El Diario De Mana [YGO]

Tema en 'Archivo Abandonado' iniciado por MANA_DMG, 3 Junio 2008.

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    MANA_DMG

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    El Diario De Mana [YGO]
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    Re: El Diario De Mana

    CAPITULO 6
    ESTUDIANDO MAGIA (segunda parte)
    Ayer no pude dormir tan fácil, por que esa sensación no desapareció, el sueño tuvo que ganarme para poder dormir, pero a pesar de eso me sentía feliz.
    En fin, pasemos a mi día de hoy, donde descubrí algunas cosas.

    Me levanté como cada mañana y me dirigí al comedor. Ahí, Mahad y Atem ya se encontraban sentados, solo esperaban al faraón y a mí.
    Cuando llegué al comedor y vi a Atem, regresó esa sensación en el estómago a pesar de que había despertado sin ella.

    -Buenos días Mana-me saludó Atem.

    -Buenos días-siguió Mahad.

    -Buenos días chicos-saludé como de costumbre, solo que esta vez, en mis palabras se oía nerviosismo por el regreso de la sensación-¿Cómo durmieron?

    Tanto Atem como Mahad me miraron extrañados y con mucha sorpresa por que era primera vez que les preguntaba sobre su sueño y seguro notaron mi nerviosismo.

    -¿Te sucede algo?-me preguntó Mahad.

    -¿Te sientes enferma?-preguntó Atem levantándose de la mesa y dirigiéndose hacia a mí.

    -No-contesté más nerviosa al verlo acercarse.

    -¿Tienes fiebre?-me preguntó tocándome la frente-Estás roja.

    -¡No!-exclamé alejándome de él-Estoy bien príncipe, no se preocupe-di tres pasos atrás-Tal vez deba decirles sobre mi estómago-pensé-Bueno la verdad es que…-quise decir.

    -Buenos días niños-saludó el faraón que entraba al comedor-¿Sucede algo?-nos preguntó al ver mi cara.

    -No lo sé padre-contestó Atem-Pero Mana estuvo a punto de decirnos algo ¿Qué era?-me preguntó volteándome a ver preocupado.

    -Será mejor que primero lo consulte con Isis-pensé-Después de todo, si es algo malo no quiero preocuparlos-volteé a ver a Atem-No, no es nada. Olvídenlo.

    -Pero aún estas roja-me dijo preocupado y queriéndoseme acercar otra vez.

    -Si estás enferma será mejor que vayas con un doctor-dijo el faraón-No vaya a ser algo grave.

    -Hazle caso al faraón Mana-me dijo Mahad casi regañándome.

    -No, de verdad no es nada-contesté corriendo a la mesa para sentarme-Solo tengo hambre.

    Todos me miraron por un rato, luego el faraón sonrió un poco y se sentó.

    -No se preocupen niños-dijo ya sentado-Mana está bien.

    -¿Estoy bien?-me pregunté-¿Sabe lo que me pasa?

    -Vamos Atem, ya siéntate-pidió el faraón.

    Atem lo miró un poco confundido y luego me miró a mí-Si padre-contestó y obedeció la petición del faraón.

    El desayuno terminó y los chicos fueron de inmediato a sus clases mientras el faraón y yo terminábamos con el desayuno.

    -¿Hoy no los acompañaras hasta su salón?-me preguntó sonriendo el faraón-¿Por qué?

    -Es que…-no sabía que contestar, en realidad esperaba hablar con Isis antes de hablar con ellos de lo que sentía-Es que… ahora voy a estudiar yo también-contesté sonriendo.

    -¡Ah! Ya veo-dijo el faraón-¿Qué estudiaras?

    -El maestro Kazuke me dio un libro para poder estudiar en lo que las clases están suspendidas-contesté feliz por cambiar el tema-Y tengo que estudiarlo.

    -Veo que estás entusiasmada-dijo el faraón.

    -Si-contesté-Ya no puedo esperar a que regresen las clases.

    -Disculpe alteza-se oyó la voz del maestro Aknadín que entraba al comedor-Se nos informó de otro ataque no muy lejos de la ciudad-comentó para luego clavar su mirada en mi.

    -Ya veo-dijo el faraón en tono muy serio-Suerte con tus estudios-regresó la mirada hacia a mí con una sonrisa.

    -Si gracias-agradecí tratando de ignorar esa mirada penetrante.

    El faraón se fue a atender los asuntos de los que el viejo maestro Aknadín le informó, por primera vez me alegró verlo y llevarse al faraón. Creo que el sospecha algo de mi mal estar, bueno, no se si se le pueda llamar así por que en realidad me hace sentir feliz.
    Cuando acabé con mi desayuno, me dirigí de nuevo a la biblioteca pensando en esas sombras que me dan miedo.

    -Ya no debo temerles-me decía caminando por los pasillos-Si sigo temiéndoles no podré ayudar a nadie.

    Llegué frente a la puerta de la biblioteca y una idea me llegó enseguida.

    -¡YA SE!-grité-Necesito aprender el hechizo de congelación para ayudar a Atem y a Mahad. Ellos se agotan haciendo ese hechizo para protegerme, si lo aprendo será más fácil para ellos por que les ayudaré.

    -Si solo vienes a gritar será mejor que te marches-oí una voz junto a mí, justo en el marco de la puerta de la biblioteca-Hoy si hay personas leyendo.

    -No, vengo a estudiar-contesté con voz de regañada.

    -Está bien, pero te estaré vigilando-me dijo dándome el paso para entrar al lugar.

    Di el primer paso para entrar, pero recordé que no llevaba mi libro; después de desayunar me dirigí enseguida a la biblioteca y no llevaba mi libro.

    -Ahora regreso-dije con una sonrisa al encargado de la biblioteca-Olvidé algo.

    Y salí en camino hacia mi cuarto recibiendo una sonrisa del encargado.

    -¡Que tonta! ¿Cómo pude haber olvidado mi libro?-pensaba mientras corría por uno de los largos pasillos hacia mi cuarto.

    Regrese a la biblioteca después de hallar mi libro en la mesa de noche junto a mí cama.
    En la biblioteca me leí todo el reglamento, advertencias y definiciones luchando contra el completo aburrimiento y el encargado que me regañaba por las cinco veces que me había quedado dormida. Ya estaba harta de tanto silencio y tantas reglas, pero finalmente terminé con mi promesa. Creo que es una de las promesas que mas trabajo me han costado cumplir, pero lo importante es que tanto Atem como Mahad se sentirán orgullosos de mí.

    Al acabar, miré el sol para aproximar la hora que era. Todavía faltaba para que terminara las clases de mis amigos.

    -Creo que debería seguir aprendiendo hechizos-pensaba parada a medio jardín principal-¡NO! ¡Ya me aburrí de tanto leer y memorizar!-exclamé negando con la cabeza y los ojos cerrados-¡Quiero divertirme!-exclamé alzando mi puño y dejando ver una sonrisa en mi rostro-Pero… estoy sola, así las cosas son aburridas.

