El Drabble De Cada Día [InuYasha en General]

N/A: Perdonen por no subir ayer, se me fue el tiempo y resulta que me tengo que levantar para ir a la escuela temprano. ¡No me lo esperaba! Pensaba que podían dejarme más tarde, ya que sólo vengo a verificar un promedio, pero bueh, aquí estoy. Les escribo este drabble desde la biblioteca de mi escuela. : D

Domingo 12 de junio del 2011 - Efectividad ‘Cualidad de efectivo’, en el doble sentido del término efectivo, esto es, ‘cualidad de ser real, verdadero, no quimérico, no nominal’: «Estos manejos presupuestarios solo son un maquillaje sin efectividad» (Abc [Esp.] 24.5.89); y ‘cualidad de lo que causa efecto’: «La efectividad del refuerzo disminuye con el paso del tiempo» (Ardila Psicología [Col. 1975]). Con este último sentido se recomienda usar con preferencia la voz eficacia (→eficaz, 2): La eficacia del refuerzo disminuye con el paso del tiempo. No debe usarse efectividad como sinónimo de eficiencia (→eficiente, 2): «La falta de idoneidad y efectividad [de Javier Saiz] que alegó De Jorge llevaron al juez a considerar al jefe de servicio “cómplice de una mala actuación profesional”» (NCastilla [Esp.] 13.5.99).

"Interés En Ella" [Sesshômaru x Kagome] -AU

No veía absolutamente nada. Lo peor de todo era no saber si era porque todo a su alrededor estaba oscuro, o porque tenía cubiertos los ojos... O quizás había quedado ciega.

Se estremeció ante el último pensamiento: ¿podría ser así? Repentinamente, oyó la puerta crujir, rechinar y por consecuente abrirse; escuchó los ágiles pasos de un solo par de pies. Comezó a temblar como a quien están a punto de quitarle la vida.

— Por favor, por favor... —Susurró apenas.

No obtuvo respuesta. En cambio, él se le arrodilló en frente y se quedó en silencio. Aquel comportamiento comenzaba a desesperarle; mas, sin saber el porqué, parecía agradarle de vez en vez.

— Me sorprende cómo te empeñas en evitar algo que tú misma provocaste.
— ¿De qué hablas? Yo no he hecho nada malo —Reprochó, recobrando un poco su tenacidad característica—. Yo no quise estar aquí, amarrada y encerrada. ¡Ya ni siquiera sé qué hora es, cuántos días han pasado! ¿Crees que yo quise ésto?, ¿¡qué diablos hice!?

Sesshômaru se limitó a desatarle los pies.

— Hn. ¿Mejor?

Ella lo ignoró, pero por dentro suspiró aliviada.

— Me fastidia que niegues lo que haces.
— Ya estuvo, de veras. Te he preguntado una y mil veces qué hice... Pero tú no me dices —esta vez parecía haberse recobrado completamente, parecía como si le hubiese perdido el miedo—. ¡Pues yo ya me harté de ti! Si no me quieres decir, ¡hazle como quieras! Ya no me importa.
— ¿De verdad no lo sabes? Hn. ¿Quieres que te lo diga?

La chica lo volvió a ignorar y a él le parecía frustrar ser ignorado. Era increíble cómo era que no haciéndole caso le provocara querer decirle más... Era como si, desesperadamente, buscase la atención de la chica.

— Nunca creí rebajarme a tanto. Humana, yo mostré interés por ti.
— Ah, ¿en serio? Por mi muerte, ¿por ejemplo?
— Ya me cansé de que me contestes de esa manera —le tomó la cara, bruscamente—. Cállate y escucha. Me costó admitir que me intrigabas, pero aún así fui por ti. Pero tú... Me despreciaste, me ignoraste.
— ¿De qué hablas? Siempre ibas a buscar a Inuyasha.

En ese momento, el taiyoukai se alegró de que ella aún tuviera los ojos vendados. Así no podría ver su expresión de decepción. Le desvendó los ojos.

