El corazón perdido

Capitulo 18

El cielo tachonado de miles de lucecitas, que eran la única luz en ese momento. El aire olía a Sakura, el lugar era un vacío total un circulo perfecto rodeado de miles de árboles de Sakura en flor.

Sesshomaru contemplaba el sitio a la espera de que algo delatara el origen de tan extraño lugar, nunca había visto algo así. Era muy consiente que era un sueño, pero algo en el fondo de su ser le decía que no era su sueño, o que no era un sueño en realidad.

Frente a sus ojos una imagen fue tomando forma y luminosidad, permitiendo ver a Kasukana que lo contemplaba.

— ¿Kasukana?— la voz del yuokai sonó fría pero con un dejo de inseguridad y anheló, una mescolanza difícil de explicar debido a las miles de emociones que se agolpaban en su ser.

— Sesshomaru.

— ¿Eres tu realmente?

— Si, gracias a Inuyasha que te dio el collar puedo hablar con tigo.

— No menciones a ese ser en mi presencia. —la furia relució en sus dorados ojos.

— Tenia la esperanza que hubieras cambiado de opinión. Es tu hermano después de todo.

— Es el hijo de mi padre pero no es mi hermano, ¡yo no tengo hermano! — La mirada triste de Kasukana hizo que la furia contenida dentro del yuokai estallara — ¿Tanto lo quieres? Por eso fuiste a salvarlo a costa de tu vida, ¡vida que no te pertenecía ya que eras mía!

— ¿Eso es lo que crees? ¿Qué morí para salvarlo a él? — negó con la cabeza mientras su postura física demostraba pesar.

— ¿Por qué fuiste? si no era esa tu intención, no había razón para que estuvieras allí arriesgando tu vida.

— Para salvar tu alma Sesshomaru, esa fue la única razón de mi presencia en ese lugar.

— ¿Qué sabe una simple humana del alma de un yuokai? Olvidas tu lugar peste, tu no sabes nada. — sentencio con arrogancia.

— Sesshomaru, el sol esta despertando en el horizonte es hora de que te vallas.

— Kasukana… — ella estaba allí para él, ¿por qué no podía decirle lo que en verdad quería decirle? ¿Por qué su orgullo era tan grande? está era su oportunidad de despedirse de ella. — Kasukana, yo…

La joven lo vio y sonrió con ternura.

La visión de Sesshomaru se volvió negra completamente y lucho por abrir los parpados que yacían cerrados. Quería seguir viéndola, quería decirle que ella era la única humana que le importaba, quería que lo entendiera.

Él el gran Sesshomaru no protegía a una niña humana solo por que era su reencarnación. Ella debía entender lo que significaba para él.

Cuando por fin pudo abrir los ojos pudo ver el bosque donde había acampado la noche anterior, Rin yacía durmiendo tranquilamente junto a su sirviente y el dragón de dos cabezas.

¿Lo soñó? ¿Fue eso? ¿Tanto anhelaba a una simple humana que soñaba con ella? Su mirada se poso en la niña que dormía tranquilamente, Kasukana dormía tranquilamente. Se corrigió mentalmente. Pero cuando lo hizo algo no cuadro como debía la niña dormía de una forma muy relajada y la expresión de felicidad se encontraba pintada en sus facciones.

Kasukana, dormía echa un ovilló a menos que estuviera en sus brazos. Su rostro siempre demostraba una expresión de alerta lista para cualquier cosa que se aproximara y solo encontraba paz en sus brazos al igual que él en los de ella.

Rin, ahora que lo pensaba con detenimiento no tenia ningún otro aspecto de Kasukana solo la alegría incondicional. Kasukana no estaba siempre alegre.

La lista de comparaciones fue creciendo junto con el frunce del seño del yuokai, Rin era alegre cariñosa e incondicional, Kasukana era alegre, cariñosa e endemoniadamente testaruda respondona insufrible y sobre todo era ella.

Rin no era Kasukana.

 

Capitulo 19

En el mundo humano Sesshomaru busca una forma de mejorar su espada para vencer a Naraku, en el inframundo dos hombres contemplan sus planes de batalla y un príncipe espera en el encamino del inframundo la llegada de su hermana.

