One-shot de Pokémon - El Dulce Aroma de la Desesperación

Hola de nuevo.


Si, verán hace algunos días se me ocurrió una idea para un fic que quería hacer, pero con esto de la actividad que surgió me dio algo más de emoción de intentar escribir, aunque la idea original de la historia no es la que escribí, acomodar todo concordé a las reglas me lo tome como un reto que igual me gusto disfrutar.


Sé que la actividad y el mes de terror ya paso y siento que debería haber publicado este hace mucho pero, nunca he intentado escribir cosas del genero terror y me dijeron que esta historia no calificaba para el concurso, me siento un poco mal por eso pero ya habrá otras oportunidades y espero mejorar hasta entones. Les dejo con la historia.


Los personajes utilizados no son de mi propiedad sino de sus respectivos creadores y propietarios.

El Dulce Aroma de la Desesperación.​

Había sido un día mañana normal en el campamento del profesor Sycamore; el sol salió como de costumbre, aunque el cielo se comenzó a llenar rápidamente de grandes nubes espesas a tempranas horas de la mañana. En su laboratorio, el profesor se encontraba con sus tubos de ensayo haciendo su trabajo de investigaciones. Sobre la mesa se encontraba un Gloom, quien comía de una bolsa de galletas.


— Es suficiente — reclamo mientras le quito la funda de galletas, al pokémon le molesta y comenzó a reprochar como una niña pequeña. El profesor no tuvo más remedio que devolverle las galletas. Se había salido con la suya.
— Buenos días profesor Sycamore — Serena junto a Bonnie llegaban al lugar.
— Buenos di… ¿No fueron con las demás chicas? — pregunto dejándolas algo confundidas — Saben que hoy es día libre en el campamento. Algunas chicas comunicaron que se dirigirán al pueblo vecino porque abrirá un espectáculo pokémon. Muchas quisieron asistir.
— Es algo así como un día de chicas — Dedujo la pequeña.
— Creo que Shauna menciono algo así durante la cena de anoche — indico Serena — Talvez no le preste suficiente atención porque en ese momento Ash se había atragantado con un guisante.
— ¿Y qué paso?
— Golpeo a tierno en el ojo — Aquella respuesta dejo confuso a Profesor. Las chicas quisieron evadir el tema mientras observaron el laboratorio — ¿Que está haciendo?
— Trabajo en un proyecto sobre aromas — tomo varios líquidos los cuales comenzó a combinar mientras se acercó sobre la mesa en la que Gloom se encontraba — Hace poco muchos de estos pokémon llegaron a la zona norte del bosque, pero están desprendiendo un desagradable aroma lo que provoca que muchos pokémon de la zona se alejen y se adentren a las ciudades cercanas. Eso ocasiona problemas de invasión.
— Este pokémon — Bonnie miro a Gloom con curiosidad mientras sus ojos brillaban — Es muy lindo.
— Enserio — Serena también lo miro mostrando una mueca de desagrado — A mí no me parece nada lindo— Gloom se sintió ofendida mientras dejo de comer galletas — Parece más una simple glotona y huele muy mal— se alejó mientras se cubría la nariz.

La pequeña se sintió ofendida, pero más furiosa mientras lanzo su fétido aroma hacia la joven.

— ¡Ah! ¿Qué es esto? – La chica sintió un desagradable olor.

El pokémon no hizo más que reír maliciosamente.

— No deberías molestar a Gloom de esa forma — Sycamore tomo de su mesa una botella de perfume de color rosa — Es bueno que logre crear el contra olor a tiempo — Roció un poco sobre la chica.
— El olor se fue — Serena olfateo su ropa.
— Huele muy bien— Bonnie también percibió aquel dulce aroma.

El pokémon planta logro percibir aquel aroma el cual comenzaba a irritarle.

— Estaba pensado en comerciar este producto, pero aún tengo muchas otras opciones que probar.

Su escritorio estaba lleno de más botellas de líquidos y sustancias aromáticas, las cuales la pequeña niña decidió mirar.
— ¿Puedo usar este? — Tomo un líquido azul el cual quiso sentir su olor.
— ¡No!, no puedes usar ese— Sycamore se mosto preocupado.


Bonnie sintió el olor en su nariz y seguidamente comenzó a sentirse mareada. Como un ebrio saliendo de cantina, sus ojos perdieron coordinación y fue atrapada por el científico antes de caer al suelo, Serena se acercó también para ayudar. La situación fue aprovechada por Gloom quien se aproximó hacia la botella de perfume que usaba la chica, la cual abrió y dejo caer una gota de su saliva dentro de él. Aquella gota tenía un color rojizo que cambio el color de contenido del perfume a un rojo carmesí.

