de Inuyasha - El Falso Prometido [Lemon]

El Falso Prometido [Lemon]

. El falso Prometido

15 de Enero de 1900

Diario de Aome Higurashi:

Querido diario, eh descubierto, desde mi llegada a Londres, que estar en un baile es algo, como decirlo sin parecer grosera, aburrido. Tienes que conocer a todas las personas, y todas las personas te tienen que conocer, además de que a las pobres muchachas que nunca sacan a bailar son escondidas en un rincón desierto y oscuro, como flores de horrendo color que dejan brillar a las rosas rojas con todo su esplendor… si mi amado padre viviera en estos días, estaría orgulloso de cómo su única hija puede soportar tanto tiempo estando sentada y atenta a todo, intentando cumplir su promesa. La promesa de casarme con un hombre que ame y que me pueda ayudar con mi finca en Surrey, claro… yo no necesito ayuda de ningún hombre, pero su último deseo fue que me casara con un buen hombre, uno al que amara, no como su matrimonio con mi madre.

La joven Aome Higurashi se sentía aburrida, mal, pesimo, infeliz…
Aborrecía la hermosa ciudad de Londres, aunque con sus frías calles y su lúgubre presentación, era una ciudad mágica y esplendida, pero como ya estaba mencionado a ella no le gustaba, se podía decir, que, odiaba Londres.

Detesto esta ciudad, tiene calles delgadas y atestadas de gente, que te juzga por como vistes o por cuanto dinero tienes. Claro, aquí a mi me miran como… no quiero parecer vulgar, sino cuando relea este diario me sentiré como una cualquiera, me tratan como si fuera, digamos, una flor, una flor sin aroma dulce, sin color placentero, asi me tratan y no doy razón a que no lo hagan.

Aome, una joven de de veinticuatro años, ya había pasado la edad de una debutante, pero bien ella sabía que no tenia dotes y era demasiado honesta y abierta para ser una dama. Sin embargo poseía una fortuna envidiable y una finca en Surrey, pero ¿Cómo iba a pensar que la juzgarían y la tratarían de incompetente tan rápido? En si, no ayudaba el hecho de que las demás doncellas, varios años mas jóvenes que ella tomaran, como objeto de burla, su intento de conseguir marido.

No es que necesitara uno pero, como en su diario ya lo había mencionado, era ese el último deseo de su difunto padre.

Ahora, bien, debía arreglarse, ponerse linda, aunque sabía que ni un pelotón de maquillaje caminante podría lograr eso con ella, era alta y con el cabello, oscuro como una noche sin luna y sin estrellas, siempre peinado como jopo, aunque nunca bien hecho, por no ver las personas de gran prestigio en sus aposentos mientras trabajaba, siempre con varios cabellos saliendo del hermoso diseño, que toda dama llevaba en esa época, presumía unos exquisitos y hermosos ojos verdes claros, aunque también tenía el don de ser demasiado franca. Pero por cada cosa buena había una mala, no tenia pechos, por lo que sus vestidos no se lucían al cien por ciento en su cuerpo y era demasiado flaca, por no por mala alimentación sino por mal mecanismo, en realidad era bueno, ya que nunca engordaba y comía mucho, en esa consecuencia no tenia mucha cadera, por lo que cualquier hombre que quisiera tener hijos con ella, aunque era poco probable, no podría tenerlos con gran facilidad.

[FONT=&quot]-[/FONT]Bien… aquí voy – murmuró, y el viento se llevo esas palabras de sus labios, no estaba muy maquillada, y su cabello estaba algo mas peinado que lo de costumbre, un vestido con encajes y naguas, para que tuviera el toque peculiar de campana, de un color verde, algo fuerte, haciendo que sus ojos resaltaran – Padre… que conste, esto es solo por ti – susurró mirando el cielo de un oscuro azul.

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Bueno, Hola a todos. Este fic se lo dedico a mis lectoras, por que se toman el tiempo de leer lo que hago. Ahora, bien, se lo dedico especialmente a Sandra. Que se lo primetí. Cada cap estara dedicado, asi que las niñas seran como Aome. Ahora si, en el lemon no se quejen con la dedicatoria xD


PD: Fran, espero esto te haga sentir mejor.