Microrrelato El intruso

Para la actividad Serpientes y Escaleras [Halloween Version].

El intruso​

Con los ojos entornados, la mirada inquieta y predadora, el anciano contempla la imagen central de la pantalla. Sus músculos, ya tensos y agarrotados por las horas, protestan junto a las articulaciones crujientes cuando sacude las manos y golpea el escritorio. Las uñas carcomidas se arrastran por la vieja superficie, marcando senderos claros e irregulares, mientras pega el rostro contra el amplio monitor.

Alargando una necesaria exhalación, observa el interior de su propio hogar a través de las cuantiosas cámaras instaladas. La vista de cada cuarto, tan sucios y abandonados, parpadea al compás de los segundos, variando con cada regreso la disposición de todos los muebles.

—Impo... Imposible —farfulla el viejo, anonadado y extasiado a partes iguales. Lo irreal de la situación engulle con destreza todo pensamiento racional, inhibiendo los sentidos que hasta ahora habían permanecido en completa alerta—. Maravilloso...

A sus espaldas, un halo se deja vislumbrar bajo el umbral de la puerta. Instantes después, el picaporte comienza a girar y la última barrera humana cede.