Doce de la noche, suena El Himno Nacional en la radio. El taxi se dirige hacía Oso Blanco. Es una Blanca Navidad, la primera en dos o tal vez tres lustros, ya saben, que si calentamiento global ésto, que si invierno nuclear aquello. Y justo de eso hablaba yo con el taxista en aquel Momento. Waldo, se llamaba, igual que mi tío. Bueno, cuestión, que éste año no hay fuegos artificiales por un tema de ahorrar pólvora y eso. "Se viene la guerra" dicen por todas partes. Y claro, es lo que hay, cuando un país no puede salir de la deuda ni con Quince Millones de Méritos, ya poco se puede hacer, estamos en una caída en picado y, claro, las malditas corporaciones esperan cómo serpientes a llevarse su parte del pastel. Me manda un mensaje mi mujer: "¿Dónde estás?" Yo le respondo: "Vuelvo Enseguida. Sigo en el Taxi." —Lo saben todo — dijo el taxista. Yo respondí con una cara de sorpresa y confusión. —Los que están atrás de esos aparatos, conocen Toda tu Historia. ¿Y sabes que es lo peor? Que ésto es solo el principio, una especie de Playtest. Su idea es condicionar a las masas para que no se atrevan a rebelarse. Escuché que en Asia el que habla aunque sea un poco mal de su país, es inmediatamente Odiado por toda la Nación. "Llegaron tus primos". Otro mensaje de mi señora. "Ya sólo faltan Rachel, Jack, Ashley y tú" Personalmente, me estaba cansando de la charla conspiranoica del taxista, así que simplemente lo enmudecí hasta que llegamos a mi casa. Para no aburrirme, puse algo de música. Lo habitual "Man against Fire" "Dj Thy Hang" "Metl Hedd". Por fin llegamos a Crocodile Falls, nuestro pequeño pueblo del condado de St. Juniper. Pagué al taxista y entré a la vieja casa de Callister 955 donde por fin me esperaba reunida la familia Van Der Snatch. Me santigué, más por tradición que por fe, ante el Arcángel que teníamos frente a la puerta. Poco sabía yo en aquel momento, tras la puerta me esperaban tres futuras grandes exhibiciones del famosísimo Museo Negro.
No he visto la serie "Black Mirror", siempre la he tenido en pendientes pero nunca me he atrevido. Me atrevo a decir que en esta serie está basado tu relato. Se me hizo especialmente curioso el mismo, me gustó el taxista con sus teorías conspiparanoicas. Que si me pongo a pensar en todo lo que dice, hasta miedo me entra a mí. La verdad es que es relativamente sencillo tener escuchas telefónicas para espiar. ¿Por qué no para conspirar en contra de una persona si piensa diferente? Sería como algo muy propio de una dictadura distópica o no tan distópica. Qué decir. Ha sido interesante la lectura, aunque creo que me perdí algo de la esencia al no conocer bien el trasfondo de la serie. Pero me hizo pensar, así mismo me parecen interesantes los nombres de los sitios, los apellidos, suenan algo diferentes a como estoy acostumbrada. Me agrada verte publicando por aquí, sigue haciéndolo.
Bueno, justamente hay cosas que te vas a perder, cómo las referencias a los títulos de los episodios. Y es una lástima porque justo esa es parte de la gracia del relato, y el motivo por el cuál ésto es un experimento. Igualmente, siempre es un gusto tenerte comentando por mis historias y, bueno, cuando tengas un rato, te recomiendo que te veas algo de la serie. Lo bueno que tiene es que es una antología y la verdad es que no pierdes mucho viendola en el orden que te pegue la gana. Eso sí, deberías guardarte Black Museum para el final, o para cuando hayas visto al menos la mayoría de episodios anteriores, ya que está cargado de referencias y se disfruta más si las conoces.