— Eso era un narcótico que produce sueño, no debió tocar eso.
— ¿Estará bien?
— Sí, pero necesita dormir un poco. La llevare a su habitación, Serena quieres guardar todo y llevar a Gloom al refugio — El profesor cargo a la pequeña para salir del lugar mientras Serena accedió a su petición.

La muchacha volvió a olfatear su ropa y se sentía insegura de que aquel aroma repulsivo siquiera impregnado, así que sin notar el cambio de color del contenido roció un poco más en su cuerpo. Curiosamente el aroma era más dulce que antes, cosa que le alegraba aún más. Escucho un sonido y pudo ver que Gloom se había acercado hacia una puerta. Su rostro reflejo una enorme sonrisa siniestras, cosa que incomodo más a la chica provocándole cierto temor

—Espera — trato de detenerla, pero se escapo

La habitación había quedado vacía pero repentinamente El chico pueblo paleta llego al lugar junto a su pokémon amarillo.

— Hola, ¿Hay alguien aquí? — estaba buscando a sus amigos y logro notar un aroma muy dulce en el aire —Hueles eso Pikachu — Su pokémon presto atención al aroma — Huele delicioso, hay que seguir ese olor — Su pokémon alzo su patita mientras siguieron aquella fragancia.

En la oficina central, la profesora Sophie tenía una ardua tarea de organizar documentos y cometidos del campamento, entro en preocupación al percatarse que presupuesto de este año no era muy bueno y sobre todo molesta al mirar que su compañera de cabello corto, recostada sobre el sofá de las visitas jugaba un videojuego. Se acercó.


— Suficiente Cosette — Le quito el aparato electrónico de las manos.
— ¡Regrésamelo!
— No, has pasado mucho tiempo en estos juegos… — Miro aquel videojuego — Zombies, los zombies no existen.
— El que no lo hayas visto no significa que no exista — Contradijo con confianza — Sé que llegara el día en que los zombies ataquen el pueblo y estaré preparada para cuando eso ocurra, ya lo verán.
— ¿Que eres, una niña de 10 años?, tomas estos documentos y organízalos, quiero que Sycamore vea que podemos hacer bien este trabajo.
— Heee— Su compañera despertó curiosidad — Creo que solo quiere quedar bien con el porque te gusta, ¿Verdad?
— No digas cosas como esas y ayúdame con el papeleo — Su cara se tornó roja y se puso más molesta mientras tiro de la oreja de la chica la cual con lágrimas en los ojos no se resistió ante el reproche.


Aquella mañana los chicos del campamento, había salido a practicar sus batallas en la playa, Tierno, Trevor y Clemont se encontraban de regreso a sus cabañas cuando lograron ver a Serena. La chica estaba algo sudada y reposaba sobre un árbol.

— Serena, ¿Qué haces? — El chico robusto se le acerco.
— Estoy buscando aun pokémon, es un Gloom ¿Lo han visto?
— Humm, creo haberlo visto — Dijo el chico de lentes— lo vi ir hacia el bosque.
— Gracias Clemont — se alejaba.
— Ve con cui…— su sentido fue alertado por un extraño aroma en el aire el cual también fue percibido por las narices de sus dos compañeros.

Aquel extraño aroma comenzaba a esparcirse por el lugar. La magia o supuesta maldición de Gloom comenzaba a funcionar.


La chica había dado unos cuantos pasos, entonces logro percatarse de que aquellos tres chicos estaban detrás de ella. La situación perecía confusa.

— Eh, ¿Pasa algo?
— No es nada — Clemont se le acerco — Serena tu cabello se ve radiante el día de hoy.
— ¡Enserio!, gra- gracias.
— No solo tu cabello — Trevor se acercó aún más mientras tomo su mano — Tu piel es suave y tersa.
—¡¿Qué?! – La chica se avergonzó de inmediato.

— Serena, Ese bello aroma que emite tu ser es el más dulce que debe haber en el planeta — Tierno se le acerco por detrás mientras olfateo a la chica.
— ¡¿Que están diciendo?! — Se apartó de inmediato de ellos — ¡Chicos, me siento alagada y todo, pero no tengo tiempo para estas cosas! — Comenzó a alejarse, pero se dio cuenta de que los chicos continuaban persiguiéndola. Comenzó a asustarse — Chicos ¿Que les sucede?
— Serena no puedo resistirlo — Tierno actuó — Ten una cita conmigo.
—¡Una cita!
—No, te una cita conmigo — Trevor le dio una fuerte patada a su compañero quitándolo del camino.
—No, ella tendrá una cita conmigo — El brazo robótico de el joven inventor aventó al chico encima de su otro compañero.

— ¡¿Que están diciendo?! — Serena no solo estaba avergonzada, estaba asustándose por la situación — Yo, yo, YO NO QUIERO SALIR CON NINGUNO DE USTEDES— Grito desesperada mientras se alejó de ellos.

