Ciencia ficción El Hombre en el Trono Oscuro

(ambiental)

¡-un sátiro ebrio!!! Que dolor de CU LO- el hombre de la cantina se desmadró entre risas dándose las espaldas contra unos barriles, salpicándole la taza rebosante en la ropa-la próxima llévate un poco de aceite para eso por favor!!-el lo miraba son compartir su repentina y mal contenido alegra, solo veía otro trigueño de ojos vivos con unas muñequeras negras, siempre Grieve se preguntaba aburridamente para qué diantre usaría unas dentro de su bar, lugar que no era ni el mejor, pero tampoco el peor del pueblo, últimamente había muchos extranjeros de paso y la competencia se había puesto dura con la Posada del Gobernador del lado nuevo del pueblo, pero él siempre era bien recibido ahí como una segunda casa donde con suerte podrían encontrarle quien pudiera requerirlo.

-seguramente era una medio elfa o elfa nocturna crecida con humanos, son mucho menos serias que sus prima-hizo como si dibujara la silueta una mujer con sus manos dando un silbido-pero están igual de bu...-se calló mirando a todos lados ante la mirada reprobatoria de su esposa, una corpulenta dama que hacia delicias en el fogón de la chimenea, era sorprendente la agilidad con que subía y bajaba las escaleras o cambiaba las gruesas velas del candelabro de hierro que iluminaba la estancia principal, dicen los rumores que de joven un jabalí furioso se meto al pueblo de la señora lo freno con una mano y con la otra le dio un hachazo en media cabeza, cuando la veía cazar me creía todos los relatos de sus cacerías juveniles, entonces lo recordó.
-igual arruinaron mi cacería-Grieve molesto apresuro el amargo licor en su garganta, apretando los labios hasta que se pusieron blancos y un vaho de alcohol escapo por sus fosas nasales- esos caballeros tienen las mejores misiones...

-la mejores misiones-remedo el dependiente detrás de la barra-las mejores recompensas, armas, chicas...bueno grillo… Griev tú eres un chico con suerte e inteligencia, debiste haberte postulado otra vez al gremio de magos.

-eso es carísimo, con la paga que me daban vendiendo dulce de maní jamás iba a poder comprar libros de magia.

-eres un caso que no daría yo por tener todos esos nombres y hechos en mi cabeza...en cambio aquí estamos tú matando esas neuronas y yo, haciéndome rico con los desgraciados que ahogan sus penas, salud por ello-choco el vaso del muchacho con mucha fuerza que lo aparto antes que volviera hacerlo.

El cantinero lleno su tazón de madera con licor y especias mezcla de la casa y se lo bebía-una vida segura y buena, eso necesitas!!

-hola, Grieve-la voz de Allisa sonó detrás de él, el chico se giró amablemente para responder-

-hola, linda, que bello verte- siempre era amable con ella, la hija del cantinero era una morocha de labios gruesos y figura generosa entradita en carnes, trabajaba de toda la vida con su padre y su madre en el bar, llevaba una bandeja grande con garrofas de cerveza terminada-vengo de cazar espectros
-los espectros los cazaban a él-prosiguió a pesar de la cara del muchacho- pero la partida de Tibaldo de Iberia lo salvo- el hombre detrás de la barra le arruino la historia que trataba de contarle a su hija-perdona gravillo, pero contándole cuentos a mi hija no te quedaras con el bar, ya te dije si trabajaras aquí...

-venga señor Lucas esta por arruinarme la bebida-el hombre se rio sin esfuerzo, cuando el muchachón se puso de un rojo muy feo y Alissa para su desgracia lo miro con pena y añadió:

- debieron ser muchos-le hizo un guiño-tú eres valiente-cuando su papá se fue a bajar unas botellas para una partida de bárbaros Alissa añadió- deberías hacerle caso, un día de estos conseguirás que te hieran en serio, aquí en el pueblo somos simples-eligió sus palabras recordando los juegos infantiles cuando niños cuando alimentaban sueños épicos y principescos- atendemos los que están de pasada, pero tú sueñas mucho, eso es peligroso, dentro de poco estaré en edad de casarme y tú quedaras sin amigos cuando eso pase.

-tengo otros amigos-añadió secamente Griev levantándose molesto, la miro sintiéndose algo culpable por su actitud frente a ella, pero se alejó dejando unas monedas de cobre verdoso en la barra, eran juntas un poco menos de lo consumido, pero sabía que su amiga se haría de la vista gorda.
-El armero no es tu amigo...-suspiro la morena mirando las monedas que se notaban habían pasado mucho tiempo en el agua, quizá recogidas de las canaletas del suelo u en el río.

