de Inuyasha - El doloroso secreto que no revelaré

El doloroso secreto que no revelaré

Siempre fue doloroso tener dentro de mi mente cada fragmento del pasado que no puedo borrar. A veces no me deja dormir por las noches, ni despertar en las mañanas, nunca he podido superarlo. No importa cuanta confianza o amor me den, no importa cuanto me protejan, no importa cuánto confíe en Sesshoumaru-sama o cuánto me llame la atención Inuyasha, mi vida nunca será la misma. Recuerdo que cada uno me regaló un colmillo:
—Esto es para que dejes de meterte en problemas —dijo Sesshoumaru-sama, fríamente como acostumbraba.
—Esto es para que dejes de llorar como un bebé —me dijo Inuyasha.
Desde ese día, nunca me separé de sus poderosos colmillos.
Me despierto antes del alba, bebo té caliente y como un poco de arroz por todo alimento. Llevo unas toallas al río y doy su baño diario a mi mascota, a veces solemos jugar con el agua y me recuerda cuando éramos pequeños.
Luego regreso a la aldea, doy las gracias a la familia que ese día me hospeda, recibo el saludo del jefe de la aldea y rechazo todo dinero. Entonces alisto mi armadura y parto junto con Kirara. Nunca he vuelto a pisar dos veces la misma aldea.

Hoy voy hacia el Oeste, la hime-sama me envió un saludo, ella es hermosa… tiene quince años que no aparenta, con ojos llenos de vida…
Quiere verme en el Palacio del Clan Inuyoukai… Es una trampa, una cruel trampa, pues cada vez que piso ese lugar, sé que estarán esperándome allí mi hermana, cuñado y sobrinos. Sé que la hime-sama los llamará a propósito para obligarme a verlos, a regresar con ellos, y tratará de cerrarme una herida. Sé que esa será su muestra de amor, no tiene otra. De todos modos, yo no sería competencia para un Lord Daiyoukai ¿Qué podría darle a ella? ¿Más dolor?

La miraré a los ojos y recibiré un golpe en la cabeza por parte de Inuyasha, un kitsune travieso me recriminará, seguidamente, houshi-sama pretenderá traer consuelo y perdón por ciertos atrevimientos. El Lord youkai que me protegió, me dará la espalda, la hime-sama sonreirá y se irá detrás de él, dejándome sólo con los demás.
Yo recordaré cada uno de mis errores y pretenderé ocultarlos. Prenderé esconder que tengo un lado cobarde.
A ellos no les importará y acudirán a mí porque ya esperaban mi llegada, sólo les diré: los extrañé mucho… y al corazón bondadoso de la hime-sama le diré: muchas gracias…