Él movió la cabeza negativamente, indicándole lo poco perceptiva que era... Y ella pareció captar la idea. Aún así, a Kagome no le entraba en la cabeza tener ni la relación más mínima con esa bestia. Tal vez el cómo reaccionaba ella era algo natural, y no planeado como él lo esperaba.

— Tu comportamiento poco receptivo refleja el patrón de conducta de alguien... Desinteresado en mí. Y, resultó avivae mi interés con efectividad.

Sin la venda en sus ojos, Kagome se sorprendió como un ser tan letal pudiese ser tan bello.

 

N/A: ¡Menuda palabra que me ha tocado! A ver si no escribo babosadas. Siento la letra chica, no la pude arreglar, ¡voy por ayuda!

Lunes 13 de junio del 2011 - Ogro / ogresa Con el sentido de ‘ser imaginario que se alimenta de carne humana’, el femenino etimológico y más usado en la lengua culta es ogresa (del fr. ogre, fem. ogresse): «En los cuentos folclóricos [...] aparecen las ogresas» (Ramírez Infancia [Méx. 1975]). Pero, por analogía con el femenino en -a propio de los sustantivos cuyo masculino acaba en -o (→ género2, 3a), se emplea también el femenino regular ogra.
2. Con el sentido de ‘persona de mal carácter’, suele emplearse el masculino para referirse a personas de ambos sexos: «Penélope es un ogro» (Gala Ulises [Esp. 1975]).

"Regañiza" [Sesshômaru x Kagome] -AU

— ¿¡Qué pasó aquí!? —Se oyó una voz, irritada, al punto de costar demasiado para contener la ira.
— ¿Qué, qué...? —Apareció una asustada chica, saliendo de la cocina.
— ¿Por qué diablos sigues aquí? —Le preguntó, acercándose a ella, furioso.
— ¡Pero vivo aquí! —Replicó ella, asustada y retrocediendo.

Al segundo, la chica se echó a correr como a quien persigue el diablo. Sólo que esta vez no era el diablo quien iba detrás de ella. Él no tardó mucho en alcanzarla y la sujetó de la cintura y la cadera, haciéndole imposible correr. Kagome lo miró con una expresión de susto.

— ¿Por qué no quieres que esté aquí? —Susurró ella.
— Deberías estar con el médico, como te dije. Haciéndote la...
—Uff —se relajó—. Siempre podemos esperar un día más, ¿no?
— No. Quiero saber ya.
— En fin, pensé que ahora eras un ogro que iba a devorarse mi carne... —Rió, nerviosa.
— Hn. Tal vez lo haga —sonrió.

 

N/A: ¡Gracias por apoyarme tanto! Y Cami Chan, qué bueno el tenerte de vuelta. Me puse dramática el día de hoy, me dicen qué tal.


Martes 14 de junio del 2011 - Agur Interjección que, procedente del latín augurium, ha pasado al español a través del vasco como fórmula de despedida. Se admite también la variante abur.


"Déficit De Justicia" [Sesshômaru x Kagome] -AU

Sabía que lo que hacía no tenía ni una pizca de justicia. Maldita sea, se repetía una y otra vez.

¿Cómo había pasado? Ella no vestía como una santa, pero tampoco podía clasificar sus lindas blusas y sus medianas faldas como provocativas. Ella jamás le había insinuado algo o adoptado ninguna postura sugestivo, en todos los sentidos. Kagome no había sido más que una asistente perfecta y él... Resumiendo, ella no tenía nada de culpa y él le iba a hacer mal.

Sacudió la cabeza. En ese momento, alguien tocó la puerta. Tras darle el permiso para pasar, la joven en la que estaba pensando entró, cargando con una sonrisa en su lindo rostro.