La búsqueda de ese yuokai le traería a su hermana de vuelta solo debía morir la niña

El sabueso del infierno se lleva Rin y Kohaku con él al infierno, Sesshomaru va en busca de lo que le pertenece y entra al infierno através de un Meido Zangetsuha que realizo con su espada Tenseiga, antes de ingresar su madre lo detiene.

—Espera, Sesshomaru…¿intentas entra al camino del inframundo?, ¿y sólo para salvar a dos humanos? Has desarrollado una naturaleza amable.

—Sólo estoy entrando para recuperar lo que me pertenece.

Luego de entrar por el Meido Zangetsuha Sesshomaru se encuentra con un camino de tierra zigzagueante por el cual el perro del inframundo corre rumbo a su destino.

Mientras tanto un príncipe de porte importante espera con ansia la llegada de su perro el cual envió en busca de su hermana. Al ver la posibilidad que la codicia de poder del yuokai le ponía enfrente.

Sesshomaru prepara sus garras y ataca al perro pero este lo esquiva siendo el precario camino destruido por el ataque de Sesshomaru. El perro se pone en posición de ataque pero através de su vientre se ven las figuras inconscientes de Rin y Kohaku, desenvaina a Tenseiga y con un efectivo corte del poder curativo de la espada corta al medio al perro.

Kohaku recupera la conciencia enseguida gracias al fragmento de la perlo de Shikon que tiene incrustado en su nuca, pero Rin yace inconciente. El camino que ya habían recorrido se desmorona unos huesos de aves los atacan junto con el perro que antes lo atacara, al partirlo en dos se convirtieron en dos perros que atacaban simultáneamente.

Uno de ellos destruye el camino por el cual Kohaku corre cargando a Rin y son salvados de caer al vacío por Sesshomaru. Para luego percatarse que la pequeña no respira, Sesshomaru retira a Tenseiga de su funda y la sostiene sin ver a los demonios del inframundo al no verlos no puede cortarlos, si no puede cortarlos no puede revivir a Rin la oscuridad se hace presente y envuelva a Rin llevándosela a lo más profundo del inframundo.

Ambos Sesshomaru y Kohaku corren y penetran en la oscuridad para rescatar el cuerpo de Rin.

Zuko se encontraba caminando de un lado a otro debatiéndose entre ir a matar a ese yuokai entrometido o esperar y ver el desenlace de los acontecimientos. Tan ensimismado se encontraba que no vio a la joven que lo contemplaba con amor y una sonrisa picara en el rostro.

—Los años no te han enseñado la virtud de la paciencia mi querido Zuko.

El se detuvo en seco y la contemplo ella corrió a sus brazos y ambos se fundieron.

—Ese estupido yuokai estuvo apunto de arruinarlo todo. — Exclamó el príncipe con alivio y enojo en la vos — el guardián del inframundo acabara con él.

— ¿Sesshomaru está aquí? — La expresión de Kasukana era de preocupación — ¿Algo le paso a la niña?

—Está muerta.

— ¡Debo impedir que muera!, ¡Zuko debes ayudarme!

— ¡Que! Apenas te vuelvo a encontrar y ya me pides que te deje ir, si la niña vive tú vuelves a esa prisión

—Nisama, por favor ayúdame — haciendo una reverencia de sumo respecto imploro por la ayuda del guerrero.

Sesshomaru y Kohaku caminaban en la oscuridad, cuando una luz apareció enfrente de ellos mostrándoles el mundo exterior la vos de la madre del gran yuokai resonó.

—Sal, Sesshomaru. Si avanzas hacia aquí, podrás salir del inframundo. Sin embargo, este camino pronto se cerrará. Y si eso sucede no podrás regresar a este mundo.

—Kohaku toma ese camino— dicho esto se fue por otro lado donde la oscuridad era reinante.

Kohaku decidió acompañar a Sesshomaru en vez de volver al mundo de los vivos y mientras caminaban en la penumbra un círculo de luz roja apareció frente a ellos y mientras más cerca más fuerte era el viento que los empujaba hacia delante.

Delante de ellos un ser gigante y putrefacto se erguía sosteniendo en una de sus manso el cuerpo sin vida de a pequeña Rin.

— ¡Rin! —exclamó Kohaku mientra intentaba no ser arrastrado por el fuerte viento.

—Presumo que ese es el guardián del inframundo — dijo Sesshomaru.

El viento arrastró a Kohaku y Sesshomaru sacando su látigo venenoso lo tomo del tobillo lanzándolo luego detrás de él.

