El dinero lo compra todo, menos tu amor... [NxH-SxS-SxT-NxT-KxI]

Re: El dinero lo compra todo, menos tu amor... [NxH-SxS-SxT-NxT-KxI]

“Nana Uchiha”​

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Sasuke parecía, o mejor dicho, estaba traumado. Estaba muy pálido y temblaba, al parecer no había tomado muy bien la noticia de qué su abuela venía a visitarlo. Sí, no lo había tomado nada bien. Naruto le tomaba fotos, sin embargo, el Uchiha no le hacía caso alguno, estaba muy concentrado en buscar un lugar donde esconderse hasta que la abuela se fuese de nuevo a Miami.

-vamos, Sasuke…-Comenzó a hablar la castaña macabra, poniendo su mano en el hombro del nombrado-No es tan malo… Tu abuela es genial.

-¡Sí, claro!-Afirmó con sarcasmo, raramente alterado.

Hinata, por su parte, se mantenía pensativa y alejada del grupo. Al igual que Tenten, se mantenían cada quién por su lado. La morena de ojos achocolatados leía tranquilamente una revista, mientras que La Hyuga miraba por la ventana.

Vio que una motocicleta negra hacía su aparición, montada en ella, una señora rechoncha de unos 70 años, su cabello gris caía en sus hombros, sus ojos eran azabaches, su piel era nívea, y estaba arrugada debido a la edad. Se levantó de la moto, y dejó ver sus pantalones de cuero, que hacían juego con su chaqueta igual de cuero negro. Llevaba unas botas por la rodilla color blanco, y se colocó unos lentes de sol, a pesar de que eran las 6 de la tarde y no había mucho sol.

-Sasuke, ¿Esa es tu abuela?-Preguntó Neji viendo por la ventana como la señora se acercaba a la puerta de la habitación donde se encontraban.

Sasuke gimió recordando su pesadilla. Se escondió tras la castaña Matsuri, quién esbozó una sonrisa maligna y burlona.

La castaña se acercó a la puerta y la abrió, dándole paso a la abuela Uchiha. La señora llevaba consigo un bolso Louis Viutton, qué, para ser sinceros, no combinaba ¡para nada! Con su ropa. Definitivamente, a esa señora le hacía falta un cambio de look. No parecía ser parte de la familia Uchiha, quienes tenían fama de vestir muy bien.

-¿Por qué…? ¡Matsuri! Cuánto has crecido-Dijo viendo de arriba abajo a la aludida-La última vez que te ví, estabas del mismo tamaño.

Matsuri se rió hipócritamente, teniendo ganas de estrangular a la abuela. Sin embargo, se contuvo, cuando recordó lo mucho que sufrirían el resto del grupo con aquella loca anciana. Sí, disfrutaría mucho la estadía de la señora Uchiha. Conocía muy bien lo molesta que podía llegar a ser, también lo criticona y madona. Se reiría mucho, estaba segura.

-¿Dónde está Sasuke?-Inquirió con su voz gruesa y ronca, viendo como el aludido se acercaba a ella de mala gana, sonrió quitándose sus lentes de sol marca Ray-Ban-¡Allí estás, mocosito! Aún recuerdo cuando llorabas como un bebe y botabas moco por donde pasabas…¡Qué tiempos aquellos! Ahora no, eres un tarajallo sinvergüenza que se la pasa en los bares enredándose con cualquiera.

La abuela le dio una cachetada a Sasuke antes de que este pudiese contestarle. Luego, lo abrazó maternalmente y con ternura, pero a la vez con fuerza. Un abrazo de oso, como solía decir. Sasuke sentía que sus ojos se saldrían de órbita si su abuela le seguía abrazando así, ya empezaba a ponerse morado, gracias a la falta de aire, cuándo su abuela le soltó.

-Debes comer, muchacho, pareces un esqueleto-Aconsejó la abuela, mirando a los amigos de su nieto-¡Pero si es Hinata Hyuga, la hija de Hiashi! Cuánto has crecido, muchacha. La última vez que te vi, eras novia de Sasuke-La vieja rió como una bruja.

Hinata se puso roja como un jitomate, mientras que Sasuke escondió su cara de vergüenza. Matsuri rió, no muy disimuladamente, haciendo que los demás fijansen su vista en ella.

-Uh…¿Quiénes son estos niñitos, Matsuri?-Preguntó la abuela de Sasuke.

-Pues, ella es Tayuya, ella Sakura, Ino, Temari, Tenten…-Matsuri empezó a enumerarlos unos a unos, hasta llegar a Neji-Y él, es el peor enemigo de tu nieto, Naruto Uzumaki.