La chica se alejó los mas que pudo del lugar y tras el agotamiento, decidió reposas sobre el pie de un árbol.

— ¡Que fue todo eso!, ¿Enserio me pidieron una cita? — Escondió su rostro enrojecido entre sus rodillas — No puedo creer que esos tres estén enamorados de mí, No es posible, realmente tenían esos sentimientos por mí.


El enrojecimiento en su cara eran más preocupación que vergüenza, pensaba clara y detenidamente en las cosas que le dijeron los chicos, cosas suficientes para avergonzar a cualquiera, pero repentinamente esa preocupación se apagó cuando de su bolsillo saco que perfume que había usado hace poco.

— Tierno dijo que emitía un dulce aroma; aroma, claro, ellos no actuarían de esa forma si algo raro no estuviera pasando — escucho un sonido y al mirar hacia los árboles que tenía en frente, ahí se encontraba el travieso Gloom. El pokémon le dedico una sonrisa siniestra mientras desapareció entre las ramas.

La situación ponía en preocupación a la chica, no sabía si su teoría podría ser cierta, solo sabía que, si se encontraba con los chicos nuevamente, estaría en problemas.

Salió de su escondite y apenas se puso de pie, los tres muchachos estaban cerca de ella.

— NOOOOOOOOOO— Grito desesperadamente mientras salió corriendo de lugar.

La ansiedad de la situación entorpecía su marcha y al percatarse que los chicos la seguían muy de cerca, se asustó y comenzó a correr más rápido. Inconscientemente decidió pasar por la playa donde más miembro del campamento se encontraba. Una completa mala suerte ya que al pasar tan cerca, los chicos lograban percibir aquel aroma.

— Me van a perseguir por siempre — Serena miro hacia atrás sus ojos saltaron de miedo al ver que tenía a todo un ejército de chicos detrás de ella — ¡AUXILIO! —Acelero su paso más asustada que nunca.

Corrió tan rápido como pudo por los pasillos de campamento sin ser consiente de quien podía identificar su aroma y tras la desesperación, se adentró en una habitación para poder contralarse un poco. Coloco el seguro en la puerta, avanzo unos cuantos pasos hacia atrás y alguien le agarro los hombros; apenas pudo susurrar un par de palabras mientras miro hacia atrás. El profesor Sycamore se encontraba detrás de ella.


— Profesor, que alivio — dijo casi con lágrimas en los ojos, saco la botella de su bolsillo— El perfume que me dio; Gloom le hizo algo raro.
— ¿Que Gloom hizo qué? — Estaba algo confundido y antes de poder decir algo, el aroma que emitía la chica llego a su nariz.

Serena pudo ver que el profesor percibió su aroma y de inmediato el miedo se apodero nuevamente de ella, se alejó lentamente al notar que el profesor perdía su postura y se acercaba lentamente a la chica.

— No, pro- profesor usted no.
— Serena, te hiciste algo en el cabello — quedo hipnotizado por el agradable aroma.

La chica trataba de mantenerse su calmada pero la desesperación llego cuando la puerta fue derribada por las personas que había caído victimas del tentador aroma. El ejercito del terror, rodeaba la habitación. Los ojos Serena veían a un grupo de demonios quienes llenaban la habitación, un ejército infernal que parecía apunto de devorar su alma. El pánico la invadió.

— NOOOOOOOOOO— Aventó una de sus pokebolas de las cuales su compañera pokémon salió de inmediato — Fennekin Ascuas.

Su pokémon sintió las emociones de su entrenadora al oír su voz, no hubo duda alguna al atacar a personas, aunque fue consiente de la cantidad de ataque que aventó, el cual impacto a todos y provoco un estruendo en aquella habitación.

Serena después de toser un poco de humo, logro divisar a sus compañeros de campamento que parecían estar inconscientes. Se sintió responsable de aquellas leves heridas que traían, pero aquella preocupación desapareció al ver que todos comenzaban a responder lentamente. No parecían detenerse a pesar de estar golpeados y la chica lo sabía, pero su miedo volvió a dominarla.

— Fenekkin, Ascuas.

Su pokémon volvió a atacar, pero esta vez de manera un tanto más feroz. El ataque golpeo nuevamente a todos y esta vez el daño fue más agresivo ya que algunos recibieron golpes y quemaduras, sus ropas se había desgarrado. La adolescente aprovecho la situación y salió de habitación sin sentir rencor de pisotear sus compañeras en el proceso. Volteo a mirar y pudo ver que todos lentamente comenzaban a ponerse en pie, eran persistentes. No pensó en nada más que correr de ahí.