    Justo en el sitio donde me encontraba parada, me senté, tenía que pensar en que hacer. Muchas veces pasó por mi mente dormir un poco, estaba algo cansada por mi desvelo de ayer, pero no quería que pasara lo de la última vez que me quedé dormida. No pasaron ni dos minutos de haberme sentado, cuando recordé a Bakura, mi nuevo amigo del pueblo.

    -¡Tal vez el quiera jugar conmigo!-exclamé levantándome con entusiasmo de mi sitio-Seguro que él si podrá.

    Guardé mi libro de magia en el lugar que le asigné desde un principio y me dirigí enseguida a las puertas del palacio para salir a buscar a Bakura. Una vez más tuve que ingeniármelas para burlar a los guardias, ya que el mismo truco no funcionó dos veces, tuve que aprenderlo de la forma dura. Pero mejor dejemos los detalles y pasemos conmigo fuera del palacio.

    Comencé a caminar por la ciudad dirigiéndome al lugar donde conocí a Bakura, pero al llegar, no lo hallé por ningún sitio.

    -Que tonta-pensé-Ni siquiera se donde vive ¿Cómo pensé en venir aquí? Y tanto trabajo que me costó salir del palacio.

    Me senté en el lugar donde alguna vez lo vi, tenía que descansar un poco antes de regresar al palacio. Puse mis codos sobre mis rodillas, así como mi rostro sobre mis manos.

    -Hola amiga mía-oí una voz que pertenecía a un niño que se paraba enfrente de mí-¿Por qué tan triste?

    Levanté mi mirada y ahí estaba Bakura con una sonrisa-¡Bakura!-exclamé felizmente levantándome del suelo-Hola.

    -Y dime ¿Por qué estas sola?-me preguntó-¿Y “Atem”?-me preguntó burlándose del nombre.

    -No te burles-lo regañe enojada por la acción.

    -Lo siento-se disculpó más por quedar bien conmigo que siendo sincero-Dime

    -Es que…-había olvidado que no debía haberlo buscado sin antes aprender más magia y una excusa con respecto a Atem- Es que…yo… bueno, pues verás…-decía ya muy nerviosa-Te estaba buscando para jugar-dije en un desesperado intento para cambiar el tema-Después de todo somos amigos ¿No?

    -Si-dijo Bakura no muy convencido de mi respuesta.

    Me alegro que no me haya hecho más preguntas en ese momento.

    -¿Dónde vives?-le pregunté para no volver a caer en el mismo error de no saber donde buscarlo.

    -Yo no soy de aquí-me contestó sorprendido por mi pregunta.

    -¿Entonces? ¿Donde vives?-pregunté con más curiosidad todavía.

    -Yo… a… vivo un poco lejos de aquí, no creo que conozcas mi aldea-me contestó con seriedad-Será mejor que olvides eso, después de todo yo ya no puedo regresar a mi hogar.

    -¿No puedes regresar?-pregunté extrañada-¿Por qué? ¿Te corrieron de tu casa?

    -Deja de hacer esas preguntas-me dijo enojado-Si solo has venido a molestar mejor me voy-dijo dando media vuelta a punto de marcharse.

    -No, espera-detuve tomando su brazo-Lo siento, es que quería saber donde buscarte-dije esto último bajando la voz.

    El volteó, me miró seriamente y puso una mano sobre mi cabeza-Será mejor que tu seas la que me diga donde vives-me dijo sonriendo-Así yo seré quien te vaya a buscar, no es correcto que una pequeña como tú ande sola en la ciudad.

    -¿Decirte donde vivo?-pregunté preocupada.

    -¡Es verdad!-exclamó-Si estudias magia debes vivir en el palacio-quitó su mano de mi cabeza.

    -Si-contesté-Después de todo es lógico que sepa algo como eso-pensé-No creo que puedas ir a buscarme-le dije-Ya que no dejan pasar a cualquiera.

    -Eso es lo que tu crees-me dijo sonriendo con astucia-Si tu puedes salir, entonces yo podré entrar.

    -Pero a mi me cuesta trabajo-objeté seriamente-Si no fuera por mis habilidades mágicas no podría salir-dije presumiendo un poco.

    -Créeme, lo lograré-me dijo cerrando su puño-No sabes lo feliz que me siento al haberte conocido-en ese instante puso una mirada que no me inspiró mucha confianza.

    -Será mejor jugar un poco antes de que tenga que irme-le dije para sacarlo de su pensamiento-Tengo que regresar al palacio antes de que…

    -¿Eh?-preguntó al no acabar mi oración-Te quedaste de ver con el príncipe Atem ¿No es así?

    -Si-contesté feliz-Es decir No, ya te dije que…

    -No me engañas, si vives en el palacio, debes conocer al príncipe y al faraón-me dijo caminando un poco-Pero no entiendo tu falta de respeto-me lo dijo no muy sorprendido y casi sin importancia.

    -Es que… pensé que así no te darías cuenta-le contesté caminando tras él-No quería que nadie supiera que vivo en el palacio.

    -Pues tu primer error fue el llevar aquel libro contigo-me dijo burlándose de mí.

    -Lo sé-dije enojada.

    El resto del día estuvimos jugando a la pelota, carreras, entre otras cosas muy divertidas, pero cada vez que le preguntaba algo sobre su aldea cambiaba de actitud y su mirada me daba miedo, así que decidí no hablar más de ello.

    -¿QUE?-grité al ver el cielo con una pelota en mis manos-No puedo creerlo.

    -¿Qué sucede?-me preguntó mi amigo.

    -Ya es muy tarde-le dije alterada-No llegaré a tiempo.

    -Ven, vamos-me dijo tomando mi mano.

    -¿Qué haces?-pregunté sintiendo esas cosquillas nuevamente.

    -Yo te ayudaré para que llegues a tiempo-me dijo jalándome suavemente-Vamos.

    Asenté con la cabeza y Bakura comenzó a correr sin soltarme-Esto es como aquella vez-pensé recordando el día en que Atem me regaló mi diario-Solo que ahora no huyo-reí un poco sin que Bakura lo notara.

    Llegamos tan rápido al palacio que ni me di cuenta. Eso me pareció muy raro, por que solo volteé y ya estábamos frente a la gran puerta.

    -Pero ¿Cómo…?-quise preguntar pero Bakura me tomó por los hombros haciendo que la sensación anterior se intensificara.

    -Escúchame Mana-me dijo mirándome a los ojos-Yo distraeré a los guardias mientras tu entras. Así llegarás a tiempo.

    -Si-contesté nerviosa por la sensación-Entonces nos vemos otro día.

    -Adiós-se despidió.

    El plan de Bakura fue todo un éxito, por un momento pensé que lo atraparían, pero logró escapar.

    -Ahora tengo que llegar al salón de clases-pensé mientras corría por los pasillos.

    -¿A dónde te diriges?-oí una voz gruñona que me obligó a frenar haciéndome caer-No se debe correr en los pasillos mocosa.

