El gran amor surge de una simple amistad [inuxkag]

por cierto hay algo que olvide decir en mi historia o cap anterior
Kouga le dijo un buen de cosas a Kagome que en el proximo capi dire
y Kagome accedio a ser su novia ya veran a que me refiero
ademas aunque suene raro Kikyo esta vez no sera quien los separe directamente
bueno esperen conti o al rato o mañana byee

 

Hola mis queridas amigas de nuevo les traigo conti de esta historia, también aprovechando que estoy

con nuevas ideas les quería decir que pueden votar por tres finales que les mandare a cada uno y así

podrán votar por el mejor y así veré como termino este fic pero por ahora disfruten este capítulo nuevo

y comenten como siempre con sus grandes opiniones.

Capítulo 7: Una amistad rota, el beso que destruye todo

La chica de cabello azabache, tenía los puños cerrados con ira en ese momento, dejaba a su rival Aire

totalmente sorprendida, realmente quería verla fuera de su vista.

-¡hmp!...no me interesan tus palabras Kagome, Inuyasha estará con Kikyo eso te lo aseguro- decía

convencida la rubia, en ese momento camino hacia el comedor al escuchar que la mama de Inu-sama

decía que la cena estaba lista.

-Aire….como te detesto, ¿Por qué rayos tú y Kikyo…están aquí?- la chica de ojos chocolate no se sentía

cómoda ante tales visitas, de pronto alzo su mirada y se dirigió hacia el cuarto de su amigo Inuyasha iba

a apartar a Kikyo le costara lo que le costara, hasta pensaba actuar dulce y tierna, delicada para atraer a

Inuyasha de nuevo hacia ella.

En el cuarto del chico de hermosos ojos ambar.

-Kikyo…yo no quiero, ella está enamorada de ese estúpido Kouga, le dice príncipe y cosas tontas…me

dan ganas de…matar a ese tipo- decía el chico totalmente devastado, las lágrimas no podían dejar de

caer sobre sus mejillas mientras Kikyo aprovechaba ese momento para abrazarlo y acariciar sus

hermosas y suaves manos con dulzura.

-Tranquilo…aquí estoy Inuyasha, tu puedes siempre confiar en mi- decía la chica aprovechando

totalmente el dolor de ese chico hermoso y tierno.

Aunque detrás de la puerta escuchaba una azabache, no entendía mucho de lo que decía su amigo pero

ella no lo dejaría con Kikyo si alguien lo iba a consolar seria ella y no esa chica que la hacía rabiar al igual

que su prima.

-Inuyasha… ¿puedo entrar?...- decía la hermosa chica azabache, su voz mostraba dulzura, mucha

ternura la cual los dos chicos que se encontraban en la habitación dejo sorprendidos, sabía que

empezaría su plan de ¡aléjate de Inuyasha! Aunque era extraño que ella actuara así, jamás había

sentido…celos.

-¿Kagome?...es mejor que bajes, ahora no me siento bien…- decía el chico fingiendo una voz de dolor,

pero aun asi su amiga no lo dejaría ahí con Kikyo abriendo la puerta al instante al escuchar esa voz que la

preocupaba.

-¡Inuyasha!... ¿qué te pasa?, ¿tienes fiebre?, dime por favor- la chica ya estaba ahí a su lado mirando a

Kikyo con mirada de ¡vete de aquí! Ahora estoy yo a su lado.

-¿Ah?, ¡Oye Kagome ya te dije que te fueras!, yo estoy bien mejor ve a cenar- decía el chico ya resignado

al ver a su amiga tan cerca de él, mostrando su sonrojo levemente.

-¡No!, vamos Inuyasha debes recostarte yo te cuidare hasta que quieras comer y así bajaremos juntos

¿sí? –decía la azabache totalmente decidida y mirando a Kikyo aun retándola con esa mirada llena de

odio.

-Kagome si Inuyasha no…- pero no pudo terminar ya que la chica la estaba casi sacando de la habitación

a patadas, o más bien casi arrastrándola y cierra la puerta con seguro al lograr su objetivo

-¡estará bien tu tranquila! –decía gritando la chica desde la habitación y después mira a Inu tierna y

risueña.

-¿Kagome?... ¿que estas…?- el chico se sentía nervioso ante la reacción de ella, sentía que su corazón se

le salía del pecho a punto de explotar, pero Kagome lo hace recostar quitando las cosas de la cama de su

amigo.

-Inuyasha siempre tienes muy desordenado, ¿Cuándo cambiaras?- decía riendo, y guardando todo en su

lugar como si fuera su enfermera o algo así.

-Kagome… ¿estabas preocupada?- decía casi temblando, sus labios ardían quería juntarlos con los de

ella, estaba que se moría por estar sobre ella y comerla a besos.

-¡claro que sí!...tonto, si sabes que me preocupa tu bienestar- decía acercándose a él juntando sus manos

y cerrando los puños algo molesta por la pregunta que le hacía.

-Ya me siento mejor, ¿mejor vamos a comer?- decía el chico suspirando, no creía que Kagome se pusiera

así por el y menos que ella le mostrara lo que sentía en ese momento.