El fuerte estruendo despertó la atención de las asistentes del profesor quienes se acercaban al lugar. Era una completa calamidad, un escenario apocalíptico en el cual había lo que parecían un montón de cuerpos en el suelo, producto de una guerra. La doctora Sophie no tenía habla y antes de poder actuar, pudo ver que las personas comenzaban a moverse. Con sus ropas rotas, manchas de tierra y ligeros raspones, se ponían en píen mientras comenzaban a caminar de manera lenta; acción que asusto a aquella mujer que tras ver el escenario. Decidió alejarse lentamente ya que parecía estar en el camino de lo que parecía ser zombies. Su boca estaba a punto de gritar, pero fue silenciada por persona que la atrapo y arrastro de inmediato hacia una habitación. Su compañera la había rescatado.

—¡No puedo creerlo! — Cosette miro por la ventana de la puerta a todo el grupo que se alejaba con una caminata lenta. Sus ojos brillaron como estrellas — Son zombies.
—No son zombies— Su compañero objetó — Son nuestros campistas, solo que no sé porque están en ese estado hipnótico.
— ¿Estado hipnótico?
—Puedes saberlo con solo mirarlos.
— A mí me parecen un montón de zombies en busca de carne fresca —Dudo rotundamente.
—Que no son zombies— Sophie miro la puerta trasera — Vamos tenemos que buscar una explicación.

Salieron de la habitación.

Había sido la primera vez que Serena había corrido de manera desesperada en toda su vida, siquiera podía mirar hacia atrás solamente sentía que no habría escapatoria. Al atravesar los pasillos del lugar diviso una ventana abierta e inmediatamente se lanzó hacia ella. Trepo y cayo a lo que parecía ser la concina del lugar, no pudo reconocerlo al ínstate ya que ayudaba a su pokémon a bajar de la ventana.

— Serena, ¿Que estás haciendo? — El chico de kanto se encontraba sentado en una mesa sosteniendo un par de cubiertos de igual manera que su pokémon amarillo. Ash comenzó a olfatear un aroma que percibió su nariz. — Que dulce aroma.


Serena nuevamente fue invadida por el terror; había un chico frente a ella y parecía no haber escapatoria de ser acechada. O eso creía.

— Aquí tienes muchacho — La cocinera del campamento se acercó con un platillo en sus manos — Prueba mi estofado de miso, crees que sea lo suficiente bueno para la competencia de comida gourmet de este año; ¿Qué me dices?

El joven entrenador y su pokémon probaron un bocado del platillo; su paladar vibro por el agradable aroma.

— Es delicioso, lo mejor que he probado esta semana— Miro a su compañera — ¿Serena quieres un poco?

La típica actitud del chico la puso en calma por un momento, pero tenía sus dudas así que decidió acercarse un poco. Contemplo al chico comer con tranquilidad y no responder ante la fragancia de su cuerpo. Se acercó más y decidió empujar un poco el aire de su alrededor hacia la nariz del chico. Ash dejo de comer al ver la extraña actitud de Serena.

— ¿Que sucede cariño? — Madame Catherine sintió rara la situación.
— Ash no percibes nada extraño en mí.
— ¿Algo extraño?
— Si, como un aroma dulce.
— No sé de qué me estás hablando — estaba confundido al igual que su pokémon.
— ¿Tu aroma? si hueles básate bien, compraste un nuevo perfume o algo— La señora Catherine logro percatarse de la fragancia.
— ¿Puede percibirlo?
— Si cariño, aunque creo que usaste demasiado
— ¿Perfume? Yo no huelo nada.

Era extraño, el chico de kanto no respondía ante el embrujamiento, pero de cierta manera Serena lograba tranquilizarse.

Aquella calma fue interrumpida por las asistentes del profesor que llegaron hacia la cocina y notaron normalidad entre las personas que allí se encontraban.

— Ustedes que hacen tan tranquilas — Cosette le hablo — No ven que allá afuera hay una horda de zombies.
— Que no son zombies— su compañera volvió a poner en claro el tema — Y no sé qué pasa, pero muchos de nuestros campistas están actuando raro.
— Yo sé que sucede.


La chica saco de inmediato la botella de perfume y antes hablar, la puerta del comedor recibió un fuerte impacto. Los infectados encontraron a su presa.


— ¿Que es ese ruido? — Jessie y sus compañeros quienes se encontraban lavando platos, aparecieron en el lugar y solo pudieron ver las miradas de temor de todos allí. La puerta recibió otro golpe muy fuerte.
— Hay que detenerlos — Cosette tomo iniciativa mientras agarro una de las mesas.
— Ustedes ayúdenos — Catherine ordeno a sus asistentes quienes confusos decidieron ayudar sin razones claras.

Todos agarraron el pesado objeto y lo estancaron contra la puerta. James y Meowth lograron percibir el aroma que la chica emitía mientras ella se alejaba de la puerta.