    Así es, era el viejo maestro Aknadín. De todos los días y momentos en los que corro por los pasillos, hoy que tenía prisa, me detiene y me hace caer.

    -Lo siento-me disculpé levantándome y sobando mi trasero-Pero tengo prisa.

    Dio un clásico gruñido de enojo-No corras en los pasillos-dijo y se fue.

    -Solo me hace perder tiempo-pensé.

    -VI ESO-oí su voz gruñona alejándose del lugar y haciendo que unos escalofríos recorrieran mi cuerpo.

    -Entrometido-dije en voz baja-¡Ah! Tengo que correr-y volví a correr.

    De inmediato me puse frente a la puerta del salón llegando a después de que mis amigos salieron.

    -¿Dónde estabas Mana?-me preguntó Mahad extrañado.

    -Si, es verdad-dijo Atem acercándose a mi-Tu siempre estás antes de que nosotros salgamos.

    Di un paso hacia atrás con esa sensación regresando a mí-Yo…-dije-Es verdad, tengo que preguntarle a Isis-pensé colocando mi mano derecha sobre mi estómago-Perdí la noción del tiempo-contesté.

    Ambos me miraron incrédulos por mi respuesta, ya que nunca había hecho eso desde que empezaron sus clases.

    -¿Pues donde estuviste?-me preguntó Atem.

    -En la ciudad-contesté con alegría.

    -¿Y tus estudios?-me preguntó Mahad reprochándome-Así nunca serás una buena alumna.

    -No me regañes-pedí suplicante-Ya se me todo lo que me salté ayer, eso fue muy aburrido.

    -Pero tampoco debes salir del palacio-siguió Mahad-Está en las reglas.

    -Es verdad Mana-dijo Atem sonriéndome-No queremos que nada malo te pase y menos que estés sola fuera del palacio. Puede ser peligroso.

    -Yo prometí aprenderme las reglas, no seguirlas-me defendí controlando el nerviosismo que regresaba con la sonrisa de Atem-Y no estoy solo, tengo un nuevo amigo.

    -Si quieres tomar parte de la corte real algún día, será mejor que sigas las reglas-dijo mi amigo castaño-Y yo comprobaré que te o sepas todo.

    -¿Quién es ese nuevo amigo?-me cuestionó Atem-¿Dónde y como lo conociste? ¿Acaso es el chico que curaste?-cada pregunta me la hacia subiendo ligeramente su tono de voz.

    -Alteza-detuvo Mahad-¿No cree que son demasiadas preguntas seguidas? Así no podrá contestar ninguna.

    Atem miró a Mahad-Tienes razón-le dijo y regresó su mirada a mí-Lo siento.

    Su reacción hizo que mi corazón comenzara a palpitar con más fuerza.

    -Si-contesté-Es el chico que curé, lo conocí en la ciudad, no estoy segura donde estábamos cuando lo conocí y su nombre es Bakura.

    -Ya veo-dijo Atem como que reprimiendo algo-¿Y cuantos años tiene?

    -Igual que tú-contesté feliz haciendo que Atem ya no me dijera nada. Se hizo un silencio incómodo.

    -Pues veamos si realmente te aprendiste todo-me dijo Mahad en tono de desafío rompiendo aquel silencio-Empieza-me pidio.

    Cuando lo oí, solo me hizo recordar el aburrimiento que tuve que pasar para aprenderme las reglas.

    -¿Qué te sucede?-me preguntó Mahad tratando de hacerme hablar.

    Di un gran suspiro-Regla número uno, obedecer las indicaciones del profesor al pie de la letra; regla número dos…-decía en coro deteniéndome a mi misma al ver salir a Isis del salón-¡Isis!-llamé alegremente.

    -Aún no has acabado-me detuvo Mahad al ver que mis pies se dirigían hacia la joven-Sigue.

    -Luego te las digo-le dije y corrí donde Isis-¿Te puedo hacer una pregunta?-fue lo primero que le dije haciendo que ella quedara extrañada.

    -¿Por qué no se lo preguntas a Mahad?-me cuestionó viéndolo a él que se acercaba con Atem.

    -No, por favor no les digas nada a ellos-le pedí evitando que ellos me escucharan.

    -Esta bien- susurró.

    -No creas que te dejaré ir así como así-se dirigió a mi Mahad.

    -Mahad-oí decir a Isis en voz tenue.

    -Primero hay que ir a comer-detuvo Atem-Seguro que hasta tú tienes hambre Mahad-acabadas estas palabras, oímos el estómago de Mahad sonar seguido del de nosotros.

    -Está bien, primero comeremos-dijo Mahad apenado por los ruidos de su cuerpo-Vamos-dijo dando la media vuelta para empezar a caminar.

    -¿No vienen Mana, Isis?-preguntó Atem al ver que ninguna de las dos dábamos pauta a seguirlos.

    -Adelántense-contesté nerviosa-Quiero… quiero…

    -No se preocupe alteza-contestó Isis-Iremos a lavarnos.

    -Está bien-se conformó el Atem y se fue a alcanzar a Mahad.

    -Gracias-agradecí después de un suspiro.

    -Ahora dime que es lo que me querías preguntar y por que no quieres que ellos lo sepan-me pidió Isis.

    -A bueno, es que yo…-decía torpemente buscando como empezar a preguntar-Verás, pues el otro día observé que te tocabas el estómago a la vez de que te sonrojabas-dije como una introducción a la vez que Isis me miraba apenada y sonrojada-Y pues he estado sintiendo cosquillas en el estómago y nervios, pero, se que te va a sonar raro, pero esas sensaciones me hacen sentir bien. Entonces lo que quería preguntarte era que ¿Sabes si esto es una enfermedad muy grave?

    Isis no me dijo nada al principio, se quedó en silencio por un muy largo rato haciendo que me asustara.

    -¿Y por que no quieres que ellos se enteren?-me preguntó un poco más tranquila ya que mi pregunta la alteró.

    -Es que ellos se preocupa mucho por mí y si es algo grave no quiero que se enteren para que no se preocupen-contesté-La verdad es que no sabía a quien más recurrir.

    -Mira, no te preocupes, es algo que nos pasa a todo mundo-me contestó colocando su mano sobre mi hombro-Si quieres mañana te explico con más calma, por ahora nos están esperan.

    -¡Si!-contesté con felicidad al saber que no era la única con esas sensaciones-¡Vamos a comer!

    Comenzamos a caminar-Por el momento será mejor que no les digas nada a ellos-me dijo mi compañera.

    -¿Por qué si tú dijiste que no es nada grave?-la cuestioné sorprendida por lo que me decía.

    -Mañana que te explique ya será tu decisión que les digas o no, por el momento es mejor que no lo digas ¿De acuerdo?

    -Está bien-acordé con ella.

    El día siguió su curso y no pude salvarme de la prueba de Mahad que me hizo recitar casi todo el libro secando mi boca.

    -Bien, ya estás lista para aprender los hechizos-eso fue lo que me dijo al final.

    -Es sorprendente que te hayas aprendido todo-dijo Atem.

