N/A: Y me pongo al día escribiéndoles el de hoy.

Viernes 6 de mayo del 2011 - Cenotafio ‘Monumento funerario en el que no está enterrada la persona a la que se dedica’: «Se colocaron ofrendas florales en el cenotafio que contiene los nombres de los bahienses caídos en combate» (NProvincia [Arg.] 3.4.97). No debe usarse con el sentido que corresponde a otros monumentos funerarios que sí sirven de enterramiento, como mausoleo, sepulcro, panteón o túmulo.

"De Insoportables Ridiculeces" [Sesshômaru x Kagome] -AU (Continuación de Cénit)

Y anque pareciera imposible de creer, el demonio se sentía deprimido. En el trabajo no rendía igual, cualquier cosa que le mencionasen que tuviese que ver con su ex-novia, lo sacaba de sus casillas. Dicho estado era insoportable, mismo adjetivo que la mayoría de las personas le aplicaban ahora.

—Kagome, intentémoslo de nuevo —dijo serio, estoico como era—. Construíste un cenotafio de nuestra relación donde no la hay. Porque aún no muere ni se extingue.

Genial, ahora faltaba decírselo en persona. Se sintió ridículo cuando el espejo lo miró con desprecio.

 

N/A: Y me pongo al día escribiéndoles el de hoy.

Sábado 7 de mayo del 2011 - Lesoto Forma adaptada a la ortografía y pronunciación españolas del nombre de este país de África: «El rey de Lesoto [...] fue coronado por su tío» (País [Esp.] 1.11.97). Se desaconseja el uso en español de la grafía inglesa Lesotho. La forma recomendada para el gentilicio es lesotense, no lesothense.


"¿Furiosa Reconciliación, o No?" [Sesshômaru x Kagome] -AU (Continuación de De Insoportables Ridiculeces)

— ¿Qué quieres? —Le preguntó con tristeza, pero enfurecida; cuando lo encontró en su puerta a medianoche.

Sesshômaru tomó aire y observó a su ex-novia. Tenía un pantalón de pijama puesto y una camiseta; ni siquiera había pensado en taparse, lo cual mostraba que quizás aún estuviese dormida.

—Ya no soporto mi estúpida vida sin ti, humana. Vuelve conmigo.

Ella lo miró estupefacta, reaccionando. ¿Realmente creía que así como así lo conseguiría?, ¿de una manera tan poco delicada?

—Ni lo sueñes, vete, por favor.

En ese mismo instante, azotó la puerta, golpeándole la nariz.

La joven se dio media vuelta, dispuesta a volver a dormir; cuando de pronto, oyó la puerta crujir. Al momento de voltearse, abrió los ojos descomedidamente: Sesshômaru había zafado la puerta. Se veía furioso.

— ¿Cómo te atreves? —Le espetó y avanzó hacia ella, mientras soltaba la puerta. De verdad, el demonio era fuerte.
— ¿Qué te pasa a ti? —Cuestionó, asustada.
—Escúchame —casi escupió las palabras, al tiempo que la tomaba bruscamente de la barbilla—. Bien sabes que tú me amas, y yo iría hasta Lesoto por ti, Kagome.

Al momento, la besó con furia mientras la ponía en el sofá.

Kagome no sabía donde estaba Lesoto, pero debía ser lejos.

 

N/A: ¡Lo siento! La tarea me ha quitado algo de inspiración. Pero les traigo los drabbles HOY, jaja.

Lunes 9 de mayo del 2011 - Debut Presentación o primera actuación en público de una compañía teatral o de un artista.

"Visitas Escolares" [Sesshômaru x Kagome] -AU

—Tengo miedo —susurró ella.
—Cálmate, Kagome. Vas a hacerlo bien.
— ¿Y si no les gusto?

Sesshômaru rodó los ojos.

—Está bien. Ahora ve —le dio un ligero empujón.

Se dirigió después a las butacas del auditorio escolar. Había venido de la universidad a la preparatoria de su novia, había venido a verla cantar. Y, al principio, ella se encontraba muy emocionada; pero después quería sólo esconderse en su casa.

