El color de la libertad

Tema en 'Relatos' iniciado por Ichiinou, 5 Febrero 2016.

  1.  
    Ichiinou

    Ichiinou Amo de FFL Comentarista destacado

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    Título:
    El color de la libertad
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    746
    La idea de este one-shot bailaba en mi cabeza desde que vi hace unos días la película "La lengua de las mariposas", la cual recomiendo encarecidamente. Espero que al que decida leer esto, le agrade.

    Dedicado a todas las víctimas del régimen
    franquista en España y en especial a la libertad, esa amiga tan frágil.



    El color de la libertad

    —¡Comunista!

    —¡Asesino!

    —¡Rojo!

    —¡Ateo!

    —¡Payaso!

    Un sinfín de acusaciones se sucedían, pero la pequeña Águeda que estaba agarrada a la mano de su padre, no entendía ninguna de aquellas cosas que decían.

    Había visto a Ramón, el panadero entre esas personas a las que ahora acusaban. Desde que había cumplido los siete años, mamá siempre le dejaba ir a la panadería a comprar el pan y él, que siempre era muy amable solía regalarle una rosquilla. Cuando Ramón no tenía rosquillas hechas, buscaba en el bolsillo de la bata que solía llevar y sacaba alguna fruta o cualquier cosa deliciosa. Siempre tenía un detalle para ella. Ramón era su amigo, incluso a veces venía a casa a cenar con su mujer, Dolores, una señora muy reservada pero que siempre había agradado a la pequeña Águeda.

    La pequeña, abrumada por aquello, no entendía por qué ahora su padre gritaba con aquella seriedad las palabras que todos repetían constantemente, no lo entendía. ¿Por qué? ¿Por qué tildar de asesino a una persona que había sido su amigo tanto tiempo? Definitivamente, Águeda se dio cuenta de que quizás era demasiado pequeña para entender a los adultos.

    —Grita, cariño, grita, que te escuchen —dijo su madre al oído de la pequeña.

    No, ella no podría gritarle ni a Ramón el panadero, ni al padre de su amigo Miguel (nunca recordaba el nombre de aquel hombre tan grande), ni mucho menos al profesor que tenían los niños. No, no podría gritarles, porque eran buenas personas. Ella lo sabía. Nunca había visto hacer nada malo a aquellas personas, pero en cambio, ahora estaba viendo un sinfín de injusticias, de injurias y pensó que quizás ahora, si Dios existía, se sintiese realmente decepcionado con las personas que mentían sobre gente noble, sus amigos, sus vecinos, sus compañeros.

    Águeda ignoró el tirón que le dio su madre de la manga del abrigo, se negaba a participar en aquello, era una niña, no lo entendía. Ella quería que Ramón no tuviese esa cara tan triste y ojerosa, quería que volviese a sonreír y sacase de su bata una manzana, se la tendiese y pegarle un mordisco a esta con una sonrisa de agradecimiento. Eso quería Águeda, no insultar, ni hacer nada de lo que hacían los mayores.

    ¿Eso significaba ser mayor? ¿Renunciar a lo que el corazón te dice? ¿O realmente el corazón de aquellas personas era el que hablaba ahora? No, Águeda sabía que un corazón no podía hablar de aquella manera, los corazones estaban hechos de pureza, de amor, no estaban hechos de insultos, de dolor, de necedad y de odio.

    Águeda vio como terminaban de subir sus vecinos a aquel camión y se preguntó a dónde irían. Pero el presagio que tuvo sobre eso no era bueno, sabía que no volvería a comprarle el pan a Ramón y que posiblemente, ella sería como Ramón algún día. Porque si las injusticias existían, ella no tardaría en ser víctima de una de ellas.

    Cuando el camión arrancó y aquellos hombres que habían venido a por sus vecinos se fueron, Águeda suspiró profundamente, no era de alivio, si no de pena.

    —¿Estás bien cariño? —dijo su padre sonriéndole.

    —Todo lo bien que pueda estar Ramón en estos momentos.

    El semblante de su padre cambió en un instante y se cubrió de algo parecido al miedo. Lo que sucedió después no cambiaría nada dentro de Águeda, pero dolió, no tanto físicamente, si no, que le dolió en el fondo del corazón, la primera bofetada de su padre.

    —Vámonos a casa, aquí ya acabó el espectáculo —dijo tajante su padre mientras todavía le ardía el moflete a la niña.

    Lo cierto era que Águeda no recordaría el dolor que sintió por el golpe de su padre, sino que recodaría nítidamente el abrumador dolor que sintió cuando supo que la marcha de Ramón significaba que aquel día había perdido algo más que a su panadero, había perdido la libertad.

    El color rojo siempre me ha gustado —pensó Águeda, pero por mucho tiempo, no se atrevería a pronunciarlo.
     
    Última edición: 12 Febrero 2016
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    Lionflute

    Lionflute Usuario popular Comentarista empedernido

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    Me ha gustado el escrito por varias razones. Tenemos a un personaje reconocible que ve el mundo, lo interpreta y lo critica. Un personaje con un carácter definido y con relaciones reconocibles y establecidas con los personajes. Se plantea una idea y, si bien siento que algo me faltó en el final, se lleva a cabo de una manera bastante satisfactoria. Puntos a criticar, para mi, son la mención de el padre de su amigo Miguel o de su profesor, que son meramente nombrados sin un contexto. Quizás me hubiera gustado más una descripción más alusiva a las creencias políticas de Ramón, algo que pusiera más en evidencia el color rojo, todo visto siempre desde la vista de Águeda, claro. Quizás ese elemento le hubiera dado más profundidad y mas sustento a la frase final.