— Huele como a los pasteles que solía hacerme mi abuelita.
— No puedo resistir a ese aroma — El pokémon cayó en la tentación y antes de darse cuenta de quién era aquel aroma, lo vidrios de la puerta fueron destrozados.
— HAAAAAAAAAAAAAA— Gritaron todos al ver el espantoso suceso, James y Meowth fueron atrapados por los supuestos zombies quienes los arrastraron atreves de las ventanas; el hecho fue tan rápido que las víctimas no pudieron ni siquiera gritar del miedo.

El espantoso sucedo aun no terminaba; la persistencia de los infectados era extrema que la puerta comenzaba arrancarse de la pared debido a la fuerza.

— Hay que salir de aquí — fu la sugerencia de Ash, una que nadie ignoraría.

Corrieron hacia la salida de emergencia mientras se escuchó el sonido de la puerta que se quebraba. Cerraron con seguro la puerta, pero la cocinera usando fuerza bruta, doblo los barrotes de la puerta sorprendiendo a todos. No tenían tiempo de admirar cosas así ya que se pudo ver que los infectados empujaban dicha puerta.

— Rápido al laboratorio— Sophie sugirió seguirla y nadie dudo en hacerlo.



Pasaron ya varios minutos y las personas que estaba atrapadas por el hechizo, rondaban por todo el campamento actuando por la voluntad del aroma, sin razonamiento buscando el aroma que había desaparecido.

El laboratorio había sido sellado con objetos pesados en las puertas y ventanas, era un lugar seguro el cual no había sido desaprovechado ya que, tras las explicaciones de la chica sobre la investigación del profesor y la botella de perfume causante del brote de infección, Sophie y su compañera terminaban el análisis del perfume.

— Lo tengo, es una feromona — La profesora de lentes llamo la atención del grupo — El aroma del perfume se mezcla con las feromonas que trasmite tu cuerpo, triplica su valor de manera drástica, lo que provoca tan enloquecimiento en el género opuesto.
— Eso explica por los infectados son solo del sexo masculino— Cosette terminaba de clavar algunas tablas en las ventanas.
— Hombres, todos son iguales — la cocinera lanzado un suspiro.
— Un momento — Opino la mujer de cabello rubí — Si eso afecta a los hombres, ¿Porque al chico no parece haberle afectado?
— Yo también me estaba preguntando lo mismo— Sophie miro detenidamente a Ash sin obtener alguna respuesta clara.
— No sé qué quieran decir — El chico tomo la palabra — Pero si saben lo que es, ¿Conocen alguna cura?
— Tendríamos que provocan un contra olor; su aroma es dulce y refinado, con algo apestoso bastara, pero es solo una teoría, no sé qué tan fuerte sea el aroma de esta botella.
— ¡¿Apestoso?! — Serena se quedó algo seca tras el consejo.
—Tengo una idea —Dijo Catherine— Preparare mi sopa de hiedra invernal, mi perfecto mata plagas.
— ¡Es-está diciendo que, que!—Comenzaba a tartamudea.
— Lo que ella quiere decir — Jessie intervino— Tendrás que bañarte en una olla de sopa apestosa.

Hubo un par de segundos mientras todos visualizaron la idea propuesta. La única imagen de la chica fue estar desnuda sobre una gran olla bañándose con el contenido al aire libre.

— NOOOOOOO— Grito de la manera más desesperada posible — No, no, no, no quiero bañarme en esa cosa.


El temor nuevamente la había invadido, pero sobre todo sus ganas de llorar. El temor de pasar tan trágico y horrible suceso para salvarse era la cosa más desagradable que pensaba que podría ocurrirle; pequeñas lagrimas salieron de sus ojos mientras se escondía detrás de la espalada del dueño de Pikachu, cerro sus ojos y temblaba de la angustia mientras trataba de aguantar el llanto. Ash no podía dejarla así.

— Hay alguna otra solución— pregunto el chico.
—Podríamos…— la chica e cabello corto pensaba — Lanzar el anti olor hacia los infectados, pero necesitaríamos de la baba de Gloom para hacer el correcto.
— ¿Enserio? Entonces hay que hacerlo.
— Parece un mejor plan — Opino la chica de lentes—De acuerdo, este es el plan. Cosette y yo buscaremos a Gloom, Señora Catherine y su ayudante preparen la receta, echaremos la esencia ahí para que genere un mejor efecto, andando.
— Un momento, ¿Que voy a hacer yo? — Pregunto Ash pero antes de poder escuchar la respuesta, se escuchó un fuerte golpe contra la puerta.
— Creo que es obvio que harás tu Ash — Sophie y los demás retrocedían por el miedo — Tendrás que proteger a Serena.

Los golpes contra la puerta se hacían más frecuentes y a la vez más ruidosos, los infectados estarían dentro de la habitación. Cosette busco debajo del escritorio principal lo que parecía ser una gran caja de provisiones, al abrirla ahí se encontraban ropas al estilo militar, radios y algunos cascos de batalla.

—Tomen uno rápido.