    -¿Qué no confiaba en mí?-pregunté decepcionada.

    -No lo decía por eso-comenzó a reír Atem de una forma peculiar.

    -¿Qué acaso usted no se lo sabe alteza?-preguntó Mahad sorprendido.

    -Pues yo…-dijo Atem riendo de la misma forma-¿Saben? Ya tengo mucho sueño, mejor me voy a descansar. Hasta mañana-al terminar salió corriendo del lugar.

    -Espere alteza-quiso detener Mahad, pero se detuvo al ver que hacía pucheros-¿Y a ti que te pasa?

    -Pues que no era necesario que me las aprendiera-dije enojada-Ni siquiera A… el príncipe se las sabe de memoria.

    -Estuviste apunto de llamarlo por su nombre ¿No es así?-me preguntó.

    -No-contesté riendo torpemente-¿Sabes que? Yo también tengo sueño Adiós-y corrí directo a mí habitación.

    Ahora me encuentro aquí escribiendo ya no puedo esperar para que Isis me explique esto de la enfermedad.



    CREO QUE HABRA AUSENCIA DE LECTORES POR QUE YA MUCHOS ANDAMOS DE VACIONES, PERO SEGUIRE SUBIENDO CONTINUACIONES.
     
  2.  
    ISHIZU

    ISHIZU Guest

    Re: El Diario De Mana

    Jajaja Atem no se sabe todas las reglas. Yo lo aporoyo, eso de aprendérselas de memoria ¡Que fastidioso!

    Me gustaron los capítulos que has puesto. Sigue así.

    A ver que pasa con Bakura jeje.
     
  3.  
    Esme Uchiha

    Esme Uchiha Usuario común

    Escorpión
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    Re: El Diario De Mana

    hola!!
    jojo me perdi algunos
    capitulos
    aayy esa misteriosa enfermedad
    que sera??
    yo la siento en algunas sircunstancias
    aveces dura como 2 o 5 mini segun el tiempo
    claro aveces 1 hora pero todo va pasando
    rapido y se me olvida k siento ese coskilleo en el estomago xD
    jaja
    bueno me retiro
    espero k pongas el otro capi!!!
    esto se esta poniendo bueno!
    chau
    amiguis
     
  4.  
    Hanz

    Hanz Entusiasta

    Piscis
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    Re: El Diario De Mana

    jajaja
    atem no sabe casi nada...

    estuvo bueno
    espero conti...
     
  5.  
    ISHIZU

    ISHIZU Guest

    Re: El Diario De Mana

    Note burles kei, no creo que tu seas tan matadito para aprenderte tantas cosas.
     
  6.  
    MANA_DMG

    MANA_DMG Entusiasta

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    El Diario De Mana [YGO]
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    Re: El Diario De Mana

    CAPITULO 7
    LA ENFERMEDAD

    Ya pude dormir un poco mejor, pero no pude dejar de pensar en el día que pasé con Bakura o las reacciones de Atem.
    La mañana pasó como de costumbre, ya me sentía un poco más calmada, así que regresé a la rutina de dejar a mis amigos en su salón.
    Ahora que me había aprendido todas las reglas y demás, era el momento adecuado para que intentara aprender el hechizo de congelamiento.

    -Seguro está en las reglas básicas-decía en voz baja dentro de la biblioteca y hojeando mi libro en la sección de los hechizos-He visto como Mahad y Atem lo aplican y no se ve muy complicado.

    Busqué una y otra vez el hechizo en mi libro. Lo habré hojeado unas veinte veces sin encontrar nada.

    -¡NO ESTA!-grite enojada cerrando el libro.

    -Te voy a pedir que te marches-oí una voz atrás de mí-Haces mucho ruido cada vez que vienes.

    Volteé a ver al encargado de la biblioteca que se encontraba atrás de mí.

    -Está bien-le dije con mi cara molesta-Hoy no tengo nada que estudiar que me interese.

    Tomé mi libro, me dirigí a la salida y comencé a caminar por los pasillos del palacio con mi libro en los brazos.

    -Por ahora, lo que más debería preocuparme es lo que Isis me dirá en cuanto salga-me decía tratando de olvidar mi decepción- Me perturba el que me haya dicho que no les dijera nada a Atem ni a Mahad.

    Seguí caminando con la mirada baja pensando en esas sensaciones hasta que choqué con alguien haciéndome caer.

    -Lo siento-me disculpé recogiendo mi libro.

    -Sh…-me dijo la persona con la que choqué-Me alegra que hayas sido tú-murmuró.

    Esa voz yo la conocía y al oírla, hizo que levantara la vista de inmediato al dueño-¡Bakura!-exclamé sorprendida.

    -Sh…-me tapó la boca con una mano y con la otra posó su dedo índice sobre su boca-No hagas ruido-quitó sus manos de los lugares mencionados y me ayudó a levantarme.

    -¿Qué haces aquí?-pregunté bajando mi voz-¿Cómo entraste?

    -Fue fácil-me contestó sin cambiar el volumen de su voz-Vine a visitarte.

    El oír esas palabras, provocó el regreso de las sensaciones-¿A él tampoco debo decirle nada?-me pregunté recordando las palabras de Isis.

    -¿Qué sucede?-me preguntó-¿Acaso no te alegra verme?

    -No es eso-contesté sonriendo-Claro que me da gusto verte aquí, pero es que…-me detuve-Mejor esperaré lo que Isis me vaya a decir-pensé-Me sorprende verte aquí.

    Bakura me miró incrédulo, pero no me dijo nada.

    -¿Por qué te sorprendes? Te dije que si tú podías salir, yo podría entrar-me dijo sonriendo.

    -Con magia a mi me cuesta trabajo y tú…-quise decir tratando aún de ocultar la verdad sobre mis estudios-¿Cómo es posible?

    -Nunca me subestimes-contestó tomándome del brazo-Pero aprovechemos para jugar-me jaló ligeramente.

    -¡Si!-exclamé feliz por la idea-Pero antes debo ir a guardarlo-le dije levantando mi libro por arriba de mi cabeza-Espérame por favor.

    -¡Alto!-me detuvo cuando tomaba impulso para correr-Recuerda que no debo estar aquí, si me ven, me echaran.

    -Entonces ven conmigo-le dije y comenzamos el camino con dirección a mi habitación.

    Dejando el libro en el respectivo lugar, salí al pasillo donde mi amigo me esperaba.

    -Listo, ahora vayamos a jugar-le dije después de cerrar la puerta de donde salía-Por ahora no hay muchas personas por los pasillos, así que será censillo.

    -¿Cómo sabes eso?-me cuestionó interesado por la respuesta.

    -Es que a esta hora todos están atendiendo asuntos y otras cosas-contesté con fastidio con el echo de pensar en trabajos-Después de la comida es cuando vez a personas de aquí par allá y mucho más cuando hay ceremonias.

    Bakura meditó un poco, no entiendo por que pero el tendrá sus razones. Yo estaba muy entusiasmada con la idea de que él estaba ahí conmigo.

