One-shot El demonio mas terrible majora

Me sentía demasiado solo, pero esta era la única forma de salvar al pueblo, aquel demonio que hacía que todos temblaran al escuchar su nombre, aquel nombre que al ser pronunciado la maldición se hacía presente.

Aun lo recuerdo, los aldeanos celebraban el festival de la luna, se colocaban masaras llamativas y danzaban al rededor del fuego. me encontraba en un tejado, sentado y mirando a tales personas que reflejaban su felicidad en sus rostros, en sus movimientos y en sus cantares, tan solo era un niño, inocente que disfrutaba del espectáculo
.
Hasta que de un momento a otro toda la aldea ardía en llamas, las mujeres y niños corrían por sus vidas y las casas se desplomaban en cenizas, asustado me bajé como pude y me dirigía hasta casa, al llegar lagrimas corrieron en mis mejillas pues lo único que quedaba eran llamas y solo eso.

Me quede parado de la impresión, mire con rabia a mis espaldas a aquel demonio indescriptible, causante de todo esto, me miró y soltó una carcajada escalofriante y emprendió camino hacia mi, mis piernas estaban paralizadas, y mis ojos simplemente se cerraron. este era mi fin definitivamente.

—Vamos no es tu fin ahora— escuché decir y abrí los ojos de golpe, pude percibir un rostro tan peculiar, nunca lo había visto, caí en el suelo y justo miré como aquel demonio se pasaba de largo enfurecido por fallar a su cometido, aquel salvador mío se puesto en pie y lo desafío son una espada muy peculiar, portaba una armadura que nunca en mi vida había visto.

—Vete— pronunció aquel joven y me miró por breve, y así fue, corrí detrás de una piedra que estaba cerca, la curiosidad por aquel joven me impedía que huyera me quede mirando a ese par que de inmediato iniciaron un duelo.

Aquel demonio le sonrió y convoco una espada de fuego puro, no dudo siquiera un segundo y atacó al muchacho, las estocadas estruendaban en aquel valle, las llamas que los rodeaban, parecían avivarse mas y mas, estaba tan asustado que cerré los ojos y me oculté.
Mis lagrimas no cesaban hasta que un quejido tan fuerte me despertó, mire y no pude soportarlo, la espada del demonio se había incrustado en el pecho de este valiente joven, ¿Qué debía hacer?.

Pasó toda la noche sin darme cuenta, pareció que tanta impresión hizo que desfalleciera, llevé mi mano a mi cabeza y de repente a mi mente vino la imagen del joven y salí de donde estaba, las llamas se habían extinguido, ya no quedaba nada mas que el cuerpo del chico en medio, corí a verle, aun con vida lo pude hallar.
Me miro con unos ojos de tristeza y extendió su mano , apenas señalando a un punto —Se mi legado y recupera mi honor— menciono y cerró los ojos para no volver a abrirlos nunca mas, sentía aun mas rabia y coraje, ese maligno demonio me había arrebatado todo lo que tenía, mi familia y ahora mi salvador.

Me sequé las lágrimas y mire hacia donde él señalaba su espada, incrustada en el febril suelo, la tomé como pude y volví hacia donde descansaba el cuerpo de este desconocido héroe —¡Te vengare! lo prometo— dije y salí de esa horrible lugar.Caminé por días hasta encontrar una aldea cerca, pero no pude llegar el hambre y la sed debilitaron mi cuerpo y perdí el conocimiento.

En realidad no sabía cuanto tiempo había pasado, desperté acobijado en una choza, mire a mi alrededor y una joven de cabello verde me sonrió —Tranquilo ahora estas a salvo— pronuncio con esa voz tan tersa y me invitó a la mesa donde gentilmente me había preparado algo, comía como nunca y agradecí de inmediato.

Me preguntó muchas cosas sobre mi y le conté lo que había sucedido, se sorprendió demasiado pero hubo algo cautivador en ello —¿Quién causó tal desgracia?— la mire por unos segundos y trague un poco de saliva —Majora— ´la chica se asustó tanto y de inmediato me tomó de la mano, salimos a lo que parecía un establo y me dio un morral, —Toma aquí están tus cosas y un poco de ropa limpia— mencionó a penas y me volvió a jalar hasta una choza mas grande que las demás y de inmediato entramos.