A pesar de que el resto del grupo se quedó confundido ante la situación de la amante de videojuegos de zombies, hicieron lo que les pidió. En un abrir y cerrar de ojos se coloraron el equipo y estaban listos para salir de la fortaleza. Cosette abrió una puerta secreta debajo de donde se encontraba aquella maleta.

La puerta estaba a punto de tumbarse y el equipo salió por el pasadizo secreto.

Era un ducto viejo de alcantarillado, el cual recorrieron por varios minutos y finalmente salieron por una alcantarilla al borde de la playa. Miraron hacia el campamento y sus ojos se exaltaron al ver el escenario. Como si de una guerra mundial se tratase, todo el lugar se veía devastado, había fuego en algunas zonas y el clima no ayudaba, muchas nubes negras cubrían el lugar.

— Hay que darnos prisa antes de que el caos se expanda— Sophie quien capitaneaba al equipo dio al orden y todos los miembros de inmediato se separaron.



Jessie y la cocinera llegaron hacia el comedor el cual estaba totalmente en desorden, era un afortuna que la electricidad aun funcionara y que hubiera utensilios de cocina limpios. Tomaron una olla grande y comenzaban a preparar su famosa sopa.


Las dos científicas se encaminaron hacia el bosque a toda prisa mientras una ligera lluvia comenzó a caer en el momento menos indicado. Buscaron por la zona hasta que pudieron dar con el paradero del pokémon quien se ocultaba en el tronco de un árbol para protegerse del frio. Comía una manzana.

— Si es ese, lo reconozco por el rojo carmesí de su cabeza, lo atrapare — Cosette Tomo entre su equipaje una pistola de redes.
— Espera no hagas eso — Detuvo dicha acción— No debemos usar fuerza bruta, somos chicas, hay que ser consideradas.
— Por favor compre esta cosa y lo trajes en línea, por fin quiero usarlos.
— ¿Porque tienes todas estas cosas?
— Me entrene en un campamento especializado en esta clase de situaciones.
—¿Ha qué clase de campamento ibas?
— No uno parecido al nuestro.

Dejando de lado la aquella conversación Sophie decidió acercarse a Gloom el cual intento reaccionar disparando su fétido olor, pero inmediatamente le hizo comprender que no quería hacerle daño sino rápidamente saco la botella de perfume.

— Escucha, sé que hiciste alguna de tus travesuras con esto, así que te pido que me des un poco de tu baba para revertir tu broma.

Se negó moviendo su cabeza e ignorando su petición mientras seguía comiendo su manzana.

—Vamos, no tienes que… — Fue silenciada por un sonido que hizo al mostrarle su lengua. Trato de mantener la conversación, pero antes de poder hablar fue golpeada por un pedazo de manzana en la cara.
— ¡Oye!, escúchame tu… — Se tono de voz cambio a uno muy molesto, pero ni aun así le prestó atención pues decidió alejarse.

El pokémon se ocultó entre arbustos. Las chicas lo persiguieron y cuando se adentraron a la zona, Gloom estaba rodeado de sus compañeros pokémon. Preocupo un poco a las chicas.
— Escúchenme porfa… — Sophie volvió a intentarlo. pero recibió otro golpe con un pedazo de manzana justo en el ojo— HAAA, ¿Cuál es tu problema? — Cosette la alejo del grupo de pokémon.
— Si me lo preguntas, lo que haces es una gran tontería, Ese Gloom solo se burla de ti, mira ahora te enseña el trasero.


Señalo hacia los pokémon el cual meneaba la parte trasera de su cuerpo y el resto reía. Sophie estallo de ira, pero trato de mantener su refinada postura. Su compañera se molestó.

—Escucha quisiste conseguir su baba a las buenas; es hora de hacerlo a la manera de Cosette.
— ¿Sugieres violencia?
— Es momento de dejar la cortesía y los buenos modales a lado, en el fondo somos posesivas y manipuladoras, somos mujeres y tomamos lo que queremos.

Aquellas palabras sonaron más que motivadores ante su amiga, la cual se colocó su cascó de. Se colocaron frente al grupo de pokémon.

— Tu ultima oportunidad entrega una gota de tu …— Volvió a ser golpeada en el rostro por pedazo de rama de árbol— hijo de… quieres pelea, entonces la tendrás.

Las dos chicas se colocaron sus máscaras antigás.

— Vamos — Cosette y Sophie corrieron contra los pokémon los cuales hicieron lo mismo.


Como una tropa de enemigos de bandos diferentes, se lanzaron unos contra otros listos para pelear.


Los truenos se hicieron presentes en los destrozados y oscuros pasillos del campamento, truenos que lograban espantar a Serena quien sujetaba fuertemente la mano de Ash. Los chicos y sus pokémon caminaba con cautele por el pasillo, viendo hacia ambos lados siempre que cruzaba un pasillo. Estaba tan cerca de la salida cuando se escucharon varios sonidos por la puerta a la que se dirigían. Dieron un par de pasos hacia atrás y la puerta fue derribada de manera bruta. Corrieron en dirección contraria mientras sus compañeros aparecían.