    -Entonces vamos donde menos se pasan a esta hora-sugirió guiñándome un ojo.

    ¡Si!-contesté feliz y lo llevé a uno de los jardines que hay detrás del palacio.

    Una vez ahí, el volvió a meditar un poco más, pero no presté mucho atención a eso.

    -Los jardines del palacio son arreglados antes de que salga el sol-explicaba a mi amigo-Así que durante estás horas, los dejan para atender el resto del palacio.

    -Está bien-me dijo con una sonrisa-Entonces ¡A jugar!

    Durante mucho tiempo, jugamos por los jardines; cada vez que alguien se acercaba, él se escondía entre los arbustos del lugar y yo fingía divertirme sola.
    Pero la hora de que mis amigos salieran y que Isis me revelara el nombre de la enfermedad se acercaba. Al darme cuenta de esto, mis ánimos bajaron, ya que no sabía como explicarle a Bakura que se fuera. Por supuesto que quería que conociera a mis amigos, pero en ese momento, él se daría cuenta de que no estudiaba magia oficialmente.

    -¿Qué sucede?-me preguntó al ver que fijaba mi vista en los pasillos.

    -¿No crees que ya es tarde?-le pregunté regresando mi mirada a él y dándole una sonrisa-Tus padres se preocuparan por ti-luego recordé lo que me dijo sobre su hogar-No, lo siento yo…

    -Si, tienes razón-me dijo mirando el cielo-Tengo que regresar.

    -¿Tus papás si están aquí?-pregunté extrañada-¿No que no podías regresar a tu hogar?

    -A mi hogar no, pero mis padres si están conmigo-contestó de una forma serie y fría al tiempo que cerraba su puño derecho.

    -No entiendo-dije confundida mirándolo con duda.

    -No preguntes más-me dijo con el mismo tono de voz pero a la vez con algo de enfado-Ya me voy.

    Al decir esto, se dirigió a los pasillos-¡Espera!-lo detuve-Quiero acompañarte.

    -Está bien-me dijo aún frívolo-Yo saldré sin problemas, además tu debes llegar con el príncipe ¿No es así?

    Bakura siguió su camino y yo me dirigí a la puerta del salón de clases.

    -Solo espero que no lo atrapen-pensé en el camino.

    Esta vez, llegué a la hora usual viendo salir a mis amigos.

    -¡Mana!-exclamó Atem al verme fuera-¡Que bueno que no perdiste la noción del tiempo hoy!

    -¿Saliste del palacio hoy?-me cuestionó Mahad en tono de reproche-Recuerda que está prohibido.

    -Si, memorice todas las reglas ¿lo recuerdas?-contesté-Pero ya te dije que nunca prometí seguirlas.

    -¿Entonces volviste a ver a “Bakura”?-preguntó Atem en tono que quería ocultar enfado.

    -S…-iba a contestar, pero quizá no era el momento de que supieran de su presencia dentro del palacio-Si iba a hacerlo, pero quise buscar el hechizo de congelación.

    -Pues es mejor que no salgas-siguió Mahad-Si te descubren, podrían expulsarte del grupo de magia.

    -¿Por qué?-pregunté extrañada.

    -Los aprendices de magos no deben salir del palacio sin autorización, ya que podrían ser víctimas de ataques al ser blancos fáciles o por que podrían enseñarle a alguien no autorizado los secretos de la magia-explicó mi amigo de ojos café.

    -¿Y para que quieres aprender el hechizo de congelación?-preguntó Atem acercándose a mí.

    La sensación regresó a mí-Debo ir con Isis-pensé-Quería aprenderlo sin que supieran, ya que me encantaría ayudar cuando las sombras aparecen. Solo que quería que fuera una sorpresa.

    -Ese hechizo es de segundo nivel-aclaró Mahad-Y apenas estudiarás el primer nivel.

    Al oír eso, me sentí triste, haciendo que me olvidara de Isis-De verdad yo quería poder ayudar-dije en un tono bajo así como mi mirada.

    -Si de verdad quieres aprenderlo-oí la voz de mi amigo de ojos violetas que posaba su mano sobre mi hombro-Yo te enseñaré.

    -Ya no sé si me gusta esta sensación o no-pensaba al alzar mi mirada a los ojos de Atem-Me gusta, pero me hace sentir incómoda-seguía pensando-¿De verdad?-pregunté con entusiasmo.

    -Pero alteza…-objetaba Mahad-Ella no podrá…

    -Si lo hará-dijo Atem con seriedad-Recuerda que ella…-me miró con una sonrisa-Ella logra lo que se propone.

    Tanto Mahad como Atem se miraron seriamente por unos instantes-Está bien-dijo Mahad después de un suspiro-Pero tendrás que poner mucha atención.

    -¡SI!-exclamé felizmente-¡Gracias!-les dije a ambos.

    -Pero ahora es la hora de la comida-dijo Atem sonriendo-Así que, vamos.

    Empezamos a caminar por el pasillo, estaba tan emocionada que casi me olvido de lo que tenía que hablar con Isis. Pero Isis salió del salón llamando mi atención.

    -Hola Mana-me saludó.

    -¡Isis!-exclamé parando mi caminar y volteándola a ver al tiempo que mis amigos.

    -Veo que ahora estas ocupada-dijo sonriendo-Nos vemos después de la comida-comenzó a caminar por su cuenta del lado opuesto al nuestro.

    Tanto Atem como Mahad nos miraban extrañados, ya que, me llevo bien con Isis pero siempre he sido muy apegada a ellos. Creo que es normal que noten esas cosas.
    Ellos no preguntaron nada, pero yo se que lo querían hacer por sus miradas.
    Después de la comida, nos dirigimos al jardín, donde me enseñarían el hechizo de congelación.

    -Bien Mana-dijo Mahad seriamente-Debes poner mucha atención para aprender algo como esto, ya que con tu nivel de magia… bueno, más bien, por tu nivel de conocimiento se te puede complicar.

    -Pero no te preocupes-me consoló Atem al verme bajar mi mirada-Sé que lo lograrás, aprendiste a hacer un hechizo sin ayuda de nadie y eso dice mucho de ti-dijo poniendo su mano sobre mi hombro derecho y mirándome fijamente.

    Y de nuevo, esa sensación regresó… -¿Dónde está Isis en este momento?-pensaba desesperada y corriendo junto a Mahad-Yo lo lograré-dije con mi ánimo de siempre.

    Pasó al rededor de una hora, tal vez hora y media desde que empezaron a enseñarme el hechizo.

    -Creo que es demasiado para ti ahora-me dijo Mahad después de haber fallado el hechizo-Otro día inténtalo.

    -No-dije decidida-Yo sé que podré lograrlo hoy mismo.

    -Será mejor que descanses-pidió Atem acercándose a mí-Debes estar agotada y mañana será otro día.

    Una vez más me alejé de él poniéndome enfrente de ambos amigos míos-Solo una vez más-pedí-Se que esta vez podré lograrlo- Sin dejar que ninguno de los dos pudiera decir nada más, alcé mis manos y pronuncié el conjuro con la intención de que ellos fueran los que probaran mi hechizo-¿Funcionó?