La abuela Uchiha miró de arriba abajo al Uzumaki, deteniéndose en los ojos del rubio. Los ojos azabache de la vieja se pusieron vidriosos, y se lanzó a los brazos de Naruto, quién la consolaba confundido. La señora empezó a llorar y decir cosas incoherentes, viendo por unos instantes al rubio, y luego lo volvía a abrazar, dejando desconcertados a mucho, incluyendo a Sasuke quién susurró algo como “Ni a mí me quiere tanto…”.

-¡Naruto! Te pareces tanto a tu padre…-La vieja sollozó, y luego se sacudió la nariz con la camisa del Uchiha menor-Éramos muy amigos. La última vez que te vi tenías pañales.

-¿Conoció a mi padre?- Inquirió Naruto, tomando las manos de la abuela de Sasuke, mientras este los veía celoso.

-Sí, sí, tocó en mi banda antes de su accidente- Informó, apretando las muñecas del rubio.

-¡Genial! ¿Podría hablarme de él?-Le preguntó otra vez el rubio, con esperanzas de saber más de su padre.

-Claro, hablemos en mi habitación…-Ofreció la vieja, yéndose con Naruto. Luego, volteó a ver a Sasuke-No te vayas a escapar, me salieron cayos, en los cayos…Ja, ja, ja.

Ambos salieron, dejando a un Sasuke atemorizado y celoso. Matsuri rió como una loca, golpeando con el puño la mesita de madera. Todos la vieron como si fuese un demonio, y Temari la despeinó. Tenten vió la hora, y luego se levantó y se fue por donde se fueron la vieja y Naruto. Matsuri dejó de reír, y vio interrogante al resto de los presentes.

-¿Y a ella que le pasa?-Preguntó Temari, confundida.

-No lo sé…-Admitió Matsuri preocupada.

-¿Qué le hiciste, Neji?-Inquirieron todos, a excepción de Neji, al unísono. Viendolo como si fuese un criminal.

-¡Nada!-Desmintió el manager.

Matsuri se puso pensativa, luego sonrió como si tuviese un plan malvado. Y, cabe destacar, que sí lo tenía. Hinata sintió como el miedo le invadía, Matsuri era peligrosa, muy peligrosa. Temari negó rápidamente con la cabeza, mientras la castaña los miraba y sonreía maquiavélicamente, planeaba algo muy malo.

-¡Averiguaremos qué le pasa a Tenten!-Gritó, saltando como una niña a la que le regalan un dulce.

Los demás gimieron, este tipo de planes siempre le salían muy mal a Matsuri. La última vez que quisieron averiguar quién era el padre de Shizune, fueron llevados a la policía, y pasaron 5 horas en la cárcel. Hinata no le perdonaría a Matsuri que todos los presos le chiflaran e hicieran enrojecerla.

-No le temo a nada, menos a Matsuri. Si quisiera morir, iría con ella-Admitió Lee, decepcionado.

-Calla, ninguno de ustedes se salvará…-Informó la castaña con gesto serio-Incluyéndote Neji, nada de “tengo cosas que hacer”… ¡No señor! No hay pero que valga… En eso incluyo que nadie puede decir que no cuando vayamos de shopping.

Los chicos gimieron, a excepción de Lee, quién gritó haciéndole compañía a las muchachas, quienes estaban felices de poner en práctica su deporte favorito. Los chicos debían verle el lado bueno, les saldrán músculos de cargar tantas bolsas.

 

Re: El dinero lo compra todo, menos tu amor... [NxH-SxS-SxT-NxT-KxI]

Luegoo dee 10000000000000 años xD Aquí toee!! Me extrañaron? A qué sí!! Ya ya u_u Se qué extrañaron a mi fic, no a mí... No me lo restrieguen en la cara malvados ToT... Jejeje, como soy una chica buena (Sisi, como no) trajee contii *__* Los quiero, tontos!

Shopping

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Shikamaru se puso su casco cuando vio que las muchachas vieron una tienda Armani con 50% de descuento en todo ¡TODO!. Este era su fin, no saldría vivo de allí. Le rezó a la abuelita de Sasuke para que lo protegiese. Lee, por su parte, se puso sus lentes de sol, estaba en lo suyo. No era el futbol, ni el basket, ni mucho menos el beisbol. ¡Eran las compras! Nadie le podía ganar, ni siquera Temari. ¡No señor!

Kankuro se escondió asustado detrás de Neji, temblaba como gelatina. Algo le decía que sufriría mucho, demasiado para su gusto. ¿Por qué no se había quedado en su habitación? Viendo chicas lindas bañándose en la playa. ¿Por qué? ¡Porque la malvada Matsuri lo obligó a venir! Maldigo a Neji por traerlo a esas vacaciones del infierno.

-Neji...-Susurró Lee, mirando al aludido-¡Te amo!

-Yo no...-Admitió el castaño asqueado.

-Lo sé, eso es lo que más me duele...-El cabeza de tazón se dió media vuelta, con un aura depresiva a su alrededor, mientras los demás lo miraban aterrorizados, y Matsuri reía divertida.