Un viejo se encontraba meditando, al rededor de él solo había velas y nada mas, la chica desesperada le contó lo que me había pasado y después el viejo le ordenó que se fuera, así fue y me quedé con el.

—Joven ¿Cuál es tu nombre?— me interrogó yo no podía decirle todo a un desconocido esa clase de información así que solo lo miré y me sonrió, —No temas, se quien eres y el porque estas aquí, sobre todo porque traes esa armadura y esa espada contigo—

¿Armadura?, abrí sorprendido aquel morral y en efecto, estaba la armadura de aquel joven y su espada, ¿Qué? ¿Cómo había llegado a mi?, miré al viejo con intenciones de cuestionarle tanto, pero antes de que pudiese hacerlo, habló primero —Joven guerrero, esto no es casualidad, has sido elegido, la profecía se cumplirá— sonrió y me apañó hasta un cuarto obscuro mientras seguía hablándome — hace mucho tiempo Se hizo la leyenda de que llegaría alguien capas de derrotar a ese infernal demonio con la ayuda de su espada y la armadura que lo distinguiría—
Asombrado me quede y le interrumpí diciendo que aquel guerrero había muerto, pero el volvió a mirarme —Te equivocas, acaba de nacer—

Pasaron los años y aquel niño se volvió un joven fuerte, su coraje y determinación lo llevaron a ser el guerrero mas fuerte de las tierras, salvó a miles de pueblos, con el único objetivo de ir tras Majora, pero cierto día su destino había tocado a su puerta. Un rumor sobre Majora, atacaría la aldea donde habitaba, esta era su oportunidad.

Era una noche de festival, la luz de la luna alumbraba a aquellos aldeanos que gustosos bailaban, Llamaban a "la fiera", quien así habían nombrado por su pasado y su sed de venganza, pero este joven sabría lo que pasaría, fue al altar del sabio y tomo aquella armadura y se la colocó, caminó sin mirar a nadie, solo hasta llegar a la entrada de la aldea.

Los rumores eran ciertos, a lo lejos se veía una esfera de fuego acercándose a toda velocidad — Por fin nos encontramos—pronuncio y se encaminó hacia el demonio que se dio cuenta de inmediato, su espada dio la estocada mas fuerte contra el enemigo, a Majora le sorprendió tanto verlo —Tu estas muerto— fueron sus palabras de ese engendro y se hecho a carcajadas.
El joven no lo soportó mas y se tiro a atacarlo, estocada tras estocada no podía parar, en su espada surgió un resplandor qur le dio un poder inigualable, majora estaba perdido, el chico de ropas blancas de un salto se impulso para darle un golpe que lo llevo hasta la aldea, a fiera no se quedo atrás.

Golpe tras estocada hicieron que Majora se diera cuenta que estaba siendo derrotado, miro a su alrededor y encontró una ascara cerca de los aldeanos que celebraban y se la colocó sin antes soltar una risa de victoria, un brilo surgio de esta y see elevó por los aires, Majoara había sellado du propia alma en aquel objeto que calló en manos de el peli blanco.
Sabia lo que tenia que hacer, sabía que Majora podía desatar su ira cuando el encanto fuera roto.

El peli blanco tenia que pensar en algo que pudiera hacer para impedirlo, y decidió combatir fuego con fuego, de igual manera él sello su alma en una mascara para que pudiera estar cuando majora fuese desatado. Así cumpliría su promesa. su venganza de terminar con su enemigo Majora

Los aldeanos se percataron de tal hecho que hicieron de la fiera un Dios, llamándolo La fiera de la deidad, y así se fueron pasando estas mascaras de generación en generación hasta que Majora despertó de nuevo en manos de un Skull kid, la humanidad corre peligro de nuevo pero ¿Aquella profecía e había cumplido realmente?