—No me causes problemas innecesarios. En este momento, no puedo molestarme en cuidar de ti.

— Si — respondió el jovencito

Dejándolo detrás de él, Sesshomaru avanzó al encuentro del guardián sacando a Tenseiga corta al guardián desvaneciéndose antes de caer. Un hombre contemplo toda la escena con sumo fastidio por brindarle tal ayuda a un simple yuokai.

Sesshomaru tomo a Rin en sus brazos la cual seguía murta y utilizando la técnica del Meido Zangetsuha regreso al palacio de su madre la cual lo esperaba junto a Jaken.

Recostada en el trono real la pequeña yacía muerta luego de todos loe esfuerzos in frutosos de el gran yuokai.

— ¿Qué sucede, Sesshomaru? Te ves abatido. Como deseaste Tenseiga es más poderosa y el camino también se ha extendido.¿Entonces no deberías alegrarte de tu triunfo?— dijo la fría madre del joven lord

—¿Tú sabías que esto le sucedería a Rin? — fue la fría contestación

—Tú ya has usado a Tenseiga antes para revivir a la niña, ¿verdad? Tenseiga puede llamar a una persona de la muerte sólo una vez.

Él poderoso lord quedo estupefacto antes dichas palabras y no daba crédito de las mismas.

—Es natural —dijo la madre del yuokai — La vida siempre tiene un límite, no hay nada que pueda ser salvado muchas veces. Sesshomaru, ¿te crees a ti mismo un Dios? ¿Y que puedes negociar la muerte con Tenseiga a tu lado? ¡Se te tuvo que enseñar una lección sobre el deseo de salvar la vida de alguien querido, y el dolor y temor que acompañan a esa perdida!

Sus pensamientos eran tan oscuros e insondables que lo atravesaban como una daga.

Dolor y temor…

—Tu padre dijo que Tenseiga es una espada para sanar. Tú puedes llevarla como un arma pero debes valorar la vida y poseer un corazón compasivo mientras lidias con tus enemigos. Ese es el requerimiento del portador de Tenseiga, una espada que puede salvar cientos de vidas mientras arroja a sus enemigos al inframundo.

Entonces para enseñarle una lección a Sesshomaru-sama sobre compasión, Rin tuvo que morir. Pensó el anciano sapo que reencontraba alado del cuerpote la niña.

—Pequeño demonio ¿estás llorando?— pregunto la señora del palacio

— Jaken señora; Sesshomaru-sama, por naturaleza nunca derramará lágrimas, por eso tengo que cumplir esa tarea.

—Oh, ¿estás triste Sesshomaru?— la fría expresión del interpelado fue la única respuesta a la pregunta. — no esperes obtener otra oportunidad

Quitándose del cuello el collar lo deposito en el pecho de la niña. Una luz envolvió su cuerpo y Rin volvió a la vida mientras otro collar emanaba calor dentro del haori de cierto yuokai.

Cuando la noche llego y se detuvieron a pasar la noche Sesshomaru contemplo las estrellas y pensó en su padre y sus últimas palabras

Si padre tengo algo que proteger y lo tenía entonces pero mi orgullo me impidió verlo. Los amargos pensamientos de remordimiento y pesar lo acosaban sacando de entre sus ropajes el pequeño collar lo tomo en sus manos y se fue del campamento a una distancia prudente.

—Kasukana, mi deber era protegerte y te fallé al igual que a Rin hoy. Siempre creí que era un gran yuokai un lord entre Lores y me di cuenta que soy muy débil.

—Ahora eres más fuerte que nunca Sesshomaru.

Levanto su cabeza rápidamente para ver bajo la luz de la luna en un claro del bosque a la joven que tanto anhelaba. El verla igual que la última ves que la vio lo acongojo de emociones encontradas.

—Tú padre no era fuerte sólo por su poder, si no por que debía serlo tenía algo por lo cual luchar. Tú ahora tienes algo por lo cual hacerlo es tú decisión.

—Kasukana… quédate a mi lado.

 

Capitulo 20

—Siempre estoy con tigo Sesshomaru, pero no te has dado cuenta. — Kasukana respondió con voz suave y melodiosa al pedido del yuokai.