-¡está bien!, muero de hambre aunque yo te iba a esperar- decía feliz tomando su mano y bajando

enseguida hacia el comedor casi tirando la puerta.

-¡Kagome, tranquila provocaras un terremoto!- decía el chico sosteniendo su gorro que ocultaba su

cabeza y mirando reír a la chica hasta llegar al comedor.

-Kagome, lo vas a matar…tonta- decía la rubia mientras comía lentamente el estofado que había

preparado Kagome.

-¡Cállate!, Aire eres tan metiche…- decía la azabache riendo, causaba a la ojos azul como el hermoso cielo

morir del coraje y Kikyo también la miraba con mucha molestia al ver como traía a Inuyasha del brazo,

como si fueran una pareja.

-Kagome-chan por favor siéntense, debo decir que tu comida esta deliciosa- decia la madre de mi Inu-

sama totalmente sonriente para asi calmar esa escena entre las chicas.

-Vaya, esto sabe muy bien Kagome- decia el chico pasando su dedo sobre la comida y sonriéndole

mientras se sentaba.

-Me alegro…tanto- decía sonrojada levemente, era extraño jamas se había sonrojado ante esa respuesta

de Inuyasha, para ella era de mucha felicidad.

-Inuyasha, ¿me puedo sentar a tu lado?- decía la otra chica de piel clara, apunto de ir a su lado pero

entonces la chica Kagome decidió hacer su segundo ¡aléjate Kikyo!

-Hay olvide decirte algo Inuyasha, mejor me siento a tu lado- decia la azabache totalmente feliz, se

sentaba al lado del chico de ojos ambar dejando a Kikyo totalmente desconcertada y atónita.

-*¡Esa Kagome no la soporto!, ¿Por qué se acerca tanto a el? Grrr* Kagome, ¿eres novia de Inuyasha o

qué?, es que te veo muy pegada desde hace rato- la chica miraba a Kagome con malicia y solo hizo que

Inuyasha se atragantara con la comida poniendo unos ojos de platos.

-No…yo solo lo quiero como amigo, pero es casi mi hermano y no lo puedo dejar en malas manos- decía

la chica llevando un bocado a sus labios sintiendo el chico aroma de la comida.

-¡Asi es!, ni quien quiera volverse su novio- decía el peli plateado totalmente nervioso, pero a la vez

sentía mucho dolor al escuchar eso, lo hacía perder todas sus esperanzas de que algún día pudiera estar

a su lado como su novio y tal vez en un futuro su esposo pero era imposible y él lo sabía.

-Mmm, pues entonces…¡deja de pegarte como chicle!- decia furiosa la chica Kikyo, apretaba los puños

doblando su tenedor, su prima Aire solo la miraba y mandaba una mirada furiosa hacia Kagome.

-¡¿Qué rayos estaban haciendo?!- decía la rubia muy furiosa, miraba a Kagome al igual que Kikyo, la

chica se sentía incomoda ante tal pregunta que solo reflejo en su mirada un ¡que te importa!

-Jejeje, vamos chicos coman tranquilos no hay porque alarmarse- decia la señora sonriéndoles

dulcemente aunque su hijo solo comía sin prestarles atención, lo que la calmaba un poco.

-déjalas mama…si pudieran ver lo patéticas que se ven- decía el chico causando a las tres sorprenderse,

sus palabras se sentían como una bala al corazón.

-Lo siento…yo me voy- decia la azabache tomando su mochila y saliendo de la casa con mucha tristeza.

-*Kagome…no era para ti, si yo a ti te adoro mi princesa- decia el chico en sus pensamientos totalmente

triste, bajando la mirada y soltando el tenedor acabando de comer.

-¿Eh?... ¿qué le habrá pasado a Kagome-chan?- decía la señora, mirando a su hijo triste y

desconcertado.

-Izayoi-sama nosotras también nos tenemos que ir, ya es tarde y si no me dara la media noche aquí,

¿nos vemos mañana Inuyasha?- decía Kikyo totalmente feliz, Kagome va a pagar lo que hizo esa noche

eso lo juraba.

-Sí, hay mucho tráfico esta noche, hasta mañana que descansen- decía la rubia y sale de la casa seguida

de Kikyo.

-Madre, me iré a dormir…hasta mañana- el chico se para lentamente de la silla con la mirada baja y

camina hacia las escaleras subiendo lentamente hacia su habitación.

-Inuyasha… ¿Qué te está pasando?- decía su madre preocupada por su pequeño hijo, el cambio bastante

desde hace tiempo…

Al día siguiente, un chico de ojos ambar salía de su casa corriendo ¡ya era tarde!, tomo un pan tostado

dándole una mordida.

-¡Maldita sea!, me quede dormido…esta vez sí me matara Kagome- decia el chico corriendo como loco y

saltando las bardas de las calles.

-¡Inuyasha!- gritaba a lo lejos esa chica alta de cabellos azabache, corriendo tratando de alcanzar al chico

de hermosos ojos ambar seguida de la prima algo molesta.