 

(ambiental)

-No soy su amigo necia!!! el chico es graciosísimo!!-la voz tronaba traspasando las gruesas paredes de piedra de la armería, en el interior el dueño de ese vozarrón era contemplado por cuadros gastados de sus familiares, los anteriores dueños del local, en un principio había sido una carpintería y la excelente calidad de las maderas contrabandeadas con el magistrado de turno, permitió que ganaran buen dinero, luego vino el hierro mucho hierro gracias a las campañas miliares donde se pudo saquear bastante, luego los aventureros, un flujo de ingresos constantes hizo que las últimas generaciones se dedicaron de surtir a las milicias a los busca fortunas, ahora él era el número siete en la lista de propietarios y trataba de impresionar a una marina mientras jugaba con un juego de cuchillos de caza-mira lo que digo sardinilla, pregunta siempre por los precios de todos los equipos luego suma los centavos en su cabeza, casi puedo oírlos y promete que volverá a comprar una gran armadura

mmm-escucho grieve cuando entraba por el pasaje al costado de la armería, su puño se peló en los nudillos cuando golpea la pared eso ni se oyó dentro porque el dueño prosiguió-viene con esa pinta de mago tenebroso pero su túnica esta llena de agujeros de polilla y perros.
-pero debes reconocerle que los tiene cuadrados para seguir yendo en busca de aventuras al bosque solo y sin equipo adecuado-una voz femenina consoló en el algo el dolor del puño, es más fácil justificar los actos propios cuando alguien te felicita de alguna manera-tu esa edad que hacías...martinillo?? -ella admiraba una porra de mango de madera negra encapada en acero sobre la cabeza de armas, golpeaba probando algunas armas en los estantes.

-ouch...pero es un soñador,-abrió los brazos señalando su local-esto es lo que importa, pero bueno siempre me alegra saber con qué saldrá-dejo un gran cuchillo curvo en una pila de hojas sin la puerta de la armería se abrió de golpe o así paso en la imaginación del muchacho, ya que la puerta era pesada como un árbol caído a medio camino, Grieve entraba empujando con el codo y la rodilla mientras la otra manos estaba ocupada con un saco lleno de garras de oso-hola qué tal?-sonrió del modo más genérico que podía, sonreía poco, ya que cuando lo hacía mucho las personas se incomodaban.

-no puedo creerlo grief son las de la misión de ayer?-el armero sacaba un libro de anotaciones-tú no duermes chaval!!
-como pediste, son los osos y unas pocas de sasquacth, aquí tienes 24 garras-sonrió, ocultando su mano herida en su gran bolsillo-no he dormido, así que un trato es un trato ¿no?

-claro...que es ese olor??-olisqueo en dirección al chico, paso una mirada hacia la sonrisa burlona formándose en los labios la chica de cabello naranja y piel bronceada curtida bajo el sol y el salitre de las olas-parece que te sobro tiempo luego de la cacería no?

-pero si has tomado como adulto-ella se acercó dándole un golpe amistoso, las anillas de su ropa tintinearon un poco- se huele-su voz baja como si le confiara un secreto luego Maritza hizo un gesto de olor con su mano cuando Griev la miro abochornado, era de una belleza tosca, su armadura tachonada con krakens por todos lados, ceñida levantaba sus pechos de manera que resaltaban bien protegidos por cortas escamadas-no deberías llegar primero aquí antes de al bar? oye mis ojos están arriba...

-pero el muchacho estaba congelado meditando-pensaba que los Marinos no venían tan tierra dentro-suspicaz se olvidó de su recompensa- hay una misión en el lago negro? está floja la caza así que...
-hay varias, pero no para ti-el armero hizo sonar una bolsita con plata al tiempo que jalaba el cargamento del chico-sigue así, nunca pensé que podías matar más que perros y cerdos salvajes.

-pues ya sabes...-un gruñido sonó en algún lugar bajo las túnicas de Grieve-hay que vivir el día a día.
-hoy se come no?-añadió la marina jalándolo confiada, tenía unos brazos fuertes olía mucho a cuero y sal-que me vas a invitar? ya sabes tengo buen diente.
-hey grief me sorprendes muchacho, sigue así cazando esas bestias te puede ir mejor que yéndote con estos calzones salados-lo jalo apartándolo de ella-no gastes tu dinero con mujeres, es un consejo.
-tampoco todo en hombres Grif, por cierto armero-Maritza lo miro algo incrédula-no te quejabas de mi sal en la trastienda-añadió ajustándose la correa con el hacha enfundada-gracias por la pulida ya te veré luego de la misión.
. Recalcó ese término para que Grieve la envidiara-Griv me debes la comida-se fue con aquel movimiento típico de las féminas.