La mirada de él era triste y llena de dolor mientras la contemplaba pensaba por primera vez en su vida claramente.— Cuando la tuve no la cuide y por mi orgullo la perdí ahora que se cuanto la necesito ya no la tengo como yo quisiera, — fue el angustiado pensamiento del poderoso lord

—Yo lo lamento… lamento todo el tiempo que desperdicie buscando algo que no necesitaba, lamento haber permitido que mi orgullo me segara…—no pudo continuar ya que una cálida mano se poso sobre su mejilla

—Sesshomaru, tenemos todo el tiempo del mundo si tú lo quieres.

Las estrellas brillaban como mil luceros, la fresca brisa mecía apenas los cabellos la sinfonía compuesta por los insectos circundantes y la tenue luz de una luna menguante junto con el olor de las flores crearon el ambienté más romántico.

Sesshomaru acercó suavemente su rostro al de ella y con sumo cuidado tomo su rostro temiendo hacerle daño, inhalando el olor que llevaba grabado en su alma y consumo lo que tanto había añorado.

El beso fue suave y perfecto, no fue sólo un beso sino la unión de dos almas. Cuando el sol despunto en el horizonte la imagen de la mujer se desvaneció, pero antes encendió una llama de esperanza en el corazón de frío yuokai con sus últimas palabras.

—Cada noche será nuestra— dicho esto la claridad se apodero del mundo y los seres de la oscuridad volvieron a sus refugios.

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Las tropas del infierno estaban listas para el ataque sus comandantes ya estaban en su lugar a la espera de la orden. El último bastión permanecía en pie.

Zuko había vencido a uno de los 12 guardianes, ahora era tiempo de ir por los restantes Enma-ho junto a Inu No Taisho discutían un plan de acción. La fuerza de los guardianes sólo era una amenaza cuando estaban unidos, intentar atacarlos en su fortaleza era una proeza y sin embargo era el plan.

Sin embargo la prudencia era la reinante y todos aguardaban el momento propicio. El príncipe no discutió los planes de su padre y como de costumbre en este ultimo tiempo se dirigía a los más profundo de infierno donde las llamas de las almas condenadas ardían sin cesar donde un lago de lava hirviendo rodeado de los 7 pilares que sostenían al infierno.

Todo el recinto era de mármol negro e era iluminado por las almas ardientes estas yacían en lugares específicos eran columnas de fuego de un diámetro de unos 3 metros tanto en el suelo como en el techo de dicha cámara.

Allí era donde el príncipe pasaba sus días contemplando dicho lago. A diferencia de cualquier otro ser los seres pertenecientes a la familia real del infierno jamás morían este lago era donde sus cuerpos eran reciclados y volvían a la vida era un ciclo sin fin.

Si el cuerpo de Kasukana hubiera sido encontrado esté seria al lugar en el cual lo depositarían y en el trascurso de un ciclo lunar completo volvería a la vida. Sólo la familia real era depositado en ese lago ya que ningún otro ser sobreviviría a la magnitud del calor y poder que del proviene.

Allí durante horas enteras Zuko hablaba y recordaba como era su hermana y como la extraño cuando se la llevaron. Pensó que ella no pertenecía a ese lugar después de todo, ese yuokai se interpondría entre su hermana y él. Pero no haría nada no por ahora.

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La batalla contra Naraku llega a su clímax al apoderase del fragmento de Kohaku y completar la perla de Shikon.

Inuyasha, Kagome, Sango, Miroku luchan dando todo de si para vencerlo.

 

Perdón por la demora pero la verdad es que no sabía como seguirlo por mas que lo tengo todo delineado la inspiración se me fue y me quede en blanco merezco que me reprendan gracias por el apoyo y la paciencia espero que les guste este capitulo si lo se es corto pero es que solo es una forma de saltar a el capitulo siguiente XD gracias a todos

Capitulo 21

La batalla contra Naraku termino con la victoria de Inuyasha y sus amigos, la desaparición definitiva de la perla de Shikon, fue el punto final de esta batalla. Inuyasha comenzó una vida feliz y tranquila cuando Kagome regreso a la época antigua, Sango y Miroku se casaron y procrearon unos lindos bebes que los colmaba de alegría.

Sesshomaru dejo a Rin con la anciana Kaede en la aldea, para seguir recorriendo el mundo en busca de poder. Solo vagaba sin rumbo aparente sin prestar atención realmente a donde iba, lo que si era su prioridad era el ansia que cada vez aumentaba en su fuero interno por que el sol se ocultará y su muerto corazón volviera a la vida al contemplar los ojos violetas de mirada dulce que lo esperaban.