-¡Kikyo!, ya te dije que no me gusta salir sin desayunar- decía la chica rubia suspirando levemente

mientras corría.

-¿Kikyo?, ¿Aire?...- pronunciaba el chico deteniéndose al verlas correr y de pronto ella ya estaban

enfrente de él, la chica de piel blanca y mirada seria y sínica.

-Inuyasha…ayer yo quería…- decía la chica tartamudeando, fingía para que Inuyasha le prestara

atención.

De pronto venia corriendo nuestra chica de ojos chocolate, mientras venia comiendo pan tostado como

InuYasha, estaba igual de tarde que él.

-Yo te amo…mi querido Inuyasha…- la chica se acerca y lo besa dulcemente, quería que Kagome le

pagara la humillación de la cena en casa del chico, su prima se sorprendia pero después sonríe al verla

feliz.

-*Eso es Kikyo…no dejes que se burle- decía la prima totalmente sínica al igual que ella (mendigas!!).

La chica de cabello azabache se detuvo sintiendo que su corazón también lo hacía, esa escena era un

dolor tremendo para ella, aunque no entendía ¿Por qué?

-Kikyo….- el chico no podía reaccionar ante tal confesión y ese beso que hizo ¡cavar su propia tumba!

-Inuyasha…¿Qué estás haciendo?...- decía la ojos color chocolate (se me antojo jeje xD) atónita, con furia,

iba a matar a Kikyo por hacer eso.

-¡Kagome!...no es…lo que piensas- el chico aleja a Kikyo aventándola levemente, mirando a su Kagome

totalmente triste y molesta.

-¡cállate!, primero me dices que soy patética al tratar de ser amable…y luego te besas con ella… ¿Por

qué eres tan cruel?....Inuyasha- la chica empieza a correr hacia la escuela con lágrimas en los ojos

dejando a su amigo sorprendido, confundido y mas que nada ¡como un miserable!

-Kagome….- pronuncia el chico temblando de los labios y callendo al suelo.

-¡Inuyasha, eres un idiota!, ¡te odio!- la chica sentía una ira impotente, era lógico acababa de sentir…

celos –Inuyasha…ya no quiero seguir siendo tu amiga, ¡Nunca!- seguía corriendo desapareciendo.

Bueno que les parece ¡Kagome!, ¿ya te diste cuenta cuanto lo amas?...jejeje ustedes que piensan esa

Kikyo que vengativa no será pariente de Sasuke jajaja en fin les dejo esta conti y espero comentarios

chicas ya verán que el siguiente esta mucho mejor

Próximo Capitulo: ¡te amo!, la hermosa confesión bajo la lluvia.

Matee ne

 

Hola chicas se nota que tengo mucho tiempo para escribir y eso es simple amo escribir y cuando tengo

una nueva idea la tengo que plasmar de inmediato, ok no en fin espero disfruten este capítulo ya que

creo yo que les gusta la historia, por cierto recuerden que pronto podrán votar por su final favorito,

disfruten y comenten!!

Capítulo 8: ¡Te amo!, la hermosa confesión bajo la lluvia.

Después de ese acontecimiento sonó la campana para entrar a clases, todos los alumnos corrían como

locos esperando que sus profesores no llegaran antes que ellos ya que si no todos estarían muertos.

-¡Kagome!...- venia corriendo un chico de cabello castaño a toda velocidad poniéndose enfrente de ella y

sonriéndole.

-Joven Kouga… ¿Qué pasa?...- decía la chica azabache limpiando sus lágrimas pasando su delicada mano

y sonriendo un poco.

-¿Qué te paso?, ¿Por qué lloras?...esa bestia ¿verdad?- decía bastante serio y apretando los puños con

fuerza al verla así, sus ojos estaban algo rojos y totalmente fuera del mundo, sentía ganas de matar a ese

chico de hermosos ojos ambar y cabellos plateados ya que estaba lastimando a su princesa.

-no…solo…- la chica no pudo terminar ya que al primer momento el chico la abrazo con ternura y

protección.

-te dije…que esa bestia solo quería burlarse de ti, ¿no crees que es extraño?- el chico ponía en duda a la

chica, estaba totalmente pensativa y... ¿se burló realmente?, ¿nunca fue su amigo?...¿porque todo era

tan difícil para ella?

-tienes razón…InuYasha solo quiso burlarse, se estaba besando con Kikyo…eso es muy lógico al ver eso

–sentía que quería morirse en ese momento, InuYasha era lo peor para ella en ese momento.

-¿Kouga, estas bien?, digo… ¿no te molesta?- decía la azabache con una fuerte cara de preocupación que

desconcertó al chico un poco, pero después la miro tiernamente y se acercó a besarla, por alguna extraña

razón ella no correspondia.

-*Inuyasha…como deseo que seas tu…*- la chica pensaba cosas extrañas, para ella era raro querer

besar a ese chico de cabellos plateados y hermosos ojos ambar que hechizaban a cualquier chica.

-¿Kagome?... ¿estás bien?- decía el chico castaño mirándola y alzando una ceja, sentía como si para ella

no hubiera valido nada ese beso que acababa de darle.