— Aquí están las reuniones de esta semana, ya agendadas en el tu calendario empresarial —Sesshômaru tragó saliva, pero mantuvo la compostura. Pobre chica—. Oh, también fui al departamento de publicidad a ver los nuevos bocetos. Te los pongo aquí —dijo carismáticamente, dejando en su escritorio unos fólders de gran tamaño—. Agregué críticas a los diseños, ya sabes, aquí y allá... Por si quieres tomarlas en cuenta.
— Gracias —fonemizó tajantemente. No podía dejar de pensar en ella.
— No hay de qué. Es mi trabajo, ya sabes —inclinó la cabeza—. Hmm, ¿necesitas algo más o sigo con los reportes públicos?
— No. Anda, sigue.

La hermosa mujer se dio media vuelta y se dispuso a cerrar la puerta. Pero antes de que pudiese concluir con ello, escuchó la ronca voz de su superior, sonando cortada y extraña.

— Agur, Kagome.
— ¿Hmm? ¿Por qué me dices adiós?

Él se sorprendió de que lo hubiese entendido. Vaciló, pero se repuso.

— Por nada, se me dio la gana usar la palabra. Retírate.
— Okay —sonrió.

Una vez que la puerta sonó, el youkai perdió los estribos, internamente al menos. Iba a despedirla porque le provocaba sensaciones intensas... Y le hacía fabricar sentimientos que nunca pensó experimentar. Tales cosas eran tan intensas que no podría pedirle su renuncia personalmente.

Era injusto para ella. Sin embargo, era lo mejor para él. Le frustraba pensar que echaría a una persona tan hermosa, tan inteligente y culta de su vida. Era perfecta... Pero él no tenía la más mínima intención de caer en algo tan ridículo como el amor.

 

N/A: Bueno, ahora les traigo uno que se me ocurrió muy rápido. Espero les agrade. ¡Se les quiere demasiado por parte de la autora!


Miércoles 15 de junio del 2011 - Iglú Voz de origen esquimal que significa ‘vivienda en forma de media esfera confeccionada con bloques de nieve compacta’ y ‘[tienda de campaña] de forma semiesférica’. Su plural es iglús o iglúes (→ plural, 1c), con preferencia hoy por la primera forma. No debe usarse en español la grafía igloo, que corresponde a otras lenguas como el inglés o el francés.


"Capas Emocionales" [Sesshômaru x Kagome] -AU

Sesshômaru cerró los ojos, respirando profundamente, mientras la mujer a su lado suspiraba. Después de ciertas intensas actividades nocturnas, ambos estaban listos para dormir... O eso parecía.

Ella sabía que él la amaba... Sólo que nunca se lo decía. No importaba lo que ella hiciera, ese tipo de cosas no salían por la boca del youkai.

— Te amo, Sess —le susurró como cada noche.

Y, como cada vez que se lo decía, él la tomó en brazos fuertemente, como si nunca quisiese dejarla ir.

— ¿Tú me amas a mí? —Se atrevió a preguntar esa noche.
— Ya lo sabes —le aclaró, acariciando su cabello negro.
— ¿Podrías decirlo sólo una vez?

Tras un silencio incómodo, Sesshômaru tomó aire.

— Sabes que no se me da.

Grandioso. Así era él. Y ella lo había aceptado tal y como era, ¿o no? Kagome sonrió para sí misma y decidió liberar a su pareja de la tensión que le estaba creando.

— Mire, señor Bloque de Hielo. La verdad me gustaría que dijera ciertas cosas de vez en cuando... Ya debería de salirse de su iglú o al menos dejarme entrar.

Aunque el objetivo de esa premisa había sido cómico, al youkai le provocó reflexionar. La amaba, pero no le nacía decírselo. Siempre había existido una fina capa que aún lo separaba de ella en cuestiones emocionales... Y a veces deseaba que no estuviese ahí, pero no podía evitarlo.

— Si me dejas, te ayudo a destruir tu iglú. ¿Qué dices, eh? —Le sonrió mientras dibujaba círculos en su mentón.

