolatre-

    -Oye no sueñes, eso no pasa así. Bueno yo he tenido suerte porque mi Jaz me adora pero no a todas les pasa. Pero si quieres esperar por tu príncipe azul allá tu.

    Mi principe azul... hermoso, tierno, dulce, caballeroso... y con un auto último modelo. Esa era la imágen que yo tenía de un verdadero príncipe. Y eso era lo que tendría, no un jardinero.

    *********
    N.A.
    Les dejo otro capítulo más. Gracias por leer.

    PATITO♥

    PD.
    Moliry: gracias por tu consejo, sí, creo que subiré los capitulos más seguido, aunque no haya comentarios, ya se engancharán cuando lean más... jeje
     
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  9.  
    Angelcess

    Angelcess Iniciado

    Sagitario
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    14
    Pluma de
    Escritora
    holaaa, hace tiempo leí el último cap y te quería decir que me gusto mucho, por favor continúa este fic! no seas mala que me dejas con la intriga de saber que pasa!! te agradecería mucho que subieras el próximo capítulo :) esoooooo :P
     
  10.  
    St Jimmy

    St Jimmy Entusiasta

    Aries
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    175
    Pluma de
    Escritora
    Holaa!!!Me gusta muchisisisisimo :DD
    Bella es una mala persona y Alice tambien,pobre Edward le van ha hacer hacerse ilusiones :(
    Jacob tampoco me cae bien es un mentiroso .
    Avisame si lo continuas :))
     
  11.  
    Moliry

    Moliry Fanático

    Tauro
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    Escritora
    Amiga, por fin ya me pude pasar y te pido que ya subas un nuevo cap.
    Me gusta de que trata la historia, como te dije antes: Una Bella rica y frivola me gustó por fin conocer, jajaja. Era una curiosidad mia como seria y tu ya me lo dijiste, mil gracias.
    Esa parte de brassier, jajaja, si que me hizo reir. jajaja :oops:
    Estoy segura que la sencilles, la caballerosidad, hará eso de Edward que Bella se enamore de él.
    Es obvio que su padre no aceptara una relacion así, pues quedó claro que quiere que Bella se relacione con amistades de alto rango social :confused: Eso si que será un problema !!

    Kiss, avisame cuando subas por fis...
     
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  12. ¿Patito? HAHAHA! No puedo creer que te haya encontrado por este foro. Me apunto a seguir leyendo tu historia. Nos leemos.
     

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