Después del beso, aquellos dos jóvenes caminaban a sus clases, Kagome no quiso responder a la

pregunta del chico, ya que si lo hacía lo iba a lastimar…InuYasha al fin había ocupado su corazón.

En clase

-pasen al capítulo 4, lean el pequeño articulo y hagan un ensayo de una hoja por favor, a partir de ahora

tienen 45 min asi que apúrenle- decía la profesora Kagura, mirando a todos con flojera, casi todos los

maestros miraban a los alumnos así, por tener que aguantarlos todo el día.

-¡Ah que flojera!... ¿no crees Kagome?- decía el chico castaño mirándola primero sonriente, pero después

cambia a una mirada llena de preocupación al verla perdida en sus pensamientos e ignorando totalmente

la clase.

-*Inuyasha… ¿Por qué me siento asi?, ¿Por qué me afecta tanto lo que me dijiste?- decía en sus

pensamientos la chica, no quería perderlo, no quería dejarlo con esa mujer que tanto le daba rabia, por

suerte Kikyo no estaría en la misma clase que ellos de alguna manera le aliviaba saberlo.

-¡Kagome!... ¿eh?- el chico miro como la profesora azoto la regla en su escritorio y volvió a concentrarse

en su trabajo.

-oigan, ¿Dónde está Taisho?, ¡Higurashi!- gritaba la profesora mirándola distraída y después se acerca a

ella, dando un reglazo en su pupitre.

-¡Ahhh!, 2X2 es igual a 5 ¿eh?- la chica se levantaba rápidamente y miraba a todos mientras reían de lo

que acababa de decir, Kagome no era buena en matemáticas pero eso era vergonzoso.

-¡Higurashi!, no le estoy preguntando nada, ni siquiera estamos en clase de matemáticas si no de

Literatura, ¿ya podría poner atención?- decía molesta y la ojos color chocolate asiente levemente

sonrojada y apenada, tanto le afecta que su querido Inuyasha no esté ahí con ella.

-lo siento, no fue mi intención- decía aún más sonrojada y sentándose despacio y suspirando.

-¿Dónde está Taisho?, siempre llegan juntos…ahora dígame ¿Dónde está?- decía la maestra, seguía

molesta y mirándola hasta que responda, la chica solo bajaba la mirada y sus labios tiemblan un poco.

-No se…no quiero verlo….- en eso deja a todos sorprendidos, en especial a una castaña y un chico de

cabello castaño oscuro, mirándola con mucha preocupación.

-¿Kagome?... ¿te sientes bien?- decía la amiga de la chica mirándola y después la profesora la mira y

asiente.

-¡Sango!, lleva a Kagome a la enfermería, parece que está muy pálida- decía la profesora mirándolas a

las dos y sango asiente y ayuda a Kagome a levantarse.

-lo siento…- decía cuando salían esa linda chica llamada Kagome, ¿Por qué le afecta tanto?, aun quería

saber eso pero no encontraba la respuesta (¡¡yo si la sé!!)

Después de varias horas, la castaña miraba a su amiga con mucha preocupación al verla tan distraída y

tan pálida, nunca la había visto asi y le daban ganas de preguntarle.

-Kagome… ¿Qué paso con InuYasha?...- decía su amiga, lo que le causó mucha sorpresa oír a esa chica

de tez pálida.

-Sango…yo, es que…Kikyo y Aire regresaron ayer…- decía algo nerviosa y triste, la castaña no podía

creer lo que decía como que… Kikyo había vuelto.

-¿Qué paso entonces?- decía calmada pero a la vez preocupada acariciando los cabellos de su amiga y

abrazándola con ternura, era lógico su mejor amiga estaba perdidamente enamorada de InuYasha, lo

sabía pero no la quería hacer sentir más mal aun.

-Kikyo…quiere quitármelo…como hace 3 años…Sango, ¿Por qué me afecta tanto?...dime ¿Por qué?- la

chica comenzaba a llorar, sus lágrimas caían delicadamente sobre sus mejillas y solo la abrazaba con más

fuerza.

-Yo lo se…pero quiero que tú lo digas Kagome, ya no te mientas más…acéptalo- decía tranquila,

abrazándola para que se calmara un poco.

-yo….yo…estoy, enamorada…perdidamente enamorada de la persona equivocada, soy tan tonta, el solo

se burla no le importó para nada- decía con una voz ahogada que parecía que todo se acababa para ella,

pero su amiga le sonrió tiernamente confundiéndola más.

-¿lo sientes?, sientes tu corazón casi a morir… ¿verdad?, eso quiere decir que lo amas mi querida

Kagome y yo quiero que estén juntos- decía sorprendiendo a la azabache más y más, Sango decía la

verdad, ella lo amaba lo amaba mucho más de lo que pensaba.

-Sango…- se quedaba en un shock total y después reacciona un poco mirándola. –debo buscarlo y

arreglar todo con el…decirle, ¡Te amo!- sale corriendo de la enfermeria y comienza a buscar a su amado

InuYasha por todos lados.