Él se limitó a mirarla. Tal vez podría aceptar su ayuda, dejarla entrar. Después de todo, se casaría con ella en pocos meses.

— Hn. Y, ¿cómo piensas ayudarme, Kagome?
— Ayer compré un picahielos —volvió a sonreír y él la besó.

Cómo adoraba a esa mujer.

 

N/A: Les traigo el que correspondería a ayer.


Jueves 16 de junio del 2011 - Aguachirle
1. f. Bebida o alimento líquido, como el vino, el caldo, la miel, etc., sin fuerza ni sustancia.
2. f. Cosa baladí, insustancial, sin importancia alguna. Se usa referido a obras o cualidades del ingenio.



"Esperanzas De Cocina" [Sesshômaru x Kagome] -Canon

— Anda, pruébalo, ¡a lo mejor a ti sí te gusta! —Le insisitó la chica, emocionada. Recordando que a Inuyasha, usualmente, no le gustaba lo que preparaba.
— Hn —fue lo único que dijo antes de probar bocado.
— Le puse muy poco condimento por si eres tan sensible como Inuyasha.

Él la fulminó con la mirada, dándole a entender que no le gustaba que lo comparasen con su medio hermano. Masticó con calma y tragó.

— ¿Y bien?
— Esta sopa es aguachirle —dijo, como tratando de encontrarle más sabor al alimento.
— Con un demonio.

Y ella que se había cuidado de no ponerle tanta cosa... Sólo para darse cuenta de que a Sesshômaru le gustaban más los sabores intensos.

 

N/A: Si dicen que yo les alegro el día, ¡ustedes me hacen brincar! Y es que me motivan para nunca faltar (o al menos eso trato). Les mando un beso enorme.


Viernes 17 de junio del 2011 - Aguadulce En Costa Rica y Colombia, ‘cocción de agua y panela’. Es sustantivo femenino y se escribe siempre en una sola palabra: «Hija, mirá a ver cómo la aguadulce alcanza pa todos» (Buenaventura Diestra [Col. 1960]). No debe confundirse la aguadulce con el agua dulce, ‘agua de poco o ningún sabor, por contraposición a la del mar o a las minerales’: «Es bien sabido que el agua dulce pesa más que el agua salada» (Nacional [Ven.] 20.12.96).


"Planes Post-Maritales" [Sesshômaru x Kagome] -AU

— ¡Estoy tan feliz!
— Espero que te haya agradado. Ese anillo me costó como un brazo izquierdo.
— Claro, ¿por qué crees que acepté? —Bromeó ella.

Después de unas cuantas risotadas por parte de ella y unos intentos de risa por parte de su futuro esposo, ambos se pusieron un poco más serios.

— ¿A dónde iremos de luna de miel?
— A donde gustes y a donde guste yo.
— No podemos pagar tanto, Sess —le recordó ella, tomándole el brazo.
— Tú no, yo sí. Recuerda que me acabas de aclarar que te casas conmigo por dinero.

Kagome se rió. Estaba contenta de que su prometido hubiese aprendido a bromear, ahora los dos podían hacerlo sin sentirse incómodos. La chica le regaló una pequeña risita.

— En serio, no quiero que tú pagues todo. Déjame algo a mí.
— A ver, ¿a dónde quieres ir?
— Tú primero.
— Vamos a Francia e Inglaterra.
— Siendo así, nos falta un lugar tropical.
— Hn —pensó él mientras la levantaba en brazos—. Está bien, yo pagaré los viajes a Inglaterra, Francia y a Costa Rica.
— ¿Y yo qué voy a pagar? —Le reprochó, frunciendo el ceño.
— Tú puedes pagar el aguadulce que beberemos en Costa Rica.

Dicho esto, la aventó en el lecho y la arrinconó. Pero sobraba decir que ella no estaba de humor para que dejaran la discusión en ese momento.

— ¡No soy tan pobre! Al menos déjame...
— Ya cállate —le indicó mientras la besaba.