    -Será mejor que descanses-insistió Atem sorprendido al igual que Mahad-Lo has logrado, pero solo ha durado unos segundos.

    -¿De verdad?-pregunté sin saber si decepcionarme o alegrarme-Entonces quiero intentarlo una vez más.

    -No-negó Mahad-Estuviste muy bien con esos escasos segundos, pero ya es suficiente.

    -Si Mana-decía Atem-El hechizo es algo avanzado y si lo sigues practicando de esta manera podrías agotarte al grado de enfermarte.

    -Está bien-me conformé-Iré a buscar a Isis-dije agachando la cabeza y comencé a caminar hacia los pasillos.

    -Anímate, has avanzado-dijo Atem-¿Por qué no jugamos un poco?

    El sabe que me encanta jugar, pero tenía que saber sobre la enfermedad-No gracias, tengo que hablar con Isis.

    -¿Hablar con Isis?-se preguntó en voz alta Atem de modo que apenas lo oí.

    -No se preocupe alteza-consoló Mahad al ver preocupación en la cara del príncipe-No importa lo que sea, Isis sabrá que hacer y si es algo grave nos lo dirá, confío en ella.

    -¿En Mana o en Isis?-oí por último decir a Atem riendo un poco y dejé de oír sus voces.

    Llegaba el momento en que conocería la verdad sobre esa enfermedad tan molesta o tal vez agradable, bueno ya no se…

    Después de un rato de caminar por el palacio, encontré a Isis dirigiéndose al gran salón.

    -¡ISIS!-grité para llamar su atención lográndolo enseguida.

    -Ah! Mana-dijo en su voz tenue-Te estaba buscando.

    -Yo también-contesté-Ahora me dirás sobre…

    -Si-me contestó-Pero hay que ir a otro lado.

    Ya estaba harta de tanto misterio, pero acepté cambiar de lugar. Por decisión de ella, nos fuimos a su habitación.

    -Bueno, mira-me decía como costándole trabajo-Es que no es fácil decir estas cosas y si te las digo es por que te vi muy preocupada, pero como explicarte esto…

    -Pues solo dímelo a ver si le entiendo sin explicación-pedí desesperada-Si no le entiendo ya te pones a pensar como explicármelo, pero por favor ya dime.

    -Pues verás, te lo digo, pero promete no decir nada de lo mío ¿de acuerdo?-me preguntó.

    -Si-dije-Lo prometo.

    -Mira, pues cuando una mujer tiene esas sensaciones es por que hay un hombre que…-

    -Yo no soy una mujer todavía-la interrumpí-Aún soy una niña.

    -Bueno si, pero… es que también estás cosas les pasan a los niños-aclaró pensando todavía las cosas-Cuando un aniña siente esas cosas es por que hay algún niño que es el que lo provoca.

    -¿Lo provoca?-pregunté por que admito que no entendía bien lo que me decía.

    -Si, bueno, ya basta de rodeos-dijo-Pues eso quiere decir que estas enamorada de alguien.

    -¿Enamorada? ¿Yo?-pregunté nerviosa e incrédula-¿Cómo? ¿De quién?

    -Pues no se-me contestó-Eso depende de quien es el que está mas cerca de ti cuando sientes esas cosas, tu debes de saberlo.

    -Pero son tres personas las que están cerca-dije confundida.

    -¿Tres personas? ¿Cómo?-preguntaba Isis incrédula.

    -Si, están Atem, Mahad y…-me callé.

    -¿Mahad?-preguntó Isis sorprendida-¿Quién es el otro?

    -El es… no nadie…-quise decir, pero tocaron la puerta.

    -¿Isis estás ahí?-se oyó la voz de Seto.

    -¿Si?-preguntó.

    -El maestro Kazuke quiere hablar con nosotros-dijo-Apresúrate-y se fue.

    No pude hablar más con ella, se fue y no podré hablar con ella hasta mañana.
    Me dejó pasmada con lo que me dijo ¿Enamorada yo? No lo puedo creer.

    UN POCO ATRASADA PERO YA ESTA MI CONTINUACION
     
  7.  
    Esme Uchiha

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    Re: El Diario De Mana

    wow
    como k siente esas coskillitas
    con mahad?? nooo
    aver separemos a mahado del principe
    y listo no es lo mismo o si?
    jo admas el se pone furico cuando hablan de bakura y viseversa
    pork sera??? xD adoro mis mismos interrogatorios sarcasticos

    bueno ya dejo de elogiarme
    par aelogiarte
    muy lindo me gusto
    mugre seto llegaste en el momento menos indicado
    nimodo
    chau
     
  8.  
    ISHIZU

    ISHIZU Guest

    Re: El Diario De Mana

    ¿Cómo que con Mahad? Hay!!! ya quiero saber que sigue, Seto me está cayendo mas mal de lo que ya por que mira, interrumpe charlas muy importantes jeje.

    Esperaré tu próxima continuación.

    Dos celositos jajaja
     
  9.  
    Hanz

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    Re: El Diario De Mana

    odio esas censaciones, son tan incomodas...
    pero no es con mahad, es con atem o bakura? ah, no se

    la vara es, q estuvo divertido...
     
  10.  
    MANA_DMG

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    Re: El Diario De Mana

    creo que me tardare un poco en continuar por que no me llega la inspiracion, pero en cuanto pueda les dejo el resto para que vean eso de lo de mahad.
     
  11.  
    Hanz

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    Re: El Diario De Mana

    q era lo de mahad????
    anda mana! q pase algo entre mahad e isis...
     
  12.  
    Esme Uchiha

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    Re: El Diario De Mana

    tiene obligatoriamente a fuersas pasar
    algu con isis y mahad no?
    siiiiiiiiii
    tiene k
     
  13.  
    Hanz

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    Re: El Diario De Mana

    tiene!!!
     
  14.  
    ISHIZU

    ISHIZU Guest

    Re: El Diario De Mana

    No la presionen, están viendo que no tiene inspiración y la presionana. Pero yo también quiero ver algo...
    Habrá que esperar.
     
  15.  
    Hanz

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    Re: El Diario De Mana

    bueno, bueno...
    si presion entonces...
    pero...
    q no tarde mucho...
     
  16.  
    Esme Uchiha

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    Re: El Diario De Mana

    si le dices que no se tarde es precion!!
     
  17.  
    MANA_DMG

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    Re: El Diario De Mana

    BUENO, YA NO SE PELEEN, YA LES TRAIGO CONTINUACION:

    CAPITULO 8
    OTRO ATAQUE
    Ya han pasado cinco días desde que me enteré del nombre de la “enfermedad” pero desgraciadamente o tal vez afortunadamente, ese día que Seto le habló a Isis, fue para informarles a todos los estudiantes de magia que al siguiente día, todos los estudiantes de magia, serían llevados a un entrenamiento especial o algo así.
    Tengo llena de cosas confusas mi cabeza y ni siquiera he tenido la inquietud de seguir practicando, pero creo que debo seguir con lo que hoy me pasó.
    Al despertar sin muchos ánimos como los últimos días, me dirigí al comedor para el desayuno, donde el faraón ya se encontraba sentado.