-suerte…Kagome- la chica se levanta y sale de ahí caminando directamente a casa, ya que habían

terminado las clases.

-¡InuYasha!, ¡¿Dónde estás?!...¡InuYasha!- seguía buscando la chica en cada rincón de la escuela, de

repente la lluvia comenzaba a aparecer y con ella unos terribles sonidos de relámpagos.

La chica de ojos chocolate, después de tanto buscar, de tanto correr, casi el aire se le iba y no encontraba

a su amado InuYasha, sin poder más se detiene frente a una banca del patio y sus lágrimas salían

continuamente de sus lindos y brillantes ojos, la lluvia se hacía más fuerte aunque ella no parecía

importarle, no quería perderlo, nunca más… de repente aparece una persona y la cubre con su chaqueta

mirándola con preocupación.

-Kagome…¡tonta!, ¿es que acaso, te quieres resfriar?- decía el hermoso Inuyasha mirándola muy

preocupado y triste.

-¿Eh?....Inu…yasha- la chica empezó a llorar más fuerte y sin control, abrazaba a su amigo (jajá ni yo me

la creí) con ternura, mientras se apoyaba en su pecho derramando lágrimas.

-¿Kagome?... ¿qué paso?...- decía el chico preocupado y separándola de inmediato, creyó haber

escuchado que lo odiaba y que no lo quería ver más, nunca más.

-¡Inuyasha, tonto!...¿porque sigues siendo tan cruel conmigo?- decía apoyándose más en él, InuYasha no

lo creía, ¿su Kagome lloraba por verle, y el también quería verla y abrazarla asi.

-Kagome…es que, creí que no querías verme…perdóname…no quería hacerte llorar- hace que lo mire

fijamente y limpia sus lágrimas mientras el agua caía lentamente sobre ellos.

-InuYasha, ¿quieres saber algo?....sigues siendo muy cruel…- decía la chica apretando los puños y

mirándolo con molestia y rabia.

-¿Por qué…me dices esas cosas?...que no ves que duele mucho- decía el chico apartando sus manos de

ella y bajando la mirada.

-¡Tonto!...ya no puedo soportarlo más, cada vez que te miro…mi corazón se acelera, siendo que me voy a

desmayar al tenerte tan cerca, por eso me afecta todo lo que me dices…porque yo…yo…- la chica no

podía terminar porque se sentía muy nerviosa y confundida al verlo asi.

-¿eh?....- el chico no creía lo que oía, Kagome ¿estaba diciéndole que…?

-Inu….- en ese momento no pudo terminar porque el chico de ojos ambar le puso un dedo en sus labios

con ternura y sonriendo.

-Te amo…Kagome…te amo mi hermosa Kagome- decía el chico acercándose lentamente a ella y uniendo

esos dulces labios con los de ella, eran tan suaves y ella no dudo en corresponderle, cada latido de su

corazón en ese momento significa…

-Yo también…te amo InuYasha, te amo para siempre- la chica rodea el cuello del InuYasha con ternura

y apegándolo mas a ella, su beso se apasionaba más, hasta llegar a jugar con sus lenguas en ese hermoso

beso.

-*Kagome…*- el chico le correspondía gustoso y con la misma intensidad, por primera vez sentía una

tranquilidad muy grande en ese momento

Buenooo por fin termine mi capitulo ¿les gusto? Porque a mi siii te amo Inu-sama jaja bueno pues como

siempre gracias por leerlo para mi es mucha felicidad que sigan esta historia, ok en fin para no más

rodeos esperen el siguiente que vendrá superr ok nos estamos posteando y matee nee

Próximo Capitulo: Una difícil decisión, todo o nada

 

Hola que tal chicas de nuevo aquí presentándome con ustedes como les dije en mi post anterior cambiare

algunas cosas en este capítulo para evitar problemas con los líderes del foro y por el bien del fic asi que

voy a decir dos cosas para que todos estemos en paz ¿ok? Primero: Kikyo es la rival de Kagome en el

anime y/o en el manga bueno ya saben por Inuyasha y demás.

Segundo: no la odio, ni la aborrezco ni nada por el estilo, bueno solo digo las cosas que pienso y a veces es

broma (yo amo que la gente se ría con lo que escribo) de hecho si se dieron cuenta casi o más bien la

villana es mi personaje llamado Aire y le pondré más adelante cosas buenas a Kikyo pero mi fic en

realidad quería poner una villana en la historia que quiera conquistar al protagonista y tenga conflictos

con la otra co-protagonista y bueno en fin ya saben lo demás

En conclusión espero de verdad no tener problemas con nadie la historia seguirá casi igual de hecho

Kikyo no será insultada más por mí, lo prometo y tampoco la insulto en mi fic directamente ok ya basta

de palabras empecemos con este capítulo sin más que decir gracias por leerlo y espero disfruten.

Capítulo 9: Una difícil decisión, todo o nada

Después de aquel inesperado suceso, el chico hermoso de ojos ambar y la chica de cabello azabache se

encontraban en su habitación de casa de la chica, estaban dormidos juntos, desnudos y sonrientes,

entonces el sol se empezó a asomar en la ventana dando sus rayos en la cara de la tierna Kagome,

haciendo arrugar un poco sus ojos.