    Más específico ahora, en términos de puntuación:

    La última frase, si bien corresponde por temática a lo anterior, no debiera formar parte del mismo enunciado:

    Cuando Ramón no tenía rosquillas hechas, buscaba en el bolsillo de la bata que solía llevar y sacaba alguna fruta o cualquier cosa deliciosa. Siempre tenía un detalle para ella.


    Hay que saber que, al agregar un verbo, se agrega una oración y que por tanto estas deben ser separadas. Si no hay un conector de por medio, estas deben ser separadas entonces por un punto:

    No, ella no podría gritarle ni a Ramón el panadero, ni al padre de su amigo Miguel. Nunca recordaba el nombre de aquel hombre tan grande, ni mucho menos al profesor que tenían los niños. No, no podría gritarles, porque eran buenas personas. Ella lo sabía.


    Aquí es una palabra. Cuando dices "si no", indicas condicionalidad, pero para eso debe haber un verbo justo después. En cualquier otro caso, va todo junto:

    Lo cierto era que Águeda no recordaría el dolor que sintió por el golpe de su padre, sino que recodaría nítidamente...

    Es triste que la gente se abandere por partidos políticos y dejen de escuchar el sentido común. No solo sucede con la política, sino también en términos de raza y religión. Debemos aprender a tratar a la gente como individuos independientes que pueden pensar por si mismos, en lugar de juzgarlos por sus creencias.

    Buen escrito! Bravo! <3
     
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  3.  
    Ichiinou

    Ichiinou Amo de FFL Comentarista destacado

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    Muchas gracias por comentar y por la crítica a la puntuación, @Lionflute las aplicaré ahora mismo, aunque en una discrepo y me voy a ver obligada a no hacerte caso ya que es en esto:

    Aquí hablamos de la misma persona, por eso considero conveniente la coma y no el punto, que podría dar a entender que se habla de otra persona. Al menos a mi parecer debería ir así. XD

    En fin, muchas gracias y me alegro de que te gustase. :)
     
  4.  
    Lionflute

    Lionflute Usuario popular Comentarista empedernido

    Aries
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    El punto solo corta oraciones, en cuanto a hilo discursivo se sigue entendiendo que se habla de la misma persona, sin embargo es por una cuestión de pausa, puesto que no hay ningún conector entre una oración y la otra. Quizás un punto y coma ";" pudiese funcionar de mejor manera.
     
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  5.  
    Kikuz-sama

    Kikuz-sama Usuario popular

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    Me gustó aunque realmente me ha dejado algo triste. Que horrible es lo que hace la guerra. A mi parecer plasmaste muy bien la esencia del conflicto entre los franquistas y los rojos. También esa censura, los prejuicios y el dolor a lo que se enfrentaron... Lo peor de todo es que los niños son los que lo pagan, porque no acaban de comprender la magnitud de lo que causa la tontería humana.
    Fue un buen recurso usar la voz narrativa de una niña, por ser un infante transmite una carga emocional mayor y hace que sientas más el texto.

    ¡Bravo! Fue un muy buen texto :D
     
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  6.  
    Melody cleary

    Melody cleary Usuario común

    Virgo
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    Es...triste. Pero lo que más me hace gracia es que ayer mismo mi padre y yo hablábamos sobre el tema del franquismo. Estábamos viendo un programa de la tele sobre ciertos "políticos españoles" (pongo entre comillas porque personas así no deberían considerarse humanas siquiera) que no están en contra del franquismo sino que al contrario, aclaran que fueron unos años placidos. Pero cambiando un poco de tema tu historia es bien original, me gusta muchísimo.

    ¡Saludoss!

    P.D: No sé porque pero es el segundo one-shot tuyo que tiene parecido con cosas que ocurren a mi alrededor. ¿No me estarás siguiendo cierto? :)
     
    Última edición: 10 Febrero 2016
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  7.  
    Ichiinou

    Ichiinou Amo de FFL Comentarista destacado

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    *Se esconde detrás de un arbusto*

    ¡Por supuesto que no! ¿Yo? ¿Seguir a alguien? Para nada. Jamás de los jamases. (?


    Agradezco mucho vuestros comentarios chicos, me agrada mucho que lo que escribo le guste a alguien. ¡Me hacéis un poquito más feliz! :)
     
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  8.  
    Bugs Bunny

    Bugs Bunny Die Hexe Usuario VIP

    Piscis
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    Bueno, los errorcillos relativamente notorios ya te los marcó Lion, a mí me pareció ver que a "oído" le faltaba tilde, estaría bueno si revisas eso.

    Aunque es realmente una historia con contenido, y está bastante lograda, para mí se sintió algo vacío el no poder comprender del todo la razón por la que Ramón acabó de esa manera, son muchas posibilidades y aún así no me conformo. Pero bueno, me agradó bastante el ojo crítico de la pequeña, como personaje tiene potencial, para pensar de esa forma y comprender, aunque las razones no fueran muy serias o llevadas a los temas políticos y/o raciales, es muy enternecedor que la amabilidad bastara para levantar un pilar entre lo que ella considera bueno o malo. Eso me agradó.

    No tengo mucho que decir que ya no te dijeran.

    Saludos.
     
    Última edición: 13 Febrero 2016
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