-Dale una oportunidad, Neji-Sugirió la castaña-.Hacen bonita pareja.

El productor casi mata con la mirada a la hotelera, quién reía divertida. Las chicas se miraron entre ellas y asintieron, estaban listas para entrar. Sakura tenía en sus mejillas, dos líneas horizontales negras, estaba lista para patearle el trasero a esas ancianas.

Ino se sonó los huesos de los dedos, y rugió al compás de Princesa, quién también estaba preparada para entrar. Temari se ató una cinta negra en la frente. Hinata se amarró una cola alta, y movió su cuello a ambos lados, haciendo que le sonasen los huesos.

Los chicos estaban aterrorizados, jamás habían visto a las chicas tan decididas. Shikamaru casi se hace pipí en los pantalones al ver a dos viejecitas peleándose por un vestido.

-Es el momento...-Susurró Matsuri, con una bandera de los Estados Unidos en mano, los chicos se abrazaron con miedo-¡Por Narnia!

Las chicas corrieron en dirección a la tienda, abarrotada de gente. Sakura tomó un palo de golf y golpeó a una señora, dejándola inconsciente. Hinata se le montó encima al guardia de seguridad, para que le diese paso a los probadores, que también estaban abarrotados de mujeres.

Lee empujó a unas chicas, haciendo que cayesen encima de un tumulto de mujeres, y agarró unos lentes de sol y unas botas de cuero negro. Temari se lanzó encima de una vieja y empezó a gritarle diciendo que le diese el vestido rojo de terciopelo, más la anciana no tenía ningún vestido rojo de terciopelo, sino uno blanco de seda.

Princesa le mordió el trasero a un guardia de seguridad, e Ino corrió a los almacenes, y tomó los vestidos de colección que no estaban a la venta. Los chicos se abrieron paso entre la gente, hasta llegar a los vestidores, allí los empujaron y vistieron con vestidos poco comunes, los maquillaron y pusieron tacones.

Se rieron de ellos mutuamente, luego pararon en seco, y cambiaron sus caras de burla a molestas. Se sonaron los huesos, para luego empezar a golpear a los vigilantes.

Uno de los guardias tomó a Sasuke por el brazo, rasgándole una uña. El Uchiha lo miró con una cara tan sanguinaria y malvada, que el guardia gimió de miedo.

-¿Ves lo que hiciste? ¡Dañaste mi manicure!-Sasuke se le lanzó encima al guardia y empezó a golpearlo, mientras este trataba de defenderse.

En otro lado, Neji discutía con una anciana, acerca de que color le quedaba mejor con sus ojos. Neji decía que el negro resaltaba el color perlado de sus ojos, más la vieja decía que le quedaba mejor el azul, que daba un aspecto de que fuese el cielo y las nubes.

-¿Sabe qué, señora? No me importa lo que usted piense-Declaró el productor de Hyuga Records.

La vieja, ofendida, se montó encima del Hyuga, y empezó a golpearlo con su bolso. En otra parte del gigantesco local, Shikamaru bebía tranquilamente un té con una linda dama.

-Qué raro que no está peleando como sus otros amigos-Comentó la joven de cabellera azabache.

-No gracias, paz y amor, amor y paz...-Habló el moreno-Hagamos el amor y no la guerra.

-¡Pervertido!-Gritó la chica, golpeando con la jarra de té al moreno.

Gracias al cielo no le hizo nada, ya que cargaba su casco de skate.

Justo en ese instante, llegó la policía, y paró todo ese desastre. Muchas personas se dieron a la fuga, menos nuestros amigos, que se tuvieron que ir con los policías, pasarían un buen rato en la cárcel.

-De nuevo aquí...-Se lamentaba Hinata, dentro de una celda- ¿Qué pensarán de mí? ¡Siguiendo los pasos de Paris Hilton, solo que peor!

-Cállate, Hinata...-Sentenció Matsuri, sentada en una esquina contando las horas.

Hinata suspiró, y miró la celda de enfrente, estaban los chicos con unas barbas inmensas. Shikamaru tenía un vaso de aluminio, y hacía ruido con el, pasándolo por las rejas como pidiendo limosna.

En eso, escucharon a unos guardias llegar con Tenten. La chica tenía una cara, que todos prefirieron quedarse allí a estar con ella. Uno de los policías abrió la celda de los muchachos y luego la de las chicas, Shikamaru se quitó la barba falsa, y puso la cabeza para que la castaña le diese un coscorrón, lo mismo hicieron los demás.

-¡Qué lindo!-Dijo con severa ironía, terminando de darle un coscorrón a cada uno-Los dejo solos por un rato y ustedes hacen lo que se les dá la gana.

Los chicos miraron con ojos de perritos a la muchacha, y luego fulminaron con la mirada a las chicas.

-¡Vámonos ya!-Sentenció la muchacha, arrastrando por la oreja a Neji.

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