-¿eh?...InuYasha…. ¿no fue un sueño?, realmente estas aquí mi querido Inuyasha- le da daba un beso

pequeño en la frente y después de levanta lentamente, se estiraba mientras se cubría con la sabana y

camina hacia al baño con algo de flojera ya que era temprano.

-¿mmm?, ¡maldita sea!, ya amaneció, ¡¿pero quién fue el que se le ocurrió las mañanas?!- decía el chico

de ojos ambar levantándose lentamente de la cama y mirando el reloj, aun eran como las 11:00am.

-¿Inuyasha, ya estas despierto?- decía la chica de hermosos ojos color chocolate (se me volvió a antojar)

mientras se bañaba y solo se escuchaba pequeños sonidos en la habitación.

-¡¿con que derecho me despiertan a las 11 de la madrugada?! Vaya día el mío- el guapo chico de cabello

plateado se comenzaba a vestir con sueño y eso se reflejaba en sus ojos.

-¡Kagome!, hija ya está el almuerzo ¿puedes bajar?- preguntaba su madre desde las escaleras de la casa,

causo una gran impresión en el chico y siguió vistiéndose con mucha prisa.

-¡rayos!, ¿por dónde me escapo?, será mejor por la ventana- pensó el chico y se dirigió agarrando su

chaqueta hacia la ventana de la habitación, de un salto logro escapar y después corrió de ahí, después le

llamaría a Kagome para avisarle de su ausencia.

En el baño

-¿Mama?, oh no… ¿subirá ahora?, mejor me doy prisa- decía la chica algo alterada, ya que si su mama

los descubría seria su terrible fin.

-¡Kagome!, vaya de seguro se quedó dormida- decía subiendo las escaleras lentamente y suspirando,

mostraba la hermosa sonrisa que la caracterizaba.

La chica después de segundos, sale de la ducha totalmente mojada ya que ni de exprimirse el cabello le

dio tiempo, en ese momento se dio cuenta que su amado InuYasha ya había reaccionado antes y suspiro

tranquila, en ese instante se abre la puerta de su habitación y su mama la mira para volver a sonreír

tiernamente.

-Kagome, ¿te estabas bañando?...con razón no respondías- decía la señora aun sonriendo y después la

mira fijamente.

-Este…s-sí, es que como estaba tan concentrada en la ducha no te oía, lo siento Mama ¿Qué necesitas?-

preguntaba la azabache correspondiendo a la tierna sonrisa de su madre.

-¡Ah!, te hablaba porque el almuerzo está listo, ¿vas a bajar?...tu hermano me dijo que te avisara que si

lo puedes acompañar a hacer un proyecto, creo que ira Hitomi y también varios amigos suyos, ¿me

harías ese favor?- pregunta la dulce señora a su hija sonriéndole aún más y la chica azabache asiente

correspondiendo la sonrisa nuevamente.

-solo deja me cambio, ¿sí?- decía la chica ya que aún tenía la toalla cubriendo su delicado cuerpo

mientras estaba sentada sobre la cama

-claro, ¿te espero entonces para almorzar y después llevas a Sota?- decía saliendo lentamente de la

habitación, tomando la escoba.

-Vaya…InuYasha salió rápido, ¿pero cómo se escapó?, ese loco espero no se haya lastimado…- decía la

azabache sonriendo con dulzura y sonriendo mientras se quitaba la toalla, dejaba ver su hermoso y

delicado cuerpo, se vestía lentamente poniéndose el sostén, en ese momento llega por la ventana un

chico castaño y se queda sorprendido al verla desnuda sonrojándose y causando a la chica una gran

vergüenza.

-¿Kagome…? Ahhh!, lo siento…perdón- el chico se volteaba bastante sonrojado pero entonces en ese

momento es golpeado por la mano de la chica totalmente molesta y ofendida.

-¡Kouga!, ¿Por qué entras por la ventana?, es de muy mal gusto entrar asi a la habitación de una chica…

¿lo sabias?- seguía bastante molesta, cubriéndose con la sabana ya que aún no tendía la cama, aunque

sabía que si hubiera sido su amado Inuyasha no se hubiera impresionado, ya que sabía cómo era su

cuerpo porque habían tenido intimidad la noche anterior asi que no le importaba.

-Perdóname princesa, es que quería darte una sorpresa…creí que ya estabas despierta- decía el chico

muy apenado bajando la mirada y muy sonrojado.

-Está bien…olvídalo, ¿Qué te trae por aquí?- decía la chica muy desconcertada al tenerlo tan cerca de

ella.

-vine a invitarte a salir princesa, ¿Cómo que a que vengo?, ¿Qué no es lógico?- decía el castaño entre

risas divertidas mientras la miraba, para después saltar por la ventana. –te espero abajo hermosa, ¡no

tardes!- empieza a correr hacia la entrada principal saltando las bardas de la casa.