— No escaparemos de ellos, corre — Ash soltó a la chica quien decidió escapar junto a Fennekin

Al ver que sus amigos no parecían detenerse, Ash tomo una de sus pokebolas.

— Muy bien Froakie, yo te…— No termino su frase porque fue abatido por los infectados quienes pasaron por encima de el. La horda persiguió a la chica
—Ma-mami.

Pikaaa— tanto el chico como su pokémon estaban aturdidos con huellas de zapaos en todo su cuerpo.

Serena circuló hasta las habitaciones superiores de los dormitorios; cerró la puerta y decidió ocultarse debajo de la cama, se pudo escuchar que la puerta nuevamente era forzada, su desesperación fue enorme hasta que soltó un grito alarmante cuando la puerta fue derribada.

La voz de la chica despertó a Ash quien inmediatamente se puso en pie y vio una cuerda entre los escombros del lugar. La tomo.

Serena había sido perseguida hasta el final del pasillo, en el cual había una sola salida, una ventana la cual daba a una gran altura, no podía saltar por ella. Fennekin actuó por instinto y lazo sus llamas sobre el suelo; el fuego detuvo a los supuestos zombies quienes no se arriesgaron a atravesar la zona; El humo de la llamarada fue detectado por los aspersores, los cuales se activaron y apagaron rápidamente las llamas. Estaba en problemas.

— Serena — Fue le grito de Ash quien entro por la ventana sosteniéndose por la cuerda — Sujétate — Abrazo de la cintura a la chica e inmediatamente se aventó por la ventana de nuevo. Serena abrazo fuertemente al entrenador por el temor de la situación. Ash se sujetó fuertemente de la cuerda que estaba atada a un poste del techo, esta lo abalanzo y lo llevo hacia los niveles de abajo atravesando una ventana y aterrizar hacia el pasillo. Sus pokémon bajaron por la cuerda sin problema alguno.

La chica termino encima de su amigo y antes de poder reaccionar, este acerco su rostro.

— ¿Estas bien?
— He, he, he — Su cara se tornó roja y no podía hablar, entro en razón y se apartó de inmediato —S-si estoy bien.
— Hay que darnos prisa — Su puso en pie y le extendió la mano, la chica aun con el sonrojo agarro la mano del chico pasa salir de aquel edificio.


En la cocina estaban tan cerca de terminar su receta, madame Catherine miraba su reloj mientras que Jessie movía la sopa con una gran cuchara. Escucharon que algo ingresaba por la puerta y vieron que los chicos habían logrado escapara, pero estaba muy exhaustos.

— ¿Cómo va la receta?
— Esta lista, pero solo falta…

Jessie fue silenciada por el azote de una portezuela que dejo ver dos extrañas siluetas oscuros que asustaron a todos.

— Alguien dijo, baba de Gloom — Cosette se hizo presente, con su ropa desgarrada y un moretón en su mejilla, junto a su amiga quien presentaba los mismos rasgos, pero ella tenía un ojo morado; en sus manos sostenían un gran recipiente de dicha baba.
— ¡Lo consiguieron! — Serena se sintió tranquilizada mientras entraron de inmediato.
—Preparamos en antídoto y lo mezclaremos — Sophie limpiaba su ojo.
—Hora de preparar un plan para acabar con los zombies. — Cosette se veía más que animada
— Que no son zombies.
— No importa, miren este es el plan.


Señalo al grupo que se acercaran. Todos debían escuchar.

El ruido de los rayos retumbo sobre la habitación de Bonnie quien despertaba. Tomo sus zapatos y algo temerosa se encaminaba por los oscuros pasillo de la zona, el silencio era evidente por todos lados, no había nadie por ahí. Salió por la puerta principal y al llegar afuera, su ser se estremeció al contemplar una enrome devastación en el campamento, puertas destrozadas, ventanas rotas y pedazos de sillas y madera, era el panorama que observaba. El silencio la mantenía preocupada así que comenzó a correr buscando a alguien, se acercó hacia la entrada de la recepción del campamento y antes de que pudiera abrir la puerta escucho un extraño ruido diestras, miro que de entre los escombros y pasillos, muchas personas comenzaron a emerger de manera lenta. Era una clara definición de muertos vivientes la escena que ocurría, lentos, hipnotizados y totalmente descuidados, las personas comenzaban a acercarse a la pequeña quien comenzó a sentir algo de miedo y confusión. El temor se apodero de ella cuando sintió que alguien le sujeto de los hombros, giro lentamente su cabeza y su mirada se tranquilizó al ver a Serena con aquella ropa militar.