    -Buenos días Mana-saludó.

    -Buenos días-contesté sin ánimos.

    -Los extrañas ¿No es así?-me preguntó con una sonrisa.

    -Si… pero también…-estuve apunto de decirle pero me ganó el nerviosismo-No, creo que no será buena idea decirle al faraón sobre…

    -¿Pero…?-preguntó él esperando que completara mi oración.

    -No, no es nada, solo es que los extraño mucho-contesté bajando mi voz lentamente.

    El faraón palpó su mano sobre una silla junto a él-Ven aquí-me pidió y me senté en la silla indicada-Sé que es la primera vez que se quedan separados por tanto tiempo, pero deberías seguir estudiando, así tendrás de que hablarles cuando vuelvan. Ellos se pondrán muy tristes si saben que solo estuviste deprimida.

    -Lo sé-contesté-Pero no es algo que pueda evitar.

    -¡Animo!-exclamó el faraón-Los sentimientos confusos suelen arreglarse en ausencia de quien los provoca.

    ¿Qué?-pregunté sorprendida-¿Acaso sabe sobre…?

    -Solo digo que no debes perder esos ánimos que te caracterizan-siguió el faraón-Para que los recibas de esa manera.

    -Tiene razón, debo practicar más-dije-Si no Bakura se dará cuenta de mi inexperiencia con la magia-pensé.

    Durante esos días, Bakura había estado entrando al palacio y sabiendo lo que eran esas sensaciones solía ponerme nerviosa junto a él en muchas ocasiones.

    -Está bien-le dije al faraón volviendo a sonreír-Necesito seguir practicando-el faraón me sonrió un poco.

    Después del desayuno, del cual me apresuré para practicar antes de la llegada de Bakura. Me dirigí al jardín, eran esas horas en las que es muy raro que alguien pase por los pasillos que dirigen a los jardines o a estos, así que me encontraba sola.

    -El faraón tiene razón, me he distraído tanto que no he vuelto a practicar el hechizo de congelación-me decía a mi misma en voz alta-Solo espero recordar aún lo básico del hechizo…

    Enseguida me puse a reanudar esas prácticas una y otra vez, pero no supe si funcionó, ya que las plantas no son muy activas que digamos. Tenía que saber mi progreso, así que cuando estaba apunto de buscar un conejillo de… digo un voluntario, oí una voz que reconocí de inmediato.

    -Mana, por aquí-

    -Bakura-nombré dirigiendo mi vista a la barda de los jardines donde se oía su voz, al verlo, corría hacia él-¡Hoy también viniste!-exclamé alegre.

    -Veo que ya está más alegre-me dijo-¿Acaso ya volvió el príncipe?-me preguntó con fastidio.

    -No-contesté bajando la mirada-Aún no regresan.

    -Mejor vayamos a jugar-me dijo cambiando el tema y en su tono de voz se oí alegría aparentemente por la noticia.

    -Pero… me gustaría salir del palacio-le dije mirándolo-Hace tiempo que no salgo de aquí.

    Bakura miró al cielo por unos instantes tomando postura de meditación, no pude evitar tratar de buscar lo que miraba.

    -No, será mejor no estar en la ciudad el día de hoy, algo malo está por suceder-me dijo seriamente.

    -¿Por qué piensas eso?-le pregunté-El día está muy lindo y…

    -Es solo un presentimiento que me llegó desde la mañana-me dijo con una sonrisa- Tal vez sea mentira, pero no quiero arriesgarte al peligro-siguió haciéndome sonrojar al tiempo que caminaba hacia atrás.

    -Pero ya no se que más podamos hacer en el palacio-le dije deteniéndome a cierta distancia-No si nos pasamos tratándote de ocultar.

    -No lo sé-dijo-Que tal si me muestras el palacio, siempre nos la pasamos en el jardín y me da curiosidad de conocer el interior.

    -¿Y si te descubren?-pregunté preocupada-No quiero que te encierren ni nada por el estilo.

    -Confío en tus poderes-me dijo.

    -¿En mis poderes?-me pregunté alarmadamente-Pero soy tan solo una aprendiz-seguí-Y no tengo nada de experiencia, si nos descubren no podré hacer nada-pensé.

    -¿Acaso no confías también en mis habilidades como confío en las tuyas?-me preguntó algo enfadado.

    -¡Es verdad!-pensé-Lo siento, olvidaba ese detalle, claro que confío en ti, así que vamos-contesté no muy convencida-Ayúdanos Ra, que no nos descubran-pedía.

    Ambos comenzamos a caminar hacia los pasillos con cautela, yo a la cabeza para vigilar-Solo espero que todos anden en juntas o algo así y que no salgan a los pasillos-pensaba rogándolo.

    Tan solo habíamos llegado a los pasillos, cuando sentí un escalofrío que me hizo reaccionar de forma involuntaria; aparentemente Bakura no lo notó, pues no me hizo ninguna pregunta a pesar de lo notorio de mi reacción. Regresé a mi tarea de vigilar, cuando de entre las sobras distinguí a aquellos seres que ya habían atacado anteriormente.

    -¡Las sombras!-exclamé tratando de ocultar el pánico-¡Tenemos que llegar al salón principal!-pensé y enseguida jalé a Bakura para comenzar a correr.

    -¿Qué se suponen que hacen aquí?-alcancé a oír que preguntaba Bakura y me dirigí a verlo con extrañeza-¿Qué son esas cosas?-me preguntó después de ver mi mirada.

    -No estoy segura, solo han estado viniendo a atacar el palacio-contesté-Debemos huir de ellos.

    Seguimos corriendo, hasta que al final de uno de los extensos pasillos alcancé a ver una de las entradas al gran salón-¡Por fin!-exclamé con alivio, pero al llegar frente a la entrada, varios de esos seres salieron de su elemento y nos impidieron el paso.

    -Se supone que no entrarían…-oí de Bakura.

    Era momento de descubrir si mis prácticas de la mañana habían funcionado, así que comencé con el hechizo de congelación logrando paralizar y desaparecer a la mitad de las sombras que nos amenazaban pero lentamente.

    -¡Lo logre!-exclamé contenta, pero solo fue instantáneo, por que mi miedo regresó al ver a la otra mitad en pie-Tendremos que entrar por otro lado-pensé y volví a jalar a Bakura por los pasillos-No dejaré que le dañen, para eso quiero estudiar magia, para proteger a mis seres queridos-pensaba.

    Bakura, más que asustado, me pareció verlo enfadado, pero no logré comprender el por que.

    Ya estábamos cerca de otra de las entradas, solo era cuestión de dar vuelta y caminar unos metros, pero al doblar la vuelta mencionada, una de esas sombras tenía en alto su arma que se dirigía mí. Bakura, que se encontraba tras de mí, me abrazó quitándome del objetivo y poniéndome contra su pecho.