En unos minutos, Kagome salió y cantó. Sesshômaru no quiso saber qué canción entonaba, se había quedado viéndola a ella, escuchándola.

Había pasado apenas un mes desde que eran pareja, pero el joven youkai no pudo evitar pensar que este era, probablemente, el debut de Kagome en su hobbie artístico... Pero nada era más cierto que él mismo sabía que Kagome había logrado su debut como dueña de su corazón de piedra... Y así sería siempre.

 

N/A: Y el de hoy, ojalá lo disfruten.

Martes 10 de mayo del 2011 - Menguante Como sustantivo, es masculino cuando significa ‘intervalo entre el plenilunio y el novilunio’: «Licario [...] parecía mirar con un ojo la fruta cuyo color detonaba en el menguante lunar» (Lezama Oppiano [Cuba 1977]). Es femenino cuando significa ‘mengua del agua de un río por causa de la sequía’, ‘descenso del agua del mar por efecto de la marea’ y, en general, ‘decadencia o mengua de algo’: «Es tan grande la menguante del mar [...] que muchas veces queda media legua en seco» (Ruz Mayas [Méx. 1981]).

"Suficiente" [Sesshômaru x Kagome] -Canon

Era muy de mañana... El poderoso taiyoukai se detuvo ante la imponente puerta, umbral de la habitación de él y su futura pareja. Él nunca había pretendido complacer a alguien más que no fuese él mismo, pero con ella un sentimiento de compromiso lo acosaba a cada segundo que transcurría.

Abrió la puerta sigilosamente, intentando no despertarla.

—Sesshômaru... ¿Acabas de llegar?
—Sí —confesó.
—Hmm... —Ella bajó la cabeza—. Supongo que, como lord que eres, no puedo pedirte ninguna explicación, ¿verdad?
—Así es, no puedes —y la chica suspiró tristemente—. Pero siendo tú, voy a dártela de cualquier manera. Fui a hacerme cargo de personas que no necesito cerca de mí, ¿entiendes?

Kagome lo miró fijamente y se sorprendió. Él modificaba su lenguaje, haciéndolo más suave e indirecto... Tal vez para no mortificarla al instante. Movió la cabeza afirmativamente.

—Sé que estabas esperándome, Jaken me lo dijo. Sé que querías ver la luna conmigo.
—No importa, Sesshômaru —sonrió.
—No te estoy pidiendo disculpas —se tornó frío e inflexible.
—No te las estoy pidiendo, ¿o sí? —Se levantó de la cama y lo abrazó—. Sé que te sientes mal por eso, es suficiente para mí.

Y entonces el demonio se impactó al darse cuenta que ella sabía todo de él, absolutamente... Como él de ella.

—De cualquier manera —se separó de él y le miró el rostro—, yo siempre tengo a la luna frente a mí... Cuando la veo en ti —e indicó suavemente, con su índice, el cuarto menguante que Sesshômaru tenía grabado en su frente—. No necesito más.

Su mirada causó estragos en él. Se preguntaba porqué le era tan difícil dejar caer la pared que lo separaba para comunicarse con ella.

—Yo tampoco.

Y esa noche, se dejó llevar tan sólo por lo que sentía por ese extraño ser.

 

N/A: El de ayer, se me hizo interesante. Gracias por todo su apoyo <333

Jueves 12 de mayo del 2011 - Resquebrajar (se) ‘Producir(se) hendiduras en algo’: «La escalera, de madera, comenzó a resquebrajarse» (González Dios [Méx. 1999]). Esta es la forma mayoritariamente usada en el habla culta de todo el ámbito hispánico, por lo que debe preferirse a desquebrajar(se), variante que mantiene cierto uso en México y algunos países centroamericanos: «La mañana aquella en que se desquebrajaron sus muros» (Hayen Calle [Méx. 1993]).

"Represión" [Sesshômaru x Kagome] -Canon (Continuación de Suficiente)

— ¡No voy a ser sumisa, Sesshômaru!, ¡no tienes ningún poder sobre mí!