-¿Qué compraras hoy?-los ojos de ambos brillaron-sigues en ese proyecto secreto??

-No sé tú dime -empezó a escribir en un papel y se lo dio-esto quiero.

-está bien, lo tengo todo, pero...-escribió una cifra en el mismo papel-esto te va a costar.

-Es tu mejor oferta?-escudriñaba la mirada del armero como si tuvieran la misma edad y experiencia, pero cada vez que negociaba un vacío crecía en su estómago, ojalá no tuviera siempre que regatear.

-No sé tú dime-imito el armero variado la cifra por una un poco menor cuando escucho otro gruñido estomacal de su cliente.

Luego saldría por la pesada puerta con un costalillo tintineante y cientos de ideas en la cabeza, ojalá esas ideas le llenaran las tripas que protestaban.

 

(ambiental)



Y Griev cuando escucho el anuncio de la hora de la rata, apretó el paso y se fue casi corriente hacia su morada, sus botas hacían salpicaduras sobre las charcas de suciedad, vivía en un barrio bajo donde habían muchos aprendices de artesanos.

Parecía ir cuesta abajo literalmente era una bajada pronunciada el olor a porquería y humedad era casi permanente en otoño e invierno, si llovía o nevaba era todavía peor, la nieve parduzca formaba grumos de helada porquería y hay derretirse dejaba todo como un lodazal.
Luego acabo frente al endeble edificio, bueno una hilera de casas de 2 y 3 pisos, un cuarto entre muchos cuartos, pasando desvencijadas puertas donde escuchaba desde gritos, juramentos, llanto y gemidos, ni mencionar los olores que surgían de ellas.

Por fin llegaba a lo suyo, una cama le esperaba, el piso de madera crujió un poco bajo sus botas, se giró hacia el estante de libros casi vacío salvo por el polvo acumulado y varios cascarones vacos de insectos muertos patas arriba ya secos por el tiempo.

Antes de sentarse se quitó la túnica de 2 varas con 2 palmos, la colgó en una silla extendida ...si quizá lograba secarla esta vez, el polo sin mangas color beis abrigaría su cuerpo esa noche, dejaba ver sus brazos llenos de moretones algunos de difuso color pero otros tantos muy coloridos, sus botas quedaron aireándose encima de la mesa próxima a la pequeñísima ventana que procuraba ventilación a esa pequeña pieza de 10 palmos, no habían habitaciones simétricas en toda la estructura.

Así acostumbrado a la penumbra, con los pies descalzos salió a toda carrera a la candela del pasillo que alumbraba el frío corredor, prendió una vela gruesa como sirio y regreso pronto hasta su cama, estornudo un par de veces por el súbito enfriamiento, cruzó las velludas piernas y tomo el saquillo que obtuvo en la armería, compro cuero, soguilla y placas, con el punzón y las lancetas en su cuarto podría hacerse una armadura fabulosa como en las historias de reinos lejanos o eso creía.

El proceso sería sencillo y a su vez complejo, había formado patrones de laminas de cuero cortado a cuchilladas muy rectas, basándose en unos dibujos que llegaban del mar oriental, con un carbón marcaba las formas y lugares para las placas, acomodaba cada pieza una sobre otra y luego las perforaba, cortaba y recortaba acomodándolas según el dibujo y el boceto de como el había interpretado serian las piezas,



Así llego la primera hora del día de Mánadagr entonces una sola campanada lo saco de su ensañamiento, se había privado encima del cuero sobre el tronco que le servía de almohada.

--¡¡la hora del Ángel(once)!! joder--se golpeó la cabeza con la mano, tenía el rostro rojo y surcado por las arrugas de la ropa se vistió mientras salía a toda prisa de cuarto, todos los vecinos ya estaban en otros lugares en sus asuntos, la casera le llamo la atención-
--¡¡Grife deja de andar con esos harapos das mal aspecto!! ¡¡esta es una casa decente!!--la voz de la señora encorvada de ojos grises como hielo era estridente con acento de siwandyr, pero se fue apagando conforme se alejaba-- ¡¡nadie debe ver lo mal que estas!! ¡¡consigue un trabajo en la granja!! ¡¡vende pociones!! ¡¡la juventud se pasa volando!!.

.Grieve salió con el sol quemando sobre él, su túnica arrastraba sobre el suelo y una carreta casi lo derriba, afuera la vida bullía y muchos caballeros estaban de pasada, incluso mujeres con trenzas de colores vivos, algunas de ellas lo miraban con desprecio solo por ser varón.