-pero Kouga…yo…- decía titubeando la chica, sentía su corazón totalmente paralizado, realmente no

quería herirlo, no lo amaba como él quería y él debía saberlo, se levantó despacio cambiándose

rápidamente poniéndose una falda corta y una blusa que trae un hermoso escote, con unos hermosos

tenis converse y una gorra tipo boina.

-vaya, Kouga no me dijo que hoy vendría tendré que hablarle a InuYasha para que nos alcance, no

pienso irme sin el- la chica tomaba su maquillaje y comenzaba a delinearse los ojos y con las sombras

cubría sus hermosos parpados y terminaba con un hermoso gloss en sus delicados y delgados labios, de

repente su celular empieza a sonar y se acerca a el mirando quien llamaba, para su suerte era su

InuYasha.

-Hola, ¿Cómo esta mi bella Kagome?...oye tuve que salir de emergencia porque tu mama me mata si me

ahí durmiendo en tu cama…lo siento por no avisarte- decía el chico de hermosos ojos ambar por el

celular y sonriendo dulcemente en la bocina.

-No te preocupes mi amor, ya sabia de hecho que bueno que lo hiciste o mi mama me empezaría a hervir

en aceite en ese momento, para ella ya sabes aun soy muy pequeña- sonreía también en la bocina riendo

levemente, sentía mucha felicidad al hablar con InuYasha, era como un sueño…del cual nunca quería

despertar.

-ok, entonces no me preocupare…por cierto, ¿hoy saldremos preciosa?- pregunta el cabellos plateados,

riendo al igual que su Kagome, también estaba feliz de escucharla decirle mi amor, sabiendo que su amor

era correspondido.

-Si claro, de hecho hoy vino Kouga para invitarme a salir…recuerda que aun soy su novia, pero no por

mucho, que tal si llegas como si nada es que no quiero estar sola con el- decía la chica sonriente y de

repente el chico emite una de sus clásicas molestias.

-¡Keh!, claro que no, ni sueñe ese sarnoso que se ira contigo todo el dia, antes muerto que permitirlo-

decía totalmente celoso, ardido y todo lo que pudiera presentar el chico ante la rabia de que sabía que

Kagome aún era novia de ese tipo que le causaba muchos dolores de cabeza.

-entonces ven con nosotros, te espero en una hora cerca del jardín al que siempre vamos…¿sí?- le

contestaba la chica feliz ante su reacción, eso era para ella un… ¡te amo y dejare que te toque ni un pelo!

-Ahí estaré, no dejes que te bese o juro que al llegar le parto la cara, nos vemos más tarde princesa

adiós…te amo- en ese momento el chico colgó el teléfono dejando a la chica sorprendida y feliz.

-Yo también, mi amado InuYasha…- decía casi suspirando ante su hermosa confesión, aun recordaba la

noche anterior y eso le causaba mucha alegría.

Después de un rato la chica estaba comiendo con su familia, en ese momento su hermano se acercó a ella

y sonrió mirándola.

-¡Oye!, ¿iras conmigo a la práctica…verdad hermana?- preguntaba el pequeño niño de tan solo 8 años a

su hermana mayor, hizo que ella casi escupa la comida al escuchar eso, es cierto ella había quedado en

acompañar a su hermano a su proyecto de clase, aunque para ella era un pretexto perfecto para traer a

InuYasha y para poder evitar un poco a Kouga. Si lo quería, pero solo como un buen amigo y tenia que

decírselo hoy de buena manera para no lastimarlo.

-Cla-claro…espérame a que termine de comer ¿vale?- decía la azabache dándole un pequeño sorbo al

jugo de naranja y lo mira levemente.

-Si, me preparare mientras ¿ok?- decía y salía corriendo hacia su habitación

-¡Kagome!, te busca Kikyo-san, ¿Qué le digo?- decía la madre de la chica haciendo que ella escupa el jugo

totalmente y después abría los ojos como platos.

-¿co-cómo?... ¿es broma?...- decía la chica totalmente confundida, no sabía cómo reaccionar en ese

momento.

-Kagome…necesito hablar contigo ¿puedo?- preguntaba sonriente y totalmente tranquila la otra chica

de tez clara y mirada penetrando, haciendo que la chica de ojos chocolate asienta aún en shock.

-¿Qué necesitas?, ahora no viene tu prima la loca…¿Por qué?- decía la azabache haciendo que Kikyo

soltara una pequeña risita y suspirara.

-tú y Aire siguen igual, ¿hasta cuándo dejaran de pelear por tonterías?...- decía la chica aun riendo,

mostrando una tierna sonrisa lo cual confundió aún más a Kagome.

-pues Aire…me dice cosas horribles y no me dejare, oye Kikyo…¿vienes a decirme algo de InuYasha?

-No…en realidad vine a arreglar y aclarar las cosas contigo, no creo que debamos seguir peleando,

además no quiero que InuYasha termine odiandame, ¿podemos ir a otro lugar más privado?...- pregunta

la hermosa chica Kikyo, sonreía de manera sincera, sabia que no tenía intención de mentir porque se

mostraba en sus ojos.

