¡Hola a todos! este escrito lo he hecho para la actividad de "La abuela pachoncita", espero que les guste, es algo bastante sencillo :3. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-. Debería renunciar a este trabajo, cada temporada la gente se vuelve más y más desordenada. Además de que pareciera que esta ciudad les devorara la cordura y la gentileza, puede adivinarse a simple vista con solo mirar al pobre tipo disfrazado de reno que vino a hacerla de comediante, si bien sus chistes no eran tan malos pero ¿era necesario humillarlo de tal forma?. Ahora mismo está sentado en una silla tomando un vaso de leche, ¿pero por qué toma un vaso de leche? De seguro está tan deprimido que se confundió y pidió la leche, me le acercaré un rato, tal vez y pueda animarle… — Eh, ¿que tal amigo?. — El hombre aún no se quita el disfraz, pero debo reconocerle una cosa… se ve demasiado real, incluso los cuernos de la cabeza son duros y macizos. Bueno, de todo se puede encontrar en las Vegas. — …. — No me respondió y se limitó a dar otro sorbo a su vaso, sin tomarlo como una descortesía me senté en la silla de enfrente, entonces pude verle el rostro… estaba… llorando. — Vamos hombre, no permitirás que esa multitud de cabezas duras te afecten, ¿cierto? — Me miró con tristeza y hasta un deje de agradecimiento. — ¿De dónde vienes?. — — Del polo norte. — No pude evitar soltar una risotada, ¡pero qué bien metido estaba en el papel!, le seguiré el juego. — ¿Y por qué viniste aquí?. — Me lanzó una mirada de ¿eso no es obvio?, me aclaré la garganta y me sentí algo apenado. — En mi pueblo yo era uno de los mejores comediantes, mis amigos me adoraban por ser tan gracioso y era tal mi deseo de convertirme en un profesional que decidí venir aquí… dijeron que en Las Vegas vienen los mejores del mundo… quería un publico mas grande ¿sabes? Quería hacerlos reir y que todos me quisieran… que todos se alegraran con verme… que dijeran, ¡mira ahí viene Relámpago!. — Oh no… esto se está poniendo demasiado melancólico, ¡el pobre está llorando!. — Y mira con lo que me encuentro… tomates… tomates… gritos y abucheos… — Le dio un gran sorbo a la leche y siguió sollozando… odio ver a la gente triste. — Cuéntame un chiste. — — ¿Hm? — Levantó la cabeza sorprendido. — ¿Qué no los escuchaste hace una hora? — Estaba trabajando, no escuché nada. — Pero… — Quiero un chiste, vamos hombre. ¡El mejor que tengas! . Algo le llameó en los ojos y se levantó de la silla, tomó mi pluma como si fuera un micrófono y dijo con una voz ronca y graciosa. — ¿Ya escuchaste hablar sobre el libro de cocina esquimal? ¡se llama cien formas de cocinar ballena! — Me reí tan fuerte como pude, su chiste era malísimo pero los gestos y la voz de este hombre me hicieron doler el estómago. El me miró como si fuese a llorar de nuevo, pero ahora tenía una especie de brillo en los ojos, creo que he logrado animarle un poco. Me sequé las lágrimas y aplaudí un poco, él se volvió a sentar. Pasamos el resto de la noche hablando sobre tonterías mientras yo me reía de sus malos chistes. Al final ya era demasiado tarde y el restaurante tenía que cerrar. Me despedí de él y yo me dediqué a terminar el trabajo a la velocidad de la luz. Pero cuando el salió escuché campanillas, y la voz de un hombre que decía: — Vuelve a contarme el chiste de los pingüinos que vienen de la escuela, ¡es mi favorito! Jojojojo — Pero que forma tan extraña de reír… .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Eso sería todo, espero sus comentarios, criticas y tomatazos n.n, por cierto, un favor... si encuentran algun error o si el escrito no les gusto, pueden decirlo abiertamente, aceptaré cualquier cosa que digan :D.
Hola linda :3 Aww~ tu escrito me provocó un tanto de ternura. Me gustó que narraras la historia desde el punto de vista de otra persona totalmente ajena a la realidad y con un gran corazón como para reír con esos chistes. Es lindo cuando encuentras personas buenas y consideradas en lugares donde uno piensa que sólo reina la avaricia y el egocentrismo. Fue una linda forma de mostrar que aun en el lugar más pequeño, o grande como en el caso de las Vegas, se puede encontrar a alguien que quiera hacer feliz a otra persona porque sí. Por otro lado, he podido encontrar dos pequeños errores. Uno, es un acento que te faltó aquí: En el "el" puesto que hablas de un hombre, reno pero hombre al fin y al cabo (? El segundo, es que cuando pones el guión largo para cerrar el diálogo, no debe haber espacios entre éste y las descripciones que pongas luego. Fue de ello, me encantó. Simple pero lindo. Besos y suerte!