—¡Serena, Eres tú!
— Bonnie Escóndete rápido.
—¿Qué?
— OIGAN CHICOS, ESTOY AQUÍ

Llamo la atención de todas las victimas del aroma quienes por ínsito decidieron perseguirla; ella a pesar de su valerosa actitud comenzó a sentir temor cuando comenzó a acumularse la gran horda de infectados. Abrió las puertas.

— Vámonos Bonnie — tomo de la mano a la pequeña y se adentró hacia el comedor principal en el cual se escondieron bajo una mesa que estaba sobre el suelo.

La pequeña aun con confusión miro hacia la entrada la cual estaba repleta de personas infectadas, su temor se esparció.

— Ahora — la muchacha dio la alerta.

De entre las mesas surgió Sophie y Jessie con un par de armas que cometían aquella sopa como cargas. Catherine salió con una gran torreta y en su espada un contenedor de sopa. Finalmente, Cosette emergió debajo de una puerta en el suelo con un par de metrallas en sus manos.

— Fuego — Grito Cosette.

La ráfaga de balas comenzó con todas disparando a quemarropa, los fuertes impactos golpeaban a todas los infectados, golpes tan fuertes en brazos, piernas y cara que los derribaban de inmediato, el ejército comenzaba a reducirse y el antídoto parecía estar funcionado.

— Tome esto Profesor — Sophie golpeo directamente en la cara de Sycamore.
— Ustedes también cómanse esto par de tontos— Jessie disparo de igual manera brutal a sus compañeros de cocina.


Solo quedaban pocas infectados de igual manera que sopa, entonces Cosette saco su arma secreta, entre las cosas que llevaba, había un bote que contenía el antídoto, presiono un botón y lo aventó hacia las personas infectadas, era una bomba cronometrada la cual después de cortos segundos estallo, bañando a todos con el antídoto. Un épico final.

Tras calmarse un poco la situación todos comenzaban reaccionar.

—¿Que está pasando? ¿Qué estaba haciendo? — Sycamore recuperaba la conciencia mientras sus asistentes se acercaban.
— ¡Santo cielo! — Sophie se cubrió la nariz igual que Cosette — Realmente apesta.
—¿!Qué!?


Después de una larga explicación y que la lluvia terminara, todos los chicos se encontraban en el rio tomando un baño mientras madame Catherine los vigilaba.

— Aun apestan, decimo baño, vayan.
— ¡QUEEE!— reprocharon todo el grupo muy tristes.


En la oficina de Sycamore, el profesor llevaba un traje de protección para atrapar su mal olor. Había terminada una cura contra el perfume de Serena.

— Esto servirá para contrarrestar las feromonas.
— Que alivio — suspiro mientras se colocó aquella loción.
— Ahora si me disculpan tengo que.
— NOOOO—Reclamaban todos los presentes al darse cuenta de que quería quitarse el casco.
—Aun apesta, necesita tomar otro baño — Sophie le ordenaba.
— Hágale caso — Cosette comenzó a molestar — Alguien se preocupa mucho por usted.
— !Callate! — Sophie avergonzada le dio un ligero golpe a su compañera.

Serena terminaba de colocarse todo el perfume, el cual Ash pudo notar.

— Serena, Tienes un agradable aroma— Dijo con gran sonrisa.
— Gra-gracias — cubrió su rostro de vergüenza.
—Todavía hay algo que no entiendo — Cossete se cuestionaba — El perfume tenía un enorme efecto, ¿Cómo es que Ash no fue infectado por el aroma?
—Buena pregunta — Sycamore se puso a pensar — Quizás la nariz del chico funciona diferente.
— Talvez no sea su nariz, talvez su cerebro, talvez su sangre — eran las dudad de la mujer de lentes.
— O su ADN, lo que sea el chico podría abrir nuevas ventanas hacia la investigación genética.


Un toque eléctrico choco contra los pensamientos de los científicos, sus ojos se tornaron maliciosos y sonreían con maldad. Un nuevo virus los había infectado.

— Oye Ash que te parece si me das un poco de saliva — Dijo Sycamore.
— Podrías ayudarme con algunos estudios genéticos — Dijo Sophie.
— Ash, dóname diez litros de sangre — Dijo Cossete con una enorme inyección en sus manos.
— ¡No, no, esperen! ¿Qué les pasa? — El chico aterrado retrocedió sin quitar la mirada de los psicópatas, quienes se lanzaron encima de él.


Ash al no poder reaccionar ante la situación fue arrastrado por Serena mientras los infectados se estrellaron contra la pared.

— Ash vámonos —Serena con una sonrisa en el rostro sujeto fuertemente la mano del chico mientras salían de la habitación.


Aquel día había sido un completo caos de principio a fin y uno que aún no terminaba, porque las aventuras de los chicos apenas comenzaban.


Fin