-Pero…es que mi hermano Sota tiene una práctica en el jardín cerca de la escuela, ¿no podría ser mas

tarde?...- decía la chica algo nerviosa, jamás pensó hablar de una manera tan sincera con Kikyo y de

alguna manera le agradaba.

-¿Puedo acompañarte?, asi podemos platicar… ¿sí?- decía sonriente la chica, mirando a la azabache con

mucho interés y como si fuera…algo más para ella.

-¿mmm?, ¿no importa si vienen Kouga e InuYasha?...bueno no creo que por InuYasha haya problemas ,

¿verdad?- decía algo triste y mirando a Kikyo sonreír aún más, lo sabía ella tambien lo amaba pero de

alguna manera le dijo algo inesperado.

-no…no hay ningún problema, pero quiero que en ese momento vayamos solo tu y yo a un lugar cerca,

¿se podrá?...realmente quiero aclarar las cosas contigo Kagome y tiene que ser ahora- decía la chica de

tez clara y cabello tambien azabache mirando a Kagome decidida pero sonriente.

-de-de acuerdo…como quieras- decía la chica y después le grita a su hermano para salir a su dichosa

practica para completar su proyecto.

-¿ya estas lista hermana?, Hitomi nos espera en el parque, ¡corre hay que darnos prisa!- decía el

pequeño niño con una mochila colgando en su espalda y con algo de impaciencia.

-Es-espera…Sota, Kikyo también vendrá no hay que ir tan rápido ella no corre mucho, ¿verdad?- decía

la chica de ojos chocolate mirando a Kikyo y ella solo sonríe asintiendo.

-pero no hay problema, traje mi auto…¿los llevo?, además asi llegaremos a tiempo- decía la chica Kikyo

mirando a ambos y ellos asienten, aunque Kagome de cierto modo seguía muy confundida.

-¿eh?....Cla-claro…¡vamos Sota!, asi no llegaras tarde- decía sonriendo un poco, aunque estaba más

nerviosa que una chica en examen.

Mientras en casa de InuYasha

-Ese sarnoso…si se atreve a tocar a mi Kagome ¡lo matare lo juro!, que se dé por muerto seguro- decía el

chico mientras se alistaba para salir con su chica.

-¡InuYasha!, ¿oye puedes bajar, para hablar un momento?, es importante cariño- decía la madre del

chico de ojos ambar sorprendiéndolo un poco y solo responde con flojera.

-¡Ya voy!, solo termino de arreglarme- decía algo fastidiado mi Inu-sama ya que por alguna razón no

quería tener una charla en ese momento y menos de cosas aburridas según el.

-está bien, solo date prisa- decía y entonces eso hace que InuYasha termine como rayo y baje para saber

de una vez cual sería el sermón del día.

-bien Mama…dime, ¿ahora que rayos hice?- decía suspirando y poniéndose su gorra hacia atrás que

caracterizaba su rebeldía y flojera.

-InuYasha, bueno pues…es que necesito hacer negocios con empresas de alto prestigio para poder seguir

pagando todo en esta casa y tu colegio, realmente lo que te voy a decir es muy duro, además quiero que

lo tomes con mucha responsabilidad y comprensión, no es por gusto aclaro, es por el bien de la familia…

¿ok?- decía la madre, haciendo a su hijo inquietarse un poco, creía que se mudarían pero vaya su

sorpresa en ese momento.

-¿Qué cosa?... ¿tendré que dejar el colegio?- decía entre que feliz y confundido, veía a su madre

preocupaba y eso no le agradaba

-no, tendrás que casarte…con Aire, ya que su padre es dueño de varias franquicias de ropa y perfumes,

si yo hago negocios nuestro patrimonio se salvara…que opi…- pero no pudo terminar ya que el chico

había salido de su casa azotando la puerta y con mucha rabia, el jamás se iba a casar con alguien que no

fuera su amada Kagome.

-¡No lo acepto!...jamás lo hare….jamás- decía el chico corriendo hacia el jardín en donde esperaba la chica

de ojos chocolate.

-InuYasha…¿Qué pasa contigo últimamente?- decía la madre confundida, después surgió a ella una idea,

¿su querido hijo estaba enamorado de alguien más?

-maldita sea…que voy a hacer ahora…esto es difícil…si le digo esto a Kagome me dirá que lo haga…esa

tonta siempre hace lo mismo…pero también es mi madre ya lo que sufriría mucho…y jamás me lo

perdonaría, ¡diablos!, Kagome o mi madre….todo o nada…esto es, la mas difícil decisión de la vida- decía

mientras se iba corriendo hacia el jardín aun pensando en eso.

Bueno chicas al fin termine espero les haya gustado, ¡Inu-sama no caigas!, no sabes lo que te espera, no

lo hagas por tu bien y bueno como dije la villana será Aire y no Kikyo aunque me gustaría ver que opinan

del próximo capitulo y ya pronto el final nos estamos posteando cuídense como siempre y matee ene

Próximo Capitulo: Un compromiso en puerta, una verdad oculta y un pequeño sacrificio.