--¡¡hay tú!!--unos barbudos armados y acorazados le derribaron empujándolo con las astas de sus armas cuando trataba de cruzar una vía para llegar al río--abre paso que pasa la dama Felicia de Valer-- una princesa, duquesa o alguna cosa de esas pasaba con su armadura norteña, pieles carísimas, sus ojos con pinturas azules denotaban su rango de guerrera, su yegua negra la hacía ver inmensa, cuando ella y su escolta terminaron, mientras él se levantaba presuroso y daba pasitos de impaciencia sobre su sitio esperaba que se apurara en pasa la dama esa y lo dejaran avanzar.





Por fin puso seguir su rumbo al río, en el puente no aguanto más y salto sumergiéndose en el agua y hundiéndose como plomo, casi se ahoga, pero había descubierto que al estar cerca de ese umbral, con todos los sentidos alerta con el corazón aceleradísimo, podía encausar mejor sus poderes, sintió como una breve e intensa corriente lo envolvía y se disipaba, en ese momento salía del agua con un pez y lo lanzo muerto a la orilla-- vive...vive
La energía nigromántica emanaba de sus manos y hacia resplandecer al pez inerte--vive...vive...
Entonces el pez empezó a moverse y Grieve lo lanzo al agua satisfecho, entonces su estómago sonó cavernosamente, no había almorzado nada desde las cervezas del bar anoche, pensó que debió comerse al pez, total ya lo había tenido en sus manos, se tiró en la orilla a pensar cuando una fuerza enorme lo arrastro de la toga adentro, un animal monstruoso y oscuro lo jalaba, Grieve trataba de gritar, pero al verse arrastrado se había mordido la lengua y el agua entraba ahora en su boca un sabor metálico producto de su sangre fue sustituido por uno fangoso nauseabundo.



Una especie de lagarto había remontado el río y Griev le parecía un bocadillo al paso, sus fauces cerradas justo entre las piernas del chico sujetándole de las largas túnicas, daban vueltas provocando que este saliera y entrara al agua, de pronto lo soltaron y Grieve floto, todo sonido de lucha ceso con la misma rapidez con que había empezado unas manos ásperas lo sacaron y de pronto sintió mucho dolor en la cara-- despierta estúpido humano.



Abrió los ojos muy grandes y vio una figura serpentina y amenazadora llena de femineidad encarándole, una sirena que no se detenía en cachetearlo-¿así sois todos? ¿así de tan humanos o solo tú eres así??-unos ojos negros con iris lilas le espetaban por una respuesta mientras sus palabras le escupían.

--¿¿perdón??-medio atontado las manos palmeadas le azotaban y arañaban a la vez, pero seguía aturdido--deb...

--nada de perdón, torpe del culo, he tenido que matar a este pobre y hambriento animal porque se te ocurrió dormir en la orilla--la sirena furiosa casi lo golpea cuando otra la detuvo reprendiéndola enérgicamente--nuestro trabajo es evitar que pasen estas cosas, no castigar a los humanos por negligentes
--o por idiotas--interrumpió su compañera cuyas escamas relucientes le daban un color azulado oscuro, pero a su vez brillante--esa es su naturaleza, ahora tenemos trabajo que hacer.

Con el rostro adolorido Grieve las vio sumergirse para perderse en el agua, pensó que había tenido suficiente por hoy, del río los peces y demás habitantes, ya casi se iba cuando noto el cadáver del lagarto, debía medir unos 30 palmos y pesas sus 500 libras--¡¡¡estás perfecto amigo!!! con algunos agujeros de las armas de las sirenas eso si, ¡¡pero miren que tesoro!!.

Brinco de alegría casi abrazando el cadáver, aspirando su intenso aroma mezclado de todos los ríos y mares que había recorrido hasta que exhaló su último suspiro esa tarde.
-Si son bien estúpidos esos humanos que se va a hacer...-dijo con resignación la sirena capitana viéndolo de lejos- y eso que no sabes lo que hacen con los delfines...-añadió su compañera haciendo una mímica obscena con los dedos.

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Grieve arrastro casi muriendo en el intento al lagarto hasta hacerlo rodar sobre un sitio con hierba alta y empezó el ritual, como los grandes nigromantes, capaces de resucitar cadáveres de animales míticos y hordas de esclavos para hacer su voluntad- ¡¡vive!! ¡¡¡vive!!!
emocionado canalizaba su fuerza sobre el cuerpo de casi 3 metros, pero nada pasaba- ¡¡vive vive!! maldito seas vive!!

-¡¡¡Vive vive!!!-si increíble pudiera parecer que reviviera, ms increíble podía ser que no se rindiera Grieve, ya se imaginaba, montado en las calles del pueblo a lomos de un gran lagarto enorme reanimado-¡¡Vive vive!!