    -¿Estás bien?-me preguntó haciéndome sonrojar por que podía escuchar sus latidos así como los míos se aceleraban.

    -Yo…-estaba muy nerviosa para contestar.

    La sombra observó la escena y parecía estar aterrada por la situación. Yo miré a Bakura y comencé a alarmarme cuando vi caer sangre sobre mi cara.

    -¡BAKURA!-grité asustada-¿Qué te pasa?-quise soltarme de él pero no me lo permitió-¡Estas herido!

    -No es nada-contestó limpiándose la sangre de su mejilla-Tu te lo buscaste-se dirigió al atacante y me soltó dándome completamente la espalda, levantó sus manos y dijo algunas cosas que no alcancé a oír del todo. Enseguida, el ser se convirtió en cenizas que desaparecieron después de un movimiento de la mano de mi amigo-Ya no molestará.

    -¿Estás bien?-volví a preguntar, pues no sabía lo grave de la herida-¿Cómo hiciste eso si solo los estudiantes de…?

    -Será mejor que me vaya, tengo asuntos que atender-dijo con enojo viendo el área donde estuvieron las cenizas-Hay cosas que no debieron pasar.

    -Pero y tu herida…-dije acercándome a él con preocupación a pesar de que me sentía nerviosa por el anterior abrazo.

    -No es nada-se dirigió a mi con una sonrisa-Pero será mejor que te limpies-me dijo lavando la sangre de mi cara con sus ropas-Ya me voy… ya veré cuando regresar.

    Bakura corrió por los pasillos para irse, quise seguirlo, pero me fue imposible al oír una voz proveniente del salón principal.

    -¡Mana!-oí el llamado-¿Estás bien? -se acercaba a mí la maestra Nefim que salía del lugar mencionado.

    -Si-contesté mirando fijamente el camino que tomó Bakura.

    -Pero ¿Cómo es que…? Lo olvidaba… seguramente es más fácil que yo salga lastimada-comentó la portadora del collar del milenio con una ligera risa-Seguramente fuiste tú la que…

    -¿A que se refiere?-pregunté perturbada.

    -No, no es nada, será mejor que vengas al salón-me dijo-Estarás segura ahí hasta que estemos seguros de la ausencia de todas las sombras.

    Obedecí y me dirigí al gran salón, donde el resto de la corte real se encontraba con excepción del maestro Kazuke que se encontraba con los estudiantes de magia. Al entrar al salón, todos me miraron fijamente ¡COMO DETESTO ESO! Pero no dije nada y solo me senté en un rincón.

    Poco a poco, todos salieron del lugar sin decirme nada, al quedarme sola, decidí que lo mejor sería irme de ahí, ya estaba aburrida. Salí del lugar y me dirigí al comedor, moría de hambre.

    Después de la comida, pensé que lo mejor sería seguir practicando, ya que estaba progresando y necesitaba distraer mi mente de lo sucedido por la mañana. Iba caminando hacia los jardines, cuando del salón de juntas oí varias voces que discutían.

    -¿De que estarán hablando?-me pregunté acercándome con cautela a la entrada.

    -Me parece que lo mejor será que la niña empiece de inmediato a practicar como se debe-expresó la maestra Nefim-Y también creo que debe estar consiente de su don.

    -Pero es solo una mocosa que seguro arruinará todo-decía el maestro Aknadín-Solo será una pérdida de tiempo y es muy peligroso que se entere sin saber usarlo.

    -Ya nos ha demostrado de lo que es capaz inconcientemente-decía el maestro Koem-Si logra controlarlo, será de mayor utilidad para estos ataques.

    -¿De quien estarán hablando?-me pregunté curiosa.

    -No la conozco del todo-decía seriamente el maestro Saru-Pero cuando vi su mente con mi artículo, pude darme cuenta de que tiene voluntad para avanzar como maga, pero también…

    -¡No podemos arriesgarnos!-interrumpió el maestro Aknadín-Alteza, por favor, en vez de tener esta discusión, deberíamos tratar de encontrar el origen de esos seres. Si detectamos la fuente, atacaremos la amenaza de inmediato en vez de perder el tiempo atacando a esas sombras.

    El faraón solo se quedó callado un momento, mientras el resto de la corte lo veía buscando respuesta-El problema es que si nos cuesta trabajo atacar estas sombras, será más difícil detener a su amo.

    -Pero ¿De quien hablan?-seguía preguntándome-Que digan nombres.

    Después de ver la reacción de los presentes que otorgaban la razón al faraón con la mirada dijo-Falta su punto de vista Simón, Torak

    -Yo creo que lo mejor será que le den la oportunidad-contestó el portador del cetro-Si demuestra progreso inmediato, darle la oportunidad que Nefim y Koem piden.

    -Si, podría ponerla aprueba-siguió Simón-Pero creo que será más seguro para todos, incluyéndola a ella, que no se entere de lo que puede hacer hasta que tenga un mejor control.

    -¿Una prueba eh?-decía el faraón-¿Pero quién…?

    -Espere alteza-detuvo el maestro Aknadín y se dirigió a la entrada, donde yo salí corriendo para que no me descubrieran.

    No logré oír toda la conversación.

    El día terminó, pero no dejé de pensar en la persona de la que hablaban y mucho menos y en ningún momento pude olvidar esas sensaciones hacia Bakura, Atem y Mahad? ¿Por qué son tres? Si con uno ya es difícil… Pero ¿por que Mahad está ahí? No entiendo eso… Lo que si sé es que los extraño demasiado, y no solo a ellos, si no también a todo el grupo de magia… esto se siente tan solo sin ellos…
     
  18.  
    Esme Uchiha

    Esme Uchiha Usuario común

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    Re: El Diario De Mana

    primis!!!
    xD woho
    bueno aaah el faraon es un hombre sabio
    ya descobrio a mana bueno...
    que se le hace
    nada!!! solo llevarlo bien xD.
    ay mana es todo una super maga atacando a las sombras
    pero aun sin saber ese...nocque para eso...
    no importa oie
    me da miedo con eso de que tmb siente coskillas cuando esta
    con mahad!!
    pero solo esporque siempre esta pegado
    a atem!!
    que acaso no tiene una vida xD
    que linda
    yo vdd??
    bueno me despido nos vemos
    te quedo hermoso
    chau
     
  19.  
    Eileen

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    Re: El Diario De Mana

    Hola ^^
    Me gusta mucho la historia,:aw:
    Me encanta,sobre todo el programa diario que tienen todos:comer,jugar ,magia, jugar, dormir ,comer ,etc... xD
    :aw:que linda vida ^^Sigue n-n(cuando puedas)
    Me despido,Bye
    Bye ^^
    palomasss
     
  20.  
    ISHIZU

    ISHIZU Guest

    Re: El Diario De Mana

    Lo siento, había estado sin internet, pero ya leí la continuación.
    Que lástima que Atem esté alejado de Mana, Bakura se la va a ganar... no, espero que no. Ya verémos que pasa luego.
     
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