El sol como su costumbre brindo un hermoso espectáculo de color y armonía cuando se oculto las estrellas en el cielo brillaron con fulgor y la luna inundo el paisaje con su misteriosa luz. El claro que Sesshomaru eligió esa noche era un hermoso lugar rodeado por árboles de espeso follaje y gran verdor una cascada de agua cristalina y el olor a madreselva completaba el lugar.

En medio de ese lugar la joven lo esperaba con su grácil figura envuelta en el kimono blanco con ribetes de rosa pálido su cabello suelto jugaba con la brisa y su rostro iluminado por la luz lunar. Él cerro sus ojos y dejo que el olor de Sakura que de ella provenía colmara sus sentidos.

Cada noche al verla su corazón galopaba en su pecho, sus instintos lo dominaban y lo único que quería era tenerla solo para él. La culpa era lo siguiente que emoción que se apoderaba de él, al saberse culpable de su muerte. Ya no culpaba a Inuyasha, asumía que la culpa era enteramente de él por no haber cuidado el tesoro más preciado que la vida le otorgo.

Esa eran las emociones que dominaban al gran yuokai y por tal nunca obtenía lo que en realidad quería, sentado cómodamente contemplaba a la joven que danzaba jugando con el viento, era el espectáculo mas exquisito que él en su larga vida aya visto.

— ¿Por qué tan ausente?—la voz de la joven lo saco de su ensoñación.

— ¿Por qué aun vienes?— esa pregunta lo carcomía por las implicaciones que la respuesta tendería.

—Por que me llamas.

Y allí estaba esa respuesta que era como una bofetada, era verdad Kasukana sólo aparecía si él la llamaba, y cada noche su nombre escapaba de sus labios en un inaudible susurro. ¿Cuando el gran guerrero que era se volvió tan débil y mezquinó. Es que no dejaría que el alma de la hermosa joven que se adueño de su inerte corazón descansara en paz? ¿Condenaría a su corazón a vivir entre las sombras por la eternidad?

Y como cada noche tomaba la resolución de no llamarla más y cada nuevo atardecer quebraba dicha resolución solo para verla durante unas horas.

La joven lentamente se sentó a su lado y contemplo el firmamento, el silenció era cómodo y la cercanía de sus cuerpos les brindaba calor. El canto de los animales nocturnos y el olor a madreselva era idílico. Y la joven no resistió una dulce canción de sus labios afloro. El yuokai escucho con atención cada nota y cada inhalación que de labios de la joven se escapaban, sin darse cuenta su cuerpo se pego al de ella su respiración se volvieron una, la mirada ambarina traspaso la violeta esperando una respuesta.

El calor de los cuerpos invitaba a la unión de las almas incompletas, las miradas entrelazadas y el llamado de los labios, era la armonía completa de dos corazones latiendo al unísono sin negarse la verdad de sus sentimientos. Poco a poco los labios se rozaron, le suavidad de los de ella la fuerza de los de él, el aliento calido y suave con el salvaje poderío.

Disfrutando con cada rocé de sus labios, con el calor y suavidad de las lenguas entrelazadas, con el sentimiento que compartían y que los unía a un nivel mucho mas profundo, el entendimiento de saber que eran uno.

El beso fue profundizándose con cada respiración, fue posesivo, apasionado, dulce, conflictivo, fue lo que tenía que ser y aun mas. Sesshomaru abrazaba a la joven y la estrechaba contra su cuerpo mientras deslizaba sus labios por todo su rostro paladeando el sabor de la joven que le pertenecía. Ella rodeaba su cuello con sus brazos y se dejaba llevar por lo que sentía.

El cielo empezó aclarar y con ello la despedida de los amantes, con una simple caricia en el rostro de Sesshomaru se despidió hasta la próxima noche, desvaneciéndose la joven, dejando a un al gran lord contemplando la nada y con los brazos vacíos.

La furia exploto dentro de él dejando salir todo el dolor que lo consumía tomo su forma canina y aulló mientras el sol nacía. Ciego por su orgullo perdió la oportunidad de ser feliz ciego por su arrogancia la dejo partir ahora solo tiene migajas de lo que pudo ser, de lo que pudo ser su verdadera felicidad.