Aquella reunión se había convertido en un desastre. Bueno, desde que Sesshômaru llevó a su pareja con los demás lords del país.

—Mi pareja tiene su marca en un brazo —había dicho uno de ellos—. Anda, Hitomi, muéstrales.

La esposa del demonio obedeció sin chistar ni decir una sola palabra. Kagome forjó en su rostro una mirada de extrañeza.

—La mía la tiene en el muslo, enséñala —se dirigió otro a su esposa.
—Pero tendré que mostrar mucha piel... —Dudó la youkai, temerosa.
— ¿Acaso te dije que hablaras, te pedí tu opinión? ¡Cállate y házlo, Kaname! —La reprendió ruidosamente al tiempo que la miraba con ojos amenzazantes.

Ante esta respuesta, Kaname acató las órdenes de su marido.

—Pues Kagome la tiene un poco abajo de la clavícula. Que vean dónde está —Sesshômaru imitó a sus colegas.
—No lo sé, Sesshômaru... Quizás sea una parte que no deba mostrar —le respondió de la manera más tranquila.
—No te pregunté si querías o no.
—Pues no quiero enseñarles a personas que, con todo respeto no conozco, la marca que me dejaste.
—Me perteneces y vas a hacerlo —él empezó a perder la paciencia.

Y volvemos al momento. Kagome era rebelde y a Sesshômaru nada le hubiera gustado más que mandarla a callar; pero, extrañamente, no podía.

—Ya me harté de tus sandeces, obedece.
—No.

Sesshômaru se juró a sí mismo que a él le había dolido más cuando le sujetó el cuello a su pareja y le clavó sus garras, sin hacerle mucho daño, pero causándole un tremendo dolor. Se había arrepentido al segundo de haberlo hecho, pero ya no había vuelta atrás.

—Muy bien... Qué bueno...—Jadeó ella cuando sus piernas dejaron de responderle debido a la agonía. Sesshômaru la sostuvo por la cintura, pero no dejó de ejercer el daño—. Porque esto ni me duele en comparación con cómo estás resquebrajándome el corazón en este momento —declaró con valentía, contrastante con sus lágrimas.

Eres un monstruo, la escuchó susurrar antes de desvanecerse. Él quedó perplejo.

 

N/A: Y el de ayer... ¡Hoy prometo ponerme al corriente! Ditto.

Viernes 13 de mayo del 2011 - Beirut Capital del Líbano. Su gentilicio es beirutí (pl. culto beirutíes; → plural, 1c): «Los beirutíes toleraban la presencia de los carros de combate sirios» (Leguineche Camino [Esp. 1995]).

"Adiós" [Sesshômaru x Kagome] -Canon (Continuación de Represión)

—No puedes irte. Y no te irás.

Después de la cena, él la había llevado a su habitación; aún furioso, la encerró.

Cuando la bella despertó, comenzó a golpear la puerta con tanta fuerza que Sesshômaru pensó que perdería la cordura. Desesperado, finalmente le abrió.

—O dejas de golpear la puerta...
— ¿O qué?, ¿qué? Ya ni me importa —le escupía las palabras con rabia—. Déjame irme.
—He dicho que no puedes, eres mía.
— ¡No soy propiedad de nadie!, ¡no tengo tu nombre escrito en mí!

De pronto, recordó la marca debajo de su clavícula.

—Si es necesario, voy a quitarme este pedazo de piel y me iré hasta Beirut con tal de alejarme de ti.
—La marca también es subcutánea. No importa que no se vea, sigue estado ahí.
— ¿Y qué? A mí con volverla invisible me basta y sobra. Ahora déjame ir —al ver que no la soltaba, se desesperó—. ¡Suéltame, Sesshômaru! Maldito monstruo...

De pronto él la liberó.

—Tu respeto por mí no existe. Lárgate de una vez —ella lo miró desconcertada—. ¡Largo!
—Adiós, Sesshômaru —le susurró ella cuando se alejaba.

Una vez que ella estuvo fuera de la vista del youkai, su semblante se descompuso.

—La única razón por la que estás libre y con vida en este momento... Es que nunca voy a olvidarme de ti.